Senku 7 años, 3 meses
Las mañanas eran la cosa que más disfrutaba Buba, el olor a tocino inundaba toda la casa y eso suponía que el hombre de copete, el papá como ella lo entendía se despertaba de buen humor así que ella bajaba meneando la colita a ver si le caía algún pedazo en su plato junto a sus croquetas o si tenía suerte el hombre le había separado alguna porción especial.
Pero lamentablemente para ella, esta vez no hubo desayuno abundante, solamente croquetas y el pocillo de agua, no era que le molestará, pero pensó que después de que Senku había logrado ser el mejor de su clase tendría más que solo eso, en fin. No le daría tantas vueltas e iría a tomar sol al patio mientras observaba que la vecina no intentará nuevamente dejar tiradas su ropa en el patio para tener oportunidad de hablar con el hombre del copete, Senku le había advertido que no debían dejar que aquella mujer irritable se acercará a Xeno, o el hombre de labios rojos les haría salir a correr a ambos a su regreso. Extrañaba a ese hombre ya que le era cómodo dormir en su pecho cuando era cachorra, aunque no lo había visto cerca de un año ella confiaba, al igual que su niño humano, que ese hombre volvería.
Camino para salir por la pequeña puerta trasera cuando vio cómo se asomaba una cabeza rubia, por lo cual adoptó su posición de ataque comenzado a gruñir y ladrar al intruso que se atrevía a intentar entrar a su hogar.
—¡AH! ¡BUBA SOY YO! .- Kohaku cubrió su cabeza en cuanto tuvo la mitad de su cuerpo dentro de la casa, si buba la mordía estaba perdida-.
— ¡Buba no! ¡Chica mala, deja de ladrar peluda! .-Senku grito desde el otro lado de la puerta-. ¡Leona deprisa, nos van a ver!
—¡Deja de mandarme!
Buba se alejó, comenzando a chillar por la confusión ¿No debían estar sus niños en la escuela? ¿Algo malo había ocurrido?
Luego de que Kohaku por fin lograra meterse por su puertecita y se incorporará para poder abrirle la puerta a Senku suspiro con alivio de no haber perdido algún mechón de cabello gracias a un ataque de la perruna.
—¿Despejado?
—Nada más esta Buba .-la pequeña tiro la mochila al suelo para acercarse a la mascota del hogar y comenzar a acariciarla-. Pero tú no dirás nada ¿Verdad? Porque eres una buena chica ¿Quién es la perrita más linda de toda la ciudad? ¡Tú!
Ante aquellas caricias de la niña favorita Buba se recostó en el suelo para dejar que le rasquen la pancita. No entendían porque sus pequeños se encontraban allí, pero si podía pasar un rato agradable dejando que le rasquen la pancita y jugando ¿A quién le importaba? Ella era feliz cuando la llenaban de mimos.
—Ni se te ocurra ladrar Buba .-Senku se incorporó de igual manera para rascar la pancita de su mascota, sin querer admitirlo era algo que realmente le prometo que no tendrás que guardar tanto tiempo el secreto. Solo será por esta semana. ¿Si cosa peluda?
¿Una semana? La felicidad de Buba cayó, solo un poco. ¿Qué podía ser tan grave que Senku y Kohaku no quisieran ir a clases?
Xeno estornudo dando un golpe al escritorio que sobresaltó a todo el mundo en la sala. Últimamente se encontraba de muy mal humor y muchos lo atribuían a la falta de "actividades" en la cama.
—Oye Scott .-el Doctor Henry se acercó cuidadosamente a su colega para no ser descubierto por su jefe gruñón-. ¿Por qué no tratas?... Ya sabes, de aliviar el mal humor del jefe .-moviendo sus cejas Henry quería dar a entender de qué hablaba sin ser tan explicito.
—Cállate idiota .-el claro nerviosismo de Scott lo delataba, y ya todo el mundo sabía que se encontraba detrás del doctor Xeno-. Tiene pareja.
