Un día puedes pasar todo el tiempo del mundo sin preocuparte sobre el futuro o de que vas a hacer con tu vida, pero hay ocasiones en que el mundo cambia por completo tu estilo de vida sin que lo aceptes, pero sabes que debes adaptarte a ello. A veces hasta obligarte a madurar antes de tiempo.
Bueno, pues ese fue el caso de Himejima Akeno... hija del Ángel Caído Barakiel, uno de los líderes de Grigori, e Himejima Shuri, una Sacerdotisa del Clan Sintoísta Himejima... Su vida era normal, como una familia cualquiera. A pesar de que su origen no es ordinario ni por lejos... Sin embargo, eso cambio cuando conoció a aquel ser que estará ligado con ella hasta el final de su vida. Ddraig Goch, el Welsh Dragón, el Dragón Celestial Rojo de la Dominación... Gracias a este ser majestuoso sellado en el Sacred Gear Longinus conocido como; Boosted Gar, Akeno cambio casi por completo su manera de pensar y de ver al mundo y lo que significaba su propia existencia como una coincidencia, milagro o capricho del mundo mismo.
Desde el día que lo entendió todo, siempre temió que llegara el día en que su amorosa familia feliz podría ser destruida por aquellos con creencias manchadas de estar en lo correcto. Todo por solo existir, aun cuando ni ella mismo lo pidió o haber hecho algo malo para que le deseen la muerte.
Pero... la pregunta sería... ¿Podrá evitar el peor desenlace posible?
-Entrega a esa cosa, que es hija de ese odioso ángel con alas negras...
Igual a su sueño, como Akeno siempre temió... No sabe si ese ''sueño'' fue un presagio de lo que pasaría o esto es una gran coincidencia que ya se veía venir, pero eso no importa en estos momentos.
Y pensar que todo esto ocurriría tan solo casi un mes después de haber logrado una nueva evolución en su Boosted Gear... Akeno siguió su entrenamiento como de costumbre, solo descansando los Domingos. No hubo muchos cambios en cuanto a su progreso, pero ahora la nueva evolución de su Sacred Gear es la nueva forma base del Boosted Gear, y eso le ha servido un poco en su entrenamiento de combate marcial.
Pero hoy, su padre, Barakiel, volvió a atender un asunto de su facción, diciendo que volvería en la noche, como siempre, pero... Después de que el tiempo pasó de las 8 Pm, donde entendieron que él podría volver un poco más tarde o mañana; ambas, madre e hija, fueron asaltadas, emboscadas y acorraladas en la sala de estar de su propio hogar.
Los atacantes que parecían ser unos practicantes budistas las rodeaban apuntándoles con sus armas y talismanes, mientras otros bloqueaban todas las salidas.
-¡Nunca!*Negó Shuri, mientras protegía a su hija en sus brazos.
Akeno estaba un poco nerviosa, pero no dejaba que eso la amedrente. Sabe que debe actuar en el momento justo y ampliar el espacio para ellas.
-Shuri-sama, deje que matemos a esa monstruosidad y regrese al Clan. Suou-sama no le dará otra oportunidad...*Advirtió el líder encargado de aquellos aprendices de su líder.
-¡Ya dije que no lo haré!*Shuri seguía firme en lo que hacía*. Incluso si son órdenes de mi tío... ¡No se las voy a entregar! ¡NUNCA!
-Ya veo...*El aprendiz de Suou suspiraría lamentado*. Parece que tu mente ya fue contaminada por ese ser.
-No es así, solamente sigo a mi corazón...*Shuri lo veía sin miedo alguno, aun cuando este alzaba su katana*. Las cosas no pueden seguir así... Una guerra eterna... No creer en la bondad en otros... Es lo que hace que no haya paz ni armonía.
-Habrá paz y armonía cuando todos los seres malignos sean erradicados... pero si piensas seguir aferrándote a esa absurda creencia hasta las últimas consecuencias, entonces... Ya no eres parte de la familia...
-No me importa...*Shuri le sonreiría de medio lado, sin miedo alguno*. Solo puedo decir que me dan pena por lo bajo que han caído.
-Los Demonios y Ángeles negros son enemigos de la humanidad... ¡Ellos son el mal!
-¿Y porque seriamos nosotros tan diferentes?*Shuri hizo la pregunta riendo un poco con ironía y lastima*. Hemos amenazado la vida de seres de este Planeta e incluso extinguido unas cuantas. No me vengas con que somos diferentes a ellos, ya que no lo somos. Somos seres con virtudes y defectos... como cualquier otra raza. Tenemos el potencial de ser una raza que lleve al mundo a la grandeza o llevarlo a la destrucción... y ustedes están siguiendo el camino de la muerte.
-[Je. Tu madre si sabe de lo que habla...]*Ddraig no dudo en alabar a la mujer mientras Akeno se sentía más convencida de todo lo nuevo que a aprendido.
-Hacemos lo que es mejor para el mundo.
-¿Para el mundo, o para ustedes?*El cuestionamiento de Shuri pareció callar al hombre*. Solo juzgan a los seres sobrenaturales por sus alas, extremidades extras, deformidades y colores de piel... Eso no te define como malo, sino tus acciones... y por eso, a mis ojos, ustedes son el mal y los que están manchados.
-Bien. Si eso es lo que crees...*El líder aprendiz pareció haber perdido todo rastro de misericordia hacia ella*. Morirás con esa creencia. Que los Dioses se apiaden de ti.
-Oh créeme, me darán el pase al Paraíso sin duda alguna...*Le dijo Shuri con burla.
-No. A donde iras...*El aprendiz alzaría su katana*¡Es al infierno, Majo (Bruja)!
Akeno vería como su madre la abrazo con fuerza poniendo todo su cuerpo para evitar que el ataque la dañe mientras aquel sujeto bajaba su katana para dar el golpe de gracia... Sus sentidos estaban yendo más rápido que el tiempo, que lo veía todo en cámara lenta, mientras recordaba algo que le ha contado Ddraig...
-''Los poseedores de Sacred Gear difícilmente logran tener una vida plena, ya que la mayoría padecen muchas desgracias, tal vez porque es el destino de los usuarios de Sacred Gears y Longinus aprender del dolor y la perdida. Pero eso a veces ha causado que se pierdan y tengan un final trágico... Ya es un milagro que no le haya pasado nada a tu modo de vida antes de conocernos, pero... Esa suerte se acabara pronto... Formar parte de lo sobrenatural implica estar dispuesto a todo, sin importar quién o que sea tu enemigo''.
Ahora ve que es así... Estos miserables están tan cegados en sus creencias de estar en lo correcto o en su odio extremista, que se ve que no les pesara matarla a ella... una niña... No, ellos no ven a una niña... ni a una persona... Solo a una aberración... Incluso a su madre la van a matar para defender y demostrar sus creencias... ¿A esto han llegado este tipo de personas? ¿Matar a los de su propia familia por una creencia antigua? Entonces...
¡No les dará el gusto! ¡Sera feliz con sus Padres para así echarles en cara que ellos son más humildes y humanos que ellos!
La hoja de la katana estaba cerca de impactar y cortar la espalda de Shuri, pero...
-¡No será así!
-¿¡Aken...!?*Shuri se desconcertó al ver que su hija logro zafarse de sus brazos y ponerse al frente. Y cuando iba a detenerla...
[¡Dragón Booster!]*Con ese comando, una poderosa luz de color verde con rojo ilumino la habitación entera, cegando a todos los adultos en el proceso mientras el líder aprendiz retiraba su arma por aquello.
