Cuando llego a casa, todas las chicas se apresuraron a llegar al vestíbulo tumultuosamente para darle la bienvenida. Viendo el coche de Lori aparcándose frente a la casa, con las farolas iluminando la cochera, Lana se quitó de la ventana dando aviso, y fue a esperarlo junto a sus demás hermanas a que bajara y atravesara la puerta ingresando a la casa.

Lucy observó el suceso, en donde las que tenían más calma en acercarse eran Luan y Lisa, e inclusive se separaban de la masa predominante. Luna liderando la consigna general a lo sabido: "¿Donde está Linky?".

Rita abriría la puerta, notando la enigmática y contrariada expresión de su hija pequeña de lentes a lo lejos, en el momento en que las gemelas se agolpaban en sus piernas grandes y se asomaban a la puerta para ver al chico de cabello blanco que se acercaba relajado, mirando a las niñas emocionarse a sus maneras por su avistamiento.

—Chicas, déjenme pasar —dijo a las tres rubias de la puerta, en lo que Lori salía del coche poniendo seguro, y viendo al chico entrar a la casa.

Dio una mirada general al vecindario con reserva, y suspirando, escuchando un jolgorio dentro. Tomaba fuerzas para controlarse a punto de la ordenanza de Lincoln, sintiendo un enojo que le inspiraba oír a sus hermanas elevar la voz. Porque el chico nada más cruzar por la puerta de su hogar, era amo y señor, y todas se sometían a su antojo.

Con los modos, Lincoln hacía que Lola, Lana y Rita, sonrientes, le hicieran paso, y las chicas Loud's sonrieran al unísono encendiendo sus cutís, en expresiones la mayoría de las veces en un mismo espectro consciente de amor/calentura/admiración.

—¿Cómo están mis amores? —decía Lincoln al aire, y la frase electrizaba o enfadaba a la mayoría en término de naturaleza romántica.

Sentían algo dentro suyo por sus piernas, muslos, o llanamente, por el vientre.

—¡Bien conejito hermoso! —se apresuraba a decir Luan extendiendo los brazos pasa abrazarlo, rodeándolo rápida.

Se abrazaron y se dieron un beso con lengua, del que pronto Lola, Lynn y Luna, renegaron, recordaron del derecho de la bienvenida, y la posible falta que se hacía Luan.

Tal norma de la casa, era puesta de la siguiente manera: Cada vez que Lincoln llegara a casa después de haber salido, debía ser recibido por las hermanas en orden de menor a mayor con un beso de bienvenida y/o despedida cuando saliera, o él debía de recibir o despedir a la hermana que lo prefiera con un beso en la boca; no era nada complicado.

Luan pisoteaba la regla para generar paz a la discordia, y Lincoln escuchando y moviendo la mano para a acariciar la nalga de Luan en la suave licra negra que la cubría, moviendo la lengua y la cabeza para separarse en un sonido atronador del beso, que electrizó a la preñada, pudiéndose verse a gustos y excitados.

Lincoln se disculpó en cuanto Lola ladraba enojada al "ultraje", y el chico se acercó con ella y la abrazó de sorpresa, poniéndola muy nerviosa, alzando la cabeza, para mirar a su hermano mayor mirándola, diciéndole que lo sentía, y que todas podían tener un doble beso si querían este día por aquel desliz.

—¿Un doble beso? —pregunto Lola en un tono muy débil, confusa con las mejillas rojas, temblaba dejándose recaerse en el cuerpo de su hermano que acariciaba su cabeza.

—Bueno. Hagámoslo de una vez, que no tenemos todo el día gracias a que vienes hasta esta hora —apresuró Lynn Jr sonrojada, que cómo las muchas otras, observaba medianamente recelosa la interacción con los brazos cruzados, y dedicaba un pensamiento hostil a Lori.

—Lo siento, es que no puedo con ustedes; son muy hermosas todas —dijo Lincoln tratando de justificarse, soltando a Lola, que continuaba muy junta a él, mirándolas a todas abrazándolo —. Claro que primero sería Lisa, pero, no sé si ella quiera que me le acerque sinceramente —comentó sonriendo, y viendo a la menor.

La pequeña de lentes agitó la cabeza afiebrada, farfulló algo, y asintió finalmente.

—No soy una fanática... Pero, a veces es necesario seguir ciertos rituales sociales para fomentar la paz y hermandad equitativa. Eso puedo lo entiendo, hermanas...

—¡¿Por qué no lo sueltas de una vez Lola?! —reclamó Lynn Jr.

Lincoln carraspeó, y Lola se apretujó a su cuerpo un poco más antes de soltarse, hasta que Lincoln le pidió que lo hiciera para cumplir su papel, y siendo que en breve pasaría con ella, lo soltó de inmediato al considerar su posición, no objeto cuando el peliblanco, se separó. Momento en el que el chico le agradecía, e iba hasta donde la pequeña genio miraba al suelo fingiéndose distraída, y luego encuclillado, volvía la vista miope al chico del plan tomándola por los hombrillos, haciendo que lo mirara.

