Arboles volaban y eran incinerados. Las rocas se derrumbaban y algunas se derretían, pareciendo lava incandescente.

Viendo el centro de todo, la figura de una joven mujer y un gran Dragón peleando se dejaba ver.

-¡Hiryuuka!*Akeno lanzaría un enorme dragón hecho de fuego en contra de su oponente.

Tannin por su parte abriría sus fauces y lanzaría una llamarada para contrarrestar aquel ataque.

-¡Tus ataques son muy buenos, pero aun necesitas más!*Le dijo el antiguo Rey Dragón ahora lanzando él un ataque.

Akeno crearía una barrera para cubrirse, para después volver a atacar, usando con una ventisca helada, pero Tannin contraatacaría con otra gran llamarada.

Recapitulando un poco… como se dijo antes, ambos fueron a entrenar al territorio del Blaze Meteor Dragón y ahora estaban entrenando en la zona que pertenecía al mismo Tannin. Además que por órdenes del mismo Dragón, todo uso del Boosted Gear está prohibido hasta que se acabe el entrenamiento.

Ahora, para ser una batalla de entrenamiento, los dos se estaban dando un buen reparto de golpes. Akeno lanzaría un potente relámpago rojo, pero este igualmente seria contrarrestado por el aliento de fuego de Tannin. Ahora ella podía ver que la fama de dicho aliento de fuego no era para nada exagerada, ya que podía asegurar que ese no era todo su poder y que se estaba conteniendo demasiado. Bueno, ella tampoco dado todo de sí misma aun.

Así estuvieron todo lo que quedaba de la tarde.

-Has durado más de lo que esperaba niña…*Le dijo Tannin, quien se veía emocionado por la pelea.

-Bueno, gracias…*Akeno se veía un poco desgastada.

Con el tiempo, a la Himejima le dio hambre, pero el antiguo Rey Dragón no la dejaba en paz. Durante su pelea, llegaron a lo que parecía un rio, por lo que Akeno aprovecho y atrapo algo. Tannin se sorprendió por la capacidad de razonamiento de la chica a pesar de estar luchando contra él.

-Así que puedes atrapar comida aun cuando estas peleando conmigo, eh… ¡Eso quiere decir que podemos aumentar el ritmo!*Le dijo el Blaze Meteor Dragón.

Akeno suspiro, aunque no podía negar que su esencia de dragón estaba comenzando a reaccionar por la batalla.

La batalla continuó por toda la noche y parte de la madrugada, donde ambos se veían exhaustos. Pero aun así ninguno de los dos bajaba el ritmo. Sus ataques destruían el terreno y dejaba un camino hecho completamente de materiales incandescentes.


-Predecible…*Bikou bloquearía un golpe de la pelirroja y tomaría el brazo de esta para mandarla a un lado*. Pero al menos ya sabes cómo lanzar golpes de manera decente.

-Gracias, supongo…*Rias esta vez lanzo una patada que fue esquivada por el Youkai sin problemas con pura acrobacia, para después tomarla de la pierna y hacer un movimiento que saco a Rias de equilibrio y que caiga al suelo con cierta fuerza*. Ught… mierda…

-También tienes que aprender a contraatacar rojita…*Le dijo Bikou con una sonrisa divertida.

Cerca de allí, Kuroka y Le Fay veían todo mientras la maga media el tiempo, hasta que el reloj de esta sonó…

-Muy bien-nya, descanso…*La Nekoshou hablo al ver que se había cumplido el tiempo de práctica de ahora*. Ahora a seguir con el entrenamiento mágico y espiritual, Gremory-nya.

Rias soltó un quejido, con todo el entrenamiento físico y sumado al intelectual, estaba al borde del colapso… Aun así, no se iba a rendir…

En otra parte del lugar donde se quedaban…

Vali estaba mejorando sus habilidades de esgrima bajo la supervisión de Arthur… si bien puede seguirle el ritmo a su compañero en cuanto a su velocidad, en habilidad apenas era superior al promedio.

El Hakuryuukou no estaba conforme con su poder actual y sabe que Akeno también debe de estar entrenando arduamente, por lo que no piensa quedarse atrás.


En los bosques del castillo Gremory…

Kiba estaba balanceando su Holy-Demonic Sword en lo que parecía ser la orilla de un rio.

Lejos de él se apreciaba la figura de un hombre vestido con un kimono y un haori como los del Shinsengumi.

-Te veo muy motivado, Kiba-kun…*Le dijo su maestro.

-Así es…*Asintió Kiba, suspirando*. Sé que Rias-Buchou también debe de estar esforzándose y por eso no pienso fallarle en haberme dado la responsabilidad con Gasper y Koneko.

-Eso se nota. Tu centro de gravedad está casi perfecto, la fuerza de tu balance de espada es más fuerte y precisa también. De hecho, si sigues así, pulirás muy bien los puntos débiles que tienes…

Kiba sonrió ante lo dicho por su maestro…

-Sí. Ahora solo debo mantener más tiempo mi Balance Breaker. Así que no puedo descansar ahora.