Cuando todos recuperaron la vista, los hombres y Shuri vieron algo que los hizo quedarse en completo shock... Era Akeno, quien portaba un par de guanteletes y un par de botas con garras de color rojo con joyas verdes que tenían temática de Dragón. Sus alas de Caído estaban desplegadas, con aquellas partes de armadura en las mismas.
-¡E-Eso es...! ¿¡U-Un Sacred Gear...!?*Uno de los aprendices de Suou se asombró de ver a uno de los artefactos creados por el Dios Bíblico en esa monstruosidad.
-Y-Y es... no... ¡No puede ser!*Otro de los aprendices no podía creer lo que veía*. Su aspecto es diferente de lo que se cuenta en las historias...
-Pero tienen un gran parecido...*Otro de los aprendices si parecía creer lo que veía, aun teniendo dudas.
[¡Boost!]*Ese comando fue escuchado alto y claro por todos, dejando a los adultos aún más en shock y a los hombres muy asustados.
-[Humanos patéticos...]*Esa voz, gruesa y que reflejaba poder y respeto, dejo en shock a los adultos e hizo que tuvieran miedo*[Ustedes y sus creencias manchadas de estar en lo correcto, llegando hasta el punto de matar a una de los suyos... Me repugna... He visto esto una y otra vez a lo largo del tiempo que estuve sellado en este objeto, pero esta es la primera vez que puedo simpatizar con mi actual huésped... Por lo que no se saldrán con la suya...]
Esa voz, más el comando anterior... eran la prueba suficiente para que todos los adultos entendieran que era real lo que tenían al frente...
-¿¡E-Ese fue el Welsh Dragón...!?
-¿¡C-Como es posible que esa ''cosa'' haya nacido con un Sacred Gear...y más con una de esas Longinus...!?
-A-Akeno...*Shuri no podía creer lo que veía, pero... era real ¿Es por eso que ha cambiado desde hace un tiempo? ¿Por qué no se los dijo?
-Una Ángel Caído y un Dragón Celestial...*El líder de aquel grupo de aprendices estaba nervioso, pero igual se puso firme*¡E-Es definitivo! ¡Hay que matarla antes de que se vuelva una amenaza para el Clan y nuestros Dioses! ¡Quién sabe cuánto se ha desarrollado y Suou-sama como idiota lo permitió!
-[Vaya, insultar a tu propio líder por no haber hecho nada antes. Jajajajaja... Aunque eso es verdad...]*Esa risa y burla de Ddraig solo puso nerviosos a los hombres de nuevo, como si les dijera que no saldrán bien parados*[Ya sabes que hacer niña. No dudes... No les des la misericordia que no les dieron a ustedes]
-Hai...*Asintió y afirmo Akeno, cuya expresión perdió cualquier rastro de la inocente niña que alguna vez fue. Ahora su expresión reflejaba la de alguien madura que ha visto lo suficiente*¿Quieren destruir mi vida feliz? ¡Sera sobre mi cadáver!*Exclamo aquello emanando un aura rojiza con rayos amarillos a su alrededor.
Esa aura intimido a todos los adultos, pero...
-¡M-Mátenla!*Ordeno el líder aprendiz.
Uno de los aprendices fue al ataque dando un tajo con su katana, uno que Akeno bloqueo sin tantos problemas con su guantelete izquierdo para después lanzar una descarga de rayos rojizos que hicieron que el hombre gritara del dolor y fuera mandado a volar con fuerza, atravesando la pared... Akeno enfocaría rápidamente a sus enemigos, 10 en total, y ya va uno. Quedando nueve.
[¡Boost!]*Mejor empieza a acumular poder que le puede servir.
-¡Muere ser maligno!*Uno de los aprendices le lanzo un talismán que libero una ráfaga de fuego.
Akeno dio un salto, esquivando la ráfaga de fuego, para al instante lanzarle a su atacante unas cuchillas de luz envueltas en rayos rojizos.
-¡Gaaaaaah...!*Las cuchillas de luz con rayos perforaron el cuerpo de aquel hombre que no pudo tomar acciones evasivas a tiempo.
[¡Boost!]
Akeno chasqueo sus dedos y las cuchillas de luz con rayos brillarían, para después generar una fuerte explosión que desconcertó a todos y termino dañando aún más el lugar... Cuando el humo se disipo, se pudo ver el cadáver de aquel hombre casi irreconocible.
-¡M-Monstruo...!*Uno de los aprendices canalizo poder en sus talismanes y los lanzo al suelo... estos cayeron en cierta posición que actuaban como vértices de una estrella.
El hombre hizo una señal de mano y los talismanes brillaron para crear del suelo cadenas de energía que apresaron a Akeno, quien se mostró sorprendida, pero...
-[¡Concéntrate! ¡Acaba con uno de esos talismanes para que el resto dejen de servir! ¡Yo me haré cargo de los aumentos!]*Le dijo Ddraig.
Akeno le hizo caso y vería el talismán más cercano a ella. Por lo que se concentraría...
[¡Boost!]
-¡Ahora, mátenla!*El líder aprendiz habría prendido su katana en llamas tras pegarle unos talismanes, para después lanzarse a intentar cortarla junto con los demás.
Rápidamente, Akeno crearía y lanzaría una cuchilla de luz con rayos que logro cortar el talismán cercano, destruyendo así las demás cadenas... Ya libre y viéndose todo en cámara lenta; rápidamente, Akeno de un impulso alzaría el vuelo hacia arriba, evitando el ataque conjunto de los aprendices de Suou.
Ya en el aire, cerca del techo; Akeno acumularía aura, luz y rayos en su mano derecha, creando una esfera de poder hecha de esas energías, y...
[¡Transfer!]*Con ese comando, la esfera de poder incremento un poco su tamaño al igual que su poder. Akeno practico para crear y lanzar ataques pequeños, pero letales.
Akeno dispararía el ataque que salió disparado como un torrente de energía contra aquellos imbéciles... En el último segundo, el líder aprendiz logro sacar un talismán, y entonces... El ataque los impactaría, creando otra cortina de humo y causando más destrucción al lugar.
-Koh...*Shuri tosería por aquello mientras aun no podía creer lo que pasaba, pero... Sabía que no era momento de quedarse paralizada por esto ¡Debe ayudar a su hija!
Rápidamente, la mujer iría a un costado de la habitación y abriría un compartimiento oculto en la pared, viendo en el interior de este una espada-katana de mango rojo, talismanes y otras cosas que sirven para rituales típicos de una sacerdotisa.
Siempre temió que algo como esto ocurriera, por lo que en cada habitación y en los pasillos del templo habían compartimientos secretos con sus armas para pelear, incluso armas pequeñas en otros lugares... pero ahora ve que fue una optimista por no llevar ni siquiera sus talismanes encima todo este tiempo junto con una kodachi oculta. Antes lo hacía y ahora... se ha relajado demasiado con su estilo de vida, que ahora...
[¡Boost!]*Aquel comando trajo a la mujer Himejima devuelta en sí.
Esta voltearía y vería como, tras disiparse el humo, los aprendices de su tío estaban en el suelo algo lastimados... La barrera que creo el líder de estos sujetos los salvo de algo peor, pero igual no salieron ilesos, ya que el hombre no logro concentrar tanta aura en el talismán para crear una barrera más fuerte... Shuri admitía que ese sujeto es uno de los aprendices más capaces de su tío, ya que el resto aun eran algo aficionados a pesar de también tener buena habilidad y técnica.
El líder aprendiz se pondría de pie al ser el más entero de los demás y empuñaría su katana...
