En cuanto el Soldado escuchó los pasos (debió haberlos oído antes), saltó por encima de la cama para coger el resto de sus armas y, al mismo tiempo, sacó algunos de los cuchillos que llevaba escondidos en el cuerpo.
La pantalla estaba informando el clima, como si él no pudiera mirar por la ventana y ver que estaba lloviendo, con nubes que indicaban una buena probabilidad de tormenta.
Potter permaneció escondido en el armario, entonces el Activo abrió la puerta, era evidente que el chico no se había dado cuenta de lo que ocurría, no había oído los pasos. ¿Habría estado escuchando las noticias? ¿Había entendido las noticias sobre la muerte de sus parientes? Había visto explotar la casa cuando el Activo se lo llevó, pero no pareció comprender que los Dursley murieron y que él no volvería a estar bajo su cuidado.
Potter sonrió al Activo, aún estaba aferrado a las galletas de animales. ¿Por qué el chico no dejaba de sonreírle? ¿Por qué las sonrisas le provocaban cosas raras en el pecho?
El Activo estaba a punto de sacar al chico, pero vio por el rabillo del ojo la figura que estaba fuera de la ventana del dormitorio. Era un hombre, armado con una pistola, el Soldado no reconoció a este hombre.
El hombre le apuntó con la pistola a través de la ventana, el Soldado volvió a meter a Potter en el armario en lugar de sacarlo y le ordenó que se quedara allí hasta nuevo aviso. Estaba casi seguro de que el chico obedecería, el niño no lo hacía la perfección, pero se había quedado allí siempre que el Soldado se lo había ordenado.
Luchar sin Potter en brazos era mucho más fácil, Potter estaba más seguro en el armario.
El Activo se apretó contra la pared junto a la ventana en un intento de obtener la mejor ventaja táctica contra quienquiera que estuviera fuera. Vio una furgoneta negra aparcada en el otro extremo del refugio de esquí, cerca de la ventana junto a la chimenea del gran salón, era muy probable que fuese del hombre misterioso. No era el coche que el Activo robó a las 0140 de esta mañana, ni el coche en el que habían estado los escoltas. Ni siquiera su audición mejorada detectó el sonido del vehículo, igual que no había oído los pasos por encima del ruido de las noticias y de su batalla interna hasta hacía unos segundos.
Enfrentarse al hombre de fuera sería fácil. Sólo saltaría por la ventana, bloquearía algunas balas con su brazo metálico y eliminaría al tipo.
Vuelve a agarrar a Potter y los suministros. Reubícate.
REGRESA A LA BASE. ENTREGA A HARRY JAMES POTTER.
Las placas del brazo protésico del Soldado se movieron, era un asesino altamente entrenado, no perderá ante el hombre de la ventana. El hombre no hará daño a Potter.
El Soldado agarró su pistola con su mano de carne y hueso.
Марионетка
Se dio una palabra clave, pero no del hombre que estaba al otro lado del cristal, sonó como una grabación reproducida a gran volumen.
Palabra clave aceptada.
No era un reinicio total, que requería una cadena de palabras. Por lo regular, tendría que obedecer a quien le dijera la palabra, pero en esta ocasión se trataba de una grabación, no de una persona.
El Activo hizo una pausa sin bajar el cuchillo.
La puerta principal de la posada se abrió de par en par. Cuatro personas más entraron en tropel —tres hombres, una mujer— mientras blandían armas y gritaban. Ninguno de ellos era el cuidador habitual del Activo, ni tampoco los escoltas que habían sido enviados con él antes de ser incapacitados por el activo enemigo con la vara con la que se había armado.
La grabación siguió reproduciéndose en bucle, y algunos de los hombres también gritaban la palabra.
—¡Marionetka, marionetka! —gritaron junto a la grabación. La pronunciación no difería mucho de la traducción al inglés de la palabra, pero todos tenían acento británico y era evidente que no dominaban el ruso.
La grabación no era de estas personas. Aun así, tenían la palabra clave y, por lo tanto, eran superiores, aunque el Activo no recordara haberlos visto antes. Tal vez eran agentes en reposo1 locales de HYDRA.
No le correspondía al Activo cuestionar quiénes eran. El Activo sólo tenía que obedecer.
—Retírese, Soldado —dijo uno de los agentes masculinos en su idioma2, aún con acento británico.
Una orden. Una orden oficial.
OBEDECE.
El Soldado se retiró, siguió las órdenes, como debía ser. Por el momento, el Soldado funcionaba dentro de parámetros aceptables, a diferencia de las últimas 13 horas y media.
A pesar de que el Soldado había bajado sus armas y se mantuvo obediente y sumiso, los agentes lo observaron con recelo.
—Miren esto —el barbudo se burló y señaló la comida. La caja de galletas de animales seguía sobre una de las mesas del comedor. Sus ojos se posaron en el dormitorio.
