Baby Stone.

Capítulo seis: Familia en el mundo de piedra.

-Entonces… ¿ya puedo tomarles una foto a los tres juntos?- luego de que Senku terminara de examinar a Kohaku y diera muchas explicaciones que ella no entendió del todo, Minami habló alzando su cámara. –O cuando termines de darle del pecho, claro.-

-Está bien por mí.- Kohaku sonrió levemente mirando a su hija en sus brazos succionando felizmente de su seno. –Tienes mucha hambre ¿eh?- preguntó dulcemente.

-Bueno, eso sería porque un recién nacido no debería pasar más de un par de horas sin ser alimentado después de despertarse. Asegúrate de dejar que vacíe todo el calostro de tu pecho antes de darle el otro.- murmuró Senku en medio de un bostezo.

-¿Calos qué cosa?-

-Calostro. Lo que la mocosa está tomando no es exactamente leche materna, sino un líquido seroso y amarillento compuesto por inmunoglobulinas, agua, proteínas y básicamente todo lo que necesita. No producirás la leche materna definitiva hasta el segundo o tercer día.- se rascó la oreja con indiferencia. –De todas formas debes mantenerte bien alimentada, ya le pedí a Francois que prepare un buen platillo para ti. Comerás cuando la mocosa se duerma.-

-Hmm, la verdad es que tengo mucha hambre.- se sentía increíblemente agotada y débil como nunca antes.

-Perdiste una buena cantidad de sangre, será una dieta estricta en hierro y reposo absoluto para ti durante lo que queda del mes.-

-Oh, y es segundo de abril.- murmuró Gen con una sonrisa. –Eso quiere decir que la pequeña Tsukiku nació el primero de abril, el mismo día que tú te despetrificaste, Senku-chan. Qué coincidencia.-

-Tendremos dos cosas que celebrar en esta fecha.- murmuró Yuzuriha, que llegó no hace mucho con ropa nueva para ella y la bebita.

-¿Ya puedo tomar la foto?- insistió Minami, impaciente.

-En realidad no sé si eso sea buena idea.- murmuró Ruri preocupada. –Kohaku sigue con manchas de sangre en su ropa, tal vez sería mejor esperar a que se cambie ¿no?-

-La verdad necesitó darle un baño de esponja, así que apenas la mocosa se duerma todos tendrán que salir de aquí. Ya envíe a Taiju a conseguir agua caliente para ello.-

-¡¿Eh?!- todos se crisparon y Kohaku jadeó ruidosamente al escucharlo, arrepintiéndose cuando su pequeña gimoteó asustada. –Ay, no, lo siento, lo siento.- la arrulló y afortunadamente ella se calmó casi al instante. Una vez segura de que su bebita estaba tranquila, miró mal a Senku. -¿Cómo que tú me darás un baño? Puedo bañarme yo misma.- alzó la barbilla.

-¿Ah, sí? Intenta levantar una pierna.- confundida por esa petición, quiso levantar ambas piernas, sorprendiéndose al darse cuenta de que sentía estas increíblemente pesadas y apenas podía moverlas. –Sé que eres una leona y todo, pero perdiste mucha sangre y ya es sorprendente que estés consciente tan pronto, moverte lo suficiente para ser capaz de darte un baño solo podría provocar que te perjudiques a ti misma.- se cruzó de brazos.

-P-pero…- se sonrojó, queriendo protestar aunque entendía su punto.

-B-bueno, son marido y mujer, así que realmente no hay nada de malo.- murmuró Ruri para suavizar un poco la incomodidad que todos sentían.

-Oww, eso significa que la foto tendrá que esperar todavía más.- Minami hizo un puchero.

Tsukiku se durmió poco después de que Taiju trajera el agua caliente para su baño, y después de poner a la bebita en su cesto Senku los echó a todos y cerró la puerta. Kohaku podía sentir su rostro ardiendo ante lo que sabía que estaba a punto de pasar.

-Oh, vamos, leona, no es como si fuera la primera vez que te veo desnuda.- señaló él secamente mientras preparaba todo.

-¡Es diferente! ¡Estábamos borrachos y ni siquiera lo recordamos!- gritó en un susurro, sin querer despertar a la pequeña durmiendo.

-¿Uh? ¿Quién dijo que no lo recuerdo?- la miró con una ceja en alto.

