Baby Stone.
Capítulo veintiséis: Ira en el mundo de piedra.
Después de que Kohaku dijera que planeaba tomar al Cabeza como rehén, Amaryllis decidió estar atenta a los aposentos del Cabeza, esperando por el alboroto que seguro se armaría muy pronto sí todo salía bien.
Cuando la noche se mantuvo silenciosa, Amaryllis supo que algo andaba mal. Muy mal.
Siguió mirando atentamente, con la respiración atorada en su garganta, ignorando los lloriqueos de Ginro respecto a que el plan loco de Kohaku haría que los maten a todos.
Estuvo muy atenta a la vivienda del Cabeza, tanto que pudo ver fácilmente a Kohaku de repente ser arrojada desde lo alto, chocando contra varias ramas, cubierta de sangre.
Jadeó horrorizada y salió corriendo de inmediato, gritándole a Ginro que la siguiera.
Un guardia se dio cuenta y les gritó que se detuvieran, pero Amaryllis hizo caso omiso y siguió corriendo con todas sus fuerzas hasta que llegó al pie del inmenso árbol, buscando entre la tenue luz de las antorchas hasta que vio el cuerpo de Kohaku
De inmediato sintió sus ojos aguarse. Ella estaba muy herida… no podría salvarse.
Se arrodilló a su lado y tomó su mano, sollozando suavemente. Kohaku seguía respirando, pero también seguía sangrando. Iba a morir en cualquier momento.
-Lo siento, Kohaku-chan.- ella fue quien la arrastró a esto. Todo esto era a causa de su plan.
Ginro, que se había quedado paralizado por un segundo, con los ojos llenos de terror, rápidamente se arrodilló al otro lado de Kohaku y sacudió su hombro bruscamente.
-¿Qué haces, Kohaku? ¡No puedes morir!- volvió a sacudirla. -¡Despierta!-
-¡Ginro, déjala!- Amaryllis lo regañó de inmediato. —Va a morir de todas formas… déjala irse en paz…- lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
-¡No, no puede!- negó con la cabeza. -¡Senku va a despellejarme!-
-Creo que vamos a ser atrapados de todas formas…- murmuró ella amargamente, viendo como los guardias se estaban organizando arriba para ir a buscar a las dos que huyeron.
-¡No es solo por eso!- se jaló de los cabellos desesperadamente. -¡No puedes dejar sola a Tsukiku-chan, Kohaku! ¡Todos prometieron que iban a volver, y tú eres la que más debe regresar!- siguió sacudiéndola y Kohaku tosió más sangre.
-¡Ya es suficiente, Ginro!- Amaryllis sollozó todavía más fuerte.
-No…- los ojos del chico disfrazado también se aguaron. —No puedes morir…- se llevó los puños al rostro, golpeando su frente desesperadamente hasta que de repente vio algo que hizo que su mirada se ilumine. -¡Mira!- tomó el collar cubierto de sangre de su cuello, abriéndolo y enseñándole las "fotos" que había en él. -¡Mira, Kohaku, es tu hija!- colocó el collar frente a sus ojos. -¡Vamos, mírala! Tienes que verla…- volvió a desesperarse, sudando profundamente.
De pronto, una chispa de brillo volvió a los ojos azules de Kohaku.
-Tsukiku…- levantó una mano débilmente hasta rozar el collar con la punta de los dedos.
Ginro y Amaryllis sonrieron enormemente.
-¡Está viva!- Ginro alzó los puños al cielo. -¡Excelente, ahora Senku me dejará vivir!-
-¿Pero qué vamos a hacer ahora?- Amaryllis volvió a mirar hacia arriba. —Los guardias ya vienen hacia aquí…-
-¡Tenemos que llevarla con Senku, seguramente él pueda salvarla! ¡Senku puede hacerlo todo con la ciencia!- Ginro estaba mucho más entusiasta ahora.
-No… es imposible.- la débil voz de Kohaku hizo que ambos la miraran con confusión y pánico. A pesar de estar medio muerta, ella estaba luchando por ponerse en pie. —Solo hay… una forma… una única forma de salvarme.- llevo una mano a su garganta, intentando contener el sangrado de esa zona lo más que podía. —Escuchen… solo tengo una oportunidad de salvarme…- por cada palabra que decía, pequeñas gotas de sangre se deslizaban desde su boca hasta su barbilla. —Yo me encargaré de eso… ustedes deben ir con Senku ahora, necesitamos transmitir la información…- tosió más sangre mientras se enderezaba sobre sus dos pies, tambaleante y encorvada, totalmente destrozada y débil. —El Cabeza de la isla es una estatua de piedra e Ibara está manipulando a todos para que piensen que sigue vivo, Ibara fue quien me atacó para que eso no se supiera. También, el Cabeza es muy similar en apariencia a Soyuz… es muy posible que sea su padre o alguna clase de familiar cercano…- caminó arrastrando los pies hasta apoyarse contra el tronco del árbol. —Es todo lo que pude averiguar… tienen que irse ahora. Yo distraeré a los guardias…-
-¡¿Pero cómo puedes hacer algo así en tu estado?!- Ginro había entrado en pánico otra vez y Amaryllis estaba tan impresionada como asustada por su amiga ahora mismo.
-Vayan… ahora.-
-Pero…-
-¡Ahora!-
Sin decir nada más, se lanzó a sujetarse de la rama de un árbol como si no estuviera muriéndose ahora mismo.
El relicario se mantuvo en las manos de Ginro.
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Kohaku se estaba muriendo. No le quedaba mucho tiempo de vida...