—Oh por el amor a la ciencia .-agarró a su colega por los hombros y se acercó a su oído-. Ambos sabemos que es posible que no vuelva y ya sabes… Puedes ser un buen hombro para llorar o quizás un buen cu-…
—¿Quieres terminar esa frase doctor Henry? ¿Un buen qué? .-Xeno se había aproximado al notar que sus subordinados se habían distraído del trabajo-. Vamos. Quiero saber de qué están hablando
Scott quien ya estaba nervioso por la conversación ahora parecía que sudaba aún más. La verdad que la imagen del doctor Xeno y el mismo haciendo otro tipo de actividades que no tenían nada que ver con calcular una trayectoria segura más que llegar a una cama había pasado más de una vez por su mente.
—¡Doctor! Yo solo le estaba diciendo a nuestro amigo el doctor Scott que debe salir a divertirse e ir al cumpleaños de Matt ¿No es así amigo? .-se había salvado, por un segundo ya se había visto recogiendo todas sus cosas en una caja-. ¿Por qué usted no viene?
Xeno simplemente ignoró la pregunta, ya bastante tenía con aquella llamada matutina de la escuela de su mocoso ¿Cómo era posible que Senku se había atrevido a saltarse clases?
—¡Doctor Xeno! .-Scott corrió hacia su ilusión, esta vez no no iba a desperdiciar la mala oportunidad que le dio su compañero-. ¿Quiere ir al cumplea-…
—Lo siento Scott, no estoy interesado en una reunión social con gente como esa. Sin ofender, pero tengo problemas más grandes en casa con mi hijo.
Quizás Xeno no había notado sus palabras, pero en la mente de Scott quedó grabado.
Viendo como Xeno se alejaba, se dio cuenta que no había lugar para él en el corazón del doctor aquel, quien solamente tenía pensamientos para su llamado hijo y su pareja. Al final aquella fantasía de poder lograr algún tipo de acercamiento más allá de la amistad solo quedaría como eso, una fantasía.
Porque Xeno, solo vivía por tres cosas. Stanley, Senku y la ciencia.
Kohaku trago saliva nerviosa al ver a su padre tan enojado, sin contar la cara de decepción de Ruri.
—¿Y bien? ¿Por qué has arrastrado a Senku en tus faltas Kohaku? .-Kokuyo se sentía como un idiota, jamás pensó que se le haría tan difícil darse cuenta de que su pequeña hija le mentía en su cara cuando esta se despedía contenta rumbo al colegio.
—Yo.. Yo… .-las lagrimas se acumularon en los ojitos de la pequeña niña, no quería delatar a su mejor amigo, pero tampoco le gustaba que su papá le gritará-. No puedo decirte.
—¿Disculpa?
—Hermana por favor .-Ruri se acercó a la menor para abrazarla, la cual al momento se escondió en sus brazos buscando apoyo-. ¿Quieres contarme a mí?
La negación de Kohaku fue más grande, no podía decir nada aún cuando sabía que su hermana mayor la entendería. Había hecho una promesa.
—¡Bien! Si no quieres decirnos, estás castigada. Nada de artes marciales. Y yo mismo me encargaré de que entres a la escuela.
Kohaku la había sacado fácil, pero esperaba que a su amigo le hubiera ido mejor.
Senku se encontraba con los brazos cruzados en el sillón de la sala, no iba a hablar. No tenía porque
—¿Y bien?
—Soy responsable, castígame.
Buba podía sentir la tensión entre ambos humanos, pero se mantendría fuerte junto a Senku para que este pudiera decirle a Xeno de una vez por todas lo que sea para evitar un castigo, y que ella pudiera comer sus croquetitas con un poco de jamón quizás.
—Tú jamás faltas a clases, a menos que estés enfermo y aún así te molesta ¿Por qué ahora esta rebeldía Senku?
La crianza nunca debió ser tan difícil de hecho, los años de rebeldía no debían de asomar hasta los doce según su libro de paternidad.
