Capítulo 40
—Amor —llamo Harry entrando al baño donde Draco sujetaba su cabello en una coleta baja, con tan solo verlo Harry quedó embobado por la escena olvidando lo que iba a decir.
—¿Sí? — respondió Draco lanzándole una mirada a través del reflejo del espejo —¿Harry? —añadió divertido al notar su expresión embobada.
—¿Ah? —balbuceo Harry sacudiendo la cabeza y pestañeando rápidamente.
—¿Qué venías a decirme? —el rubio giro y Harry pensó en lo bien que se veía con el cabello sujetado en esa coleta, de repente la urgencia de pasar sus manos por su cuello lo invadió, Draco esbozo una sonrisa y chasqueo sus dedos delante de sus ojos.
—Ah cierto —Harry espabilo y quitó la vista del cuello del rubio que exhibía aún unas cuantas marcas de besos, realmente amaba como Draco no sé aplicaba el hechizo para ocultar marcas cuando estaban juntos, ni siquiera ocultaba su marca tenebrosa lo cual hacia se sentía tan feliz de tener por contar con su confianza —Luna me envió una carta o bueno nos envió una carta, quiere que almorcemos en el centro —Draco alzó una ceja con su sonrisa menguando —¿Te dijo algo antes?
—No —Draco negó con la cabeza confundido, su mirada gris noto una marca rojiza en la clavícula del pelinegro y no pudo evitar sonreír al recordar que él la había hecho —¿Dijo que quería?
—Tampoco —Draco asintió con la cabeza, como si fuese en cámara lenta paso sus largos dedos por la clavícula del pelinegro sintiendo como su novio contenía el aliento ante su toque.
—¿Cuánto tiempo tenemos? —murmuró Draco inclinando su rostro para hablar contra su oído mientras mordisqueaba tentadoramente su lóbulo, Harry ahogó un gemido en su garganta y llevo ambas manos a la cintura del rubio.
—Una hora si tomamos un taxi y una hora y media si nos aparecemos —respondió velozmente, aunque se sentía derretir contra las caricias del rubio.
—Mmm, creo que tendremos que usar las varitas —bromeó Draco clavando sus dientes en su cuello dejando una nueva marca en aquella porción de piel morena.
Hora y media después ambos caminaban apresurados hacia el restaurante que Luna les había indicado.
—Te dije que no había tiempo para una ducha —decía Harry con el cabello aún húmedo.
—No pensaba venir todo pegajoso —respondió Draco viendo como el pelinegro le abría la puerta del restaurante —gracias —agrego pasando por la puerta, de inmediato una chica bien parecida los recibió.
—Buenas tardes ¿Tienen reservación? —saludo ella con una sonrisa amable.
—Ah sí, ¿Lovegood? Una rubia con ojos azules —describió Harry.
—Síganme —pidió y los guío por el restaurante, mientras Harry veía la decoración del lugar pensó que no fue buena idea ir en joggers y polo, por otra parte, Draco se veía hermoso, cómo siempre, con su camisa casual y sus jeans oscuros.
—Chicos —los saludo Luna agitando una mano con una sonrisa enorme en su rostro, a su lado Blaise lucia como si estuviera a punto de salir corriendo.
—¿Desean pedir algo o tomarán algo de tiempo? —pregunto la chica que los había guiado.
—Ah, si no es mucha molestia, ¿Podemos tomar la mesa de lado por unos minutos? — pregunto Luna aun sonriente señalando la mesa vacía que quedaba a lado, Harry se preguntó por qué ese lugar estaría vacío si los otros sectores del restaurante si estaban ocupados.
—Claro, volveré en unos minutos para tomar sus órdenes.
—Gracias —agradeció Luna al verla marcharse —chicos que bueno verlos.
—Pudiste avisarme que era un lugar así de bonito —aviso Harry a punto de tomar asiento, pero Luna sostuvo su brazo con un agarre firme.
—Ven, dejémoslos solos —ordenó la rubia lanzándole una mirada insistente, sin esperar su respuesta lo llevo a una mesa cercana, apenas Harry tomo asiento pudo notar como Draco veía temeroso a Zabini y el moreno le devolvía la misma mirada, si, ambos necesitaban hablar de muchas cosas y no precisamente con ellos en medio.
—¿Cómo?... ¿Cómo terminaste con Zabini? —pregunto Harry quitando la mirada de Draco para enfocarse en Luna, su amiga dio un sorbo a su vaso de agua antes de hablar.
—Fue durante los reportajes que te dije, Blaise paso por mucho —respondió ella con un tono entre molesto y adolorido, casi el mismo tono que empleaba Harry cuando hablaba del pasado de Draco —él aún no admite que somos novios pero está bien, sé que me quiere —sonrió soñadoramente y giro para ver al moreno que hablaba con Draco sin hacer mucha mímica —sé que lo hace por protegerme —agrego con cierto tono melancólico.
