CAPITULO 1
Podrías, Por Favor, Dejar De Matar A Mi Cabra
Lección Aprendida: Si llevas a una Valkyria a tomar un café, terminarás encargándote de la cuenta y de un cadáver.
No había visto a Samirah Al–Abbas por casi seis semanas. Así que, cuando me llamó, de repente, diciéndome que tenía que hablarme de un asunto de vida o muerte, acepté de inmediato. (Técnicamente yo ya estaba muerto, lo cual significaba que todo ese asunto de vida o muerte ya no me aplicaba, pero, aun así… Sam sonaba muy ansiosa).
Ella aún no había llegado para cuando entré en Thinking Cup de la Calle Newbury. El lugar estaba lleno como de costumbre, así que me ubiqué en la fila para pedir vasos de cafés. Unos segundos después, Sam entró volando, literalmente, justo por encima de las cabezas de los clientes.
Nadie se inmutó. Los mortales normales no son buenos procesando cosas mágicas, lo cual es una suerte, porque de lo contrario los bostonianos pasarían la mayor parte de su tiempo huyendo llenos de pánico—de los gigantes, trolls, ogros, y einherjar con hachas para luchar, y vasos de cafés con leche.
Sam aterrizó junto a mí, llevaba puesto el uniforme de su colegio—zapatillas blancas, pantalones de tela color caqui, y una camisa manga larga azul marino que tenía bordado un logo de la Academia King. Su hijab1 de color verde cubría su cabello. Un hacha colgaba de su cinturón. Estaba bastante seguro de que el hacha no era parte del código de vestimenta estándar.
Por muy contento que estuviera de verla, noté que la piel bajo sus ojos estaba más oscura de lo normal. Además, se estaba balanceando de atrás hacia adelante sobre sus pies.
—Hey, —le dije. —Te ves terrible.
—También, me alegro de verte, Magnus.
—No, quiero decir… no terrible como, diferente a lo normal de terrible. Sino, sólo terrible, como exhausta.
— ¿Debería traerte una pala para que puedas cavar un poco más hondo ese agujero en el que te estás metiendo?
Levanté mis manos en señal de rendición. — ¿Dónde has estado durante este último mes y
medio?
Sus hombros se tensaron. —Mi carga laboral de este semestre me está matando. Soy tutora
de unos niños después de la escuela. Luego, como quizás recuerdes, cumplo con mi trabajo de medio tiempo recolectando las almas de los caídos en batalla, y los llevo al Valhalla, y además llevo a cabo las misiones de Odín.
—Ustedes los jóvenes de hoy, y sus horarios ocupados.
—Y, por encima de todo… está la escuela de aviación.
—¿Escuela de aviación?, —avanzamos unos pocos pasos en la fila. — ¿Como de aviones?
Sabía que el sueño de Sam consistía en convertirse en una piloto profesional, algún día, pero no sabía que había empezado a tomar lecciones.
—¿Puedes hacer eso a los dieciséis?
1Es un velo que cubre la cabeza y el pecho, que suelen usar las mujeres musulmanas desde la edad de la pubertad, en presencia de varones adultos que no sean de su familia inmediata, como forma de atuendo modesto. Según algunas interpretaciones, también puede ser utilizado en presencia de mujeres adultas no musulmanas fuera de su familia inmediata.
Sus ojos brillaron con emoción. —Mis abuelos jamás me lo habrían permitido, pero los Fadlan's tienen este amigo que maneja una escuela de vuelo. Finalmente convencí a Jid y a Bibi….
—Ah, —sonreí. —Entonces, las lecciones son un regalo de Amir. Sam se sonrojó.
Ella era la única adolescente que conocía que tenía un prometido, y era tierno ver lo nerviosa que se ponía cuando hablábamos sobre Amir Fadlan.
—Esas lecciones fueron lo más pensado, lo más considerado que… —ella suspiró con tristeza. —Pero basta de eso. No te hice venir hasta aquí para hablar de mi horario laboral. Tenemos un informante al que ver.
—¿Un informante?
—Esta podría ser la clave que he estado esperando. Si la información es buena….
El teléfono de Sam zumbó. Ella lo sacó de su bolsillo, comprobó la pantalla, y luego maldijo. —Tengo que irme.
—Acabas de llegar.
—Un asunto de Valkyrias. Un posible código tres–ocho–uno: Muerte heroica en progreso.
