My Hero Academia, pertenece a Kōhei Horikoshi.

Star Wars pertenece a Disney.

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Fui una Jedi y ahora una heroína... No hay diferencia.

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02: Auxiliando a los héroes.

Midoriya Izumi, dejó que su nave aterrizara en un bosque y volvió su mirada a uno de sus sables de luz, mientras que una lagrima, se derramaba por su mejilla.

Todo aquello que ella había conocido, todo por lo que había luchado, ya no existía.

La Republica, así como sus guardianes, los Jedi, eran historia.

Apretó con fuerza uno de sus sables y su mente viajó al recuerdo en Ilum, sin prestar mayor atención al bosque que la rodeaba o al edificio que estaba a algunos metros.

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Recuerdo

En un pasado lejano, Izuku formó parte del clan del pelícano, junto a otros cuatro chicos y fueron llevados al planeta Ilum, el lugar más sagrado para la Orden Jedi, fueron guiados a un planeta helado, hasta una cueva, cubierta de bloques que ellos, los miembros del clan del pelícano, retiraron con La Fuerza, el maestro Yoda, los estaba esperando en el interior de la cueva.

La Fuerza una aliada de un Jedi es, —dijo el pequeño alienígena verde, de largas orejas horizontales —gran responsabilidad conlleva eso. Proteger a otros, como hace un Jedi. —el sable del Maestro Yoda, salió de entre sus ropas y se activó solo —Tu propio Sable de Luz, crearán. Pero antes, extraer su propio Cristal Kyber, cada quien deberá. El corazón del Sable de Luz, el cristal es. La Fuerza concentrada del Jedi tiene. —usando la Fuerza, el maestro Yoda abrió una pequeña puerta de piedra, sobre una parte muy alta de la pared, permitió entrar la luz del sol y esta iluminó un cristal, que el maestro Yoda manipuló, para que su luz, se reflejara sobre una placa y una puerta se hielo se volvió agua —Si es que Jedis quieren ser, entrar en la cueva de Cristal deberán. Confíen en sí mismos, confíen en los demás Y éxito seguro, tendrán. Cuando su cristal encuentren, adentro no deberán permanecer. La puerta al anochecer se congelará e imposible abrirla para mí será.

«¿Cómo sabremos cual es el cristal indicado?» preguntó una chica Ithoriana, con gestos de manos; llamada Rha.

Solo ustedes, sabrán en sus corazones, cual es el cristal que los ha llamado —dijo el Maestro Yoda.

Todos ingresaron en la cueva, encontrándose con un extenso pasillo y nueve puertas, usando la Fuerza, eligieron una puerta y siguieron el camino mientras que la Fuerza los guiaba, hasta su Cristal Kyber.

Rha e Izumi, llegaron hasta una saliente y en el fondo, había algo brillando, pero Rha le decía que ella no veía nada. Colocando una mano en su hombro, la Ithoriana le aseguró que ese era su cristal, no el suyo y por eso, Izumi podía verlo y ella no.

Rha le dio un abrazo y partió en búsqueda de su propio cristal, mientras que Izumi descendía por unas escaleras de hielo, que parecían quebrarse... o quizás, fuera solo su imaginación.

Decidió apresurarse y corrió, solo para resbalarse y tener que usar la Fuerza, para levitar. Descendió hasta el cristal, pero fue muy difícil y en varias ocasiones, estuvo a punto de caerse. —Que estúpida, —pensó la peliverde, enfadada consigo misma —tendría que haber usado esas escaleras de hielooooo —perdió la concentración, cayó desde una gran altura, pero cayó sobre un gran cumulo de nieve. — ¡Vaya, no me dolió! —Miró mejor, lentamente acostumbrándose a la gran oscuridad de la zona, pero el cristal brillaba de color plateado; se acercó lentamente, solo para descubrir, que tenía muy poco espacio para caminar y el resto era un vacío, aún más grande. Llegó hasta la formación de hielo, que había atrapado el cristal, lo agarró, lo sintió: La Fuerza, dentro del cristal y se propuso salir.

¿Encontrado tu cristal, has? —Preguntó el Maestro Yoda e Izuku se sonrojó, enseñándole el rectángulo de hielo, el Maestro Yoda, usó la Fuerza, derritiendo el hielo y enseñando... —Dos cristales Kyber, te han elegido. Un usuario del estilo Jar'Kai, tu destino parece ser. —Izumi casi muere de preocupación, la puerta estaba a un tercio de cerrarse nuevamente, pero todos sus compañeros regresaron, gateando, celebraron cuando el Maestro Yoda, les confirmó que todos encontraron Cristales Kyber auténticos y el último de ellos, pasó barriendo por el suelo, casi con el muro de hielo, decapitándolo. —Sus cristales Kyber cuidar deberán, al templo dirigirnos debemos, jóvenes Jedis.

