Danmachi La esperanza del calabozo Capitulo 1 - ¿Quién eres?

Todo lo que veía era Oscuridad por bastante tiempo al menos hasta que pude recordar un rostro, una bella chica que parecía tener un plumaje por casi todo su cuerpo, su cálida sonrisa que me dio antes de caer dormido.

No pude darle las gracias por haber evitado que el Minotauro me aplastara, quería decir una palabra de agradecimiento, pero en esos momentos dolía incluso estar consiente.

-¿Quién eres?

Mi pregunta no tuvo respuesta lo único que vi fue una luz intensa por unos breves momentos, luego, desperté.

Al enfocar mi visión vi un techo desconocido y la intensa luz que molestaba provenía de una ventana cercana donde se filtraba el sol, tuve que esperar unos minutos a que me acostumbrara cuando finalmente pude dar un vistazo más a detalle a la habitación.

Un cuarto de hospital muy lujoso como para poder pagarlo en mi actual situación económica.

Me tomo un par de segundos más hasta que note una cabellera negra que estaban amarrados en dos coletas, mi Diosa estaba durmiendo en un asiento a mi costado, desconozco cuanto tiempo paso desde mi encuentro en el piso 5, aunque no puedo evitar seguir pensando en la chica que me salvo.

-Bell-kun

Seguí absorto en mis pensamientos lo suficiente como para no darme cuenta que mi Diosa se había despertado solamente lo supe cuando la escuché decir mi nombre.

-¿Kami-sama dónde estoy?

-Tonto, ¿Es lo primero que preguntas en tu estado? Casi mueres en el quinto piso por un minotauro, ¿no dijiste que volverías siempre conmigo?

-Lo siento Kami-sama, no llore, no he ido a ninguna parte, todavía estoy vivo como lo prometí.

-Tonto

Pequeñas lagrimas aún se dejaban ver por las comisuras de los ojos de mi Diosa, actúe como todo un imbécil imprudente, la abre hecho llorar un largo rato antes de despertar.

Pero como alguna vez mi abuelo me enseño, no hay que ser la causa del llanto de una mujer, no hacerlas llorar directa o indirectamente, eso para mi implicaba si fuera culpa mía o no que ese minotauro me atacara en el piso 5.

-Eh?

Kami-sama no pudo evitar sorprenderse al ser abrazada, era lo único que se me ocurría hacer en estos casos, disculparme por cada lagrima derramada.

Estuvimos abrazados un par de segundos sin emitir ningún ruido, ambos entendimos que era lo mejor por ahora.

Al cabo de unos momentos ambos se separaron.

-Bell-kun sigues siendo un tonto por preocuparme de esta manera, pero estoy feliz de que hayas mantenido tu promesa de volver.

-Así será, no la dejare sola luego de que haya sido la única que me acepto en su familia, me ha dado la oportunidad de cumplir mis sueños, no la hare llorar otra vez.

-Gracias Bell-kun

Luego de esas breves palabras Bell contemplo el cuarto nuevamente

-¿Kami-sama en donde estamos?

-Estas en la Farmacia de Dian Sech la familia Loki te trajo luego de encontrarte moribundo en el piso 5.

Una voz desconocida llego a la habitación, lo que provocó que el albino se sobresalte un poco, su breve explicación basto para entender su posición, sin embargo, los gastos que estos conllevaban no era algo que pudiese pagar.

-No te preocupes por los gastos, estos van a cuenta de la familia Loki, fueron a ellos quienes se les escapo el minotauro que te dejo en ese estado, no hay de que preocuparse.

Como si supiera lo que estaba pensando la voz que ingreso al lugar interrumpió al chico adelantándose a lo que diría.

Se trataba de una chica de cabello plateado, ojos morados, su rostro era como si fuera esculpido al igual que una elaborada muñeca, ella no parecía expresar nada en su estoico rostro.

-Mi nombre es Airmid soy la encargada de la farmacia de Dian Sech, solo vengo a darte un chequeo médico. Si me permite un momento Diosa Hestia, no tomara mucho tiempo.

