Naruto Uchiha se encontraba solo en su habitación, rodeado por libros y algunas reliquias del clan Uchiha. Afuera, la lluvia caía sin piedad sobre el pueblo. Desde su nacimiento, Naruto había vivido en un mundo de tradiciones y grandes expectativas. Su madre murió al darlo a luz y su padre, el líder del clan Uchiha, había perdido la vida en una misión poco antes de su nacimiento. Ahora, la responsabilidad de liderar el clan recaía sobre sus jóvenes hombros.

Los ancianos del clan, serios y desprovistos de emociones, lo habían criado, impartiendo lecciones de poder, control y liderazgo. Siempre habían insistido en que Naruto debía ser tan fuerte y ambicioso como su abuelo, Madara Uchiha. Pero, detrás de sus frías miradas, Naruto sabía que algunos de los ancianos tenían sus propios planes egoístas.

Mientras la lluvia golpeaba la ventana de su habitación, Naruto reflexionaba sobre su herencia y su futuro incierto. El amor por el clan Uchiha ardía en su corazón, pero también sentía la presión de las expectativas que los ancianos habían colocado sobre él.

A la edad de tan solo cuatro años, Naruto Uchiha ya había demostrado ser un prodigio sin igual en el clan. Su inteligencia y habilidad innata eran evidentes para todos, incluyendo a Kagami Uchiha, quien había asumido la responsabilidad de entrenarlo.

Pensando en kagami, recordó que tenía entrenamiento hoy, así que preparo sus cosa y salió hacia los campos de entrenamiento que poseía el complejo.

En un tranquilo rincón del complejo del clan Uchiha, Naruto se encontraba frente a Kagami, su rostro impasible y sus ojos oscuros centelleando con un brillo inusual para alguien de su edad. Kagami soplaba una gran llama en sus labios, la base para el Jutsu de la Bola de Fuego. Con voz calmada, Kagami comenzó a explicar la técnica, pero Naruto ya sabía lo que debía hacer.

Sin titubear, Naruto imitó los sellos manuales y, con una precisión asombrosa, exhaló una llamarada de fuego que tomó la forma de una esfera ardiente. Kagami quedó sorprendido por la facilidad con la que Naruto había ejecutado el jutsu. Era como si hubiera nacido para realizarlo.

Naruto miró la Bola de Fuego con una mezcla de satisfacción y desafío. Kagami sonrió, impresionado por el talento de su joven discípulo, dijo:"Lo has hecho muy bien, Naruto. Tu control del chakra de elemento fuego es excepcional. Eres un verdadero prodigio en nuestro clan".

Naruto asintió, pero su mirada reflejaba algo más que simple satisfacción. Este éxito era solo el comienzo de su viaje para convertirse en un líder formidable para el clan Uchiha. Sabía que había heredado un legado de poder y ambición, y estaba decidido a dejar su propia marca en la historia del clan.

Kagami Uchiha entregó a Naruto un par de pergaminos y dijo: "Naruto, estos pergaminos contienen técnicas avanzadas para mejorar tu control de chakra. Te vi dominar el control de chakra con la hoja en la frente en tan poco tiempo. Tu habilidad es impresionante, aunque, con tus notables reservas de chakra, has tenido algunos desafíos".

Naruto asintió en agradecimiento y tomó los pergaminos. Mientras Kagami hablaba, los recuerdos de unos meses atrás vinieron a la mente de Naruto. Los ancianos del clan le habían entregado un pergamino similar, con una hoja que debía sostener sobre su frente para mejorar su control de chakra. Al principio, le había resultado difícil debido a sus inmensas reservas de chakra, pero con determinación y paciencia, había superado el desafío.

Naruto sabía que estas nuevas técnicas serían otro paso en su viaje para convertirse en un shinobi excepcional. Con un nudo de emoción en la garganta, se dispuso a estudiar los pergaminos

Kagami se despidió y dejó a Naruto solo en el campo de entrenamiento. El joven Uchiha abrió uno de los pergaminos y comenzó a leer. La primera técnica se llamaba "Caminata en los Árboles". Naruto se concentró en las instrucciones detalladamente.

Luego de leer atentamente las indicaciones, Naruto se acercó a un árbol, enfocando su chakra en las plantas de los pies. Con determinación, saltó hacia el tronco del árbol, sintiendo la tensión en sus pies al tratar de adherirse. En su primer intento, perdió el equilibrio y cayó al suelo.