—¿Protegerte de quién? —pregunto Harry preguntándose internamente quién sería tan idiota para hacerle algo a Luna, una de las heroínas de guerra, por su parte Luna sonrió y se encogió de hombros negando suavemente con la cabeza.
—De muchas personas Harry, Blaise es un ex mortífago y Slytherin, no le pasó lo que a Draco por qué él tuvo que sacrificarse por sus padres —Harry recordó las cicatrices del moreno —fue atrapado y torturado, logro escapar pero solo paso otra vez —Luna formo puños con sus manos, apretando tan fuerte que sus nudillos se tornaron pálidos —fue muy lindo lo que hiciste ese día Harry, pero Draco no fue el único y a veces tengo miedo de que no sea el último —sus miradas se conectaron y Harry sintió una presión en el pecho de solo imaginar a alguien pasar lo que pasó su novio, vio a Draco para verificar que estaba ahí, vivo y sano, el rubio estaba abrazando a Blaise con fuerza —ya lo arreglaron —celebró Luna incorporándose y caminando hacia ellos, Harry los vio un par de segundos antes de seguirla.
—Potter —saludo Blaise con seriedad.
—Zabini —respondió con calma.
—Si le haces algo a Draco te juro que voy a eliminarte con mis propias manos —amenazó el moreno y Luna sonrió mientras tomaba asiento.
—Gracias, supongo —respondió Harry apreciando el cariño que mostraba el moreno por Draco.
—Bueno ¿Qué van a ordenar? —pregunto Luna tomando el menú entre sus manos.
—Yo pediré por Harry —aviso Draco dándole un vistazo rápido a la cartilla que estaba en italiano, había olvidado el restaurante, era el favorito de Blaise, el moreno movió un brazo intentando alcanzar otra de las cartillas y de inmediato hizo una mueca.
—¿Te volvió a doler? —pregunto Luna alarmada tocando el brazo de Blaise.
—No, fue un calambre —mintió Blaise bajando el brazo lentamente como si cada movimiento despertara más dolor.
—¿Qué te paso? —se animó a preguntar Harry sospechando la respuesta que recibiría, Luna apretó los labios y Blaise frunció el ceño.
—No fue nada —respondió Blaise con un tono cortante.
—Blaise... —murmuró Luna lanzándole una mirada suplicante —debes decírselo —acaricio su brazo con suavidad y el moreno suspiro.
—¿Qué paso Blaise? —intervino Draco con el ceño fruncido.
—Fui atacado —murmuro entre dientes, como si con solo decirlo recibiese más dolor.
—¿Quién fue? —salto el rubio de inmediato con el ceño fruncido y sus ojos grises chispeantes.
—Unos idiotas que pensaron que fue cómico eso es todo, no fue nada.
—Tuviste 10 puntadas Blaise, fue más que nada —soltó Luna enojada.
—Luna... —comenzó el moreno lanzándole una mirada que le rogaba que deje de hablar.
—A esto te referías con que seguiría pasando —murmuró Harry comprendiendo la situación.
—Es gente resentida ¿Qué puedo hacer? No voy a hechizarlos — soltó Blaise frustrado dándole un sorbo a su vaso de agua, Harry pensó rápidamente, sus ojos se movieron rápidamente como si estuviese analizando la situación a toda velocidad.
—Tienes razón —murmuró y se ganó una mirada enfurecida de Draco —pero yo si —Draco cambio su mirada de inmediato para verlo confundido —la vez de Draco... La gente comprendió el mensaje.
—¿Sugieres que comencemos a salir Potter? —se burló Blaise con media sonrisa burlona en su rostro —lo siento, pero no me atraes.
—No yo, quizá Lu... —comenzó Harry cuando el moreno palmeo la mesa con fuerza silenciándolo.
—No permitiré que Luna se arriesgue —expreso con firmeza con sus ojos oscuros chispeando con decisión —que vengan tras de mí, cuántas veces quieran, pero si alguno... No, no dejaré que digas nada —aviso viendo a la rubia, Luna abrió la boca, pero la cerró de inmediato bajando la mirada.
—Debe haber algo que pueda hacer —murmuró Harry.
—No te metas —gruño Blaise quitando su palma de la mesa.
—Blaise —hablo Draco al notar la tensión del ambiente —quizá si haya algo que podamos hacer... Sin involucrar a Luna directamente.
—¿A qué te refieres? —soltó el moreno con desconfianza.
—Luna, ¿Aún sigue en pie la entrevista? —los ojos azules de la rubia se iluminaron de inmediato asintiendo rápidamente con la cabeza.