—Te lo estás inventando.
—No lo hago.
—Entonces… ¿qué?, ¿alguien piensa que está a punto de morir en batalla, y te manda un mensaje diciéndote: '¡Estoy muriendo! ¡Necesito una Valkyria ASAP2!', seguido de un montón de emoticones de caritas tristes?
—Me recuerdo a mí misma llevando tu alma hasta el Hotel Valhalla. Y tú no me enviaste ningún mensaje.
—No. Pero soy especial.
—Sólo consíguenos una mesa afuera, —dijo ella. —Y júntate con mi informante. Estaré de regreso lo más pronto que pueda.
—Ni siquiera sé cómo luce tu informante.
—Lo reconocerás cuando lo veas, —prometió Sam. —Se valiente. Y por cierto, consígueme un bollo.
Salió volando de la cafería como si fuera una Super Musulmana, dejándome a mí el pago de nuestras órdenes.
Compré dos cafés grandes, dos bollos, y me senté afuera en una mesa que encontré vacía.
La primavera había llegado antes a Boston.
Algunos charcos de nieve sucia todavía se aferraban a las calles como si fueran placas dentales. Pero, los cerezos habían florecido con pétalos blancos y rojos. Ropas de colores pasteles y floreadas se exhibían en las boutiques al final de la calle. Los turistas pasaban disfrutando de la luz del sol.
Sentado al aire libre, cómodamente vestido con mis jeans recién lavados, mi remera y mi chaqueta de mezclilla, me di cuenta de que esta era la primer primavera que no era un chico sin hogar.
Durante el mes de marzo anterior, había estado rebuscando dentro de los botes de basura. Había dormido debajo de un puente en el Jardín Público, y pasaba el rato con mis amigos Hearth y Blitz—evadiendo a la policía e intentando mantenerme vivo.
Entonces, dos meses atrás, morí luchando contra un Gigante de Fuego.
2ASAP: Abreviación de: As Soon As Possible. Traducido al español: Tan pronto como sea posible.
Desperté en el Hotel Valhalla como uno de los guerreros einherji de Odín.
Ahora, tenía ropa limpia, tomaba duchas todos los días. Dormía en una cama confortable toda las noches. Y, podía sentarme en esta mesa de un café, comer algo por lo que yo realmente había pagado, y no preocuparme de que los guardias me forzaran a irme.
Desde que resucité, terminé por acostumbrarme a muchas cosas raras.
Recorrí los Nueve Mundos, y conocí dioses nórdicos, elfos, enanos y un montón de monstruos con nombres que no puedo pronunciar. Conseguí una espada—que ahora llevo colgando de una cuerda alrededor de mi cuello con forma de una piedra rúnica. E incluso tuve una conversación con mi prima Annabeth sobre los dioses Griegos que habitaban en New York, y que hacían de su vida una dificultad.
Aparentemente, Norte América estaba lleno de dioses antiguos. Teníamos una completa infestación.
Todo eso lo había aprendido a aceptar.
Pero, ¿regresar a Boston, otra vez, en un lindo día de primavera, a pasar el día como un muchacho normal?
Eso, se sentía extraño.
Busqué entre la multitud de personas, al informante de Sam. Lo reconocerás cuando lo veas, me había prometido. Me pregunté qué clase de información tenía ese tipo, y por qué Sam la consideraba de vida o muerte.
Mi mirada se clavó en la fachada de una tienda, al final de la cuadra. Sobre la puerta, había un letrero de bronce y plata que todavía brillaba orgullosamente: Blitzen's Best, pero la tienda estaba cerrada. La ventana delantera estaba cubierta por papel con un mensaje garabateado a toda prisa con marcador rojo: Cerrado por remodelación. ¡Vuelva pronto!
Esperaba poder preguntarle a Samirah acerca de eso. No tenía idea del por qué mi viejo amigo Blitz había desaparecido tan repentinamente. Un día, hace semanas, yo estaba caminando hacia la tienda, y la encontré cerrada. Desde entonces no había recibido ninguna palabra de Blitz o Hearthstone, lo cual no era propio de ellos.
Pensar en aquello, me preocupó tanto que no pude ver a nuestro informante, hasta que estuvo sobre mí.
Sam estaba en lo cierto: Él lograba sobresalir.