Sin embargo, Naruto no se rindió. Después de varios intentos más, comenzó a sentir cómo el chakra fluía de manera más controlada y cómo sus pies se pegaban al tronco del árbol. Finalmente, en su tercer intento, Naruto logró mantenerse en posición vertical, caminando lentamente a lo largo del árbol.

Pasó el resto de la tarde practicando y refinando la técnica. Aunque le costó esfuerzo al principio, Naruto estaba decidido a dominarla. Con cada intento, su habilidad mejoraba, y antes de que el sol se pusiera, pudo caminar sobre los árboles con relativa facilidad.

Después de horas de práctica, se encontraba caminando con destreza sobre un árbol. La "Caminata en los Árboles" era una técnica que había dominado en un solo día, gracias a su habilidad y su inteligencia.

Mientras se deslizaba suavemente sobre las ramas, comenzó a pensar en una de sus debilidades más evidentes: el alcance en combate. Sabía que, aunque sus habilidades como todo Uchiha eran notables, tenía dificultades para enfrentar a oponentes más altos o distantes. Necesitaba una solución para superar esa debilidad.

En su mente, Naruto consideró dos opciones para mejorar su alcance: 'la primera opción podría ser aprender más jutsus de Katon, en específico jutsus de largo alcance. Aunque dominar más técnicas de fuego podría aumentar mi alcance, también comprendo que necesitaré una gran cantidad de chakra para lanzar repetidamente estos jutsus, lo que podría no ser una opción muy viable. La otra opción podría ser aprender a manejar una espada, el arte del Kenjutsu me podria permitiría enfrentar a enemigos más altos que yo y superar su debilidad de alcance. Considerando su deseo de superarse y convertirse en un shinobi excepcional, Naruto decidió que buscaría a Kagami y le pediría que lo guiara en su camino para convertirse en un maestro de la espada.

Después de tomar su decisión, Naruto se dirigió hacia Kagami con determinación. Encontró a Kagami en uno de los rincones del campo de entrenamiento y se acercó con resolución.

"Kagami-sensei", comenzó Naruto, "he estado pensando en cómo superar mi debilidad de alcance en combate. Creo que aprender el arte del Kenjutsu podría ser la solución. ¿Estarías dispuesto a enseñarme?"

Kagami observó a Naruto por un momento y asintió con una sonrisa. "Naruto, has demostrado un deseo inquebrantable de superarte a ti mismo. Estoy dispuesto a enseñarte de Kenjutsu y guiarte en tu camino. Pero recuerda, el poder debe usarse con sabiduría y responsabilidad. Comenzaremos tu entrenamiento mañana."

Naruto asintió con gratitud. Sabía que aprender el Kenjutsu sería un desafío, pero estaba listo para enfrentarlo. Con Kagami como su mentor, estaba seguro de que alcanzaría nuevas alturas en su camino para convertirse en un líder excepcional del clan Uchiha.

Después de que Naruto se alejó hacia su casa, Kagami Uchiha se encaminó hacia su propia morada. La determinación de Naruto lo había inspirado a desarrollar un plan de entrenamiento detallado que ayudaría al joven Uchiha a superar sus debilidades y alcanzar su máximo potencial.

Kagami tomó una hoja de papel y comenzó a escribir meticulosamente el plan de entrenamiento, desglosando en detalle lo que implicaría cada arte ninja: Acondicionamiento Físico. Enfocado en el desarrollo del físico de Naruto, este entrenamiento incluiría ejercicios de resistencia, fuerza y agilidad. Fundamentos del Kenjutsu. Naruto se sumergiría en los fundamentos del Kenjutsu, comenzando con técnicas básicas y avanzando hacia habilidades más complejas de manejo de espadas. Práctica de Shurikenjutsu. La precisión en el lanzamiento de shuriken y kunai se convertiría en un enfoque, ayudándolo a mejorar su habilidad en el combate a distancia. Práctica de Jutsus. Kagami guiaría a Naruto en la práctica de diversas técnicas ninja, aumentando su habilidad en el uso del chakra y las habilidades de jutsu. Entrenamiento Táctico. Lecciones de estrategia y táctica para ayudar a Naruto a seguir desarrollar su pensamiento estratégico y su capacidad para tomar decisiones acertadas en el campo de batalla. Meditación y Control Emocional. Kagami haría hincapié en la importancia de mantener la calma bajo presión y controlar las emociones. La meditación y la autodisciplina serían una parte esencial de cada día de entrenamiento.