Su voz monótona hizo que Hestia se apartara sin decir nada.

Después de la revisión rápida Airmid se puso de pie y hablo con la misma voz tranquila hacia su paciente.

-Afortunadamente no hubo ninguna herida que no sanase con métodos convencionales, me sorprende que no hayas estado en una peor condición al enfrentar un Minotauro en tu nivel 1.

-Creo que solo fue suerte.

La chica peli plateada negó con la cabeza a la respuesta de Bell

-Esto parece ser mas que suerte, he tenido pacientes heridos de peor forma por algo mucho menor a un Minotauro, tu siendo un novato sobreviviste a tu encuentro, te felicito por eso, pero deberás tener mucho mayor cuidado a partir de ahora cada que entres al calabozo, siento que serás un imán de problemas.

Lo ultimo Airmid lo dijo con una cara bastante escalofriante, era como si supiera lo que Bell haría en un futuro.

-lo tendré señorita Airmid.

Asintiendo tan veloz como se lo permitía su cuerpo el peli blanco vio a la peli plata cambiar su expresión a la de antes a fin de terminar la revisión de su paciente.

-¿Cuánto tiempo llevo aquí?

Pregunto el chico captando que la sanadora iba a la salida del cuarto.

-Llevas un día entero inconsciente por el agotamiento, ya puedes ir a casa Bell Cranel aunque te recomendaría no entrar al calabozo por el momento, mas que nada por salud mental, reposa un par de días, también para recordarle a tu diosa que la familia Loki la esperan en la sala de espera.

-Gracias por todo nuevamente señorita Airmid

-Le agradezco que haya cuidado de mi Bell-Kun, señorita sanadora solo diles a los hijos de Loki que estaré en unos minutos allá.

Ambos realizaron una reverencia a la chica frente a ellos lo que le hizo dar una leve son sonrisa en el momento que salía de la habitación.

-No es nada, es un placer poder ayudar siempre.

Sus palabras casi fueron inaudibles para Hestia y Bell cuando por fin cerró la puerta, le sonrieron cálidamente antes de voltearse a ver uno al otro.

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Sala de espera de la farmacia Dian Sech

-Está tardando algo ¿Creen que se complicó algo con el chico?

-No parece ser el caso Airmid solo nos dijo que la Diosa Hestia vendrá pronto, no informo nada de repercusiones en el niño.

-sea como sea, nuestro descuido casi le arrebata la vida, no te impacientes Gareth.

En el lugar se hallaban 4 de los mayores ejecutivos de la familia Loki.

Alto ejecutivo, Gareth Landrock, un enano de cabello y barba castaños.

Capitan de la Familia Loki, Finn Deimne, un Pallum de cabellera rubia y ojos azules.

Vice capitana, Riveria Ljos Alf, una elfa noble que tiene el cabello junto a los ojos de un color jade.

Por último, una chica que contaba con una cabellera rubia que iba a juego con sus ojos dorados, su nombre era Aiz Wallenstein.

Esta última no decía nada en la conversación de sus capitanes, mirando impaciente el pasillo del que hace unos instantes salió Airmid.

Los tres conversaron brevemente por un tiempo, aguardando por el instante que se presentara le Diosa de coletas.

No paso mucho por que enseguida se percibieron 2 siluetas viniendo del pasillo, al instante de ver al chico en buen estado suspiraron pesadamente, seguidamente los 3 altos mandos fueron en su dirección, dejando.

-Tu debes ser Bell Cranel, un gusto, mi nombre es Finn Deimne, soy el capitán de la familia Loki, ya conocimos a su Diosa y le repetiremos lo que le dijimos a Hestia-sama.

Inmediatamente de presentarse al peli blanco todos notaron su nerviosismo casi incapaz de responder al saludo.

-No hay porque estar nervioso, en realidad nosotros somos quienes deberían estar apenados contigo.

Dijo el Pallum calmando la tensión en el cuerpo de Bell.

-Ella es la vice capitana Riveria y él es Gareth Landrock

Continuo el rubio señalando a sus acompañantes a un lado suyo dándoles un breve espacio para que dieran un paso al frente.