—No te diré. Así que anda, castígame. Pero no pienso ir a clases en lo que resta de la semana. ¡Quizás hasta del mes! .-se mantendría lo más firme posible, sin miedo a que Xeno le quitará sus cohetes o lo que se le ocurriera.
Totalmente rebelde.
—A tu cuarto. Ahora, y mañana yo iré a dejarte y te juro que si me vuelven a llamar de la escuela para decirme que te escapaste o no has asistido las cosas se pondrán peor.
Sin resentimiento Senku comenzó a caminar hacía su cuarto en compañía de una deprimida Buba que se había quedado sin croquetas con jamón.
—No. Buba tu dormirás aquí abajo .-el mayor se apresuró a tomar a la mascota por el collar y tratar de jalarla hacia su cama, pudo ver de reojo como su mocoso abría los ojos de sorpresa además de notar unas pequeñas lagrimitas en estos, pero no se echaría hacia atrás-. Lo siento cosa gorda .-la perruna comenzó a chillar y lamió su mano-. Sé que tu no hiciste nada malo, pero Senku tiene que aprender que esas cosas están mal. De hecho, la próxima semana pondremos cámaras para que esto no vuelva pasar ¿Sí? Lo siento
Como si lo entendiera, Buba se recostó sobre su mantita cabizbaja, aún con el desacuerdo de dormir lejos de su niño, ella sabía que todo era por un bien mayor.
Senku se subió al auto de su protector con mala cara, de alguna o otra manera se escaparía. Eso era seguro.
El camino hacía el colegio fue silencioso debido a que ambos estaban molestos, pero no darían su brazo a torcer a menos quizás, que aquel pequeño pidiera perdón y revelará la razón por la cual no quería asistir a sus clases.
Lo último en lo que pensó el pequeño sería ir que antes de pasar a la escuela iría a su psicólogo.
—Tu tutor me ha comentado que no has asistido a clases ¿Y eso? ¿Te has enfermado? .-Simon tenía una paciencia a prueba de cualquier cosa según Xeno, pero la verdad era que simplemente era parte de su trabajo, uno que amaba
—Nop .-se encogió de hombros para luego acercarse a tomar un libro que le había llamado la atención desde hace un rato, solamente porque en la portada había un perro igual de peludo que Buba-. No quiero ir.
—Pero me ha dicho el doctor Xeno que has arrastrado a tu amiga en estas huidas de clases ¿Seguro que solo es por eso?
Si algo había aprendido Senku, es que su psicólogo era alguien en el que podía confiar.
—Es que… En la escuela han inventado una nueva fiesta, algo estúpido.
—¿Y de qué trata esta fiesta, pequeño?
Después escuchar a su paciente, Simon entendió completamente el porqué este no quería asistir a esta nueva "festividad" y decidió quizás darle un pequeño empujón al tutor.
—Recuerdas que hablamos de que este es un espacio seguro para ti y para todo lo que quieras contarme ¿No? .-una vez que el niño asintió, prosiguió-. Pero creo que tanto tú como tu amiguita deberían de pedir perdón, además de comentarle a sus adultos responsable .-la palabra padres lo alteraría, mucho seguramente-. Así trata de decirle a Xeno, de una manera que no se enoje ni él ni tú ¿Sí? Ahora ve afuera, hablaré con tu tutor. Prometo que nada de lo que dijiste saldrá de aquí.
Senku confiaba en él, así que decidió hacerle caso y salir avisando a Xeno que el loquero quería hablarle sobre algo, y Xeno tan orgulloso y elegante como siempre entro algo prepotente según su punto de vista.
—¿Por qué no quiere ir a clases?
Según Xeno no había dicho nada gracioso, pero Simon estalló a carcajadas
—Doctor Xeno, creo que nos conocemos bien y sabe que no puedo revelarle nada de lo que mi paciente diga ¿No?
—Estúpido acuerdo .-Xeno suspiro tomando asiento para tratar de calmarse un poco-. Por favor, dime que no es nada malo.