Sí se hubiera quedado tendida en el suelo, probablemente habría tenido un par de minutos más de vida, podría haber mirado al cielo y pensar en los mejores momentos de su vida junto a sus amigos, su familia, su Senku y su Tsukiku… pero no podía. No podía morir así.
Ella había hecho una promesa. Le prometió a su hija que iba a regresar. Y daría hasta su último aliento por cumplir aquello.
Solo sesenta segundos… Solo debo resistir sesenta segundos más…
En vez de resignarse a morir y pasar en paz sus últimos minutos, forzaría su cuerpo al máximo para una última oportunidad de sobrevivir, una última oportunidad de volver con su hija. Solo necesitaba usar todas sus fuerzas restantes en una última estrategia desesperada. Y lo lograría, diez billones por ciento seguro.
Cincuenta segundos…
Mientras la sangre seguía drenándose de su cuerpo y la respiración le fallaba, escaló el árbol saltando de una rama a otra, trepándose, columpiándose e impulsándose con todas sus fuerzas, negándose a dejar a su hija sin madre, a romperle la promesa que le hizo tantas veces de regresar, a dejarla a ella y a Senku solos cuando sabía lo mucho que la necesitaban.
Treinta y cinco segundos…
Llegó a la cima del palacio del Cabeza, al lugar donde todo el mundo la vería, tambaleándose y apenas capaz de seguir de pie. Su vista estaba nublada y no había un milímetro de su cuerpo que no estuviera ardiendo en dolor. Al llegar al techo, cubrió la herida de su garganta y echó la cabeza hacia atrás, tomando aire a pesar de que cada respiración la mataba por el simple y mero esfuerzo.
Veinticinco segundos…
-¡ESCUCHEN TODOS...!...- se esforzó en gritar y el dolor la hizo desear la muerte por una milésima de segundo. -¡SU LÍDER, EL CABEZA DE LA ISLA ES...!...- eso sería suficiente. Eso los haría lanzar su arma ¿verdad?
Quince segundos…
Iban a lanzar su arma ¿verdad? ¿Se salvaría, cierto?
Doce segundos…
¿Dónde estaba el arma petrificadora?
Diez segundos…
Llegaría ¿no es cierto?
Nueve segundos…
Finalmente, pudo notar un objeto volar hacia ella, pero este la pasó de largo, elevándose mucho más alto de lo que ella había esperado…
Siete segundos…
Sus piernas finalmente la traicionaron y ya no pudo ser capaz de mantenerse en pie. El dolor era demasiado, la sangre nunca se detuvo, su respiración ahora era prácticamente inexistente. Cayó hacia atrás.
Cinco segundos…
Pudo apreciar el arma petrificadora… Definitivamente era ciencia, nada de una maldición o un demonio como cualquier aldeano o isleño podría haber pensado definitivamente era algo que Senku podría vencer. Él mismo lo dijo, y ella confiaba en él más que en nadie más.
Tres segundos…
Una luz verde se aproximó a ella, o al lugar donde solía estar de pie, más bien. Pero Kohaku ya estaba cayendo, ya no pudo resistir a seguir de pie, mientras la luz se acercaba, ella se alejaba.
Dos segundos…
Con lo último que le quedaba de vida, con un último impulso de todo lo que quedaba en su ser, estiró un brazo hacia la luz verde.
Un segundo...
Kohaku murió.
Su corazón dejó de latir, su respiración se detuvo, todo rastro de brillo en sus ojos desapareció.
Cayó fuera del árbol, con una mano todavía extendida hacia aquella luz verde…
Pero… la luz siguió creciendo, y llegó justo a tiempo para rozar la punta de dos de sus dedos.
Apenas la piel de la yema de sus dedos tocó la luz, estos se convirtieron en piedra y el efecto se extendió hacia todo su cuerpo, convirtiéndola en piedra mientras caía, llegando a transformarla por completo en una estatua antes de que hiciera contacto con el suelo y se rompiera en pedazos.
Ahora todo dependía de Senku.
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Después de rescatar las piezas de Ryusui y armarlo para luego despetrificarlo, crearon unas bombonas de oxígeno y con ellas lograron rescatar la estatua de Taiju y Kaseki, y luego Taiju se encargó de rescatar las estatuas de los demás mientras Kaseki se concentraba en ayudarlo en la construcción del dron.
Despetrificaron a Yuzuriha, que rápidamente se encargó de hacer ropa y armar las estatuas restantes, a lo que Senku se apresuró en despetrificar a Chrome y Ukyo, cuya ayuda sería más que valiosa en la construcción del dron y su estrategia para atacar al enemigo.
Pocos minutos después de que Ukyo sea despetrificado, este escucho a dos personas acercarse a la Cueva Zafiro. Y todos se quedaron con la boca abierta al ver a Ginro y Amaryllis llegar.
Senku pudo sentir su boca secarse al verlos solo a ellos dos. ¿Dónde estaba Kohaku?...
-¡Senku!- Ginro lo miró con pánico mientras nadaba hacia ellos, y cuando salió del agua Senku pudo notar mejor que traía el relicario de Kohaku atado en lo alto de su cabeza, cubierto de sangre seca. —Lo… l-lo siento mucho…- quitó el relicario de su cabeza y se lo tendió. —No… n-no q-quería que se empapara p-para no perder las fotos pero… olvidé quitar la sangre…-
Lentamente, Senku extendió ambas manos para tomar el relicario, mirándolo en shock por un segundo antes de abrirlo y así comprobar que las fotos estaban intactas, excepto por una pequeña gota de sangre que se había colado en la foto donde ella y él hacían gestos ridículos manchando así permanentemente esa foto que a Kohaku tanto le gustaba.
Siguió mirando el relicario en silencio, completamente inmovil mientras escuchaba la explicación de lo que sucedió de parte de Ginro y Amaryllis.
