No hay razón para ser infiel.
¿Peleaste? Arréglalo.
¿Te aburriste? Convérsalo.
¿Te gusta alguien más? ¡Termina!
Así de simple, sin tantas excusas.
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A la mañana siguiente, Xian se había despertado notando que seguía con Keke, ambos sin nada puesto luego de la noche de reencuentro, mismo que fue arruinado al enterarse de unos mensajes bastante claros sobre la infidelidad de su pareja.
Un sentimiento llenó su corazón en ese momento, no era nada bueno, no podía ver a la peli gris del mismo modo luego de enterarse de eso.
Una cosa era que le fuera infiel con un hombre, lo cual era igual de malo, pero el problema fue que ocurrió con una mujer, alguien de su mismo sexo. Esto le tocó duro ya que Keke nunca le comentó que era lesbiana, menos bisexual, siempre le hizo creer que era heterosexual, no obstante, ahora había descubierto toda la verdad.
El peli negro se deslizó fuera del agarre de la china, este solo fue al baño de esta a lavarse, se sentía sucio de haberse acostado con alguien que le engañó de ese modo, con el agua corriendo por su cuerpo, sentía que se quitaba esa "suciedad".
A su mente se le vinieron varias cosas, lo más obvio sería simplemente decirle a Keke que terminaba con ella por el caso de infidelidad, no obstante, sentía que sería algo muy suave.
¿Difundir su engaño por redes sociales? No, solo ería humillarse él, aunque eso le traería mala reputación a Liella.
Entonces fue cuando decidió tomar venganza por mano propia, no haría algo tan sencillo como eso, el corazón de Xian gritaba para vengarse de la consideraba la persona con la que pasaría el resto de su vida.
Aprendió a hablar japonés, trabajó duro para viajar a Japón a reunirse, estaba aplicando para una academia en el país del Sol Naciente… todo eso se fue a la basura en un instante.
- Te haré pagar Keke Tang… así como a esa perra con la que revolcaste – susurraba este.
Toda la mañana arrancó de forma normal, Xian y Keke decidieron salir, el peli negro lo hizo de mala gana, aunque esto fue disimulado ya que no quería levantar sospechas de lo que haría.
La peli gris le daba un tour por la ciudad, no solo eso, sino que presentaban algunos sitios que eran de interés en ella, Xian no prestaba mucho atención, sin embargo, en un momento fue cuando encontraron a algunas de las chicas de Liella.
- Chicas.
- Keke-chan, ¿Cómo estás? – esta saludó, siendo Kanon, quien iba con otras dos – por cierto, ¿Quién es él?
- Oh, se los presento, él es Xian Zhang – este hizo una reverencia a las chicas.
- Un gusto.
- Un gusto, soy Shibuya Kanon.
- Arashi Chisato.
- Heanna Sumire – esta última fue la que despertó el interés del chico ya que sabía que era con la que se revolcaba su novia, el peli negro detuvo sus intenciones de hacer algo, debía ser sigiloso.
- B-Bueno, no sé mucho de cómo es la ciudad, así que Keke me está dando una gira.
- Vaya, tienen una cercanía entonces – ahí fue cuando Keke sabía que no podía mentirles, pero su pareja decidió contar las cosas al revés.
- Somos amigos de infancia, nos conocemos desde hace tiempo y he venido a Japón a seguir estudiando – la mentira de Xian fue buena, Chisato y Kanon se lo creyeron, Sumire sabía que todo era un engaño, a lo mejor el chico lo inventó para evitar decir que eran pareja.
Para la oji azul, esto era un lío ya que sabía que tenía al rebaño reunido, el trio de Idols se les unió para ayudar a Xian a ver mejor el barrio y la ciudad, sin embargo, nadie notaba el ambiente de tensión que había entre él y Sumire.
La rubia lo veía de reojo, según ella, no había una razón exacta para que Keke anduviera con él, al menos eso lo creía. El tipo no era del todo guapo, pero por alguna razón su pareja sentimental vio algo en él para que anduvieran.
