Capítulo 8 - Mamá y Papá

Mi madre murió.

║Papá ha estado triste desde entonces.║

║Sylphie la extraña desde entonces.║

║Elphie y Alf ni siquiera saben dónde está su madre desde entonces║

Saqueadores atacaron la aldea.

Este pensamiento me nubla la mente. Disparo la flecha desde mi arco hacia una diana maltrecha en un árbol.

«¡Bien hecho, hijo!» Animó mi padre quien estaba al lado mío guiándome en el uso del arco y flecha.

«¡En el centro!» Sylphie celebró al lado de mis otros dos hermanos, Elberette y Alfhem. Para mí, Elphie y Alf.

Afortunadamente hemos podido seguir adelante. Después de dos años de ese día hemos podido sonreír. Con todas mis fuerzas tuve que hacerlo, no debía perderme en la nostalgia olvidando mi presente, no otra vez, eso me llevaría a mi cruel destino y eso no es lo que ella hubiese querido.

Pero... aún así..

La muerte de mi madre, lloré y me frustré por la muerte de alguien cercano y aún más al recordar que fue a manos de alguien. Murió mi madre, no tuve suficiente tiempo para amarla y apreciarla. Tenía que expresarle lo agradecido que estoy por haberse esforzado en criarme cuando todavía no la aceptaba como mi madre. Otra vez no agradecí a mi madre... Ni en la anterior ni en esta nueva vida, intento aprender y no repetir mis errores pero no parezco cambiar...

No sé si lo he superado, por lo menos podemos sobrellevarlo.

Pues la venganza no fue el camino que tomamos, los saqueadores capturados no soltaron información alguna y a los pocos meses fueron ejecutados en la Citadella de Roa a mano de la nobleza con cargos de invasión de territorio; sin mencionar que mi madre hubiese querido que nos mantuviéramos unidos y gracias a padre esta familia ha podido salir adelante. Sabemos que mamá quiere que sigamos adelante.

No me había dado cuenta antes, papá amaba mucho a mamá, mi mente en ese entonces estaba tan atrapada en el pasado que no me di cuenta de eso. Se amaban tanto que de su amor nacieron mis otros dos hermanos.
Han pasado dos años de ese día, tienen poco más de dos años de edad los dos. Elberette es una niña y Alfhem es un niño.

Papá desde siempre se ha dedicado únicamente a su familia, pero siempre al lado de mi madre, ahora que ya no está no tuvo tiempo de lamentarse y hundirse en un hoyo sin salida, al contrario, se ha hecho cargo de todos mis hermanos, incluyéndome. Dándonos esa tranquilidad de "Todo estará bien".

Padre tuvo que tomar una decisión, eligió quedarse con su familia, con sus 4 hijos que fueron fruto del amor que tuvo con su amada esposa. Es una decisión que involucra uno de los mayores dolores que alguien puede tener, perder al amor de su vida; en mi caso perdería cualquier esperanza de vivir y el resto de mi vida se basaría en la venganza. Lo echaría todo por la borda. Incapaz de recuperar absolutamente nada de la felicidad que me dio esa persona. La persona que le habría dado sentido a mi vida y me hizo tener un futuro. Donde solo quedaría la nostalgia y melancolía... no sería una vida que podría vivir.

Por eso admiro tanto a padre, es alguien mucho más fuerte de lo que me podría imaginar y más fuerte de lo que jamás podré ser.
De esto aprendí que vivir de la nostalgia me hace dejar de vivir el presente.

«¿Sucede algo, hijo?» Preguntó al verme pensativo mientras volvía a preparar el arco con tres flechas.

«Pensaba en que algún día quisiera ser como tú.» En una ráfaga las tres flechas en curva dieron en el centro donde ya había una flecha incrustada, partiéndola.

Padre avergonzado se frotó la cabeza.

«Yo quiero que seas mejor que yo... aunque creo que ya me has superado.» Ser mejor que él, es algo que dudo pueda llegar a hacer, pero si él ya está satisfecho supongo que puedo darme por servido.

«Desde hace tiempo que me siento orgulloso de lo que eres.» Dijo padre. Le sonreí correspondiéndome acariciando mi cabeza.

Los Saqueadores no parecían tener un objetivo concreto pues sólo hacían la mayor destrucción posible asesinando a las personas que se le cruzaran, pudimos actuar rápido antes que esos malnacidos consiguieran arrebatar más vidas de las que se habían ya llevado. No fue una masacre por nuestra intervención, pero las vidas de las personas que vivían alrededor de mi casa ya no volverán, se puede decir que eran mis vecinos. Debido a nuestra zona resultaba ser una de las partes más vulnerables de la aldea, un punto fácil de saqueo.

Tuvimos mala suerte que nos tocara a nosotros. Mala suerte. Pero fue cuestión mía haber podido cambiar las cosas para que no terminaran así... Mia, de mi padre, Paul y los demás protectores de la aldea, todos hicimos lo posible para proteger nuestro hogar, pero simplemente no pudimos salvar a todos y mi familia fue afectada por ello.

Fue demasiado tarde haber decidido amar a mi familia como debía hacerlo desde el principio, prácticamente un año después de la partida de Rudeus sucedió. Unos meses antes habían nacido mi hermano y hermana. También durante ese año intentando amar a mi familia me di cuenta de lo mucho que me amaba mi madre. Lastimosamente no pude crear un genuino sentimiento de amor hacia ella en vida, pero ahora amo totalmente a mi familia, eso la incluye a ella. Hoy en día me arrepiento de no haber hecho más por ella.

No volveré a ver a mi madre, desde ese día no recuerdo ni siquiera su cara. Todo es borroso. Solo sé que ese día peleé como nunca, recuerdo a mi madre con un rostro tranquilo, sin horror, sin miedo. Pude verla, sé que la vi, pero a la vez no vi sus facciones, ojos, pestañas, boca...

Francamente, no sé si debería esforzarme en recordar ese día.

Todos sabemos lo mucho que mi madre amaba a su familia y como quería tenerla siempre unida. Ese era el mayor deseo que tenía. Es algo que yo mismo me encargaré en cumplir. Ya que no pude cumplir con la confianza que me depositó al menos quiero hacerlo en su memoria. Cumpliré con las expectativas que tenia de mí.

He cumplido los 8 años, he seguido trabajando con Paul y padre mejorando mis habilidades de espada y arco, sigo trabajando mi magia junto Sylphie y Zenith al igual que mis propios proyectos mágicos por mi cuenta. Y terminando de entrenar en la mañana, mi padre se va a la atalaya a hacer vigilancia y voy junto a Sylphie, Elphie y Alf a pasar el rato con Aisha y Norn. Paul a esa hora está escribiendo reportes y cosas de ser el caballero de la aldea, su trabajo ha sido más duro desde el saqueo. Desde ese día lo he notado diferente, se ha convertido en alguien más serio, pero sigue siendo el mismo Paul, simplemente parece más comprometido en todo aspecto, como padre, caballero y maestro. Su trato conmigo se ha vuelto cercano, pero hay veces donde pierde la razón y provoca frustración en él de un momento a otro. Se ha vuelto más impulsivo.

Tal vez dirigir a más personas en las protecciones de la aldea le provoque estrés; pues después de la ejecución de los saqueadores, se mandaron refuerzos a la aldea de parte del señor de estas tierras, Phillip Boreas Greyrat, para precaución si los mismos saqueadores volvían ya que no se supo sus razones del saqueo, por ahora lo más viable fue que sólo buscaban robar. Igualmente fue raro, esta aldea no es el mejor lugar para saquear; ósea, es un zona rural donde se cultiva trigo. Toda la situación es de mi conocimiento al ser parte del grupo de protección de la aldea, al platicar con Paul y los recién llegados, sobre todo con un compañero llamado Efial con quien me he llevado bastante bien.

Efial es un hombre en sus veintes, ojeras alrededor de sus ojos filosos, tez morena clara, cabello largo negro azulado decorado con una coleta larga y otras dos más pequeñas, el resto de su cabello apenas llega a sus hombros y su flequillo está apartado de sus ojos, misma estatura que Paul y menos fornido. Normalmente usa una túnica abierta que muestra que debajo lleva su uniforme, armadura ligera y espada.

Esas mismas ojeras las lleva pues es la persona que más tiempo pasa en vela vigilando e incluso en múltiples ocasiones a cubierto a mi padre para que llegara temprano a casa, nunca a dicho las razones por las que lo hace, pero parece que tuviera un lazo especial con la aldea. Eso hace que sienta agrado por él.

