Lala Lulu: Hola! Empezaremos con acción, el viaje a Kioto. Las Carreras siguen y los roces no se hacen esperar. Parece que tenemos un infiltrado entre manos ¿Estaremos listo para éste guiso de emociones? Lo averiguaremos…
¡Advertencia! Si ya has leído mi historia anterior sabrás que yo no escribo Lemon, sino Smut, mucho Smut. Smut es sabrosura primero, explicaciones después. Así que esto es para adultos ¡Porque soy una maldita pervertida!
No me pertenecen los personajes, son Creaciones de Akira Toriyama y Naoko Takeuchi. Hecho por un fan, para algún otro fan que ande dando vueltas por la Vía Láctea…
"Precisamente ahora que tú ya te has ido
Me han dicho que has estado engañándome
¿Por qué de pronto tienes tantos enemigos?
¿Por qué tengo que andar disculpándote?
Si ellos están mintiendo, por favor defiéndete
Yo sé que no lo harás, pues dicen la verdad
Es una pena siempre seguirás doliéndome
Y culpable o no
¿Qué le puedo hacer ya?
Miénteme como siempre
Por favor miénteme
Necesito creerte
Convénceme
Miénteme con un beso
Que parezca de amor
Necesito quererte
Culpable o no
No tengo ya derecho a reprocharte nada
Pues nada queda ya de ti, de mí, de ayer
Qué pena, nuestra historia pudo ser fantástica
Y ahora dime mi amor
¿Quién te va a defender?" Culpable o no, Canción de Luis Miguel.
Capítulo 24
Tiene que ser Serena ¿Qué otra explicación hay? Con todos los días que estuvieron juntos, se siente recargado de ella. Tanto que hasta durmió plácidamente, aun después de dejarla en su casa y pasar la noche solo. Vegeta está en la pista, llegaron a Kioto ¿En el transporte? Pues auriculares puestos y ahora más que rock, escucha boleros mientras observa furtivamente a Serena. Con solo verla de lejos, mientras lidiaba con la prensa se sentía bien.
Ahora estaba en plena carrera, concentrado, sospecha que ella va a verlo desde las gradas.
— ¡Bienvenidos! —El relator habla a la audiencia. — ¡Estamos viendo el gran regreso de Raditz Son! Se están disputando ahora las posiciones de grupos para las pistas de Singapur y Corea del Sur.
—Muy noble de parte del Corredor Broly Densetsu, al dejar que el hijo mayor Son, tome su lugar en Carrera de Resistencia. —El compañero del locutor habla. — ¿Nos dará un par de sorpresas más el Corredor Príncipe ahora que tiene a su cómplice, a su hombre ala?
—Raditz va a pasar el pole de grupos. Están en un tiempo moderado, no quemen los barcos, todavía faltan finales y carreras más importantes. —Nappa les habla desde los controles. —Manténganse así, van firmes.
—Lo que quiere decirte es que no apagues las comunicaciones. —Kakarotto le habla, están en las primeras vueltas en la pista de Kioto.
—Hmmm… —Vegeta dice en broma, se le hace una risita irónica.
—Vegeta… —Serena lo regaña, está con los auriculares puestos, junto a Nappa y Bardock mirando la carrera.
Vegeta escucha su voz, se asombra, no solo está aquí con él. Está en primera fila de la acción. Un tic nervioso parece formarse en la comisura de su boca. Trata de ocultar el gusto que le da saberla de ése lado. —Hmp, si puedes mantener la conversación interesante. —Vegeta mira atento a las siguientes curvas.
Serena niega bajando la vista. Una sonrisa con malicia quiere dibujarse en su rostro. —No apagues las comunicaciones, ten cuidado en los derrapes de las rectas. —Se pone la gorra para cubrir sus orejas rojas. Sale un minuto afuera, saca el pecho, ahí ve el auto de Vegeta, luego Raditz junto a Kakarotto. El día soleado, los gritos de emoción, el movimiento de los Equipos en los Pits. Éste es su lugar. Levanta la frente.
Ahí la ve, muy jactanciosa, con la chaqueta y la gorra del Equipo Cápsula ¿No era que ella no le gustaba ver las carreras? ¿Y cuándo fue tan engreída? Supone que Príncipe le está contagiando ése orgullo tan ladino. Seiya hace rugir el motor cuando está por salir de los Pits ¿Fue siempre tan hermosa o es sólo ésta revancha que todavía no puede cerrar? —"Esto no tiene que ser así, ella es la que debería estar loca por mí, deseándome… Daría lo que fuera, por hacer que Vegeta y Serena se traguen sus palabras." —Afila la mirada al salir del límite de velocidad. Mira de lado, Serena no solo está en las pistas, está en las comunicaciones con Príncipe.
—Éste cambio ha favorecido al Equipo Cápsula, nos habíamos olvidado la Resistencia del Corredor Raditz Son. —El relator vocifera y muestra los resultados de las vueltas. —Aquí en la Gran Premio de Pacífico, estamos jugando por los puestos en los carriles en lo que serán las Pistas de Marina Bay, y en Corea del Sur la famosa Yeongam, donde las Carreras de Velocidad han roto récords mundiales.
Rei estaba al borde de su asiento, junto a ella estaba Lita y del otro lado Ami. Escuchaban varias mujeres y promotoras saltar alegres al ver que Raditz quedaba entre los cinco mejores. —Ay, no lo puedo creer ¡Mi novio es una celebridad! —Salta contenta con su cartel. — ¡Arriba Raditz!
—Rei, no saltes. —Ami la tironea a que se siente. —Hoy trajiste falda, se te verá todo.
— ¿Disculpa? Entonces tendrías que ir corriendo a cubrir a ésas mujeres ahí abajo. —Rei le señala a las modelos de las marcas.
Ami se ofusca, debe contenerse. Mira en la zona de controles, a lo lejos por Nappa. —"¿El no ve a ésas mujeres verdad?" —Retuerce un poco sus puños apretados en sus rodillas. —"¡Hmp! Claro que no. Él no es un libidinoso, es un caballero."—Recuerda la noche que pasaron juntos, hasta intercambiaron libros y algún que otro toque entre sus manos y sus labios. —"¿Y si es que no le atraigo de ésa manera realmente? Me comparo y… Tengo buen cuerpo, pero viendo a ésas mujeres; no soy tan voluptuosa o ¿Sensual o sexual sería la palabra?"—Ami piensa, hasta se siente ridícula de que prime su curiosidad científica y no sus ganas de ser más coqueta. —"Puedo buscar en internet…"—Teclea en su teléfono, lo vuelve a guardar. —"¡Ay, soy una rata de biblioteca!"—Se estrella la palma en toda la cara.
—Ya Ami. —Lita la toca en el hombro. —Ellas están vestidas así, pero nosotras tenemos pases VIP. —Alardea con la tarjeta colgando en su cuello y la de Rei y Ami. —Es tan emocionante, tenemos asientos de primera, ahora entiendo la emoción de Serena.
—Yo estoy emocionada por Serena. —Ami se estira y la ve, vestida con la camiseta del equipo, una gorra y los auriculares. —No me quería perder su vuelta a las pistas por nada.
La Carrera de Fondo finaliza sin muchos contratiempos. Entre los Cinco mejores, Raditz salía de su auto, feliz por haber roto su récord personal. — ¡Uuuuh! Y si las pistas de Singapur son más rápidas. —Sale y se quita el casco, está ahogado y cubierto en sudor. Se sacude, saca el pecho y los gritos de las gradas no se hacen esperar. Abre los ojos, en medio de las gotas de sudor que todavía se suspenden en el aire. —Gra-Gracias. —Toma la toalla de la mano de Rei.
Rei levanta una ceja, también le pasa una botella de hielo. —Jaja, vine a hacer de barrera o van a sacarte un brazo. —Mira por encima de su hombro, de un salto se esconde detrás de Raditz.
—Hm ¿Qué sucede? —Raditz mira adelante, todos sacaban fotos.
—Ay que pena. —Rei se sintió demasiado expuesta.
—Con las ganas que tengo de presumirte. —Raditz se inclina, el sudor de su frente todavía gotea.