Kohaku fue llamada por el Cabeza de la isla, pero este resultó ser una estatua de piedra y era el primer ministro Ibara quien estaba manipulando a toda la isla. También fue Ibara quien intentó asesinar a Kohaku, apuñalándola en la garganta y en el pecho, y por muy poco lo logra. Según lo que Amaryllis y Ginro llegaron a ver, Kohaku llegó a convertirse en una estatua en el último segundo antes de caer al suelo desde una gran distancia y destrozarse.
-También, Kohaku-chan dijo que el Cabeza de la isla era muy parecido a Soyuz… dijo que podría ser su padre o un pariente…- murmuró Amaryllis todavía luchando por secar sus lágrimas. —Gracias a que todos los guardias estaban cerrando los ojos, Ginro y yo pudimos huir… gracias a Kohaku-chan.- bajó la cabeza, antes de levantarla levemente y mirar a Senku con pena. —Lo siento mucho por tu esposa… ella en verdad fue muy valiente…-
-Lo siento, Senku.- Ginro sollozó, llevándose un brazo a los ojos. —Ahora Tsukiku-chan se ha quedado sin mamá…-
Finalmente, Senku se movió, cerrando el relicario y apretándolo en un puño con tanta fuerza que sí este no fuera de oro probablemente se habría roto bajo la presión.
Tomó aire, muy consciente de que todo el mundo lo estaba mirando ahora.
-Nadie se ha quedado sin mamá, idiota. No digas tonterías.- sonrió ferozmente, con los dientes lo suficientemente apretados como para realmente estarse ocasionando daño a sí mismo. —Kohaku es una leona diez billones por ciento astuta y eficaz, incluso con heridas tan graves, logró ser petrificada, así que podremos salvarla.- colocó una mano en la cabeza de Suika, que parecía bastante llorosa. —Tenemos la máquina de hacer fórmula de despetrificación infinita y a Yuzuriha.- miró a su amiga, que asintió fervientemente, también con lágrimas en los ojos. —Ahora no podemos perder más tiempo pensando en eso… Lo que más necesitamos es saber cuál es el poder militar del enemigo y su estado interno actual. ¡Usaremos la información que Kohaku nos ha dado para lograr la victoria de nuestro reino de la ciencia!- eso le devolvió a todos los ánimos y de inmediato comenzaron a organizarse para estudiar los datos que habían conseguido.
Una vez más, los cinco generales del reino de la ciencia se reunieron y después de un leve repaso de las palabras de Ginro y Amaryllis fue muy fácil para Senku llegar a una conclusión de vital importancia.
El enemigo solo contaba con una única arma petrificadora en su poder.
Así lo dijo y de inmediato Ryusui y Gen estuvieron de acuerdo, mientras que Ukyo dijo que no era del todo seguro y Chrome estaba sin entender nada. Yuzuriha, Taiju, Suika, Amaryllis y Ginro (que se estaba cambiando a su ropa normal para deshacerse del vestido) tampoco entendieron del todo, a lo que Ryusui procedió a explicarles que era necesario armar el puzzle de la información del enemigo con los pequeños detalles que tenían gracias al equipo de infiltración y el sacrificio de Kohaku.
Amaryllis les confirmó que Ibara era increíblemente cauteloso y precavido, y ellos rápidamente les explicaron a Chrome y los demás que si hubiera otra arma petrificadora Ibara la tendría y la usaría en el tipo de situaciones que acababa de pasar, como el ser descubierto por una infiltrada. Hubiera sido más fácil petrificar a Kohaku que matarla a puñaladas. Como el arma podría petrificar también a quien la usara, Ibara prefirió dársela a Kirisame. Era diez billones por ciento obvio.
Luego de dar prácticamente como cierta esa información, Ukyo le preguntó a Amaryllis los detalles de la petrificación de Kohaku, confirmando que el arma había sido lanzada por encima del palacio donde se encontraba la estatua del Cabeza. Kirisame pudo haber lanzado el arma directamente a Kohaku ya que nadie más estaba mirando, pero se tomó la molestia de que llegara lo suficientemente alto para no petrificar también al Cabeza.
Apenas dijeron eso, un chapuzón en el agua y una voz desconocida hizo que todos giraran sus cabezas hacia Amaryllis, que de repente estaba con el guerrero Mozu detrás de ella.
-Mmm, sí, eso es correcto. Me sorprende que hayan averiguado tanto…- el tipo sonreía altaneramente, con una lanza sobre su hombro. —Pero me preguntó ¿cómo?-
Taiju de inmediato corrió para ponerse frente a Amaryllis y los demás, pero Mozu lo envió contra una de las paredes de la cueva de un solo golpe, y derribar a Taiju no era tarea fácil, por más que no fuera un peleador.
-¡Taiju!- Yuzuriha gritó preocupada, pero su no-novio se levantó inmediatamente y volvió a ponerse delante de Mozu, regalándoles valiosos segundos para pensar en alguna forma de salvarse de ese tipo ridículamente fuerte.
Sin embargo, los ojos de Mozu repentinamente se desviaron hacia Senku.
-Así que… ¿tú eres el esposo de Kohaku-chan, eh?- lo miró como quien mira a un insecto. Senku alzó las cejas. ¿De qué estaba hablando ese tipejo? —Pobrecita… intente salvarla, ¿sabes? Sabía que no iba a abrirle las piernas a ese viejo decrepito, así que era obvio que terminaría muerta.- rió suavemente. —Lo vi todo… Ibara la apuñaló con sus garras y la pobre Kohaku-chan no dejaba de vomitar sangre… Ah, y realmente me sorprendí cuando se puso en pie después de que la arrojó desde lo alto del palacio, debía tener varios huesos rotos y no dejaba de sangrar… Pobrecita… apuesto que en sus últimos momentos deseó haber venido conmigo, yo la habría hecho olvidar hasta tu nombre y cualquiera que haya sido su misión como infiltrada.-
Con los ojos muy abiertos por la pura ira y repulsión, Senku ni siquiera lo pensó dos veces y dio un paso en dirección a Mozu, siendo rápidamente frenado por Ukyo.
