En uno de los pasillos del piso superior, donde los dormitorios de los villanos se encontraban tras grandes puertas de ébano, una mujer de piel blanca y pelo castaño recorría el enorme pasillo cubierto por una alfombra, un orbe amarillo delante de ella iluminaba el camino, a su derecha, un felino de pelaje oscuro la acompañaba, moviendo de vez en cuando sus orejas y mirando con sus ojos por la oscuridad.
-¿dónde estamos exactamente?- preguntó Scar.- No estoy acostumbrado al interior del castillo.-
-En los dormitorios, tal vez encontremos a alguien por aquí, tal vez Hades esté dormido o alguna de las brujas haciendo pociones en el laboratorio del piso superior.- dijo Úrsula inspeccionando con detalle las puertas de las habitaciones, en busca de cualquier indicio de que había alguien dentro, que la puerta estuviera entre abierta o abierta del todo.- ¡Hola! ¿Hay alguien?- dijo en un tono de voz más alto, nadie contestó.
-Deberías abrir las puertas, tal vez estén dormidos.- sugirió el león.
-Pues habrá que despertarlos, no podemos estar separados en una situación como esta.- Úrsula miró todas las puertas que ocupaban las paredes a ambos lados del pasillo, eso sin contar el otro lado del pasillo a sus espaldas.-Yo inspeccionaré los dormitorios que esté abiertos, tú vigila las puertas.- Scar asintió dando una mirada general al pasillo.
Úrsula decidió organizarse para investigar, los marcos decorativos de las puertas tenías grabados en la parte superior, tallados de madera con figuras características de cada villano, lo que hacía identificable cada dormitorio. Primero se dirigió al suyo, en la parte superior, un semicírculo de tentáculos rodeaba una caracola como la de su collar, solo por si acaso, inspeccionó el interior, el dormitorio estaba vacío, y el baño privado también, no había nada allí, Úrsula decidió cerrar su cuarto con llave, así no tendría que preocuparse de que aquello que buscaban se metiera en esa habitación. Tal vez, si todos los villanos fueran cerrando habitaciones consiguieran arrinconar al responsable en alguna habitación. Demonios, debió sugerirlo a los demás antes de separarse para investigar. Continuó con el dormitorio que había a su lado, decorada con llamaradas de las que sobresalía un dragón, no había que ser un genio para saber que el cuarto pertenecía a la emperatriz del mal, Maléfica, intentó abrir esa puerta, pero estaba cerrada con llave.
-¿a qué huele?- dijo el león olfateando el ambiente.
-¿qué notas?- preguntó Úrsula.
El felino olfateó la alfombra mientras caminaba y después alzó su hocico hacia arriba.
-Viene de uno de los dormitorios...- giró su cabeza con una mirada de preocupación hacia la bruja del mar.- Huelo sangre.-
Úrsula abrió los ojos.
-¿Estás seguro?- preguntó.
-He cazado lo bastante como para reconocer ese olor, y parece reciente.- Scar empezó a rastrear el origen de aquel olor, que poco a poco, con cada paso que ambos daban por los pasillos, se hacía más evidente, en un punto, hasta Úrsula pudo olerlo, ese característico olor metálico venía de algún dormitorio de la izquierda. Pasaron a través de diferentes puertas, cada vez el olor era más intenso, Scar se sentó frente a la puerta de la que provenía el olor y Úrsula miró el decorado de la puerta: una manzana con una corona, colocada en el centro del semicírculo de la cola de un pavo real: el dormitorio de la reina Grimhilde.
-¿qué hacemos?- preguntó Scar.
-Tenemos que ver si está bien.- dijo Úrsula.- tal vez quien atacó a Snowball la haya herido también.- la bruja del mar puso su mano sobre el picaporte para abrir una de las puertas dobles, solo para darse cuenta de que estaba temblando. La mujer negó con la cabeza, su pelo largo castaño se balanceó suavemente, Úrsula apartó un mechó de su cara tras la oreja derecha. - "Vamos Úrsula, seguro que no es nada grave, tal vez se haya herido en el taller y se esté curando, solo eso, bajaré a la despensa y cogeré suministros del botiquín, solo será eso."- Giró el picaporte.
La habitación estaba casi a oscuras, solo una lámpara de aceite, casi apagada, con una débil llama amarilla daba algo de luz al dormitorio, el orbe de luz de Úrsula flotó al interior del cuarto, posándose sobre el colchón, justo en el centro de la cama, ahora el lugar está más iluminado, lo primero que vio la aterrorizó, el enorme espejo mágico ovalado, aquel con el que Grimhilde conversaba todos los días, estaba hecho añicos, trozos enormes y más pequeños de cristal habían caído frente a la pared donde estaba colocado, bajó la mirada, los pies de Grimhilde asomaban tras el colchón, tirados sobre una alfombra en el suelo, rodeados de pequeños trozos de espejo. Úrsula caminó rodeando la cama y entonces lo vio, el cadáver de la malvada reina estaba en el suelo, la habían asesinado, a través de la ropa pudo ver numerosas puñaladas, las cuales habían atravesado el vestido, dejando constancia de dónde se habían producido al desgarrar la tela de la prenda de vestir; su corona se había deslizado de su cabeza y se encontraba casi contra la pared, volcada como una baratija de mercadillo.
-Por el amor de Walt...- susurró llevándose una mano al rostro para tapar el potente y metálico olor de la sangre que había sido mayormente absorbida por la alfombra.
-Santo cielo...- dijo la voz de Scar tras Úrsula.- ¿qué demonios está pasando aquí?-
-No lo sé Scar... de veras que no...-
-Registremos los cuartos que quedan, después informaremos de esto, pero no podemos quedarnos aquí, tal vez haya alguien que pueda ayudarnos por estas habitaciones… o tal vez el responsable ande cerca y quiera hacernos lo mismo a nosotros.-
Úrsula bajó la cabeza, un par de lágrimas caían por sus mejillas, Grimhilde era una buena amiga suya, juntas creaban pociones en el laboratorio, tantos años juntas trabajando, conociéndose... era su mejor amiga, y ahora estaba muerta ante sus ojos, no, muerta no, asesinada, por lo mismo que había matado al caballo de Frollo y a esas alturas estaba muy claro que no había sido algo improvisado, primero los caballos, ahora los villanos, algo muy extraño estaba pasando en el castillo. Temiendo por sus compañeros, Úrsula se levantó del suelo y se giró hacia Scar.
-Encontremos a los demás... Antes de que sea demasiado tarde.-
