Hola:

Dejo el capítulo dieciocho, otro universo alternativo con una de mis parejas favoritas de SS TLC, Anna y Minos en un ámbito universitario.


Atención: Todos los personajes de Saint Seiya y Saint Seiya: The Lost Canvas, pertenecen a Masami Kurumada y Shiori Teshirogi respectivamente. La historia es de mi autoría personal, la cual solamente escribí por diversión.


Día 18: Sábado en mi cama

[Minos x Anna]

Universo alternativo, novios, estudiantes, picardía.

Minos y Anna se conocieron al inicio de la carrera profesional, cuando ambos ingresaron a la Universidad. Al principio, ni siquiera se hablaban, pero conforme avanzaron los meses, su trato fue mejorando. En algún momento, fue necesario hacer equipo para elaborar un proyecto y después de eso, comenzaron a frecuentarse como amigos. Pasado un tiempo, su relación evolucionó y se hicieron novios.

Cierto día, el profesor de Informática encargó una tarea individual para obtener puntos extra. Sin embargo, dictaminó que sólo los alumnos con el mejor trabajo se ganarían dicha calificación. Anna y Minos siempre trabajaban en equipo, pues sabían coordinarse muy bien. Pero en esta ocasión, su lado competitivo salió a flote.

—¿Qué piensas hacer para tu tarea? — preguntó ella, mientras ambos caminaban hacia la salida del campus.

—Aún no tengo idea, ¿Y tú? —

—Creo que me enfocaré en un tema de programación, soy muy buena escribiendo algoritmos— declaró Anna.

—Más o menos, aún te confundes con las funciones para los cálculos matemáticos— sonrió burlón Minos.

Ella le enseñó la lengua y contraatacó.

—No te creas tan listo sólo porque escribes directamente los códigos de programación, omitir los diagramas de flujo provoca errores en el compilador. —

Ambos detuvieron sus pasos, mirándose de frente en una silenciosa declaración de rivalidad.

—No me vengas con eso, al menos yo puedo desarrollar más rápido cualquier programa que pida el profesor— Minos se expresó vanidoso. —En cambio tú, eres muy lenta con los algoritmos. —

—Bueno, ya me hiciste enojar, hagamos una apuesta entonces— Anna se cruzó de brazos, mirándolo con seriedad. —Si yo gano la calificación extra, no habrá delicioso para ti por una semana completa. —

Minos se quedó perplejo al escuchar eso. Como sucedía con cualquier hombre, el chantaje con el sexo, siempre conseguía alterarlo de alguna manera. Su mirada violácea se estrechó sobre su novia, aquello no le había gustado para nada.

—Eres una tramposa, el delicioso no debería ser parte de esto— gruñó, cruzándose también de brazos.

—Entonces reconoce que soy mejor programadora que tú y dejamos aquí el asunto— la joven lo miró con burla.

Pero el ego de Minos no quiso ceder.

—No lo haré, en programación, tú no me superas— se dio la media vuelta, dándole una mirada de reojo. —Acepto tu apuesta, y será bajo tu misma condición— hizo una sonrisa ladina. —Si yo gano, te quedarás en mi cama la semana completa. —

Anna alzó una ceja, comprendiendo perfectamente su insinuación.

—Tú sabes que no puedo hacerlo, mis padres notarán mi ausencia de casa. —

—Entonces reconoce que yo soy mejor programador que tú— Minos le regresó sus palabras.

Y ella tampoco quiso ceder.

—Nos vemos en unos días, el profesor decidirá cuál trabajo es el mejor. —

Con esas palabras la apuesta entre ambos quedó confirmada. Cada quien tomó un rumbo diferente, dispuestos a comenzar de inmediato su tarea de programación.

Tiempo después.

El profesor de Informática ya había evaluado todos los trabajos y ahora repartía las calificaciones. Fue entregando a cada alumno una hoja con el resultado. Anna sonrió con satisfacción al ver que su nota decía: 9.4, excelente trabajo.

Quiso voltear para buscar la mirada de su novio y presumirle su triunfo en ese momento. Pero la vibración de su celular en la mochila la distrajo. Cuando lo revisó, había un mensaje nuevo, con una imagen y un texto que la hizo palidecer.

Era una foto de la calificación de Minos: 9.5, excelente trabajo. En cuanto al mensaje, éste decía: Te espero el sábado en mi cama, así que lleva suficiente ropa para toda la semana. Al final, había un emoji de diablito.

Anna soltó un largo y cansado suspiro, ahora tendría que inventarse algo para pasar toda la semana en el departamento de su novio.


Continuará...

Gracias por leer.