-T-tú… ¿l-lo recuerdas?- lo miró con los ojos muy abiertos y el rostro todavía más rojo. -¡A-acabas de hacerlo todavía más incómodo, maldición!- enterró el rostro en las manos.

-Baja la voz o despertaras a la mocosa.- la regañó mientras se acercaba a ella con una toalla. –Y deja todo ese drama, podrás lavar tus partes íntimas por tu cuenta, solo te daré el baño yo mismo para evitar que te muevas más de lo necesario.- masculló mientras la levantaba un poco para colocar la toalla debajo de ella. –Ahora voy a desvestirte, trata de mantenerte tranquila.- cuando sus manos se posaron en sus hombros para bajar las tiras de su vestido, ella se estremeció y lanzó un puñetazo. -¡Ah!- él logró esquivar el golpe apenas por poco. –Oye, te dije que te mantengas tranquila.- se cruzó de brazos. –Ya te he visto desnuda y también te he atendido en diversos estados de desnudez, estás siendo absolutamente ilógica.- frotó sus sienes.

-¡Esto es muy incómodo!- se quejó apenas recordando mantener la voz baja. -¿No puede hacerlo Ruri-nee?-

-No, de hecho.- se rascó la oreja. –Necesitó asegurarme de asearte correctamente, e incluso aunque te permitiré lavarte a ti misma en ciertas partes debo supervisarlo, no puedo correr el riesgo de que contraigas una infección.- bajó la cabeza y suspiró. –Esto es por el bien de la niña, necesitas recuperarte lo antes posible y estar fuerte y sana para cuidar de ella. ¿Podrías dejarme trabajar? Cierra los ojos sí te sientes incómoda, te avisaré cuando llegué tu parte.-

Tragando saliva, Kohaku desvió su vista al cesto donde su hija dormía. Era cierto, necesitaba hacer lo que Senku decía para garantizar su seguridad. Debía aguantar esto por más vergonzoso que le pareciera.

-D-de acuerdo…- lanzó un largo suspiró y cerró los ojos.

Sintió las manos de Senku en sus hombros y se estremeció, reprimiendo su impulso de patearlo cuando, lentamente, le quitó el vestido, teniendo mucho cuidado de no moverla demasiado. Colocó una toalla sobre ella y comenzó a pasar una suave esponja remojada en agua tibia sobre un lado de su rostro y luego el otro lado. Hmm, la verdad no era tan malo.

Sus manos se movieron hacia su hombro y luego a sus brazos, y sorprendentemente hasta le resultaba relajante. Podía escucharlo estrujando las esponjas y cambiando continuamente el agua, también secaba todo rastro de agua y jabón que dejaba a su paso. Enjuagó sus piernas y dejó sus pies remojados en agua por un momento.

Cuando sus manos se colaron bajo la toalla y comenzaron a retirar su ropa interior, su relajación murió y el sonrojo volvió a su rostro con más fuerza que nunca.

Él la volteó suavemente y comenzó a frotar su espalda y su nuca, haciéndole suaves masajes que volvieron a relajarla un poco a pesar de estar desnuda bajo sus manos, cubierta solo con una delgada toalla que se caía cada vez más de su cuerpo.

Cuando sus manos bajaron más, Kohaku se mordió el labio y evitó soltar un pequeño y tonto chillido, sintiendo su rostro tan caliente como el hierro después de treinta horas de estar bombeando en el horno de fundición. El toque era demasiado íntimo, demasiado suave, y tan desesperadamente lento. ¡Casi pareciera que lo hacía apropósito para molestarla! Pero… no se sentía nada mal…

-Kohaku…- se estremeció de pies a cabeza al oírlo hablar y abrió sus ojos de golpe, sintiéndose como si acabara de despertarse de un sueño muy raro. –Ya es tu turno de tomar la esponja, a menos que quieras que yo siga con el baño.- propuso con rostro serio, no ayudando nada a la tensión que de repente la envolvió.

-N-no…- sacudió la cabeza, tomando profundas respiraciones para bajar un poco su rubor. –Tú… yo… Y-yo me encargó.- no estaba segura de sí soportaría sentir sus manos en lugares todavía más íntimos que sus muslos y su espalda baja, por más que fuera mayormente con la esponja y tuviera guantes, era simplemente demasiado para ella.