Sin mencionar, es un gran apoyo en las exterminaciones de la aldea, sin duda con su estilo del dios del norte basado en adaptarse a todo estilo de lucha lo hace un gran complemento para mí y Paul pues manejamos un estilo de espada que combina el Dios del agua y filo aparte de mi magia. Mi problema de no poder trabajar en equipo ha dejado de ser un problema gracias a él.

Es de gran ayuda, aunque Paul no lo acepte y ni siquiera le caiga bien, o eso dice él. Los dos sabemos que podemos confiar en él cuando se trata de trabajo. Los tres juntos hacemos un tridente asombroso. Me gusta pensar que somos un dream team del estilo Pasado (Paul), Presente (Efial) y Futuro (Yo), el Tanque, el Support y el Ataque, o la Experiencia, la Astucia y el Talento.

Tras su llegada las cosas fueron más llevaderas, perdimos a compañeros y la moral estaba por los suelos, pero su capacidad de adaptación y habilidades volvió a avivar el espíritu de lucha de todos. Parecía que podía ayudar a cualquiera de nosotros pues simplemente se adaptaría a nuestro estilo de lucha y potenciaría nuestras habilidades con su ayuda. ¿Quién no se sentiría más seguro con alguien así? Alguien tan confiable que hace siempre lo que necesitas. Ayudarnos a todos es lo que más ha hecho. Su llegada a la aldea también avivó a los aldeanos ya que resulta alguien realmente carismático. Se ha convertido en alguien confiable para la aldea en estos dos años.

Al igual que a los demás me ayudó a sobrellevar los trabajos de exterminación después de la muerte de mi madre, aunque es algo que jamás le he hablado y tampoco es que él haya preguntado. Incluso antes de que él llegara sólo usaba la magia para combatir a los monstruos, en mis primeros meses para obtener experiencia actué como un apoyo en la retaguardia junto a mi padre al ser el único capaz de usar magia a distancia. Todos los exterminios salían perfectos gracias a mi magia e incluso en ocasiones los luchadores a corta distancia no entraban en batalla pues yo mismo exterminaba a los monstruos.

A pesar de que todo funcionaba perfectamente este no era todo mi potencial, podía hacer más estando en el frente usando mis habilidades de espadachín y de mago.

Prefería estar detrás después de todo hacia mi trabajo perfectamente. Paul nunca me exigía más y me felicitaba en cada exterminio por mi trabajo. Sabía que mi lugar era estar en el frente y nunca hice nada.

No fue después del saqueo que estaba más decidido en combatir como un espadachín. Mi espíritu de lucha me exigía salir a patear traseros, pero desde el día del saqueo... mi espíritu de lucha había salido herido y perdí confianza en mi habilidad. De solo pensar estar en el frente mi estomago se revolvía. Luche y luche ese día y no cambie nada. Incluso salí herido. Pero a pesar de ello mi espíritu de lucha ahora me lo exigía. Debo corresponder la confianza que los aldeanos me depositaron al entrar al grupo de exterminio, no volveré a fallar.

Así conocí a Efial, casualmente nos encontró a Paul y a mi entrenando reconociendo mi habilidad e invitándome a estar en el frente a lo cual Paul estuvo de acuerdo diciendo que estaba esperando a que yo mismo se lo pidiera, pero al verme decidido le fue suficiente prueba.

Efial se alegró y prometió que me cubriría la espalda, fue extraño pues justamente eso necesitaba escuchar y era la inseguridad que tenía, ¿Qué pasaría si cometía un error? Era mi primer trabajo y prefería ir a lo seguro usando mi magia y por pensar eso nunca me animé a estar en el frente. Había escuchado algunos rumores de él que eran bastante buenos así que decidí dar mi voto de confianza a él, Paul no se quedó atrás e igualmente prometió que me cubriría la espalda. Así nada malo podría pasar, pensé, y vaya nunca se me pasó por la mente que justo ese día llegaría la manada más grande de monstruos que había visto.

Decidí no retroceder, no otra vez, mi espíritu de lucha de nuevo surgió pues si esa horda nos pasaba llegaría a la aldea. Toqué mi pecho, donde mi espíritu de lucha fue dañado ese día, donde en ese día me rajaron el pecho y quedó una gran cicatriz, perdí mi piel y espíritu de lucha. Sentí miedo de luchar en la vida real. Así de dura podía ser la vida.

No volveré a fallar. No volveremos a fallar. Me puse la máscara y mi bufanda ya no la portaba.

Todos estos pensamientos recorrían mi cabeza mientras veía la horda acercarse. Fue cuando nos lanzamos al ataque Efial, Paul y yo. Todo terminó en 5 minutos.

Sentí que toqué por un momento todo mi potencial. Efial fue sin duda una clave para ello. Nunca había sido bueno combinándome con otras personas pues no veían lo que yo, pero por un momento sentí llegar al 100%.

Fue sorprendente, fue como cortar papel, demasiado fácil. Efial y Paul cumplieron su palabra, nos cubrimos la espalda entre nosotros. Efial se ganó la confianza de todos. Paul recuperó la confianza de la aldea que había perdido. Yo recuperé mi espíritu de lucha, me di cuenta de que realmente era bastante fuerte y el tipo que casi me mata era incluso más fuerte que yo, debo hacerme más fuerte es lo que pensé. Que tan fuerte era ese tipo como para derrotarme tan fácil. Lo más rápido que pude me fui a entrenar.

Fue Efial la persona que me ayudó a recuperar mi espíritu de lucha.

Las exterminaciones siguieron su curso perfectamente, así de un momento a otro, Sylphie se presentó en una exterminación diciendo que se nos uniría. Me descoloqué por completo a lo que llegó Paul a explicar que ocuparía el lugar que dejé vacante en la retaguardia. Fue obvio mi inseguridad a que Sylphie se uniera, pero al pensarlo un momento se volvió beneficioso. Yo mismo sé qué es estar en la retaguardia aparte estaría con alguien con mucha experiencia como es mi padre. Hablando de mi padre, él estuvo de acuerdo cuando Sylphie le propuso esta idea. Así que no me opuse y me alegré que tomara esa iniciativa que no tuve hace ya un tiempo. Ahora ella misma gana su propio dinero para pagar su matrícula, Rudeus se llevará una sorpresa.

Pasaron los meses y todo ha ido perfecto, sin ningún problema.

Hoy será otro día de trabajo. Padre hace vigilancia en la atalaya. Sylphie, Elphie, Alf y yo hemos llegado a la casa Greyrat. Ahora queda hacer tiempo mientras Paul se desocupa del papeleo.

Y lo que hacemos es simplemente jugar y entrenar magia con Aisha y Norn.

Si no estaba Rudeus para entrenarlas yo lo haría.
«Hola~ hemos llegado~» Llegué abriendo la puerta por mi cuenta.

«Hemos traído a Elphy y Alf.» Sylphie tenía a Elphie en un rebozo amarrado a su cuerpo al igual que yo con Alf.

«¡Aisha!»

Elberette y Alfhem tienen mi misma apariencia sin muchas variaciones. Sylphie sigue siendo la única de cabello esmeralda.

Al escuchar su nombre una niña de cabello rojizo dejó de limpiar la mesa del comedor para recibirnos en la puerta, era Aisha.

«¡Lia! ¡Sylphy!»

A pesar de tener 3 años se ha podido desarrollar de una manera impresionante en su inteligencia, es toda una prodigio. Nunca había visto a una niña de su edad ayudar a limpiar. Eso ya la vuelve impresionante.

Se acercó para abrazarnos junto a Elphie y Alf.

«¿Dónde está tu hermana?»

«Norn está junto la Señora Zenith en la cocina.» Habló educadamente a lo que suspiré. Siendo una niña actuaba de forma tan formal, fue difícil convencer a Lilia en darle a Aisha momentos acordes a su edad. Tiende a obligar a Aisha en hacer tareas del hogar sirviendole a los greyrat, no dejando que tenga su niñez. He tenido cierta molestia con Lilia por esa razón, algo que le dije directamente y no reaccionó mal, fue cuando aceptó que Aisha se nos uniera en tiempos libres.

Aisha desde entonces parece más complacida dentro de su hogar.

«Llévate a Alf afuera, Aisha. Jueguen un rato.» Le encargué en brazos a mi hermano aceptando gustosa.
«Lia, ¿Hoy aprenderé magia?» preguntó Aisha.
«Si eso quieres, hoy te enseñaré algo nuevo.»

Asintiendo contenta cruzó la puerta junto Sylphie y Elphie hablando con Alf. Alf sólo escuchaba.

«¡Iady! ¿Cómo has estado?» Zenith saludó quien esperaba sentada en una silla del comedor.

«Amm... bien. Vine por Norn, vamos a jugar afuera.» Como ha sido regularmente me mantengo indiferente con Zenith.

La expresión de Zenith cambia a una sonrisa amable, entregándome a Norn.