-¡Muere fenómeno!*El hombre se lanzaría contra la niña dando un tajo que ella bloqueo con su guantelete izquierdo, pero el aprendiz lanzaría otros tajos con gran habilidad, velocidad y fuerza, haciendo retroceder a la niña mitad Caído que se defendía con sus guanteletes*¡Manchas el nombre de Himejima! ¡No mereces tener la misma sangre que Suou-sama! ¡La sangre de ese ángel oscuro es la razón por la que eres sangre sucia!
Sangre sucia... Por alguna razón, Akeno sentía que, en otra vida, esas palabras le habrían pegado tan fuerte hasta el punto de habérselas creído, pero ahora...
-¡No es verdad!*Akeno se pondría firme y pararía la katana agarrándola de la hoja con su mano con el guantelete*¡Al diablo todo esto! ¡No necesito ser reconocida por ese Suou y el resto del Clan! ¡Me basta con mis padres, mi tía y mi prima! ¡Por qué...ellos saben que no soy malvada!
[¡Explosión!]
El aura de Akeno se incrementaría. Esta era de tricolor; rojo, verde y dorado. Con eso, ella apretaría con fuerza la hoja de la katana en su mano, logrando romperla sin problemas, para desconcierto del líder aprendiz... Rápidamente, Akeno crearía una lanza de luz en su mano derecha libre. Sin importar que... ¡No dejara que destruyan su felicidad!
Por lo que sin dudar y sin piedad, Akeno apuñalaría a aquel imbécil en el pecho con su lanza de luz... El hombre vería a aquella arma hecha de luz que perforo su cuerpo y sentiría como su sangre iba a su boca, al mismo tiempo que esta salía de aquella herida tras desvanecerse el arma de luz... El rojo-carmesí manchaba sus ropas y sus piernas ya no pudieron sostenerlo, cayendo al suelo que sería manchado por la sangre de ese imbécil.
-¡M-Maldita...!
Un par de aprendices se levantarían y empuñarían sus armas y talismanes, estando listos para vengar a su líder, pero... Rápidamente, una hoja afilada saldría del pecho de uno de ellos y esta saldría tan rápido como entro, para que después el sujeto cayera al suelo... Su compañero vería a la responsable, quien rápidamente lo desarmaría y, con un giro sobre su eje, le daría un fiero tajo justo en el cuello.
Shuri vería sin importancia alguna como ese imbécil caía al suelo mientras intentaba inútilmente cubrir su herida; la cual era muy grande y profunda. Ella pasaría a ver a su hija, quien respiraba algo agitada, y...
-Hablaremos después.
Akeno asintió de acuerdo. Sabe que tiene mucho que explicar, pero ahora... Madre e hija verían como el resto de aprendices se ponían de pie y en guardia con sus armas... Ya son 5 en total.
-¡Esto es por invadir nuestro hogar!*Shuri lanzaría con precisión tres talismanes elementales; uno libero una llamarada, otro varias cuchillas de viento y otro cuchillas de hielo.
Los hombres se cubrieron como pudieron gracias a una barrera a través de un talismán, pero esta igual cayó ante el poderoso ataque de la sobrina de Suou. Ahora podían ver porque ella es la mujer Himejima más fuerte junto con su hermana... Si la lograron tener antes a su merced era porque estaba desarmada y protegiendo a su hija con su cuerpo, pero ahora...
-¡Incluso si son los aprendices de mi tío, no voy a perdonarlos por esta ofensa! ¡Si es necesario, morirán!*Y podían ver que Shuri no bromeaba, ya que ya mato a dos de ellos antes sin piedad alguna.
-¡Mejor váyanse si tienen valor por sus propias vidas!*Sinceramente, Akeno ya no quería seguir peleando ni derramando sangre. De milagro se está aguantando la angustia de haber matado a dos de ellos, pero sabe que es solo por la adrenalina de la situación.
Los cinco aprendices de Suou miraban con miedo a madre e hija. Saben que no pueden ganar y su líder está muerto. Si siguen solo morirán, por lo que...
-¡Esto no se quedara así! ¡Les caerá encima la ira de Suou-sama!
El aprendiz en el centro de ellos sacaría un talismán que lanzaría al suelo, y este crearía un gran círculo que brillaba en un color rojizo. El círculo subiría, absorbiendo a los aprendices, los cuales desaparecerían del lugar junto con el portal de energía.
El lugar quedaría en absoluto silencio y tanto madre e hija suspirarían aliviadas de haber evitado lo peor, aunque inevitablemente se derramo sangre al final.
Es más, Shuri se sentía rara... Como si el hecho de estar viva fuera algo ajeno a ella en estos momentos, como si hubiera esquivado algo predicho o que ha llegado más lejos de lo que debía de llegar.
Mientras... Akeno estaba cansada, más que al final de cualquier entrenamiento que había hecho.
-¿Por qué estoy tan cansada? He hecho entrenamientos más intensos que esto y mi resistencia debería durar más.
-[Porque esto fue un combate real de vida y muerte. El estrés y el cansancio son mucho más elevados que cualquier entrenamiento intenso... No importa cuánto entrenes o que tan bien te prepares para enfrentarte a este tipo de batallas, hay una gran diferencia entre simular y experimentar lo real]*Dijo Ddraig.
Akeno no podía negar lo dicho por su compañero. Todo lo que ha hecho fue aprender a lanzar golpes y patadas por su cuenta, al igual que en hacer movimientos ágiles de evasión, sumado al haber mejorado sus propios sentidos lo más que pudo. Es gracias a esto último que pudo seguirles el ritmo a esos tipos incluso en grupo, pero igual fueron algo rápidos para ella.
A pesar de saber y experimentar que si es hábil, aún no está completamente preparada, ya que estos tipos eran solo aprendices, no eran del todo una amenaza para ella... pero si los compara con su madre por lo que ella demostró, Akeno podía ver que si peleara contra su madre, no podría ganarle, a lo mucho le daría pelea, pero no más.
-No estaba tan preparada para esto como pensaba...*Akeno suspiro, olvidando que no estaba sola y hablo en voz alta.
-[No hay nada que te prepare 100% para las batallas. Hay situaciones que se nos escapan de nuestro control, incluso para seres como yo en mi nivel de poder]*Ddraig hablaría alto y claro para que su acompañante escuche, ya que noto que la niña olvido que no estaban solos.
-Eso es frustrante...*Akeno frunció el ceño.
-[Tienes razón, pero eso no quiere decir que con el entrenamiento no puedas conseguir herramientas que te ayuden a resolver de mejor manera tus problemas, que enfrentarlos sin ideas]
-No voy a discutir contra eso...*Akeno suspiro*. Si no hubiese entrenado y esto hubiera ocurrido, ya estaríamos muertas.
-[Eso es cierto, estarías congelada y muerta del miedo. jejejejeje]*Ddraig se reiría entre dientes para cierta molestia de Akeno, eso no era cosa de risa*[Por cierto, olvidaste que no estamos solos y hablaste en voz alta]
-¿¡Que...!?*Akeno acaba de darse cuenta de que era verdad, y... sintió una mirada en su nuca que le dio un gran escalofrió.
-Akeno...*Esta se voltearía lentamente, viendo a su Madre, Shuri, quien tenía los ojos entrecerrados y los brazos cruzados*¿Tienes algo que decir en tu defensa?
-Ahm...*Sinceramente, Akeno estaba más asustada por la mirada que le daba su madre que el propio Ddraig.
Y antes de que alguna pudiera decir o hacer nada... Se oiría el sonido de la carne siendo atravesada, y...
-[¡Mierda!]*A la voz de Ddraig, Akeno entro en estado de shock y...
-¡O-Okaa-san!
La mujer vería como una cuchilla alargada hecha de viento solido le había atravesado el lado izquierdo del abdomen... La cuchilla de viento desapareció y vio sangre salir de su herida... Shuri trato de decir algo, pero caería al suelo y...
