THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

Capítulo 33. El hombre del que la lady se olvidó que tenía que temer.

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En el momento en que Ino recibió la noticia de que su mejor amiga y persona favorita en el mundo iba a casarse, así como un pedido para ayudar a organizar la boda, se comprometió en cuerpo y alma a conseguir la perfección en cada detalle de ésta, para darle a Sakura ese día esplendido que se merecía.

No obstante, aunque la pelirrosa fue un sueño la mayor parte del tiempo pues era una novia bastante fácil de tratar y rápida al momento de tomar decisiones, hubo unas cuantas cosas que falló en calcular y otras por las que temía que se arruinara todo.

Primero que nada, Madara y su molesta tendencia a tomar de más y abrir su bocota en las ocasiones menos indicadas, segundo, los hermanos Haruno siendo una frágil granada capaz de detonarse y molestar a la pelirrosa hasta con el más inocente comentario y tercero, el propio Sasuke, cuya escasa personalidad y falta de habilidades sociales podían convertir el día soñado de su amada en una incómoda situación.

Quizá por ello, ya que esos tres factores de riesgo fueron los que más sencillo le fue identificar y a los que decidió que debía ponerles atención, no estuvo preparada para ver como la cena de ensayo previa a la boda que tanto esmero había puesto en organizar sufría un gran tropiezo gracias a la aparición de un cuarto problema.

Todo el inolvidable suceso tuvo lugar a mitad de la cena mientras todos estaban en sus mesas asignadas ocupándose en sus cosas. Sasuke, Sakura y sus cuatro padres estaban en la mesa principal conversando amenamente, los hermanos Haruno e Itachi Uchiha estaban entablando una "civilizada" discusión acerca de cuál de los novios era el más encantador, Madara estaba sentado con Naruto y los demás amigos del novio planeando un after para después de la cena y ella y su novio Sai estaban por fin probando bocado después de haber pasado todo el día preparando esa fiesta.

Ino solo se había tomado cuarenta y cinco minutos para comer y relajarse un poco cuando su descuido le cobró factura.

—Buenas noches a todos, quisiera hacer un brindis — de entre una de las mesas, Shikamaru Nara se levantó de su asiento dando pequeños golpes a una copa para llamar la atención de los demás invitados.

Al instante todos lo voltearon a ver y la inocente Sakura sonrió con dulzura esperando un hermoso discurso para su futuro esposo de parte de uno de sus amigos y Sasuke, por su lado, se sintió ligeramente aliviado de que fuera Shikamaru y no Naruto quien dijera unas palabras en su honor, pues no quería arriesgarse a ser avergonzado frente a tantas personas.

Ellos tampoco se esperaron lo que pasaría después.

—Primero que nada, quiero felicitar a mi gran amigo Sasuke por encontrar a la mujer de sus sueños y decirle que estoy muy orgulloso de verlo tan feliz y enamorado — ese fue un buen inicio, tanto que los presentes sonrieron enternecidos y se derritieron aún más cuando vieron al Uchiha darle un beso en la frente a su prometida, reafirmando las palabras del Nara —. Eres una mujer muy especial Sakura, solo alguien como tú hubiera sido capaz de capturar el corazón de alguien como nuestro Sasuke y derretirlo hasta volverlo arcilla en tus manos. Estoy seguro de que vas a cuidarlo muy bien y puedo asegurarte que él hará lo mismo contigo.

A la distancia, la pelirrosa le agradeció con una radiante sonrisa y todos aprovecharon la pausa que el hombre de pie hizo para darle un breve aplauso. Todos concordaban con él. Era imposible no hacerlo cuando la pareja celebrada era tan tierna y adorable de forma tan evidente.

La hermosa y pequeña novia, ataviada en un elegante vestido dorado, haciendo juego con el traje negro de discretos bordados en hilo de oro que su alto y apuesto prometido usaba, era una estampa que hacía que todos los presentes reconocieran de nueva cuenta lo hechos que estaban el uno para el otro. Además, a eso había que sumarle las sonrisas llenas de gozo, miradas afectuosas y gestos cariñosos que se proferían cada cuando.