«Hola, Norn. ¡Cómo está la mini-Zenith?» Norn no dijo nada, contestó abrazándome del cuello.

«Desde siempre Norn parece tener una conexión contigo.»

«Hm... ¿Tú crees?»

«Aparte de mí y Paul.» Zenith posó su cabeza sobre su mano mirándonos. Intentaba entablar más conversación conmigo.
«Ojalá también tenga esa conexión de hermanos con Rudy» Suspiró extrañando a Rudy.

«Igual extraño a Rudeus, pero también espero que pueda desenvolverse con mis hermanos y Aisha. Así que tengo que irme, ha–.»

«Antes que lo olvide» Zenith me detuvo tomándome de la mano. «Iremos a ver a Rudeus por su cumpleaños número 10. Si quieren mandarle un mensaje o un regalo, díganoslo.»

...

«Se lo diré a Sylphie. Hablamos después.»

Salí de la casa dejando a una Zenith suspirando desilusionada.

''Hablamos después'' es con lo que termina cada conversación con Zenith, cada vez que hablamos son conversaciones superficiales. Esto es porque huyo de ella, por culpa.

Siento culpa. Incluso ahora veo a Zenith como una de las razones por las que no llegué a pasar el tiempo que debería junto a mi madre. Incluso veía a Zenith más como una madre que a mi propia madre. Teniendo mis prioridades tan distorsionadas en ese tiempo comparándolas a como me siento ahora, fue muy tarde cuando me di cuenta de la confianza y amor que me tenía depositado mi madre. Siento culpa de no haber hecho sentir a mi madre como la madre de su propio hijo. Sigo apreciando a Zenith, no ha cambiado nada, pero es una sensación que no he podido apaciguar.

Me hubiese gustado haber pasado más tiempo con mi madre, tener tan solo más tiempo con ella para poderle decir que sí la amo.

Siento nostalgia recordando a mi madre, debo ser mejor, salvarme a mí mismo y cumplir con todos.

Norn tomó una trenza de mi cabeza. Era una trenza conformada por un mechón mío y mechones cortados del cabello de Sylphie, Alf y Elphie. Era un símbolo de unión con mis hermanos y un recordatorio del amor que les tengo.

«Lo sé, Norn. Nos mantendremos unidos, me aseguraré de ello.» Abracé a Norn juntando nuestros cachetes. Es igual de linda que su madre.

Norn intentaba alejarme de ella usando sus bracitos.

Desde que nació he sido apegado a ella pues su padre decidió implementar una forma diferente de crianza con Norn. Según él es una paternidad donde trata a su hija de manera más reservada limitando los gestos de afecto como abrazos y besos, esto para convertirse en una figura de respetar para sus hijas, dignidad de padre y que lo vean como el mejor hombre del mundo. Se podría decir que no quiere mostrar lo que él cree son actitudes débiles y blandas.

Fue demasiado tarde cuando se dio cuenta que esto le salió en contra pues en cuanto se dio cuenta sus hijas encontraron en mi lo que no les daba su padre. He de decir que al principio no fue mi intención, las traté cariñosamente al ser la hija de Zenith y al paso del tiempo forjamos una relación cercana. También son mis dulces hermanitas.

Así fue como maté dos pájaros de un tiro, me convertí en un mejor hermano mayor de lo que quería ser Rudeus para sus hermanas y me quedé con el afecto de Norn y Aisha mientras Paul se comportaba como el "Padre respetable".

De cualquier forma, quiero que crezcan con una vida "Normal" o lo que considere normal en este mundo, si he podido contribuir en ello me doy por satisfecho.

Caminando con Norn de la mano vi a lo lejos a Alf y Elphie. También espero que mis hermanos crezcan sanos, estar junto a ellos mientras crecen y en algún momento me digan que me aman. Sería espectacular. Realmente me gustaría ser relevante en sus vidas, de todos.

De un momento a otro me vi rodeado de niños, niños muy juguetones.

Norn inicia tímida pero se les unió a su juego.

En medio de este le comenté a Sylphie sobre el cumpleaños de Rudeus y que si quería enviarle algo que se lo de a Zenith.

«Rudy... Quisiera darle algo yo misma.»

Sylphie se puso pensativa, nostalgica. A lo cual Aisha y Norn vieron curiosas.

«Lia.»

«Mande, Aisha.» Es así como suele llamarme lo que hace que siempre le sonría, pero justo ahora no podía hacerlo pues Aisha tenía un rostro sombrío. Parecía estar conteniendo algo dentro de sí.

«El señor Rudeus, ¿Cómo es en realidad? Mi mamá habla mucho de él, no para de decirme cosas buenas; "El amo Rudeus esto y aquello", creo que quiere que simpatice con él, y me molesta.» Aisha tenía un rostro frustrado mientras hablaba.

Lilia forzaba a Aisha a trabajar para la familia desde que pudo caminar y eso mismo la frustra impidiéndole tener un pensamiento y voluntad propia pues su madre le inculca lo que ella quiere que se convierta Aisha. Otra sirvienta para la familia Greyrat.

«Debe estar aquí, ¿No? su familia...» Sonando en una voz más tierna y tímida, Norn, también preguntó por su hermano.

La ausencia de Rudeus desde que se fue ha provocado muchas cosas, si no se hubiese ido estoy seguro de que muchas cosas hubiesen cambiado a lo que son ahora, frente a mi hay dos niñas que nunca han conocido a su hermano. Rudeus seguramente habría cambiado la relación de Aisha con su familia y Norn no estaría incomoda al saber que tiene por ahí alguien que se supone es su hermano y nunca ha visto, una niña que ha crecido con todo el amor de su familia menos el de su hermano. Y estas cosas son cosas que yo mismo no puedo arreglar al no ser Rudeus, aunque me duela aceptarlo soy algo así como un parche. También no evito pensar que tengo parte de culpa de ello, pues Rudeus se fue para cumplir lo que era mi sueño de salir de la villa... pero justo ahora yo... ya no creo... tanto en ese sueño. Ahora quisiera que regrese para estar todos juntos.

Miré detrás a mis hermanos que todavía estaban jugando en el pasto. Si me hubiese ido con Rudeus y Ghislaine en esa Carreta... ¿Mis hermanos tendrían los mismos problemas de Aisha y Norn? No exactamente los mismos, me tendrían en una estima muy baja y no me verían más que como un desconocido que lo hacen llamar "tu hermano". De solo pensar a Alf y Elphie viéndome como un desconocido se me revuelve el estómago...

No dudo que Rudeus piense lo mismo que yo.

«Rudy no ha podido estar aquí... ahora mismo está esforzándose en algún lugar eso estoy segura. Estoy muy agradecida con él por todo lo que ha hecho por mí. Incluso ahora quiero convertirme en alguien que pueda ayudar a los demás cuando antes sólo quería hacerme más fuerte para proteger a mi familia. Estoy muy agradecida con Rudy al ayudarme a darme cuenta de ello y enseñarme la magia.» Sylphie salió a defender a Rudeus con puras verdades.

Sí... fue Rudeus quien ayudó a Sylphie a hacerse más fuerte.

Empecé a recordar cómo fue nuestra vida cuando Rudeus llegó. Nos ha ayudado en tantas cosas. Sylphie pudo aprender magia gracias a él, gracias a la magia consiguió esa confianza que le faltaba.

«Neesan, tú también...» Aisha al darse cuenta de que una de las personas en las que podía confiar estaba de acuerdo en que Rudeus era alguien bueno hizo que le temblara la voz. Desconfiando.

Antes que dijeran algo me interpuse.

«Aisha. Norn.» La susodichas se mantuvieron calladas esperando lo que tenía que decir.

Aún bajo sus miradas inocentes que esperan escuchar lo que quieren de mí, todavía pienso que las cosas se han torcido desde que se fue.

Si hubiese estado en el asalto de la aldea... No fui suficiente ese día. ¿Sí intercambiáramos lugares hubiese acabado mejor? O si hubiese estado luchando conmigo ese día...

Me gustaría saber cómo le ha ido desde entonces. Si ha tenido que pasar obstáculos que lo han superado como a mí. ¿Qué tan diferentes somos?

