Lo único que podían ver mis ojos era una cantidad de llamas infinitas que consumían cada centímetro de mi alrededor.
Todo se deteroriaba y no era yo quién estuviera apreciando esta desdicha como una testigo más.
-¡MAMAAAA!-
Sentía sofocarme de tanto gritar y en mi cabeza solo pasaban los segundos unos tras otros, un lugar que nunca fue mi hogar de alma, se convertiría en mi tumba.
¿Está sería la forma en la que yo moriría?.
Sola y sin amor.
-¡AYUDAAAA NO PUEDO RESPIRAR!-
Siempre quise cosas simples para mi futuro, tal vez terminar una carrera, casarme y tener hijos..
Y solo en ese momento cuando mi vida ya estuviera resuelta.
Tal vez vería el atardecer mientras pienso en cada uno de mis logros.
Pero ahora solo siento ese vacío que te dice que no marcaste mucho camino en tu vida y ya es hora de dejar de funcionar y pasar a ser una existencia más.
Materia orgánica en descomposición.
Todo lo que viví, cada cosa pasa por mis ojos como un vector de cinta, viendo lo que nunca viviré y tal vez lo que alguna vez pude hacer bien.
Mientras recorrí cada centímetro deteriorado de esté infierno, veo pasar a la persona que no me quiso dejar escapar.
No se exactamente que sentir hacia mi padre, más que un profundo rencor por seguir empeñado en hacernos pasar por la agonía de estar aquí.
Pienso exactamente en lo podrida que debe estar su alma y el dolor de estar muriendo de esta forma tan dolorosa y agobiante.
- ¡AAAAHHHHHHHH POR FAVOR!. ¡NO QUIERO ESTAR SOLA!, ¡ESTO DUELE MUCHO! -
Me pongo a pensar en el causante de estás eternas llamas, mi hermano, quién no se si culpo por querer terminar con este lugar a la fuerza.
Yo haría lo mismo en su lugar, pero sin pensarlo, se a cobrado un ojo por ojo.
Pienso en todas las veces que quise ser una buena hermana, tal vez mejor persona, quería enseñarle cosas y que al crecer mejoraramos nuestra relación..
Pero simplemente fui inmadura y incapaz de decirle.
Stan todo está bien, nunca fue tu culpa, solo debías aprender a ser fuerte.
Se que es duro, pero fuiste valiente por mucho tiempo, mamá y yo también.
Pero no muchas veces se tendrá ese final feliz, siempre habrá un mounstro que terminé con tu felicidad.
Y muchas veces el ganará.
Ahora solo quisiera un último abrazo de mi madre, por todas las veces en que la vi llorar y echarse a perder.
Ella sufrió mucho y no supo tomar buenas decisiones, solo trato de ser feliz, tratando de cuidar a su familia.
Ahora mis pensamientos fluyen alrededor de mi cuerpo muerto, simplemente dejaré de existir.
Que ellos reciban este mensaje y que sepan.
Que los quiero mucho y que construyan un mejor futuro para ellos dos.
Ya que no pude llegar a estar en el.
-¡HAY UNA NIÑA ADENTRO! ¡DENSEN PRISA HAY QUE SALVARLA! -
-¡TODOS ADENTRO! -
Que bonito, sería.
Haber vivido lo suficiente para verlos triunfar..
-¡DIGANMEN QUE ELLA ESTA BIEN!, ¡QUIERO A MI HIJA!, ¿¡DONDE TIENEN A MI HIJA?! - La mujer desesperada intentaba entrar a toda costa a la casa llena de escombros, pero uno de los bomberos la retenía mientras ella se desbordaba en el suelo - Mi hija... Planeaba llevarme a mis dos hijos lejos de aquí - Sin parar de llorar el uniformado trataba de tranquilizarla haciendole pie a la situación para que no cometiera una locura.
-Estamos haciendo todo lo posible para encontrar algo, pero usted tiene que hacer todo lo posible para tranquilizarse y ser fuerte ¿De acuerdo? - La mujer guardo un largo silencio, tras sus ojos llorosos se reflejaba una llama dolorosa, su corazón le decía que su hija ya había dado el último respiro, mientras todos estaban perdiendo el tiempo en apagar las llamas del peor lugar de todos.
Está se abrazaba a si misma y lloraba desconsoladamente, el odio y pavor, que le provocó este intento de divorcio, la dañaban cómo cuán letal veneno en su estómago.
El niño de 10 años se mostraba inexpresivo como si la situación no fuera real, no existiera, veía borroso entre lágrimas cómo sus manos quemadas eran envueltas por una auxiliar.
Su padre no hacía más que protestar y señalarlo mientras hablaba con la policía furioso y victimizando su posición.
Era como si entre sus oídos hubiera un profundo "bip" que no lo dejara retroalimentar lo que estaba pasando.
-Fuiste muy valiente al intentar agarrar esos escombros para salvar a tu hermana, cuida bien de tus heridas - El niño ladeo la cabeza y negó.
-Yo inicie el fuego y debí ser yo a quién hubieran encerrado y quemado vivo, no tengo para que vivir - El niño mencionó casi inaudible.