—¿Ya decidieron que pedir? —pregunto un mesero viéndolos a los cuatro, Draco pidió por su novio y Luna pidió por ella y Blaise, los cuatro acordaron beber una copa de vino —enseguida regreso —anuncio el mesero retirando los menús y marchándose.
—¿Que planeas hacer con la entrevista? —pregunto Blaise curioso.
—Oh nada difícil, solo me asegurare de que Harry envié otro mensaje.
—¿El último fue tuyo? —pregunto Luna sorprendida.
—No, ese fue todo mío —corto Harry —pero Draco es mejor con las palabras así que asumo que este dejara las cosas muchísimo más claras.
—Claro como el agua cariño —bromeó Draco con una sonrisa.
—Nunca pensé que llegaría el día donde los vería trabajar juntos —soltó Blaise sorprendido —o sea sí sé que ambos se morían por el otro, pero era tan irreal.
—Lo sé, Potter era extremadamente obvio con su obsesión por mí.
—No era tan obvio —se defendió el pelinegro ganándose una mirada de escepticismo por parte de los tres.
—Harry todos lo sabíamos —le consoló Luna y Harry se sonrojo de solo pensar que todos sabían sus sentimientos menos él.
—La vez del baile de los tres magos no sé si ibas a matar a Pansy con la mirada o a Cho Chang —bromeó Blaise ganándose una mirada de advertencia de Draco, al notarlo aclaro su garganta para disimular.
—Draco también te miraba Harry —acotó Luna y el pelinegro se puso atento de inmediato —Blaise me contó que varias noches Draco llegaba molesto por qué no respondías a sus provocaciones.
—¡Luna! —chillo Blaise sonrojado, Draco le lanzó una patada por debajo de la mesa.
—¿Se lo dijiste? —siseo sonrojado, Harry sonrió ampliamente al ver su reacción —era un niño inmaduro Potter que no se te suba a la cabeza —agrego sin verlo
—Oh, se me va a subir —aseguro el pelinegro riendo entre dientes, el mesero regreso con sus platillos y los fue dejando uno a uno en la mesa, luego coloco sus copas de vino.
—Que disfruten, si necesitan algo más siéntanse cómodos de llamarme —pidió con un tono educado y volvió a marcharse.
El resto de la velada la pasaron charlando sobre Quidditch o el periódico de Luna o el profeta. Ninguno tocó el tema de los secuestros ni de la guerra, no era necesario amargar la comida ni la bebida con temas tan dolorosos.
Al finalizar la velada Draco fijo la fecha de la entrevista para la siguiente semana ya que el fin de semana era la boda de sus amigos.
—Blaise debes acompañarla —ordenó Draco cuando los cuatro salieron del restaurante.
—No sabemos cómo bebió tanto esa noche, no queremos arriesgarnos de nuevo —apoyo Harry y Luna golpeó su brazo sonrojada con una sonrisa avergonzada.
—Tendré que hacerlo entonces —suspiro Blaise con un pesar mal fingido viéndola de reojo —¿Crees que los Weasley decidan no hechizarme?
—Oh Molly es un amor —aseguro Draco —si me aceptó a mi sin duda te aceptarán, no te preocupes —Blaise asintió con la cabeza y tras otra despedida cada pareja se fue por su lado.
Los siguientes días fueron raros para Harry, noto que el rubio salía de manera misteriosa y regresaba agotado, como si estuviese mucho tiempo haciendo trabajo físico, le decía que no era nada y rápidamente lo distraía con otra cosa.
Draco era realmente malo escondiendo cosas, pero Harry confiaba en él demasiado para estar completamente seguro que no estaba haciendo nada malo.
El día de la boda el clima era agradable, estaba bastante soleado pero el viento que soplaba no era cálido, simplemente tibio y refrescante, Harry considero seriamente el aflojar el nudo de su corbata, pero Draco lo había amenazado diciéndole que si ese nudo se deshacía Harry tendría que hacerlo de nuevo y dado que las habilidades manuales del pelinegro en ese aspecto eran casi nulas no estaba dispuesto a correr ese riesgo.
—¿Que tal me veo? —pregunto Ron con una sonrisa nerviosa y la corbata mal hecha, Harry suspiro con pesar.
—Horrendo Weasley —soltó Draco, Ron frunció el ceño y volvió a verse en el espejo.
—No usaré corbata —gruño tomando los bordes de la corbata.
—Ah ya date la vuelta llorón —ordenó Draco tomándolo de los hombros y obligándolo a girar, Harry pensó que meses atrás eso no hubiese sido posible, ahora el rubio había recuperado su viejo físico atlético —debes aprender a hacer corbatas Ronald, Hermione no es tu madre —le recordó Draco mientras rehacía el nudo de la corbata —pásame la cera —pidió mientras extendía una mano hacia Harry, el pelinegro obedeció de inmediato pasándole un bote pequeño, Draco lo tomo y comenzó a peinar el cabello del pelirrojo con una fragancia de menta en las manos —en serio Ronald no sé cómo puedes atarte las agujetas siquiera.