-Jeje...jeje...*A esa voz, ambas, madre e hija, verían que uno de los aprendices seguía con vida, el primero que ataco a Akeno y al que mando a volar atravesando la pared. Se ve que sobrevivió y salió gravemente lastimado, pero aun con fuerzas suficientes para por lo menos pararse de rodillas en el suelo*. Comete eso... Maldita... Al menos... te haré ser miserable... todo sea por mis creencias... mi justicia... ¡Y por mi familia que fue asesinada por seres como tú! ¡Vive con lo de esa bruja y sufre! ¡Jajajajajaja!
Akeno apretó los dientes y puños ante ello mientras su aura empezaba a envolverla, y...
-[Mátalo...]*Hasta Ddraig estaba muy enojado por aquello.
Sin embargo, antes de que la niña hiciera algo, se oiría de nuevo el sonido de la carne siendo atravesada... Una hoja de energía amarilla había atravesado el pecho de aquel maldito aprendiz desde atrás.
La hoja seria retirada y el hombre caería al suelo muerto, con su sangre manchando el piso... Así dejando ver la figura de Barakiel, quien se veía enojado por lo ocurrido... El hombre pasaría a ver a su hija; quien respiraba un poco tras apagar su aura, sorprendiéndose al ver lo que tenía en sus brazos, piernas y alas. Se parecían a...
-¡Okaa-san!*El hombre volvería en si al ver a Akeno ir con su madre, poniendo sus manos en la herida de esta para evitar que pierda más sangre*¡Otou-san, rápido!
Barakiel no se hizo dudar y fue con su esposa e hija. Padre e hija miraban a Shuri mientras ella lucha por respirar, antes de detenerse. Al ver ello, Barakiel sabía que la herida y la pérdida de sangre la mataran a la larga si no es tratada a tiempo, por lo que puso su mano derecha en la herida de su mujer y en su mano aparecería un círculo mágico verde que envolvería esa área en una luz verde.
-[Es magia de curación]*Le aclaro Ddraig a Akeno, quien suspiraría aliviada al ver que no todo estaba perdido.
Shuri jadearía de repente por respirar de nuevo. Akeno sonreiría aliviada de que la vida de su madre ya no esté en peligro.
-Akeno, tienes mucho que explicar...*Le dijo Barakiel con seriedad, sin quitar su vista de su esposa.
-Y-Yo...
-[Mejor vayamos al grano de una vez]*Ddraig interrumpiría a Akeno, y el Cadre de Grigori se sorprendería al escuchar esa voz*[Es un gusto hablar contigo, Barakiel, el Holy Lightning of God. Ya debes saber quién soy...]
-Welsh Dragón...*Barakiel dejo salir esas dos palabras con sorpresa, sin descuidar su tratamiento a su esposa.
-¿Hmmm...?*En eso, Shuri empieza a abrir los ojos y vería tanto a su esposo e hija*¿Q-Qué está pasando?
-¡Okaa-san...!*Akeno sonreiría y soltaría un par de lágrimas al verla bien.
-Te apuñalaron por detrás, pero ya estoy tratando la herida...*Se veía que Barakiel sudaba un poco*. Es un poco agotador curar y acelerar el proceso de curación natural, pero no me perjudicara cuando termine.
-... Entiendo...*Shuri soltó un suspiro y cerró los ojos por un momento, dejando que terminen de sanarla*. Aun tienes que decirnos porque nos ocultaste esto, Akeno.
-Bueno...
-[Deja que yo hable...]*Ddraig volvió a interrumpir a Akeno, quien acepto aquello. Sabe que él puede explicarlo de mejor manera*[Bueno señores, voy y les digo con sinceridad que yo convencí a su hija de no decir nada cuando nos conocimos hace más de un año. Esto fue porque estaba desactualizado del status de las facciones, por lo que no sabía si se podía confiar en Grigori, con la dichosa posibilidad de que tú estés teniendo esta familia a espaldas de los tuyos, Barakiel]
-Ya veo...*Barakiel pareció comprender la razón*. Bueno, Welsh Dragón, le aseguro que Grigori no tiene malas intenciones ni siquiera a futuro, solo nos dedicamos a la investigación de Sacred Gears y ayudar a los usuarios en su progreso. Además de ser apoyo militar extra en caso de un conflicto. Nosotros nunca iniciaremos una guerra porque así lo ha dictado Azazel, pero es mejor siempre estar preparado en caso de un ataque.
Akeno pareció aliviarse ante lo escuchado...
-[Entiendo...]*Ddraig suspiraría*[Tal vez si hubiera sido mejor una confesión temprana, pero bueno... Lo hecho echo esta... De milagro se evitó el peor desenlace]
-Estoy de acuerdo...*Shuri sonreiría más relajada*. Hicieron lo que pudieron y veo que ha cuidado como se debe a nuestra hija, Ddraig-sama. Gracias.
-[Sin problemas]*Ddraig sonó modesto ante el agradecimiento*[Señora Himejima, otra razón del porque no dijimos nada, fue por la posibilidad de que ustedes se negaran al gran peso que su hija tiene en sus hombros... Tras ver como la han criado y que fue más pura suerte que lograra comunicarme con ella en sus sueños, es que entendimos que ustedes querían una vida normal para ella, pero... De nada sirve eso ahora. No aquí... y menos con esos humanos que dejaron ir... La noticia se esparcirá rápido... No pueden quedarse aquí]
-Entonces el momento ha llegado...*Barakiel suspiraría profundamente tras terminar de curar la herida de su esposa*. El Welsh Dragón tiene razón, hay que irnos pronto.
-No me gusta, pero...*Shuri suspiro resignada tras ver el Sacred Gear de su hija*. No hay de otra.
-Okaa-san...*La mujer pasaría a ver a su hija, Akeno, quien le sonreía con agradecimiento y cierto optimismo*. Gracias por querer darme una vida plena aquí... Tal vez más adelante se pueda volver a tener eso sin riesgos... Pero ahora, tengo que ser fuerte...*Ella alzaría el guantelete izquierdo*. Soy la actual Sekiryuutei. Tengo que obtener el poder para que podamos vivir sin problemas.
-Akeno...*Shuri sollozo al ver su decisión en sus ojos. Estaba feliz y triste al mismo tiempo al ver cuánto ha crecido ella sin que lo supieran hasta ahora... pensar que nunca volverá a ver esa inocencia en su cara... porque el mundo le puso tal carga en sus hombros*. Te apoyare aunque no me gusta la idea...*Le dijo abrazándola, soltando un par de lágrimas.
Akeno solo oculto su cara en el pecho de su madre conforme su cuerpo empieza a temblar, y...
-[No hay problema, niña. Es entendible que reacciones así tras lo que pasaste e hiciste. No pensare menos de ti por eso]*Le dijo Ddraig.
-Ya puedo soltarlo... ¿V-Verdad?*Dijo Akeno apenas en un susurro. Ya no podía resistirlo.
-Déjalo fluir...*Shuri entendió lo que sentía su hija y lo que le quiso decir a su compañero.
-[Hazlo...]*Le siguió Ddraig.
Y lo hizo... el cuerpo de Akeno comenzó a temblar sin control y lágrimas caían de sus ojos...
Incluso si fue por una buena causa y que Ddraig le haya enseñado que no es inmoral matar a alguien que le quiera hacer lo mismo... Al final, ella es solo una niña que nunca había dañado a alguien ni en defensa propia, con valores morales que nunca pensó jamás llegar a romper... En el fondo, sigue siendo esa niña inocente que no quiere aceptar la horrible realidad en la que nació, pero que ahora lo sabe y entiende, aunque aún le cueste aceptarlo... El mundo es cruel, pero hermoso a la vez... Vale la pena seguir creyendo en este.
