Gente, muy buenos días a todos ustedes!

Aquí les traigo una nueva diapositiva por parte de nuestro querido Setanta (el cual poco a poco irá adquiriendo la suerte de su contraparte adulta...cualquiera de ellos)

Cómo están? Qué me cuentan de sus vidas? Les va bien en los estudios/trabajo/planes de dominación regional? (no digo mundial, es mucho trabajo para cualquiera y como sé que la mayoría es latino...no hay dinero para sustentarlo)

Ahora sí, a responder reviews! (aunque sean pocos esta vez...)

Sonic2610: Es bueno ver que te pareció interesante el tema que sugerí en el capítulo previo. No es algo usual, pero como esto es Fate...todo puede pasar...TODO.

Bucio: Eh! Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que platicamos de esta manera. Digamos que el chibi Lancer está defendiendo la tesis de sus versiones adultas (aunque es él mismo al mismo tiempo...cósmico...). Sí, definitivamente Archer tendrá más de una migraña al ver las diferentes acciones que pudo tomar de joven y no lo hizo. La verdad es que es la primera vez que leo sobre esa ley de Murphy (conozco la original, pero no la Phineas and Ferb), y actualmente tengo mis dudas si alguno de los escenarios que tengo hecho se puede asimilar (...acabo de revisar, sí puede asimilarse).

Dasgun: oo!

Sin nada más que aportar, los invito a que lean el siguiente capítulo. Recuerden que ningún personaje me pertenece ya que para eso están sus respectivos creadores!


Capítulo 2: Y si Shirou convocase a EMIYA?

Enceguecido por la brillante luz emanada desde el suelo en la oscura noche, el muchacho pelirrojo atinó a erguirse meticulosamente mientras en su interior rogaba por una ayuda contra el ente de cabello azulado que aguardaba estupefacto a unos metros de distancia con una peculiar lanza carmesí.

-Te pregunto, eres tú mi Mast…- una grave voz varonil hizo eco en el reducido habitáculo, dejando entrever a una figura de vestimenta rojiza que al cabo de unos segundos dejó de hablar.

Y vio con ojos grandes al adolescente frente a él.

-Quién eres t…? – confundido por la nueva presencia, Shirou Emiya trató de interpelar mas fue interrumpido.

-No! Dios, no! – exclamó el Servant convocado, incapaz de creer lo que había ocurrido.

Furia en sus acerados ojos se proyectó mientras al suelo arrojaba un par de espadas gemelas.

-Dios! No, por favor no! – continuó defenestrando el ente de tez oscura y cabello cano, apretando los dientes al punto en que podía oírse el rechinido.

Estupefacto, tanto Lancer como su Master, más allá de la conexión compartida, atestiguaron cómo iba perdiendo poco a poco la paciencia el convocado héroe para la Guerra del Santo Grial.

-No! – una vez más gritó el hombre de uniforme bermellón, girando sobre su eje mientras se llevaba las manos a la cabeza.

Por instinto, el pelirrojo y su atacante previo retrocedieron al notar cómo las venas en el cuello y rostro del canoso se habían más notorias debido a la furia que le consumía, listo para masacrar a alguien con sus propias manos de ser necesario.

-No! No! NOOOOOO! – enfocando toda su atención exclusivamente en quien era su actual Master, el ente heroico clamó iracundo en simultáneo que atentaba con ahorcarlo para salir de dicha miseria.

-Qué culpa tengo yo? Fueron tus propias decisiones las que te llevaron a ser quién eres- masculló Shirou entretanto cortaba algunos vegetales para la cena.

-Somos la misma persona, genio- espetó estoico el Servant de rojo, moviendo un wok con el fin de distribuir el calor en toda la comida.

Lo que hizo detener el cuchillo del pelirrojo mientras dedicaba un semblante impasible a su acompañante.

-Mides una cabeza más que yo, tienes la piel morena y el pelo blanco…- en un tono muerto, puesto que su vida se había alocado lo suficiente como para hacerle pasar por loco, el adoptivo hijo de Kiritsugu alegó.