Rita bajo la mirada viendo la acción, y puso una expresión vacía en lo que sonreía casi impecablemente.

Lisa se ruborizó notablemente, y paró la trompa en cuando vio que Lincoln acercaba sus labios para besarla con suavidad, en un beso que duró aproximadamente unos diez segundos. Mismos en los que Lori ingresaba mirando el acto, y siendo notada principalmente por Leni que sonreía a su regreso, viéndola cerrar la puerta, pero preocupaba por su faz conflictiva que veía turbaba a su hermano.

Lincoln se alejó, y volvió a besar de nuevo los pequeños labios de Lisa, que temblaban contra los más grandes de su hermano, y qué pasando los brazos como él a su espalda, se agarraba con fuerza, sintiendo una humedad en sus bocas.

Luego rompió el beso Lincoln, para en nada reincorporase y voltear a ver a Lana, antes que Lola, como aquella niña ataviada creía, dejando a Lisa, confundida y sonrojada.

Lana pasó corriendo con él viendo que se dirigía a ella y se abrazaron yendo a su encuentro, Lincoln levantándola un momento en sus brazos, y poniendo sus labios en su frente. Lori se le hizo raro y le molestó como nada más estuvieron muy cerca, abrieron las bocas y las pegaron para darse un beso húmedo y desastroso, en lo que las manos del chico tocaban el culito de la pequeña, y su cabeza quitándole la gorra roja de la menor, que caía al suelo entre el movimiento de acariciar sus dorados cabellos.

De repente Linky tenía una erección que Lana tocaba restregando su pelvis, bajando la mano para acariciar con sus dedos. Lincoln no pareció escandalizarse, de la caricia como si ciertos espasmos despertaron en otras, inundado la boca de la pequeña, probando saliva y dientes de leche, separándose por la falta de aire de Lana, sacando la lengua, la bajo de sus brazos, y se volvió a tirar a su cuerpo y cerrar los ojos al estar a merced de su hermano que acariciaba su cara, y que parándose de puntillas, buscaba estar en sus cercanías. El peliblanco bajando la cabeza a ella, parece que quieren volver a besarse.

—¡Ya se separaron allí! —apuntó Lola haciendo un escándalo —¡Son solo dos besos. No lo olviden!

Al peliblanco se le dibujó una sonrisa simpática, y separando a la niña con el mono de mezclilla con facilidad, el chico se enderezó, y Lana se mostró confundida, mirando a los lados, para que luego como todas las demás, volviera al bulto que se le había formado, engrosaba, en los pantalones de su hermano. "¿Solo por dar unos besos?", pensaba Lisa sorprendida acomodándose los anteojos y muy asombrada; era de sus primeras participaciones en la vida licenciosa e incestuosa. Luna juntaba sus muslos y veía al chico de la polo naranja mostrándose confiable y seguro, con tal erección apareciendo.

—Sí, es cierto, Lola. Han sido dos besos —dijo Lincoln mostrando sus prominentes dientes frontales blanco; pensar que esa sonrisa calentaba a las mayores por su "ternura" e "inocencia", en especial a Lori.

Lincoln se agachó y levantó del suelo la gorra roja, y encasquillándosela por arriba de las orejas a la gemela. La escena fue recibida con ternura a pesar de todo, y todas pasaban la incorrección a un lado. Después Lincoln fue con la gemela de rosita, seguido de la gemela del mono de mezclilla, confundida y sonrojada que lo acompañaba muy cerca.

—Espera Lana —dijo Lincoln con suavidad notándola siguiéndolo —. Ahora le toca a Lola, ¿recuerdas que acaba de ser tu turno?

—Sí, lo recuerdo. Lo qué pasa es que soy curiosa y me gusta estar cerca tuyo, y así poder verte, hermano —respondió Lana con calma y su rostro encendido.

Lincoln se sonrojó por las palabras y le sonrió. Su miembro viril también pulsó, raramente. Las hermanas tomaron ojo en el escenario, y Lola apenas dio un gruñido muestra del olvido.

—Ella puede venir, pero ¡apúrense! —demandó la gemela posando para regañar.

Lincoln asintió y caminó hasta ella.

La tomó de sorpresa de nuevo, y levantándola del trasero y sujetando las dos posaderas con sus palmas, empezó a besarla largamente, y ella se entregó de lleno, sorprendida, cerrando los ojos, y rodeándolo el cuello con sus brazos a su hermano, entregada de inmediato. Lola abría la boca imitándolo tal vez con el corazón mas agitado de lo que espero, y nerviosa, lamiéndose sus lenguas, volvieron a darse un buen beso, en lo que la mano de ella trataba de bajar también a su bulto.

Luan tornó la vista al suelo, y Leni atenta a sus hermanas se preocupó al notar el rencor notable que la invadía, y un gruñido salió de Lori cruzándose de brazos y desviando la mirada con desaprobación.

—¿Esto de verdad está pasando? —inquirió indignada, y se giró y se fue por la sala en apariencia molesta, dejando al séquito de hermanas en sus tratos con miramientos inquietos y fijos.