Si se veían así en una pequeña cena como esa no podían tener menos que grandes expectativas por la gran boda.

—Habiendo dicho eso, creo que todos aquí tenemos una pequeña duda que nos encantaría que nos aclararan... ¿Cómo fue que decidieron comprometerse tan rápido? — tras hacer esa pregunta, Madara y Naruto se miraron el uno al otro no entendiendo por qué Shikamaru cuestionaba tan de repente aquello y en los novios la duda tampoco fue menor. Por su lado, Ino comenzó a sentir como su sexto sentido capaz de predecir el desastre hacia aparición —. Digo, hay personas que pasan una cantidad considerable de años en relaciones, invirtiendo tiempo, esfuerzo, dinero, mente y corazón... Vaciando todo su amor en ellas y haciendo todo lo posible por hacerlas una cosa hermosa para después no llegar a nada...

Mientras continuaba dando su extraño discurso que obviamente más bien era una declaración de despecho, Shikamaru se levantó de su asiento para comenzar a caminar entre los invitados como si fuera un pastor dando un sermón.

—Solo imaginen la suerte que debe tenerse para encontrar a tu alma gemela y conseguir dar este enorme paso al cabo de solo un año ¡Un año! — por si su exclamación no había sido suficiente, el Nara le dio un firme golpe a una mesa, asustando a los que la ocupaban y alarmando aún más a la feliz pareja de novios, quienes estaban seguros de que ahora que había comenzado ya era imposible parar el desastre —. ¡Este par de locos enamorados se conocieron, hicieron amigos, entraron en una relación y se comprometieron en menos de dos años! ¡Y yo que conocí a mi ex novia en la preparatoria, me hice su novio en el último año de la universidad y que estuve a su lado durante nueve años, no conseguí ni que quisiera mudarse conmigo!

Fue en ese momento que Ino, quien estaba tratando de encontrar el momento indicado para intervenir sin hacer aún más grande el escándalo, se dio cuenta de que el hombre de traje desaliñado y expresión furiosamente entristecida estaba ebrio. El alcohol le había dado el suficiente valor como para empezar un berrinche por una relación fallida en un evento importante que celebraba precisamente algo a lo que él no pudo llegar: un matrimonio.

A su lado, su novio Sai hizo lo mejor que pudo para contenerla de levantarse e ir a darle una paliza al tipo cuando éste comenzó a enumerar los motivos por los que pensó que Sasuke jamás conseguiría que alguien lo quisiera, argumentando en el proceso que estaba feliz de haberse equivocado pues después de todo era su amigo, pero que aun así no comprendía por qué a él cupido no le había favorecido de la misma manera.

—¿Lo podemos demandar por esto? — Madara le preguntó a Naruto, quien simplemente negó con la cabeza mientras seguía escuchando, horrorizado, el discurso de su amigo y rogaba al cielo que Sasuke no fuera a matarlo y tirar su cuerpo en un deshuesadero después de eso.

—¡Le di todo de mí! ¡Me esforcé por ella en absolutamente cada aspecto! ¡Renuncie a mil cosas por su bienestar!... ¡Para que al final decidiera dejarme porque se dio cuenta de que no se veía casada conmigo! ¡Todo cuando estos dos nos enviaron la invitación a su boda! — esa clara indicación de culpabilidad la acompañó señalando con el dedo a los novios, quienes con la boca desencajada lo observaron como si no pudieran creer lo que escuchaban —. ¡Así que más les vale amarse, respetarse y ser muy felices juntos por el resto de sus vidas, porque en el proceso de tener su final feliz arrastraron mi relación y mi corazón como si fuera una lata atada a su carroza nupcial! ¡Sí, eso hicieron! ¡Maldito Sasuke, te voy a matar!