-Estás en vías de crecimiento, aún no fuerzas demasiado tus circuitos mágicos, y el estrés todavía tiene que consumirte día tras día- sin mostrar señal de hastío por la respuesta brindada con anterioridad, Archer se hizo saber.

-…- nada pudo contestar el adolescente, descreyendo cada detalle dado ya que no se imaginaba una serie de consecuencias físicas ante sus intentos de hechicería.

-Es tu culpa- tomando el mutismo previo como una sucinta victoria, el moreno varón retiró del fuego la comida.

Dándole la espalda a su Master, el adulto caminó tranquilo hasta la mesa para comenzar a dejar los platillos. Si bien tuvieron una larga plática luego de espantar a cierto Lancer, el dúo Emiya estableció un mutuo acuerdo de no pelear con el estómago vacío.

Al menos uno de ellos le permitiría al otro tener una última cena.

-Entonces tu solución es matarme? – reanudando el corte de las verduras con mayor velocidad, Shirou cuestionó incrédulo.

-No es una solución en sí…pero me causa cierta satisfacción- exponiendo una faceta levemente cínica, EMIYA se encogió de hombros primero para luego esbozar una mueca de gozo.

-Has pensado en ir a un psicólogo? – deteniendo de nuevo su tarea, primordialmente para evitar cortarse la mano, el pelirrojo interpeló a su Servant con genuina preocupación.

-Alaya me hace trabajar a tiempo completo. Aunque siempre tengo mi plan de contingencia- desestimó, como si ya hubiese sido objetivo de tales preguntas antes, Archer.

-El cual sería…? – en una amalgama de curiosidad y pesar, el joven muchacho quiso averiguar.

-Un viaje a América del Sur para visitar a determinada Araña- vocalizó el adulto de pelo ceniciento en sincronía que sus labios se alzaban milimétricamente para demostrar confianza plena.

Un sentimiento de terror absoluto nació en el pecho del adolescente, como si algo primigenio y superlativo trepara centímetro a centímetro para devorarlo sin poder presentar algún método de defensa.

-Algo me dice que seguir preguntando sobre eso me dará migraña- tras sufrir un fugaz escalofrío, el vecino de Taiga Fujimaru monologó en un susurro.

Sin más verduras por las cuales cortar, hizo a un lado los elementos filosos Shirou y encaminó hasta la mesa con las diversas ensaladas que acompañarían a la cena, totalmente ignorante de que su propia versión futura no requería tales alimentos debido a la naturaleza que le componía.

-Qué hacemos ahora? – una vez sentado y encendiendo el televisor para que hiciese ruido de fondo, Shirou interrogó a su contraparte alternativa.

-Quieres mi opinión sincera? – saboreando un trozo de carne, lo que le hizo asentir inconscientemente en señal de aprobación, EMIYA replicó con una pregunta propia.

-…Tienes un plan que no incluya mi suicidio? – sosteniendo en el aire un poco de comida con los palillos, el pelirrojo dudó por un segundo antes de volver a hablar.

-Hmm…podemos ganar esta guerra- Archer meditó, para luego dar una posible aseveración.

-En serio? Cómo? – el hijo del deceso Kiritsugu parló con esperanzas renovadas.

-Matamos a los Masters, sin ellos los Servants convocados no tienen sustento suficiente para permanecer en este plano- explicó el adulto de pelo cano, usando sus palillos en un ademán de apuñalamiento y cortes veloces.

Petrificado quedó el joven varón presente en la sala, esforzándose por razonar de la misma manera que su versión adulta mas fallando estrepitosamente. Difícil le resultaba el realizar una comparación con él, pues no solo existían diferencias físicas sino que también psicológicas al punto en pensar que golpearse la cabezas sería lo más sano.

-…Qué tan mal fue tu labor como Master para que quieras matar a todos? – optando por depositar su plato sobre la mesa, el Magus se llevó ambas manos a la cabeza antes de inquirir.

-Convoqué al Rey Arturo- sin dejar de comer, aunque con los ojos cerrados debido a las viejas memorias que intentaba reproducir internamente, EMIYA replicó.

-Oh! – tomado por sorpresa con tal respuesta, los ánimos del pelirrojo se alzaron en simultáneo que vocalizaba una onomatopeya.