-Perdón chico, tuvimos un descuido con decenas de minotauros cuando se engendraron por los pisos intermedios, la mayoría de ellos escapo hacia los pisos superiores y terminaste topándote con el último de ellos.

-Una disculpa joven, nuestro error casi te cuesta la vida, es un alivio que estes vivo.

Gareth junto a Riveria se disculparon causando que Bell volviera a su nerviosismo nuevamente, sin poder decir nada teniendo a los aventureros más fuertes de la Familia Loki delante de él.

-No tienen por qué disculparse de esta manera, fue un error mío también estar ahí, mi asesora ya me había advertido de no bajar al quinto piso.

-Eso no cambia nada Bell Cranel, nuestra familia fue responsable del incidente por lo que cada gasto hospitalario lo pagaremos nosotros.

Interrumpió Finn.

-Tu haz caso chico solamente quisiera saber ¿cuál es tu nivel? Dijiste que tu asesor no te ha permitido bajar al piso 5.

-Eee… bueno soy nivel 1, fue apenas hace 2 semanas que me convertí en aventurero.

La respuesta que Bell le dio a Gareth dejo más confundidos a los capitanes, al mismo tiempo que la chica rubia se concentraba más en la conversación.

-Si te aventuraste al calabozo por primera vez hace 2 semanas ¿cómo derrotaste al Minotauro?

-Bueno en realidad estuve escapando del minotauro por algo de tiempo, sin embargo, mis esfuerzos fueron inútiles, me arrincono en un callejón sin salida, gracias a que se distrajo con algo yo pude correr de ahí, no obstante, no tardó mucho en alcanzarme nuevamente, fue una chica quien me termino salvando antes que me aplastaran, por mis heridas no pude distinguirla por completo, creo que puede pertenecer a su familia, creo que tenía el cabello dorado, solamente quería darle las gracias por salvarme.

Ante las palabras del peli blanco los ejecutivos voltearon la cabeza con dirección de la chica rubia.

-Yo creo que te refieres a ella chico, oye Aiz ¿no habías dicho que el minotauro estaba muerto cuando tu llegaste?

Todos los presentes voltearon a verla, inmediatamente que sus ojos y los del chico de pelo blanco conectaron noto que hubo una leve expresión de confusión en su mirada.

-No quisiera sonar grosero, pero no me refería ella, la chica que me salvo tenía ojos azules.

Antes que Aiz dijera algo el peli blanco se le adelanto mirando fijamente a los capitanes.

-¿Eh? Pero en ese momento nadie, como la describes, de nuestra familia se encontraba en ese piso, los más adelantados eran Aiz y Bete que son los más rápidos.

-Lo más probable es que alguien de otra familia te haya rescatado, sin embargo, no entiendo porque no se quedó en sitio o dejaría tirada la piedra mágica del monstruo.

Las voces de Gareth y Riveria dejaron a Bell algo decaído, dándose cuenta que no tenia como agradecerle a esa chica.

Cosa que no paso desapercibida para nadie en el lugar, inclusive Aiz noto el estado de ánimo del chico.

-No te preocupes Bell Cranel, tal vez no sirva de mucho para compensarte, pero si te parece bien intentaremos rastrearla para que puedas darle tu mensaje.

El Prum sugirió respecto al pequeño inconveniente.

-Espero solo sea para eso Bell-kun, en cuanto a ustedes hijos de Loki, no puedo decir nada mas que gracias por pagar los gastos del hospital, si eso era lo que debían decir procederemos a retirarnos, espero que ya no le causen mas problemas a mi Bell-kun.

Hestia que guardo silencio durante la breve charla por fin hablo con una notoria voz molesta tanto a su dependiente como a los ejecutivos de Loki.

Bell solo la miro con terror, retrocediendo unos pasos de ella.

Por otro lado, Finn llamo a la chica rubia para que se acercara, traía consigo una bolsa en sus manos.

Al estar frente a Bell Aiz extendió la bolsa para que la tomara.