El arquero le dedicó una mirada que decía claramente: "¿qué demonios estás haciendo? ¡Va a matarte a ti y a todos nosotros!"
-Espera…- la voz de Chrome hizo que la atención se desviará hacia él. -¿Tú ya sabías que Kohaku era una infiltrada desde antes de que viera al Cabeza? Y la viste hablar con Amaryllis y Ginro… es por eso que los seguiste hasta aquí ¿verdad?- lo miró con los dientes apretados.
-Gracias por decir lo obvio, Chrome-chan…- Gen lo miró con gotitas corriendo por su sien. —Es obvio que sí descubrió a Kohaku-chan todas sus compañeras serían…- Gen se cayó de pronto y Senku, Ukyo y Ryusui rápidamente se dieron cuenta también de un dato crucial.
Mozu dijo que habló con Kohaku antes de que ella fuera con Ibara, él sabía de antemano que ella era la infiltrada y la dejó poner a Ibara en una situación de peligro mortal sin hacer nada ¡y hasta parecía más interesado por Kohaku que por su superior! Mozu definitivamente no era leal a Ibara, hasta podría haber considerado matarlo él mismo, y por tanto no tenía motivo real para matarlos ahora mismo… o al menos no sí sabían voltear las cosas a su favor. Y la persona ideal para hacer esto era…
Rápidamente miró a Gen, que pareció completamente resignado a su suerte. ¡Ahora las cosas dependían diez billones por ciento de él!
La primera estrategia de Gen fue presentar a su reino de la ciencia como un reino de la brujería, y quiso impresionar a Mozu con un truco de flores al que Senku se le unió haciendo volar el dron para que parezca más impresionante.
Gen le propuso unirse a ellos para poder robar el arma petrificadora con ayuda de su "poderosa brujería" que podría fácilmente secuestrar el arma del dominio de Kirisame y siguió usando trucos baratos de mentalista para persuadirlo. Sin embargo, Mozu no estaba muy convencido y todos comenzaron a ponerse nerviosos.
-¿Debería matarlos a todos… o debería matar a Ibara?- parecía estar disfrutando el poder que poseía sobre ellos en ese momento. —Mmm… ¿qué debería hacer?- sí, definitivamente estaba disfrutando. —Bueno, aunque vaya a matarlos supongo que no hace daño escucharlos antes. Como ya han imaginado, es cierto que el causante de la petrificación del Cabeza fue Ibara. Supuse que hizo ese tipo de cosas para nuestro beneficio, pero ya está acabado. Se está volviendo viejo, estaría bien que muriera de una vez. Además las mujeres del palacio estarán mucho más felices siendo parte de mi harem.- sonrió perversamente.
Senku lo miró con repulsión, pero ahora mismo necesitaban poner de su lado a este tipejo, así que simplemente rió entre dientes y decidió tomar la palabra.
-¿Y entonces por qué no has simplemente matado a Ibara tú mismo?- preguntó más que nada para confirmar sus sospechas de cuáles eran los intereses de Mozu, que admitió que si no fuera por el arma petrificadora y Kirisame ya habría matado a Ibara hace tiempo. Rápidamente llegaron a la conclusión de que estaban en un triple callejón sin salida debido a que Kirisame tenía el arma, Ibara el poder y Mozu la fuerza que no podía usar por no perder su estatus y el harem, que era lo que más le interesaba, todo acorde a los deseos de Ibara, que era a quien más le convenía que las cosas fuera de este modo. Teniendo esto claro, se tragó su desagrado hacia el tipejo y lo miró directamente a los ojos. —Mozu… el rayo petrificador se interpone en tu camino, y resulta que nosotros lo queremos, lo cual significa que nuestros intereses coinciden en un diez billones por ciento.- sí podía poner a este tipo ridículamente fuerte de su lado, ganar sería mucho más fácil… a parte de que se salvarían el pellejo ahora mismo.
Antes de que Mozu pudiera decir nada, Gen volvió a tomar las riendas de la conversación y sugirió un intercambio igualitario entre ellos para conseguir lo que ambos bandos querían, a lo que Mozu de inmediato cayó en la trampa.
-Ustedes van a usar la brujería para ayudarme y van a conseguir el arma petrificadora para mí.- Gen fingió estar horrorizado y Mozu terminó de caer en el truco. —Estaré vigilando esta base desde la distancia. Después de todo, no tienen más opción que obedecerme.- estaba tan seguro de que tenía el poder sobre la situación… el pobre ingenuo…
¡Gen lo había logrado! Salvó sus vidas y ya tenían a Mozu bajo control. Al menos por el momento, y eso era más que suficiente.
Senku dio un paso hacia adelante, decidiendo volver a tomar la palabra.
-Entonces tenemos un trato, Mozu.- le extendió la mano. —Tú nos dejas vivir y conseguiremos lo que quieras para ti con nuestra brujería.-
-Mmm… ¿Así que tú eres el líder, eh?- estrechó su mano con más fuerza de la necesaria, provocándole una mueca de dolor antes de soltarlo. —Bueno, eso explica que te consiguieras una mujer tan hermosa como esposa… Así que Kohaku-chan solo quiere a un debilucho como tú por su poder, ahora todo está claro.- rió altaneramente.