Luna se incomodaba también, y Lynn Jr hacía como si no pasara nada viéndose las uñas no recortadas, todavía con el sudor pegoteando sus mechones de cabellos en sus sienes.

Lisa ya lucia taciturna. Tocándose los labios, se detuvo al recordar a sus hermanas, y se fue rápidamente sin decir nada a nadie subiendo las escaleras al segundo piso, yendo a su cuarto, a donde Lily, sin supervisión, veía videos infantiles de una televisión conectada en el suelo. Ahora la infante merodeaba la habitación de la prospecto a científica, a la que la invadía una vergüenza escabrosa al recordar el beso que le dio Lincoln, al encerarse dentro de su cuarto.

—Está bien, ya —dijo Luan al ver las lenguas en sus bocas fruncidas —¡Hey! ¡Creo que ha sido suficiente!

—Luan tiene razón —apoyó Luna —. Obviamente eso ya ni siquiera son dos besos. Simplemente están besándose, y esto ya se puso un poco extraño...

Lincoln movió las cejas ligeramente elevándolas. Y alzando la falda y dejando ver las bragas rosas de Lola, saco su lengua de su boquita dejando hilos de saliva en sus labios, y aprecio el culito cubierto, mirando la piel blanca, agarrándolo y abarcándolo por completo y subiéndolo para que se notara, en lo que bajaba a la gemela del vestido rosa, acercándose Lana, al dejarla en el suelo, con una mirada cristalina.

Avergonzada, Lola no se sabia si hacía un puchero o se lamentaba.

—¿Estás bien, Lola? —preguntó Lincoln.

Y en el momento apareció Lucy tocándolo de lado, haciéndolo temblar y desconcertarse.

—¡Lucy... !

—Suspiro. Creo que me toca a mí, hermano.

Al voltear a ver a Lucy pegadita a él, levantando la mirada y los labios. Su piel era tan pálida y su cuerpo se enmarcaba bien a su vestido, que no aguardó nada rodeándola con sus brazos.

—Lucy.. —dijo el peliblanco y le levantó el vestido hasta la cintura, y descubrió sus panqueques pálidos de los que había rastro de sus panties negras.

Sus nalguitas blanquecinas, eran dos bomboncitos que se asomaban al final del vestido. Luna y Lynn veían boquiabiertas la interacción, en lo que las gemelas sonrojadas y expectantes, se arrimaban para ver.

—¡Lo sabía. No te pusiste nada! —exclamaba Lincoln y Lucy se ponía muy roja. El chico sonreía coqueto, soltaba la prenda cubriéndola, y pegaba su cuerpecillo al suyo —Eres tan linda, Lucy... No, no. No ocultes tu hermoso rostro. Déjame ver esos ojos preciosos... —decía descubriendo los cabellos para ver sus iris azules claros en esos ojos astutos, dulces y tiernos —. Ves, eres muy hermosa... Ja. Así de roja incluso te ves mejor... —declaró sin percatarse del recibimiento de la reacción de las otras —¿Sientes mi verga presionar tu cuerpecito, no?

Lucy asintió con delicadeza.

—¿Te duele?...

—Sí, me duele, Lucy... —se separó de ella y todas viendo los jeans del chico, encontraron que aquello se extendía como un bulbo vigoroso.

—Sí te duele, ¿por qué no te lo quitas? —preguntó Lana enrojecida hasta las orejas —¿Necesitas aire ahí abajo, no?

Lincoln miró su bulto con Lucy, que quieta, ponía su mano laxa en "aquello", dándole una suave caricia a lo engrosado de la mezclilla que parecía querer estallar, y Lincoln no tuvo opción a su parecer, que la de resoplar, bajar el zíper de su pantalón, y sacarse la verga de nuevo, teniendo incluso qué desabotonar por la envergadura de lo suyo para volver acomodarla por la abertura de la prenda, soltándola y elevándose como si tuviera vida independiente.

En definitiva todas las miradas cundieron al falo erecto, grande y grueso en dichas acciones, enhiesto con una fuerza energética y recta a pesar del cansancio.

—Ahh, mucho mejor —suspiró Lincoln viendo su pene.

Luna se acercó inconscientemente llenándosele la boca de saliva, y Lynn Jr se levantó siguiéndola, al igual que iba Luan sintiéndose mojada, todas agrupándose con él. Solo Leni enrojeció fuertemente entrelazando sus manos, y la matriarca veía con cierta preocupación, calentura y bochorno la situación, volviendo a sumergirse en pensamientos penumbroso; y las gemelas tenían los ojos atentos a aquello que temblaba.

Lucy con respiración anhelante, tomó el pene desnudó con la punta rosácea de su hermano, y notó viendo la cabeza, que había una gotita transparente de presemen coronándola. Lincoln sintió la electricidad y la excitación con un dolor placentero.

—Espera Lucy —dijo y apartó su pequeña mano con delicadeza —. Hoy mi pene ha tenido mucha actividad, por lo que tratémoslo con cuidado. Puedo besarlas, y no puedo evitar ponerme en este estado decido por ustedes, chicas, pero me es necesario descansar esa área un momento aunque me ponga "así". Y no puedo evitar ponerme "así" debido a su belleza, que amo, pero no evitó el cansancio de toda esta semana pasada con ustedes (que no se los reprocho chicas, mis amadas y preciosas hermanas, ya que me encanta pasar tiempo con ustedes).