Sin embargo aquello no duraría demasiado.

-El Rey Arturo es mujer- prosiguió el Servant de clase Archer, ungiendo un trozo de carne en salsa de soja antes de llevárselo a la boca.

-Espera, qué? – frunciendo el entrecejo y tratando de razonar la lógica tras esa inesperada revelación, el dueño de casa farfulló.

Solo para no recibir una respuesta clara.

-Tenemos una hermana, nos quiere matar porque Kiritsugu traicionó a los Einzbern en la guerra previa- el adulto de tez oscura continuó, ignorando los manierismos que su contraparte adolescente ejecutaba.

-Hermana?! – exclamó Shirou, pues nunca se imaginó una noticia como esa.

-Misma guerra donde sobrevivió un idiota rubio y que tiene trato con el sacerdote de la ciudad- decidiendo saborear un poco del arroz, el canoso se sirvió un pequeño plato antes de ver lo que daban en la televisión.

-Aguarda, la iglesia también está involucrada? – con las dos manos en la cabeza para masajeare las sienes, el adolescente empezó a arrepentirse por dentro.

-Sin contar que Sakura, Shinji y Rin son Magus que tratarán de ganar como puedan. Por cierto, Sakura y Rin son hermanas biológicas- dándole un sorbo al té verde que aún seguía tibio, el espíritu heroico parló.

-Esto es demasiado…- dejando caer su cabeza contra la mesa, lo que hizo sobresaltar a los platos circundantes, el Master murmuró.

-Te falta saber que Shinji abusó de Sakura, en todas las formas posibles- terminando su porción de comida, EMIYA dijo en sincronía que colocaba los palillos sobre un tazón vacío.

Shirou, por su lado, guardó silencio luego de la última interacción. Ni siquiera su cabeza se movió del lugar donde estaba, demostrando que de alguna manera se sentía afectado y una rabia nacía en lo más profundo de su ser.

-Así de mal fue mi experiencia como Master- espetó el Servant de rojo, asentando ambos codos sobre la mesa y cruzando las manos frente a su cara mientras adoptaba un semblante serio.

-Tal vez podamos disponer de Shinji- alzando repentinamente la cabeza, y emulando sin darse cuenta la postura de su contraparte adulta, el pelirrojo con determinación habló.

-Sabía que cooperarías- una maliciosa mueca esbozó el canoso mientras finalizaba el diálogo de la cena.

-…- en un mutismo se hallaba el dueño de unas orbes áureas, apreciando desde una colina cómo parte de Fuyuki ardía en medio de la noche.

-…- sosteniendo un arco azabache con la mano izquierda, un adulto de ojos acerados veía satisfecho su obra destructiva.

-…Oye- rompió el silencio Shirou, volteando hacia donde su Servant estaba.

-Qué? – replicó este último sin dejar de apreciar su tarea.

-Cómo fue que acepté deshacernos de Shinji pero ahora estamos explotando esta mansión? – quiso comprender, el adolescente, el desarrollo de los sucesos que se llevaron a cabo en altas horas de la madrugada.

-El abuelo de Sakura está hecho de gusanos…literalmente- soltando un suspiro cansino ya que no estaba acostumbrado a lidiar con una versión suya que viviese por tanto tiempo, EMIYA explicó sus razones.

-Y eso nos afecta porque…? – realizando un ademán con la extremidad superior diestra para que prosiguiese, el estudiante alentó.

-Él es la principal causa del sufrimiento de Sakura- aclaró el mercenario de Alaya, indicando con la mano izquierda la zona destruida como si fuese algo obvio.

-Pensé que el padre de Tohsaka lo era- rascándose la parte posterior de la cabeza, un confundido Shirou habló.

-Ambos lo son- girando los ojos, ya que para él era innecesaria aquella explicación, Archer se llevó la mano hasta el rostro para deslizarla lentamente hacia abajo al punto de estirarse la piel un poco de forma dramática.

-…- regresando la mirada al foco de fuego que atraía lentamente a numerosas unidades de bomberos si las sirenas indicaban algo, el pelirrojo guardó silencio.