Con este plan de entrenamiento estructurado, Kagami estaba seguro de que Naruto se convertiría en un líder y shinobi excepcional. Estaba listo para guiar a Naruto a través de este riguroso programa de entrenamiento y verlo crecer como un verdadero descendiente del clan Uchiha.

Los días pasaron y mientras Naruto se esforzaba en su entrenamiento bajo la atenta mirada de Kagami, este último no podía evitar preocuparse por las crecientes tensiones entre las cinco grandes naciones. La noticia de que Hashirama Senju, el Primer Hokage, se dirigía hacia la primera Cumbre de los Cinco Kages solo aumentaba su inquietud. Kagami sabía que estos eventos podrían desencadenar una guerra que afectaría profundamente a su clan y a todo el mundo shinobi. O podrían terminar con una paz que los ayudaría a crecer mutuamente, aunque este último era muy poco probable que sucediera.

Con el cielo nublado como telón de fondo, Kagami se encontraba absorto en sus pensamientos mientras observaba a Naruto perfeccionar sus movimientos con la espada. Quería que Naruto adquiriera fuerza rápidamente, no solo para cumplir con las expectativas de liderazgo de su clan sino también porque sentía que el mundo shinobi estaba al borde de un conflicto devastador.

Mientras Naruto y Kagami se entrenaban, en Konohagakure, los aldeanos no estaban al tanto de las crecientes tensiones entre las naciones shinobi. En cambio, estaban llenos de expectación y alegría porque su amable líder, Hashirama Senju, se reuniría con los otros kages. Hashirama era conocido por su amor a la paz y su habilidad para mantener relaciones armoniosas con las otras aldeas y clanes.

Las calles del pueblo estaban decoradas con banderas y colores vivos en anticipación a la partida de Hashirama. Los ciudadanos se preparaban para una celebración en honor a su Primer Hokage, el símbolo de la aldea y de sus deseos de paz. A pesar de que algunas sombras se cernían en el mundo shinobi, en Konoha, el espíritu de esperanza y optimismo era palpable.

Mientras tanto, Naruto continuaba con su entrenamiento, ajeno a la tormenta que se gestaba en el horizonte. Kagami sabía que no podía permitirse distracciones, y la formación de Naruto se volvió aún más intensa. Ambos compartían un objetivo común: prepararse para cualquier desafío que el futuro pudiera deparar y proteger a su clan y su aldea.

Durante las siguientes semanas, Naruto se sumergió en el arte del Kenjutsu bajo la atenta mirada de Kagami. Cada día, perfeccionaba su técnica con la espada, aprendiendo no solo el manejo básico, sino también movimientos avanzados y estrategias de combate.

Naruto mostró una habilidad innata para el Kenjutsu, lo que no sorprendió a Kagami dadas las excepcionales habilidades del joven Uchiha. Con el tiempo, Naruto se convirtió en un espadachín competente, capaz de realizar movimientos elegantes y precisos.

Simultáneamente, Kagami también supervisó la práctica de jutsus de Naruto, ayudándolo a desarrollar su control de chakra y expandir su repertorio de técnicas. Los ejercicios de control de chakra se volvieron más avanzados, lo que permitió a Naruto afinar aún más su habilidad para dirigir su chakra de manera efectiva.

El esfuerzo y la dedicación de Naruto eran evidentes para todos los que lo rodeaban. Incluso los ancianos del clan Uchiha, que solían observarlo con caras estoicas, comenzaron a reconocer el potencial y la valía de Naruto. Aunque aún era joven, estaba demostrando ser una fuerza a tener en cuenta.

En medio de su entrenamiento, Kagami observaba cómo los ancianos del clan Uchiha ya no lo veían con escepticismo, sino con emoción al reconocer el potencial innato del joven Naruto. Aunque no mostraban sus emociones abiertamente, sus miradas se tornaban más cálidas y esperanzadas, pues veían en Naruto una oportunidad para el renacimiento de la cabeza del clan.