No todos los días podías ver a una cabra con una gabardina. Un sombrero de copa baja encajado entre sus cuernos rizados. Y un par de gafas de sol sobre su nariz—su gabardina seguía quedándose enredada bajo sus pezuñas traseras.
A pesar de su muy inteligente disfraz, lo reconocí. Yo mismo había asesinado y comido la carne de esa cabra en particular, en otro mundo—la cual, es el tipo de experiencia de las que unen y no olvidas.
—Otis, —le dije.
—Shhh, —me dijo. —Estoy de incognito. Llámame… Otis.
—No estoy seguro de que así funcione lo de pasar por incógnito, pero está bien.
Otis, también conocido como: Otis. Se subió a la silla que había reservado para Sam. Se sentó sobre sus patas traseras, y puso sus patas delanteras sobre la mesa. — ¿Dónde está la Valkyria? ¿Está de incognito, también?, —miró hacia la bolsa de los bollos como si Sam pudiera estar escondida en el interior.
—Samirah tuvo que ir a recoger un alma, —le dije. —Estará de regreso muy pronto.
—Debe ser agradable tener un propósito en la vida, —suspiró Otis. —Bueno, gracias por la comida.
—Eso no es para….
Otis agarró la bolsa de bollos de Sam, y comenzó a comérselos, con papel de aluminio y
todo.
En la mesa de al lado una pareja mayor le dio un vistazo a mi amigo cabra y le sonrieron.
Tal vez, sus sentidos mortales lo habían percibido como un tierno niño, o una adorable mascota.
—Entonces… —yo no la estaba pasando para nada bien al ver como Otis devoraba el bollo, dejando caer migas al masticar a través de las solapas de su gabardina. — ¿Tienes algo que decirnos?
Otis eructó. —Se trata de mi amo.
—Thor.
Otis se estremeció. —Sí, él.
Si yo trabajara para el dios del trueno, también, me habría estremecido al oír el nombre de Thor. Otis y su hermano, Marvin, tiraban del carro del dios. También, le proporcionaban a Thor una especie de suministros interminables de carne de cabra. Cada noche, Thor, los mataba y se los comía para la cena. Cada mañana, Thor los resucitaba. Y, es por eso que hay que ir a la universidad, chicos—así cuando ustedes sean mayores no tendrán que tomar un trabajo como cabra mágica.
—Por fin, conseguí una pista, —dijo Otis, —sobre cierto objeto que mi amo no encuentra.
—¿Estás diciéndome que su Mar…?
—No lo digas en voz alta, —me advirtió Otis. —Pero, sí… su Mar3.
Mis recuerdos regresaron al mes de Enero, cuando había conocido al dios del trueno, por primera vez. Los buenos tiempos sentados alrededor de la fogata, escuchando a Thor pedorrearse, hablar de sus series de Tv favoritas, pedorrearse, quejarse de su Martillo perdido, el cual utilizaba para matar gigantes y ver sus programas de Tv favoritos, y pedorrearse.
—¿Aun está perdido?, —pregunté.
Otis chasqueó sus patas delanteras sobre la mesa. —Bueno, no oficialmente, por supuesto. Si los gigantes estuvieran realmente seguros de que Thor está sin su ya sabes qué, invadirían los mundos mortales, destruirían todo, y eso me enviaría a una muy profunda depresión. Pero, no oficialmente…. Sí. Durante meses lo hemos estado buscando sin suerte. Los enemigos de Thor son cada vez más audaces. Perciben su debilidad. Le dije a mi terapeuta que esto me recordaba a cuando yo era una cabra joven y los abusivos me molestaban. —Otis miró a la distancia con las alargadas pupilas amarillas de sus ojos. —Creo que fue allí cuando mi estrés postraumático comenzó.
Esa era mi señal para pasar las próximas horas hablando con Otis sobre sus sentimientos.
Pero, como soy una persona terrible, no lo hice.
—Otis, —le dije. —La última vez que te vimos, le encontramos a Thor una vara de hierro para que la usara como un arma de apoyo. Él, no está exactamente indefenso.
—No, pero la vara no es exactamente tan buena como el… Mar. No inspira el mismo miedo en los gigantes. Además, Thor se pone de malas cada vez que intenta ver sus series en la vara. La pantalla es pequeña y la resolución es terrible. No me gusta cuando Thor esta de mal humor. Hace que sea muy difícil para mí encontrar mi lugar feliz.