—Cariño cualquiera diría que ustedes dos se van a casar —soltó Harry divertido, ambos lo miraron y luego se miraron para comenzar a hacer muecas de náuseas, no ayudaba en nada que la túnica blanca de Ron parecía ir a juego con la túnica gris con detalles dorados de Draco.
—Ugh magnifico Potter me arruinaste el banquete —exclamó Draco mientras limpiaba el resto de la cera de sus dedos con el pañuelo que Harry le había extendido.
—Creo que hasta los nervios se me fueron por tu chistesito —soltó Ron con un escalofrío, alguien tocó la puerta y el pelirrojo palideció de inmediato como si su alma hubiese abandonado su cuerpo.
—¿Listos? —pregunto la voz de Bill al otro lado.
—Todo listo —respondió Harry con una sonrisa, Ron negó con la cabeza sin hablar.
—Bien Weasley no olvides tus votos —ordenó Draco —si lo haces me asegurare de hacer tu primer año de casado un infierno y luego cuando Rose nazca le enseñaré a llamarte tonto en vez de papi.
—¿Está bromeando cierto? —pregunto Ron dudoso mientras Harry lo empujaba por los hombros.
—Si, claro, claro —mintió fingiendo seriedad, pero sin poder borrar su sonrisa.
—¿Estás bromeando cierto? —pregunto Ron girando su cuello mientras era empujado intentando ver a Draco por encima de su hombro.
La recepción era sencilla pero acogedora, había varios magos y brujas a ambos lados del pasillo, al inicio de las dos filas Molly charlaba animadamente con la madre de Hermione que se limpiaba las lagrimillas que brotaban de sus ojos ocasionalmente, Harry se sintió incómodo cuando vio a Ginny hablando con Luna, pero se recordó mentalmente que era la boda de sus mejores amigos, nada de momentos agridulces ni amargos. Después de dejar a Ron en el altar fue a tomar asiento a lado de Draco también en la primera fila.
—Espero que no estés así de nervioso en la nuestra —murmuró Draco cerca de su oído viendo cómo Ron movía sus manos desesperado.
—Oh no amor —aseguro Harry mientras tomaba la mano de Draco entrelazando sus dedos —estaré peor —agrego con una sonrisa ganándose un golpe en el brazo, a punto de reclamar la música nupcial lleno el lugar y ambos guardaron silencio, todos se incorporaron y giraron para ver a Hermione entrar del brazo de su padre.
Ron no olvidó sus votos y Hermione no lloro hasta que el enlace mágico estuvo hecho, Harry no pudo evitar gritar "Que vivan los novios" y Draco contuvo la risa al escucharlo.
Durante el banquete, mientras todos disfrutaban de la deliciosa comida que había preparado Molly y la música sonaba de fondo, con algunas parejas bailando en la zona que se designó como pista de baile Draco logro convencer al pelinegro de bailar una sola vez con él.
—Demonios Potter no podrás bailar así en la nuestra, no te lo permitiré, te meteré a clases —amenazó Draco al sentir el quinto pisotón en menos de 3 minutos.
—Es que no tengo coordinación —respondió Harry entre nervioso y divertido.
—Eso debí notarlo cuando tuve que enseñarte a mover las caderas —Harry enrojeció viéndolo asustado mientras revisaba rápidamente su alrededor verificando si alguien más los había escuchado —¿Que pensaste Potter? Me refería al baile —los ojos de Draco brillaron con malicia y Harry soltó una corta risa entre dientes.
—Pequeño tramposo —murmuró antes de robarle un beso, Draco sonrió satisfecho y continuaron meciéndose al son de un vals suave, cuando Draco considero que fueron suficientes pistones por el día regresaron a la mesa que tenían apartada con sus amigos.
—Fue suficiente para ti —decía Blaise mientras le quitaba la copa de hidromiel a Luna bebiéndolo de inmediato sin siquiera pestañear.
—Madre mía Zabini ¿De que tienes el hígado? ¿Piedra? —soltó Seamus sorprendido por qué no era el primer vaso que lo veía beber de ese modo.
—Potter que mal bailas —soltó Pansy mientras tomaba su copa de vino al verlos tomar asiento —Draco tiene mucho trabajo por delante si quiere conservarte —le lanzó una sonrisa maliciosa y a su lado Krumm rio con la garganta, él había sido invitado por Hermione y Pansy había asistido como su novia.
—Oh créeme que si —Draco opto por seguirle el juego —lo ves todo imponente, salvador del mundo y mago magnífico pero sus pies no diferencian derecha de izquierda.