Sin embargo, entre los ancianos del clan, uno en particular, de nombre Ichiro, comenzó a centrar su atención en Naruto. Ichiro sabía que debía acercarse al joven prodigio, influenciarlo y guiarlo en el camino correcto. Veía que, si el crecimiento de Naruto continuaba a este rápido ritmo, podría ser difícil controlarlo, y esto era una preocupación para sus planes.

Ichiro decidió que debía acercarse a Naruto de una manera discreta, comenzar a sembrar sus consejos y valores en el joven heredero del clan. La influencia en Naruto sería crucial para el futuro de los Uchiha y, por ende, de Konohagakure. Con esta determinación en mente, Ichiro comenzó a planear cómo acercarse al joven Naruto sin levantar sospechas.

Mientras ichiro planeaba cuidadosamente cómo acercarse al joven naruto los hermanos senju, Hashirama y Tobirama Senju regresaron triunfantes a Konohagakure. La noticia de su éxito en el firmado de un tratado de paz se extendió rápidamente por toda la aldea, y un sentimiento de alivio y esperanza llenó los corazones de los shinobis y los ciudadanos. La paz estaba al alcance de la mano, y todos compartían una sensación de seguridad.

La presencia de los líderes de la aldea, especialmente del carismático Primer Hokage Hashirama, inyectó una energía renovada en Konoha. Los shinobis, que habían estado ocupados entrenando y realizando misiones en un entorno tenso, finalmente comenzaron a relajarse. La tensión acumulada por las preocupaciones de una guerra se desvaneció gradualmente.

Las calles de la aldea cobraron vida con la celebración de bienvenida, y el espíritu festivo se apoderó de la población. La paz y la prosperidad eran el sueño de Hashirama, y ahora parecían estar al alcance de la mano.

En los hogares de los clanes, se respiraba un sentimiento similar de alivio. El Clan Uchiha, aunque con un semblante algo más reservado que el resto, compartió el sentimiento general de que una guerra había sido evitada. A pesar de las tensiones que siempre habían existido entre los Uchiha y los Senju, la paz era una bendición para todos.

La aldea se había vuelto un lugar de alegría y esperanza, donde los shinobis podían descansar y disfrutar de la vida cotidiana, al menos por un tiempo. Sin embargo, lo que no sabían era que, en la tranquila atmósfera de Konoha, en una habitación rodeada de símbolos y reliquias del Clan Uchiha, Naruto Uchiha se preparaba para un nuevo día de entrenamiento, ajeno a las noticias que cambiarían su vida en un futuro no muy lejano.

En el campo de entrenamiento, Kagami y Naruto continuaron su riguroso entrenamiento, pero en medio de una pausa para descansar, Kagami decidió abordar el tema de las noticias recientes con su joven discípulo.

Sentados a la sombra de un gran árbol, Kagami comenzó con un tono serio: "Naruto, ha llegado el momento de que hablemos sobre algo importante. A pesar de la aparente paz que se ha logrado con el tratado firmado por el Primer Hokage, no todos comparten el mismo deseo de paz y prosperidad."

Naruto lo miró con curiosidad mientras bebía agua de una cantimplora. Kagami prosiguió: "En las últimas misiones que he realizado y en las que me he enfrentado con shinobis de otras grandes naciones, he sentido algo más que desconfianza. He sentido odio, Naruto. Un odio profundo y arraigado hacia nuestra aldea y hacia el Clan Uchiha."

Las palabras de Kagami hicieron que Naruto frunciera el ceño, preocupado. "¿Crees que el tratado es solo una trampa, Kagami-sensei?"

Kagami asintió con solemnidad. "Temo que sí, Naruto. Hashirama-sama, aunque noble y bienintencionado, puede ser un poco ingenuo. Ha depositado toda su fe en la paz, pero me preocupa que algunos de los líderes de otras aldeas no compartan su visión."

Naruto bajó la mirada, preocupado por el futuro incierto. "¿Y qué piensas de Tobirama-sama, su hermano? ¿Crees que confía en este tratado?"

Kagami frunció el ceño. "Tobirama-sensei es más escéptico. Él es un hombre de mente fría y calculadora. No dudo que sea consciente de las posibles trampas, pero no sé hasta qué punto puede influir en las decisiones de su hermano."