Senku volvió a fruncir el ceño profundamente y Ukyo rió con nerviosismo mientras tomaba su hombro y lo obligaba a retroceder, dándole la orden implícita de calmarse para no arruinar el progreso que tanto le costó a Gen y terminar todos muertos de cualquier manera.
Tomó aire y se obligó a mantener la compostura, sonriendo en dirección a Mozu a pesar del asco que le daba su sonrisita de superioridad.
-Muy bien entonces, Mozu, ya que pareces tan interesado en Kohaku te daré tu primera misión para que podamos ayudarte a que logres tus objetivos.- todos los ojos se volvieron a él, mirándolo con confusión. —Quiero que busques sus piezas, hasta la más pequeña, y la traigas aquí para que podamos revivirla. Ella será de gran ayuda para mi plan de robar el arma petrificadora para ti.-
Pudo sentir los ojos sorprendidos de Ukyo y Gen en su nuca, ambos obviamente cuestionándose sus motivos, pero él mantuvo la mirada en Mozu, esperando por su respuesta.
-Mmm… eso es interesante. ¿Así que su brujería tiene el poder de regresar las estatuas a la normalidad?- sonrió ladinamente. —Y dime algo, si la traigo y la revives, ¿dejarás que ella sea parte de mi harem?-
-¡EH, rompehogares!- Taiju se escandalizó, señalando acusadoramente a Mozu.
Senku rodó los ojos.
-Cuando la reviva, tú mismo puedes intentar hacerla parte de tu harem, a ver qué tan bien te resulta eso.- fue su turno de sonreír arrogantemente.
Mozu frunció el ceño peligrosamente, antes de devolverle la sonrisa.
-Mmm, muy bien. Tu mujer cayó al pie del árbol del Cabeza, así que es muy probable que arrojen lejos sus piezas para que no perturben a nadie. Aunque puede que me tome un tiempo averiguar dónde exactamente.-
-Por ahora te encargó esa misión, tráela aquí en cuanto la encuentres o bien ven aquí mañana al atardecer para darte más detalles sobre la misión para robar el arma petrificadora. La brujería toma tiempo, rituales y todo eso, ya sabes.- rascó su oído con el meñique, sonriendo despreocupadamente.
Luego de que Mozu se marchará, Gen cayó desfallecido por el alivio y de inmediato todos ellos se lanzaron sobre él para palmear su espalda con agradecimiento. Realmente de no ser por ese mentalista estarían más que muertos.
Luego de dejar a Gen descansar un tiempo, Senku les explicó el plan que se le había ocurrido para robar el arma petrificadora con el dron: utilizar a Mozu para hacerle creer al reino de la petrificación que los invasores eran increíblemente fuertes y que así se vieran forzados a usar la Medusa. Para eso necesitarían una capucha, y para robar el arma necesitarían terminar el dron, hacer una cuerda súper resistente y… un arma, aunque todavía no les mencionó esa última parte.
Mozu definitivamente iba a querer matarlos en el segundo en el que Kirisame perdiera el arma petrificadora. Y ninguno de ellos estaba en condiciones de frenarlo, por lo que solo le quedaba la opción que ya venía temiendo tener que usar desde hace tiempo. Debía reinventar las armas de fuego.
Esa noche no durmió muy bien. Se quedó mirando el relicario de Kohaku y el suyo propio, pensando en ella y en todo lo que tuvo que pasar, pensando en su hija y en los peores escenarios posibles… cosas impensables que lo llenaban de miedo. Pensó en todo eso y en diez billones de cosas más, cosas que mayormente solo servían para torturarlo aún más.
Honestamente, estaba pasando por los peores momentos de su maldita vida.
Su esposa había sido asesinada de una manera cruel y sangrienta y ahora era un montón de trozos de piedra, hecha pedazos en alguna parte del bosque.
Su bebé estaba a kilómetros de distancia de él y, aunque quería confiar en que Ruri y los demás la habían encontrado y su pequeña hijita estaba a salvo ahora mismo, el no tener esa información confirmada lo estaba matando desde hace días. ¿Qué tal si ella lo necesitaba y él estaba allí perdiendo el tiempo?
Aunque era cierto que Kohaku podría ser de ayuda para su misión, no podía negar que se había dejado dominar un poco por sus emociones en ese momento.
Simplemente quería recuperarla lo antes posible, para ser completamente honesto consigo mismo. Y quería recuperar el maldito barco lo antes posible también, sobre todo la sala de comunicación donde de una buena vez podría llamar a la Aldea para preguntar por el bienestar de su Tsukiku.
La pistola era una buena arma… eso era cierto, pero… podría hacer más que solo un revólver.
Tenía ácido nítrico… tenía muchas opciones mortales para superar fácilmente a sus enemigos.
La pregunta era… ¿debería?
Ya había estado pensando en eso, ya se había dicho que no haría falta algo así… pero eso fue antes de que asesinaran a sangre fría a su mujer.
Pudo perderla… según lo que dijeron Ginro y Amaryllis, estuvo a un segundo de dejar a su hija sin madre, lo que había estado temiendo todo este tiempo, algo en lo que varias veces se disculpó en sus cartas, en caso de que fuera a suceder.
Honestamente, estaba increíblemente furioso ahora mismo.
Sin embargo… sabía que debía pensar con la cabeza fría. Aunque le estaba costando muchísimo.
Extrañaba los días en los que su única preocupación era trabajar en el barco, y después de un día cansado siempre tenía un hogar al cual regresar y dos pares de brillantes ojos azules recibiéndolo, acompañados de hermosas sonrisas. Y… podría perder todo eso…
De hecho… existía la posibilidad de que ya lo haya perdido…
Y eso lo hacía querer actuar de forma no muy amable hacia sus enemigos.