El hombre estaba tan alcoholizado y colérico que, sin dudar, intentó lanzarse al novio para ponerle las manos sobre el cuello, aunque antes tropezó con sus propios pies y cayó de cara contra el suelo. Todos exclamaron impresionados por el sonoro golpe, sin embargo, como si fuera un zombi sediento de sangre, Shikamaru intentó levantarse para volver a tratar de atacar al Uchiha, solo que antes sintió el peso de dos hombres ejerciendo presión para someterlo.

—¡Suéltenme! ¡Merezco venganza, esos dos arruinaron mi vida indirectamente! — quien quiera que estuviera grabando el memorable momento seguro capturó la imagen de los todavía demasiado impactados novios observando como Shikamaru era levantado y llevado a la salida mientras pataleaba y suplicaba —. ¡Esto es injusto! ¡La vida es injusta! ¡Pero aun así felicidades Sasuke! ¡Te amo hermano! ¡Y tú vas a ser la novia hermosa y perfecta de todas Sakura! ¡Les deseo lo mejor!

Tras ser sacado del elegante salón, éste se sumió un incómodo silencio mientras todos trataban de digerir lo que había pasado, sobre todo los futuros señor y señora Uchiha, aunque, al cabo de unos segundos, ambos trataron de disimular sus enredadas emociones ante sus invitados con nerviosas sonrisas y silenciosos gestos de disculpa. Por su lado, Ino vio la oportunidad perfecta para ir a cobrar el mal rato y con la mirada le indicó a Madara que la acompañara a darle un pequeño regaño a Shikamaru.

Así pues, viendo como la cena estaba en peligro de terminar por ese indeseado incidente y queriendo salvar al par de novios (sobre todo a Sasuke) de sufrir un derrame cerebral por la furia derivada de éste, esta vez fue Sasori quien decidió llamar la atención de todos para dar un brindis.

Si bien el pelirrojo tenía buenas intenciones al tomar la palabra, en cuanto los señores Haruno lo vieron ponerse de pie se miraron con preocupación, anticipándose a que su hijo contribuyera a arruinar el día especial de su hermana menor.

Para sorpresa de todos, incluyendo al propio Sasori, no fue así.

—Hola, para los que no me conocen soy uno de los hermanos de la novia... Yo ummm, creo que este es uno de esos momentos en los que es vital sincerarse con alguien y hacerle saber lo feliz que estás por él al verlo dar un paso tan importante como el matrimonio — estaba evidentemente nervioso y había un

extraño destello en su mirada cuando los vio, que tanto a Sasuke como a Sakura les pareció intrigante —. Hace muchos años que espero la ocasión perfecta para hacerle saber a mi hermanita lo orgulloso que estoy de todo lo que ha construido y... Pedirle perdón por no haberla acompañado en el proceso. Sé que nunca pudimos ser la familia que necesitabas y te merecías, pero espero que puedas apreciar estas palabras que les dedico a ti y a Sasuke desde el fondo de mi corazón como si fuera al menos un viejo conocido.

La pelirrosa observó a su hermano mayor a los ojos notando como él trataba de contener su pesar, lo que a su vez provocó que comenzará a sentirse igual de sensible que él. Ni siquiera pudo apartar su mirada del pelirrojo cuando su prometido le tomó la mano por debajo de la mesa en señal de apoyo.

— Sakura siempre ha sido la persona más hermosa, encantadora y especial a donde quiera que vaya. Una cualidad que siempre ha poseído incluso en los tiempos en que era la pequeña bebé que nos acompañaba a todas partes desde que aprendió a caminar. Ya fuera a hacer compras, los campos, las afueras de la ciudad, cualquier lugar donde pudiera divertirse y ensuciarse un poco, igual que mis hermanos y yo — tanto Gaara como Nagato sonrieron con la mirada baja, recordando esos días que no supieron valor hasta que fue muy tarde e, internamente, Sakura también evocó las pocas buenas memorias que tenía con ellos con nostalgia —. Siempre ha sido una niña sensible y dulce a la que ya que nosotros no éramos capaces de cuidar sentíamos miedo de que terminara en el camino de la persona equivocada... Para nuestra buena suerte, Sasuke es justo lo opuesto.