—"¡Buda ten piedad! ¡Tan ardiente!"— Rei se pone roja como un tomate, un par de gotas de sudor caen sobre ella y solo fantasea con tirarlo al suelo y demostrar quién es dueña de éste enorme espécimen.
En la zona de controles, Serena le pasaba una bolsa de hielo a Vegeta. —Quedaste tercero, tendrás buena posición de carriles en Singapur. —Lo ve agitado, cubierto en sudor. Trata de ver a la pantalla, solo se imagina tocando su piel y quemándose con él.
—Probaste las rectas. Son muy parecidas a las de Singapur, una curva profunda y una recta pronunciada. —Nappa le comenta.
—Tendremos tiempo para entrenar ahí. —Bardock y Krillin traen las llantas. —Porque quiero estar seguro de que las llantas y el tiempo en Pits será óptimo. —Miran de cerca. —Hmmm, se gastaron al límite.
—Sí, podemos ver eso. —Vegeta dice viendo el rendimiento. —Conozco bien el límite.
—No lo conoces. —Kakarotto se estaba bajando varias botellas de agua, Vegeta se voltea por encima del hombro. — ¿O quieres que te recuerde las eliminatorias anteriores? —Frunce el ceño, una bolsa de hielo se apoya en su espalda. — ¡Hey!
— ¡Debes recuperar la hidratación o te darán calambres! —Milk lo regaña, le tira también una toalla en la cabeza.
Vegeta lo observa de lado, sale de nuevo al aire libre para recuperar el aliento. Está tan acalorado que ni los rayos del sol lo queman. De pronto una oleada de flashes lo hace parpadear, mira a su derecha. Es porque Serena aparece a su lado, está con la gorra y su cabello dorado levantado en una cola, la chaqueta arremangada. Ésos jeans le dejan su trasero tan tentador, mira de lado a las modelos de las marcas y no tiene nada que envidiarle, en especial por ésa mirada azul que lo fulmina.
—Deja de mirarme el trasero. —Serena lo regaña, se cruza de brazos. Le da otra toalla, él se acerca un poco más, invade su espacio personal pero no la toca.
Vegeta seca su frente, escucha un par de gritos de algunas mujeres e incrementan cuando se acerca al oído de Serena. —Gracias… —Su voz está extremadamente ronca por la velocidad, el calor, la tensión. Toma las dos toallas mojadas y las arroja a las gradas.
Serena observa su sonrisa y gestos arrogantes. Siente que acaba de provocarla con ésas "fanáticas", que parecen morirse por él. —Tienes veinte minutos. No te distraigas con las modelos. —Se voltea y ondea su cabello atado, camina con un meneo coqueto y no hace falta que verifique; siente que la mirada de Vegeta la toca de pies a cabeza.
Vegeta baja completamente su botella de agua, no le quita los ojos de encima a ésa menuda figura que se contonea frente a él. Jadea al cielo, se da cuenta que los fisgones de la prensa estaban más interesado en verlos juntos que otra cosa. De lado, percibe a Seiya entrando con su equipo.
Seiya no disimula su mirada, cuando ve que Príncipe se da cuenta, saca el pecho y se relame. —"¡Mierda! ¿Siempre tuvo tan buen culo ésta mujer?"—Siente que lo empujan.
—Creo que estás viendo el plato ajeno. —El Corredor Sur Coreano, junto a los otros corredores parecen regañarlo. Pero ninguno va a negar el atractivo de ésa mujer de cabello dorado, que los deslumbra aquí, así como lo hizo en el After Party.
Seiya rechina los dientes, iba a enfrentarse con ellos. Una botella de agua golpea su cabeza. — ¡Taiki! —Se da vuelta, creyendo que es su hermano llamándolo a la razón. Pero al ver la botella, tiene el símbolo EC, Empresa Cápsula.
—Debes dejar que el calor baje. —Vegeta muy burlón se acerca al grupo. —Es dañino para tu presión arterial, la oxigenación de los músculos… —Balbucea y los mira con malicia a todos, más que nada para advertirles que él no está pintado. —"Serena es mía…"
Todos entienden el mensaje y lo aceptan. Quien no lo acepta es Seiya y eso es detectado por otra presencia femenina que no va a desaprovechar la oportunidad.
Taiki veía a Ami de nuevo, su corazón daba un vuelco. —… Gracias muchachos. —Le habla a su equipo de Pits y sale al trote. Eso le da un poco de tos, seca el sudor de su rostro.
—Estuvieron muy bien, felicidades. —Ami felicita al pasar, los observa juntando todo y yendo hacia adentro para las conferencias y ruedas de prensa.
—Gracias. Jaja. —Nappa muy orgulloso saca el pecho, carga la valija con algunos componentes. —Sé que es muy técnico mi trabajo.
—Pero es muy importante. —Ami camina detrás de ellos, a los lados sus amigas. Una tos le llama la atención.
—Haaa, Ami. —Taiki sonríe enorme. Verla aquí y además tan involucrada ¿Por quién más si no es por él que ella viene a ver las Carreras? —Me alegra volver a verte.
Ami se endereza, lo mira a los ojos. Mira hacia atrás, pero todos se están metiendo porque deben seguir trabajando. —Hola. Vine a acompañar a mi amiga. —Señala para atrás y cruza sus manos detrás.
Nappa espía donde se había quedado Ami, frunce el ceño y sigue su camino. Supone que tarde o temprano tienen que hablar sobre sus problemas.
—Salgo en un par de horas. —Taiki dice con buen humor, pero desarma su sonrisa al sentirla indiferente.
—Uh, de acuerdo. Yo estoy ocupada. —Ami gira sobre sus pies, pero la detienen del brazo.
—Ami ¿Qué te pasa? —Taiki apunta su mirada, ve la credencial VIP de Ami con el símbolo EC.
—Estoy de invitada con ellos, nos hicimos amigos. —Ami mueve su cuerpo para zafarse discretamente. Con desdén voltea su rostro y se va.
Taiki se queda mirando su mano y a Ami yéndose con ellos. Su rostro parece tener un tic con dolor ¿Ella se ha olvidado de él? ¿Pero cómo? No quiere creerlo.
En los vestuarios, Seiya salía de ducharse. Escuchaba a su Jefe de mecánica, escuchaba a Yaten y la secretaria dictando horarios y fechas de fotos con marcas. Se siente ahogado y sale al pasillo. Azota la puerta sin más, tira la cabeza hacia atrás apretando sus puños contra la puerta.
—Jaja, qué mal, eres tan guapo y estás de tan mal humor. —Launch se ríe coqueta y se acerca.
Seiya se endereza de golpe, levanta una ceja a ésa mujer. Le parece atractiva y hasta simpática. —"También es la asistente del Equipo Cápsula..."—Afila la mirada con algo de sospecha. — ¿Te envió tu jefe a espiar?
—Jajaja, claro que no. —Launch se acerca con las manos detrás. —Solo quiero decirte que no le hagas caso, se aburrirá de ella.
— ¿Ah sí? —Levanta más su ceja y se acerca un par de pasos.
—Me da pena por Serena, todos tratamos de advertirle… —Launch se lamenta un poco.
— Yo también le advertí, ése tipo no es solo un "chico malo", es el peor. —Seiya frunce todos sus gestos.
—No lo juzgues así. —Launch se cruza de brazos, se recuesta contra la pared. —Luego de lo que le pasó con Bulma, jamás volverá a confiar en una mujer.
Seiya la encierra con sus brazos contra la pared. Muy serio, se inclina. — ¿A qué te refieres?
Serena se recuesta en una pared. Se había armado una terraza, las modelos de bebidas energéticas posaban junto a los corredores. Pero es muy difícil no ver cuando falta uno en ése convivio. —Broly… —Serena lo regaña y le señala. —Ya les dije que no te toquen ni se pasen de listas.
—Es que creí, que como no hice la última carrera. —Broly tuerce sus labios a un lado.
—Sólo no hiciste la de Fondo, pero sí las de velocidad. —Serena chasquea sus dedos y le señala. De mala gana, Broly colabora.