Las Loud's quedaron sorprendidas y hasta un poco decepcionadas por lo que dijo su único hermano. Rita que no había de conferirse una oscura seriedad, levantaba el rostro retraída, y veía que su hijo movía la mandíbula, pero no escuchaba nada de lo que él decía. Las otras sí y asintieron, y dijeron que comprendían, sin embargo, Lincoln libidinoso, empezó a tocarse la polla en cuanto volvió a pegarse a Lucy a su cuerpo, tocando su culito de inmediato en lo que metía toda la lengua en la boquita de la gótica que más amaba, y daban giros con sus lenguas, sacándolas de los interiores, volvían girando para que sus hermanas vieran el espectáculo de los dos.

—¡Eso ya cuenta como un beso! —señaló Lola que ya había pasado y que ya no tenía nada que hacer ahí, o realmente, nada le valía reclamar, pero se celaba y se abrazaba un poco de Lana que solo veía la verga gruesa, nervuda, intimidante y humedecida, del muchacho, retrayéndose de vez en cuando la piel del prepucio en una simulación de masturbación donde saca líquidos preseminales.

Luna por igual veía el falo del chico juntando las piernas hipnotizada y sonriendo, se le comenzaba a hacer agua la boca. Rápidamente agitaba la cabeza muy ruborizada, pero volvía a verle el miembro a Lincoln. "¿Qué me pasa... ?", se decía, y recordó lo feliz que fue mamarle el pene esa mañana, y tragarse su acabada como si fuera un alimento necesario para su cuerpo. Si por ella fuera, se pondría de rodillas y le mamaría la verga, o se entregaría a que la follara, si así Lincoln lo quería.

Rita de repente gimió y agitando la cabeza, ahogó un chillido que levantó miradas de sus hijas, y viendo que la veían, salía del lugar con una expresión rara y tonta, lleno de una consigna, que el único interés real por su estado, sería con de Leni de nuevo, que veía a su madre subir al segundo piso trastornada, en lo que las demás optaban por ignorarla.

Lincoln soltó su verga, y estrechándose a Lucy, empezó a violar su boquita con su lengua, abriendo bien la bocaza, quería metérsela hasta en la garganta, en lo que apretaba su cuerpo, y bajaba sus manos moviendo y subiendo su vestido negro, para tocar el culito de la pequeña descubierta, aprestándolo mostrando los labios, poniendo un dedo travieso suyo dentro de aquel hoyo. Lucy gimió sin romper el beso, dejando que su hermano se metiera en su abertura especial y calva, muy húmeda y estrecha.

Lucy parecía una tonta a los ojos de Lola, viendo cómo tenía la cara toda roja, y se agarraba del cuello de Lincoln, abriendo la boca por completo junto la de él, en esos movimientos constantes de las lenguas estirando el interior de sus mejillas. Aquellos se veían como unas simples bestias en celo, y Lola tenía su fiereza poniéndose extraña, mirando sus comportamientos.

¿Cómo era posible que tanta pasión y lujuria corriera por corazones tan jóvenes? La contención no era una moneda corriente en esa casa. La precocidad adelantada a los movimientos descarados, las mandíbulas de Lincoln moviéndose y girando su rostro sin dejar de alborotar su boca, de absorber. Eso era otro beso, lo remarco Lola y nadie la secundó. La pequeña pálida, agarraba la camisa jalándola y estirándola de la espalda, y la tenía bien agarrada al igual que la prensa de la nuca, encuentra la calentura, lo soltó para caer en el hombro y agarrarse, abriendo los ojos. Se retrae hacia atrás. La lengua de Lincoln es más grande que la suya, sosteniéndola, solo es eso en sus encías y su paladar dominándola. La invade y no la permite respirar. La ahoga. Se descontrola. Se mueve violenta; le falta aire, Lincoln la aprieta para consigo metiéndole los dedos dentro de su vagina más a adentro de ella, a la vez que la sostiene con su brazo inmovilizándoles. No la quita del beso. El vestíbulo se calla como la asfixia viene, y descontrolándose de nuevo con fuertes movimientos, golpeando el pecho de Lincoln, él la deja, separándose con la lengua de fuera como ella, en lo que Lucy empieza a recuperar aire, a la vez que unas gotas de "líquido amoroso caen de su vagina.

Lincoln la besa en la frente cuando aquella lo abraza exhalando muy fuerte, apretando su pecho, y él retira sus manos con cuidado, para que ella se estabilice agitada como una infante, confundida, y abrazando a Lincoln, antes que él la separara, pidiéndole disculpas, para después girarse con Lynn Jr y avanzar unos pasos a su encuentro, que levantaba su rostro pecoso y serio, a la mirada azul del chico.