El sol comenzó a ocultarse en el horizonte, y Kagami miró fijamente a Naruto. "Naruto, no puedo enfatizar lo suficiente la importancia de que te prepares. Esta paz puede ser efímera, y nuestro clan depende de ti para su futuro. Mantén tu entrenamiento, perfecciona tus habilidades y mantén tus ojos y oídos abiertos."

Naruto asintió con determinación. "Entiendo, Kagami-sensei. Haré todo lo posible para estar listo, no solo para proteger al clan sino para preservar la paz por la que nuestros antepasados se sacrificaron."

Kagami sonrió, satisfecho con la determinación de su joven discípulo. "Eso es lo que quiero oír, Naruto. Sigamos con tu entrenamiento. La verdadera fuerza radica en la perseverancia y la preparación constante."

Y con estas palabras, Kagami se lanzó hacia Naruto con la intención de trabajar en su taijutsu. Sus movimientos eran fluidos y precisos, y Naruto respondió con agilidad y destreza. Ambos se enfrentaron en un emocionante sparring que llenó el aire con la energía de su determinación.

Naruto lanzó una serie de rápidos golpes, pero Kagami esquivó con gracia y contraatacó con una patada baja. Naruto bloqueó el ataque con un bloqueo de brazo y aprovechó la oportunidad para contraatacar con un rodillazo al estómago de Kagami. Kagami retrocedió, sonriendo, impresionado por la rapidez de su joven aprendiz.

La batalla continuó con intercambios de golpes y patadas, ambos demostrando sus habilidades en el combate cuerpo a cuerpo. Kagami usó su experiencia y conocimiento para poner a prueba a Naruto, quien respondió con agallas y determinación. Cada choque de puños y cada bloqueo eran lecciones valiosas para el joven Uchiha.

La intensidad de la batalla se prolongó mientras el sol se ocultaba en el horizonte. Ambos shinobis sudaban y respiraban con fuerza, pero ninguno estaba dispuesto a ceder. Finalmente, Naruto lanzó un último y poderoso golpe, que Kagami bloqueó con un movimiento rápido. Ambos se detuvieron, con una sonrisa de satisfacción en sus rostros.

Kagami asintió con aprobación. "Muy bien, Naruto. Tu taijutsu mejora con cada día que pasa. Sigues sorprendiéndome."

Naruto sonrió, sintiéndose agradecido por el entrenamiento y la guía de Kagami. "Gracias, Kagami-sensei. Estoy decidido a mejorar y estar listo para cualquier desafío que se presente."

Ambos uchiha tomaron un respiro, satisfechos con su entrenamiento y listos para enfrentar el futuro incierto que se cernía sobre ellos y su clan.

Después del agotador sparring, Naruto y Kagami se retiraron a una zona tranquila del campo de entrenamiento para recuperarse. Ambos se sentaron en el suelo, respirando profundamente mientras el atardecer teñía el cielo de colores cálidos y naranjas.

Kagami miró a Naruto con seriedad. "Naruto, debes estar preparado para lo que viene. Las noticias de la llegada de Hashirama-sama y su hermano han relajado a muchos shinobis y aldeanos. Creen que el tratado de paz garantizará la estabilidad. Pero yo tengo mis dudas."

Naruto asintió, recordando las palabras de Kagami sobre las tensiones que había sentido en las misiones recientes. "Entiendo, Kagami-sensei. Tengo un mal presentimiento sobre esto."

Kagami asintió. "Tus instintos son afilados, Naruto. La paz es un regalo, pero no debemos ser ingenuos. El mundo de los shinobis siempre está en constante cambio. La llegada de Hashirama-sama y Tobirama-sensei puede haber aliviado momentáneamente las tensiones, pero no debemos bajar la guardia."

Naruto miró a Kagami con determinación en los ojos. "No lo haré. Continuaré entrenando duro para estar listo para cualquier cosa."

Kagami sonrió, orgulloso de la dedicación de su joven discípulo. "Así me gusta escuchar. Hay algo más que debes saber, Naruto. Hashirama-sama es un hombre de paz, pero no todos en el mundo shinobi piensan de la misma manera. Debes aprender a discernir a quién confiar y cómo proteger a nuestro clan."

Naruto asintió, tomando en serio las palabras de Kagami. Sabía que el mundo shinobi no era solo sobre fuerza, sino también sobre inteligencia y estrategia. Estaba decidido a convertirse en un líder fuerte y sabio para su clan.