—Al contrario. Pero le recomiendo dejarlo faltar el día de hoy a clases.
—Creí que habíamos venido aquí para evitar eso.
—Le prometo que Senku le dirá la razón, pero tenga paciencia. Quizás dar un paseo el día de mañana por el parque les ayude a entenderse un poco
—Lamentablemente para nosotros, trabajo el fin de semana. Ya pedí mi día libre hoy.
—¿Y su trabajo es más importante que Senku?
Estúpido Simon que lo ponía entre la espada y la pared, quizás había sido mala idea traer a Senku con un ex conocido de la universidad.
—Eres malo Simon. Nada elegante de tu parte atacarme de esa manera.
—Creo que ya somos amigos .-suspiro un poco soltando una pequeña risa al final de este-. Se supone que por ética no debo tener relación con la familia del paciente, pero en tu caso estoy tratando de hacer poco uso de esta. Pero te advierto que debes comenzar a buscar un nuevo psicólogo para el niño, te recomendaré algunos.
—Ajá si, cambia el tema. Lo tengo más que claro .-acomodó su cabello, era verdaderamente desesperante no saber exactamente qué hacer para que el mocoso estuviera bien-. Pero. ¿Está bien?
—Te prometo que lo estará apenas te des un tiempo para hablar con él.
Sin más que agregar a la consulta ambos adultos se despidieron y Xeno decidió que llevaría a Senku al trabajo para así poder estar más tiempo juntos.
Senku se apresuró a sentarse detrás del escritorio de Xeno, allí podría hacer los deberes que tenía pendientes desde principio de semana.
—No te metas en problemas. Iré a ver unos planos y vuelvo
—Seguro.
Definitivamente Xeno estaba enfadado con él, y tenía razón en hacerlo. Quizás otro que tenía razón era Simon.
—Estúpida escuela .-el mayor insulto que tenía permitido era estupidez y derivados-. ¿No se les podía ocurrir otra cosa?
Curioso como lo era, comenzó a notar las pequeñas cosas que había en el escritorio de su tutor. Fotografías, pudo reconocer en una el equipo de Xeno y aunque el doctorsillo ese estaba muy cerca pudo notar felicidad en la cara de cansancio del tan elegante hombre al frente.
En otra noto a cuatro personas conocidas. Xeno, Stan, y sobre todo su madre y padre.
Senku tomó la fotografía con mucho cuidado y acarició los rostros de estos últimos. Su vida había dado un giro de ciento ochenta grados desde que ellos dos ya no estaban en este plano, pero a diferencia de otros él había tenido mucha suerte de tener a Xeno y Stanley a su lado.
—Me hubiera gustado estar todos juntos.
Senku abrazo la foto con miedo de romperla, pero con un anhelo profundo que su deseo se haga realidad aún cuando sabía que era imposible.
Senku despertó con los ladridos de Buba en su puerta ¿Ya la dejaban subir?
—¡Desayuno listo!
La voz de Xeno desde la cocina lo descoloco un poco, en verdad no se esperaba estar juntos el fin de semana.
Sin mucho ánimo se levantó, a ver que castigo tenía preparado ahora y como no, tenía que ser con su nuevo enemigo mortal en las comidas.
—¿Por qué comemos salmón tan temprano? Es aceitosos y… ¡Wakala!
Xeno sonrió, la verdad era poco apropiado castigar al niño de esa manera, pero era lo que se la había ocurrido por el momento, al menos hasta que decidiera hablar.
—Si te lo comes todo, saldremos a almorzar lo que quieras .-bueno, en realidad no podía ser tan cruel. Senku era su punto débil-. ¿Ya me dirás?
Simplemente fue silencio y el niño comenzó a comer, no muy animado, pero comió.
Después de ese desayuno y de lavar los platos Xeno decidió que seguiría el consejo de aquel psicólogo y preparo las cosas para salir a pasear, quizás también tenía razón y se había descuidado de su papel como tutor por un tiempo.