El hombre sonrió para sí mismo mientras veía hacia el cielo. Aunque Rias no lo sepa o no lo haya creído, había logrado sacar toda la sed de venganza de Kiba, y eso era algo que el hombre quería agradecerle si la volvía a ver. Por ahora, rezara en que este bien donde está ahora.


En su casa…

Sona observaba hacia el jardín, donde podía ver a Tomoe entrenando sus habilidades con Chris, el Knight de su padre. Se notaba que era muy superior a la chica y que era uno de los mejores Knights del Inframundo, aunque no estaba al nivel del Knight de Sirzechs que es maestro de Kiba Yuuto, pero igual Chris tenia lo suyo y demostraba que era una fuerza a tener en cuenta.

Ella también ha estado entrenando, su magia en este caso. Tenía su ropa deportiva ya algo desgastada y estaba sudando, solo para después sonreír determinada mientras veía al cielo…

-Rias… no me quedare atrás…*Con su motivación renovada, ella crearía un círculo mágico mientras se concentraba*¡Ice Ball!

Con eso, lanzaría pequeñas esferas de hielo hacia los objetivos que tenía preparados y lograría impactarles.

Sona sonrió ante eso, ya ha dominado lo básico, solo debe seguir así para llegar a algo más complejo… Sabe que esto sería más fácil si le pidiera ayuda a su hermana, pero por ahora quiere que ella se enfoque únicamente en su trabajo, ya le pedirá ayuda en otra ocasión.

Tras lo anterior, crearía un nuevo círculo mágico mientras una enorme energía invadía el lugar.


Momo y Reya por su lado estaban leyendo libros de magia y distribución de esta, que Lady Sitri les había conseguido, para no gastar tanta en un solo hechizo. Dejaron a un lado los libros que leían para ir por el siguiente… la montaña de libros seguía creciendo.

Gasper, el Bishop de Rias Gremory, por su lado, usaba todo su valor para caminar entre la multitud que había en la ciudad...no lo parece, pero esto es una tortura para un Hikikomori.

Ruruko realizaba un entrenamiento de rutina con Yura, quien ayudaba a la más joven del grupo a mejorar sus habilidades de combate mano a mano. Además que aprendiera a hacer combos con la Promoción de su pieza de Pawn.

Tsubaki entrenaba sus habilidades con la Knight de Lady Sitri, además de tratar de aplicar algo nuevo y mejorar el uso de su Sacred Gear tal y como se lo había indicado Azazel.

Hikaru entrenaba con su padre, Barakiel, para mejorar sus capacidades y poder. Aun siendo una niña, tenía un gran potencial y sería un peligro hasta para un Demonio de clase alta.

El entrenamiento debía seguir…


En Grigori…

Azazel ayudaba en la adaptación de Saji a los otros Sacred Gears de Vritra mientras lo entrenaba, sin duda la clave para despertar el alma de Vitra era la sangre de otro dragón y tanto la de Vali como la de Akeno eran perfectas, tenía varias muestras de ellos dado que las uso para crear su Sacred Gear artificial con el alma de Fafnir...aunque claro, aún necesita ajustes.

ROOOOAARR

-Volvió a perder el control... oh bueno…*Azazel presionó un botón para darle al joven que estaba envuelto en unas llamas negras una fuerte descarga eléctrica que lo dejó en el suelo inconsciente*. Al menos esta vez duró más tiempo sin perder el control.

En su mente, Saji solo tenía un objetivo, ser más fuerte para ayudar a Sona a realizar sus sueños y demostrar lo que vale...

-No… me… rendiré…*El joven estaba decidido a todo y hasta admite que esta algo motivado por los dos Dragones Celestiales actuales, que aun siendo los más fuertes de toda la historia, no estaban conformes con su poder actual*. Estaré a la altura…

-Entonces arriba mi otra mitad...aún no hemos acabado…*De la sombra del joven, una figura reptiliana se formó...Vritra, el Rey Dragón Maligno, había regresado.

Además, el algún momento en esos días de entrenamiento, las demás chicas Sitri trataban de entender los Sacred Gears artificiales que Azazel les dio, más para experimentar que otra cosa dado que eran objetos aun en desarrollo. Dado el poco tiempo que había, no hubo más Sacred Gears artificiales listos para probar por el momento.


Volviendo al territorio de los Dragones…

Akeno seguía luchando contra Tannin y por ahora solo estaba concentrada en sobrevivir.

-¡Raikouryuu!*Ella lanzaría un gigantesco dragón eléctrico contra el Blaze Meteor Dragón.

Tannin abrió su enorme hocico y lanzo también una enorme llamarada, ambos ataques chocaron y comenzaron a luchar para imponerse al otro…

Al final, los dos se anularon.

Habían pasado 5 días desde que el entrenamiento inicio, Akeno aun siguiendo el ritmo ha sufrido lo que se llamaría una tutoría infernal. Tannin era todo menos suave en sus entrenamientos, estos eran variados debido a que la tierra de los dragones que Tannin posee es tan grande y amplia que climas y terrenos varían.