-Ahora en qué estás pensando? – percibiendo algo extraño en el comportamiento de su versión joven, el Servant inquirió.

-Mmh…nada. Olvídalo- con duda se mostró el hijo de Kiritsugu primero, para luego mecer negativamente la cabeza.

Lo que le hizo soltar un gemido de frustración al espíritu heroico, quien se maldecía ante el hecho de no haberlo asesinado cuando tuvo la oportunidad en lugar de dejarse llevar por la situación en la que se hallaban. Cambiar la vida de una de sus tantas versiones pasadas nunca estuvo en los planes, mas debería de saberlo ya pues nunca era buena idea tentar a su suerte.

-…- de nuevo, sumido en un mutismo ensordecedor que era acompañado por el sonido ambiental nocturno de Fuyuki, el muchacho de ojos áureos siguió apreciando con morbo culposo el incendio provocado.

-Habla de una vez- imperativamente parló el ente corpóreo a un lado.

-No hay una manera de ganarles a los demás sin lastimar a los Masters? – presentando remordimiento por el daño generado, aún si cierta muchacha adoptaba había sido extraída horas previas de la mansión, averiguó Shirou.

-Es una guerra. Alguien saldrá lastimado- sin poder contenerse más, Archer hizo desaparecer su arma para posteriormente sollozar al llevar sus manos al rostro.

-Pero con lo que me enseñaste, no existe algo que los haga cambiar de opinión? Algo como…no lo sé…que los demás Servants sean nuestros aliados? – renegando a la idea de tener más sangre en sus manos pues iba en contra de su sueño, el estudiante de Homurahara buscó entre sus balbuceos una idea fiable.

-Esa es la idea más estúpida que he esc…! – procedió a exclamar en protesta el Servant.

Solo para dejar morir las palabras a la mitad de la sentencia, dándose cuenta de algo que no había pensado antes y se maldecía por ello en la actualidad.

-Existe algo así, no? – el joven Emiya replicó burlón, esbozando una mueca soberbia que no se adecuaba demasiado a su rostro despistado.

-Cierra la boca y sígueme. Haremos algo que nunca se intentó antes- hizo su declaración el Servant, tomándolo por el cuello de la camisa y arrastrándolo cuesta abajo por una colina.

Ignorando por completo la repentina llegada de una mole gris con ojos rojos que iba acompañado por una niña albina que estaba sentada en el hombro izquierdo de este mismo.

La apatía se plasmaba indiscriminadamente en cada rostro presente a las orillas de un efluente bajo el cielo estrellado que brillaba de dorado por culpa de un sujeto en armadura dorada, el cual lucía hastiado por alguna razón en especial.

Una que hizo pública ante los culpables, como si de un niño pequeño realizando una perorata se tratase.

-Cómo se atreven a pisar mi jardín!? Ustedes, mestizos, serán castigados! – exclamó furibundo la figura envuelta en ropajes áureos, generando con cada segundo más ondulaciones en el espacio a sus espaldas y dejando entrever numerosas armas.

-Dios…llevamos cinco minutos escuchando su monólogo- afirmado en su lanza para no caerse, un cansino Cu Chulainn sollozó.

-Ahora entienden mi miseria en la guerra anterior? – habiendo bajado la guardia, una blonda Saber farfulló, detestando las memorias pasadas.

-Qué estamos esperando? Por qué no atacamos? – trató de averiguar un hombre con vestimenta japonesa tradicional y una espada en la espalda.

-Porque la última vez que alguien lo hizo, terminó casi al borde de la muerte- espetó una estoica fémina de ojos vendados y elegante figura, quien señalaba sin tapujos a un enorme ente de pie a su izquierda.

-...- nada dijo la mole gris, mostrando un raro semblante de vergüenza al no querer siquiera hacer un sonido para defenderse.

Ignorando el creciente peligro que representaba la imponente arrogancia del Rey de los Héroes, un tranquilo Archer continuaba preguntándose cómo es que nunca antes había intentado el alocado plan de su contraparte adolescente para aliarse con los demás Servants de la guerra.