El hombre del plan la atrajo hacia sí tomándola de la cintura, y la deportista pronto se puso roja como un termómetro atmosférico en verano, y a sudar de los nervios y la calentura, además de sentir su corazón trabajar, sintiendo su miembro pegársele caliente y duró al cuerpo, y lo abrazó pese a los nervios entregada en segundos, a pesar de tener a sus hermanas alrededor, y besó el cuello de Lincoln junto a su barbilla, y trató de tocarle el pene antes de que Luan hablara deteniéndolos.

Lynn Jr se molestó porque Lincoln paró para escucharla decir que sería mejor que pasaran a la sala, ya que las rodillas le dolían, y no podía estarse parada tanto tiempo por su "condición".

Lynn Jr arrugó el entrecejo y Lola puso una expresión de desagrado a la preñada. Lucy secundó a Luan diciendo las contrariedades, viendo pervertida al comparar lo hacía unos segundos, encontró la dignidad de congraciarse a Luan en dicha cuestión.

Las demás hermanas miraron esa alianza entre las dos, y pusieron una expresión amarga. Lori regresaba de nuevo de la sala con los brazos cruzados en ese momento, con una mano en el móvil, en donde, antiguamente contestaría los temblores del dispositivo con los mensajes de su novio, y preguntó en qué hermana iban como si les hiciera un favor contestándole.

Las hermanas tuvieron que consentir poner una pausa por Luan, ya que Lincoln así lo quiso.

—Luan tiene razón —dijo, y varías lo agarraron de devoción yendo a la sala, con sus hermanas como borregas.

Fueron a la sala. Lincoln acompañando a Luan con cuidado, acariciando su barriga al tenerla cerca, haciendo que se siente en un sillón individual y más cómodo. La castaña no puede evitar sonreírse y coquetearse en esa peligrosa morada de muchas miradas recelosas.

—Te miras muy sexy embarazada —le susurro Lincoln al oído a su hermana, lamiendo el lóbulo de su oreja.

—¡Jajaja, me pregunto de quien será la culpa!

Ella no dudó en tocar su polla y besar su frente.

—Yo estoy aquí para tener a todos tus hijos, Lincoln; yo soy tu vertedero de semen.

Lynn Jr y Lola se rieron ponzoñosas a lo afirmado con desdén marcado.

—¡¿Estas aquí para tener sus hijos?! ¡¿Para ser un "vertedero de semen"?—exclamó Lola —¡A eso se reduce tu infesta vida?!

—¡Luan presentara un acto normal: comediante fracasada pasa a adolescente fracasada, jode su vida antes de cumplir los dieciocho! —gritó Lynn Jr invadiendo el espacio personal de Luan que se daba prendida de Lincoln.

—¡Soy el vertedero de Lincoln. Por eso no las necesita a ustedes! ¡Soy la única que se ha embarazado de Lincoln. Ustedes nunca podrán satisfacerlo o tener a uno de sus hijos!

—¡Chicas, por favor! —pidió el albino fingiéndose serio —No hay necesidad de pelearse o encelarse. ¿No saben que eso es malo? Yo las amo a todas.

—Tú nos coges a todas, Lincoln —expuso Lori que los había seguido y veía con irritabilidad lo que decían —. No crees que merecemos un trato justo.

—¿Tu dices qué quieres que te embarace, Lori? —preguntó el peliblanco pegándose a Luan a su costado —¿Quieres que te ponga panzona, y Bobby cuide a mi hijo?

Lori se sonrojó, enojo y se puso cachonda sonriendo por sus palabras.

—Sí me cogieras lo que te has cogido a Luan, probablemente ya lo habría terminado, Lincoln. Además —agregó desvaiendo la vista y presionando más sus pechos cruzándose de brazos —, no he tenido nada de relaciones con él, desde que me dijiste que te pondrías condón si lo hacía. Aunque no se hagan idiotas, ustedes dos metieron la pata con eso... —dijo Lori a pesar de tener leche del chico en su útero en ese momento.

—Lori no comprende nuestro nivel de amor, Linky... —dijo Luan y se pegó mucho a Lincoln besándole el rostro —. No entiende el amor verdadero...

—¡Como sea, me toca a mi, ¿no?! —gritó Lynn Jr manifestándose y atrayendo al chico, que es aferrando por Luan con fuerza —¡Luan, ya suéltalo! ¡Déjate de mierdas! ¡No creas que no te moleré a golpes si no te comportas. A mi no me interesa que estés embarazada, ya te lo dije!

—Yo también quiero estar embarazada de Lincoln —declaró Lana que había estado en silencio —. Tener una barriga grande sería asombroso...

Todos se turbaron viendo la cara afiebrada con una sonrisa chimuela y ojos ausentes de Lana.

—Tener un bebé con Lincoln, me parece lo adecuado —razonó ante la perplejidad.

—¡¿Ves lo que ocasionas, Luan?! —gritó Lori recalcando.

—¡Viejos, ¿podríamos seguir con lo que estábamos haciendo?! —protestó Luna exaltada.