Abordaron la nave en la que viajaron a Ilum y fueron a una nave secundaria y los dejaron esperando, por muchos minutos. —Todos acérquense. Aprobaron con éxito la reunión y encontraron sus cristales. Pongan los cristales en la mesa, la lección comienza ahora.

Un Droide entró. —Soy el maestro Huyang. Desde las Batallas de Rashfond, hasta la Pacificación de Parliock, y nuestras propias Guerras Clon, el sable de luz es el único verdadero aliado de un Jedi. ¿Pero cómo funciona? ¿Hmm? Sí, me habéis traído los cristales, pero son inservibles a menos que les deis vida. ¿Sabéis cómo despertar a la Fuerza dentro del cristal? ¿No? Entonces os sugiero escuchar y aprender, hasta que penséis una pregunta que este droide no pueda responder. —el Droide presionó un botón y aparecieron muchos hologramas de Sables de Luz. — ¿Qué elegirán? —Preguntó el Droide — ¿Una empuñadora sencilla?, ¿algo más vistoso?, ¿incrustaciones de ballena cartusiana? Es hora de comenzar. Concéntrense: ¿Qué los hará fuertes en la batalla y humildes en la batalla? —fue y extrajo de un compartimiento, varias piezas de sables de luz, armando uno, ante los ojos de los Younglink. —Antes de que abandonen esta nave, debo de asegurarme de que tengan lo indicado, para construir sus Sables de Luz y el conocimiento para hacerlo. Comencemos: Tenemos mucho que hacer. —Siguiendo el diagrama holográfico, construyeron sus Sables de Luz, lenta, pausada y pacientemente. Sin importarles si se demoraban dos o tres horas, hasta asegurarse de que quedara bien construido —Buen trabajo jovencita, dos Sables de Luz, perfectamente hechos, con incrustaciones de piedras preciosas verdes y negras. Excelente.

Fin del Recuerdo

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Estaba perdida en sus recuerdos, pero ella no era ajena a lo que le rodeaba, ni a los sentimientos que llegaban a su cabeza.

Esa era la lección más importante en una guerra y ella, participó en la Guerra de los Clones, miró más allá de ella y vio un domo, las emociones veían de allí. Hizo que su nave se volviera invisible y corrió, para ver, si podría ayudar en algo.

Al entrar, encontró a varios de los que tenían sentimientos de lastimar, desmayados en el suelo, a varios chicos de su edad combatiéndolos. Estaban asustados, pero había valentía en su accionar. Más que suficiente para ella.

Se acercó y vio a un hombre de cabello largo, con unas gafas amarillas o algo así, llevaba una camiseta negra de mangas largas, algún tipo de extra bufanda y un pantalón negro, cuyo codo era agarrado por un sujeto de cabello gris, quien tenía una mano cercenada sobre el rostro y otras manos cercenadas, agarrándole los brazos, el torso y las piernas. Escuchó al segundo sujeto, hablar. —Manteniéndote corriendo de un lado a otro, hace que sea más difícil verlo, pero... hay un momento en el que tu cabello cae sobre tus ojos. Cada vez que quitas un Kōsei y en intervalos cortos. —El hombre de cabello negro gritó de dolor — ¡NO PRESUMAS MÁS DE LO QUE PUEDAS, ERASER HEAD! —El hombre de cabello azul, recibió un golpe en el rostro, dos sujetos fueron a atacarlo, pero salieron volando, contra el de cabello azul claro. — ¿Qué...?

— ¿Quién? —Preguntó un chico de cabello negro, a quien le salían cintas de los codos y que tenía a varios villanos en el suelo. — ¿Quién es él?

— ¿Ya llegaron los refuerzos? —Preguntó una chica de cabello negro con una coleta alta, un mechón sobre su ojo derecho, quien sostenía un bastón Bō y llevaba una camiseta roja escotada, un pantalón corto y completaba su conjunto, con un libro.

— ¿Refuerzos? —Preguntó la peliverde entrando, con su capucha puesta. —Sí. ¿Los que esperabas? No exactamente. —Se lanzó a la batalla, usando el estilo de pelea mano a mano, contra los villanos, esquivándolos y causando que se hirieran o asesinaran con sus propios Kōseis.

— ¡Los está derrotando a todos! —Gritó un chico de cabello esférico y violeta.