3En el Texto original Otis no deja que Magnus diga la palabra Hammer (Martillo) haciendo que solo la pronuncie a medias Ham (Jamón). Aquello hace parecer que Otis y Magnus hablan del Jamón de Thor en lugar del Martillo de Thor… pero al traducir esta conversación al español no pudimos mantener el voluntario o involuntario juego de palabras de Rick… por lo que cambiamos Ham (Jamón) por Mar de Martillo. Haciendo que se pierda ese juego de palabras.
Mucho de eso no tenía sentido: Por qué Thor tendría tantos problemas para encontrar su propio Martillo. Cómo era posible que hubiera podido mantener la pérdida de su arma como un secreto para los gigantes durante tanto tiempo. Y la idea de que Otis la cabra tuviese un lugar feliz.
—Así que Thor quiere nuestra ayuda. —supuse.
—No oficial.
—Por supuesto que no. Todos tendremos que llevar gafas oscuras y gabardinas.
—Esa es una excelente idea, —dijo Otis. —Como sea, le dije a la Valkyria que yo la mantendría informada desde que ella está a cargo de… ya sabes, las misiones especiales de Odín. Esta es la primera pista sólida que recibo de la ubicación de este objeto en específico. Mi fuente es fiable. Es otra cabra que va al mismo psiquiatra que yo. Ella escuchó una charla desde su corral.
—¿Quieres que comprobemos una pista, en base a unos chismes de corral que escuchaste en la sala de espera de tu psiquiatra?
Eso sería genial. —Otis se inclinó tan hacia adelante que tuve miedo de que pudiera caerse de su silla. —Pero vas a tener que moverte con mucho cuidado.
Tomó todo mi esfuerzo el no reírme. Había jugado al 'Captura la Bola de Lava' con un gigante de fuego. Había esquiado con un águila sobre los tejados de Boston. Pesqué a la serpiente del mundo fuera de la bahía de Massachusetts, y vencí al Lobo Fenris con un ovillo de lana. Y, ahora, esta cabra me decía que tuviera cuidado.
—Entonces, ¿dónde está el Mar?, —pregunté. — ¿Jotunheim? ¿Niflheim? ¿Thorfartheim4?
—Estás bromeando. —Las gafas de sol de Otis se deslizaron hacia un lado sobre su hocico.
—Sin embargo, el Mar está en un lugar peligroso muy diferente. Está en Provincetown.
—Provincetown, —repetí. —En la punta de Cape Cod5.
Tenía unos vagos recuerdos de ese lugar. Mi madre me había llevado allí por un fin de semana durante un verano, cuando tenía unos ocho años. Recordé las playas, los caramelos salados, los rollos de langosta, y un montón de galerías de arte. Lo más peligroso que me había encontrado era una gaviota con el síndrome del intestino irritable.
Otis bajó la voz. —Hay un túmulo6 en Provincetown—un tumulario de Criaturas7.
—¿Eso, es cómo algún tipo de puesto ambulante8?
—No, no. Una Criatura9… —Otis se estremeció. —Bueno, una Criatura es un poderoso ser no muerto que le gusta coleccionar armas mágicas. A la tumba de esta Criatura se le llama un—un túmulo. Lo siento me cuesta un poco hablar de Criaturas. Me recuerdan a mi padre.
Eso planteaba otra serie de preguntas con respecto a la infancia de Otis, pero decidí dejárselas a su terapeuta.
4Traducción literal: El mundo de los pedos de Thor o Thor–pedorro–heim. Magnus inventa el nombre de este un mundo haciendo referencia a su primer encuentro con Thor, donde el dios compartió mucho de sus gases. De allí las palabras Thor (Thor), Fart (Pedorrear) y Heim (Mundo), la cual fue añadida por Magnus porque la mayoría de los mundos místicos de Asgard terminan en la expresión heim.
5Cape Cod o Cabo Cod: Es una península en el extremo oriental del estado de Massachusetts, al noreste de Estados Unidos.
6Texto Original: Barrow puede llegar a traducirse como: Carretilla. Sin embargo, en el inglés arcaico se lo usa para referirse a los túmulos. Lo cuales eran cementerios nórdicos donde vivían criaturas mágicas no muertas.
