Hola!

Pido perdón por la espera en actualizar. La vida a veces nos da muchos limones y no nos da tiempo para hacer limonada. Cariños a todos quienes han esperado.

OOOO:OOOOOOOOOO

Sammie Porter se caracterizaba por ser una joven alegre y bastante expresiva. Tanto, que generalmente no podía disimular sus emociones…y en ese momento, mientras revisaba el circuito cerrado de tv de la nave su cara pareció transformarse, la mandíbula inferior casi se desprende de su sitio y sus ojos se abrieron a todo lo que sus párpados permitían. Una vez que se recuperó de la impresión inicial, se inclinó sobre la pantalla tratando de corroborar con los ojos aguzados si de verdad había visto lo que había creído ver.

Claudia, que descansaba tomando una taza de café en su estación se la quedó viendo. Jamás dejaría de admirar todo lo que podía dibujarse en esa pequeña cara.

-Algún problema, Sammie?- preguntó suavemente, como no queriendo llamar la atención de las demás, pero tanto Vanessa como Kim tenían un oído privilegiado y a pesar de estar absortas en sus tareas se volvieron con gesto inquisidor hacia su amiga.

Ella dio un respingo, al saberse descubierta y se volvió a Claudia.

Bueno, comandante Grant…no estoy segura.

¿Cómo Así? - consultó la morena poniéndose de pie para acercarse a su puesto mientras el dúo se interrogaba mutuamente en silencio con la mirada.

La verdad…no creo que sea políticamente correcto hacer alguna observación considerando que no creo estar segura de lo que está pasando allí abajo…- indicó con un gesto mientras Claudia se inclinaba como ella hacía la pantalla. - Es decir, no sé si vi lo que creo que vi.

Claudia se volvió a ella con gesto ceñudo.

Yo no veo nada. Salvo el perímetro del anfiteato, Sammie. ¿Hay que llamar a la Policía Militar? ¿Ocurrió algún delito?

Sammie necesitaba comentar lo que había visto pero desconfiaba de sus ojos, de la situación y de decírselo a Claudia. Distinto era comentarlo con las chicas que la miraban ya con ansiedad.

La última vez que revisé nuestros Códigos civiles, el besarse en publico no constituía delito, independiente de las partes involucradas.

¿De qué hablas, Sammie Porter? Explícate de una vez que no estoy entendiendo…- ordenó Claudia .

Ay, Comandante…no creo que sea buena idea…

Sammie! Habla ya!- exclamó Kim adelantándose a mirar la pantalla en donde podía verse la calle siendo transitada por tranquilos ciudadanos. Obviamente Vanessa la siguió pero con más disimulo.

Sammie tomó aire, llenando sus pulmones mientras cerraba los ojos y apretaba los puños y vomitó las palabras como una metralleta…

¡Acabo de ver al capitán Hunter y la Comandate Hayes besándose efusivamente en el perímetro del anfiteatro!

¡¿Queeé!?- exclamó un trío de voces…mirándola incrédulamente…

Sammie, Estás segura?- consultó Claudia sintiendo que su pulso se aceleraba y quería reir pero ya no sabía si de diversión o emoción.

Eso…lo juro. Estoy casi segura que eran ellos. En serio. - se cubrió la boca con ambas manos- les dije que me estaban comprometiendo al pedir que les contara lo que vi.

Dame acá!- exclamo Kim haciendola a un lado para comenzar a manipular el sistema mientras hablaba consigo misma- Qué hora es?- veía la hora- esto ha de haber pasado hace un par de minutos. Revisaré la grabación y saldremos de dudas si nos lo permite Comandante Grant…

Adelante- aprobó Claudia con un gesto mientras se ponía en primera fila para comprobar por si misma que porter estaba en lo correcto y por Dios, que quería que lo estuviera.

En tanto la oficial Young comenzaba a mostrar su ofuscación por no obtener lo que estaba buscando.

Sammie, hay encriptación del sistema? No me pide claves pero no logro encontrar el respaldo. - informó dándose por vencida.

Sammie estaba en medio de las tres, que esperaban su respuesta.

-El sistema se averío en la gran batalla. No tenemos respaldo del Circuito Cerrado de TV.

-Pero…Sammie!- bufó Claudia llevándose una mano a la cabeza.- Podrías haber avisado cuando diste con la imagen. Ahora no podemos saber, considerando que hasta tú mismas dudas de lo que viste, si es que estás en lo correcto.

-Perdón. – Murmuró verdaderamente compungida mientras Kim y Vanessa volvían a sus puestos suspirando.

- Se imaginan? Qué pareja más extraña…- comentó al aire Kim.