Por el lado de Xian, este veía de reojo a Sumire, notando que aunque tuviera una buena figura, no creía que ella se metería con una chica la cual a lo mejor ya tenía conocimiento de su relación.
Al finalizar el día, Xian fue a su habitación de hotel en donde estuvo planeando algo, según Keke, Sumire es hija de unos señores que poseían un templo sintoísta por lo que ya tenía idea de dónde ir a cumplir su venganza.
- Heanna Sumire, es hora de que acabemos esto.
Xian salió de su cuarto yéndose por la ciudad, pidiendo alguna información a las personas que pasaban por ahí, así fue como dio con la dirección del templo.
- Este templo es bonito, lástima que tendrá que mancharse con sangre por culpa de esta perra.
El peli negro llegó al templo, fue sigiloso como un ninja evitando que alguien lo pudiera reconocer. En eso, pudo ver a Sumire detrás del templo barriendo, sin embargo, estaba hablando por teléfono y decidió espiarla.
- Realmente no me agrada tu novio – esta decía – no puedo esperar a que se vaya de vuelta a China.
- Sí, está hablando con Keke.
- ¡¿Cómo que estará aquí?! Mierda, debiste haber terminado con él desde el momento en que empezaste a andar conmigo, pero no, decidiste hacer esto y seguir con él, la verdad no sé qué le ves, a lo mejor es solo por el pene que se trae que te gusta – las palabras de Sumire solo hacían enfadar más al peli negro detrás de ella.
- Así que solo por mi pene, pues vamos a ver qué dices – el chico salió de su escondite.
- ¿Q-Que diablos…? – antes de que Sumire reaccionara peor, esta fue golpeada en la parte trasera de su cabeza dejándola inconsciente.
- ¿Sumire? ¡Isópodo! ¡¿Qué fue lo que pasó?! – la voz de Keke se escuchaba del otro lado de la línea, esto fue detonante para el peli negro, por lo que solo rompió el celular de esta.
Xian se las arregló para llevarse a Sumire de ahí, este la hizo pasar como su novia la cual había estado cansada, por lo que la llevaba en su espalda, de suerte, el peli negro logró llevarla al hotel, pero por la parte trasera para que no sospecharan de nada.
Subiendo las escaleras de atrás, este había dejado la ventana de su cuarto, abierta, por lo que metió a la rubia ahí y ya tenía que cumplir con su cometido.
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Al día siguiente, la desaparición de Sumire fue rápidamente el tema de conversación en Yuigaoka, los demás miembros de Liella estaban como locas buscando a su amiga, Keke era la más preocupada por obvias razones.
Xian solo fingió preocupación por eso y que ayudaría en lo que fuera necesario, que cualquier cosa que encontrara, él avisaría para que fueran, así fue como no solo la familia de la rubia la que estaba buscando a la rubia.
El chino llamó a su novia para que fuera a su cuarto de hotel para charlar un poco sobre los posibles sitios en donde Sumire podría estar, esto con el cuidado de que ninguna de las amigas de la peli gris se diera cuenta de que iba con él.
- Me pregunto dónde es que está Sumire, me preocupo por ella – Keke decía entrando al cuarto.
- Lo sé, es tu amiga y debe ser duro tener que ver a una persona que quieres, desaparecer como si nada.
- Sí, estaba hablando con ella anoche y de la nada, se fue. Espero que no haya sido secuestrada.
- Quien sabe amor, hay cosas de las personas que no sabes, quien sabe si estaba metida en algo – Xian le daba indicios sobre el plan que tenía en ese momento.
- ¿Cómo que metida en algo?
- Solo digo, ya sabes que caras vemos, corazones no sabemos – el chico se quedó un momento en silencio antes de continuar – ¿Por qué no tomamos un baño? Para que te relajes.