Siguió sus instrucciones para asearse cuidando no moverse mucho, intentando ignorar su mirada fija en la tarea que realizaba. Entendía por qué tenía que mirar, y que habían hecho algo mucho más íntimo que esto antes (la niña durmiendo en una cesta a pocos metros era prueba de eso), pero aun así la avergonzaba.

Una vez terminó y estuvo totalmente aseada y seca, Senku la vistió con ropa nueva que Yuzuriha había traído para ella y luego mandó a llamar a Francois que le trajo en una bandeja varios platos de muchísima comida que olía delicioso.

Comió todo con ganas y estuvo en compañía de su hermana y su padre hasta que Senku los invitó a retirarse para dejarla descansar. Ella habría protestado de no ser porque realmente no daba más del sueño.

Durmió solo una hora hasta que el llanto de su bebé la despertó.

Senku, que estaba escribiendo algo en unos papeles sentado al lado del cesto, dejó de lado su trabajo y tomó a la pequeña en sus brazos, caminando hacia ella.

-La mocosa se despertó con hambre.- dijo con una sonrisa cansada mientras se la entregaba. –Aliméntala y luego vuelve a dormir, todavía no has descansado lo suficiente.- se frotó el rostro con cansancio.

-Tú tampoco pareces haber descansado lo suficiente.- notó mientras bajaba su escote para luego acercar a la niña a su pecho. Sonrió dulcemente al sentirla succionando fervientemente. Era una pequeña muy hambrienta. –Deberías ir a dormir un poco, me siento mejor ahora, solo un poco cansada.- le dijo sin apartar los ojos de su hermosa hijita.

-Estoy bien, Francois me trajo un café mientras dormías.- bostezó. –Necesito mantenerte bien vigilada por al menos otras veinticuatro horas. Estaré bien.- a pesar de sus palabras, lucía demacrado y la verdad le sorprendía que siguiera de pie.

Conociéndolo, seguro que no había estado durmiendo cuando Ruri le informó que estaba dando a luz, y tampoco durmió desde que la sacó de peligro, así que debía llevar más de tres días sin dormir, ese idiota lunático que luego la regañaba a ella por sobreesfuerzo.

-Vamos, Senku, necesitan tu ayuda para el barco, no puedes matarte a ti mismo de sueño.- lo regañó, aunque fue incapaz de mirarlo mal por el momento.

-Prefiero no arriesgarme.- se cruzó de brazos con una mueca, obviamente no dispuesto a retroceder en esto.

Ella bufó, negando con la cabeza. Hombres.

Miró con una sonrisa a su pequeña niña linda. Ella era muy parecida a su padre, por no decir completamente idéntica, por su cabello y sus rasgos, lo único que heredó de ella era el color de ojos azules para sus lindos ojitos y tal vez la nariz. Era tan pequeña y delicada… era lo más lindo que había visto en la vida. No se cansaría de mirarla nunca.

-Nuestra hija es muy hermosa… ¿No lo crees, Senku?- volteó a verlo con una sonrisa suave.

Él de nuevo estaba sentado en la silla junto a la cesta de su bebé, solo que ahora en vez de mirar sus papeles las miraba a ellas con rostro muy serio, su codo apoyado en el antebrazo de la silla y su mejilla cargada en la palma de su mano. Se veía muy cansado, pero sonrió cerrando los ojos por un momento antes de volver a verlas con un brillo especial en su mirada.

-Tan bella como observar los anillos de Saturno en una noche despejada.- murmuró con voz queda.

-¿Eh?- ladeó la cabeza, insegura de qué significaba eso.

-Nada.- negó con la cabeza, ahogando otro bostezo. –Avísame cuando la niña se duerma para así devolverla a su cesto.- se frotó el rostro con cansancio notable.

El silencio reinó entre ellos mientras la niña se alimentaba y la madre la miraba cariñosamente. De verdad aún no podía creer que algo tan lindo saliera de ella, podría mirarla todo el día de no estar tan cansada.

Para cuando la pequeña finalmente se durmió, volteó a ver a Senku sintiendo los parpados pesados, notando que las miraba también casi cayéndose del sueño. Ese idiota realmente no planeaba dormir ¿eh?

-Senku.- lo llamó en un susurró, sobresaltándolo un poco. –Ya se durmió.- a pesar de que su mirada estaba en ellas había estado perdido en sus pensamientos.