La conversación continuó mientras el sol se ocultaba por completo, sumiendo el campo de entrenamiento en la penumbra. Naruto y Kagami compartieron sus pensamientos sobre el futuro incierto y las responsabilidades que recaerían sobre Naruto como miembro del clan Uchiha. La noche llegó, y finalmente, Naruto se retiró a su hogar para descansar, con un fuerte sentido de propósito.

Como todos los días Naruto y Kagami están entrenando en el campo de entrenamiento de Konoha. El ambiente se siente tenso y silencioso, a pesar de los esfuerzos de Naruto por concentrarse en sus ejercicios de taijutsu. Siente que algo anda mal, pero no sabe qué.

De repente, un ninja de Konoha llega en un jutsu del cuerpo parpadeante al campo de entrenamiento y se dirige directamente a Kagami. Su rostro está pálido y preocupado, lo que alerta a Naruto. El ninja entrega un mensaje urgente a Kagami y se va rápidamente.

Kagami lee el mensaje en silencio, y su expresión cambia de sorpresa a tristeza. Naruto, incapaz de contener su curiosidad, le pregunta qué sucede. Kagami suspira y se gira hacia Naruto, sus ojos serios.

"Es el Hokage, Naruto", comienza Kagami. "Hashirama-sama… ha caído enfermo y… no ha logrado recuperarse. Anoche, falleció."

Naruto queda en estado de shock, incapaz de procesar completamente la noticia. El Primer Hokage, el líder de la aldea que él y Kagami tanto admiraban, había muerto. La aldea entera está de luto, y Kagami siente el peso de la responsabilidad que recae sobre Naruto.

Kagami continúa, "Esta es una época de incertidumbre, Naruto. Konoha ha perdido a su líder amable y sabio. Es más importante que nunca que continúes con tu entrenamiento y te prepares para lo que pueda venir. La aldea necesita líderes fuertes."

Naruto asiente, sintiendo la tristeza y la determinación ardiendo en su interior. Hashirama había sido un ejemplo para él, y ahora, más que nunca, se sentía impulsado a convertirse en un shinobi excepcional para honrar su legado.

Con esa triste noticia, deciden dejar hasta ahí el entrenamiento y cada uno toma un camino diferente.

En la tarde después de recibir la trágica noticia, Naruto se encontraba solo en la cima del Monte Hokage, contemplando la inmensidad de Konoha a sus pies. El sol se ponía lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados y anaranjados. Sus pensamientos vagaban por las palabras que había escuchado esa mañana: Hashirama Senju, el legendario Primer Hokage, había fallecido debido a una extraña enfermedad. La noticia le había dejado perplejo, preguntándose cómo alguien tan formidable y poderoso podía ser reclamado por una simple enfermedad.

Mientras miraba la aldea que Hashirama había fundado, Naruto reflexionaba sobre la fragilidad de la vida. En su corta vida como un prodigio del Clan Uchiha, ya había presenciado la muerte, pero la pérdida de un líder tan fuerte como Hashirama lo hacía sentir una profunda tristeza.

Mientras estaba inmerso en sus pensamientos, una voz suave y familiar lo sacó de su ensimismamiento. Kagami Uchiha se acercó con respeto y tristeza en sus ojos. "Naruto, ha llegado el momento de ir al funeral de Hashirama-sama. La aldea está reunida para rendir homenaje a nuestro amado Hokage".

Naruto asintió y bajó de la estatua de Hashirama. Siguió a Kagami hacia la multitud que se había congregado en el centro de la aldea. Las emociones eran palpables en el aire: tristeza, sorpresa y una profunda sensación de pérdida. Naruto se unió a la gente de Konoha para honrar a su difunto líder, mientras el crepúsculo se apoderaba de la aldea, simbolizando el final de una era y el comienzo de tiempos inciertos.

En el funeral, se encontraba todo el clan senju, con la familia principal a la cabeza y el hermano del difunto hokage al frente de todos, hablando unas palabras en honor a su hermano, naruto no tenía dudas de que el hombre se convertiría en el sucesor del manto de hokage.