«Creo que Rudeus y yo somos un complemento uno del otro. Juntos somos mucho mejores. Y por eso estoy seguro de que Rudeus pensaría lo mismo que yo; Aisha, debes forjar tus propias ideas y voluntad, debes vivir la vida que tú quieres y no la que te inculquen o los demás quieren que tengas. Quisiera que vivas tu infancia como cualquier niño y después vayas a la escuela, después hacer lo que quieras con tu vida. Lilia seguirá siempre siendo tu madre, no lo olvides. Tiene mucha lealtad a la familia de Norn y quiere que sientas esa lealtad, pero tú tienes la última palabra. Cuando lo hayas decidido yo te apoyaré, al igual como lo haría Rudeus si estuviera aquí. Yo mismo aprendí que hay personas que nos depositan su confianza y con ello expectativas, eso está bien, pero si esas confianzas que se te fueron dadas chocan con tu espíritu de lucha, es algo incorrecto. No puedes salvar a los demás si antes no te salvas a ti mismo.»
Prácticamente le he dicho lo que he aprendido durante todo este tiempo, ahora mi espíritu de lucha es proteger lo que tengo, a mis seres queridos y mi hogar, luchar por una vida plena.

Aisha se mantuvo en silencio, supongo en sus pensamientos. Es una niña bastante lista.

«Norn, mi niña bonita, mi dulce princesa, debes aprender que a veces las personas no tienen la oportunidad de hacer lo que quieren. Rudeus está atendiendo sus responsabilidades como hijo de tu padre, fue tu mismo padre que mandó a tu hermano a... otro lugar. Estoy seguro que cuando se le permita regresar lo hará. Por el tiempo que se ha esforzado fuera... recompénsalo dándole una oportunidad para convertirse en tu hermano, créeme que no la desaprovechará.»

Acaricié la cabeza de Norn que hacia un puchero resignada.

Viendo aquello Sylphie intentó nuevamente convencerla con algo más directo.

«Incluso antes de que nacieran Aisha y tú, Rudeus solía decir que quería convertirse en un hermano mayor que pudieran respetar y sentirse orgullosas.» Dando más impacto habló con una voz suave y dulce relajando los ojos aparte de una sonrisa que convencería hasta al rey demonio.

Norn al escucharla se animó más convencida notándose cuando sus ojos verdes brillaron.

«En... ¿En serio?» Norn preguntó manteniendo ese lindo brillo en sus ojos, un brillo que sólo podía darte una niña digna de su edad.

Sylphie asintió.

«Tu misma le podrás preguntar si no me crees.» Sonrió despreocupada agitando sus orejas.

Norn preguntó a qué se refería.

«Iady, mencionaste que irían a visitar a Rudy, ¿No es así?»

«Oh, sí. Norn, Aisha, seguramente vayan con Rudeus por su cumpleaños número 10. Podrán verlo por primera vez estando consientes de sí mismas porque incluso Rudeus las cuidó cuando siquiera sabían limpiarse la cola. Denle las gracias cuando lo vean.»

Norn parecía emocionada al contrario de Aisha.

«¿En dónde exactamente está?» Aisha perspicaz como siempre.

«Probablemente en la citadella de Roa siendo tutor de la hija del dueño de estas hermosas tierras.» Diciéndolo así no me puedo imaginar muchas situaciones difíciles de superar.

Sylphie se sobresaltó.

«Es extrañamente especifico.» Replicó Aisha.

"¿Cómo sabes eso?" preguntó mi hermana.

«Es una teoría que tengo, no te lo quise decir pues no estoy seguro, incluso ahora no lo estoy. Sólo lo solté pues es cuestión de días para que sepamos donde está y si es ahí donde está quiero que todos sepan que yo lo dije primero. Ejem... aparte tú y yo iremos a verlo, Sylphie.»

Sylphie me miró raro pues pensaba que estaba delirando hasta que dije lo último a lo cual sus orejas se alzaron sorprendida.

«¡Bueno! Yo también quisiera saber cómo lo descubriste porque... ¡Acertaste! Rudeus está en la Citadella de Roa trabajando de Tutor... Y también quiero saber... ¿Cómo lograrás lo segundo?»

«Justo como predije... estarías escuchando ¡Viejo metiche! ¡Paul!»

Paul caminó hacia nosotros posándose en su espada al llegar. Posando habló pícaramente.

«Eso es algo que ya me esperaba que tú esperaras, así que empieza a hablar.»

«¿No deberías estar trabajando?» Sylphie habló cortante.

Paul suspiró desanimado.

«Mandé a Efial y Laws a preparar a la tropa. Tenemos unos minutos antes de empezar la vigilancia diaria. Vine para avisarles e irnos y... tomarme un respiro.»

Lo último Paul lo dijo suspirando, pero ahora fue un suspiro de cansancio. Sus ojeras poco a poco se han vuelto más intensas.

Extrañamente el ambiente parecía más callado, sonando las ramas del árbol donde estábamos chocando unas con otras.

Ajusté mi espada a mi pecho y subí mi bufanda a la mitad de mi cara, hoy hacia frío.

«Entiendo, entonces regresemos a tu casa a dejar a los niños y en el camino explico cómo descubrí el lugar donde escondiste a Rudeus.»

Tomé a Aisha en mi espalda que lucía reservada escondiéndose en mi hombro. En el rebozo recogí a Alf y nos fuimos.

No fue hace mucho tiempo en que llegué a esa teoría, en un momento todas las pistas se juntaron y así surgió.

La que hizo hacer sentido todo fue saber que el dueño de estas Tierras es primo de Paul y que este mismo primo fue quien le dio el trabajo de caballero de esta villa. Posteriormente llegó la tropa enviada por parte de Philip (Dueño de esta tierra), quienes solían hablar sobre la hija de este, Eris Boreas Greyrat, que era absolutamente un demonio de Tasmania que no tenía respeto por nada, y que afortunadamente en el último año se había relajado. Efial solía hablar de más.

Así afortunadamente en estos tiempos de necesidad he conseguido un dinero extra vendiendo a los mercaderes de la capital, la Ciutadella de Roa, productos creados por mí, lo cual me ha proporcionado información de la capital en esas charlas ociosas mientras negociamos.

Una de las cosas que logré vender fueron unos imanes que logré crear gracias a mi magia magnética, aunque todavía no es demasiado potente es bastante útil pues activo las propiedades magnéticas de un material (si es que las tiene) creándole un campo magnético a su alrededor manipulando los electrones.

En el caso de aquella venta fue un pedazo de metal al que le activé su propiedad ferromagnética convirtiéndolo en un imán. Después del negoció le convencí que yo era el único que manejaba la magia magnética y nos convertimos en socios. Así que de vez en cuando hablamos y mencionó que Eris hija de Philip consiguió un tutor que lleva trabajando más de un año y que sabía usar magia. Los mercaderes obtienen buena información al vender a los nobles.

No me extrañaría que Paul pidiera nuevamente un trabajo a Philip, en este caso para Rudeus. El tutor usa magia y lleva trabajando el mismo tiempo que Rudeus fuera. Sin mencionar que Ghislaine sirve a Philip y fue ella quien vino a por Rudeus.

«Eres bueno recaudando información. Ya decía que era extraño verte muy involucrado en el comercio ambulante.» Paul se limitó a escuchar lo que tenía que decir sobre el tema.

Algo que he aprendido en mi vida anterior es tener contactos, por eso mismo los mercaderes son de lo mejor que puedes tener pues manejan muchas veces información interesante. Manejan buen chisme. No solo he creado mi propia magia o mejorado en mis habilidades, sino también he creado innovaciones en este nuevo mundo adaptando diversos utensilios de mi mundo a este nuevo entorno. Hasta he creado mi marca "Pleiades" exactamente como me llamo, me parece algo difícil de olvidar. En todos mis inventos les pongo una marca usando mi nombre. Si nadie puede replicar mis inventos sería un desperdicio no publicitarme y no sepan que Pleiades es el único que puede hacerlos.

«He podido recaudar buen dinero vendiéndoles algunas cosas. Tal vez sin saberlo he creado o innovado una red nueva de comercio.»

«Lo importante es que has logrado ayudar a la villa con eso. Ya es tomada en cuenta como ruta de comercio. Gracias a eso ha podido prosperar. Aunque me ha causado más trabajo...» Paul ha tenido que estar al tanto de lo que sucede dentro de la villa y eso incluye a las personas que llegan a ella. Los comerciantes se han dado cuenta del nivel de producción de la villa la cual no es poca cosa donde la mayoría de la gente trabaja en la agricultura.

Durante estos dos años he podido hacer muchas cosas para recaudar dinero ya sea usando magia o por esfuerzo físico como arreglar lugares de la villa donde necesitaba una remodelación o incluso inventos para mejorar la calidad de los cultivos y disminuir esfuerzo.

«Gracias a ti Phillip ha tenido más en cuenta Villa Bonna y ahora te quiere conocer a ti y a tu hermana.» Paul no terminó de hablar dejando caer esta noticia inquietante.

«Paul, ¿Para qué nos necesita?» Sylphie al contrario de mí reaccionó a la defensiva. Es decir, ni siquiera he reaccionado todavía.

«Sylphy, ya sabes que puedes decirme padre.»