—Al menos tú no tienes una novia que podría matarte por una publicidad. —Raditz bromea.
Vegeta gruñe para que se callen y pasar esto lo más rápido posible. Intercambia una mirada con Broly. —El Equipo de los Pits está haciendo juegos de preguntas y respuestas. —Vegeta posa junto a la modelo, levanta el mentón muy orgulloso. —Tienen que jugar al ping-pong y responder rápidamente.
Raditz se asombra, se recuesta contra la pared. —Ay hubiéramos hecho un par de apuestas.
—Jajaja y todavía tienen tiempo. —Serena les aclara, toma sus lentes y verifica algunas actividades en su tableta. —Después de ésta sesión, ustedes también jugaran.
— ¡Sí! ¡Elijo a Broly de compañero!—Kakarotto lo señala.
Serena ve a Vegeta y a Broly poner mala cara y los hermanos Son muy entusiasmados. Pone los ojos en blanco, de verdad que el Equipo nunca aceptó participar en tantas actividades, ya que Vegeta siempre se negaba. Siente la mirada de alguien y ahí está Vegeta. La modelo apenas le toca el hombro, se pone de espaldas frente a él, es bonita, Serena no lo puede negar. Tampoco puede negar que la atención de Vegeta está solamente en ella, con sus ojos negros y furtivos observa a Serena por encima del hombro. —"¿Qué hace? ¿Intenta provocarme?"—Serena le frunce un poco la vista y frunce los labios.
Vegeta la ve un poco cabreada, eso le gusta. Una sonrisa de lado se le dibuja, quiere sacarse a todo el mundo de encima y quedarse a solas con ella.
Serena los acompañaba a la siguiente actividad, Dieciocho se encontraba en el intercambio.
— ¿Se portaron bien? —Dieciocho dice en broma, le da codazos a Serena.
—Jajaja sí ¿Quién ganó? —Consulta Serena.
— ¡Sí! Jajajaja ¿Quién es el viejo ahora? —Bardock y Nappa festejaban.
—Aishh, nos dieron pena y nada más. —Krillin con mala cara se justifica, él hizo equipo con Diecisiete.
—Serena ¿Ya te tomaste un descanso? —Dieciocho le toca el brazo.
—Ah, no. Pero no hace falta ¿Tú te tomaste un descanso? —Serena sigue organizando y tecleando.
—No, pero dormí un par de horas en el tren. —Dieciocho pone una mano sobre la tableta. —Sal a tomar aire, yo cuido a los niños.
Serena frunce los labios y acepta. Se va caminando hasta la cafetería dentro del establecimiento. —"Café y pastel… Jummm, mejor no. He estado comiendo tanto éste tiempo…"—Elige una botella de té frío y de nuevo el dilema de los pasteles, los reclamos y negociaciones con su estómago.
—Cuidado bombón, ya sabes cómo eres con los dulces. —Seiya aparece, con sus lentes negros puestos.
Sip, su estómago se cerró. Exhala con hartazgo y se dispone a irse. Parece que Seiya insiste en seguirla.
—Bombón, de verdad, quiero hablar contigo un segundo. —Seiya la alcanza de un trotecito, trata de tomarla del brazo pero ella lo esquiva.
— ¿Qué quieres Seiya? Estoy trabajando. —Serena se recuesta contra la pared, tira la cabeza de lado y espera su respuesta.
—Sé que lo que ha pasado entre nosotros… Pues…Pasó. —Seiya se inclina un poco a ella. —Pero Serena, no puedes estar con un tipo como él.
— ¿Tú qué sabes lo que es un tipo como él? —Serena muy sarcástica lo desafía. —Yo soy adulta, sé muy bien donde me meto y es muy asunto mío y no tuyo.
— ¿Lo conoces bien? Jaja. —Mucha ironía Seiya sigue. —Si lo conocieras, sabrías lo que yo ya te dije desde el primer momento; es el peor. —Se apoya contra la pared con su codo, arrincona a Serena. —Te está usando, así como usó a Bulma Briefs para quedarse con la Empresa de Carreras.
Serena siente que ése fue un golpe bajo. —Sé muy bien de los rumores y comentarios malintencionados que han hecho de ella con todos los del equipo—
— ¿Y te contó que se acostó con ella estando comprometida? Y no te estoy hablando de ningún otro corredor, sino específicamente de Vegeta Príncipe. —Seiya la mira fijamente. —Algo raro tuviste que haber notado en estos meses que trabajaste con ellos.
Serena no puede evitar cambiar sus gestos. Recuerda los silencios incómodos cuando sale el tema, no sólo de Vegeta, también de todo el Equipo. La advertencia de Milk y sobre todo las evasivas de Vegeta. Siempre habla de respetar su memoria ¿Pasó algo más? —"¿Será por eso que Kakarotto dijo que no confiaba en las mujeres?" —Teme tocar el tema, psicoanaliza a Vegeta para sus adentros.
Vegeta busca a Serena, dobla en la esquina. Su vista choca contra Seiya, arrinconando a Serena contra la pared, inclinado sobre ella. Lo desconcierta un poco, al darse cuenta que los dos saltan del miedo. De Seiya lo entiende. —"¿Pero Serena?"—Camina hasta ellos a paso firme, presiona sus puños y trata de hundir sus dudas.
Serena mira a los lados, un poco nerviosa porque la situación y su actitud no la beneficia. —Como te dije Seiya, estoy trabajando. —Se aleja y se va junto a Vegeta.
— ¿Algún problema? —Vegeta mira amenazante a Seiya, siente la mano de Serena en su brazo. Parece sedarlo con su toque.
—No pasa. Sólo el típico cruce con un ex. —Serena dice con una risita maliciosa. Vegeta le devuelve la misma mirada, puede notar que quiere decirle algo. Pero Serena lo detiene. —Vamos, tenemos una agenda muy apretada. —Clava un poco sus dedos en el brazo.
—Ya he hablado contigo. —Vegeta enfrenta a Kou. —No me gusta repetirme.
Es lo último que le dice y Seiya los ve irse por el pasillo. Está seguro de haber causado un efecto en Serena. —Si sólo pudiera presionar un poco más… —Recuerda que todavía falta una rueda de prensa.
Serena camina en silencio y siente que debe explicarse. —No fue nada. Simplemente sus tonterías de siempre. —Rechista de lado. —Es tan ególatra, se cree el último vaso de agua en el desierto.
Vegeta la escucha. —"Sí, no puede ser. Serena nunca estaría con dos al mismo tiempo, ella es diferente."—Sonríe y afloja sus hombros. —Pues, ten más cuidado, no andes sola por ahí. —Antes de llegar a la puerta, la arrincona un poco. Muerde su labio inferior. —No solo por Seiya, robaste miradas a diestra y siniestra.
Serena resuena la nariz. —Ay por favor… —Chilla con ironía y niega al cielo. Se queda tiesa cuando los dedos de Vegeta tocan sus labios.
—Vas a obligarme a demostrarte lo deseable que eres como mujer. — Relame su labio superior. —Aun compartiendo la habitación con tus amigas, no vas a escaparte de mí.
—Ve-Vegeta… —Serena trata de sonar repelente, pero sus labios se presionan por instinto para humedecerse, alistándose para el beso. Se acercan lento.
Presiona muy suave sus labios, el beso es pequeño. No quiere ser imprudente, ya que su cuerpo seguro lo traiciona y pide más. —Ven a mi cuarto. —Vegeta saca una tarjeta de su puerta, pasa su mano desde el vientre de Serena, su cintura, baja por su cadera y estaciona en su trasero, dejándole la tarjeta.
Serena siente palpitaciones, suda mirando a los lados, es un pasillo donde puede pasar cualquiera. —Hmp, atrevido. —Pone sus brazos y lo empuja, sin embargo hasta ése contacto contra los pectorales de Vegeta le gusta. Siente que alguien se acerca y recuperan la actitud laboral.
—Serena ¿Ya comiste algo? —Era Dieciocho quien aparecía.
—Uh, pues, tengo sed. —Serena le explica, abre su botella y bebe.