—Al menos mis manos si —soltó Harry algo harto de las burlas, Dean se atoro con su bebida y Pansy pestañeo rápidamente mientras Seamus y Neville estallaban en risas al notar el sonrojo que cubrió las mejillas de Draco.
—Ay por fin alguien le ganó —exclamó Seamus divertido dando palmadas como niño pequeño.
—Cállate Finnegan —respondió Draco sujetando su copa de whisky —me las pagarás luego Potter —siseo viendo de reojo al pelinegro, su respuesta fue un suave pellizco en su muslo cerca de su entrepierna, evito dar un brinco y le lanzo una mirada de advertencia.
—Aprendí del mejor —respondió Harry con su mejor sonrisa inocente antes de darle un sorbo a su copa de hidromiel.
La semana siguiente Harry veía el atuendo que Draco había elegido para él, nada complicado, una camisa blanca junto con un chaleco que la Señora Weasley le había tejido en una navidad y unos pantalones jean rasgados de los muslos.
—¿Debo llevar corbata? —pregunto Harry mientras abotonaba su camisa.
—No, no está pensado para la corbata —respondió Draco mientras el ajustaba su saco color beige, Harry se sintió tan increíblemente tentado a tocarlo que tuvo que repetirse mentalmente muchísimas veces que no contaban con suficiente tiempo y se juró que cuando regresaran ese saco seria lo primero que quitaría salvajemente.
Una vez ambos estuvieron listos Draco se encargó de realizar el hechizo de desaparición, apareciendo segundos después en una cabaña acogedora, no era la casa de Luna, pero era parecida.
—Chicos —saludo Luna sonriente al verlos —¿Quieren algo de beber? Tengo limonada.
—Limonada estará bien —se apresuró a decir Draco, la rubia asintió y fue a la cocina —Potter dame tu mano —ordenó y Harry alzo su mano obediente, cuando los dedos del rubio tocaron los suyos pudo sentir el suave temblor que tenían los dedos de Draco.
—¿Estás bien? — murmuró preocupado buscando su mirada, Draco asintió sin verlo, Harry sintió como algo frío se deslizaba por su dedo anular rodeándolo, bajo la mirada de inmediato notando en su dedo anular un anillo delgado de plata.
—Eran de mis padres —aviso Draco con un tono bajo —las reliquias familiares —Harry comprendió entonces por qué Draco volvía esos días agotado, lo más seguro es que haya estado buscando los anillos.
—¿El tuyo? —pregunto sintiéndose ligeramente ansioso, Draco abrió una mano mostrándole en su palma otro anillo similar un poco más grueso —¿Puedo? —Draco asintió con la cabeza aún sin verlo, Harry tomo el anillo entre sus dedos sintiendo la frialdad del metal, de repente comprendido el temblor en las manos de Draco, aquel gesto era tan simbólico que sus propios dedos comenzaron a temblar, tomo la mano derecha de Draco y lo fue deslizando por su dedo sintiendo como el metal cambiaba para acomodarse a su perfecta y delgada mano, una vez vio el anillo en su lugar la plata contrastando con la pálida piel sujeto su mano y beso su dorso.
De repente un flash llamo su atención obligándolos a separarse.
—Perdonen —soltó Luna que tenía una cámara en las manos y una enorme sonrisa en el rostro —es que... No pude evitarlo.
—Servirá como la portada —ordenó Draco, Luna le dio a cada uno su limonada y señaló unos sofás con una mano.
—Tomen asiento —pidió cortésmente y ambos obedecieron —bien, si no les molesta grabaré toda la entrevista, la vuela pluma no es lo mío —aviso con una sonrisa y Harry suspiro aliviado de no tener que ver a una vuela pluma que le recuerde a Rita.
—No hay problema —respondió Draco deslizando su mano por la rodilla de Harry en un contacto cariñoso y algo posesivo.
—Draco acaso eso es... —comenzó Luna viendo el reflejo de la plata, Draco sonrió y asintió con la cabeza.
—Si, vamos a casarnos —Harry comprendió entonces el porqué de los anillos, más allá de ser muy íntimo para ellos, Draco quería demostrar con algo material lo enamorados que estaban, Harry más allá de estar molesto decidió cooperar y paso su brazo por encima de los hombros del rubio mientras su otra mano acariciaba la de Draco mostrando así también su anillo.
La entrevista transcurrió con calma, tocaron varios temas y rieron varias veces, al finalizar Luna los abrazo, dio las gracias y aseguro que les enviaría una de las primeras copias, sería la primera noticia del domingo.
El día domingo mientras Harry recogía la ropa que dejaron tirada por la sala, habían salido noche anterior con Pansy y Krumm y al regresar simplemente no pudieron quitarse las manos de encima, pudo ver cómo un diario aparecía en la mesita central.