7Texto Original: WightBarrow: Tumulario o Tumulario de criaturas: Hace referencia a los espectros o criaturas del mundo medieval, basado en las antiguos mitos nórdicos. Dicha palabra se conforma por Barrow: ('túmulos o tumularios') y Wight: ('ser' o 'criatura'). 8Texto Original: Wheelbarrow: Significa Literalmente Carretilla Móvil o Puesto Ambulante. Magnus confunde las palabras Wightbarrow: (Tumulario o Tumulario de Criaturas) y Wheelbarrow (Carretilla de Empuje o Puesto Ambulante) debido a que dichas palabras suenan fonéticamente igual. Wheelbarrow también puede entenderse de una forma indirecta como tumulto.
9Texto Original: Wight: Es una palabra del inglés arcaico usado para referirse a: 'ser' o 'criatura', pero no significa necesariamente: 'espíritu' o 'fantasma', aunque si tiene afinidad con el alemán moderno: 'Wicht', que quiere decir, pequeñas criaturas míticas y puede traducirse como un alma en pena que se caracteriza por ser un espíritu o fantasma del alma de una persona, que después de morir vaga sin descanso (por ejemplo por haberse suicidado). La explicación de Otis es porque Magnus confundió Wheel con Wight que suenan muy parecido.
—¿Hay muchas de esas madrigueras de no muertos Vikingos en Provincetown?, — pregunté.
—Sólo una, por lo que yo sé. Pero eso es más que suficiente. Si es cierto que ese objeto en particular está allí, será difícil de recuperar—estará bajo tierra, y resguardado por una poderosa magia. Necesitarás de tus amigos— el enano y el elfo.
Eso habría sido genial, si tuviera alguna idea de donde estaban mis amigos. Esperaba que Sam supiera más que yo sobre ese aspecto.
—¿Por qué no va Thor y comprueba este túmulo por sí mismo?, —pregunté. —Espera…. déjame adivinar. No quiere llamar la atención. O desea que tengamos la oportunidad de ser héroes. O es un trabajo bastante duro, y tiene que ponerse al día con algunas de sus series.
—Para ser justos, —dijo Otis. —La nueva Temporada de Jessica Jones acaba de comenzar.
No es culpa de la cabra. Me dije. Ella no merece que le dé un puñetazo.
—Bien, —dije. —Cuando Sam llegue, hablaremos de alguna estrategia.
—No estoy seguro de que deba esperar aquí contigo. —Otis relamió unas migajas de su solapa. —Debería haber mencionado esto antes, pero verás, alguien…. o algo…. me ha estado siguiendo.
Un hormigueo recorrió mi cuello. — ¿Crees que te han seguido hasta aquí?
—No estoy seguro, —dijo Otis. —Esperaba, que el disfraz los confundiera.
Oh, genial, pensé.
Recorrí la calle con la mirada, pero no vi nada extraño. — ¿Pudiste ver a ese alguien–barra–
algo?
—No, —admitió Otis. —Pero Thor tiene toda clase de enemigos que desean impedir que
consigamos su—su Mar para devolverlo. Ellos no quieren que yo intercambie información con ustedes, especialmente sobre esta última parte. Hay que advertirle a Samirah que….
THUNK.
Viviendo en el Valhalla, estaba acostumbrado a que armas mortales salieran volando de la nada, pero, aun así, me sorprendí cuando un hacha brotó del pecho peludo de Otis.
Me lancé sobre la mesa para ayudarlo. Como el hijo de Frey, dios de la fertilidad y la salud, puedo hacer algo de magia de primeros auxilios bastante impresionante si tengo el tiempo suficiente. Pero, tan pronto como toqué a Otis, supe que era demasiado tarde. El hacha le había atravesado el corazón.
—Oh, querido. —Otis tosió sangre. —Voy a… morir… ahora.
Su cabeza cayó hacia atrás. Su sombrero de copa baja rodó por el pavimento. La señora sentada detrás de nosotros gritó, como si acabara de darse cuenta de que Otis no era un lindo cachorrito perruno. Y que, de hecho, era una cabra muerta.
Escaneé los tejados de enfrente. A juzgar por el ángulo del hacha, debió de ser lanzada desde algún lugar de allá arriba… sí. Percibí un rápido movimiento al mismo tiempo que el atacante salía fuera de mi campo visual—una figura de negro que llevaba una especie de casco metálico.
Demasiado para un vaso de café.
Di un tirón a mi colgante mágico, el cual colgaba de una cadena de mi cuello, y corrí detrás del Asesino de Cabras.