Si Stanley estuviera con él, las cosas serían mucho más sencillas.
—¿Podemos llevar a Buba?
—Si se comporta, claro.
Senku corrió a buscar la correa de su mascota, quien mucho más emocionada que el mismo niño comenzó a dar ladridos de felicidad mientras movía su cola.
Durante la caminata tranquila de Xeno, y el correr de Senku y Buba, la incompleta familia debió admitir que fue agradable todo, hasta el momento que Senku se dio cuenta por el camino en el que iban.
—¡Me dio hambre! .-grito corriendo en dirección a Xeno, jalando con mucho esfuerzo a Buba quien quería seguir corriendo-. ¿Vamos por ramen?
—Apenas son las once de la mañana, vamos. Sigan jugando .-oh no, lo que sea que pasará no se contendría.
—Pero. No vayamos a la plaza.
—¿Por qué no?
—Porque no quiero.
—Debe de haber una razón, anda suelta.
—¡Solo no quiero!
El grito asusto a la mascota, quien salió corriendo del lugar. Esta vez Buba pensó que ambos comenzarían una discusión a gritos y era algo que ella no quería escuchar.
—¡Buba no! ¡Ven aquí! .-Senku corrió detrás del animal, pero definitivamente no estaba en forma-. ¡Xeno!
Xeno quien aún estaba enfado, corrió hacia el niño.
—Te dije que se tenía que comportar.
—¡Perdón! Pero se me escapó, ella… Yo… Perdón.
Bastantes emociones juntas, hicieron que el pequeño rompiera en llanto. Definitivamente no era su intención que Buba escapará, mucho menos era su intención que Xeno se enojará con él.
—El perdón no sirve de nada ahora .-si, definitivamente ahora estaba furioso-. No llores.
—Perdón .-los sollozos de Senku eran más grandes, esta vez no podía evitar decir la verdad-. Pero la escuela organizó una- una .-el hipo dentro del llanto se hizo presente en su desesperación-. Una estúpida fiesta llamada la—la fiesta de la familia .-más llanto-. Y ahora Buba no está y Stanley tampoco, y mamá y papá menos y yo… ¡Lo siento! Pero la mamá de Kohaku menos está y su papá se iría de viaje y tú estás con trabajo y y … ¡Perdón!
Definitivamente, esto cambiaba totalmente las cosas para Xeno. No se esperaba que aquel llanto o aquella revelación. Debido a que ya el tiempo sin Stanley lo estaba afectando se había olvidado un poco de quedarse en casa o compartir con Senku. ¿Qué tipo de persona estaba siendo? Mierda.
—Hey .-se arrodillo de manera que pudiera quedar a la altura del niño sin importarle siquiera la escena que estaban dando en un lugar tan público-. Tranquilo Senku .-abrazo con fuerzas al pequeño, algo que sintió que lo reconfortaba tanto a él como a este-. Ya, lo siento. ¿Sí? No soy perfecto en esto de la crianza. Y si me hubieras dicho que querías ir a ese evento, hubiera ido contigo
—¡Pero no quiero ir! .-mentiras, el llanto aún no paraba, pero no importaba-. ¡No quiero ir sin Stan o Buba!
Mierda Buba.
—Escucha. ¿Te parece si hablamos de esto en casa? Debemos buscar a Buba antes del almuerzo
Senku asintió para limpiar su cara, aún con tristeza en su pequeño ser para él Buba era más importante que cualquier cosa.
Lamentablemente para Senku, no encontraron a Buba antes del almuerzo o incluso de antes del atardecer.
Xeno se la había pasado preguntando por la perruna, incluso dejando ver aquellas fotos que tenía en su celular que solo tenía para él, pero nada, nadie había visto a aquella perrita gorda y peluda como ellos la llamaban de cariño.