Ese curso de acción definitivamente le conseguiría un lugar VIP en el infierno, directo en las llamas de un caldero gigante o una mierda de esas, pero prefería eso diez billones de veces más antes que arriesgarse a perder a su familia…
Y, ante ese pensamiento, Senku tomó una decisión.
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Gen estaba francamente aliviado de haber podido librarse de Mozu, de verdad que había usado todos sus trucos allí y por momentos realmente creyó que podría morir.
Afortunadamente haberlos salvado a todos le permitió dormir un poco más antes de que Senku lo despertara de una patada en el culo para trabajar como era su dulce costumbre.
Suika, Yuzuriha y Amaryllis eran las que más estaban trabajando en la parte de los trajes para los "poderosos guerreros infiltrados", por lo que Gen, Chrome, Ukyo y Soyuz se encargaron de ayudar a Kaseki en la construcción del dron. Senku los ayudaba dándoles instrucciones de vez en cuando, pero él parecía tener su atención más centrada en otra cosa, algo en lo que estaba utilizando a Taiju, Ryusui y Ginro.
Y Gen de inmediato notó que había algo extraño en Senku.
No era de extrañar que estuviera afectado por haber escuchado de la horrible muerte de la madre de su hija, por más que existía la posibilidad de salvarla. Sin embargo, no era su estado de ánimo lo que llamó su atención, sino su nuevo proyecto el cual no estaba explicando paso por paso.
Senku solía guardarse sus planes para último momento sin decirle a nadie más que los que necesitaban saberlo, pero cuando estaba trabajando en un nuevo invento científico siempre disfrutaba de explicar todo paso por paso, por más que nadie entendiera una palabra de lo que decía la mayor parte del tiempo.
Esta vez, sin embargo, Senku trabajaba silenciosamente.
Solo daba órdenes de vez en cuando, y Gen supo rápidamente que algo no estaba bien.
Ishigami Senku era una persona difícil de leer incluso para un mentalista como él, pero después de tanto tiempo Gen podía jactarse de conocer muy bien al joven científico, y sabía que él, por más fuerte mentalmente que pudiera llegar a ser, tenía muchas debilidades.
Y, aunque solo llevaba cinco meses con vida, Tsukiku era la debilidad más grande de Senku. Y aunque Senku tal vez no estuviera muy dispuesto a reconocerlo, Kohaku también era una de sus debilidades más grandes.
Y ahora mismo Senku sentía el temor y la presión de poder perderlas a ambas. En otras palabras, Senku se sentía acorralado. Y cuando una persona se sentía acorralada…
Entrecerró los ojos y se alejó un momento de Kaseki alegando estar tan cansado que ya no podía más, acercándose disimuladamente a Senku con una sonrisa curiosa.
-Ah, Senku-chan, si que nos tienes trabajando duro.- estiró sus músculos cansados.
-Hay mucho trabajo que hacer en poco tiempo…- murmuró despreocupadamente, hurgando en su oído con el meñique.
Estaba actuando normal… demasiado normal para alguien que acababa de pasar toda la noche preocupándose por sus personas más amadas, como evidenciaban las leves ojeras bajo los ojos del científico.
-Claro, claro~... Y por eso es vital terminar el dron cuanto antes ¿verdad?-
-Exacto. Y por eso deberías dejar de hacernos perder el tiempo y volver al trabajo con los demás.- lo miró mal.
-Oh, solo estaba tomando un pequeño respiro, ya sabes, siempre buscó una excusa para huir del trabajo.- sonrió alegremente. —Pero bien, bien. Seguiré ayudando con el dron para que no tengas que regañarme, Senku-chan~.- se acercó a donde Taiju y Ginro estaban batiendo algunos ingredientes.
-Oye, te dije que vayas con Kaseki…-
Gen ignoró su protesta y le dio un buen vistazo a lo que estaban haciendo de ese lado, extrañándose al ver que estaban preparando una especie de polvo negro, pero también otras cosas que no podía ni decir qué eran.
¿Pólvora? No… esto no tenía el olor característico de la pólvora, pero se parecía bastante… ¿Qué podría ser?...
-Eh, Senku-chan.- aparentando toda la inocencia posible, señaló con curiosidad lo que acababa de ver. -¿Eso es parte del dron?-
-Eso no te interesa, mentalista. Ve ayudar a Kaseki.- y ahí estaba otra vez evitando decirles algo científico…
-De hecho, también me he estado preguntando qué es esto.- Ryusui frunció el ceño mientras derramaba cuidadosamente un líquido extraño sobre otro líquido todavía más extraño. —Que hayas usado ácido nítrico para su fabricación me ha llamado un poco la atención. Según tú no debemos desperdiciarlo, así que esto debe ser importante ¿no?-
Todos los ojos se clavaron en Senku y el mentalista pudo decir rápidamente que el científico debía estar maldiciendo mentalmente, debido a su mueca de fastidio y mirada rencorosa hacia Ryusui.
-También me ha llamado la atención…- Ukyo dejó de ayudar a Kaseki por un momento y se acercó a ellos. —Esto no parece ser parte del dron y no has dicho nada al respecto. ¿Qué es?- parecía bastante confundido.
Desgraciadamente… Gen ya tenía una hipótesis de lo que este nuevo proyecto podría ser…
No obstante, esperaba estarse equivocando.
-Se parece un poco a la pólvora…- Yuzuriha también se acercó, mirando con atención en lo que su no-novio estaba trabajando. -¿Qué es?- miró preocupada a su amigo.
Senku se mantuvo en silencio por un momento, antes de suspirar profundamente y frotar su nuca con cansancio.