—El Activo se estaba volviendo loco. Intentando esconderse con el chico. Como si le gustara el estúpido niño —hablaban del Soldado como si no fuera capaz de oírlos, o no estuviera presente en la habitación. Esto era común.
El barbudo tenía razón sobre el mal funcionamiento del Activo, pero se equivocaba al decir que el chico era estúpido.
—Menos mal que pusieron un rastreador en el brazo de metal —dijo un hombre rubio, sin semejanza alguna al de las extrañas visiones, mientras echaba un vistazo a la prótesis, que en ese momento era visible, ya que el Soldado no llevaba la sudadera con capucha robada.
Así fue como encontraron al Soldado, no había sabido que había un rastreador en su prótesis, pero no había razón para que se lo dijeran. Un arma no sabe de qué está hecha.
—Cállate —siseó uno de los otros agentes al que había murmurado lo del rastreador, como si fuera información clasificada. ¿Será castigado ese agente por revelarlo?
Al Activo no se le permitiría hacer nada con este nuevo conocimiento del rastreador y desde luego, no se le permitía quitar el dispositivo de rastreo, aunque no sería fácil quitarlo de su propia prótesis.
Una vez que su memoria fuera erradicada, el Soldado ni siquiera recordaría que tiene un dispositivo en el brazo.
—¿Qué hiciste con los otros escoltas? —inquirió la mujer, de pie a 3.3 m de distancia.
—Al parecer, un activo enemigo los petrificó con un arma en forma de vara, que le permitió hacer cosas como teletransportarse. Los escoltas fueron inútiles para la misión al quedar incapacitados —el Activo informó de forma monótona—. El activo enemigo fue neutralizado con éxito con poco daño para el Activo. —El Activo no recogió por ellos la varita de la mochila, sino que les hizo un gesto. Parecieron preocupados por eso, como si fuera el comienzo de un ataque.
—¿Por qué estás aquí? —preguntó el hombre barbudo, pero antes de que el Activo pudiera responder, la mujer siguió con una segunda pregunta.
—¿Dónde está el mocoso Potter?
—En el armario—murmuró el Soldado. Una parte de él no quería proporcionar esta información.
Uno de los agentes, el alto, entró a grandes zancadas al dormitorio equivocado, murmuró algo sobre "incluso viendo la maldita tele, ¿quién se cree que es?", y abrió de un tirón la puerta del armario.
Dentro, Potter intentó ahogar un ruido aterrorizado y se encogió en un rincón del armario, era obvio que quería desaparecer. El agente metió la mano y lo levantó. Potter se agarrotó temeroso en sus brazos y las galletas de animalitos a las que se había aferrado con las manos vendadas se desmoronaron y cayeron al suelo.
El agente alto apartó con brutalidad el desordenado pelo negro de la cara de Potter para confirmar que, en efecto, tenía esa extraña cicatriz en forma de rayo en la frente; y según le habían dicho al Soldado en la sesión informativa, era uno de los rasgos altamente identificables del objetivo.
Los ojos verdes del chico se llenaron de lágrimas y soltó un grito ahogado, era obvio que tenía experiencia con el dolor por su tiempo con los Dursley. El hombre alto no sólo le estaba tirando del pelo, sino que también frotó las abrasiones de la paliza que había recibido esa noche.
—Alto —El Soldado no sabía por qué lo dijo, pero alto era lo que la falsa misión en su cabeza estaba vociferando. El Soldado no podía dar órdenes, excepto quizás al chico, pero se lo dijo a los superiores de la sala, y las placas del brazo metálico volvieron a moverse, como si se prepararan para una batalla que el Soldado no estaba autorizado a librar.
—¡Retírate! —El hombre que sostenía a Potter parecía muy preocupado. Quizá pensaron que él eliminó a los escoltas, pero él no era capaz de inmovilizar por completo a la gente como el activo enemigo. El hombre no estaba sosteniendo a Potter de la manera correcta.
El niño extendió la mano hacia el Soldado.
—M-mi Shol-dado… ¿s-sálvame? —Las palabras se entrecortaron en poco más que un susurro.
No era una orden, el chico no podía dar órdenes, era un objetivo, no un superior. ¿Por qué entonces el Soldado quería obedecer?
Toma al niño, la voz no oficial volvió a ordenar en la cabeza del Soldado.
—Cállate, tú. —El agente que sujetaba al niño le dio una fuerte sacudida. Empezaron a salir algunas de las lágrimas de los ojos del niño.
—Tiene abrasiones en la espalda. —Las manos del Soldado se movieron hacia delante como si quisieran arrebatar a Potter del hombre alto, pero se detuvieron y las mantuvo a los lados, donde se cerraron en puños. ¿Por qué estaban apretados? Le habían ordenado que se retirara.