Pero mientras observaba a la familia de Hashirama, un destello rubio le llamó la atención, pues al lado de Mito uzumaki, la esposa de hashirama y la representante del clan uzumaki en konoha. Estaba una niña rubia llorando sin parar, a pesar de sentir lástima por ella, también se sintió identificado puesto que el también había perdido a su abuelo.

Después de eso el funeral pasó rápidamente y sin ningún inconveniente.

Naruto se fue junto con el clan uchiha hacia el complejo al terminar el funeral, mientras caminaban, un ninja apareció rápidamente frente a kagami.

"Kagami-sama, eres convocado a la sala de reuniones del concejo de konohagakure".

Kagami Uchiha asintió con seriedad cuando el ninja le entregó la noticia de su convocatoria a la sala de reuniones del consejo de Konoha como representante del Clan Uchiha. Sin demora, se dirigió hacia el lugar donde se encontrarían los líderes de los clanes y el Hokage.

Dentro de la majestuosa sala de reuniones del consejo de Konoha, la atmósfera estaba cargada de tensión y preocupación. La noticia recién llegada de la movilización de las fuerzas militares de Iwagakure, Kirigakure y Sunagakure había sacudido a los líderes de la aldea. Esa reunión era crucial para abordar la inminente amenaza de la Primera Guerra Mundial Shinobi.

Tobirama Senju, el recién nombrado Hokage de la aldea y conocido estratega, se encontraba al frente de la mesa principal. Su expresión seria reflejaba la gravedad de la situación. Los líderes de los clanes, los representantes de la aldea y los shinobi más experimentados se habían congregado para deliberar el próximo paso de Konoha.

"Comprendemos que la situación en el mundo shinobi se ha vuelto precaria", comenzó Tobirama con voz firme. "Iwagakure y Sunagakure han movilizado sus ejércitos y se estima que pronto se enfrentarán directamente,kirigakure y Kumogakure ha intensificado su presencia en las fronteras. Las intenciones de estas naciones hacia konoha no están claras, pero es evidente que la guerra es inminente. Debemos estar preparados".

La noticia resonó en la sala, y un murmullo de preocupación llenó el espacio. Todos comprendían la magnitud de la amenaza que se cernía sobre Konoha. Las tensiones entre las cinco grandes naciones se habían vuelto insoportables, y la paz se desmoronaba rápidamente.

La sala cayó en un silencio solemne. Todos los presentes comprendían que el destino de Konoha dependía de las decisiones tomadas en ese lugar. La noticia de la guerra había llegado repentinamente, y las decisiones tomadas en esa sala definirían el curso de la historia.

Tobirama, el Hokage, se dirigió al grupo. "Entendemos la seriedad de la situación. Debemos ser pragmáticos y estratégicos en nuestras decisiones. Propongo que reforcemos nuestras fronteras y despleguemos equipos de reconocimiento en zonas críticas. De igual manera, debemos enviar emisarios a las otras aldeas para explorar cualquier opción diplomática que evite la guerra total".

"Con los ejércitos ya movilizándose, no creo que haya una solución diplomática, tobirama-sama". Sasuke sarutobi, líder del clan sarutobi se dirigió directamente al segundo hokage

"Qué tal si enviamos un espía en el equipo que acompañará a los diplomático, así podrá investigar sobre los planes que tienen las demás naciones".

Tobirama pensó en esa idea durante un segundo antes de descartarla, "no, los shinobis que acompañen a los diplomáticos serán vigilados todo el tiempo, no tendrán la oportunidad de escabullirse y espiar en la aldea. Será mejor si enviamos civiles entrenados en el arte del espionaje. Sin embargo debemos hacerlos pasar por un entrenamiento de tortura, así estaremos seguro de que no divulgaran la información."

De repente, Kagami Uchiha, el representante del poderoso Clan Uchiha, se puso de pie llamando la atención de todos en la sala. Su mirada ardiente y su Sharingan activado reflejaban la voluntad inquebrantable de su clan. "Hokage-sama, quiero asegurarte de que el Clan Uchiha está listo para estar en la primera línea de las batallas venideras", declaró con una voz firme. "Defenderemos Konoha con todo lo que tenemos, y nuestros ojos no descansarán hasta que hayamos asegurado la seguridad de nuestra aldea y nuestros seres queridos".

Tobirama lo miro con su impenetrable y fría mirada durante un par de segundos antes de responderle: "no, kagami. He estado pensando en esto durante bastante tiempo, y creo que será mejor si el clan uchiha se queda en la aldea protegiéndola, crearemos una fuerza de policía militar dirigida y compuesta por el clan uchiha."