Aunque... Algo terminaría llegando a la mente de Akeno... La de esa pesadilla donde ella nunca conoció a Ddraig y todo lo que pasó y aprendió...
Había sangre en el mismo cuarto donde estaban... Barakiel cubierto de sangre y los aprendices de Suou muertos...
-''¡Mama! ¡Nooooo! ¡Maaaaaaaaaaa!''*Akeno movía el cuerpo sin vida de su madre... No había nada que hacer...
-''Shuri...''...*Barakiel trato de tocar el cuerpo de su esposa, pero Akeno lo alejo con un manotazo...
-''¡No la toques!''*La cara de Akeno era de ira y odio*''¿¡Porque!? ¿¡Porque no te quedaste con nosotras!? ¡Siempre...Siempre te esperábamos y...! ¡Si hubieras estado aquí, mama no habría muerto!''
Barakiel no pudo decir nada...
-''¡Esas personas dijeron que papa tiene alas negras! ¡Que ellos son malos! ¡Que todos con alas negras son malos! ¡Que soy una niña mala porque tengo alas negras! ¡Si papa y yo no las tuviéramos, mama no habría muerto! ¡Lo odio! ¡Odio estas alas! ¡Te odio, los odio! ¡LOS ODIO A TODOS!''
El dolor la hizo decir todo eso.
Por alguna razón, Akeno sentía que pudo evitar el peor desenlace posible, pero igual siente que termino de perder algo de manera definitiva esta noche... Al igual que en otra vida... Su inocencia... No importaba el desenlace de esta tragedia, sino lo que esta marco en ella de ahora en adelante...
Barakiel no pudo evitar sonreír con tristeza al ver el estado de su hija... Feliz de que no haya ocurrido lo peor y triste de ver que su niña nunca podrá tener una vida normal como cualquier otra persona, aun si ellos están con ella.
-''Siempre... Siempre lo supe... Sabía que no era su culpa... Mi papa no tenía la culpa, pero... Si no pensaba que era su culpa... Me hubiera vuelto loca, por ello... Por ello soy débil, una cobarde... Estaba sola... Solo quería que la vida que teníamos los tres siga, pero... ¡Pero no fue así! ¡Vinieron ellos...! ¡Su odio a mi padre, sus creencias acabaron con todo...Mi mama murió...! ¡Aleje a mi padre y viví creando una máscara! ¡Nada de lo que dije sentir era verdad!
Más de ese ''sueño'' llego a su cabeza.
Akeno pasaría a ver a su padre y le extendería su mano, indicándole que venga con ellas, cosa que Barakiel acepto sin dudar, estando los tres en un amoroso abrazo familiar... Estando felices de seguir juntos, pero tristes de que su vida familiar no volverá a ser como antes.
-''Yo... Yo solo quería ver a mi papa más seguido... que me acariciara la cabeza más seguido... Jugar con él... Yo... Mama, Papa... ¡Quería que viviéramos los tres juntos siempre!''
-Y así será... ahora lo sé...*Susurro Akeno en un tono casi inaudible.
Toda una desgracia horrible a una familia que no tenía la culpa de simplemente amarse... Una que se pudo evitar... y a la vez... los hizo más fuertes.
Kyoto
En el gran templo principal en el territorio del Clan Himejima, en la habitación principal...
-Ya veo...*Un hombre de mediana edad con el pelo negro algo canoso estaba sentado en frente de una vela, meditando sin importar nada más*. Así que... El Welsh Dragón, eh.
Atrás de Himejima Suou, el líder del clan, estaban los aprendices sobrevivientes del ataque que mando. Estos estaban arrodillados y se notaban asustados por sus expresiones, pero a la vez enojados...
-E-Esa cosa... Mato a tres de nosotros, incluido a Ryuzaki-san... No tenía experiencia en combate, pero sabía lo que hacía... Se liberó de nuestra trampa de contención...
-El Boosted Gear era muy diferente a como se describía en las historias... ¡Ese pudo haber sido ese tan llamado Balance Breaker!
-¿¡Porque no hizo algo antes, Suou-sama!? ¡Ryuzaki-san y los demás ahora están muertos por culpa de su incompetenc...! ¿¡Ught!?*El aprendiz que tuvo las agallas de recriminarle de la manera que no debió, sintió como su cuello era cortado y sangre salía de este.
Los demás aprendices verían con miedo como su compañero o amigo caía muerto con su sangre manchando el suelo mientras notaban un talismán imbuido en aura incrustado en la pared como si fuera un cuchillo.
-No voy a tolerar que me echen la culpa de esto...*Suou paso a mirar al resto de aprendices sobre el hombro con una mirada neutral y carente de emoción*. Ahora largo, quiero meditar tranquilo. Y llévense a ese imbécil y manden a limpiar.
Dicho y hecho, el hombre volvería a su meditación mientras el resto de aprendices se retiraban del lugar con el cadáver de su compañero, ahora teniendo estos una visión diferente hacia su sensei.
Mientras, aun en su meditación, Suou no pudo evitar apretar el puño y endurecer su mirada, aun con los ojos cerrados, por la rabia de que todo es peor de lo que pensó jamás... Incluso si toma cartas en el asunto de inmediato, sabe que ellos ya se habrán ido para cuando llegue allí con refuerzos.
Ya era una cosa que su sobrina diera a luz a esa niña maldita... pero ahora... usuaria de uno de los dos seres que eran capaces de destruir al mundo con solo fuerza bruta, a los que los mismos Dioses temían...
-Se acercan tiempos oscuros.
-Eso es lo que tú crees...*A esa voz, a la habitación entraría la hermana gemela de Shuri y tía de Akeno*. Pensar que llegarías a esto... Aunque no me sorprende, se veía venir... Era solo cuestión de tiempo en que aprovecharas la más mínima oportunidad...*La mujer no se sentó, se mantuvo de pie en la puerta, como señal de que no hay respeto entre ellos*. Vaya deshonra que eres... Al menos no lograste tu cometido, eso es bueno.
-No me hables con ese tono o...
-¿O qué? ¿Me mataras?*La mujer sonreía sin miedo, importándole poco el ceño fruncido que su tío le daba*. Y pensar que hasta esto llegaste... Matar incluso a los tuyos porque no piensan lo mismo que tu... Lástima que ya no tienes el poder para hacerlo...*Ella pudo ver la ira en los ojos de su tío*. Es una lástima que tanto esfuerzo al final fue para nada, los que creen en tus ideas son cada vez menos. Eso demuestra que las ideas antiguas al final mueren con el tiempo y el cambio de generaciones.
-Los Demonios, Ángeles Caídos y similares son enemigos... ¡Esa es la verdad, ellos son monstruos!
-¡El único monstruo que veo aquí eres tú! ¡Tú que mandaste a matar a una niña inocente que solo de pecado tiene ser la hija de un Ángel Caído que Shuri ama con todo su corazón!*La mayor de las gemelas Himejimas emano un aura rojiza llameante*. Y tienes razón en una cosa, se acercan tiempos oscuros... Tiempos oscuros para ti y todos los que piensan como tu... Unos donde sus creencias mueren y una mejor era llega.
-¿¡Estas dispuesta a seguir creyendo en esos monstruos!?