Vegeta frunce la mirada y camina escuchando a Dieciocho. Recuerda que en el tren, Serena se la pasó tecleando y revisando papeles, tampoco recuerda haberla visto probar bocado. Está pensando en invitarla a cenar en su cuarto.
—… La rueda de prensa será al aire libre, al borde de las pistas. —Dieciocho les señala. —Así se aprecia la vegetación, y los montes verdosos. Bellísimo escenario y blah, blah…
Serena respira contenta, en especial porque ve que varios reporteros se acercan al Equipo de Pits y le hacen preguntas. Es lo que quería a todos involucrados, en especial varias marcas sobre mecánica y vestimenta. Hacen silencio, en tanto la ronda de preguntas se enfoca en el regreso de Raditz y el chisme de su novia.
—Aaahh, qué pena, qué pena. —Rei grita por lo bajo, se aferra a Serena y la sacude un poco.
Ami la contiene un poco, Lita también. —Nunca estuve tan metida en esto. —Lita le susurra a Bardock. —Es un día agotador.
—Y no tienes idea, en Singapur debemos entrenar y ajustar, porque parece que se viene una temporada de lluvias. —Bardock le explica bajito al oído. Comparten una sonrisa.
—Igual me da pena, no quiero ir y distraerte. —Lita le responde al oído, Bardock le niega muy vehemente.
Ami escuchaba por lo bajo la conversación ¿Qué excusa puede usar ella? Apenas se están conociendo y no han dicho nada a nadie. —"Será solo un mes, no es para tanto ¡Pero no quiero que esté ahí en la playa rodeado de modelos!"—Se pone roja de solo pensarlo. —"Ami, Ami, cálmate, piensa racionalmente ¡Por Dios! ¿Qué dirá Nappa si se entera? ¿Qué soy una caprichosa? Él no querrá estar con alguien así, sino con una mujer madura que no arme berrinches por un pequeño viaje."—Ami piensa si será discreto pedir las vacaciones que no se tomó desde hace dos años.
Un reportero levanta la mano, Yaten toma la pregunta. —Hola, de Noticias del Pacífico. Quería preguntarles ¿Qué esperan en las Pistas de Singapur o Corea?
—Buenas. Verá hemos logrado un buen promedio, al menos en individuales sería una sorpresa. —Taiki muy diplomático responde, mira a Ami ahí, entre las luces, no pierde las esperanzas. —Somos muy buenos en categoría de Grupos.
—Será algo difícil destronar a los Invictos. —El reportero les dice y asienten. —Así como destronar a Kakarotto Son. —Se voltean a él. — ¿Qué se siente tener al enemigo en casa?
—Jajaja. —Kakarotto muy alegre como siempre. — ¿Lo dice por Broly? Jeje, pues yo quiero dar la sorpresa en Grupos, es la primera temporada que competimos ahí. —Afila un poco la mirada a Seiya Kou.
Seiya toma el guante. —Será interesante, pero todo dependerá de tu Líder.
La atención cae en Vegeta, que estaba muy cómodo siendo invisible. Suspira para sus adentros. —No hay soluciones mágicas; entrenar y esforzarse.
Una reportera levanta la mano para el Corredor Príncipe. —Buenas, de Noticias en Carrera. Los hemos visto participar de actividades, juegos, sesión de fotos y veo aquí en un rincón a Serena Tsukino, también la vimos en las pistas. —Los flashes de pronto apuntan a Serena, vuelve a Vegeta. — ¿Podemos decir que su vida personal también sacudió su vida profesional?
Sacudir, mejor dicho acelerar su existencia y quemar el camino a su paso. Sus ojos negros no dejan de mirarla, la ve enrojecerse y saludar con timidez. Le molesta que la expongan. —No es prudente tomar las cosas así a la ligera, estamos saliendo. Creo que uno se conoce primero y luego pasa a algo serio.
— ¿Qué opina Señorita? —La reportera y todos esperan.
Serena se acomoda un poco su gorra, aclara su garganta. —"Vamos, tú vives de esto…"—Cobra valor, aunque sus entrañas se revuelvan. —No pretendíamos que esto se hiciera así de público, estamos teniendo citas, nos conocemos de a poco. —Levanta la frente, con una sonrisa y ruborizada le regala una mirada brillante a Vegeta.
—No lo culpo. Príncipe tiene gusto por mujeres inteligentes y profesionales. —Seiya comenta entre risas, todos voltean entre risas y vuelven la atención a los corredores. —Hasta estuvo con Bulma Briefs ¡Qué envidia! —Seiya se ríe, hay un par de risas apagadas. Taiki no sabe si reírse, cabecea a su hermano Yaten, como preguntándose qué se trae.
La seriedad del Equipo Cápsula es palpable, el único que no entiende ahí es Broly, que nada ha tenido que ver. Kakarotto aclara la garganta. —Ésos chismes creo que ya los aclaramos bastante.
—Era una gran amiga, de verdad que se vuelva a sacar ése tema con cualquiera de nosotros. —Raditz también agrega. Pisa a Vegeta para que responda algo y saque la mala cara.
—Una gran científica ¿Hace unos meses fue el aniversario de su muerte no? —Seiya habla en tono más solemne, sus hermanos lo patean para que cierre la boca.
Vegeta presiona sus brazos cruzados, se acerca al micrófono. —No tengo nada más que decir. —Afila su mirada asesina a Kou. —Ya dije que no me gusta repetirme. —Su voz reverbera de amenaza y sed asesina.
Una vez más, el estómago de Serena empieza a doler y a quitarle el apetito. No son solo nervios, Vegeta le oculta algo.
Llegando al final del día, Mina le hacía una llamada a Broly. —Ya quiero ver las fotos con ésas modelos, hasta puedo enseñarte a posar. —Está en su cuarto, se mira al espejo y lanza unos besos.
—No me tocaron, pero es incómodo. —Broly se frota el rostro. —No quiero ni imaginar lo que será en la playa, casi desnudos. —Se queja en su habitación, deja el teléfono en altavoz, mientras se quita la ropa para bañarse.
Mina se ríe, se cubre la boca, se lo imagina haciendo berrinches. —Un bikini es ropa para playa y ya. Y si no te funciona, puedes zamarrearlas y decirles mujerzuelas a la cara.
—Ja-Ja. —Broly acepta el golpe. — ¿En verdad no puedes venir conmigo? O sea… Eres mí…
—Sí Broly, soy tu amiga. Pero también tengo un trabajo. —Mina se tira en la cama. —Lo que daría por unas vacaciones. —Se queja al cielo.
— ¿Ves? Puedes venir. —Broly insiste, llena la bañera.
—No, no. Mira, estoy aquí organizando algo para el cumpleaños de Serena. —Mina muerde su pulgar, escucha agua y su mente se va hasta Broly, metido en un baño de vapor. —"Con la espalda enjabonada o mejor; yo de su esclava y él tirando mi cadena para que lo enjabone."—Rueda por la cama, deberá masturbarse o no pegará el ojo.
—Mira, puedes pensarlo. Volveremos a Tokio mañana al final del día y después del fin de semana. Tienes tiempo para decidir. —Broly presiona los labios y cruza los dedos. —En el cumpleaños de Serena podemos hablarlo mejor. —Piensa en hacerse la idea de convencerla con algo más de contacto físico.
—Uh-Uh. —Mina resuena su lengua en negativa. —Serena siempre festeja con su familia y después hacemos una salida sólo de chicas.
—Hmmm ¿Sólo de chicas? —Broly gruñe, frunce todos sus gestos.
—Jajaja, sí. Lo hacemos desde que somos adultas. — Mina muy autoritaria le explica. Jamás ninguna pareja le ha marcado límites y un amigo con beneficios no va a hacerlo. — A veces entre el trabajo, las obligaciones y la vida misma nunca nos encontramos todas juntas para divertirnos y emborracharnos.
—Grrr… —Broly se mete a la bañera, no le gusta para nada. En especial no le gusta ésta horrible sensación que lo pone agresivo de la nada.
—Sé que no comprendes porque eres de pocos amigos. —Mina agita su índice. —Pero he tenido otras amigas, incontables amantes y ellas han sido incondicionales, en especial Serena. Siempre junto a nosotras, dispuesta a ayudarnos.