-Es un regalo de Aiz, una disculpa por que ella estaba encargada de matar a ese minotauro, la bolsa tiene 50000 valis, parte de ellos es de la piedra mágica del minotauro y otra parte de monstruos que acabo en su regreso a la superficie desde el piso.

Dijo la alta elfa haciendo que las mejillas de Bell se enrojecieran intentando negar el obsequio, sin darse cuenta que Aiz también tenía un leve sonrojo de vergüenza al no poder decir las palabras que dijo Riveria por ella misma.

-No puedo aceptar señorita Aiz.

Empujando levemente la bolsa a la rubia intento negar del regalo.

-Acéptalo Bell Cranel, es lo menos que puede hacer nuestra familia.

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-No sea descortés al rechazar un regalo de la Princesa de la espada.

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-Así es chico, Aiz Wallenstein ni mas ni menos es quien te lo esta dando, tómalo sin pena, otros chicos matarían por estar en tu lugar.

Con una amplia sonrisa Finn, Riveria y Gareth molestaban a ambos chicos, haciendo un exagerado énfasis en el título de Aiz.

Los dos agacharon la mirada sin poder decir algo, Bell estaba tan rojo como sus ojos y aunque no era perceptible para nadie Aiz era un manojo de nervios al ser molestada cuando quería disculparse.

-Vamos Bell-kun, los hijos de Loki se sienten mal por sus acciones, no los dejes esperando, con eso no tendrás que preocuparte por entrar al calabozo estos días y podrás reposar en cama como te aconsejo Airmid.

Que su Diosa dijera eso termino por convencer al peli blanco, que lentamente tomo la bolsa.

-Esta bien, muchas gracias señorita Wallenstein, acepto sus disculpas, sin embargo, no eran necesarias, los demás no eran capaces de ayudarme en ese momento y usted seguramente estaba acabando con otros Minotauros.

En cuanto dijo eso el rostro de Finn y Riveria cambio a uno de complicado con un rápido análisis.

-A que se refiere con eso joven?

-Acaso se topo con alguien mas cuando lo perseguía el minotauro?

Un breve escalofrió recorrió la espalda del albino, recordando esa persecución, la cara de lastima que todos le dieron, siendo incapaz de responder solo agacho la cabeza triste.

-Bueno… no es eso, mas bien… no es necesario hablar de ello.

Volteando a ver a su Diosa cambio de tema rápidamente.

-Hay cosas que tengo que arreglar en el gremio Kami-sama ya deberíamos irnos.

La actitud del chico cambio drásticamente, sin que pudieran hacer mucho el peli blanco camino a paso veloz a la salida de la Farmacia.

-Espera Bell-kun

Alcanzando a su dependiente Hestia se puso a su costado.

Antes de salir Bell se dio media vuelta sin ver directamente al rostro de los estupefactos ejecutivos.

-Perdonen mis modales, pero recordé algo que debo hacer, les agradezco su presencia junto a los gastos, espero llevarme bien con ustedes a futuro, adiós.

Fueron sus palabras al momento de salir de la farmacia.

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Camine un tiempo antes de siquiera voltear a ver a mi Diosa, en su mirada veía la preocupación, afortunadamente para mí, estábamos en una intercepción de calles poco transitadas, mejor aun es que no había nadie.

-¿Bell-kun paso algo?

La escuche decir eso, sin embargo, no hallaba las palabras que requerían la situación.

Ella inmediatamente noto eso y detuvo en seco con sus manos sosteniendo la mía.

-Bell-kun ten la confianza de decirme que te afecta o como te sientes, eres mi hijo después de todo.

El ver su rostro triste me hizo sentir mal, no considere como ella estaba viviendo los acontecimientos.

Di un largo suspiro dejando las dudas de lado.

-Es que… cuando el minotauro me perseguía vi que no era el único en ese piso, hubo aventureros de diferentes familias en cada esquina que giraba, sin embargo, por más que roge por ayuda escapaban y no puedo culparlos.

Kami-sama apretó un poco su agarre, cambiando su expresión a una más molesta, pero como no había contado todo aun, solo se limitó a escuchar.