-Ahora mismo nuestro objetivo principal es robar el arma petrificadora, en cuanto la tengamos en nuestro poder, hay un diez billones por ciento de probabilidades de que podamos recuperar el control del barco fácilmente… pero también existe la posibilidad de que no logremos descifrar cómo funciona. Sin embargo… antes de eso, está el problema de Mozu.-
-Hmm, también he estado pensando en eso.- Ryusui frunció profundamente el ceño. —Sin duda querrá matarnos en el momento en el que Kirisame pierda el arma petrificadora. Le será tan fácil como agitar su lanza para decapitarnos a todos.-
Ginro chilló de inmediato, escondiéndose detrás de la estatua de Kinro.
-Para mantener a raya a Mozu, es necesario crear un arma contra la que no pueda ganar. Y el arma que convirtió al ser humano en el ser viviente más fuerte sobre la tierra… es la pistola o revolver. Así que sí, pienso hacer pólvora.-
Mientras todos se quedaban en silencio, Gen rápidamente analizó las palabras de su amigo y se dio cuenta de que estaba omitiendo algo todavía.
-Pero, Senku-chan… eso no es pólvora ¿o sí?- volvió a mirar a lo que Taiju había estado preparando antes.
Senku suspiró profundamente.
-No… no lo es.- hizo una mueca. —Como dije, nuestra prioridad es robar la medusa para poder tomar el control del barco… pero hay posibilidades de que el plan fracase y nos veamos en una situación donde nos será más conveniente recuperar primero el barco. Además, con el poco tiempo que tenemos para hacer nuestro movimiento, no tendré tiempo de hacer un arma muy letal ni muy eficiente que se diga, así que… este es mi plan B.- señaló a la mezcla que llamó la atención de todos antes. —Estos son los ingredientes de una bomba de tubería o bomba de tubo. Un dispositivo explosivo improvisado generalmente usado por guerrillas y terroristas. Provocará una pequeña explosión y posiblemente un efecto de metralla al estallar, disparando fragmentos del contenedor. Esto es en lo que he estado trabajando.-
Silencio.
Mientras que los aldeanos parecían más que nada confundidos, todas las personas de la era moderna se horrorizaron de inmediato.
-¿Una… bomba?- Taiju abrió mucho los ojos. -¿Y también quieres hacer una pistola?- se llevó las manos a la cabeza. —No entiendo, Senku… ¿por qué quieres hacer algo así? ¿No es muy peligroso?-
-Sí, es peligroso…- Ukyo arrugó el rostro. —Incluso para nuestra propia gente.-
-Es solo un plan de emergencia.- Senku apartó la mirada. —Es solo en caso de que todo lo demás falle. Es poco probable que se deban usar…-
-No pareces convencido.- señaló Ukyo con amargura. —Sí realmente pensaras así ¿por qué no dijiste nada hasta que todos te lo preguntamos?-
-No quiero perder el tiempo en explicaciones innecesarias. Todos tenemos trabajo que hacer y debe ser llevado a cabo lo antes posible.- miró seriamente al arquero.
-Senku… ¿Cuál es la verdadera razón por la cual has hecho algo así?- le devolvió la mirada llena de seriedad. -¿Acaso es por… venganza? ¿Quieres hacerlos pagar por herir a Kohaku-chan?- se veía muy decepcionado del hombre en el que todos confiaron para ser su líder.
-¿De qué mierda hablas, idiota? ¿Por qué haría algo tan ilógico?- lo miró con claro desagrado.
-Dices eso, pero es obvio para todos que esta situación te ha afectado mucho.- de pronto la mirada de Ukyo se llenó de pena y comprensión. —Creo que deberías descansar un poco. Podemos tomarnos un día, podemos seguir cuando Mozu recupere las piezas de Kohaku-chan y una vez ella esté aquí tú podrás ser capaz de tomar decisiones con más sensatez.-
-¿Qué mierda se supone que significa eso?- el científico le frunció el ceño duramente. -¿Qué te hace pensar que no estoy tomando decisiones completamente lógicas? Ya les he dicho mis razones, esto es solo un plan de emergencia y solo para espantar a nuestros enemigos.-
-Un plan mortal.- Ukyo apretó los puños. —Esto podría matar a alguien… y es lo suficientemente peligroso como para poner en riesgo también a nuestra gente. Senku, es imposible que tú no tomes en cuenta lo mal que podría salir algo como esto. Una pistola ya me parece demasiado… pero ¿bombas? Esto no es propio de ti, Senku. Deberías esperar a que Kohaku regrese…-
-Aunque las mierdas que dices tuvieran el más mínimo milímetro de lógica.- Senku lo interrumpió con una mirada venenosa. —Kohaku no es lo único que me preocupa. Y te puedo asegurar que cuando ella esté aquí será la primera en querer mandar a esos miserables a volar en miles de pedazos para recuperar el barco.-
Ukyo pareció horrorizado.
-¿Qué no te escuchas a ti mismo? ¡Estamos hablando de vidas humanas!-
-Y no pienso quitar ninguna.- cerró los ojos solemnemente. —Te dije que es solo un plan de emergencia. Tú eres el que está exagerando todo.-
Ukyo frunció el ceño amargamente.
-Bien. Hazlo si quieres, pero yo no pienso ser parte de eso.- les dio la espalda. —No ayudaré en nada más de lo que tú planees.-
-¿Y quién demonios te necesita?- Senku también les dio la espalda.
Todos observaron en silencio a los dos marcharse a las puntas más alejadas de la cueva.
Esto… de repente se puso muy intenso…
Gen y Ryusui intercambiaron una mirada y asintieron.