«Paul, respóndenos esa pregunta, por favor.» Sylphie repitió esperando la respuesta que necesitábamos.

Phillip está ahora mismo con Rudeus, podremos verlo. Pero yo... tengo que estar aquí para proteger la aldea... Sylphie necesita verlo más que yo. Ya tenía una idea para ir con Rudeus pero si Phillip es el que pide nuestra presencia no puedo evitar suponer que no es una buena noticia. Pensaba que tan solo seriamos unos acompañantes inofensivos de la familia Greyrat aparte de amigos de Rudeus, pero si nos conoce y quiere vernos debe ser porque somos más que eso para él.

Norn quien estaba en los brazos de Paul alzó su mirada para ver a su padre.

El señor frente a nosotros bajó los hombros dejando ver su desanimo.

«Bien, bien. No tengo idea del por qué quiere verlos. En la carta semanal decía sobre los preparativos para la fiesta de Rudy y que requería sus presencias. Estoy seguro no es para nada malo, después de todo no han hecho nada que requiera un escarmiento. Probablemente sea una invitación a ustedes para que asistan a la fiesta de Rudy.»

«¿Cómo sabe de nosotros? No creo que sea algo tan inocente como eso.» Pregunté ingenuamente.

«Obviamente por mí, debo informar de cualquier cambio surja en la villa, eso incluye las personas que se unen al caballero en los exterminios de monstruos. Creía que era lógico, ¿De dónde crees que salen sus sueldos? Claramente no te pagaría con mi propio dinero.» Paul de forma condescendiente declaró puntos que no tenía previsto.

«No había pensado en eso...»

¿Qué debería hacer? Puede haber más posibilidades de que pase algo si vamos o puede que no pase nada especial. Creo que estoy sobre pensando. No, eso me ha llevado a como estoy ahora... debe de... estar bien todo.

Sylphie me miró ceñir mi entrecejo y mordiendo la punta de mi dedo pulgar. Sin reparo devolvió su mirada a Paul.

«¿Qué nos recomiendas hacer?» Sylphie aceptando los argumentos de Paul le dio la iniciativa para que siguiera hablando si mantenía la congruencia que ha mostrado hasta ahora. Ver a Paul cuando está serio se le puede tomar en cuenta sus opiniones.

Paul nos miró pensativo. Teniendo en mente lo que nos quería decir posó su brazo en su cintura relajándose.

«Si lo que querían era ver a Rudy, no veo por qué dudan.»

Tiene bastante razón.

«Miren, Phillip no es del tipo de líder cruel, es un buen tipo que no usa ese tipo de artimañas. Por algo mandó una tropa justo después de lo de hace un año.» Paul dio una pausa cerrando sus ojos.

«Gracias a él mi familia pudo tener un futuro. Cuando más necesitaba ayuda él me extendió la mano dándome el título de caballero. Así que no deberían desconfiar tanto, son habitantes de sus tierras y se ha empeñado desde el principio en ser alguien digno. Genuinamente se preocupa ¿Saben?»

Paul tiene buenos puntos, puede ser que no sea nada malo. Nos podría haber citado cualquier otro día, pero lo hizo el día del cumpleaños de Rudeus, no me extrañaría que incluso le hablara a Phillip de nosotros como sus amigos. Aún así...

«Esto lo debemos de hablar con papá, antes que nada...» Dije mientras Sylphie estaba de acuerdo conmigo.

«Y yo... estoy de acuerdo que Sylphie vaya... pero yo tengo que quedarme, todavía no he...» Todavía no he cambiado lo suficiente, siento que seguiré dependiendo de los demás. Tal vez me he hecho más fuerte pero mi espíritu de lucha... Realmente no me siento listo, no he llegado a lo que debería ser.

Paul mirando mi indecisión continuó.

«Los dos han crecido en este tiempo. Ya no son para nada los mismos de hace dos años. Se han esforzado y madurado bastante a pesar de las cosas que han sucedido. Estoy muy orgulloso de los dos.»

Bueno, si lo dice la misma persona que me hizo darme cuenta de mi dependencia e insuficiencia, supongo que voy por buen camino. Aparte viene de quien se ve reflejado en mí, por ello no puedo dejar de pensar en que somos bastante parecidos. Después de la muerte de mi madre nuestro vinculo se ha vuelto más personal, en un intento de consolarme por su muerte Paul y yo hablamos contándome de su madre quien también falleció cuando era un niño. Paul probablemente era quien mejor nos podría comprender mejor que nadie aparte de papá.

Paul se inclinó frente los dos acariciando nuestras cabezas, primero a Sylphie y luego a mí.

Sonreí para mí mismo.

«Hablaré primero con papá si debiese...» Fue un susurro para mí mismo.

Poco tiempo después habíamos llegado a nuestra parada.

«Ya debemos irnos, últimamente los monstruos no han descansado y debemos aligerar el trabajo antes de irnos. No dudo que hoy sea otra vez un día pesado.» Dijo Paul dejando a Norn en el pasto junto a mis hermanos.

Moví a Aisha para que se bajara de mi espalda y jugara otro rato.

«Aisha, ya llegamos, puedes ba– Oh, se durmió.»

En mi hombro vi a una Aisha babeando. A lo que suspiré pues fui a dejarla a su cama y desaparecí junto a Paul y Sylphie antes de que llegara Zenith al cuarto.

Dejaremos el entrenamiento mágico para mañana.

Espero que Lilia la deje descansar. A su edad preferiría que estuviera relajada.


«¿El señor Phillip quiere verte? ¿Eso te estaba preocupando? Servir al señor Phillip no me impide ayudarte, ¿Sabes? Primer consejo es: Saca tus rasgos de chico bestia para cautivarlo. Siente debilidad por las orejas de gato.» Un joven agradable para la vista y de aura frívola relajaba sus ojos normalmente feroces ante mí, su pelo azulado resaltaba su piel canela cuando chocaba con el sol. El lado malo era esa frivolidad que resultaba a veces en comentarios raros.

«No es algo que debería indagar más y no es lo que quería preguntar. Aunque lo tomaré en cuenta si la cosa se pone fea.»

Al lado mío estaba Efial que se me acercó preguntando si me sucedía algo.

Llevamos un rato patrullando la zona del bosque junto nuestros demás compañeros, mi padre y Sylphie estaban en la retaguardia platicando, saludándolos de lejos me correspondieron con una sonrisa. Parece que están en una "platica" a lo cual sigo a lo mío.

Mientras los demás están atrás de nosotros, Paul, Efial y yo, somos la vanguardia.

«Es Ridículo, Leiades no tiene esos rasgos de raza bestia.» Paul recriminó uniéndose a la conversación.

«¿Quién dice que algún día no me crezca una cola?» Francamente me vería adorable con una cola de gato.

«De cualquier forma, Phillip es fanático a la raza bestia y seguramente te llamó para regalarte un puesto en su caballería como a Ghislaine, aunque no tengas orejas y cola.» Eh... eso tiene sentido.

«Ghislaine... vaya ser tan espectacular, ¿no es así? Es cierto que fue Phillip quien se lo ofreció, pero ella es una mujer demasiado fuerte, no hay nadie mejor que ella así que no solo fue por su raza. Incluso Ghislaine está agradecida con Phillip y su familia. Toma en cuenta eso, Leiades. Si te ofrece una oportunidad, te recomiendo aprovecharla.»

Un consejo que solían decir es "Aprovecha todas las oportunidades que se te den" pero ¿Cómo sabes que son verdaderas "oportunidades?

Aunque volviendo a pensarlo, Ghislaine está con Phillip lo que es bueno.

«Te vez muy contento hablando de ella, Efial.» Paul en contraste con el despreocupado Efial tenía un rostro serio.

Al ser visto de tal manera el peliazul se encogió en sí mismo.

«Ah~ Quería que se notara... Y qué bueno que preguntan, estuvimos juntos por un tiempo– como compañeros de entrenamiento, claro. Aprendí mucho de ella, cuando llegué siendo recluta fue la primera que me acogió y su sola presciencia genera confianza dentro de mí. Fue entonces que Phillip me encomendó apoyar al caballero de estas tierras, antes de irme le prometí que me haría más fuerte.»

«Hablas mas de lo normal ¿Por qué nos cuentas esto justo ahora?» Paul se mantenía desinteresado.

Esa pregunta es racional, Efial no suele hablar mucho de lo que hacía antes de llegar con nosotros, conocíamos lo básico como que era guardia de los Boreas y sus habilidades con la espada. A pesar de ello, me sentí conmovido por su historia. Al igual que él siento un gran respeto y admiración por Ghislaine.