-Entiendo, no tenían la obligación de ayudarme, pero me hizo preguntarme "De estar los papeles invertidos que hubiera hecho yo antes de ese encuentro", me sentí tan débil, tan inútil, sentí al propio calabozo burlarse de mi humillación alargando mi sufrimiento, pero no pude seguir mas adelante al ver que otros miembros de la Familia Loki también escaparon.

Lo ultimo que dije en verdad enfurecio a mi Diosa, su rostro expresaba lo que pensaba al respecto con tanta claridad como el agua.

-Entonces esos hijos de Loki siempre estuvieron ahí y no te ayudaron de su propia estupidez, esta vez esa Diosa plana me va a escuchar.

-Cálmese Diosa, no quiero mas conflictos, lo mejor es dejar las cosas así, ellos no parecían saber tampoco porque el minotauro estaba ahí, lo mas seguro es que eran de nivel 1 también.

Intente explicar, sosteniendo su mano.

-No hay mucha diferencia, se hacen llamar la familia mata gigantes y huyen al ver los problemas, no puede ser que, de todos, ellos dejen morir para salvar su pellejo de un error de su propia familia, ¿Qué hubiera pasado si te perdía?

Las lagrimas de sus ojos comenzaban a asomarse, la acerque en un vergonzoso abrazo tratando de tranquilizarla.

-Kami-sama es por eso que quiero buscar a esa chica, darle las gracias por permitirme volver con usted, iré con Eina-San a reportarme y ver si ella sabe algo de esa aventurera.

Lo que hice al final funciono, Kami-Sama se calmo por unos segundos luego se puso firme frente a mí.

-De acuerdo, pero ven inmediatamente a casa para actualizar tu estado una vez termines.

-Claro Kami-sama, no tardare mucho, nos vemos en casa.

Dije despidiéndome en camino al gremio.

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-Lo notaste Finn?

Expreso Riveria en un tono monótono.

-Si, no nos dijo todo lo que paso, seguramente los demás aventureros lo dejaron a su suerte, cuando le preguntamos de ellos nos evadió.

En misma forma el capitán respondió.

-Nos topamos un grupo de aventureros nuevos de la familia en ese piso, ellos son de los que no fueron a la expedición y son de nivel 1, tal vez ellos vieron algo, ¿le informamos a Loki para que los llame?

-No tiene sentido ahora, independientemente de las respuestas, el chico no parece querer involucrarse con nosotros luego de eso y no lo culpo, fue el único afectado, por ahora dejémoslo así Gareth.

Gareth solo se encogió de hombros a la respuesta de su capitán, lanzando una pregunta más al aire.

-Yo solo sigo preguntándome si Aiz no lo salvo ¿Quién es la mujer de la que habla?

-Quizá a su momento lo sepamos, pero eso no nos acontece ahora.

Gareth y Finn continuaron su camino normalmente, sin embargo, Riveria noto a Aiz caminando a unos cuantos pasos atrás de ellos con su rostro pensativo.

-¿Sucede algo Aiz?

Pregunto la elfa caminando a su paso, la princesa de la espada tardo un par de segundos en formular unas palabras.

-No pude disculparme adecuadamente.

Riveria entendió al instante que, por su broma, ella no había dicho ni una palabra con todo el esfuerzo que le tomo pensar en que decir.

-Perdón Aiz, fue nuestra culpa, pero no te preocupes, seguramente no será la ultima vez que lo veas, ya tendrás tu oportunidad.

Las palabras de la elfa noble tranquilizaron a la rubia, que dejaría pasar la situación para otro día.

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-!Entonces desobedeciste mis instrucciones, bajaste al piso 5 y te tuvo que salvar la familia Loki de un Minotauro¡

Como lo temía, al instante de llegar al gremio e intentar explicar mi ausencia por un día entero mi asesora Eina-San me sujeto molesta, me llevo a un cuarto insonorizado del gremio, donde comenzó su interrogatorio.

Por cada cosa que contaba era como si la hiciera enojar mas de alguna manera, no obstante, detenerme a la mitad era una sentencia de enfrentar su ira.