-Monstruo es quien no tiene remordimientos tras hacer algo horrible... El único monstruo que veo actualmente... Eres tú...*La mujer se daría media vuelta*. Sé que aún lejos y tras arrebatarle la inocencia a Akeno, ellos seguirán siendo felices, de un modo u otro, pero lo serán... Y con eso, ellos son más Humanos que tú, que has perdido todo vestigio de bondad en tu ser...*Ella lo pasaría a ver de nuevo por un momento con indiferencia*. Disfruta tu puesto como líder mientras dure, ya que ya está pactado que Akemi será la nueva líder tras que el Suzaku la eligiera... Y eso no lo podrás evitar, solo el tiempo nos dará la razón.
La hermana de Shuri salió y cerró la puerta corrediza con fuerza mientras Suou la miraba con odio y rabia.
Mayu camino por el pasillo hasta encontrarse a su hija, Akemi, quien aún está algo confundida por todo esto, por lo que le acariciaría la cabeza.
-Todo saldrá bien...*Le dijo con una sonrisa.
Inframundo - Territorio de los Ángeles Caídos.
-Bienvenidos.
En las afueras de la organización Grigori, que era como un instituto de investigación... Azazel, el Gobernador de su raza; un hombre que aparenta 30 años de cabello negro con mechas rubias, y a su lado, Penemue, la Secretaria de Grigori; una mujer muy hermosa que aparentaba estar en sus veintitantos, de largo cabello purpura y ojos del mismo color, de una figura sexy y envidiable... Miraban a su compañero y hermano llegar al lugar junto con su familia.
-Azazel... Penemue...*Barakiel los saludo con una simple reverencia, así era su trato.
-Bueno... entonces...*Azazel pondría su vista tanto en Shuri y su hija, quien sujetaba la mano de su madre, ocultándose un poco detrás de ella*. Es un gusto finalmente conocerla en persona, Himejima Shuri... Yo soy Azazel.
-I-Igualmente...*Sinceramente, esta era la primera vez que Shuri ve al líder y hermano de su esposo, por lo que habían ciertos nervios a pesar de saber que no pasara nada malo, por lo que dio una leve reverencia respetuosa*. Gracias por recibirnos sin inconveniencias, Azazel-sama.
-Descuide, lo que sea por Barakiel. De todas formas...*Azazel daría una tos y se pondría firme con la mano cerradas en la espalda*. Me disculpo por que el trabajo que le di a Barakiel lo mantuvo lejos por demasiado tiempo de ustedes... Yo no...
-Descuide, Azazel-sama...*Shuri lo detendría, sonriendo de medio lado algo avergonzada*. Sé que tienen sus asuntos y yo no soy quien para decirle a Barakiel que no los apoye. Además, fui yo quien rechazo tercamente su solicitud de venir a vivir aquí antes... Yo solo...
-Quería una vida normal para su hija. Lo sabemos y entendemos...*Penemue tomaría la palabra, sonriendo de medio lado*. Lo que importa es que se evitó lo peor, aunque...
-Sí. Tuvo un precio...*Asintió Shuri algo lamentada.
Azazel pasaría a ver a Akeno y se concentraría para sentir su poder, lo cual lo hizo alzar una ceja intrigado y algo sorprendido... Esa gran aura y poder no es algo que tendría un infante a esa edad incluso siendo de otra raza... pero igual podía sentir esa aura de Dragón en ella...
-Hola pequeña...*Ella le prestaría atención*. Como sabes, soy Azazel, líder de nuestra raza. Y a la vez hermano de tu padre, al igual que Penemue aquí presente, por lo que... Somos tus tíos por el lado de tu padre.
Akeno lo vio con cierta intriga y asombro... Admite que es un sujeto raro, pero de buen corazón en el fondo... muy en el fondo... y la otra mujer, aunque daba ese aire de seriedad, se notaba amigable a su manera.
-Je. Muy joven y sin entrenamiento previo a pesar de su talento, pero logro dominar muy bien tu poder ¿No, Welsh Dragón?
-[Es alguien muy interesante...]*Ddraig hablaría alto y claro sin problemas para que todos lo oigan, mientras se mostraba una luz verde parpadeante en el dorso de la mano izquierda de Akeno*[Debo de admitir que en todos estos años sellado en este artefacto, nunca había visto a alguien como ella... La primera hibrido con un Sacred Gear, una Longinus de paso]
-Je. Para nosotros, eso no es tanta novedad, pero si casos muy raros...*Azazel sonreiría de medio lado*. Te puedo asegurar que no tenemos malas intenciones y la ayudaremos a ella a dominar sus poderes y los tuyos.
-[Gracias...Azazel...]*Ddraig colgaría tras decir eso.
-Vamos, a instalarnos...
Shuri y Akeno asentirían, para así seguir a Barakiel hacia el interior de la organización. Al menos aquí intentaran recuperar algo de la normalidad que habían perdido.
Azazel y Penemue los verían irse, esta vez poniéndose serios...
-Esto es demasiado para ser una coincidencia... Primero el Blanco y ahora el Rojo... Aquí...
-Lo sé...*Asintió Azazel*. El descendiente de Lucifer y la hija de Barakiel como los Dragones Celestiales actuales... Esto parece un capricho del mundo mismo.
-Pero al parecer serán muy diferentes a sus antecesores, a pesar de que son como enemigos naturales...*Dijo Penemue.
-El Blanco sufrió y perdió a la única persona que lo amaba... La Roja salvo a su familia, pero perdió su inocencia y vida plena para siempre... El mundo está jugando con ellos dos... ¿Qué es lo que le depara la vida a ambos?
Ni Penemue ni nadie respondió a la pregunta de Azazel. El futuro era incierto y ninguno creía que los dos Dragones Celestiales actuales llegarían a marcar algo grande en el mundo, aparte del posible hecho de que ambos no se trataran como enemigos que se mataran al apenas cruzar miradas.
El tiempo paso desde ese día y Akeno se volvió como una hija o similar para todos en el lugar... Además que cumpliendo lo dicho desde que se supo la verdad, Barakiel ayudaba mayormente a su hija en su entrenamiento, tanto el físico y mágico... Se notaba que el campo máximo y por excelencia de Akeno era el mágico, por lo que Barakiel le enseño mejores capacidades sobre el uso del rayo y la luz... De Shemhazai la chica aprendió todo lo referente al combate cuerpo a cuerpo; claro que tuvo uno que otro hueso roto... De Penemue aprendió magia de hielo y viento.
De su madre, Shuri, quien estaba dispuesta a apoyarla sabiendo que su hija nunca tendrá una batalla a muerte contra el portador del Vanishing Dragón, Akeno aprendió aún más de sus poderes como una Himejima como el control sobre las llamas y otras cosas complejas relacionadas a una Sacerdotisa.
De Ddraig, con quien Akeno se llevaba de maravilla y lo consideraba un amigo, tenía poco más que aprender, pero finalmente pudo conocer a los dos poseedores antiguos más fuertes del Boosted Gear, con quienes congenio de buena manera.
Akeno se propuso a si misma cambiar el destino maldito que los poseedores del Boosted Gear tenían y entreno más duro para proteger a quien lo necesite...
Con el tiempo, Akeno se hizo una maestra de la magia e incluso aprendió a crear ataques mágicos nuevos imbuidos con su poder de la luz... A los 12 años, dos años después de haberse mudado a Grigori, Akeno despertó el Balance Breaker en una batalla que tuvo contra varias criaturas sobrenaturales poderosas del Inframundo. Al final decidió probar la opción de ponerse en peligro para lograrlo, pero no estuvo sola.
Después de eso, Akeno se hizo más fuerte... podía hacerle frente a los miembros más fuertes de Grigori y a su padre.
El mismo Azazel pensaba que la chica con solo casi 18 años era poderosa y eso que todavía no alcanzaba su potencial total, al igual que su rival... A ambos aún les faltaba algo, una razón por la que pelear con más espíritu y dejar el pasado y miedos atrás respectivamente...