Hace menos de un día estaba en una zona volcánica para entrenar su cuerpo contra el calor y mejorar de paso su resistencia y hoy estaba en la zona más fría en la que antes había estado. Había pasado desde escalar una montaña helada, meditar en medio del frío extremo, correr en la nieve y ahora estaba teniendo su sesión de entrenamiento con el antiguo Rey Dragón.

-Esta mujer… en verdad es tan fuerte como dijeron…*Tannin sonreiría*. Creo que tendré que elevar un poco más el nivel.

La batalla continuo por mucho tiempo más, durante cuatro días con sus cuatro noches…

Tannin estaba impresionado y fascinado a la vez, nunca creyó que esa mocosa duraría tanto tiempo en su contra sin inmutarse, aunque para ese tiempo ambos estaban fatigados.

A Akeno incluso se le veía el cansancio de no dormir por tanto tiempo, ya que a veces tomaba siestas cuando lograba escapar un tiempo de Tannin, pero incluso durmiendo tenía que tener la guardia en alto.

Los primeros diez días de entrenamiento ya casi estaban listos y aún tenían otros diez para entrenar, unos que no iban a desaprovechar.


-Bien, aquí estoy…*Akeno abrió los ojos para encontrarse ahora en lo que sería el salón principal de un castillo.

Actualmente ella se encontraba en el interior del Boosted Gear, para desconocimiento de muchos, las Longinus guardaban más secretos de los que se creen que hay. Uno de ellos sería que en el interior del Boosted Gear y el Divine Dividing yacen fragmentos de las almas de los poseedores pasados del Sacred Gear... Sí, así era... Cada usuario de ambas Longinus al morir un fragmento de su alma se veía sellado en este, según Ddraig este era un mecanismo instalado por el Dios Bíblico para que cada poseedor nunca obtenga el descanso eterno.

La razón de esto se puede encontrar en lo que es el libro religioso más leído del mundo... La Biblia. En el primer libro o textos de la Biblia, conocido por todos como el Génesis se menciona a los primeros humanos que fueron "creados" por Dios... también se hace mención del campo del Edén, el fruto del conocimiento... Todo eso era real, según Ddraig el campo del Edén está actualmente en el Cielo mientras que los frutos de la vida y el conocimiento dejaron de engendrarse tras la muerte del Dios Bíblico, pero se dice que con solo morder el fruto del conocimiento uno ganara tal conocimiento que podría descubrir como destruir a los Dioses y por ello, al ser el humano una raza nueva el Dios Bíblico guardaba ese fruto con recelo...Tristemente, cierto ser no quería eso... en la Biblia se dice que fue el ser conocido como Satán el que tentó a Eva para que coma dicho fruto y ella convenció a Adán... la verdad era que no fue Satán, fue un hibrido de dragón y ángel caído el que hizo el trabajo, su nombre era Samael. Por sus convincentes palabras ambos humanos cometieron el pecado original y el resto... ya se sabe.

El Dios Bíblico desde ese día odio a los dragones a pesar que Samael solo era un hibrido, no solo lo selló en el Cocytus hasta la fecha sino que lo maldijo con un veneno mata dragones, el más poderoso que existe... la razón del odio de Dios a los dragones es considerada esta, si esta es la verdadera razón nadie lo sabe... Pero el odio hacia la especie más poderosa no se detuvo ahí, cuando los Dragones Celestiales fueron convertidos en Sacred Gears el mismo Dios maldijo a ambos objetos no solo impidiendo a los Dragones poder usar todo su poder y habilidades originales, también lo hizo con los que serían sus poseedores... al tener su alma sellada en el objeto, sus conciencias eran suprimidas y se volvían seres sin expresión o emociones... solo hablaban cuando ocurría cierto evento. Con los años la maldición se hizo más fuerte con cada muerte de cada usuario de ambos Dragones Celestiales y la maldición parecía no terminar... hasta ahora.

-¿Hola? ¿Dónde están todos?*Akeno se adentró más al salón y los vio*. Aja...

En medio de la sala había una enorme mesa, alrededor de esta varias personas entre hombres y mujeres de distintas edades estaban conversando sobre algo...

En eso, una de las mujeres del grupo volteo…

-¡Akeno!*La mujer en cuestión era rubia, de figura esbelta, muy hermosa que no pasaba de los 20. Ella era Elsha, la antigua mujer Sekiryuutei más fuerte y ahora el tercer Sekiryuutei más poderoso de todos. Poco se sabe de su vida, pero se conoce que lucho contra varios seres de diferentes mitologías. La mujer abrazo a la hibrido caído y ella devolvió el gesto*. Es bueno verte.

-Igual Elsha-san...es bueno verlos a todos ustedes senpais.

-Eres algo mala niña… ya no nos visitas como antes…*El hombre que se acerco era pelinegro, alto y musculoso. Su nombre era Leonidas, descendiente del famoso guerrero espartano con el mismo nombre. Estuvo del lado de los Dioses Griegos en su momento y todo lo que aprendió de ellos en su momento lo ayudaron a derrotar al Hakuryuukou de ese entonces, pero igual cayo presa de la maldición del poder prohibido del Sacred Gear… Es el segundo usuario masculino más fuerte.