—Senku, podemos seguir buscando mañana, ya es tarde y nos has comido nada en todo el día .-aun cuando Xeno no quería retirarse de la búsqueda le preocupaba que Senku no hubiera comido nada y el cansancio ya era presente en el pequeño-. Vamos a casa.
—¡No! Tenemos que encontrarla, no puede dormir fuera ¿Y si le pasa algo?
Lo que pensaba Senku era en secuestro, que alguien la hubiera visto y se la quisiera quedar, pero por la mente de Xeno pasaba eso hasta el atropello.
Y dándole una última oportunidad a que todo estuviera bien, decidió seguir buscando junto al niño.
Así fue como llegaron a la plaza, el lugar al que Senku no quería ir gracias a aquella actividad escolar.
La pequeña plaza del vecindario estaba adornada con luces y se podía encontrar algunos puestos de comida organizado por tanto niños y adultos de distintas clases, pero en estos momentos nada de eso era importante, hasta que divisaron tres cabelleras rubias.
—¡Senku! .-Kohaku grito y corrió hasta su amigo-. ¡Viniste!
—¿Leona que haces aquí? ¿Y no que tu papá se iría de viaje?
—¡Lo sé! Pero la verdad es que hable con Ruri, y Ruri hablo con papá y así pudo posponer el viaje de negocios ¡¿No es genial?! .-la emoción se detuvo al notar aquella cara de preocupación que conocía más que bien-. ¿Qué sucede? ¿Viniste solo?
—No, es que… No tenía pensado venir. Pero Buba escapó durante un paseo y… No la encontramos, no sé dónde puede estar. Xeno está preguntando a los adultos de allá .-señalo a las espaldas de Kohaku, Xeno se había saltado los saludos para ir a preguntar enseguida por la perruna.
—¡Eso es terrible! .-si, terrible para ella que se sentía culpable por estarse divirtiendo mientras no había podido hablar con su amigo-. Iré a decirle a papá y Ruri para que ayudemos a buscarla. Tranquilo, te aseguro que Buba aparece hoy. Es inteligente y seguro sabe cómo volver a casa.
Allí fue cuando nuevamente se le encendió el cerebro y se le bajo la preocupación a Senku.
—¡Diez billones de puntos para ti Leona! .-Senku corrió hacía Xeno, no sin antes gritarle a Kohaku-. ¡De cualquier manera por favor búscala!
—¡Confía en mí!
Senku jalo a Xeno de la camisa para llamar su atención y habló tan rápido que apenas el mayor lo entendió, cargo al niño en sus brazos sacando fuerzas de quien sabe donde para correr a casa con la esperanza que con el susto Buba haya decidido volver a casa para buscar seguridad.
Ambos cansados, más Xeno que Senku abrieron la puerta de la casa, pero Xeno agarró al niño de los hombros tan pronto se dio cuenta que la puerta ya se encontraba abierta.
Lo último que le faltaba, entraron a robar a la casa. Definitivamente pondría esas malditas cámaras.
—¡Shhh! Necesito que te quedes aquí mientras yo entro.
—¡Pe-… Pero Buba .-Senku respondió en el mismo susurro que Xeno-. Mejor llamemos a alguien.
—Tranquilo.
Con algo de valor, Xeno se adentro al lugar. Definitivamente esta semana había sido completamente ajetreada para él, pediría sus vacaciones sin importarle tener que pedir permiso para su boda y se llevaría a Senku a un lugar relajante en donde lo único que tuviera que pensar es en donde quisiera que le hicieran masajes.
Tomó el primer cuchillo que encontró para comenzar a subir las escaleras, no había rastro del ladrón y peor, no había rastro de Buba hasta el momento. Eso, hasta que escuchó unos quejidos de perro provenientes de la habitación de Senku.
Oh, sí el maldito se había atrevido a lastimar a la mascota de su mocoso, definitivamente estaba muerto.
—¡ALEJATE DE BUBA!
Xeno tiró el cuchillo, definitivamente esto era una escena de película ochentera o algo por el estilo.