«¿Es tan extraño que cuente este tipo de cosas? Pues, si todo sale bien, será Ghislaine quien venga a llevarlos a la citadella.» Efial no perdió los ánimos y mostró una sonrisa que no solemos verle encima.

«¿Quieres un reencuentro con Ghislaine?» No me parecería raro si viniera pues vino en persona hace dos años para llevarse a Rudeus.

Nos dio contexto del por qué quiere ver a Ghislaine, no es algo en lo que deberíamos involucrarnos, tal vez quiera nuestro apoyo como sus amigos... hmm...

«¿A qué te refieres con "Si sale todo bien"?»

«Oh, me gustaría que, aceptaras la oferta del señor Phillip, y también últimamente hemos tenido mucho trabajo protegiendo la aldea, tenemos que esforzarnos para que no se cancele su presciencia en la fiesta de Rudeus, esas parecen ser unas posibles condiciones para mi esperado reencuentro con Ghislaine.»

«Eres un niño todavia dudo que—»

«Tú saliste con Ghislaine, ¿verdad?»

«Eh– Sí, algo así. En tiempos de antaño.»

«Conociendo a Ghislaine, no creo que yo sea razon suficiente para que venga, ni siquiera si significa volver a verme. Me gustaria pedirte algún consejo, en general. Me tomé mi tiempo en preguntarte lo sé.»

Se tomó su tiempo, sería raro si llegara sin conocer a Paul de nada y preguntarle eso. Deberá tenenos confianza para contarnos esto.
Con ese comentario Paul alzo su pecho en orgullo y en cuanto se dio cuenta volvió a reaccionar cuando vio mi mirada de desdén.

«Ehem...No entiendo cómo Phillip decidió mandarte a ti, si Ghislaine ni siquiera puede verte como un buen partido. No puedes venir a utilizarnos para tus caprichos.»

«Jej... No te alteres viejo, sólo queria escuchar algun consejo, tu sabes que te admiro.»
«Ya no te va a funcionar adularme, deja de hacerlo.»
Efial rio al aire ante al derrotado Paul.
«Entonces hablaré de un verdadero niño que Phillip, alguien piadoso, le dio oportunidad de arreglar su vida a ese irresponsable niño que se tomó su vida sin compromisos, hablo de Paul por cierto.» Habló sarcásticamente.
«Prefería cuando me adulabas.» Paul se encogió de hombros.
Efial continuó ignorando a Paul con una sonrisa irónica.
«Si a Paul le dio esa oportunidad, dudo que no le de una oportunidad a un niño que hizo más prospera su aldea. Estamos de acuerdo que la reunion de Pleiades y Phillip puede ser un punto de inflexion en su vida y lo que queremos es ayudarle, ¿no? Por eso... me gustaria que aceptaras hablar con el pues será lo mejor para tí. Tampoco busco forzarte a aceptar, si te opones lo aceptaré y no me importará esperar un poco más para ver a Ghislaine.»

«Tan irritante como siempre. Solo ve de frente con ella, no es del tipo que le guste andar con rodeos.» Paul cruzó los brazos.

Efial satisfecho posó sus manos detrás de su cabeza decidido a compartir mas de su vida al conseguir la aprobación de Paul.
Dando una sonrisa relajada habló tranquilamente.

«También tuve que seguir mi propio camino, Paul. Un camino que ha sido trazado por el destino, gracias a ello recibí piedad del señor Phillip. Sólo tuve suerte de estar en el tiempo y lugar adecuado para demostrar lo que era capaz. Ahora siento que tengo un objetivo... y si yo...» Su voz bajó de tono... recordando. Conozco ese tono de voz... es aquella sensación que me ha estado persiguiendo desde que nací. Efial se sentía nostálgico. Paul y yo seguimos esperando lo que tenia que decir poniendo atención.
«Olvídalo será una historia para otro día.» Levantó la mirada después de un suspiro señalando atrás mio.

Eso nos descolocó de la situación amena de hace un momento.

Era un lobo rabioso saltando hacia mí que en poco tiempo fue partido a la mitad por Efial y empalado por una lanza de hielo de Sylphie.

«Agradeceme despues de ir con el señor Phillip. ¡Bien hecho, Sylphy!»

«Claro está... bien.» Dije mientras Sylphie a lo lejos celebró con un puño, le agradecí levantándole el dedo pulgar.

«Todos sabemos que Leiades podía matarlo.» Paul refunfuñó subiendo su espada en guardia.

«Supongo que sí.» Efial respondió tranquilo ante los ojos rojos que sobresalían de los arbustos.

Presiento que ese agradecimiento se refiere a que le agradeceré por calmar mis dudas sobre Phillip y convencerme en hablar con él cuando regrese. Efial no es tan listo, de cualquier modo, debo concentrarme.

«Reacciona Leiades, te dije que tenias que haber descansado.» Susurró Paul para que sólo yo le escuchara.

«Vienen más.» Avisé, ignorándolo mientras cubría mi rostro con la máscara que me regaló Rudeus.

Una manada se esparció frente a nosotros, rodeándonos.

Eso no es bueno, si logran encerrarnos por completo en algún momento hallarán una brecha en nuestra defensa.

Todos estaban mirando a la vanguardia, esperando que deberíamos hacer. Durante el tiempo que he estado trabajando aquí he aprendido que las personas necesitan una figura que las haga sentir tranquilas con su sola presencia y al verla piensen que "todo estará bien", ahora mismo esas figuras somos Efial, Paul y yo.

Mientras esté alguien de nosotros los demás se sentirán más seguros, suelen decir que ver nuestra espada balancear es suficiente para soltar un suspiro de alivio.

Aunque nuestros compañeros son completamente capaces.

Lo que suelo pensar es: "Cumpliré con lo que esperan de mi", es parte de mi espíritu de lucha, proteger a los que creen y depositan su confianza en mí.

Desenvainé mi espada esperando las ordenes de Paul.

Volteé a ver al capitán, tenía una cara aburrida y exasperada.

«¿Qué esperas, Leiades? Ten iniciativa y di algo.»

«¿Eh? ¿Qué debo decir? ¿Quieres que los dirija?»

«No te lo dije? Ah... Te nombro capitán de esta exterminación... Felicidades.»

«Esas cosas se dicen antes–» Grité.

«Felicidades por tu ascenso.» Dijo Efial, totalmente fuera de lugar.

«Es temporal.» Dijo Paul siguiendo a Efial.

Por eso todos estaban mirando, esperaba que empezara a dirigirles. ¿Todos sabían que yo era el capitán de esta exterminación?

«Ejem, Debes de tener más dinamismo y liderazgo en batalla. Someterte a la improvisación es una manera de aprenderlas.»

Entiendo que debo generar experiencia en batalla pues a veces en situaciones inexploradas suelo buscar consejo en alguien. Pero esto es demasiado.

«Aprender sobre la marcha, no hay mejor forma de enseñanza.»

Paul siempre ha sido así verdad? Mi primera vez peleando con una espada fue contra Rudeus prácticamente después de solo una charla, mi primer día de trabajo no fue de observador y tuve que participar en batalla con magia.

«¡Demonios!»

Nuestro escuadrón se conforma de 9 integrantes.

«Sylphie, desorienta a los monstruos con magia de viento y crea coberturas, tu trabajo junto a papá es crear aperturas y crear una salida. Si se necesita usa tu magia curativa.»

Sylphiette y Laws, Sylphie que ha seguido progresando en la magia domina en nivel avanzado en las magias ofensivas y la magia curativa. Laws, quien maneja el arco como pocos, resultando en un apoyo excepcional en la retaguardia corrigiendo cualquier descuido.

Ahora las nuevas incorporaciones.

«Leno y Maya, maten todo lo horrible de este bosque de izquierda a derecha.»

Leno un espadachín intermedio del dios del agua junto su pupila Maya.

«Belec, serás el tanque, no permitas que ningún monstruo pase a la villa. Nuestro hogar será siempre nuestra prioridad.»

Belec un hombre fornido de buenas mediciones, incluso desde que llegó las mujeres de la villa ya no tienen ojos para Paul. También en sus tiempos libres es un Golem de hierro protector de la aldea.

«Prometí volverme el escudo de esta villa, cuenta conmigo, ¡Cuenta conmigo!» Dando a recalcar su punto lanzó un troco caído hacía unos lobos dirigiéndose a la aldea. Su armadura de mana le da bastante fuerza.

«Oah, buen tiro, Bell.» Dijo otro nuevo integrante–

«Neal, cubre a Belec.»