En una noche, en la Iglesia abandonada de Kuoh...
La Ángel Caído, Raynare, estaba en un altar frente a una cruz, mientras que su víctima en la cruz, Asia Argento, tenía sus ojos casi apagados mientras un orbe de luz verde salía de ella...
-Jijijiji. Al fin...*Raynare tomaría aquel orbe de luz verde y la llevo a su pecho. Entonces una brillante luz verde envolvió todo el lugar. Cuando esta se detuvo, Raynare estaba emanando un aura verde con detalles violetas de su cuerpo*¡Jajajajajaja! ¡Finalmente lo obtuve! ¡Con esto, finalmente seré reconocida y hare pagar a quienes me menospreciaron!
-Y-Yo... yo...*Asia intentaría hablar, pero no sabía ni que decir ante todo esto mientras sentía su consciencia desvanecerse lentamente.
-Oh, descuida, Asia-chan...*Raynare le acariciaría la mejilla*. Deberías de estar agradecida, te he hecho un favor. Podrás encontrarte con tu Señor en el otro lado.
-El... Señor...*Dijo Asia débilmente.
En eso, la puerta del lugar seria destruida y hay entraría un joven de cabello verde oscuro corto junto con una docena de mujeres encapuchadas.
-Saludos, Ángel Caído, Raynare... Yo soy Diodora Astaroth...*Se presentó este con una leve reverencia.
-¿¡Que!? ¿¡Un Demonio de clase alta aquí!?*Raynare se sorprendería, pero igual sonreiría con arrogancia*. Je. Aun si estas con todas tus piezas, no perderé. Además, te felicito por atravesar el perímetro y a los Sacerdotes de arriba.
-Oh, eso me recuerda...*Diodora dejaría caer unas plumas negras enfrente suyo*. Esos tres compañeros tuyos no fueron nada contra mis siervas, yo solo ayude en la defensa. Y en cuanto a los Sacerdotes, solo uno escapo.
-Tsk...*Raynare chasquearía la lengua*. Inútiles...*Pero después sonreiría, aun confiada*. Aun así, sirvieron bien. Debieron de haberlos agotado lo suficiente. Y de todas formas, no puedes asesinarme, sucio Demonio. Ufufufufufufu. Matar a un Demonio de clase alta elevara aún más mi status.
-¿Tú crees?*Diodora sonreiría siniestramente*. Comprobémoslo...*Al decir eso, daría un chasquido.
Entonces, sus dos Knights se moverían a gran velocidad y atacarían a la Caído con sus espadas, pero Raynare las esquivaría por muy poco alzando vuelo y aterrizaría fuera del altar.
-Tsk...*Raynare chasquearía la lengua, pero después sonreiría con burla*. Je. Típico de los Demonios de clase alta, mandar a sus lacayos a hacer su trabajo sucio. Vaya que eres un niño mimado. Para mí que tu título es solo por herencia y no por un gran poder.
-Ja. Tal vez tú lo veas así, pero si no fuera porque tienes el poder de mi Asia-chan, podría destruirte fácilmente en un instante. Por lo que...*Diodora abriría levemente sus ojos, que siempre están cerrados*. Simplemente reconozco la situación y hago lo necesario para ponerla a mi favor...*Este daría otro chasquido.
-Promotion Queen...*Dijeron ocho de sus siervas al unísono, y sus auras se incrementaron aún más.
-¿Qué te parece luchar con ocho Queens?*Diodora sonreiría divertidamente.
Dicho eso, las ocho Pawns y las dos Knights atacarían a la Ángel Caído. Raynare intentaría defenderse con lanzas de luz, pero las siervas Astaroth harían varias maniobras y fintas que confundirían y desconcentrarían a Raynare, causando que esta recibiera múltiples golpes y cortes letales.
Sin embargo, ella se curaría con el Twilight Healing, pero aun así la situación no cambiaba para ella, cada vez sentía más cansancio por lo largo de la pelea y la gravedad de sus heridas, donde su curación se hacía cada vez más lenta con el paso de los minutos... La cosa empeoraría cuando las dos Rooks Astaroth también se unieron, golpeando letalmente a Raynare, rompiéndole algunos huesos.
Así... minutos después... Se puede ver a una Raynare tirada en el suelo agonizando por sus heridas, teniendo múltiples cortes profundos con sangre y huesos rotos. Ya no le quedaba más poder mágico. Mientras que las siervas Astaroth la rodeaban, donde algunas tenían sus ropas algo rasgadas, pero para nada cansadas.
Entonces, Diodora se acercaría a la Caído hasta estar enfrente de ella...
-Ufufufufu. Es una pena, tanto trabajo para nada...*Ella lo vería con rabia a pesar de estar en las ultimas*¿Sabes? Yo soy responsable de que expulsaran a Asia-chan de la Iglesia en Italia...*La Caído se sorprendería ante lo escuchado*. Sí. Suerte que pude eludir su seguridad, aunque la herida que me hice yo mismo valió la pena. Iba a buscar a Asia-chan después de que la echaran, pero tú te me adelantaste. Pude haberte matado en ese entonces, pero decidí aprovecharme de que tú la matarías para hacer más fácil el tenerla a mi lado ¿Por qué? Simple...
Diodora sonreiría como un depravado mientras se lame los labios...
-Mi pasatiempo favorito es violar a las Monjas de la Iglesia, para después hacerlas caer y que sean mis esclavas sexuales una vez se hayan roto y perdido toda fe en Dios...*Este sonreiría ante la expresión de la Caído*. En parte es gracias a mí que ejecutaras este plan ¿No es increíble como las casualidades se alinean para uno lograr lo que quiere? Valió la pena la espera...*Este la vería con los ojos entrecerrados*¿Sabes? Creo que tienes suerte. Aunque la idea de violar a una cuervo seductora como tu es tentadora...*La mirada de pánico de ella lo lleno de éxtasis*. Jeje. Esto es complaciente.
-¡Antes muerta que dejar que me toques!*Exclamo Raynare.
-¿Sabes qué? Ya perdí el interés...*Diodora alzaría su mano y crearía un círculo mágico debajo de la Caído*. Laméntate en el más allá por no haber sido más que una pieza en mi plan.
Dicho eso, chasquearía los dedos y un gran pilar de fuego envolvería a Raynare, volviéndola polvo al poco tiempo. No quedaba nada más que el Twilight Healing flotando en el aire.
Diodora lo agarraría en su mano y se acercaría a la ya fallecida Asia, quien fue bajada de la cruz por la Queen Astaroth y puesta en el suelo. Diodora le pondría su Sacred Gear de nuevo en su cuerpo, para después sacar una pieza de Bishop de su bolsillo...
-Je. Qué bueno que reserve una pieza para ti...*Diodora pondría la pieza en el pecho de ella*. Ahora me perteneces, Asia-chan.
Con eso, haría el ritual y la rubia reviviría como una Demonio. Diodora se presentaría y le demostraría que él es el Demonio que ella salvo antes, y que vino a ayudarla cuando se enteró de su situación, además de disculparse por no llegar antes... Pero Asia lo perdonaría y aceptaría ir con él.
Por lo que con ello, Diodora y sus siervas volverían al Inframundo.
Un tiempo después
Hyoudou Issei, un joven de 17 años de cabello castaño, estaba llegando a su casa tras pasar la tarde con su par de amigos.
-Ya llegue...*El castaño anunciaría su llegada tras entrar a su hogar.
-Ah, Issei ¿Ya estás aquí? ¡Ven, estamos en la sala!*Escucho la voz de su madre en la sala de estar.
