¿CÓMO EMPEZO TODO?
Ya que conozco tu fracaso de vida desde pequeño, tienes derecho a conocer mi fracaso de vida desde pequeño.
¿Podrían los problemas de un adulto empezar cuando eres pequeño? Puede ser... No me acuerdo de muchas cosas como tu, pero si de como siempre estaba con mi hermano pequeño Gabriel. Siempre lo intentaba calmar de las peores situaciones. En ese momento no sabíamos el porque, pero quería defenderlo un algo que no conocíamos en ese momento. A pesar de que fuera el favorito de mamá, siempre estaba para él. Eramos inseparables, pero muy diferentes. Él siempre sonreía, yo no, a el le pegaban, yo lo defendía. Realmente no fue la mejor de las infancias, pasamos muchas carencias y todas esas cosas pero, dentro de lo que cabe, fuimos felices. A veces habían golpes y dolían y todas esas cosas por lo que alguien quedaría traumatizado toda su vida, pero cuando estas con alguien que aprecias, realmente no lo sientes. Se que no es un consuelo o una justificación, pero es como lo sientes.
Todo cambio cuando nuestro padre se dio cuenta de que era superdotado.
Ahí empezaron nuestros peores problemas. Para una familia de migrantes cuyos trabajos dependen de un hijo de la gran puta como el jefe de Alchemax, es un dolor. Si a penas nos alcanzaba para lo básico, pagar una colegio especial o siquiera tutorías especiales en un colegio estándar, si que no estaba para nada dentro de los planeas o cartera de nadie. Y mira que les dije que no me importaba entrar en una de esas academias para pijos ni historias, pero mis profesores insistían, ya que veían potencial para que saliéramos adelante. Claro, mi madre no lo veía así, ya que si estudiaba, no podía trabajar y no había más dinero. Pero, por un motivo que descubrí más tarde, me pagó el instituto y les aumento el salario a cambio de que sacara matrículas.
"¿Y cual fue el motivo de ese señor de pagarte la tutoría?" Se atrevió a interrumpir Peter.
Por su propia experiencia, sabía que esas tutorías costaban dos sueldos del Dominos por lo menos, algo que antes era simplemente impensable. Era una pobreza que conocía muy bien.
" Pues que soy el bastardo de ese señor. Mi madre le puso los cuernos en sus primeros días de chamba " su respuesta le pareció de telenovela, pero siguió pidiendo más explicaciones " George nunca lo supo, como lo atropelló un camión en el trabajo se fue de este mundo dejando unos ahorros secretos a Gabriel para que fuera a la academia de aviación en vez de a las deudas de la casa "
" Ostras, lo siento... "
" No lo sientas, si nos vino muy bien... las academias de aviación son mucho más caras de lo que parecen y yo no daba para más" le restó importancia Miguel
"Ah..." Fue lo único que supo murmurar Peter
Siguiendo un poco, cuando empecé en aquella academia para futuros líderes, me encontré con el que luego sabría que era mi hermanastro. Él, con un montón de bullys, diciendo que los becados no debíamos estar en ese lugar, nos fastidiaron. Solo no contaban que los fuera a dar de vergazos. Sobre todo por Xina... era una china superdotada que me enamoró con su inteligencia. Le encantaban las inteligencias artificiales y las empanadillas al vapor. Cada cita era un poco a escondidas, así que empecé a vestirme mejor para no avergonzarla. Incluso con mis primeros ahorros compre un perfume de mercadillo. Empecé con las rutinas de gimnasio... todo para ella. Lo malo fue que Kron se dio cuenta y se intentó aprovechar de ella. Si no fuera porque la estaba esperando, hubiera pasado lo peor. Lo agarré a golpes, toda la academia lo vio. Me daba igual sangrar de la nariz, que me expulsaran... tan solo quería partirle su madre por intentar pasarse con Xina . Aunque casi no la cuento: tenía una navaja y casi me llevó con San Pedro si no hubiera sido por la intervención de la directora. Nos separó y lo expulsó.
Las cosas fueron a mejor sin ese abusón... hasta que la regué.
Cuando empecé a trabajar en Alchemax, mi hermano empezó a salir con Dana y la presentó a toda la familia. Quede bien prendado de solo verla. A pesar de ser feliz con Xina, no podía dejar de pensar en la novia de mi hermano. Ambos fuimos unos miserables y engañamos a nuestras parejas. Nos pudo la pasión.
" Vaya, de tal madre, tal hijo " se le escapó a Peter " ...perdón "
Estuvimos así hasta que nos pillaron. Me tuve que salir de casa y, como realmente no era pasión, si no amor, nos fuimos a vivir a un piso que pudiera pagar. Decidí dejar de trabajar en los laboratorios con Xina, y no tuve problema en empezar en el mundo del profesorado. Para mi sorpresa, me gustó más ese trabajo, encima me pagaban mejor. Así como dato, Dana me pidió que mirara y tuve que denunciar a mi padre porque se estaba quedando con una parte de mi sueldo. Encima, como mi madre me confesó que el jefe era mi padre, lo denuncié por deudor alimenticio. Si, por fin teníamos dinero para avanzar en nuestra vida.