-Ah, sí.- se levantó de su asiento y se acercó a la cama y se inclinó para tomar a la niña, pero en ese momento Kohaku tomó su brazo y lo jaló, provocando que se cayera en la cama de espaldas, su brazo casi golpeando a la pequeña de no ser porque se retorció para no hacerlo y de todos modos ella la tenía cubierta con su propio brazo. -¡¿Qué diablos, Kohaku?!- gritó en un susurro.

-No vas a dormir a menos que te obligué ¿verdad?- lo miró con ojos entrecerrados. –Puede que esté débil, pero todavía puedo mantenerte sujeto a la cama el tiempo que sea necesario y no voy a dormirme hasta que vea que te dormiste primero.- declaró.

Él la miró con los ojos muy abiertos, para luego sonreír de lado.

-Bueno, no voy a intentar luchar contra una leona decidida. Solo despiértame sí te sientes mal en algún momento.- apoyó la cabeza en una de las tantas almohadas que Kohaku tenía rodeándola y rápidamente se quedó dormido debido a lo agotado que estaba.

Ella sonrió suavemente, mirándolo dormir por un momento antes de mirar a la pequeña entre ellos.

Cambió un poco su posición para estar más cómoda y cerró los ojos, durmiéndose rápidamente sintiendo la calidez de su pequeña y extraña familia.

.

Después de cenar, Ruri decidió unirse a Francois para llevarle su comida a Senku y Kohaku, llamando la atención de varios de sus amigos al estarse retirando del restaurante con las bandejas.

-Por cierto…- al oír la voz de Ryusui, Francois se detuvo inmediatamente y volteó a verlo. -¿Ya están permitidas las visitas a la pequeña princesa?- preguntó ansioso.

-Senku no mencionó nada al respecto, pero dijo que para entrar a casa de Kohaku necesitamos lavar nuestras manos con esto.- alzó un frasco del "desinfectante". –Y es una cantidad suficiente para muchas personas, así que podemos asumir que siempre y cuando lo utilicen pueden pasar a ver a la recién nacida.-

-¡Excelente!- el capitán alzó un brazo y chasqueó los dedos. -¡En ese caso iré a verla ahora mismo!-

-También debería conocerla, supongo.- murmuró Chrome con los brazos cruzados. Ruri le sonrió.

-Minami-chan, esta es tu oportunidad para sacar esa fotografía que tanto quieres.- canturreó Gen hacia la reportera.

-¡Qué bien! ¡Tengo mi cámara justo aquí!-

Ahora con Ryusui, Chrome, Gen y Minami siguiéndolas, Ruri y Francois continuaron su camino para entregar la comida, y Taiju y Yuzuriha se les unieron a medio camino.

Una vez llegaron a su destino, tocaron a la puerta y se extrañaron al no recibir respuesta.

-¿No estarán en casa?- preguntó Yuzuriha preocupada.

-Imposible, no pueden sacar a la bebé y no pueden dejarla sola.- murmuró Francois.

-¿Deberíamos entrar de todos modos?-

-¿Qué pasa sí están ocupados o algo así?-

-Debo entregar la comida.-

-Bien, yo echaré un vistazo.- finalmente decidió Ruri, entregándole su bandeja a Chrome y abriendo la puerta levemente. Cuando vio lo que había dentro, jadeó y llevó una mano a su boca.

-¿Qué pasa?- preguntó Chrome alarmado.

Ruri los miró a todos con una gran sonrisa, intentando contener sus risitas.

-Miren esto.- abrió más la puerta para que todos pudieran apreciar lo que había dentro.

Cuando todos los ojos se posaron en la cama de la habitación, la mayoría sonrió enormemente, excepto por Chrome que se quedó con la boca abierta y Minami que se puso roja como tomate, aunque al cabo de unos segundos ella también sonrió.

-Esta es mi oportunidad perfecta.- se acercó con su cámara.

Los demás se hicieron a un lado, dejando una vista perfecta de Senku, Kohaku y Tsukiku profundamente dormidos en la cama. La bebita estaba en medio de sus dos padres, y Senku tenía su mejilla apoyada en la frente de Kohaku, que estaba abrazando a su hija contra su pecho.