-En realidad la Familia Loki me trajo a la superficie, pago los gastos hospitalarios y se disculparon por el incidente, no se quien era la persona que me salvo Eina-San.

Lo que dije de algún modo freno su constante expresión enojada que iba en aumento.

-Entonces alguien más te salvo ¿se puede saber quién es?

-No tengo idea, quería saber si de algún modo podrías saberlo, yo estaba casi inconsciente, pero recuerdo que tenia como una cabellera rubia y ojos azules.

Hasta ahora había omitido lo de los monstruos ayudándome, mas porque si se lo dijera a Eina me tacharían de loco por ayudar a un par de monstruos, pero logre ocultarlo entre las palabras que decía.

-Mmmm, cabellera rubia, ojos azules, capaz de matar un minotauro, Bell kun, tu descripción sigue siendo muy simple, no sabría decirte con exactitud de quien se trate.

Eso me hizo agachar la mirada triste, realmente si era honesto ya esperaba algo así, mi búsqueda no sería tan fácil desde luego.

Eina se percató de mi actuar.

-¿Acaso te has enamorado Bell-kun?

Con una voz tranquila se inclinó en mi dirección con una sonrisa juguetona, dejando todo su enojo atrás, muy seguramente por percatarse de mi rostro decaído.

-N.. No pu.. puedo decir que sea el caso, es que… no pude agradecerle… se que si la veo la reconocería, pero en su momento mis heridas no me permitieron apreciar su apariencia como para dar al menos con su familia.

Con eso volví a tomar un color rojo en mi rostro, lo hundí sobre la mesa esperando que Eina olvide lo que había dicho.

-Escucha Bell, lo más seguro es que sea difícil que esa chica se fije en ti.

Mi rostro cambio a uno de completa tristeza y decepción al oír eso.

-Pero a las chicas les gusta un chico fuerte que pueda ser confiable, si te haces mas fuerte lo mas seguro es que cuando vuelvas a encontrarla puedas agradecerle con la frente muy en alto.

Preste total atención a lo que dijo Eina-San, ella me estaba abriendo los ojos de una manera realista, pero también me dio ese impulso que buscaba, tenía razón, sus palabras despertaron algo en mí, sentí un fuego de emoción recorrer toda mi espalda.

Si no quería volver a sentir tal desesperación, si quería ayudar como me ayudaron a mí o agradecer a esa persona, mostrarle que su acción me impulso a seguir mi camino, solo existía una forma.

-Yo quiero ser más fuerte.

Sentí que esas palabras se gravaban al rojo vivo en mi alma, llenando de energía mi espíritu de aventura.

-Gracias Eina-Saaan.

La abrace con mucho entusiasmo, girando de un lado a otro.

-Debo irme Kami-Sama querrá que lleve algo de comer y le prometí no tardar, adiós Eina-San, Te amo.

Grite antes de salir a toda velocidad de la habitación, donde no espere una respuesta de mi asesora.

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-Tal vez fui muy atenta con él.

Dijo Eina sosteniendo su mejilla con una amplia sonrisa, levantándose del sofá para continuar su trabajo.

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-Estoy en casa Kami-Sama, traje algo de comer también.

-Bell-Kun bienvenido.

Al llegar a nuestro hogar, que era el sótano de una iglesia abandonada, fui recibido con el mismo cálido saludo de mi Diosa, no tenia mucho que nos despedimos, aun así, me recibió con la energía de siempre.

Solo éramos nosotros 2 en estas ruinas tratando de hacer crecer la familia.

-Bien Bell-Kun comamos primero antes de actualizar tu estado.

Asentí yendo al sofá viejo que usaba de cama.

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La comida la devoramos más rápido de lo que admitiríamos, no siempre podíamos comprar cosas variadas, normalmente eran los Jagamarukun que sobraban del puesto en el que mi Diosa trabajaba.

-De acuerdo, actualicemos tu estado, descubre tu espalda sobre la cama Bell-Kun.

Camine a la cama de Kami-Sama quitándome la playera, me recosté boca abajo, no espere mucho puesto que sentí como mi Diosa subió a mi espalda.