— ¡Es asombrosa como los ataca solo con artes Marciales! —Dijo la misma chica de cabello negro, quien solo su instinto femenino, le decía que era una mujer. Comenzó a buscar a alguien. — ¿Alguien sabe dónde está Ojiro?

— ¿Qué clase de Kōsei tiene ese sujeto? —Preguntó un sujeto, mientras que transformaba sus brazos en látigos de magma y lanzando sus brazos, contra Izumi, solo para que sus látigos se detuvieran en el aire. — ¿Telequinesis? —Preguntó.

Izumi usaba la Telequinesis con una mano y con la otra, absorbía el fuego del sujeto, haciéndolo gritar de dolor. Otro sujeto con garras en vez de manos, se lanzó encima y un tercero con el cuerpo envuelto en diamante, se lanzaron hacía ella. Izumi sacó uno de sus Sables de Luz y accionó el Sable, activando su hoja de plasma verde bosque, lanzando un corte circular, cortando a sus enemigos y cauterizando las heridas. —No lo creo. —dijo ella, antes de levantar su brazo derecho, cerró los ojos —Váyanse ahora mismo. —El líder, el hombre de las tantas manos en el cuerpo, vio como más de un 56% de sus hombres, salían como zombis en fila, de la U.S.J

— ¿Kōsei de Lavado de Cerebro? —Preguntó el de cabello azul, quien apretó los puños, quien vio cómo se dirigía hacía una chica de cabello verde, con grande ojos y rasgos de rana. —Debería de aprovechar esta oportunidad, para ¡DESPEDAZAR EL ORGULLO DEL SÍMBOLO DE LA PAZ! —La chica cerró los ojos, asustada... Pero nada pasó, su enemigo estaba quieto, aunque temblaba un poco, pronto se llevó las manos al cuello, no podía respirar. — ¿Qué...?, ¿Es esto...?, ¿Telequinesis?, ¡¿NŌMU...?! —Aquella bestia de piel negra como la tinta, con cicatrices rojas, de gran tamaño, pico de metal y pantalón beige, rugió y se lanzó contra la chica de cabello jade. El villano no pudo gritar, cuando fue jalado por la Telequinesis de La Fuerza y colocado delante de ella, como un escudo humano. El sujeto abrió los ojos. — ¡Nō... Nōmu...! —el villano se llevó un golpe en el pecho, escupiendo sangre, sobre la máscara en su rostro, mientras que tocaba con sus cinco dedos, de ambas manos, al villano y este gritaba, cuando su piel comenzaba a agrietarse y caerse. El sujeto se acercó a él y le tocó la cabeza.

—Tu abuela... con que fue esta heroína, ¿eh? Y tu padre la odiaba. —comenzó a decir la chica, con la información que encontró en la cabeza del sujeto, que ahora estaba muy malherido y escupiendo sangre y cada vez, más sangre, por el golpe que su mascota, le había dado —El estrés hizo aparecer tu Kōsei: Decadencia, mataste a tu familia y luego... ese tal All For One te encontró, ¿eh? Shimura Tenkō.

— ¿Telequinesis y Telepatía? —Preguntó el villano, soportando apenas el dolor por el golpe.

—Es... más complejo que eso, Shimura Tenkō-Kun —aseguró la chica, antes de darle un empuje con la Fuerza, mandándolo contra el Nōmu, quien, a pesar de la Anulación de Impacto, de todas formas, recibió un potente golpe, haciéndolo rugir, para luego agarrar a su propio maestro, de la pierna, quebrándole la tibia y el peroné, haciéndolo gritar y mandándolo a volar. Ella se lanzó contra el Nōmu y le tocó la cabeza, viendo sus recuerdos, una sonrisa triste apareció en su rostro. —Una vez, fuiste un hombre desempleado, tuviste muchos hijos y robabas, solo para llevar alimentos a tu mesa. Ellos... ese tal All For One y Shimura Tenkō, te prometieron poder y fuerza, te llevaron con ese científico loco y te transformaron en esto, otorgándote todos estos Kōseis... —cerró sus ojos, se concentró, ingresó no solo en su cabeza, sino en su cadena de ADN y comenzó a retirar uno por uno, los Kōseis que le fueron implantados. Todos vieron, como el monstruo se iba haciendo más pequeño, más delgado, su piel se volvía humana, le aparecía un cráneo, cabello rubio como mostaza, no lo vieron, pero sí escucharon como el pico de metal, caía al suelo, con un fuerte sonido, dejando un cráter. —Estás curado. —afirmó ella, mientras respiraba agitadamente y caía ante el hombre, quien se desmayó —Tokahashi Senkō. —la puerta explotó y ella salió volando, estaba demasiado cansada, luego de curar a Nōmu.