Ruri no podía dejar de sonreír. Esos dos eran una pareja extraña, pero ella y su padre tenían esperanza de que terminaran uniéndose tarde o temprano, aunque sinceramente no tenían muchas esperanzas de que fuera temprano, pero al ver esto pensó que tal vez no les tomara tanto tiempo como creyó inicialmente.

-Toma muchas fotos, Minami-chan, estoy seguro de que todos querrán una copia de esto.- Gen rió maliciosamente.

-¿Así que esa es la princesa, eh?- Ryusui entrecerró los ojos para ver mejor a la niñita dormida. –Tan hermosa como su madre ¡debemos hacer una celebración en su honor!- exclamó ruidosamente, solo para que todo el mundo le chitara.

-¡Vas a despertarlos!- gritó la reportera en un susurro para regañar al avaricioso hombre.

-Creo que deberíamos irnos antes de causar más alboroto.- decidió Ruri con una gotita bajando por su sien.

-¿Qué pasa con la comida?-

-Podemos dejarla a un lado y comerán cuando despierten.-

Después de dejar la comida y cerrar cuidadosamente la puerta, todos comenzaron a marcharse, aunque ahora hablando de un nuevo tema: la celebración que propuso Ryusui.

-La pequeña debe estar dentro por el momento, así que debemos planear la celebración para dentro de unas semanas.-

-Ah, y Senku-chan dijo que Kohaku-chan debe hacer reposo por el resto del mes, así que lo ideal sería fijar la fecha para el próximo mes.- recomendó Gen.

-Bueno, eso nos dará tiempo para planear todo mejor.-

-Apuesto que todo el mundo querrá colaborar para celebrar el nacimiento de la hija del jefe.- aseguró Ruri sin dejar de sonreír ni por un momento.

-¡Entonces está decidido!- Ryusui alzó un brazo y chasqueó los dedos. -¡Será la fiesta más grande del mundo de piedra!-

Probablemente ni Senku ni Kohaku estarían muy entusiasmados con la idea, pensó la sacerdotisa con una risita. Esa era la razón por la cual no iban a decirles nada, sería sorpresa, aunque se aseguraría de que las cosas no se salieran de control porque después de todo era una fiesta para una recién nacida, aun así, teniendo en cuenta que el barco no estaba tan lejos de terminarse como pensaron, una fiesta donde todos pudieran divertirse juntos era lo que más necesitaban.

Sonrió tristemente al pensar en el barco. Sabía que Senku debía irse inmediatamente después de que estuviera listo, él no podía faltar, la pregunta era… ¿Kohaku se iría también? Ella había dicho al comienzo del embarazo que alguien podría cuidar de su bebé mientras estaban fuera pero ¿seguía pensando del mismo modo ahora que su hija realmente nació? Honestamente no tenía el coraje para preguntarlo por el momento, no quería arruinar la felicidad de nadie… pero…

¿Cuánto más duraría esta felicidad?

Continuara...

Holaaa! :D

Aclaración: Sé q uso mal el guión de diálogo, sé usar el guión largo, pero me da flojera xP Estoy más acostumbrada a escribir así uwu Sé q me limitó a mí misma porq el guión corto tiene otros usos, pero como es un fanfic no le doy tanta importancia, la verdad es q escribo mucho más rápido de este modo y por el momento me mantendré así, lo siento si molesta a alguien n.n

Volviendo al cap, creo q este es el más "romantico" q he escrito hasta el momento y mai gad q fue dificil x'D Por un momento considere no describir la escena del baño, es lo más íntimo q he escrito para esta ship o.o Pero bueno, ya era hora de un poco de fanservice para los amantes de este shippeo bien zukhulento 7w7

No sé cuando vuelva a actualizar, ya me quedé sin capítulos :'v Aunq como los caps son cortos en comparación a lo q estoy acostumbrada a escribir tal vez no me tarde tanto... pero no prometo nada u.u

Por cierto, ya pensé un poco más como va a seguir el fic, aunq todavía debo estructurarlo mejor :P El punto es q ya lo planee más y sé q voy a hacer para los proximos diez caps más o menos (oh, sí, esto va para largo ;D) pero todavía no decido un final, así q no puedo darles un número aproximado de cuantos caps tendra este fic, sorry QnQ

Ojala q les haya gustado y les agradezco desde el fondo de mi kokoro todos sus comentarios, alegran mis días! :'D

COMENTEN! *o*

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!