«¿Qué tan bajo he caído para seguir las ordenes de un niño? Bromeo, capi. Protegeré este nuevo hogar.» Neal un joven bastante perspicaz usuario del dios del filo, al contrario se sus compañeros usuarios del dios del agua. Es alquien atento y noble con todos quienes lo rodean. No es posible crearle una mala imagen. Incluso apenas llegó se ganó toda simpatía de Paul lo cual viniendo de él me parece anti climático, hasta regularmente se nos une a nuestros entrenamientos junto Efial y Paul, es alguien comprometido con la aldea. Francamente lo aprecio.

«Todavía eres bastante joven, si te preocupa tu imagen dejaré que te luzcas frente a Maya.»Exclamó Bellec vacilándolo.

«Bell siempre apoyando a todos los frentes, sé el escudo de mi imagen por favor.»

«Mejor concentren en lo que le pidió el mini-capitan, chicos.» Diría Maya sonriendo con un leve rubor.

«Voy a impresionarte, puedes confiarme tu espalda siempre.» Dijo Neal enfocandose en Maya.

«Lo sé.» Sonrió burlonamente.

«Me gusta su estilo, ¿A quién me recuerda?» Paul hablaría a nadie en especifico refiriéndose a él mismo.
Mientras tanto Leno como un hombre sabio asistiría satisfecho ante el intercambio de su alumna.

«Efial, cubrirás nuestro perímetro apoyándonos a todos.»

«Mientras hablaban ya me estaba encargando de eso pero ¡Ey! Lo dices como si fuera poco, me dejaste lo más pesado.» Efial se quejaría dramatizando su reacción.

«Eres bastante útil. No te preocupes, me encargare en reducir la carga.»

Efial es algo así como un comodin, puedes hacer pares en cualquier baraja.

«Paul, ataca después de mí.»
Asintiendo preparé mi armadura de mana o "Touki" como lo llama Efial.

Empecé acabando con los lobos que llegaban a lo que Paul me siguió el ritmo seguido del resto del escuadrón con sus respectivas tareas.

Después de un día mas en la oficina y con mi debut como líder nos encontramos descansando en el prado.
«¡Hoy fue otro buen día, escuadrón Paul!» El mismo Paul alzaba un tarro de cerveza celebrando la exterminación exitosa de hoy.
«En eso estoy de acuerdo, amigo. Pero hoy yo brindo por el escuadrón Pleiades JAJA.» Dando un risa ensordecedora Belec y Paul se abrazaron en camarería mientras bebían de su respectivo tarro de cerveza.
«No celebren sin mi chicos ¡Escuadrón Pleiades!» Efial tan risueño como siempre les quitó su tarro de cerveza para acabárselos él mismo.
«¡Oye!» «¡Hasta el fondo Efial!» Paul y Belec alentaron a Efial.
Ni siquiera yo en mi prime de alcohólico llegaba a tomarme todo eso a la vez.
«"Escuadrón Pleiades", hoy no hice algo mas allá de lo que siempre hacemos.» Dije intentando apaciguar a los "adultos".
«Date un poco de credito mini-capi.» Maya dijo quien estaba sentada al lado de Neal. Desde lejos se ve que estos dos tienen algo, en tiempos libres están siempre juntos. Nunca han confirmada nada pero no es algo que nos incumbe.
«Ser humilde es una cualidad importante de un líder, chiqui-capi.» Neal me dedicó otro apodo.
«El pequeño Capitan mostró liderazgo el día de hoy, es algo que debe reconocerse y celebrar por la prosperidad de una joven estrella. Para alguien viejo como yo es un placer verlo.» Leno en realidad es mas joven de lo que aparentaba, esta constantemente hablando como un viejo y pude aprender algunas técnicas del dios del agua de él.
«Jefe, usted apenas tiene poco mas de 30 años.» Maya hablo burlonamente a su maestro.
«Entrenarte fue el mayor reto de mi vida. Estoy exhausto.» Señaló a alguna que otra arruga en su rostro.
«Mira a Paul, él lo entiende. Entrenar a Pleiades habrá sido también un reto.» Efial señaló a Paul a lo que me reí.
«Gracias por su esfuerzo, Maestro. Yo me encargaré del resto.» Neal hizo una reverencia hacia Leno lo cual fue recibido por una mirada sabia.
«Fácilmente puedo patearte el trasero, Neal.» Maya cruzó las piernas en superioridad. Maya si quisiera pudiera demostrar un carácter fuerte pero prefiere bromear con ello.
«Quisiera verlo» Una clara tensión "cariñosa" se sentía por el aire.
«Ver estas interacciones me hacen sentir joven»
«¡Venga Leno, estas en plena flor de tu vida!¡Disfruta!» Belec aliviaba a todos con su actitud despreocupada en varios momentos.
Belec le pasó un tarro a Leno quien festejó dandole un trago.
«Uah, es un elixir de eterna juventud.»

Personalmente son agradables estos momentos de convivencia de calidad con el grupo, la incomodidad que siento ahora es que no es el mejor momento para relajarnos pues los monstruos han estado mas activos y eso puede resultar un problema si queremos ver a Rudeus, al hablar con papa y Sylphie nos decantaremos si irnos o no.

«¿No deberíamos estar alertas por si salen más monstruos del bosque? Ultimamente no paran de salir. Debemos de–»
«Ya estas hablando como un líder, hijo.» Papá quien estaba sólo admirando la convivencia finalmente habló. Me mantuve callado con ese comentario.
«Leiades tiene razón, las bestias han estado descontroladas últimamente debemos mantenernos alertas.» Paul entendiendo mi preocupación
«Paul, ¿No será pronto de la fiesta de 10 años de tu hijo?» Papá dijo serenamente recibiendo un asentimiento discreto de Paul.
«¿Puedes relajarte un poco, sabes?»
Laws se acercó a tomarle el hombro a Paul mostrándole su apoyo.
Viendo esa escena todos los presentes estuvieron de acuerdo, Paul merece un descanso. Eso me incluye, este tiempo Paul no ha parado de trabajar en sus deberes como caballero y como maestro.
«Aparte queremos despedirlos aunque se vayan sólo un par de dias.»Su voz sonó apaciguadora y mostrando entendimiento.
Fue Belec revelando que ellos ya sabían que Paul se iría. Expresé asombro pues ni siquiera yo lo sabía hasta hace poco.
«Sí, lo sé. Lo sé. Sólo estoy pensando que debería quedarme y—» Paul se toma la nuca avergonzado.
En eso se escucha el traqueteo de una carroza llegando a donde estaba asentado el grupo.
«Creo que es tarde para arrepentirse, Paul. Ya llegaron por ti.»
«Eso parece»
«Mereces un descanso con tu familia. Recuerda que te cubriré en lo que no estas. No te preocupes. Creo que te ayudará a ti y a mis hijos ver al pequeño Rudy.»
Oh, papá sabe que requieren también nuestra presencia, ¿Todos lo saben o algo así menos nosotros?
«Tampoco te olvides de nosotros, seguiré aquí si mucho te preocupa. Puedes descansar ahora que todos estamos aquí. Señor Paul.»
Dispuesto a escuchar lo que se tenia que decir, las palabras de Efial resultaban tranquilizantes pues se trataba de él, alguien que desde que llegó las cosas han ido mejorando. Es un sello de seguridad.
«En el tiempo que he estado aqui, he amado esta villa, es prácticamente lo que he querido por mucho tiempo. Estoy dispuesto a proteger mi hogar.» Neal hablando en plenitud directamente a Paul se vio tan seguro de sus palabras que el mismo Paul se vio en lo que parecía conmovido y mas convencido de que este lugar estará a salvo incluso si no está él.
Maya dejandose ver, tomó la mano de Neal empezando a dejar sus pensamientos, o más bien el pensamientos de todos.
«Paul Greyrat, no creas que eres el único que quiere proteger esta hermosa villa, te crees el único digno de proteger y cargar con todo lo que conlleva eso, cargar con lo malo sobretodo... Todos somos responsables de estas tierras.» Miró de reojo a Neal. «Pero debemos merecernos también llamarlo hogar como tú lo haces.» Con esas palabras, Maya dejaba en claro lo importante que era esta villa para ella. Dijo prácticamente lo que todos pensábamos, Paul no debe cargar con todo.

«Puedo decir que Maya ha hablado por todos, ¿No es así Belec?»Posando su mano en su rostro pícaramente Leno río.
«Por supuesto. Puedes tomarte un descanso. Soy demasiado grande como para que no compartas tu peso que llevas conmigo, Caballero Paul.» Belec dando un movimiento extravagante señaló a Paul.
«Todos apreciamos lo que has hecho en tu labor y queremos ayudarte. Ahora te toca apreciar tu todavía alma joven, como padre, amigo, maestro... Seguiremos a Laws en tu ausencia, todo estará en buenas manos.» Leno derramó sabiduría sobre apreciar el tiempo que no ha podido disfrutar Paul. Este mismo se quedó reflexionando sobre el tronco donde estaba sentado.
«Claro, no seria la primera vez que me encargue de la protección de la aldea.» Laws mi padre sonrió confiado de su cargo.
«Dale un saludo de parte mía a todos por allá.» Culminó Laws esperando la respuesta del joven Padre de Rudeus.