"Crear una fuerza de policía militar es una gran idea hokage-sama, pero ¿no será necesario la participación de los uchiha en misiones o en primera línea?, usted sabe mejor que nadie la destreza de los uchiha en la batalla".

"Por supuesto, los uchiha son una fuerza a tener en cuenta, y los ninjas de tu clan también serán enviados a misiones, eso es si sus habilidades son necesarias para la misión. Mientras tanto se quedarán en la aldea haciendo cumplir la ley, y también serán la última línea de defensa."

Kagami Uchiha asintió en acuerdo con esta propuesta. Estaba claro que el Clan Uchiha, con su destreza en el uso del Sharingan, sería fundamental para esta nueva fuerza. Kagami tomó la palabra: "Hokage-sama, el Clan Uchiha se compromete a liderar y proteger esta Fuerza de Policía Militar. Entrenaremos a nuestros mejores shinobi y garantizaremos que estén listos para defender Konoha".

Terminaron de pulir algunos detalles en sus planes para la protección de konoha antes de terminar la reunión y cada uno de los jefes de clan de dirigio a su complejo para informar de los nuevos acontecimientos.

En la espaciosa sala de reuniones del clan Uchiha, los ancianos y los shinobis del clan se habían congregado. La atmósfera estaba cargada de expectación, y las miradas se centraban en Kagami, quien había sido convocado para informar a su clan sobre el nuevo papel que desempeñarían en Konoha.

Kagami se adelantó, su mirada serena pero decidida. Se aclaró la garganta y comenzó a hablar: "Hoy, nos enfrentamos a un cambio significativo en el destino de nuestro clan. Como saben, la situación en el mundo shinobi es cada vez más peligrosa. Las tensiones entre las cinco grandes naciones están en su punto máximo, y la guerra es inminente. Como Uchiha, no podemos quedarnos al margen".

Las palabras de Kagami provocaron murmullos entre los presentes. Algunos asintieron en señal de acuerdo, mientras que otros parecían incómodos. Entre estos últimos se encontraba el anciano Ichiro, conocido por su temperamento fuerte y su orgullo por la fuerza de los Uchiha.

Kagami continuó: "Tobirama Senju, el Segundo Hokage, ha decidido que Konoha necesita una fuerza de policía militar para mantener la paz y defender nuestras fronteras. Esta fuerza estará compuesta principalmente por miembros de nuestro clan. Los Uchiha serán responsables de mantener el orden y la seguridad en la aldea".

En ese momento, Ichiro no pudo contenerse y levantó la voz. "¿Qué significa esto, Kagami? ¿Que estamos destinados a convertirnos en meros guardianes de la aldea? ¡Somos shinobis poderosos y deberíamos estar en la primera línea de combate!"

Kagami miró a Ichiro con calma antes de responder: "Ichiro-san, entiendo tu preocupación. Pero este es un papel que debemos asumir por el bien de Konoha. La fuerza de la Policía Militar Uchiha será crucial para la defensa de la aldea y la preservación de la paz. No se trata de menospreciar nuestras habilidades, sino de asegurarnos de que estemos donde más se nos necesita".

Las tensiones en la sala eran palpables, pero Kagami siguió adelante. "Además, este papel nos otorga la oportunidad de mostrar a los demás clanes de Konoha la lealtad y el compromiso de los Uchiha hacia la aldea. No solo seremos protectores, sino también ejemplos de honor y deber".

Tras escuchar a Kagami y las palabras de Ichiro, varios miembros del clan expresaron sus pensamientos y preocupaciones. Algunos compartieron la perspectiva de Kagami y estaban dispuestos a aceptar este nuevo deber, mientras que otros aún dudaban.

Finalmente, Kagami cerró la reunión con estas palabras: "Comprendo que esto no sea fácil para todos. Pero les pido que confíen en mí y en nuestro clan. Juntos, superaremos este desafío y demostraremos que los Uchiha siguen siendo una fuerza a tener en cuenta en Konoha".

Con eso, la reunión llegó a su fin. El destino del clan Uchiha estaba en un punto de inflexión, y el camino que tomarían en esta era de guerra y cambios seguía siendo incierto.