—Prométeme que lo pensarás. —Broly insiste de nuevo.
—Haaa… —Mina ve una bandera roja ondear a lo lejos; la posesividad de Broly. Pero la sacude de inmediato, recuerda que él no tiene experiencia y ella puede enseñarle sobre ello. —Lo voy a pensar, pero no prometo nada.
Broly sonríe enorme, aplaude con una mano en agua. —Hasta luego Mina. —Corta y deja el teléfono de lado, pone una toalla en su nuca y suspira. Piensa en la Carrera de hoy, se contuvo bastante. Sonríe al techo, está guardando lo mejor para las finales. Piensa unos momentos en ése momento incómodo de la rueda de prensa. No le gusta indagar mucho, él está ahí para trabajar. Mira un poco, la ventana de arriba como sale el vapor. —Mina… —Piensa en ella y su sonrisa, también piensa que no le molestaría verla en bikini. Resopla enojado y mira su molesto pene ahí, despierto. Acerca la mano y la aleja. Suspira bajando los hombros, las imágenes de Mina siguen ahí, lo llenan de necesidad. — ¿Cómo voy a hacer cuando quiera tener sexo de verdad? —Se recuesta de nuevo, cierra fuerte los ojos. Pasa la esponja enjabonada por su cuello, baja por su pecho. Los trazos de espuma escurren muy suave, como las caricias de Mina. Traga duro saliva, sus manos son ásperas en comparación. Baja por su abdomen, en su ombligo, se imagina a Mina ahí sobre él, tocándolo, frotándolo como ésa vez. Siente pena al recordar cómo le mintieron a Serena, que se le había caído café en los pantalones. Da una risita, porque fue la primera vez que se sintió cómplice de una mujer.
Presiona la mano, un gruñido involuntario se le sale. Afloja su agarre, lo hace constante. Su mano libre presiona el borde de la bañera. Si piensa en Mina no es desagradable, quiere más. —Haaa… — ¿Cómo será sentirla en carne y hueso? ¿El interior de una mujer se sentirá así de bien? Su corazón acelera, se hace hacia adelante y un espasmo sube por su espina. Eyacula en su mano, no sabe cómo sentirse, es la primera vez que se anima a algo así. —Se siente bien, pero no deja de ser… —Su semen le parece sucio, de pronto se imagina a Mina relamiendo y bebiéndolo. Parpadea rápido para alejar ésa imagen o se le pone dura de nuevo. —Mina, Mina ¿Qué cosas me haces pensar?
Mina piensa exactamente lo mismo, después de un baño, rodaba en su cama, con la almohada entre las piernas. Imaginando al moreno que roba sus sueños. —Broly, Broly. —Se sienta a horcajadas con su almohada y la monta, de la misma manera que se frotó ahí con él. Presiona sus pezones a través de su camisón, sus ojos se voltean hasta la nuca y grita en su orgasmo. Se desploma, jadea y se imagina de nuevo acomodándose en sus brazos.
El día terminaba, caía el sol en Kioto, cerca del palacio Imperial, los árboles, los bosques se extendían llenos de vida. Desde el balcón en la habitación de Vegeta se veía hermoso. Con su frente en alto, esperaba. Escucha el sonido de la puerta, su paciencia era recompensada. Al voltear Serena caminaba hasta él, con ésas mejillas infladas y refunfuñando. —Jmjmjm, mujer. Ni enojada dejas de gustarme. —La levanta de la cintura, da unas vueltas y se tira con ella en la cama.
Serena resopla por la nariz. Mira alrededor, le recuerda un poco a la habitación donde tuvieron la primera noche. —"Nuestra primera noche…"—Suspira con algo de temblor de sólo recordar lo caótica y arrebatada que fue ésa noche.
Vegeta frunce el ceño, la ayuda a quitarse los tenis. —Debes estar cansada, con hambre. Tomemos una ducha rápida, traje un par de libros sobre autos clásicos o si prefieres buscamos una película. —Negocia con ella, en caso de que le diga que está muy cansada y que prefiere irse a su cuarto.
Serena frunce el ceño, se apoya con sus codos. — ¿Todavía no te bañaste?—Empieza a regañarlo. — Hoy tuviste una Carrera muy larga, eso es malo para la recuperación de tus músculos.
Vegeta le cierra la boca con una mano, se sube a horcajadas de ella. — ¡Sshhhtt! Ya me bañé e hice media hora de cardio. —La sigue desvistiendo. — ¡Por Dios! Dame tiempo para responder a tus quejas sin sentido. Vas a bañarte, comer y descansar. No creas que no he notado que sólo has tomado líquido.
— ¡Ay!—Serena le chilla cuando le quita de un tirón la camiseta. —Jummm… —Une sus manos en medio de su pecho, como si se tapara. —Qué controlador eres. —Lo señala, como si señalara la bandera roja en su cara.
Vegeta le pica la frente con el índice. —Mira quien habla… —La deja en ropa interior y se va a preparar la ducha.
Serena lo sigue, suspira pensado si es buen momento de sacar el tema. Sus entrañas se oprimen, casi doblándola ¿Será porque no ha comido? —"Estamos en plena temporada, no quiero tener problemas ¿Pero por qué los tendría si no hay nada que ocultar?" —Al meterse, estaba por sacarse la ropa interior. Parpadea y se encuentra con Vegeta desnudo. —Tú ya estás bañado. —Le señala la puerta para que se vaya.
—Serena, Serena… —Vegeta levanta su mentón, muy arrogante. —Bastante me aguanté recién, mientras te quitaba la ropa. —La atrapa de la muñeca, de un tirón la deja frente a frente.
Sus narices se tocan, Serena mira de lado. —"¿Por qué hay un espejo largo en el baño?"
Vegeta sigue su mirada. —Jmjm, qué oportuno. —La abraza, desprende su brasier, sus manos bajan pesadamente y quita sus bragas. —Tan fresca…
Serena aclara su garganta, se tapa con los brazos. —N-No me gusta. —Esconde su rostro contra el pecho de Vegeta, sus caricias le quitan la fuerza. Apoya sus manos contra él, en sus pectorales.
Vegeta la sostiene, parece debilitada. La ubica de espaldas, ambas figuras desnudas entre el vapor del agua. Su polla está caliente y en guardia. —Te ves tan jodidamente sexy. —Toma su mentón, forzándola a verse.
Serena espía con un ojo. Como si no fuera suficiente el escultural cuerpo de Vegeta como Dios lo trajo al mundo, ahí está en el reflejo, sin pudor. Traga saliva, su centro palpita al sentir su miembro dando saltos entre ellos. —Hmmm, no tanto como ésas de pecho enorme y cintura diminuta que posaban contigo. —Frunce el ceño.
—Exactamente eso. Quiero que veas lo que yo veo… —Vegeta baja su palma completa, desde la altura de sus muslos, peina la suavidad de su piel, sube por la línea de su espalda. Ella levanta la vista, sus pechos presionados contra él, adornados por ése tono rojizo; un rubor entre la pena y la excitación. —Si veías deseo en mis ojos, es porque solo con mirarte me pones. Haces que mi pecho acelere y solo en meterme aquí… —Mete un dedo, desde atrás le da una leve caricia a los labios calientes de su vagina. —Sí, solo aquí. —Muerde su labio inferior. Ella de nuevo parece de gelatina entre sus brazos, le agrada saber que ya no se resiste a las sensaciones.
Serena espía de nuevo, ve su espalda, su piel contrasta con la piel morena de Vegeta. Se sostiene de sus brazos, puede notar algunas marcas en su trasero y le da algo de pena ver que el pecho de Vegeta siempre tiene sus uñas marcadas, así como su cuello y espalda. —"¿Qué van a pensar cuando hagamos cosas en bikini?" —Piensa intentar no dejarle marcas en la piel.
Vegeta pasa la mano por su trasero de nuevo, sube hasta sus senos. Le deja una caricia con el revés de la mano. — ¿Te lastimé? —Culmina en sus puntas endurecidas.
Serena observa su mirada llena de preocupación. —No, nunca duele cuando me tocas. —Enreda sus brazos a su cuello. Lo besa con pasión, disfruta del momento.