Pero antes de hacer nada, Gen se fijó en los ojos llorosos de Suika y rápidamente colocó una mano en su cabeza.
-Suika-chan, creo que Senku-chan realmente extraña a Kohaku-chan ahora. ¿Qué tal si vas a echarle un vistazo a la búsqueda de Mozu-chan? Pero ve con cuidado.- aún con lagrimitas en los ojos, la niña asintió y se subió a un bote con Ginro, que empezó a llevarla fuera de la cueva.
Una vez la niña se fue, Gen le hizo una seña a Ryusui para ir tras Ukyo, mientras que él se encaminó en dirección a Senku.
Senku lo miró con irritación y cansancio de inmediato, pero él no se dejó amedrentar.
-Debió ser una decisión difícil para ti.- comentó casualmente, sentándose junto a donde su amigo científico estaba mezclando algo furiosamente. —Estas muy preocupado por tus chicas ¿eh?-
-Cállate, mentalista. No estoy de humor para tus juegos ni para sermones.-
-Oh, pero si no estaba planeando nada de eso~. Habló con completa sinceridad~.- se llevo una mano al pecho. —Y como habló con sinceridad, espero lo mismo de tu parte.- sonrió astutamente. -¿Realmente has tomado esta decisión con la cabeza fría… o te estás dejando llevar por tus emociones?- frunció el ceño, mirándolo atentamente.
Senku hizo una mueca.
-Ya dije mis razones. ¿Te parece lógico o no?-
-Oh, sí, sin dudas son razones muy lógicas… o al menos lo serían si no vinieran de ti.- Senku lo miró confundido y él agrandó su sonrisa. —Ya lo dijo una vez Tsukasa-chan… tú nunca te desharás de una vida humana, preferirías sacrificarte a ti mismo antes. Sin embargo… no serías humano si no te sintieras afectado por la incertidumbre de lo que podría estar pasando con tu princesa y si no estuvieras lleno de ira por lo que pasó con tu amada reinita~... Y esas dos cosas combinadas podría llevarte a tomar decisiones precipitadas, ¿no crees? Eso también tiene lógica según la perspectiva de un mentalista.- sonrió a sabiendas. —No es que esté en contra de tu plan, pero deberías pensarlo más… o tal vez podrías arrepentirte…- le sonrió un poco más sinceramente antes de ponerse en pie y alejarse.
Pudo ver a Ukyo más calmado mientras hablaba con Ryusui y suspiró disimuladamente.
Esperaba que Kohaku pudiera regresar pronto… por el bien de la salud mental de Senku y todos ellos en general.
.
Mientras Ginro se quedaba esperándola en la canoa, Suika se movió con cuidado a través de los árboles de la isla, buscando alguna pista de Mozu o bien de Kohaku para poder llevar sus piezas ella misma.
Kohaku era la mujer más fuerte que Suika conocía, y ella había prometido regresar con Tsukiku-chan así que la niña no tenía ninguna duda en su mente de que ella no rompería esa promesa. También confiaba en que Senku podría salvarla sin ninguna duda.
Se acercó al palacio del Cabeza como ya lo había hecho muchas veces antes para enviar y recibir aves de papel y esperó por un tiempo, asustándose un poco cada vez que veía guardias pasar cerca, pero sin sobresaltarse para nada. ¡Después de todo, ella era la gran detective Suika-sama!
Finalmente vio a Mozu y sonrió internamente, aunque él estaba hablando con otros guardias.
Espero a que se quedara solo antes de hacer leves ruidos, llamando su atención.
Él se acercó al arbusto con una mirada curiosa.
-¿Eres una fruta parlante hechizada por esos brujos?- se frotó la cabeza con confusión.
-Vengo de parte de Senku.- no se molestó en corregirlo. —Queremos saber si ya has encontrado a Kohaku-chan.-
-Que impaciente.- rió por lo bajo. —Bueno, yo también lo sería con una mujer como ella…- sonrió ladinamente, confundiendo un poco a Suika. —Dile al maridito de Kohaku-chan que todavía no he averiguado dónde está exactamente, pero ya estoy cerca. De todos modos iré a verlos luego, así que allí verán si logre encontrarla hoy o deben esperar más.- encogió los hombros.
-¡Muy bien, gracias!- rápidamente se metió dentro de su sandía y comenzó a rodar lejos, ignorando la mirada perpleja de Mozu, lista para que Ginro la lleve de vuelta a la cueva y así pudiera darles la información que obtuvo a los demás, por más poca que fuera, ¡hasta los pequeños detalles siempre podían ser útiles para el reino de la ciencia!
Sin embargo, tanto Mozu como Suika fueron completamente ajenos a los ojos negros que los observaban no muy lejos de allí, y sobre todo al dueño de estos habiendo escuchado cada palabra de su conversación.
Un plan siniestro comenzó a trazarse en la mente retorcida y despiadada de un viejo que haría lo que sea para no perder su lujosa forma de vida, y menos ante un montón de niños y su extraña brujería.
Continuara...
Holaaaaaaaaaaaaa :D
Iba a subir esto ayer pero mi wifi eligió ese precioso momento para irse alv TToTT
Pero weno, aquí lo tienen y ojalá que les haya gustado QwQ
Espero traerles el próximo cap pronto! Gracias por su apoyo al fic! TwT
Por cierto! Hubo un problema con el cap 24 y 25, por alguna extraña razón se eliminaron de la nada y se perdieron todas las visitas que tenían QnQ Creo que habrá sido un bug de FanFiction... espero... Lamento si eso confundió a alguien pero espero que ahora todo esté bien y aclarado! nwn
No olviden que los amo con todo el kokoro~
Merezco un review? *w*
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