—Draco —llamo algo nervioso.
—Dime —respondió el rubio desde la cocina mientras se preparaba su té.
—Llegó el profeta —ninguno pensó que volverían a anunciar la llegada de ese diario que se había encargado de hacerles la vida imposible en tiempos distintos.
Harry escucho como Draco dejaba su taza con prisa en el lavaplatos y salía apresurado hacia la sala, Harry quiso tocar el diario, pero Draco lo tomo primero, el moreno solo alcanzó a ver la foto de la portada era la primera foto que Luna les había tomado dónde Harry besaba la mano del rubio. Draco comenzó a hojear de inmediato el periódico hasta que encontró la entrevista
—¿Amor? ¿Qué dice? —pregunto Harry curioso, Draco lo vio unos segundos.
—Sentado —ordenó señalando el sofá, Harry obedeció sin protestar y sintió como Draco lo acomodaba para sentarse en medio de sus muslos pegando su espalda a su pecho, Harry no espero más órdenes y lo rodeo con sus brazos aspirando suavemente el aroma de su champú —lo leeré para ambos ¿Está bien? —pregunto Draco, Harry asintió con la cabeza y beso suavemente su cabello, el rubio estaba nervioso y esa era su manera de sentirse más seguro.
—Estoy aquí, respira —murmuro Harry contra su oído en un intento de relajarlo, Draco asintió con la cabeza antes de tomar aire para comenzar a hablar.
—Tras bastante insistencia de su servidora Luna Lovegood la pareja que no ha parado de darnos sorpresas ha decidido dar una entrevista exclusiva al periódico El Profeta —Harry ajusto su agarre cuando sintió que la voz de Draco dudaba —el fin de semana pudimos verlos acompañados de sus ex compañeros de colegio durante la boda de los mejores amigos de Harry Potter, por supuesto hablamos de Hermione Granger y Ron Weasley a los que aprovechamos en mandarles nuestros más sinceros buenos deseos. Cómo podremos recordar el Señor Potter y el Señor Malfoy fueron bastante conocidos por ser enemigos durante el colegio y en esta entrevista hablaremos acerca de ello —Harry pudo ver por encima del hombro de Draco la transcripción de su entrevista, recordando de inmediato ese día.
—Entonces díganme chicos, ¿Qué los llevo a arreglar sus diferencias del pasado y lucir siempre tan cariñosos? —pregunto Luna observándolos a ambos con una sonrisa.
—Bueno —comenzó Harry —la realidad es que simplemente paso, me refiero a que yo regrese de un viaje al extranjero y nos encontramos por casualidad en un lugar muggle.
—Yo viví en el Londres muggle después de todo lo sucedido —corroboro Draco.
—Me imagino que volvieron a discutir apenas se vieron, ¿O fue realmente un cuento de hadas donde se enamoran con solo verse? —al escucharla ambos intercambiaron miradas y rieron.
—Oh no, tampoco discutimos —aseguro Harry —solo... Draco fue indiferente, supongo que no quería meterse en problemas.
—¿Por qué crees que se metería en problemas? —pregunto Luna, Harry carraspeó y enderezo la espalda.
—Por qué estoy consciente de que hay mucha gente ahí afuera que piensa que debe protegerme y ve a cualquiera que haya tenido un roce conmigo como una amenaza, lo agradezco, pero la realidad es que soy un adulto ahora y soy completamente capaz de hacerlo por mí mismo.
—¿Algo que añadir Draco? —pregunto Luna viendo al rubio.
—Creo que Harry fue lo suficientemente claro —respondió mientras se acomodaba mejor en el brazo de su novio.
—Bien, mi siguiente pregunta es, ¿Cuántas citas les tomo darse cuenta que realmente querían estar juntos?
—Oh ¿Creo que fueron dos? —pregunto Draco girando el cuello para ver a Harry, el pelinegro no sabía si alguna vez habían tenido una cita como tal por lo que no sabía cómo responder —bueno, en realidad las cosas fueron algo distintas así que mejor digamos que no hubo citas sino encuentros dónde ambos expresábamos todo lo que habíamos sentido esos años —añadió Draco girando para ver a Luna.
—Y así terminaron juntos —razonó Luna —y bien chicos ¿Quién lo dijo primero? Ya saben, quien confesó su amor primero, por qué es bastante evidente lo locos que están por el otro —ambos se vieron.
—Harry, sin duda fue Harry —anuncio Draco volviendo a ver a la rubia.
—No, fuiste tú —corrigió el pelinegro —tú lo dijiste primero.
—Y tú llevabas diciéndomelo con la mirada por muchísimo tiempo —soltó Draco divertido rodando los ojos.