El abre sus piernas, la levanta hasta la ducha. Vegeta lame su labio inferior, Serena abre la boca para aceptar su lengua. Casi involuntariamente sus sexos se frotan piel con piel. La baja sobre el chorro de agua, se mete con ella. — ¡Uufff! —Salpica agua a los lados. —Ya habrá tiempo, todavía tienes que comer.
Serena frunce los labios ¿De dónde tanta madurez y consideración? —Uh ¿Qué? —Da un saltito, Vegeta la empieza a enjabonar y a fregar su cuerpo.
— ¿Qué? Es un baño legítimo. —Vegeta chilla, se dobla un poco de dolor poético. — ¡Oh, siempre tan mal pensada!
— ¡Hmp! ¡Pues a ése mejor tenerlo vigilado! —Serena acusa con el dedo a la vívida erección de Vegeta. Lo escucha reírse, parece el mismo Diablo ahí tentándola. Se deja enjabonar y enjuagar. Cuando salen del baño, con batas y supone que es hora de la acción, no obstante, llega la cena. Dumplings de pollo y cerdo, ensalada. Se sientan junto a la cama, en la mesita de té. Vegeta le muestra un libro sobre la historia de Ferrari y Alfa Romeo. Serena lo abre, recuerda haber dejado sus lentes, su vista está cansada y le pica.
—Bueno, otro día leemos ¿Qué dices una película? —Vegeta busca en el menú en la televisión.
—El otro día pensaba en ésa película de acción. —Serena traga el bocado. — ¡Comando de 1985! Con Schwarzenegger, yendo a rescatar a su hija ¡Volando todo en cachitos!
Vegeta levanta las cejas, le extraña lo entusiasmada que está con una película así. —Sí, Comando será. Jajaja, eres una caja sin fondo de sorpresas.
Serena sonríe, sigue comiendo. Hablan un poco del próximo viaje, que será el más largo. Vegeta acomoda la televisión y el sofá. Tira varias almohadas y colchas, le presta una sudadera a Serena y unos pantaloncillos. Él se pone una camiseta y un bóxer. Se recuesta, Serena se acomoda en su pecho, se siente fresca, llena y tan a gusto. Miran la película. —Mmm, así que lo de ver una película era legítimo.
Vegeta la escucha, acaricia su cabeza, la mantiene presionada contra él. Es muy reconfortante. —Sí, quiero que descanses bien. —Habla sincero, está disfrutando de verdad. Sentirla así junto a él, si bien el contacto lo excita, quiere esperar a la hora de dormir. —"Tan adorable, tan tierna…" —Su mente divaga.
Serena escucha la respiración de Vegeta, tan profunda y su corazón latiendo fuerte. Siente que la consiente tanto, de pronto en la calma de su mente vuelven a surgir sus dudas. —"¿Qué mejor momento para preguntar algo así que ahora? Estamos tranquilos, desde que pasó lo que pasó aquella vez estamos bien. Vamos dando pequeños pasos ¿Si le pregunto será un paso muy grande? No, no, debo confiar en él."—Mira la televisión, pero no le presta atención. Toma una bocanada de aire y coraje. —Vegeta. —Serena habla suave, apoya su mano contra su pecho y se endereza. —Quiero preguntarte algo.
Vegeta sonreía suavemente, acaricia su mejilla. —Seguro ¿Qué pasa? —La ve algo angustiada, como si tomara mucho valor lo que está por decirle. Su instinto de preservación le advierte el peligro, su ceño se frunce.
— ¿Qué es lo que pasó entre Bulma Briefs y tú? —Serena hace lugar, Vegeta se levanta de ahí. Mierda, se ve cabreado. Serena traga saliva y se siente como espinas.
— Ya te lo he dicho todo. —Vegeta levanta el tono, presiona los puños.
—Quiero saber los detalles, quiero que me cuentes qué sucedió. —Serena se pone de pie, teme la reacción de Vegeta, pero tampoco puede dejar de enfrentarlo.
Vegeta peina su cabello para atrás, presiona los labios. Exhala para calmarse. —Ella fue una gran científica, su sueño era la Empresa de Carreras y—
Serena lo confirma, algo le oculta. — ¡No! ¡No quiero que me repitas el guion que te aprendiste! —Serena estalla frustrada. — ¡Quiero que me digas qué pasó!
— ¡¿Pero de dónde mierda salen éstas preguntas?!—Vegeta se desconcierta, pero son solo sus defensas tratando de actuar. No quiere creer que éste momento entre ellos ha llegado.
—Salen exactamente del mismo lugar de donde me he escondido de ti todo éste tiempo. —Serena siente de nuevo ésa opresión en el estómago. —He tratado de evadirlo, de hacerme la tonta. Pero algo estás ocultando ¿De qué hablabas con tu abogado de los Briefs? ¿Por qué te alteras así cuando sale el tema? Algo más tuvo que pasar entre ustedes, sino no hay explicación.
¿Cómo es posible? Estaban tan bien hace menos de dos minutos y ahora esto. El aire cambió completamente. — ¿Qué más? ¿A ver? —Vegeta camina hasta ella, quiere encontrar una manera de responder al ataque o ganar la pelea. Su orgullo quiere dar vuelta de hoja y fin de la historia.
—Con tu actitud, solo me haces pensar lo peor y creer las habladurías. —Lo señala, está cabreada. —Tú fuiste amante de Bulma Briefs, fuiste un tercero en discordia mientras ella estaba comprometida. —Lo ve caminar de un lado al otro, enojándose todavía más. — ¡Ella te lastimó!—Sube la apuesta. — ¡Es por eso que no confías en las mujeres!
Vegeta mira a los lados, se frota el rostro. Muerde su labio inferior, reprimiendo sus emociones. —No sé qué más quieres que te diga. Ya lo sabes todo. —Con mucho sarcasmo, dibuja una sonrisa irónica.
Serena niega, rechista y sacude su puño. — ¡No Vegeta! ¡Quiero que me lo cuentes tú! ¡¿Acaso quieres que también crea que la usaste para quedarte con su empresa?!
— ¡¿Qué diferencia va a hacer?! ¡No se puede volver el tiempo atrás!—Vegeta tiene la mente llena de las discusiones con Bulma, los gritos, los desacuerdos, el maldito drama. — ¡Ya no hay nada que pueda hacer!
— ¡El punto es que quiero que confíes en mí! —Serena grita, golpea su pecho.
— ¡Confío en ti! —Vegeta sacude los puños.
— ¡DEMUÉSTRALO! —La garganta de Serena duele, siente el dolor expandirse en su cabeza.
Puede verla tan agitada como él, con los hombros subiendo y bajando. La garganta se le oprime. —No entiendo, en verdad no entiendo ¡Las mujeres y su necesidad de hacer un puto drama! —Los reclamos de Bulma lo aturden por dentro…
—"… ¡¿Y qué quieres que haga?! ¡TU SIEMPRE SERÁS EL MISMO! ¡NECESITO ALGO MÁS QUE SOLO FOLLAR!"
Vegeta se cubre los oídos, trata de sólo escuchar su voz interna. —"No quiero Serena, no quiero que me odies, que te alejes porque vas a ver que no puedo cambiar." —Se da cuenta que está enojado con él mismo.
Serena puede notar su rostro, siente que esto lo está afectando como la otra vez. Mira a la puerta, puede tomar éstos momentos de tensión e irse. Traga saliva, intenta acercar su mano, tocarlo. —Vegeta…
Toca su brazo, Vegeta mira la mano de Serena, la toma, trata de alejarla para reprimir la necesidad. Los gritos, las peleas, los insectos subiendo por su piel. La muñeca rota en el suelo. —No quiero hacerte mal… —Musita rechinando los dientes, quiere tirarla contra la cama, no pensar en nada más que el placer de estar desnudos. Se niega, se resiste a hacerle de nuevo lo mismo. —Necesito estar solo. —Siente una roca que quema su garganta.