-Vamos Leonidas, sabes que la mocosa a diferencia nuestra tiene muchas responsabilidades…*El hombre que apareció al lado de él era el usuario masculino más fuerte del Boosted Gear, Belzard; un hombre alto de cabello azul algo largo. En su vida logro vencer a dos usuarios del Hakuryuukou… junto a Elsha fue el único que no cayo presa de la maldición en el Boosted Gear*. Pero es verdad Akeno, ya te has olvidado de nosotros...

-Lo lamento, he tenido cosas que hacer…*Akeno se disculpó con sus senpais, estos eran varios... mencionarlos a todos sería imposible, van desde Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma... cada Sekiryuutei dejo su marca en la historia a su modo al igual que los Hakuryuukou... los Dragones Celestiales contra toda creencia influyeron más de lo que las mitologías y religiones esperaron.

-Pero has venido aquí por una razón específica ¿Verdad?*La mujer que hablo era pelinegra y de una figura esbelta. Su nombre era Ellen, la Sekiryuutei que fue la última antes de Akeno… lucho en la 2da Guerra Mundial a pesar de ser una mujer y el Hakuryuukou de entonces pertenecía al lado Nazi por lo que la lucha se hizo más... personal... se sabe que ambos murieron al mismo tiempo... se rumorea que la explosión de las bombas atómicas en Japón fue en verdad el choque de sus poderes... un rumor... tal vez*. Quieres consultar sobre eso ¿No?

Akeno y todos los predecesores de ella voltearían a ver a otro lado del lugar… En una especie de pedestal, había una esfera hecha de una energía morada con negro oscura.

-Ningún cambio, Akeno…*Elsha miro a la joven, quien solo suspiro*. Parece que aun tomara más que solo habernos liberado de la maldición y hacerte más fuerte para reemplazar la Juggernaut Drive.

-Lo mejor que deducimos con ayuda de Ddraig es que en la maldición esta la data de la Juggernaut Drive…*Belzard se cruzaría de brazos*. Tal vez la clave no sea eliminarla, sino purificarla y asimilarla, así obtendrás el nuevo poder.

-Entiendo…*Akeno se encogería de hombros*. Gracias por informármelo y tomarse las molestias.

-Descuida, es lo menos que podemos hacer por ti…*Todos asintieron ante lo dicho por Ellen.

Así pues, Akeno paso un poco de tiempo con ellos hasta que creyó que era tiempo de volver a su entrenamiento. Así que se despidió de sus Sempais, quienes le pidieron que los visitara más seguido. Justo después de eso, el mundo blanco donde se encontraba poco a poco iba perdiendo su forma hasta que llego un punto donde comenzaba a escuchar los ruidos de alrededor.

Akeno abrió los ojos, su descanso de una hora ya se había acabado, era de noche, pero el entrenamiento no había terminado aún.

-¿Dormiste bien?*Tannin estaba sentado en una roca comiendo una enorme fruta*. Ten, come algo…*El dragón le lanzó una fruta más pequeña a la chica, quien la atrapo y la miró curiosa para darle una mordida... tras ella, la mitad caído abrió los ojos con sorpresa y satisfacción*. Deliciosa ¿Verdad?

-Si… es la mejor fruta que he comido ¿Cómo se llama?

-Manzanas de Dragón…*Tannin dio otra mordida a su fruta*. Esta es una de las razones por la que me volví demonio…*Tannin notó que Akeno le veía con curiosidad*. Como sabes niña, los dragones somos una raza antigua y poderosa, el mundo humano estaba plagado de nosotros. Obviamente teníamos nuestras diferencias con otras razas y también entre nosotros y si bien somos entes que representamos poder puro, muchos dragones necesitan de esta fruta para poder sobrevivir y lamentablemente en el mundo humano, esta extinta.

-Ya veo… es una lástima…*Biológicamente, Akeno no era una dragón, solo tenía el aura, esencia y debilidades de uno debido a su Sacred Gear, y aun así, su cuerpo aceptaba esta fruta como algo normal, si bien no era necesaria, podía sentir los nutrientes que tenía*¿Te hiciste Demonio solo por esto?

-No... Tras la gran guerra todo era calma, el aburrimiento de no poder tener una buena pelea era enorme...tú debes de saberlo…*La Himejima no dijo nada, si bien ella busca una paz... una parte de ella desea siempre una buena pelea o la vida sería muy aburrida*. Por eso, cuando me dieron la oportunidad de ser Demonio, acepte dado que los Rating Games son reemplazos perfectos para las batallas de antaño... aunque haya demonios patéticos eso sí…*Ella rio un poco al escuchar eso de Tannin*. Cuando me volví un demonio de clase Suprema, obtuve el derecho de tener mi propio territorio... en el Inframundo solo hay una parte que permite crecer estas frutas y yo la tome, con el deseo de aumentar el número de estas frutas para que los dragones que necesitan de ellas no mueran.

-Wow... se nota que... bueno, eres un ser digno del título de Rey Dragón…*Tannin miró a Akeno con una ligera sorpresa*. Eres un Dragón, ese instinto de lucha esta, pero se ve que te preocupas por los tuyos... Es algo digno de admirar.