- Supongo que podría ser – ambos se desnudaron ahí y Keke fue la primera en entrar, solo para encontrar algo que la dejó en shock. En la tina, estaba Sumire atada con sus manos pegadas al grifo el cual estaba firmemente pegado, la boca tapada por cinta negra, además de no poseer ropa y el agua estaba con trozos de hielo casi descongelados.
- Hmmm… hmmm… hmmm…
- S-Sumire… ¿Q-Que haces aquí? – antes de que Keke se diera cuenta, fue golpeada del mismo modo en la parte trasera de la cabeza cayendo inconsciente.
- Por fin… me vengaré de las dos.
Keke despertó una hora después, esta notó que estaba colgando del techo del baño, estaba igual que su amante, su boca tapada, ambas no podían gritar por ayuda, solo escucharon como es que el peli negro volvía al sitio.
- Finalmente han despertado – este fue con Keke quitándole de golpe la cinta en su boca.
- ¿P-Por qué haces esto Xian? – la peli gris recibió un golpe en la espalda baja.
- ¿Recuerdas lo que te dije Keke? Caras vemos, corazones no sabemos y así fuiste tú – este se le puso en frente – has hecho enfadar a la persona que dio muchas cosas por ti y que al final, pagaste ese amor traicionándome con una mujer… ¿sabes que tan herido estoy con eso?
- T-Tu… ¿sabías sobre lo de…?
- ¡No hables! – Xian exclamó furioso – el otro día que tuvimos sexo, sin querer te cayeron mensajes de esta perra oxigenada y fue donde me di cuenta de me engañabas.
- Hěn bàoqiàn zhè bùshì wǒ de běnyì (Lo siento… no fue mi intención).
- Claro que no fue tu intención, me engañaste por no sé cuánto tiempo desde que llegaste a Japón, y aun así me dijiste que me amabas cuando al final no era nada, te cogiste a esta tipa, por eso quiero que sufras lo que se siente.
- Xian… ¡no le hagas nada a Sumire! ¡Si vas a molestarte con alguien, hazlo conmigo! ¡Yo fui la infiel! ¡Yo fui la que empezó a andar con ella sin que tuviera idea de ti!
- Ambas son culpables, por eso… verás cómo poco a poco tu amada muere – el peli negro río un poco – mira que tengo muchos métodos para matar a tu querida Heanna Sumire, pero mira que tengo una vía la cual vi en un video de hace tiempo y la verdad… quiero experimentarla.
- ¡¿Por qué le haces eso?! ¡Házmelo a mí por favor!
- Ella pagará eso, las dos estarán aquí sufriendo de no poder escapar, tal vez no sea mucho, pero el alimento y el agua que tendrán será muy escasa, no las dejará morir de ese modo, a ti no Keke, pero a tu amada si lo hará, más vale que se prepare jajajaja – y así fue como inició esa tortura silenciosa.
Los siguientes días fueron duros para ambas chicas quienes se mantuvieron encerradas en ese cuarto de baño, Xian hizo lo posible para evitar que alguien sospechara de él. Este se unió a la búsqueda de Keke quien fue reportada como desaparecida, el peli negro "buscaba" con fiereza por su pareja.
Los días siguieron y no fue hasta que llegaron a la semana de la desaparición de ambas Idols y todo el mundo se movilizaba para buscar a Keke y Sumire, sin éxito alguno.
- Aun las buscan, pero no las encuentran – Xian entró al baño en donde seguían las chicas así como las dejó, Keke y Sumire se notaban bastante débiles por todo lo que habían pasado.
- Por favor… Xian… te prometo que solo… estaré contigo…
- Ya no hace falta que esas mentiras salgan de tu boca, maldita mentirosa, es más, mira lo que tengo aquí – este mostró un par de cuerdas.
- ¿Q-Que harás con eso? – Sumire preguntó.
- Ya lo verás.
Sin perder tiempo, este desató a la rubia, aunque pudo aprovechar esto para escapar, las fuerzas que tenía esta eran demasiado bajas para intentarlo, sin más, ató sus piernas fuertemente, así como sus manos las cuales las puso por debajo de sus rodillas en la parte trasera de sus piernas.