Aunque claro, no todos eran buenas opciones, como el caso de una bruja traicionera que apenas le dieron la espalda quiso matarlos.

Lamentablemente, para ella, eso no funcionó demasiado bien.

Una flecha y una explosión se encargaron de que nunca más volviese a intentar algo estúpido en contra de ellos dos.

-Oigan, dónde está el niño pelirrojo? – notando la ausencia de cierto adolescente que previamente estuvo con ellos, pues fue la razón principal de la alianza inesperada, Assassin inquirió.

-Está peleando contra Kotom…- Lancer quiso responder, mas quedó sin palabras luego de voltear y notar una escena inesperada.

-No quiero girarme. Solo dime, está allí o no? – como si fuese algo habitual ya, EMIYA cerró los ojos e hizo hacia atrás la cabeza.

-No- Arturia Pendragon explayó directa.

-Maldición- la angustia de Archer se potenció, volviendo a cubrirse el rostro con ambas manos mientras de fondo se escuchaba el interminable monólogo de Gilgamesh.

-Pero el sacerdote está muerto- las palabras de Medusa intentaron brindar un poco de calma al canoso ente heroico, pese que ella mismo no las creía.

Y el sirviente de Alaya tampoco las creyó, pues una mirada de reproche le fue dedicada al instante al virar milimétricamente la cabeza y abrir los dedos un poco con el fin de enseñar las aceradas pupilas.

Para beneficio de la Servant con orígenes griegos, su compatriota gigante adoptó un semblante pensativo que acaparó su atención.

-Qué sucede, Berserker? – formuló una interrogante la hermana de Stheno y Euryale.

Sutilmente, desde su punto de vista, Heracles alzó la mano diestra y apuntó a un suceso que ocurría en simultáneo con el soliloquio del Archer perteneciente a la Cuarta Guerra del Santo Grial, generando un sentimiento de asombro y pavor en todos los presentes.

-Sean testigos por única y última vez de mi venerable tesor…AGH! – como si por fin estuviese por terminar su discurso, Gilgamesh estiró ambos brazos en paralelo al suelo mientras las armas que se asomaban por las áureas ondulaciones se preparaban para ser eyectadas a grandes velocidades.

Algo que nunca ocurrió. Interrumpido, el Rey de los Héroes clamó de dolor cuando un certero ataque sorpresa provino desde su espalda, volteando para avistar cómo un muchacho pelirrojo estaba sosteniendo una peculiar daga entre sus omóplatos.

-Rule Breaker! – con claridad, bajo la luna blanca en el oscuro firmamento, Shirou Emiya gritó el hechizo de activación.

Boquiabiertos quedaron todos los espíritus ante la inesperada acción tomada por el único Master habilitado en la guerra. Suficiente con que él consiguiera atacar a sus respectivos invocadores sin matarlos, donde consecuentemente se hizo con los comandos para que no se desvanecieran con el paso de las horas.

-…Lo acaba de hacer su Servant? – descreyendo hasta qué punto llegaría su versión adolescente, el Archer de rojo musitó confundido.

-POR ESTE SELLO DE COMANDO TE ORDENO ACABAR CON EL GRIAL! POR ESTE SELLO DE COMANDO TE ORDENO ACABAR CON EL GRIAL! POR ESTE SELLO DE COMANDO TE ORDENO ACABAR CON EL GRIAL! – repitiendo tres veces el mismo cántico, el hijo de Kiritsugu forzó la voluntad inquebrantable del antiguo monarca sumerio para que le obedeciese.

-Olvídenlo, ya obtuve mi respuesta- atinó a decir EMIYA, dejándose caer al suelo mientras veía junto a los demás cómo Gilgamesh atacaba con todo su arsenal a uno lodo negro que emergía del río aledaño.

-Entonces así termina esta guerra? – sentado en el porche de su casa, Shirou vio expectante aquel amanecer que prometía nuevas aventuras.

-No me digas que te entristece el que me vaya- gesticulando una cínica sonrisa, EMIYA le replicó a su versión joven y feliz.

-Eres mi yo futuro que cambió de opinión respecto a matarme. Claro que me entristece, ya no sabré qué más ocurrirá en el futuro- dramatizó el muchacho en un inicio, confesando luego lo que en verdad le importaba.