Aun curioso, Issei camino hasta llegar a la esquina que separaba el pasillo de la sala, entrando así a la misma... Donde el joven notaria que su madre estaba sentada en un sofá de la sala mientras tenía en frente de ella algunas galletas que hizo que sobraron y comía con tranquilidad, pero lo que más lo sorprendió fue ver a dos personas encapuchadas con batas blancas sentadas frente a ella. Además que al lado de una de estas personas había un enorme objeto con forma de cruz completamente cubierto por vendas.
-Oh por dios ¿Ya anocheció?*La mujer, Hyoudou Miki, se sorprendió al ver la hora que era, pero sonrió*. Como pasa el tiempo cuando charlas.
-Ahm, Okaa-san ¿Todo está bien?*Pregunto Issei, mirando al par de visitantes.
-Oh bueno, regresaba del trabajo cuando encontré a este par parados frente a la casa y me lleve una sorpresa al ver de quien se trataba...*Dijo Miki señalando a una de las personas encapuchadas, la que estaba en el extremo del sofá frente a mama.
-Me alegra poder verte de nuevo...*La persona que la mujer señalo comenzó a quitarse la capucha*. Issei-kun...*Mostrando a una chica que aparentaba la edad de él, de cabello castaño claro atado en dos grande y largas coletas, ojos violetas y usaba una cruz plateada en su cuello*¿Me recuerdas? Soy Shidou Irina. Han pasado años desde que viste a tu antigua amiga de la infancia.
-¿Q-Que...?*Esta revelación para Issei fue la bomba, pero le costaba creerlo y era imposible, ya que... Si recuerda bien, su único amigo de la infancia era un chico, ya que siempre hacían estupideces y se metían en problemas... pero por más que lo pensaba y le daba vueltas al asunto, no podía llegar a una conclusión. Solo le quedaba arriesgarse y preguntar francamente*. Ahm ¿Eres pariente de Shidou? ¿O realmente eres tú y te hiciste una operación o algo?
Ante su pregunta, hubo varias reacciones... La otra encapuchada que parecía tener cabello azul hacia un intento inútil de controlar su risa mientras que la madre Hyoudou se tapaba la mitad de la cara con una mano y le daba una mirada de reproche y desaprobación por lo que dijo.
-Hay Issei... eres muy agudo e inteligente en muchos temas, pero si se tratan de relaciones interpersonales, lectura de sentimiento y emociones, tienes una gran carencia en ese aspecto.
-¿¡Y eso que significa!?*Pregunto Issei ofendido, aunque sabe que en lo relacionado a relaciones sociales o de compañerismo es un asco, con o sin su fama de la Academia de por medio.
-¡Que cruel eres, Issei!*El mencionado paso a ver a Irina, quien tenía una expresión llena de tristeza y vergüenza*. Sé que en ese entonces yo me comportaba como una marimacho y era muy poco femenina, pero siempre he sido chica, solo que nunca te diste cuenta...*Dijo con algunas lágrimas.
-No puede ser...*Susurro Issei, aun no creyéndolo, pero era verdad ahora que lo pensaba mejor ¿Realmente era tan ciego y poco observador en ese entonces? Ahora se sentía culpable de haberla tratado como un chico en muchos aspectos*. Lo siento. Realmente lo siento en muchos sentidos. Lo siento por hacerte una pregunta demasiado insensible. También lo siento por tratarte como un chico en ese entonces, cuando debí haberte tratado con más consideración...*Le dijo sinceramente.
-Disculpas aceptadas. Aunque, de hecho, esto también es en parte mi culpa por no haber aclarado ese malentendido en ese entonces. Pensé que si sabias que yo era una chica, no querrías jugar conmigo. Lo siento por nunca haber aclarado el malentendido...*Dijo Irina.
-No tienes que disculparte en realidad. Todo fue mi culpa por ser tan ciego.
-Insisto, esta confusión no se hubiera dado si lo hubiera aclarado bien en ese momento.
-Veo que no has cambiado...*Issei suspiraría*. Bien, entonces disculpas aceptadas ¿Ahora quedamos a mano?
-Claro...*Dijo Irina sonriendo.
Habiendo llegado a una especie de acuerdo, ambos se dieron la mano como una señal de finalizar esa discusión.
-Oh, es cierto...*Irina señalaría a su acompañante*. Ella es mi compañera de la Iglesia, su nombre es Xenovia Quarta. Lamento que no sea muy afectiva, es alguien bastante reservada.
Con eso, la otra chica se quitaría la capucha, dando a conocer a una joven con una mirada seria y hasta sombría, de cabello azul oscuro corto con un mechón de su frente de color verde.
-Es un gusto...*Dijo ella en japonés con simpleza, por su asentó notaron que se trataba de alguien europea, pero se comunicó de esa manera para que pudieran entenderla, cosa que tanto madre e hijo captaron más o menos.
-¿Compañera de la Iglesia?*Pregunto Issei.
-Sí, somos enviadas como sirvientes de Dios a distintas partes del mundo para ayudar en las Iglesias o en lugares con falta de necesidades básicas. Es una especie de servicio que hacemos como trabajos especiales...*Dijo Irina con una sonrisa.
-Vaya, veo que te has enfocado mucho en la fe en los últimos años. Tus padres siempre quisieron que seas alguien importante dentro de la Iglesia. Estoy segura que están muy orgullosos...*Dijo Miki.
-Sí, espero que lo estén... Papa ha estado atendiendo asuntos en el mismo Vaticano los últimos años. Espero algún día estar a su nivel...*Dijo Irina con una falsa sonrisa que ambos Hyoudous no notaron.
-Entonces ¿Cuáles son sus asuntos aquí? Creo que la Iglesia de la ciudad lleva abandonada unos cuantos años...*Pregunto Miki con curiosidad.
-Bueno...*Irina se mostraría algo incomoda*. Tenemos que reunirnos con alguien para tratar un problema reciente de la Iglesia.
-Irina...*Xenovia le llamo la atención y ambas intercambiaron miradas entre ellas por unos segundos para que luego ella se pusiera de pie.
-Oh, es cierto. Lo siento, Issei-kun, Miki-Ba-san, pero tenemos que irnos ahora para llegar temprano al lugar donde vamos a quedarnos...*Dijo Irina mientras se inclinaba frente a ellos.
-Las acompañare a la salida...*Dijo Issei mientras caminaba hasta la puerta.
Xenovia tomaría el objeto completamente vendado y se lo colgó en la espalda.
-Lamento tener que marcharme en cuanto llegas, Ise-kun...*Dijo Irina mientras caminaba detrás de él y este abría la pequeña reja que daba a la calle.
-No tienes por qué preocuparte. Podemos vernos algún otro día mientras estés aquí...*Dijo Issei con una media sonrisa mientras ellas dos cruzaban la reja hacia la calle.
-Si... algún día...*Dijo Irina sonriendo para luego bajar la cabeza.
-Bueno, si necesitas algo puedes venir a buscarme...*Issei le hizo una seña de saludo con la mano, para después darse vuelta.
Irina lo vería entrar a su casa para después cerrar los ojos y ligeras lágrimas se escapaban en contra de su voluntad de sus ojos.
-Hey...*Xenovia le puso una mano en su hombro y ella la paso a ver*. Tiene una vida plena. A pesar de lo que sientes, no merece esto.
-Lo sé...*Acepto Irina con amargura soltando un leve sollozo*. Vámonos.
Xenovia asintió y ambas se irían del lugar, perdiéndose a la lejanía.
Un Universo en donde no nació un Héroe, pero en cambio... recibieron algo más... Aunque esto llevo a muchos resultados, tanto buenos como malos... ¿Cómo proseguirá esto?