-[Lo admito Tannin, mi respeto hacia ti ha aumentado]*Le dijo Ddraig.

-Jajajajaja, que el Sekiryuutei me digas eso... sin duda los tiempos cambian. Pero es mejor así, ahora mismo estoy en un pequeño retiro de los Rating Game, deseo entrenar a la nueva generación de dragones, mis hijos incluidos. Deseo de corazón que la nueva generación supere a la anterior... ese es el ciclo de la vida…*Ella asintió a esas palabras de Tannin*. Aunque no me aburro... Los cuatro Maous son buenos rivales y tú también, Himejima Akeno.

-Gracias…*Ella sonrió a esas palabras.

-Vamos…*Tannin se levantó tras decir eso*. Iremos a la zona del lago que está cerca de aquí para continuar nuestro entrenamiento.

Akeno asintió y subió a la espalda de Tannin. El entrenamiento debía de seguir.


Sona estaba en la comodidad de su casa... estaba ideando varios planes en su cabeza para lo que sería el encuentro con Diodora. Sabía que en cuestión de cantidad, él tiene clara ventaja, pero ella lo superaba en cuanto a inteligencia, además que tenía experiencia en combate real y si todo sale bien al final del entrenamiento, sus amigos serán más fuertes que siervos promedios. Por lo que ya tenía modos de contrarrestar eso. Se quitó los lentes para luego mirar la luna que se veía desde la comodidad de su habitación.

-Espero que de verdad estés bien donde estas, Rias…*Ella pondría una media sonrisa*. Estoy segura de que lo sabes o intuyes, pero… Kiba-kun y Gasper-kun se están esforzando por ti, aunque… Koneko-san sigue mal… Solo tú puedes subirle el ánimo.

-Eso es cierto…*La heredera Sitri dio un grito ligero con un gran salto que la hizo caer de la cama*¿Ara?

-¿¡Onee-sama!? ¡No me asustes!*Sona se recompuso tras el susto inicial*¿Qué haces aquí?

-¿Acaso no puedo venir a ver a mi querida hermanita?*Ella soltó un ligero gruñido para la gracia de Serafall*. Lo digo en serio ¿¡Cómo no pudiste pedirme ayuda!? ¡Si mama no me dice nada de que estas practicando magia de hielo y demás con la ayuda de ella y papa, no me entero de nada!*La joven no se creyó el teatro de su hermana y las lágrimas falsas no servían con ella*. Vaya, eres inmune…

-Años de soportar eso sirven...*La Maou sonrió con pena ante lo dicho por Sona.

-Bueno, yendo al grano…*Serafall suspiraría*. Sona, felicidades y gracias.

-¿Por qué?*Pregunto Sona sorprendida, más porque la llamo por su nombre sin el apodo cariñoso de siempre.

-Porque lo que hiciste en la reunión era lo que yo deseaba hacer... algo que por culpa de este estúpido puesto no pude…*La mirada de Serafall abandonó todo rastro de tranquilidad y lado juguetón para mostrar la madurez de una mujer que vio mucho.

-¿Onee-sama?*Sona miró a su hermana confusa, pocas eran la veces en que la veía así.

-Lo odio ¿Sabes?... Odio tener que aparentar cosas que no siento, mostrar una sonrisa y tranquilidad cuando alguien que amas es el objeto de burlas y no seas capaz de callarlos…*Serafall se sentó al lado de Sona, tomó uno de los muñecos que había ahí, recuerdos de una infancia ya ida*. Antes era más fácil… Cuando acepté este puesto...creí que podría hacer algo, un cambio, hacer que las costumbres que nos llevaron a la guerra años atrás y a la guerra civil, desaparezcan... que inmadura fui.

Serafall recordó esos días de lucha en la guerra civil, la gente que mató y los que murieron. Era una época horrible, tal vez no al nivel de la gran guerra pero aun así, se alegra que su hermana no haya visto eso.

-Cuando acepté el título de Leviathan, lo hice con la esperanza de una sociedad mejor... una esperanza que día a día ha ido muriendo. Llegó un punto en que... Sólo hice mi trabajo, ya que hice un juramento. Claro que para muchos solo somos muñecos políticos que no tienen ningún poder... esos somos los Maou actuales.

-Onee-sama... yo no creo que... tu trabajo haya sido en vano. Tal vez no se note mucho, pero ya hay algunos cambios.

-Cambios que tardaron en hacerse Sona, el mundo de los demonios no cambia porque el egoísmo de los que siguen al mando existe. Una sociedad no cambia, si sus habitantes no lo hacen…*Serafall entonces sonreiría*. Cuando vi que no bajaste la cabeza ante lo dicho por esos viejos y hasta indirectamente los desafiaste, supe que era hora... Hora de que la nueva generación tome las riendas, Sirzches, Ajuka, Falbium y yo lo sabemos. En unos años, ya no necesitamos seguir con esto porque tú, Sairaorg, Seekvaira y los demás podrán hacerlo.