Leni había sido la única que veía los rostros, y que, sentándose en el sillón, comunicaba un lenguaje corporal tenue, frágil, calmado y silencioso. No decía nada, y pronto se encerraba dentro de sí misma pensando, antes de que sorprendiera al ver Lincoln tomado de la mano a Lynn Jr, sentándose junto a ella.

Lincoln le sonrió feliz cuando vio que Leni lo miraba, en lo que hacía que Lynn se le subía a las rodillas ignorando la presencia de su hermana por completo, se dedicó a rodear el cuello de su hermano con sus fuertes brazos, y empezar a besarlo, en lo que sentía como él deslizaba su mano a su culo, metiendo la mano dentro de su short a su piel lisa. Leni se apenó, y mirando al frente mostró pudor, solo que regresaría cuando el peliblanco le tomara de la mano sin dejar de descuidar el beso con la deportista o sus caricias hacia ella, y ya no supo a donde ver inquieta, entrelazando la mano enrojecida.

Las otras veían en plano receloso como Lynn se hacía de la boca de Lincoln en un beso por demás apasionado sin restricciones, con lengua y ensalivadas con lamidas fuera de la boca, bordeando los labios y chupando hasta la barbilla succionando. ¿Cómo era que nadie se quejaba? Pero no le daba ninguna una falta, ya que sinceramente no se querían meter con Lynn.

Lincoln apretaba su glúteo, asiduo a abarcarlo casi completo con la palma. Le levantó un momento la remera del equipo a Lynn mostrando su top deportivo, y lo levantó sacando a relucir sus pezones que empezó a tocar con su boca y lengua, sintiéndolos duritos, separándose un momento para verlo y chuparlo albergando todo su seno pequeño en su boca, estirando la piel en lo que la castaña suelta un gemido placentero y entierra los cabellos blancos en su pecho en un sentido maternal. Lincoln levantando la mirada enturbiada a Lynn Jr, como bestia reposada, tomó su verga entre sus manos, y se quitó el short en un movimiento rápido levantándose, mostrando su culo desnudó y ejercitado, con toda la entrepierna desnuda con vellos ralos. Posicionó su entrada a su miembro, y escuchando a todas quejarse en un gemido o gruñido, se comió el pene de Lincoln casi completo de un sentón, todavía dejando un espacio fuera del tronco, y gruñendo y gimiendo como una fierecilla, abrazándolo fuerte, ya estaba encajada en él, unidos como uno solo, en lo que agarraba su rostro, y abriendo mucho su boca, lo besaba explorando la cavidad bucal que tenía como drogada con la propia euforia invasora, y saliva del chico.

—Carajo Lynn. No solo te estas dando un beso ahí —reclamó Lori enojada y excitada, acercándose al respaldo del sofá.

Lana fue con Leni tocándole la pierna. Las dos rubias se miraron un segundo, y por donde Lynn Jr se montaba a Lincoln con movimientos fuertes y continuos, Lana advirtió que estaba tomada de la mano con ella.

Lynn Jr iba de arriba a abajo en un vaivén rápido y apasionando, pero despegó su boca, y eso eran para las chicas una vez de que las cosas escalaran, a dos besos como estipularon.

—Dos besos dijeron —remarcó Luan sonrojada, y Lincoln escuchando aquello dijo que era cierto, en lo que todavía Lynn Jr saltaba su culo arriba y abajo, intentando besarlo en los labios.

—¡Vamos, Linc! ¡Ah! ¡A mi también me tienes que embarazar! —confesó llena de vergüenza y fiebre libidinal.

Lincoln la detuvo, alzando su culo, saliéndose de ella que la hizo sacar un gritillo placentero y de disgusto al abandonar el placer, y la echó a un lado dejándola insatisfecha, cayendo en el regazo cómodo de la modista distraída y sorprendida con la deportista ahora sobre sus muslos acolchados y perfumados.

El chico dotado se irguió con la verga lustrosa de los jugos de Lynn, y se quitó los pantalones manchados junto a sus zapatillas, y avanzó en trusa con el pene erecto de fuera, hacía Luan. Que apostada en el sillón del antigua patriarca, levanta sus piernas grandes sosteniéndolas, mostrando su entrada amorosa todavía cubierta, en lo que Lincoln viendo distingue una mancha por el centro que palma en donde esta su vagina, haciéndola gemir. Agarra su licra de su trasero, y lo sube para descubrir el platillo bien húmedo que era la pucha de su hermana. Puso el pene en la entrada, y se deslizó en el mar que era el asombroso coño de Luan.

—¡Ohh! —gimió Lincoln restregándose a ella, ingresando a embonar en el placer.

—¡HAhH, Lincoln!

Igual no lo albergaba del todo. Topaba al útero, besándola, pero quedaban centímetros fuera todavía.

A continuación, algo parecido a Lynn Jr. Nadie habla mucho, pero en medida, casi todas callan, sin embargo una disconformidad mayor es visible para Leni. Lola abre la boca primero.

—¡Es una violación que no tengamos las mismas consideraciones yo y Lana!

—Ustedes son unas niñas —recalcó Lori viéndola, y aquello hizo a Lola rabiar más.