—¿Cómo fue eso Harry? —pregunto Luna mirándolo con un brillo curioso en sus ojos azules —¿Se lo dijiste o no?
—En realidad no se lo dije verbalmente, sí, yo ya sabía mis sentimientos por Draco, pero no lo decía verbalmente.
—Solo me lo decía con la mirada y con cada pequeña cosa que hace —aseguro Draco
—¿Por qué no se lo decías Harry? —pregunto Luna y rápidamente Draco entrelazó sus dedos con los que colgaban en su hombro.
—Porque sabía que Draco estaba pasando momentos difíciles, su madre, el aceptar que salíamos, simplemente no quería presionarlo.
—Fuiste bastante comprensivo con él ¿Verdad?
—Claro —respondió Harry de inmediato, aclaro su voz y añadio —Digo si, claro, lo amo, si no quiero que nadie le haga daño no seré el primero en hacerle daño.
—¿Cómo te hizo sentir eso Draco? —pregunto Luna enfocando su atención en el rubio.
—Seguro —respondió de inmediato —me refiero a que estuve pasando por momentos horribles y si Harry me hubiese presionado, no sé, quizá hubiese sentido que solo me usaba para sentirse mejor consigo mismo, pero no lo hizo —frotó su cabeza contra el hombro del pelinegro cómo un gato mimoso y Harry acaricio sus manos —fue increíblemente paciente hasta que yo se lo dije —una sonrisa ilumino su rostro y Harry se contuvo para no besarlo.
—Draco, continuabas mencionando que no tenías buenos momentos, ¿Quieres contarnos acerca de eso? Si te sientes incómodo podemos saltar la pregunta —aseguro Luna con voz calmada.
—No, está bien —respondió el rubio y tomo aire para darse ánimos de hablar —después de... Mi juicio y del de mi madre, cuando terminaron nuestras condenas en Azkaban, ambos nos recluimos en la Mansión, intentamos no tener contacto con nadie debido a nuestro... Estatus de ex mortífagos —Harry continuo acariciando sus manos —no sabíamos de los ataques cuando nos secuestraron —la voz comenzó a romperse y Luna hizo aparecer una caja de pañuelos —no recuerdo mucho de esa época —murmuró y Harry sabía que eso era mentira, ¿Cómo olvidar las noches consolándolo por las pesadillas? —supongo que mis memorias se sellaron por el trauma, solo recuerdo a mi madre ayudándome a escapar —soltó la mano de Harry para limpiarse la nariz y las lágrimas con los pañuelos —después de eso decidí abandonar el mundo mágico y comencé a vagar por el Londres muggle —esbozo una sonrisa dolorosa —pensé que... El alcohol y las drogas me ayudarían a olvidarlo todo y así fue, pero solo era momentáneo.
—Lamento oír eso Draco —murmuró Luna apenada, recordando también por lo que Blaise había pasado.
—Si, bueno —Draco alzó la cabeza orgulloso —de ese modo volví a encontrarme con Harry y aquí estoy, supongo que tuve suerte —esbozo una sonrisa y Harry beso su frente con cariño.
—Disculpa por la pregunta Draco, pero ¿Tienes idea de que le pasó a tus agresores? —la mandíbula de Harry se tensó de inmediato tan solo escucho la pregunta.
—No lo sé —Draco negó con la cabeza —sé que uno de ellos está en Azkaban por lo de la anterior vez pero... —encogió sus hombros con desinterés —no se realmente que les sucedió.ç
—Harry, ¿Tienes algo que decir? Sabemos que dejaste todo en claro cuando diste la conferencia de prensa, pero ahora que todos sabrán lo que pasó Draco, ¿Quieres añadir algo? —Harry aclaro su garganta.
—Ya lo escucharon, Draco fue bastante valiente al afrontar todo eso, yo me encargue del agresor de Draco esa vez pero el resto —encogió sus hombros y soltó un suspiro abatido —no puedo ponerme a cazar a todos ellos, o bueno, si puedo en realidad, podría buscarlos a todos y cada uno de ellos, pero al final del día no soy un auror y no está bien que yo tome justicia por mano propia aun cuando lo desee —Draco beso su mejilla y Harry sonrió por su caricia —eso solo me desgastaría y también a Draco, ninguno de ellos lo vale —con su mano libre acaricio el hombro del rubio —sé que como Draco hubo más personas acosadas por estos grupos que creen tener el derecho y la libertad de perseguirlos, también he escuchado sus historias y sé que no hubo justicia por lo que sufrieron —Luna asintió con la cabeza mientras contenía sus lágrimas —yo no estoy apoyando a esos grupos extremistas, me parecen tan o más bajos que Voldemort y haré todo lo posible para ayudar a detenerlos.
—A este punto Harry, me preguntó ¿Cómo lo harías? Hace tiempo que esos grupos fueron atrapados, pero aparentemente algunos continúan fugitivos.