Todas las demás personas, incluso el hombre que seguía fuera de la ventana, apuntaron con sus armas a la cabeza del Soldado y le gritaron. Esto tampoco era nada nuevo y era una buena idea: de este modo, podían derribar al Soldado, o incapacitarlo, si funcionaba mal y atacaba.
El brazo protésico del Activo zumbó y las placas se movieron, su puño se apretó con más fuerza; quería abalanzarse, agarrar a Potter. Esto no cumplía la misión. Estaba prohibido.
—Marionetka —El agente barbudo no tartamudeó del todo, pero estuvo cerca. Cobarde—. Marionetka. Retírate.
El chico siguió tendiendo la mano hacia el Activo con una expresión de súplica en el rostro. Los brazos del Activo se movieron en dirección al chico.
—No es tuyo —le dijo uno de los hombres al Activo, hablándole de forma directa—. Es de HYDRA.
El niño pertenecía a HYDRA, al igual que el Activo. No era asunto del Activo si el niño estaba herido.
La misión era entregar al objetivo, Harry James Potter. El Soldado no la completó.
El fracaso y los defectos eran inexcusables. Habría corrección.
El cuerpo recordó castigos anteriores, pero no hubo imágenes abrumadoras en la mente que acompañaran a las sensaciones fantasmas de quemaduras, palizas, ahogamientos simulados; los experimentos que probaban los límites de la curación del Soldado, el tratamiento de electroshock, la Silla.
En especial la Silla.
La respiración y los latidos del corazón aumentaron un 20%. El cuerpo tembló de forma ligera.
El Activo intentó quedarse quieto como se le había ordenado. Merecía una corrección por fallar en la misión.
—Manos en la espalda —ladró el hombre rubio que no era el de las visiones mientras sacaba un par de esposas. El Activo obedeció y sintió el frío del metal chasquear alrededor de su muñeca de carne. No lo sintió en el brazo protésico.
Esta posición significaba que el Soldado no podría sujetar a Potter como lo habían forzado a hacer en el coche de los escoltas. El hombre alto continuó sujetando al chico de forma incorrecta, sin dejar de tocarle la espalda herida. Potter lloró en silencio, pero pareció darse cuenta de que el Soldado no podía sujetarlo con las manos esposadas.
Los puños siguieron cerrados. Al menos los agentes eran lo bastante listos como para colocarle las esposas por detrás de la espalda, en lugar de por delante, donde el Soldado podría agarrarlos en una llave de estrangulamiento con mayor facilidad si se descomponía. La voz que daba las nuevas órdenes, las no oficiales, le dijo al Soldado que hiciera precisamente eso.
El Soldado era físicamente capaz de romper las ataduras, pero no lo hizo. Permaneció de pie con las manos esposadas a la espalda.
—Sólo reinícialo. Nos dieron las palabras.
REINICIO NECESARIO.
El barbudo miró una hoja de papel que ha sacado de su bolsillo.
—Zhelaniye... Rzhavyy, Sem-nadtsat'...
El soldado conocía las palabras. Aumentaron la respiración y el ritmo cardíaco en un 13%.
—Rass-vet... Pech'...
Le hicieron pensar en un libro. El hombre no tenía el libro, pero sí las palabras, aunque tropezara un poco con las pronunciaciones.
La mente se tranquilizó poco a poco, por primera vez en más de doce horas. Se acabaron las misiones beligerantes, sólo había un conjunto de órdenes. Así es como debía ser.
Los puños del soldado se abrieron y sus músculos se relajaron.
Después de la décima palabra —"grusovoy vagon", грузовой вагон, Freight-car— el Soldado se quedó quieto por completo.
La cabeza estaba tranquila, pronto se llenaría de una misión. Miró a los controladores de forma fija, a la espera de órdenes.
—¿Soldado?
—Listo para cumplir.
N/T: Casi entro en crisis, pensé que se había perdido esta historia de mis documentos de Word, pero sobreviví ;v. Por cierto, No se preocupen por lo que vaya a ser de Harry y el Soldado, esto es un Make a Family AU, no los atraparán tan fácil.
(1) sleeper agents es el término que se utiliza, significa que son agentes secretos que permanecen inactivos durante un largo periodo mientras se establece una posición segura. Para esto incluso fui a buscar en un diccionario naval y como tal no existe un término "agentes durmientes" o parecidos, pero teniendo en cuenta que es algo que es poco probable que sea admitido de forma abierta, era de esperar, así que lo dejé como agentes en reposo.
(2) En realidad dice que lo dice en inglés, pero técnicamente no es en inglés para nosotros; no podía dejarlo en que lo "dicen en español" porque menciona que lo dicen con acento británico, así que lo dejé medio ambiguo.