Las venas de su cuello se inflaman, observa como Vegeta lucha contra esto. Serena está segura que movió mucho más de lo que esperaba. Escucharlo decir eso, de nuevo el dolor en su estómago, casi se dobla hacia adelante. No es hambre, ni cansancio, simplemente era miedo a que pasara exactamente lo que está pasando. —"Que él se aleje de mí…"—Aleja su mano y la cierra con fuerza, nunca quiso terminar mal con él. —Sí. Ya te había dicho que, si necesitabas estar solo, yo iba a aceptar. —Hace un esfuerzo sobrehumano para que su voz no se quiebre.
—Quiero decirte, pero— ¡Mierda! La impotencia lo enerva. —Quédate en la habitación si quieres.
Serena lo sigue con la vista, como aquella vez, sus ojos negros evaden su mirada. Contempla casi en cámara lenta como se viste y camina hasta la puerta. Aferra sus manos en su pecho, en tanto lo ve salir de la habitación y probablemente de su vida. —Ve-Ge-Ta. —Presiona el colgante de Luna.
Ya era casi media noche, Serena se iba por el pasillo, escribía un mensaje.
De: Serena
Vegeta, me fui a dormir a mi cuarto. Cuando te sientas bien podremos hablar.
Se mete, ahí está Ami en la cama de al lado y Lita. Niega al cielo, ya que le había dicho a su amiga castaña que podía estar con su pareja. En el silencio se cambia para dormir. —"Debí quedarme con su sudadera."—Suspira con melancolía.
— ¿Serena? —Ami se endereza, frota sus ojos. — ¿Pasó algo? Creí que dormirías con Vegeta.
Serena presiona sus labios, oculta su mirada con su flequillo. —Está todo bien. Hablemos mañana, tengo sueño. —Miente y se pierde entre las cobijas.
Perdido entre un trago y el otro, Vegeta se puso la capucha de su chaqueta y salió del hotel. Encontraba un pequeño bar y era suficiente. Pide whisky y/o ginebra, cualquiera, poco importa cuando solo busca un sedante. Toma el vaso y ve sus dedos temblar, sus dientes truenan de furia. Golpea el vaso vacío y pide que dejen la botella. Sus ojos rojos y amenazantes son difíciles de desobedecer. —"Menos con Serena, Je. Es testaruda y da pelea hasta el final…"—Recuerda sus primeros encuentros, ella tan delicada, sacaba el pecho frente a él, sabiendo que con un brazo la podía inmovilizar. Exactamente lo que hizo ahora, lo arrinconó, quebró su orgullo. Bebe, el alcohol lo quema, rechista ¿Cómo va a hacer ahora? Ella ha podido encontrar todos sus puntos vulnerables, jamás permitió a una mujer acercarse así ¡Ya lo sospechaba! ¡Esto es un error! ¡Seguir con ella era un maldito error! — ¿Lo es? —Odia sentirse así de débil, lo odia más que nada. Y al mismo tiempo estar con Serena es alucinante, el deseo, la satisfacción de su apetito carnal. Jamás se imaginó encontrar a una mujer así. Su pierna tiembla y se sigue bajando la botella. Mira su teléfono…
Toca la pantalla, la imagen del contacto de Serena. Su mensaje lo hace ver que no podrá escapar, tarde o temprano ella querrá saber. Era más fácil cuando era algo vacío, superficial. Cierra fuerte los ojos, la mirada llena de fuego de Serena, su voz quebrándose de tristeza. —"Soy el peor Serena, soy el peor. No te mereces estar con alguien así."—Apoya sus codos, presiona su cabeza entre sus manos.
—Hey, guapo. —Una mujer se acerca, frunce la vista. —Jaja ¿Mal de amores? ¿Necesitas compañía?
Vegeta se endereza, escanea a la mujer. Cabello negro, chaqueta de cuero, voluptuosa, su perfume repica en su nariz. —No gracias. Ya me voy. —Levanta la mano, paga y deja mucha propina. Sale afuera, rasca su nariz y renueva el aire en sus pulmones ¿Mal de amores? Él lo clasificaba como lío de faldas. —"Mal de amores. No lo puedo creer… Es sólo porque la necesito, es abstinencia ¡La maldita abstinencia!"—Rechina los dientes, mira al cielo. Su orgullo sufre y se revuelca. Quiere ir y tomar a Serena, pero bien sabe que no puede hacerlo y que más prefiere tenerla en sus brazos en buenos términos.
Al otro día, Serena estaba desayunando con Ami, Rei y Lita. Relataba los hechos. Se servían una segunda ronda de té.
—Wow… —Rei da un trago a su taza. — ¿Y qué le pasó?
Serena toma su teléfono. —Supongo que salió a dar una vuelta, no me respondió el mensaje. Kakarotto me envió una foto, están todos entrenando, así que calculo que estará bien… —Un vacío en su pecho se hace presente, tal vez él decidió dar todo por terminado; se entristece.
—Es muy pronto para sacar conclusiones. —Lita frota el hombro de Serena. —Después de una pelea, mejor dejar que las emociones se enfríen. Te lo digo por experiencia propia.
—Me parece un poco grosero que no le haya respondido el mensaje. —Rei frunce el ceño, muy altanera. —Aunque sea para saber si sigue vivo o qué le pasó.
Ami analiza, siente que todas tienen razón. —Tarde o temprano se van a cruzar, hoy mismo cuando tomemos el tren. —Le pasa una tostada con miel a su amiga. —No importa lo que pase, nosotras estaremos contigo.
Serena hace un puchero. —Gracias. —Muy alegre estira sus brazos y la taclean de un abrazo.
—Jajaja, si Mina supiera el chisme que se está perdiendo. —Rei dice en chiste, todas largan unas risitas. Ya quieren saber qué dirá ésa mujercita.
El arribo al tren es algo silencioso. Lita se toma del brazo de Bardock, Rei charla con Raditz. Serena charla con Dieciocho.
Dieciocho la escucha hablar y hablar de trabajo, horarios, itinerarios, como una máquina. Suspira, acomoda un mechón de cabello detrás de su oreja. —Serena. —Preocupada, pone un alto. — ¿Te pasa algo?
— ¿Eh? —Serena parpadea, acomoda sus lentes. En su vista entra Vegeta, detrás de todo el equipo ¡Maldición! No se ve para nada bien, sospecha que a ella también se le nota. —Está todo bien, me dormí tarde, es todo. —Refriega sus ojos, siente los párpados algo pesados.
—Jummm… —El instinto de la rubia le advierte, de hecho, todos se dan cuenta que actúan raro. Evaden sus miradas y hacen como si nada.
Ahí está Serena, Vegeta la mira y no puede evitar la incomodidad. Por otro lado, no la ve enojada, eso es bueno. —Te ayudo. —Agarra su maleta.
—Gracias. —Serena sonríe brillante y por ésos segundos en los que sus ojos quedan conectados, sus dudas se borran. Tal vez es mejor dejar pasar un poco el enojo.
Vegeta se sienta y exhala, vuelve a inhalar y todo su pecho se estira. La espía desde el otro lado mientras se ajustan los cinturones. —"¿Qué posibilidades hay de que en verdad funcione? ¿De que en verdad no le haga daño?" —Reflexiona seriamente por primera vez sobre una mujer.
De: Vegeta
Llegué tarde. No quise molestarte, te ofrezco mil disculpas.
Serena lee el mensaje, su corazón da un pequeño vuelco. Sostiene el colgante de luna en una mano, sin darse cuenta.
De: Serena
Son aceptadas. Discúlpame si te grité. No es mi intención acusarte de nada o juzgarte.
Serena suspira, se inclina adelante antes de que el tren de alta velocidad arranque, lo mira explícitamente. Se siente conectada de nuevo. Empieza a reflexionar, si en verdad esto va a funcionar a pesar de todo. Si es así, una relación seria con Vegeta ¿Podría ser posible? Una llama de esperanza los hace sentir calidez.
Bajan del tren, después de tres horas el ambiente parece más relajado. Ami, Lita, Rei se adelantan a bajar y se unen a Mina.
—¡Feliz cumpleaños! —Gritan las chicas, con un cartel enorme que dice ¡FELICIDADES SERENA! Junto un par de serpentinas que vuelan.