Luan y Lincoln se daban un beso de momento harto lento y lujurioso, unidos sus cuerpos, se sentían en su totalidad, dándose besos con lenguas revolviéndose, en lo que copulaban y los líquidos se oían graciosos unidos a los alaridos dulces de la adolescente preñada. Siempre que lo pensaba, se ponía tan ardiente dentro suyo; era increíble ser llenada por su hermano.

—Mierda, Luan. Mi pene se derrite dentro de ti, ha, sí —dijo sin poder dejar de mover sus caderas, y seguía besándola toqueteando sus tetitas más grandecitas y llenas de leche, que humedecían su top —. Luaann —soltó al notarlo, y levantó la prenda para ver sus pezones más oscurecidos, hinchados y goteantes de calientita, buena y fresca leche.

Lincoln no perdió tiempo y se metió uno de sus pechos a su boca, y empezó a mamar del pezon la dulce y preciosa leche que Luan le daba mirándolo y gimiendo, abriendo la boca alambrada salivosa.

—¡Haah Lincoln! —gritó Luan viendo cómo Lincoln se llenaba la boca de su leche materna, sin dejar de sentir como el glande de él golpeaba la entrada de su matriz, y pasaba el trago, para cambiarse al otro seno, y repetir la operación en lo que algunas hermanas ya no les gustaba tanto lo que veían —¡Sí, Lincoln, toma de mi leche, es toda tuya, HaaHh!

—Malditos pervertidos —decía Lynn Jr enojada viéndolos —. ¿Se supone que debemos de dejarlos? ¿Mirar y no hacer nada?

—Tu estabas así hace un momento, dude... —interpuso Luna en son de reclamo.

—Eso lo dices porque te toca a ti después de ella, tonta...

—¡Yo no tuve tanto tiempo! —reclamó Lynn ruborizada.

Lincoln escuchaba algunos murmullos, pero realmente estaba ansioso e inmerso en lo rico que era el interior membranoso y húmedo a más no poder de su hermana mayor Luan, bebiendo de sus tetas leche buena y dulce. Comprimía el trasero e iba de arriba a abajo golpeando la pelvis de su hermana con la suya, dando una vertiente de placer genuino sumergido en lujuria prohibida.

Guardando leche en sus mejillas, pronto le dio a probar a su hermana con el segundo beso, y Luan interrumpiendo sus gemidos la bebió con él para después seguir follando y besándose sin tapujos, degustando su propio líquido.

Lola resintió ello con Lori, y amabas rubias caminaron al sillón para decirles a los fornicadores que se habían pasado las reglas por alto, y aquello era sexo con besos y no besos con sexo, ya menos albergados debido al placer que le provocaba sus gritillos de placer.

—¡Ahow! —gimió Lincoln sacando la lengua y deteniendo un segundo sus caderas.

Lori lo pellizcó, y viendo el rostro de su hermana estricta, el chico pronto se le fue la fiebre, y salió casi de inmediato de la comediante como de sí una prenda se tratara, sacándole un buen suspiro, ya con la verga empapada y lustrada por los jugos espesos de la comediante, la cuál antes de alejarse de ella lo sujeto para besarlo otra vez, y él aprovechó para alargar sus manos a sus tetitas rellenas de leche materna, y tomarlas con ternura.

—Pronto vendré contigo mi amor —le susurro a Luan en el oído, y ella sonrió ampliamente sonrojándose, y chupo un poco más sus pezones para sacar más de ella.

—¿Qué no la leche es para los bebés? —se preguntó Lana confundida.

—Lincoln es un bebé, ¿no lo sabías? —dijo Lynn Jr en tono burlón y enojado, pero más de una lo tomó de buena manera.

—Además todavía no hay un niño... —añadió Lucy que trajo unas miradas a ella.

Lincoln se separó por fin de Luan, y solo girarse, ya estaba ahí Luna. Esperándolo, quitándose las bragas.

—¡¡Luna. Son solo besos!! —exclamó Lola.

—Las cosas cambian —dijo Luna en tono serio, y Lincoln yendo a su cercanías.

Frente a frente, el peliblanco y la rockera todavía tenían una medida dispar, pero no faltaban muchos centímetros para llegar a sus labios correctamente, por lo que juntos tomándose de las manos, la besó tiernamente, e inmediatamente después, aquel se hincó y sentó con el pene erecto en la alfombra, y Luna se sentó subiendo su falda, viéndosele las nalgas pecosas, y sacando un gemido amplio al sentarse y meterse aquello en su interior.

Se dieron un beso cuando aquel la lleno y Luna tembló, apretando con su vagina su pene, solo fue un beso corto antes que empezaran a tener relaciones sexuales sin restricciones.

Era obvio que los besos ya habían pasado a segundo plano para ese punto.

Lola dio una rabieta, y las demás se quedaron calladas viendo cómo Luna saltaba desesperadamente y sacando voces vergonzosas.

—¡¿Es en serio?! —gritó incrédula —¡¿No dirás nada Lynn?! —le preguntó a la deportista, y ella la miró unos segundos sin decirle nada.

Luna por otra parte hacía oídos sordos.