-Lo sé… No, vamos a hacerlo…*Sona cerraría su puño*. Después de todo ¿Qué beneficio ha traído el egocentrismo de los que parecen ser los que de verdad rigen al Inframundo actual? Lo has visto, Rias se fue… De no ser por esa Khaos Brigade y Azazel, ahora mismo ella seguiría sufriendo.

-Es verdad…*Serafall asintió algo lamentada, pero comprensiva, para después sonreír*. Y en serio has cambiado mucho, Sona… Nunca te vi tan determinada.

-Lo de Rias sirvió de inspiración…*Sona soltaría una risa lamentada*. Por eso, debo ganar este evento… No, voy a ganar.

Serafall sonrió al ver a su hermana menor con tal convicción…

-También espero eso…*Ella acariciaría la cabeza de su hermanita mientras se levantaba*. Cuídate, So-tan.

Dicho eso, la actual Maou Leviathan se iría del lugar, dejando a su hermana que ahora tenía más razones para esforzarse aún más por lo que cree.


Al día siguiente

Akeno y Tannin seguían con su batalla de entrenamiento, hasta que…

-¡Oh! ¡Veo que lo estás haciendo, Akeno!*Una repentina voz se escuchó desde un lado.

Akeno y Tannin voltearon a ver con ferocidad a Azazel, por lo que el Caído solo pudo esconderse detrás de una enorme roca que estaba cerca. Se acercó sin cuidado a donde estaban batallando dos dragones. Issei suspiro y Tannin dijo que iba a tomar un breve descanso para ver qué era lo que quería Azazel, ambos se tranquilizaron.

-¿Qué es lo que quieres, Azazel?*Tannin le hablo al caído.

Azazel salió de su escondite con cara de aburrimiento.

-Ustedes en verdad son como todos los Dragones, creí que por ser más calmados y pacíficos que los otros no iban a tener problema con mí presencia… Al final son como los demás…*Dijo el caído con insatisfacción.

-Si ya sabes cómo somos los dragones ¿Para qué te haces el tonto? Yo sigo siendo un Dragón a pesar de convertirme en un Demonio, y ahora he aceptado a Himejima Akeno como una Dragón también, así que no es nada raro que nos moleste que se involucren en nuestro enfrentamiento…*Dijo Tannin.

-¡Hmph!*Azazel miro a otro lado sin estar conforme.

-¿Y bien? ¿Qué es lo que pasa, Azazel?*Pregunto Akeno, notando que su tío traía una bolsa.

Al tener el olfato mucho más desarrollado, ella noto que eso era comida, por lo que su boca se hizo agua. Ella comía lo que podía atrapar mientras luchaba con Tannin, pero comida verdadera era lo que ella extrañaba con toda su alma.

-Bueno… muy bueno. Esta comida fue hecha por mama ¿Verdad?*Akeno derramaba lágrimas mientras comía a velocidad moderadamente rápida. También podía sentir el cariño puesto en la elaboración de la comida.

Azazel se dio cuenta que en verdad ella seguía siendo una chica decente, ya que no se atascaba con la comida. De hecho, aún comía con modales a pesar de no estar ni siquiera en una mesa. El caído solo sonrió de medio lado.

-Come… también hay otro par hecho por Penemue… Debes comer los cuatro, ya que ella lo hicieron sabiendo que tendrías mucha hambre…

Akeno por supuesto que asintió con la cabeza, era un hecho que los comería. Con el hambre que tenía, se comería a una vaca entera, como lo haría un dragón de verdad.

Una vez vacío las cuatro cajas de almuerzo y se sintió satisfecha, hablo con Azazel.

-¿Paso algo?*Ella le hizo aquella pregunta.

-No, es solo que durante este tiempo puedo sentir un aura más salvaje en ti… Sin duda te estas volviendo más fuerte…*Dijo Azazel con una sonrisa forzada.

Akeno y Tannin se miraron entre ellos.

-Bueno, esta es una prueba difícil… e incluso si Tannin-sama se contiene bastante, es una situación en la que mi vida corre peligro, así que me estoy esforzando al máximo solo para no morir…*Dijo Akeno.

Tannin sonrió con su enorme mandíbula.

-Así que notaste que me contenía, eh…

-Por supuesto… Hay ataques en los que se hace más notorio, como se esperaba de un Dragón Legendario que aparece en la biblia…*Dijo Akeno alabándolo.

-Pero tú también no has dado todo. También lo he notado, ya que al parecer mis cálculos fueron erróneos. Yo también te alabare como la mejor usuaria de Ddraig e hija del Ángel Caído más poderoso de todos…*Tannin regreso los elogios.

Azazel escuchaba la conversación de los dos dragones y se carcajeo…

-Jajajajaja. Lo que se esperaba de dos dragones, se entienden mediante la batalla. Una vez más, has demostrado que tienes un lado de maniática de las batallas Akeno.

-¡No lo digas de esa manera!*Akeno se cubrió el rostro con las manos algo avergonzada.

-En verdad, tu entrenamiento es de locos esta vez… pero en fin…*Azazel suspiraría, poniéndose algo serio*. Dime ¿Cómo te ha ido con eso?