Un hombre de cabello rubio, musculoso, con traje de empresario, apareció. —No hay nada que temer... porque yo, he llegado.

—Y nosotros —todos reconocieron al vaquero con mascara de gas, que entraba en el lugar. Muchas personas estaban con él.

Entre esos, un chico de cabello azul y con una armadura blanca, pero más pesada que las de los clones, entró por la puerta. — ¡Yo, Iida Tenya, he regresado con nuestros maestros, como refuerzos!

La chica de cabello verde y rasgos de rana, señaló a la chica vestida de monje, que estaba desmayada, junto a (lo que suponían los maestros) un villano. — ¡Ella apareció y nos salvó!

— ¡La chica los derrotó a todos ellos, por sí sola! —Dijo una chica de cabello negro, Yaoyorozu Momo, señalando a los villanos en el suelo.

—Hemos sido acorralados y ustedes están ilesos. La formidable Liga de Villanos... seremos el hazmerreír. —Viéndose rodeado, Shigaraki Tomura y un sujeto de niebla, trataron de escapar, pero el héroe vaquero, disparó sus dos armas y dirigió las balas, hacía donde él quería, hiriendo al sujeto de las manos y al otro de rostro de niebla negra con ojos amarillos brillantes, ambos escaparon con un Kōsei de Deformación de Teletransporte.

— ¿Quién es ella? —Preguntó un héroe de cabello gris, dientes inferiores como colmillos, vestido con un traje de Spandex rojo y negro. El héroe Vlad King y maestro titular de la clase 1-B.

—Ella nos salvó a todos —se apresuró Yaoyorozu Momo, alumna de la clase 1-A.

— ¡Ella fue increíble! —dijo un chico de cabello rojo, todavía sorprendido por la chica desmayada, quien fue cargada por uno de los maestros. —Los derribó a todos. Tiene Telequinesis, es muy buena en artes marciales y tiene un raro par de espadas láser.

El día del atentado, no era más que el comienzo de lo que estaba por venir.

Pero ellos, los alumnos de 1-A de la Academia de Héroes U.A, no lo sabían.

— ¿Pero qué demonios...? —gruñó el héroe vaquero, Snipe.

—Llegaron ostentosamente y, aun así, los dejamos escapar —dijo el héroe de cabello rubio que desafiaba la gravedad y vestía como un rockero, Present Mic.

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La policía llegó, y con ellos llegaron las ambulancias. — (...) 17, 18, 19. Todos están ilesos —dijo el inspector Naomasa.

— ¡Todoroki-Kun fue asombroso! —Dijo una chica invisible, de la cual solo sabían, debido a sus guantes y botas.

—Qué bueno que no te congelé, Hagakure —dijo un agradecido Todoroki Shōto, cuya mitad derecha del cabello, era rojo y la otra mitad era blanco, así como su Kōsei: Lado derecho fuego e izquierdo hielo.

— ¿Cómo se encuentra Aizawa-Sensei? —Preguntó Tsuyu.

—Estoy bien, Hagakure —dijo Aizawa —Son solo algunos golpes, pero estaré bien. Más preocupante y, al mismo tiempo para estar agradecidos: La chica de la toga, que apareció.

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La chica de cabello verde, despertó unas horas después, en una sala de hospital, rodeada por varias personas.

—Nos alegra que despiertes, jovencita —dijo una criatura pequeña y de pelaje blanco. — ¿Soy un oso, un perro o un ratón? La respuesta es: El Director. Estás en la Academia de Héroes que he fundado, la más grandiosa de todas: La U.A

Los ojos de la chica se abrieron, debido a la sorpresa y luego suspiró, mientras comenzaba a meditar y controlaba sus emociones. —Siempre fue mi deseo, poder asistir a esta Academia, Señor Director. —dijo la chica, enseñando una sonrisa algo triste, mientras se levantaba a pesar de que todos le decían que no lo hiciera. Ella hizo una venia —Soy Midoriya Izumi... sobreviviente de la Orden 66 contra la Sagrada Orden de los Caballeros Jedi.

—Tendrás que perdonar nuestra ignorancia, jovencita —dijo una anciana, vestida de enfermera, —pero desconocemos la historia de la Orden de los Caballeros Jedi.

—Solo... Orden Jedi —pidió ella sonriente.

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3: La Historia de la Orden Jedi y su última superviviente.