-Teniendo en cuenta que cambiamos la línea temporal al batirnos en un duelo de Card Match…dudo mucho que te sirva de algo la información que tengo- resoplando ante tal contestación, Archer le hizo saber.

Recordando en simultáneo cómo llegaron a un acuerdo para tener una batalla final pacífica y sin sangre. Excepto por el final, donde Lancer de alguna manera perdió la paciencia y buscó generar trifulca al ver que su derrota a manos del canoso era innegable durante aquel juego de antaño.

-Me contaste sobre nuestra Reality Marble…- las palabras del Magus sacaron de su ensueño al espíritu.

-Sí, te dije sobre eso para evitar que la Clock Tower se entere por error y te den caza. Así que ten cuidado porque son unos bastardos que no dudarán en destriparte para saber cómo funciona aquello- siendo lo más sutil y menos descriptivo posible, el hombre de tez oscura refutó, odiando darle ese destino.

-Ni siquiera a Tohsaka? – a sabiendas que la mencionada era una Magus de renombre, o al menos su apellido lo era, Shirou averiguó.

-Principalmente ella. Si te sirve de algo, busca a una muchacha normal, abre un restaurant, y vive feliz- fallando en reprimir un escalofrío, recordando muy bien a una versión Counter Guardian de la misma, el Servant alegó.

E imploró a su versión adolescente que hiciese caso.

-Qué hay del sueño de Kiritsugu? – con el ceño fruncido, quien tenía posibilidades de convertirse en un Servant preguntó.

-Quieres terminar como yo? – de manera retórica EMIYA pronunció una interrogante propia.

-Vale, ya entendí- comprendiendo rápido el resultado de ese camino, parló el estudiante.

Satisfecho, el mercenario de Alaya retomó su tarea de apreciar aquel amanecer sereno que no había disfrutado desde hace mucho tiempo. Nunca lo mencionaría en voz alta, pero un pequeño sentimiento de júbilo creció en su pecho, a sabiendas que tal vez una versión propia de él no recurriría al peligroso camino de la heroicidad.

Una que, a pesar de tener buenas intenciones, el mundo había olvidado su significado ya.

La pérdida de sensibilidad en la mano derecha trajo numerosos mementos al Servant, reconociendo a la perfección lo que estaba por ocurrir.

-Muy bien. Creo que este es el fin- en un raro acto de afecto, EMIYA sacudió el rojizo cabello de su contraparte mientras se erguía.

-Tienes razón. Suerte en Avalon- fingiendo molestia por ser despeinado, sin darse cuenta que había adoptado el estilo de su contraparte, Shirou contestó.

No sin antes adicionar un detalle inesperado.

-Sí, grac…Qué?! – teniendo más de la mitad de su cuerpo desvanecido en volutas luminosas, Archer exclamó aterrado.

-Yo pedí el deseo por los dos. Que Alaya te deje libre, y que te reencuentres con tú Saber. De nada! – elevando las comisuras de los labios, el estudiante de Homurahara reveló su último acto luego del triunfo de EMIYA sobre Cu Chulainn.

-Eres un…! – con solo su cabeza y medio torso presente frente al joven, Archer atinó a abrir grande los ojos previo a intentar soltar una maldición.

La cual nunca terminó de pronunciarse, desvaneciéndose por completo y dejado en la soledad de un nuevo día a un maduro Shirou Emiya.

El silencio se hizo eco en la recámara donde todos los miembros de Chaldea se hallaban, volteando uno a uno en dirección a determinado hombre de tez morena y cabellera blanca. Dicho ente había comenzado a sudar profusamente desde el primer segundo en que la presentación inició, maldiciéndose en una infinidad de idiomas distintos por la pésima mala suerte que acarreaba sobre sus hombros.

-Shirou…? – en voz baja musitó confundida la versión Lancer de Artoria Pendragon, viendo cómo el revelado Servant "sin memoria" estaba quieto en el lugar.

-Hermano…? – igual de atónitas, las jóvenes niñas que en la presentación previa casi terminaron matándose entre sí observaron al mencionado Archer.