La mujer simplemente le vio con lastima y acarició su rostro mientras el niño se giraba a ver a su madre paniqueaba y al bordé del desesperó
Veía como se arrancaba el cabello y gritaba con fuerza mientras golpeaba el suelo.
-¡MI HIJA!, ¡ENCUENTRENLA!, ¡ELLA NECESITA ESTAR BIEN!-
-¡SEÑORA, POR FAVOR!- uno de los uniformados intento sostenerla para que no continuará autolesionandose he intentando entrar por su cuenta.
El niño se quiso acercar a su madre pero algo en su interior le decía que ella no quería saber de el.
Sentía miedo, de lo que pudiera pasar y a su vez ese vacio infinito en su interior.
Su hermana podría estar muerta y se sentía responsable, cada vez se daba más cuenta de lo podrido que estaba su interior, cómo una manzana en descomposición..
El niño retrocedio hasta sentir una mano posarse en su hombro izquierdo, está se sentía fría y pesada.
Cuando se dio cuenta se trataba de su padre y un policía.
-El fue quién provoco el incendio - Mencionó su padre a la ligera.
-Señor, por favor cállese - Mencionó el policía poniendo una mano enfrente de esté -Es con su hijo con quién necesitó hablar, usted y yo ya hablamos lo suficiente - Llevandose el niño hasta estar retirado del hombre, simplemente se escuchaban sus comentarios de mal gusto a lo lejos.
Llegando a un lugar apropiado para hablar, el uniformado se puso a la altura del niño.
-Ahora Stan, ¿Podrías decirme quién causo el incendio? - El niño apretó los puños y se tomó varios minutos, realmente nervioso pero al margen - Fui yo... ¡Pero el la encerró por qué odiaba la granja y se quería ir!-
-No planeaste esto con tú padre, ¿verdad? - El niño negó rápidamente
-Yo sólo quería que dejará de retenernos aquí, todos lo odiamos - El uniformado dio varios golpesitos en su hombro para luego suspirar.
-Todo estará...bien... Stanley -
Al fondo se pudo escuchar el grito de una mujer, el cuál dejó a todo el mundo sin palabras, después de ver una escena tan dolorosa cómo para ponerse en su lugar y querer morir.
Habían sacado el cuerpo de la niña sin vida, desfigurado, quemado, irreconocible...
Su madre pasó por encima de todos los rescatistas para poder llegar hasta su nena y abrazarla cómo nunca pensó que lo haría, desbordando en llanto, gritos y tristeza.
El policía protegió al niño que nada más miraba todo lo que había ocasionado.
¿El?, o...
La persona más horrible de todas.
Su padre, un hijo de puta.
Los últimos días los habían pasado en un hogar de pasó.
El niño veía a su madre llorar cada noche y descomponerse poco a poco, mientras que su padre no hacía más que hablar de lo que era la perdida de su granja.
En una de ciertas ocasiones, al niño lo levanto un ligero ruido, el cuál le hizo abrir sus ojos, viendo a su madre sentada junto a la ventana, mientras se fumaba un cigarrillo.
En muchas ocasiones no había hecho caso a su comportamiento, más de una vez deseó que en lugar de su hermana, fuera el quién hubiera muerto.
Pero si aún podría solucionar algo, lo haría.
Movió la cobija aún lado y haciendo rezonar el suelo chirriante, se acercó a su madre.
- Mamá...? -
La mujer no musito palabra.
- Lo siento... -
Luego de un largo silencio, está se dispuso a mirar a su hijo y tomarlo del brazo, haciendo que se sentará en sus piernas.
- Simplemente estabas haciendo lo que te pedí cariño, todos matamos a tú hermana - Está beso la frente del niño mientras hacía que esté se acurrucaba en su pecho.
- Pero yo no quería que Shelly mueriera- La mujer acarició su cabello en medio de un suspiró.
-Yo tampoco, por esa razón hay que vengar a tu hermana, con la pistola que hay allí en la mesita de noche - El niño miró por varios segundos el lugar mencionado, antes de que las manos de su progenitora lo arruyaran - Ahora duerme cariño, ya es tarde ...-
Y así por unos segundos de tranquilidad, cerró los ojos, durmiendo con la duda de su vida poco merecida y todo lo que había sufrido.
Simplemente quería estar en paz, pero se volvía sufrida esa tranquilidad.
Cuándo menos lo sintió un grito entorpeció su sueño, vio a la dueña del lugar horrorizada, completamente muda cerca del umbral de la puerta, casi a punto de desmayarse, vinieron más personas al lugar por causa de sus gritos.
Cuándo el niño se separó del pecho de su madre y sintió como la mano de está se deslizaba, levanto la mirada, para al final ver cómo todo el rostro de su madre estaba cubierto de sangré y en parte el también.
Nuevamente todo estaba pasando y sus recuerdos más recientes fueron desechados.
Todo se hundía y sentía ganas de vomitar.
-Fue tu culpa Stan, las mataste a ambas - giró la mirada, viendo esa silueta.
Inmediate una voz en su cabeza rezona.
Era femenina y maternal, enardecida diciendo.
"Mátalo Stan, por nosotras, acaba con el"
- Ella murió el día en el que su hija murió-