Fue al escuchar nombrar al Uchiha que Sakura pudo apartar su atención de su hermano para dirigirla al hombre con quien iba a casarse y verlo con absoluta devoción. Tenía los ojos cristalizados por las lágrimas que amenazaban con salir y por ello el pelinegro le acarició la mejilla con cariño.

Viendo ese pequeño gesto que venía acompañado de las palabras de su hijo, Kizashi se ocultó en el hombro de su esposa tratando de contener sus propias emociones para no llorar en público y Fugaku, quien era medianamente conocedor de la situación familiar de su nuera, le dio una consoladora palmada en un hombro.

—Es gentil, cariñoso, dulce y dedicado. El reflejo de las mejores cualidades de mi hermanita. Su completa alma gemela... El protector perfecto para el tesoro más grande que los Haruno tenemos y por eso, en el acto de amor más genuino que mis hermanos y yo podemos llevar a cabo por nuestra Sakura, estamos seguros de dejarla ir y verla convertirse en una Uchiha — Sasori sintió como su alma por fin se liberaba del peso del dolor y la culpa que siempre lo aquejó cuando vio a Sakura sonreírle con enorme afecto y agradecimiento, como si por fin le estuviera perdonando aunque fuera parcialmente por todo el dolor del pasado. Así que, extasiado por ello, levantó su copa de champagne, siendo seguido de inmediato por los demás invitados —. ¡Sasuke! ¡Muchas gracias por llegar a nuestras vidas! ¡Vas a ser un esposo excelente! ¡Y tú hermanita, la mujer más feliz del mundo! ¡Te lo mereces!... ¡Por los Uchiha!

—¡Por los Uchiha! — todos exclamaron al toque, incluyendo Ino y Madara, quienes venían regresando del salón mientras intentaban acomodar sus vestimentas luego de la "amistosa charla" que acababan de tener con Shikamaru.

Sasori se acercó al par de novios en compañía de sus dos hermanos y les dieron un fuerte abrazo, con lágrimas incluidas, para cerrar con sus buenos deseos. Siendo correspondidos con la misma afectuosidad de parte de la pelirrosa y una inusual sonrisa de aceptación y gratitud por parte de su cuñado.

Al final, la noche resultó en algo mucho más especial de lo que tanto Sasuke como Sakura habían esperado de ella. No solo habían reafirmado ante sus seres más queridos la pareja tan hermosa y querida que eran, sino que también habían conseguido dar un paso adelante en cuanto a la tormentosa relación que tenían con los hermanos Haruno.

Ni siquiera Shikamaru, ese hombre que hace tantos años aquella adivina predijo que un día arruinaría uno de los momentos más especiales para la Haruno, consiguió que ésta se sintiera menos feliz y afortunada. Después de todo, así hubiera caído un meteorito en medio de la celebración, mientras estuviera con su amado futuro esposo, nada podría hacer menos precioso el cuento de hadas que estaba viviendo.

...

NOTAS FINALES:

Quiero pedir perdón por toda esta larga tardanza, tuve que volver a hacer una depuración de mis planes para este fic porque no quiero alargarlo demasiado con capítulos que no merecen la pena y a mitad del proceso una gripe me agarro desprevenida y aun no me he podido librar de ella.

De todas maneras, les doy las gracias por sus buenos deseos respecto a mi estado de salud física y mental, sé que solo soy un pixel en su vida cuyo contenido les gusta, pero aun así no saben cuánto aprecio cuando me dan palabras bonitas. En serio mil gracias.

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Como en cada ocasión les pido que me hagan saber qué les pareció este capítulo y que esperan del siguiente... Porque sí, ya nos espera la boda AJUAAAAAAA jajajaja.

Yo también espero que estén muy bien y que sigan acompañándome en esta historia los capítulos que aún nos faltan. Sin más que decir, nos vemos en la siguiente actualización. Bye!