Akeno entendió la pregunta y suspiraría resignada mientras se recostaba…

-Parece que la maldición de la Juggernaut Drive es vital para convertir a esta en algo más… Al parecer hay que purificarla y así obtendré un nuevo y superior poder.

-Ya veo…*Azazel se llevaría una mano al mentón*. Aun siendo poco a poco y tras estos años, en verdad espere que liberar a los antiguos poseedores de la maldición era la clave, pero al parecer es solo una de las soluciones para convertir la Juggernaut Drive en algo más…

-Hai…*Asintió Akeno*. Básicamente, lo tengo a mi alcance, solo que aún no sé cómo hacerlo.

-No debería de sorprenderme viendo que los dos Dragones Celestiales actuales puedan usar la Juggernaut Drive…*Tannin soltaría una risa*. Es bueno que ustedes se lleven bien y hayan crecido juntos, ya que si hubieran peleado con todo con su nivel actual, ahora mismo el mundo humano aun estaría sufriendo las consecuencias. Aunque es bastante raro que los dos la controlen, en este caso, lo crucial seria quien la activa primero.

Los dos caídos no era que no lo comprendieran. La situación podría haberse vuelto un caos de no ser porque ambos juraron pelear en serio cuando superaran el problema de la Juggernaut Drive.

-Cambiando de tema…*Akeno suspiraría*¿Cómo le está yendo a los demás?

-En general han progresado, unos más que otros, pero han progresado…*Respondió Azazel.

-Ya veo…*Akeno asentiría, convencida*. Eso es bueno.

-Jejejejejeje. Aunque…*Azazel reiría divertido*. Deberías haber visto la cara de Serafall cuando le conté que sus padres estaban entrenando a Sona, a petición de ella misma. Ella comenzó a llorar lágrimas de sangre mientras decía que porque no fue a ella. Jajajaja… Al final, Sirzechs y Grayfia intervinieron y la regañaron para que continuaran con su trabajo y dejara de hacer un berrinche.

-Ufufufufu…*Akeno reiría por aquello mientras se tapaba la boca.

-Es verdad, no son para nada aburridos…*Dijo Azazel.

-¿Y qué hay de Toujou Koneko?*La cara de su tío era respuesta suficiente para Akeno*. Sigue deprimida ¿Verdad?

-Sí…*Asintió Azazel, suspirando*. Aun juntos, Kiba y Gasper no pudieron animarla… Sin duda, solo Rias puede hacer algo, pero no ahora.

-Hable con ella hace días…*El caído pasaría a ver a Akeno*. Dijo que el día de la reunión hará algo y que Sirzechs la ayudara.

-Lo sé…*Azazel sacaría un terno y bebería de este*. Es lo mejor que se puede hacer. Al menos podemos esperar que después de eso quiera entrenar como se debe, aunque habrá que apoyarla como se debe.

-Eso haremos…*Akeno se levantaría y se estiraría un poco*. Por ahora, sigamos con nuestros deberes.

-Sí…*Azazel también se levantaría*. Nos vemos y buena suerte, Akeno.

-Igualmente, Azazel…*Akeno le dio un rápido abrazo que este correspondió antes de separarse*. Eres un buen tío… aunque eres un tonto.

-Ouch… eso dolió…*Azazel rio por aquello y ella también*. De nuevo, nos vemos.

Akeno solo asintió y vería como su tío se daba mientras un círculo mágico de transporte aparecía debajo de él, así desapareciendo del lugar en partículas de luz.

-Muy bien…*Ella pasaría a ver a Tannin*. Ya estamos a la mitad del entrenamiento, por lo que ahora habrá unos cambios… Ahora usaras el Boosted Gear, pero nada de Balance Breaker ni magia de ningún tipo, excepto el fuego… En el último día de entrenamiento, tendremos una pelea más seria donde solo uno quedara en pie ¿Entendido?

-¡Hai!*Afirmo Akeno, determinada.

-Entonces empecemos…

La chica asentiría mientras su Longinus se manifestaba en sus extremidades, estando lista para todo.

Con eso, los primeros diez días de entrenamiento habían concluido y ahora solo quedaban los otros diez.


Los diez días restantes pasaron rápidamente para todos, más rápido para algunos que otros.

Sona tuvo tal vez uno de los mejores resultados, ya podía usar magia de hielo eficientemente y hasta desarrollo unas técnicas. Incluso ha mejorado sus reflejos gracias a la ayuda de su padre.

Momo y Reya por su parte, absorbieron varios de los hechizos ahí leídos como una esponja. Sí que había mucho conocimiento y eso les gustaba, además que habían aprendido a distribuir mejor su magia y han creado algunas técnicas nuevas.

Ruruko mejoro en sus habilidades de pelea cuerpo a cuerpo, aun no estaba al nivel de Yura, pero podía mejorar. Mientras que la Rook se acostumbró a la nueva velocidad de su compañera, que la comparo con la de Tomoe, quizás hasta superior.