—Fue igual con los seguidores más ciegos de Voldemort —agrego Harry —pero me daré modos, no estoy solo como puedes ver y nadie debería de estarlo, todos deberían saber que no deben luchar contra eso solos, cuando necesiten mi ayuda ahí estaré.
—Harry hablando hipotéticamente, ¿Qué harías si los encuentras?, los llevas al Ministerio y descubres que no pueden procesarlos por diferentes creencias o situaciones que se lo impidan —pregunto Luna, media sonrisa se formo en el rostro de Harry.
—Supongo que tendré que convertirme en ministro entonces —respondió con un tono calmado y su sonrisa ampliándose lentamente, Draco giro a verlo sonriente —durante mi viaje al exterior note ciertas diferencias, por ejemplo, en Estados Unidos tienen un sistema de orfanatos exclusivo para magos, evitando así que los niños se vuelvan obscurus o una situación similar como la de Voldemort.
—Cuéntanos más sobre eso —pidió Luna inclinando su cuerpo hacia él, notablemente interesada por sus palabras.
—Como todos lo saben yo fui un huérfano criado por mis tíos, lo que pocos saben es que en realidad no tuve una buena vida, lo que casi nadie sabe es que al igual que yo Tom Riddle fue un niño huérfano, criado en un orfanato muggle, siendo llamado raro por poseer magia, ¿Qué tal si ahora tenemos otro Lord Voldemort en algún orfanato por qué no podemos enseñarle que su magia es buena y puede ayudar al resto? —explico con calma —también durante mi viaje pude notar la importancia de la salud mental, la atención mental era gratuita debido a que un mago inestable mentalmente es muchísimo más peligroso para el estatuto mágico que uno estable —mordió sus labios para evitar mencionar a Jay —son pequeñas cosas que podrían desencadenar en algo realmente grande.
—Ya veo Harry —soltó Luna impresionada —por lo que veo tienes bastantes ideas para convertirte en el siguiente Primer Ministro —bromeó y los tres rieron.
—Nunca me gustó llamar la atención, ni siquiera la fama, pero si debo ser el centro de atención por mi familia y mis amigos podré con ello —admitió orgulloso y Draco sintió unas increíbles ganas de llenarlo con besos.
—Como siempre Harry suenas tan decidido —alago Luna —por cierto, chicos como última pregunta, no he podido evitar notar el brillo plata en sus manos, ¿Algún anuncio?
—Sí, vamos a casarnos —respondió Draco con una sonrisa amplia.
—¡Felicidades chicos!, ¿Alguna fecha probable?
—Ah no en realidad —respondió el rubio —estamos planeando aún las cosas, y tenemos unas cuantas metas personales por cumplir ¿Verdad cariño? —Harry sonrió ante el apodo afectivo.
—Así es, Draco insistió en que terminemos nuestros estudios y así lo haremos, no queremos ser una mala influencia para los niños.
—¿Los suyos o en general? —pregunto Luna ansiosa, ambos rieron en respuesta.
—Supongo que eso te lo diremos en otra entrevista —aseguro Draco guiñando un ojo.
—Bueno chicos estaré esperándola, muchas gracias por la entrevista, Harry gracias por hablar por los afectados de los ataques, Draco gracias por compartir tu situación y felicidades por su boda —dio dos palmadas al aire —solo una cosa más, ¿Podría pedirles una última foto? —pregunto mientras sostenia su cámara con ambas manos.
—Claro —respondió Harry cuando sintió un beso en su mejilla y sonrió dulcemente a la par que un flash lo hizo entrecerrar los ojos.
En la foto final de la entrevista se podía ver a Draco besando la mejilla del pelinegro para luego sonreír y a Harry pasar de la calma a una expresión de absoluta dicha.
—Sales demasiado bien en esta foto —soltó Harry depositando un beso suave en su cuello, Draco rio y empujó su espalda contra el pecho del pelinegro.
—Yo creo que quedó bastante decente, ¿No crees? —pregunto el rubio girando el cuello para sentir los labios del pelinegro en los suyos.
—Quedó magnífico —respondió Harry mientras su mano deslizaba el profeta fuera de los dedos del rubio.
—¿Qué planeas hacer futuro Primer Ministro? —se burló Draco al sentir los dedos del pelinegro colarse por debajo de su camiseta.
—Mmm no sé, mis manos de repente sintieron que debían tocar tu piel —respondió mientras repartía suaves besos por su cuello bajando lentamente hacia su hombro, Draco rio al sentir algo de cosquillas —te amo —murmuró contra su cuello.
—Yo también tonto —respondió Draco mientras llevaba una de sus manos a esa rebelde cabellera oscura.
Gracias por leer y hasta la siguiente^^.