-Lo sabía! Sabía que algo raro había en ti! – exclamó jubiloso el pequeño Saber de pelo azul, apuntando acusatoriamente al protagonista principal de todo el drama actual.

-Setanta- amonestaron en sincronía Scathatch, Fergus, Gudako y Ritsuka.

-Cuando regresen mis versiones adultas, se los contaré! – ignorando la advertencia previa, el presentador de turno refregó sus manos entre sí de manera maliciosa.

-Teniendo en cuenta que fueron ellos quienes te dejaron todo listo, es de suponer que ya lo saben- sin ánimos de ver un descontrol tras otro, Karna esclareció un pequeño detalle.

Frenando en su lugar de forma inmediata al Saber.

-…Maldición! – frustrado maldijo Setanta, recibiendo unas lamidas compasivas por parte de un blanco cachorro que siempre le acompañaba.

EMIYA, por su parte, padecía de un síntoma que hace años no sufría. Un abismal ataque de pánico se había ponderado sobre la característica actitud sarcástica y cínica que solía mostrar a todos, consciente de que finalmente sabían su verdadero origen y lo que en verdad deseaba cambiar en caso de ganar una Guerra del Santo Grial.

Incluso cuando fue convocado a Chaldea y finalmente pudo hallarla, nunca tuvo la valentía para dar un paso al frente. Tampoco había ayudado a su confesión que ella ni siquiera lo hubiese reconocido al instante, caso que podría haberse dicho también de otras Servants cuyos rostros eran compartidos con personas de su adolescencia.

-Siempre tuve mis sospechas contigo- la voz de Medusa sacó de su ensimismamiento al Counter Guardian.

-No sé de que habl…- intentó excusarse el canoso, paralizándose segundos luego cuando una estoica Lancer rubia le tomó el rostro.

-Shirou, yo…yo…- aquella Arturia Pendragon que poseía a Rhongomyniad como arma, trató de explayar una sentencia que nunca pudo antes.

No obstante, en nada quedó eso. Recuperando la compostura con rapidez, el Archer de rojo retiró las suaves pero callosas manos de la reina británica.

-No lo digas. No hace falta- como si hubiese aceptado hace tiempo la decisión hecha cuando aún era joven e idealista, EMIYA le dijo.

Aunque eso no suprimía la tristeza entrelazada al tono ejecutado.

-Sigue con tus presentaciones, niño perro- el Counter Guardian comandó al aludido Saber mientras ignoraba los intentos de Arturia por hablarle.

-Oye! No me llames así! – protestó Setanta, listo para atacarlo de ser necesario.

-Estás seguro, EMIYA? No necesitas un tiempo a solas? – más comprensivo que el resto, Ritsuka ofreció.

-Luego hablaré con quién sea necesario. Ahora sigamos con esto mejor- desestimó el mercenario de Alaya.

-…Sí tú lo dices. Fou? – tras un breve silencio, Gudako fue quien aceptó la petición del Servant, mirando posteriormente al peludo ser blanquecino entre ellos.

-Fou? …Fou. Fou! – el ser que odiaba con toda su alma a Merlín dudó por unos segundos, debatiéndose cuál sería la mejor puntuación.

Finalizando su soliloquio al saltar nuevamente hasta la carpeta que Setanta sostenía y marcándola con una letra A.


Final de la segunda presentación hecha por Setanta, damas y caballeros!

Qué les pareció?

Dio gracia la primera reacción de EMIYA al ser convocado por su versión adolescente?

Gustó que no intentase matarlo a la primera por mero despecho?

Reconocieron a la "Araña" que menciona Archer?

Se esperaban que Shirou dejase de lado su heroicidad para acabar con Shinji?

Sorprendió la idea de Shirou para ganar la guerra más rápido?

Alguna vez podrá Gilgamesh ganarle al poder del guion?

Encontraron la referencia que usé para la "batalla final" entre Lancer y Archer?

Cómo creen que actuará EMIYA a partir de ahora con los Servants de Chaldea?

SALUDOS Y HASTA LA PRÓXIMA! NO SE OLVIDEN DE COMENTAR!