Se pincho el dedo con una aguja dejando caer una gota de su sangre, lo que provoco un brillo intenso en mi estado.

-Aahh…

Escuche susurrar a Kami-Sama algo, no me posible saber que era.

-¿Pasa algo Kami-Sama?

-¿Eh? No, no es nada

No le di mayor importancia, esperé paciente a la actualización de mi estado.

-Hoy tuviste un gran crecimiento, seguramente por sobreviviste a un Minotauro, mira por ti mismo.

Salte de emoción, me puse recto leyendo mi hoja de estado.

Bell Cranel

Nivel: 1

Fuerza: I 77 - H 105 38 43 39 49

Resistencia: I 13 - I 56

Destreza: I 93 - H 132

Agilidad: H 148 - H 197

Magia: I O

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Abrí mis ojos lo más que pude.

-¡!¿Kami-Sama no hay un error en todo esto? ¿Como pude subir 169 puntos?¡. Es increíble, este el mayor aumento que he tenido.

Tenía mucho más por emocionarme, aunque mi vista se coloco en la parte de mis habilidades.

-Kami-Sama, ¿Qué es esto en mis habilidades?

-¿Eso? Simplemente se me deslizo la mano, eres mi primer hijo después de todo, tengo que saber cómo funcionan los estados.

-Lo suponía.

Agache la cabeza en parte decepcionado, suspire pesadamente al colocarme mi playera, hoy no tengo nada que hacer.

-Escucha Bell-Kun, me preocupo mucho por ti, no quiero que te lastimes, pero ya se lo que piensas, ve al calabozo, solo ten mucho cuidado y no te sobre esfuerces.

Que Kami-Sama dijera eso me volvió a levantar el ánimo, haría caso a sus advertencias, ser más precavido.

-Gracias Kami-Sama, volveré a la hora de siempre.

Al ser un poco tarde no cubriría las zonas que regularmente voy, sin embargo, eso me bastaba para fortalecerme.

Di un leve abrazo a mi Diosa, me despedí, saliendo del sótano de la iglesia en camino a la mazmorra con la mejor actitud posible.

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-Bell-Kun ¿Qué clase de habilidad desarrollaste?

Asegurándose de que ya no podría ser escuchada la Diosa Hestia toco la hoja de estado de Bell, apareciendo escrituras en las habilidades del chico.

-Liaris Freese, otorga un crecimiento acelerado mientras sus sentimientos se enfoquen en un objetivo, entre más fuerte el sentimiento mayor el crecimiento, como pasiva activa también incrementa en menor medida el crecimiento de sus aliados y se vuelve inmune a los encantos.

La Diosa se dejo caer en su cama con sentimientos encontrados, emoción y tristeza se mesclaban con lo que significaba tener una habilidad así.

-Bell-Kun como podemos confiar en la gente si percatan de tu habilidad, no quiero que te usen y salgas lastimado por esto.

Hestia tenia sus motivos para no haberle dicho su nueva habilidad a Bell, sin embargo, seguía sintiéndose mal, incluso si no hay forma que tenga un grupo por ahora, eventualmente alguien notaria que estando con el albino aumentaría sus estadísticas mas rápido, lo que llevaría a que la gente lo use.

-No puedo dejar que cualquiera se acerque a Bell-Kun, en especial esos hijos de Loki, si se entera no dudaran en usarlo y eso solo lo lastimara.

La pequeña Diosa usaba toda su capacidad para idear un plan que alejara a los aprovechados de su hijo.

-Ser la Diosa de este chico problemático es más difícil de lo que pensé, me pregunto si todas las familias ocultan algo así de sus hijos.

Dijo antes de ponerse de pie y salir en busca de consejos con su amiga herrera de más confianza.

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Estaba entusiasmado, tuve un crecimiento bastante bueno, si continuaba así me volvería fuerte en poco tiempo, tan fuerte como las familias Loki o Freya, quizá tanto como la chica que me salvo, pensar en ello me emociono mucho más.

Me adentre en el calabozo dispuesto a enfrentar lo que sea, hoy empezaría realmente mi verdadera aventura.

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Fin del Capítulo.