Paul aceptando el apoyo de Papá y todos los protectores de la aldea se levantó dejando caer la presión que llevaba cargando hace tiempo viéndose más seguro sobre su decisión de irse.
Relajando los hombros finalmente levanta el puño frente a Papá.
«Laws... yo... Gracias. A todos. Entonces... te lo encargo.»
Chocando los puños, Laws le dio una sonrisa complice aceptando y compartiendo la carga de Paul como "Caballero de Villa Bonna".
Ojalá esto le haga entender a Paul que no es el único que protege la villa y no todo debe cargarlo él, todos los problemas y fracasos recaen en todos. Y todos están dispuestos a cargarlos juntos.

Aligerando la conversación, Neal habló de los otros que acompañaran a Paul a la Citadella de Roa.
«Pero... Sylphy y el mini-capi van a ir, según nos contaron.»
«Llevo rato preguntándome cómo saben eso.»
Neal sonrió despreocupado señalando a Efial.
«El tipo de acá recibe las cartas de parte del señor Phillip.»
Y fue mediante una carta en la que se enteraron, entiendo.
Es decir, cuando pedí el consejo de Efial hace un rato él ya lo sabia y fingió demencia. Miré hacia el susodicho quien me recibió con un pulgar arriba.
«Y ellos me consultaron sobre el asunto.» Al ser mi padre y tutor tiene la ultima palabra sobre este tipo de situaciones.
«Papá, entonces, ¿Ya lo sabes?»
«Pues sí—»
La carroza se detuvo frente a nosotros mostrándose su interior, Zenith, Norn, Elphie y Alf estaban dentro, la persona que bajó—
«¡GHISLAINE!»
La poderosa figura de la reina del Filo Ghislaine se hizo presente siendo anunciada por el alborotado Efial.
Ghislaine se ve igual a la ultima vez que la vi y la misma sensación de escalofríos en la espalda por su sola presciencia.
Antes de empezar a babear papá me llamó.
«Vayamos a hablar Sylphie, tu y yo a otro lado.»
Asentí pues no podía hablar con Ghislaine en este momento pues Efial tenia toda su atención.
«Oh, Efial. Me alegra verte.» Ghislaine dio una sonrisa discreta pero demostraba genuina alegría. Tal parece real pues presta total atención a Efial.
«¡Sí, 2 años que no veo tu ser y no pude decirte que te extrañé todo, ¡todo! Este tiempo.» No se veía eufórico, era el mismo Efial de siempre pero con un brillo diferente.
«Igualmente esperaba verte, creo que tenemos unos momentos para ponernos al día antes de partir con– Oh, Paul, no te había visto ahí.»
Tratándose de burlar de Paul la Dedoldia señaló la falta de interés que tenía en él.
«Estoy de buen humor, pues voy a ver a mi hijo. Dime lo que quieras.» Mostrando una buena cara, contento lleno de confianza desvío el comentario como si del estilo del dios del agua se tratase.
«Ya veo, eso es bueno.» Ghislaine se vio contenta por Paul.
«Ghis, saluda a los demás no los has visto en un tiempo.»
«Esta bien.»
Efial tomó de la mano a Ghislaine llevándola con el resto del escuadrón. No esperaba menos del astuto Efial. Todos se conocen de su tiempo de compañeros en la Citadella como guardianes de Phillip.
«Vamos, Iady.» Sacándome de mi asombro Sylphie tomo mi mano siguiendo a nuestro padre.

Al dejar de escuchar el escándalo de nuestros compañero papá explicó la situación, Phillip quería mi presciencia para celebrar el cumpleaños de Rudeus pues este mismo hablaba cosas buenas mías y de Sylphie, la familia Boreas parece tener un gran aprecio por él y esperan que tenga el mejor cumpleaños posible.
Todo esto sonaba bien y tranquilo, pero mi padre continuó revelando que Phillip esperaba contar con mi presciencia para agradecer la prosperidad de villa bonna recompensándole monetariamente y al recibir una buena recomendación de parte de Rudeus recibiremos una oferta considerable para tener mis servicios como los de Sylphie como futuros miembros destacables de su guardia, es de alguna forma asegurar nuestro futuro prospero a mano de la familia Boreas. Todavía no sabemos detalles pero papá menciona que es bastante recomendable aceptarlo, trabajar con la familia Boreas parece ser una de las mejores cosas que podría suceder. Paul y Ghislaine pueden ser bases en lo que podemos basarnos pues al aceptar podemos aspirar a un puesto parecidos al de ellos. Phillip lo llamo una apuesta a futuro.
Hasta yo puedo entender que es una oferta única en la vida, es una forma de agradecimiento de parte de Phillip, esa en realidad es la cuestión principal de la reunión.

Pero al saber esto me carcome la cabeza otra situación.
Mi padre que tanto tiempo ha protegido esta aldea, incluso antes de Paul, nunca se le ha agradecido adecuadamente.
«Si a alguien debiera agradecer es a ti, papá. Tú protegiste esta aldea antes que nadie.» Apreté los puños.

«Iady tiene razon. Durante mucho tiempo arriesgaste tu vida.» Sylphie me acompañó.
Sylphie y yo teniamos el mismo pensamiento, sentimos que nuestros padres no tienen lo que merecen.
Papá nunca cambió su expresión enternecida de nosotros, él tiene claro el por qué está aquí.
Relajandose despreocupadamente habló claro.
«Era mi obligación proteger mi hogar.» Sintiendo que era irrefutable rasqué mas profundo en mis pensamientos.

«¿No te irrita que a mí me reconozcan y no valoren tus esfuerzos? Trabajaste por esta villa tanto tiempo. Yo no habría podido hacer lo que hiciste y lo que he hecho aquí es gracias a tu trabajo.»
«Que sigamos unidos es gracias a ti, papá.» Sylphie declaró mostrando el mismo pensamiento que he tenido.
Papá es increíblemente fuerte y somos los únicos que reconocen que se ha esforzado como nadie por su familia, dejando de lado el dolor y centrandose en el amor de su familia a pesar de las catástrofes que ha sufrido en vida. Si hubiera escogido otro camino tras la muerte de nuestra madre...
Teniendo en claro su papel, siguió firme en sus palabras.
«Debía proteger el hogar donde vivirían mis hijos, ese era mi deseo como padre. Mis hijos, Pleiades, Shylphiette, Elberette y Alfhem. No necesito alguna compensación.»
Para este momento ya estábamos abrazados de papá y empezaba a comprender nuestro disgusto ante su poca autovaloración.
Entendió que queríamos fuera mucho más feliz, merecía ser feliz. Algo, tan siquiera algo que lo hiciera sentir más valorado por lo que ha hecho.

«Mi deber era abrir oportunidades para ustedes. Me alegra que mi esfuerzo haya ayudado a mis queridos hijos. Esta oferta de Phillip Boreas asegurará su futuro a algo mejor. Pero no olviden que lo principal es divertirse con Rudeus. Ese era mi objetivo de padre, cuidarlos. Bueno, en realidad es cuidarlos hasta mi último aliento. Que disfruten su vida, yo me encargaría del resto. Su vida, esa es mi mayor recompensa. Verlos crecer felices.»
Papá mantuvo su abrazo e hizo mirarlo a los ojos.
Sonrió.
«Así quiero que entiendan. Su madre y yo los tuvimos para darles todo, no para que nos lo dieran.»
Es lo que siempre quise escuchar.
Aceptando la felicidad de nuestro papá.
Recibiendo todo el amor de papá, nos hundimos en su abrazo.
«Te amamos, Papá.»
Laws es un maravilloso padre.

Así poco tiempo después vinieron a buscarnos, avisando que era hora de irse.
Llegando el momento de despedirse, dando el tiempo de regreso en aproximadamente dos dias y dando los últimos adioses. Emprendimos camino a la Citadella de Roa.
Sólo son dos días fuera, nada malo podría pasar.

-Fin Capítulo 8-

Notas del autor:
Am... No sé que decir. Simplemente lo siento:((
He estado bloqueado por causas como el trabajo que siempre me encuentro cansado y no estoy mentalizado para escribir. Afortunadamente esta siendo mas llevadero. Creo que es esta historia que me cuesta más escribir, intentaré escribir en una de las otras historia para aligerar la mente. Ya que lo que necesito es mantener constancia.
Sin mas que decir gracias a los que me esperaron, espero sus comentarios:)))
Se viene el primer punto de inflexioooon NoOooo