—¡Hahh, Lincoln, AHAhh, Linky! —gritaba sintiendo aquello llegar hasta el tope —¡Eres muy grande! ¡AaHhh!

—¡Estás apretándome Luna! —comentó Lincoln viéndola brincar arriba suyo, quitándole la blusa y mostrando su sujetador morado brillante, que no duró nada para que el chico lo levantara y salieran sus pechitos erectos, y empezara a degustarlos.

No eran muy grandes como a diferencia de las de Luan, que sus tetas habían crecido hasta vérsele sus montículos dibujados en sus blusitas, y ella continuaba tal vez hasta peor que Lynn Jr, e igual a Lucy que habían crecido un poco por las chupada de tetas que Lincoln le hacían casi a todas sus hermanas, pero aún así le daba cariño a la rockera, mamando y lamiendo, sabiendo que nada saldría como en el caso de Luan, pero haciéndolo de todas formas jalando la piel tersa, estirándola y separándose para chupar y morder agresivamente el pezón, que provocó un gritillo placentero y doloroso en ella, que se aferraba a su espalda clavándole las uñas.

Luego le dio cariño al otro pezon lindo, y Lori levantó la voz de parte de lo "justo".

—¡Recuerda que nos tienes que dar unos besos a nosotras también Lincoln!—decía Lori cruzando los brazos.

—¿Y tú no disfrutaste cuando te llevaste a Lincoln antes? —inquirió Lynn Jr viéndola seria a los ojos.

—¡¿Qué carajos dices? ¿Quien mierda te dice que haya pasado algo así?! —reclamó la rubia en lo que su teléfono celular timbraba y sonaba; "Bobby Osito" le llamaba.

—¡Eres una maldita mentirosa! ¡¿Crees que no te conocemos?!

—Creo que te llaman, Lori —informo Leni tras lo evidente, viendo que Lori no sacaba su teléfono de sus shorts.

—¡¡HAh, LINCOLN!! —gimió Luna abriendo la boca y con los ojos nublados —¡¡Hah, Sí, LiNCOLN!!

Sin que lo hubieran notado, Lincoln había cambiado de posición con Luna. Puesta en cuatro, la jovencita abría la boca poniendo una expresión vergonzosa y extasiada en lo que Lincoln tomándola de la cintura, se la follaba de perrito, en lo que abría la boca muy sonrojada, y golpeando su concha con ñsu verga, sonaban las nalgas de Luna, y Lincoln elevaba la voz.

—¡Vengan a que las bese! ¡Puedo seguir con los besos así! —dijo y empezó a cogerse con más fuerza a Luna —¡Puedo hacerlo así! ¡No se peleen por favor! ¡¡YO LAS AMO A TODAS POR IGUAL!!

Las chicas sintieron unas palpitaciones rigorosas en sus interiores, y pronto enrarecidas notaron algunas lo raro del escenario e indebido del asunto, y otras simplemente se molestaban en otros términos.

—¡OHh! ¡Leni, por favor ven! —pidió Lincoln y enderezando el cuerpo ligero de Luna, levantó una mano en un gesto de que viniera a su lado —¡Leni, tú sigues!

—¡Vaya estupidez! —dijo Lori, y quedó mirando como la modista con su vestido verde bien proporcionada, se levantaba ruborizada, y en calma, iba hasta su lugar de puntillas femenilmente.

Lincoln quedó mirando su figura acercarse. Se puso de rodillas poniéndose casi a su altura, hincada, y mientras Lincoln penetraba a Luna, se detuvo un segundo para agarrar el rostro de Leni con una mano, y extenderle un beso lascivo, en lo que Luna gimiendo, empieza a moverse tras la ausencia del ir y venir de su hermano en el interior.

El albino decidió quitar su otra mano del culo de la rockera, y pasó sus dos manos a toquetear el cuerpo de la modista, junto a sus pechos, igual de prominentes y perfectos que su culo. Le metió la lengua en su interior, y dio vueltas moviendo a la vez su pelvis, ya que Luna se movía lento y agonizante.

—¡HAHh, Linky! —gritó Luna sintiendo pegar la punta con su cervix, sintiéndose llena y ardiente —¡¡ESTAS GOLPEANDO MIS ENTRAÑAS!!

Y Lincoln no fue a más. Se salió de las dos bocas de repente que ocupaba, y corrió al sillón con el pene mojado a donde estaba Luan sentada, y abriendo y levantando sus piernas de nuevo, mostrando su vagina, entró en ella de golpe, y tomando sus tetas y apretándolas, le saca leche de sus pezones.

—¡Me voy a correr Luan! ¡¡ME VOY A CORRER!! —exclamó Lincoln eufórico —¡¡Acepta mi semen como MI MUJER!!

Luna, Leni, Lori, Lola, Lana, Lynn, y Lucy, escucharon atentas lo que decía su único hermano y amante, con Luan gimiendo y riendo, viendo los rostros de sus hermanas en lo que Lincoln sostenía su vientre, y eyaculaba dentro de ella cargas abundantes e hirvientes, haciendo una expresión idiota.