—Mierda ¿Ahora tú también me desconoces Xee?
Frente a él, Stanley sonreía burlón. Los moretones en su cara eran bastante visibles y aquellas cicatrices cerca de sus ojos eran definitivamente nuevas, no recientes, pero si nuevas en su rostro.
—¡Buba no!
Y si fuera poco para agregarle a la escena, Senku había entrado corriendo a su cuarto con un bate de baseball en las manos.
—¿Tú también mocoso?
Senku atónito por aquel encuentro, y todas las emociones vividas pudo ver a Stan con Buba a los pies quien trataba de reconocer al no tan extraño hombre frente a ellos.
Claro que el primero en saltar hacia Stan fue Senku.
—¡Hey! Cuánto has crecido mocoso .-Stan abrazo con fuerzas a Senku, demonios que había extrañado a su mocoso, definitivamente se había hecho mucho más alto.
—Estás aquí.
—Enterito .-Stan río mientras se acercaba a abrazar a Xeno sin soltar a Senku-. Hola Xee .-beso, al fin esos labios que tanto había extrañado, quizás con mucha más pasión con la que debería aún con Senku allí.
El tiempo par Xeno se detuvo al momento que los labios de Stanley tocaron los suyos, todo para abrazar tanto a Stan como a Senku sin darse cuenta. Todo lo que había aguantado, todo lo que había esperada a por el militar había terminado al fin.
—De verdad estás aquí .-Xeno repitió las palabras de Senku mientras abrazaba a ambos con fuerzas-. Vivo.
—Por favor ¿Es que no confiaban en mí? .-el militar sonrió para acercarse a besar la frente de su amado y alejar un poco a Senku, quien ya había vuelto a soltar un par de lágrimas-. Hola a ti también mocoso.
—Si cumpliste .-Senku secó sus lágrimas para tratar de poner una cara un tanto más seria de la que estaba demostrando.
—Promesa de hombres ¿recuerdas? .-un ladrido asustó a los tres en la habitación-. ¡Oh claro! No solo tú creciste mocoso. Esta cosa peluda ya no puede dormir sobre mí, definitivamente esta enorme para dormir conmigo.
—Créeme, te acostumbras .- Xeno quien sonreía orgulloso del hombre frente a él, orgulloso de su amor, orgulloso y aliviado de que estuviera a salvo y con ellos.
—Mierda ¿Me reemplazaste por esa cosa gorda? ¡Xee!
Las risas no se hicieron esperar, tener a Stanley en casa aliviaba por completo el ambiente y sobre todo después de una semana tan intensa para Senku y Xeno. Esta vez le habían cumplido al niño, Stanley había cumplido la promesa de regresar, a salvo con ellos dos y poder ser nuevamente una familia completa.
Lamentablemente para ambos, Senku y Buba habían decidido que dormir en el cuarto de Xeno y Stanley sería bueno para la primera noche del militar en casa.
—¿En serio no quiere que lo vaya a dejar a su cama?
—Tranquilo Xeno .-Stan, ya duchado se acercó a su lado de la cama, definitivamente había extrañado a su familia-. Qué mejor que mi regreso sea con que el mocoso duerma por primera vez con nosotros.
Xeno definitivamente hubiera esperado estar a solas, pero Stanley tenía su punto. Observó a Senku profundamente dormido en el medio de la cama y se acercó a acurrucarse en su lugar, se veía tan inocente.
—Oye Stan.
Quizás tampoco pensó en el cansancio del militar, porque apenas y se había acurrucado este cayó a dormir.
Xeno sonrió, ahora sí se sentía completo junto a su familia, aunque no lo reconocería en voz alta.
Ahora, había paz.
Si, ya. Que vengan los tomates.
Sé que es algo flojo, pero mi mente ya no es la misma gracias al trabajo. En verdad muchas gracias si siguen esta historia y pido, de verdad pido perdón por todas las incoherencias, las faltas de ortografía y la mala redacción.
¡XOXO!