Serena frunce el ceño, tarda un par de segundos en que el agua llegue al nivel de su tanque. — ¡Ay sí! ¡Se acordaron! —Las abraza. —Lo siento, en verdad que he estado trabajando mucho.
— ¡Feliz cumpleaños! —Kakarotto pasa un brazo encima del hombro de Serena, se le acerca a la cara. —Nos hubieras dicho, es buena excusa para comer pastel.
—Cough… —Serena lo aleja un poco. —Kakarotto… Cuida tus manos.
—Bueno, te deseamos todos, un feliz cumpleaños. —Krillin la saluda, los demás quedan mirado a Vegeta, esperan que reaccione y la salude.
El susodicho estaba parado, regañándose internamente por no saber ésta fecha tan importante. Y por demás, de estar en ésta situación con ella. Es tan inoportuno, quizás organice algo con ella después. La ve rodeada de sus amigas, entrelazando sus dedos, tan tímida. El golpe en el hombro de Nappa lo arroja al ruedo. —Uh. Sí. —Camina hasta ella, se siente tan tímido, que le cuesta actuar natural. —Feliz cumpleaños. —Le da un pequeño beso en la mejilla, sus ojos azules brillan.
— ¡Bien! ¡Podremos hacer una fiesta antes de viajar! —Launch aplaude contenta, atrapa a Milk del brazo como cómplice.
Serena sacude sus manos, está roja brillante. —No hace falta. No, no. Estamos tapados de trabajo, tenemos que irnos el lunes a primera hora a Singapur. —Mira su reloj y el calendario de su teléfono. —Solo visitaré a mis padres.
—Y después… —Mina se hace lugar, presiona su puño con orgullo. — ¡Noche de chicas! —Ondea su cabello triunfal. Escucha el gruñido demoníaco y al unísono del público masculino. — ¡Es una tradición! ¡Lo hacemos en cada cumpleaños de una de nosotras!
Raditz se cruza de brazos, inclina su cabeza en rechazo a Rei.
—Uh-Uh. —Rei le niega agitando su índice. —Es algo de nosotras, una tradición muy importante entre amigas.
—Cierto, casi no nos vemos. —Lita aclara, Bardock se cruza de brazos y le pone los ojos en blanco. —O sea, casi nunca nos vemos más que en la casa, el trabajo y a veces no es el grupo completo.
—Es tradición, nada malo va a pasar. —Ami se ríe, se cubre la boca, espía disimulada a Nappa ¿Le gustaría verlo celoso? Pero lo ve ahí relajado. —"Es porque es un hombre maduro y muy seguro de sí mismo."—Se siente orgullosa de él y se recuerda intentar ser más como él.
—Vamos, ya llega el transporte. —Nappa señala a la salida de la estación. Sí, lo molesta un poco eso de "sólo chicas", pero ¿Quién es él para reclamarle a Ami? Es joven, bonita y trabajadora, tiene derecho a divertirse. Sólo le gustaría no sentir éste miedo, de que alguien más la seduzca en ésa fiesta.
Serena se sentaba en su oficina, estaba sola organizando papeles y enviando mails. Escucha que llaman a la puerta. —Oh, Vegeta. —Serena mira a los lados tan rápido que es imperceptible, están solos, al menos no hay nadie alrededor.
—Serena ¿Estás muy ocupada?—Vegeta habla con voz suave, le molesta un poco que se note el ronquido que le quedó después de beber anoche.
—Pasa, sólo estoy acomodando algunos archivos. Se me hace más cómodo, hoy no quiero llevar papeles a casa.
—No sabía que era tu cumpleaños, discúlpame. —Vegeta se acerca, recuerda ése pequeño beso en su mejilla, quiere apretarlas pero para un beso en la boca.
Saca el pecho, el diálogo es sobre algo normal. Pero el aire ¡Dios! El aire se empieza a viciar. —No te preocupes, hace años que no le doy importancia. Voy a lo de mis padres, para dejarlos tranquilos y lo de Mina, pues, es una tontería. —Sube y baja los hombros, tratando de distraerse.
—Puedo ir si quieres, con tus padres. —Vegeta está frente a frente, baja la vista a sus ojos.
Serena sale de su estado de calor, ahora está el asombro. — ¿Qué? ¿Para qué?
—Para que vean que estás bien, que no deben preocuparse porque estás conmigo. —No parpadea, va en serio.
Serena no pestañea ni un segundo. — ¿Es por lo de mi hermano? Ya te dije que—
—Quiero hacerlo, qué tiene de malo. —Vegeta encoge sus hombros.
Serena rodea el escritorio y lo usa como barrera. —No quiero ir y dar la impresión de lo que no somos. —Se cruza de brazos. —Además, todavía necesitas estar solo ¿O no?
Vegeta queda petrificado, no quiere mentirle. —Sí. —Baja la vista. Sacude la cabeza y camina rápido hasta ella, la toma de la nuca. —No es un rompimiento. —Le aclara, muy contundente.
Un latido fuerte retumba en su pecho, la esperanza crece en Serena. Su paciencia parece ser recompensada. —Nunca dije que lo fuera. —Apoya sus manos en la cintura de Vegeta.
Alivio, el alivio al fin se hace presente. —Serena… —Completa los milímetros que separan sus bocas, la besa. Ella lo presiona y con gusto le da más, succiona con pasión sus labios color rosa. Siente ésa pequeña mordida en sus labios. Ahogarse, meterse en ella, aquí, ahora y olvidarse del mundo. La suelta y sacude la cabeza. —Todavía no, no quiero que sea así. —Frota su vista, trata de borrar las oleadas de imágenes de Serena rota como una muñeca.
Serena debe reprimir sus ansias, no solo por el estado emocional de Vegeta, también porque en cualquier momento vuelve Dieciocho y Tarble. —Sí, está bien. Jeje. —Se abanica el rostro con las manos. —Tú te tomas tu tiempo, yo voy a estar socializando. El tiempo pasará rápido ya verás.
— ¿A dónde irán con ésa rubia? —Vegeta con desconfianza.
Serena se ofende, queda con la boca abierta. — ¿Disculpa? —Deja caer la cadera de lado. —Es una fiesta de solo chicas, las hacemos en cada cumpleaños.
Vegeta resuena una risita nasal. —Sí. Bien conozco como terminó la última. —Afila su mirada.
—Qué bien que no vas a estar para hacer de mala influencia. —Serena ve que Dieciocho y Tarble entran a la oficina. Deja el asunto, pero antes de que Vegeta se vaya, comparten una mirada llena de malicia. —"Chico malo…" —Niega al cielo y vuelve a ponerse los lentes.
…
Jojojo…El drama se hace lugar… Our body is really ready? ¡Hasta el próximo viernes!
Saluditos…
Nita-chan84: Hola, jejeje, qué buen sabor de boca me deja el #SetSiete, cada vez que los veo juntos, pienso en cosas perversitas y mi mente canta: "Por favor Señora, no se me ofenda" :v XD 17 pasando el trapo por la cara de todos, entrando en su corcel salvaje ¡¿kien es ese onnnvvreee?! Es que Setsuna ha sido tan trabajadora y sacrificada, ya es hora de que coseche tanto esfuerzo. Queda bastante de Saiya, no nos preocupemos (como babeo al imaginar a Papi Bardock jugando con su perro) El Kakarotto todo salvaje, a puros empujones nos hace el amarre :v no perdamos la esperanza, además Milk también teme un poco ¿Qué pasaría si su relación no funcionara? Creo que no quiere llegar a romper los lazos o ésa rutina que tuvo que mantener durante tantos años. Broly, Brooolyyy, ya Mina está haciendo efectos en sus chacras oh sí. Ésa Mina, nunca podría ser vegana, ella vive a pura carne. Hay que darle un amuleto a Ami, para alejar a las ánimas que la acechan. Pues ahora el VegeRena, está empezando a separarse por las sombras, esperemos que Vegeta recobre valor. Los dos se enfrentan a la verdad. Muchas gracias por tu tiempo y tu rw, prepara las palomitas, que se vienen enfrentamientos todavía más fuertes.