- Pero son perfectos…- suspiró Vanessa

Claudia esbozó una sonrisa sin decir palabra. Simplemente sacudió la cabeza y les dio la razón a ambas: "Qué pareja más extraña, pero tan perfecta".

Rick estaba en su habitación. En su litera; mirando al techo como era su costumbre. Había una sensación de zozobra en su pecho. Una emoción que hacía tiempo no sentía. Se había despedido de Lisa en su puerta, con un beso tímido. Le parecía que ambos tenían que acostumbrarse a eso que estaba pasando entre ellos. Recordó a Max y Claudia tratando de aconsejarle o hacerle ver que Lisa era especial para él aún cuando él mismo no lo sabía…o sí lo sabía, pero se negaba, por amor a Minmei. Por qué más iba a cerrarse a la idea de mirar a otra mujer. Por esa obstinada obsesión de adolescente.

Lisa Hayes, la comadreja gruñona…-sonrío para sí todavía sin convencerse de que la vida fuese tan buena como para hacerlo cambiar de opinión al respecto. Sin terminar de convencerse de que la comadreja gruñona, sentía igual que él.

Lisa, por su parte, no podía dormir. Había recibido tres llamados telefónicos con su respectivo mensaje:" Lisa, llámame…creo que debemos hablar" " Lisa, estás ahí o te fuiste con tu aviador?" " Diablos, Lisa…Soy tu mejor amiga. Espero que me llames apenas escuches este mensaje"

La cara hundida en la almohada pensando en cómo enfrentar a Claudia y su infinito interrogatorio al día siguiente cuando le contara lo sucedido con Rick. Sólo quería cerrar los ojos y abandonarse a esa sensación maravillosa de estar cerrando un círculo. Esa sensación de importarle a alguien…de gustarle a alguien y de que alguien te importe y te guste en retorno. Desde Carl no lo sentía y había perdido la esperanza de sentirlo de nuevo. Más aún de que Rick fuera capaz de compartir sus sentimientos. Le diría así. "Sus sentimientos" y trataría de no ir más allá.

En unas horas estarían llegando a su tierra prometida y necesitaba más que todo estar concentrada en eso. Ya habría tiempo para volver a ocuparse de su corazón.

Buenas noches, Claudia- murmuró cerrando los ojos.

EL SDF1 se detuvo sobre las coordenadas recibidas. Tal como lo habían informado los exploradores zentraedis. Una ciudad a primera vista sin habitantes con un gran lago de aguas azules.

Siguiendo las indicaciones del doctor Lang y sus ingenieros, se tomó la decisión de ahondar el lago mediante una suave lluvia de láseres y depositar en el lecho el SDF1. Teniendo en cuenta que no se podría transformar y había que ocultarlo lo más posible de incursiones zentraedis rebeldes que pudieran estar en su búsqueda.

Los civiles aún no podrían abandonar la nave, en tanto que los patrulleros declararan la zona libre de amenazas y que los edificios pudieran también servir para ser habitados. Esta vez, aceptaron sin protestas ni llamados a abandonar la nave a la fuerza. Habían aprendido a preservar la vida que representaban a pesar de las ansias de salir y pisar tierra firme.

Max, Miriya y Rick fueron los primeros en salir en vuelo de reconocimiento junto a la mitad de los escuadrones veritech con los que contaban.

Lang y su equipo, acompañados de Gloval, Mainstroff y Exedore hicieron el primer descenso a la superficie.

Para el emisario Zentraedi estar allí significaba una experiencia nueva. Nunca antes había pisado algún planeta de los que habían sometido puesto que siempre se hallaba junto a Lord Breetai, liderando la avanzada de sus tropas. Ahora sus sentidos se sobrecargaban de sensaciones, ruidos y fragancias…el mismo aire, que en su comprensión de la naturaleza, carecía de olor propio, traía a su nariz una mezcla de humedad, flores y hierba, que aún se aferraban animosamente a la vida en una extensión relativamente yerma…y el trinar de las aves, que ocultas entre el follaje de los árboles cercanos, hacían notar su presencia en medio de distintos trinos. Exedore estaba en éxtasis y los miembros del Alto mando junto a él le permitieron disfrutar sin interrumpir y sólo respondiendo a sus preguntas en relación a la naturaleza circundante.

-Una maravilla…-susurró observando las lejanas montañas que se veían azules en la distancia.- Es maravilloso pisar la tierra. Sentir el aire y oír los pájaros en persona. Todo esto sólo lo conocía por relatos.

- Sí, una maravilla…personalmente agradezco que de momento, no sólo se haya quedado en relatos y podamos disfrutarlo, por el tiempo que se nos permita.

Mainstroff suspiró, encendió su pipa y les dio la espalda, para observar a la redonda ese nuevo paisaje que se iba a convertir, si no había inconvenientes, en la nueva cuna de la raza humana.