- ¿Para qué es eso Xian?
- Verás, hace tiempo hubo un vídeo en el que un escapista falleció ahogado en su tina por intentar hacer eso – la sonrisa de este le dio a Keke y Sumire la idea de lo que iba a hacer – oh, parece que captaron la referencia.
- No lo hagas Xian… snif… te lo ruego por el amor de Athena.
- ¡No me mates! ¡No quiero morir!
- Demasiado tarde – sin más, este tiró a Sumire de nuevo a la tina llena de agua, esta luchaba por salir y sacar su cabeza para tomar aire, sin éxito alguno – no podrás hacer nada, te até de la misma forma en que ese escapista murió, es imposible el ponerte de pie, incluso sentada por la posición en la que estás.
- ¡Xian, por favor para esto! – antes de que la peli gris siguiera, fue amordazada para evitar que alguien la escuchara.
- Iré a prepararme un sándwich – este se fue a la cocina para hacerse su bocadillo.
Este pasó unos minutos ahí comiendo y revisando algunas cosas por celular hasta que decidió volver al cuarto de baño. Al entrar, Keke lloraba a mares mirando a la tina en donde Sumire ya no se movía, sus piernas estaban recostadas en la pared, dando a indicar que se había ahogado.
- Muy bien, con ella fuera del camino, ya podremos estar juntos Keke, mira que no dejaré que nadie vuelva a tocarte ¿entendido?
- Hmmm… hmmm… - esta solo seguía llorando.
- Despídete de ella… no volverás a verla jamás, ni a este país que solo nos trajo desgracias, huiremos juntos a otro país – este desató a la china quien como estaba muy débil para moverse, este terminó vistiéndola y llevándosela por la parte trasera del hotel para no ser vistos.
De ahí, nadie más los volvió a ver.
El tiempo pasó y se descubrió el cuerpo de Sumire en la tina de ese cuarto, esto debido a que el inquilino no había pasado por ahí en tiempo, descubriendo el macabro hallazgo.
La noticia fue nacional, las demás miembros de Liella estuvieron consternadas, así como los familiares de esta debido a la forma de muerte de esta. Keke y Xian fueron catalogados como los sospechosos principales los cuales estaban desaparecidos.
Y los años pasaron…
- No hay nada bueno en la televisión la verdad – un Xian ya adulto estaba apagando el aparato – creo que iré a ver cómo está Keke.
El peli negro fue a un cuarto en donde estaba la peli gris, su aspecto lucía como la de alguien que estuvo maltratada por años, su cuerpo ya no era lo mismo, aunque se desarrolló más, su rostro lucía lleno de miseria.
Cabe decir que desde que huyeron, se fueron del país de forma ilegal llegando a China. Al ser un país con las normas reguladas de transmisión, poco se conocía del crimen de Xian y de su huida con Keke, aunque los familiares de la peli gris exigían su rescate.
Durante ese tiempo, Xian logró obtener un trabajo de bajo perfil, pero con un salario regular, a la oji azul la mantuvo de "presa" en la casa que encontró para vivir. Con el tiempo, la ex Idol se resignó a vivir así, siendo más que una pareja, un objeto con el cual satisfacer a su hombre.
- Han pasado 5 años desde que todo pasó Keke, pero bueno, eso es lo que se ganan las zorras que engañan a las personas que tanto la quisieron.
- S-Sí.
- Ya sabes a lo que vengo, ponte a 4.
- S-Sí – esta se desnudó haciendo lo que el chico le pedía el cual como era de todos los días, tenían sexo.
El destino castigó a tres personas haciéndolas pasar por una serie de desafortunados acontecimientos, pero como dicen… el destino es una perra y la pobre Keke fue la que pagó por esto.
Un chico cambiado hacia la maldad y la vida de su amante Sumire.
Por eso… sean sinceros con sus parejas o podrían acabar muy mal.