" Espera, Miguel " volvió a interrumpir Peter " ¿por qué tu madre te confesaría en un momento tan duro como es que te eche de tu casa por la cerdada que le hiciste a tu hermano, quien era tu padre? ¿Para ayudar o para hacerte daño? "
" Conchata y yo nunca tuvimos esa conversación " aclaró Miguel, desviándose nuevamente del hilo para hacer aclaraciones " Al poco de confesármelo, falleció en un accidente de coche. "
" Los coches y tu familia no se llevan bien, la verdad "
" Por eso odio trabajar de taxista. Realmente era feliz siendo profesor. Aunque nunca he tenido un accidente del que digas que me persigue la maldición familiar "
" Eso es verdad, Miguel, ¿Cómo es que pasas de científico mal pagado a taxista, pasando por profesor? "
" Si me dejaras explicarte las cosas, lo sabrías " le dijo pidiendo seguir con su historia
Dana y yo éramos felices, con dinero y trabajos que no se sentían pesados. Ella escogió esta casa, la decoró a su gusto y le puso mucho detalle. Al poco se quedó embarazada y tuvimos a Gabriella. Ambos estuvimos de acuerdo. En todo este maravilloso camino conocí a Jessica y actual marido. Antes eran unos amigos que estaban se daban una cantidad de indirectas obvias. Hasta que Jessica tuvo los pantalones de pedirle ser su pareja y, este tuvo los pantalones de pedirle matrimonio. Estuvieron asi incluso en el bautizo de Gabriella.
Toda la felicidad se agotó cuando la pequeña tenía tres años. Estaba enferma, algo hinchada y no sabíamos hasta que fue al médico y le diagnosticaron cáncer. Lucho por un duro año. Pedí flexibilizar el horario para poder cuidar de la pequeña y de mi mujer hasta que paso lo inevitable. No hubo manera.
Miguel se llevó la mano derecha a la cabeza, queriendo tranquilizarse un poco antes de seguir. A pesar de su gesto, Peter podía ver como luchaba por que las lagrimas no salieran de sus ojos. De su mano, brillaba la alianza de casado. Sintió lástima por él. Con un demonio, parecía que nada le salía bien su vida. Si, había tenido momentos que él jamás, como infidelidad o alguien que le pagara los estudios, pero era un simple ejercicio de empatía que cualquiera podía tener.
En fin, empecé a cuidar yo solo a Gabriella. Hasta ahora, la cuidé con mucho cariño. No le dejé que olvidara quien era su madre, deje que decidiera cuales eran sus pasiones y trabajé duro en el colegio para que no le faltara de nada. Adora el futbol y la purpurina azul. Odia la verdura y los días de lluvia. Siempre quiso una hermanita...
" Miguel, ¿qué pasó con tu hija? " preguntó de forma directa Peter. Miguel lo miró con ojos llorosos, sin poder reprimir la oleada de emociones que sentía. Era inevitable, habían pasado tantas cosas juntos que no podía agarrar la puerta y cerrarla sin más. Había escuchado una historia del que muy pocos tendrían el privilegio, pero no respondía a la pregunta principal. Sabía que estaba secuestrada, pero como fue, porque... aun tenía todas las dudas.
" Un día de su entrenamiento, me atrasé en ir a recogerla. Fue un atraso de cinco minutos y seis meses de espera. Alguien se adelantó y la recogió en mi nombre, montado en un taxi como el que casi se lleva a tu Mayday. Lo busqué, lo denuncie, hice y hago de todo, pero no me está dando resultado. Harto, dejé mi trabajo, me uní a los taxistas y empecé a investigar por mi cuenta, pero sin éxito. Nada. Ahí me enteré que hay gente que es taxista ilegal, y aprovechan para hacer fechorías, pero la policía no tiene ninguna maldita pista de esta banda. Simplemente se la llevaron y no pude hacer nada..."
En ese punto, Miguel se quebró. Asustado y acongojado de escuchar la verdad de Miguel, se acercó a él, le quitó su cerveza y lo abrazó. Él se dejó abrazar y soltó todo lo que tenía acumulado por más de seis meses. No solo era que le habían arrebatado a lo único que le quedaba, que era su preciada hija, también era la perdida de su mujer, el hecho de que nunca hubiera logrado lo que no hizo falta expresar con palabras y que estuviera trabajando en algo que odiaba porque era la única esperanza de encontrar a su hija.
Una familia.
En todo ese relato, siempre pidió una familia normal. Pero, lastimosamente, cada vez que lo intentaba, algo truncaba sus sueños. Podía ser la pasión por como trató al principio su relación con Dana y Xina, podía ser por como su madre lo trato siempre o como, al final, dañó lo que siempre protegió lo que en ese momento era lo más preciado, su hermano. Después de que Peter usara en más de una ocasión como psicólogo a Miguel, era su turno y experimentó que no era algo para nada fácil, prefería sus fórmulas químicas o el mundo del periodismo a tener que consolar una perdida, pero la vida era así de compleja, con sentimientos aun más complejos difíciles de expresar tanto verbal como con su cuerpo y acciones que respaldaran sus más honestas emociones. Con esa reflexión, Peter le quería decir que si, tenía estrés postraumático y que, antes que buscar a su hija, debía buscar arreglarse, pero era absurdo decir aquello. No solo por lo costosas que eran las facturas, también porque era absurdo querer ayudar a un padre sin su más preciada hija.
Sin medir palabra, dejando que Miguel se durmiera sobre él después del cansancio que le dio expresar sus sentimientos más profundos, Peter se durmió, deseando que al día siguiente pudiera ayudar al que ahora podía considerar un hermano.
Porque compartir todo aquello había roto las últimas barreras sobre ellos. Había hecho que dos desconocidos se unieran de una forma mucho más profunda de lo que la somnoliente mente de Peter podía imaginar.