Tomoe mejoro sus habilidades y reflejos gracias a Chris, donde ahora podía durar un buen rato luchando contra él y hasta aprendió algo de magia que le podría servir como apoyo.

Tsubaki tuvo resultados excelentes, mejoro su técnica y resistencia, además lograr el objetivo que se había impuesto y de paso mejorar las capacidades de su Sacred Gear… aun no logra el Balance Breaker, pero está feliz con su mejora.

Saji al fin adquirió los demás Sacred Gears de Vritra y había obtenido una forma, que si bien no es el Balance Breaker, es algo que le ayudará mucho, aunque aún requiere algunos ajustes.

Kiba había mejorado su velocidad y reflejos dado el estricto entrenamiento de su maestro, mientras que Gasper ahora podía estar frente a una multitud grande sin miedo de desmayarse.

Hikaru a palabras de Barakiel ya podría vencer a un Demonio de clase alta promedio con algo de esfuerzo… No era la hija del Ángel Caído más poderoso junto con su hermana por nada.

Por último pero no menos importante, Akeo estaba en su última batalla de entrenamiento con Tannin... Ambos estaban en la que sería la zona de bosque del área donde un gran lago está presente. La paz del lugar se siente... por ahora.

El choque de los puños de ambos fue con tal fuerza que el lugar y las cercanías temblaron. Al mismo tiempo ambos eran expulsados hacia atrás debido a la fuerza de repulsión. Pero ambos hicieron fuerza en sus piernas para no retroceder más de la cuenta.

Akeno fue la primera en reaccionar, yendo hacia Tannin, quién también arremetería contra la Sekiryuutei.

Al estar cerca, ambos inevitablemente comenzaron una lucha cuerpo a cuerpo. Con cada golpe que lanzaban y el otro esquivaba, la parte que estaba enfrente de ellos se resentía. Arboles eran arrancados y rocas destruidas, viéndose todo destruirse poco a poco.

Al poco tiempo ambos tomaron distancia y se envolvieron en aura… sus respiraciones demostraban lo agotados que estaban, sumado a sus heridas donde algunas sangraban y la armadura de la joven mujer estaba muy destruida, donde ya ni tenia casco.

-¡Jajajajajajajaja! ¡Esto en verdad está siendo muy divertido niña!

-Ara… Y eso que no estábamos en plena condición cuando empezamos…

Tannin le dio la razón a lo dicho por Akeno… ambos se sentían desfallecer y aun yendo con todo, sus poderes no eran tan fuertes como lo estarían en una plena condición… aun así, no les importaba… Solo uno ganara esta pelea.

De pronto, ambos se mueven a una velocidad extrema y comienzan a colisionar una y otra vez. La intensidad aumentaba después de cada colisión. La velocidad de ambos era por demás ridícula, incluso las estelas de luz llegaban después de cada impacto.

El campo donde peleaban se sacudía una y otra vez cada que sucedía y un par de vórtices dimensionales aparecieron… Todo eso basto para que los que veían todo a la distancia se queden sin habla.

La colisión de ambos seguía y ninguno parecía ceder ante el otro.

Akeno conectaría un golpe en el estómago de Tannin, quien rápidamente le contesto con un golpe a la cara. Los dos se daban golpes que resonaban en todo el campo mientras sufrían daño, con la chica reparando su armadura cada que se rompía al instante.

Al separarse del otro, Akeno rápidamente una gran y potente ráfaga de rayos rojos que Tannin contrarrestaría con una feroz llamarada, creando una fiero explosión en el lugar tras el choque de poderes.

Tras eso, volverían a atacarse y repartirse golpes una y otra vez, sin contenerse… Aun con el daño que sufrían, seguían… Aunque Akeno debía admitir que estaba sufriendo más luchando contra Tannin que contra Vali, ya que el antiguo Rey Dragón los superaba a ambos en fuerza bruta y hasta en resistencia. Sino fuera porque ella tiene el Boosted Gear y que se haya repotenciado, hubiera perdido en cuestión de poco tiempo… De cualquier forma, ya estaba en las últimas.

Después de un rato, ambos tomaron distancia y se atacarían a distancia con un relámpago rojo y una ráfaga llameante respectivamente, los cuales chocaron entre si y se anularon.

-¡Ya esto es demasiado, terminemos de una vez!

-¡Como quieras!

Estando de acuerdo, ambos aterrizarían en el suelo y expulsarían sus auras hasta su máximo mientras empezaban a concentrar poder para un último ataque.

Tannin tomaría una gran bocanada de aire mientras que energía se acumulaba en su boca…

Akeno extendería sus brazos a sus costados mientras rayos rojos la envolvían, para después juntar sus manos extendidas hacia el frente, con la energía acumulándose en estas mientras relampagueaba.

Preparándose para lanzar sus ataques finales contra el otro, ambos dragones se miraban fijamente y, así, sin perder el tiempo, ambos titanes fueron al choque enemigo.

-¡Welsh Lightning Flash!

-¡ROOOOOOOAAAAAAAAAR!

Con eso, dos fieros cañones concentrados de poder, uno de rayos rojos y otro de fuego, fueron al encuentro y su choque provoco ráfagas de aire extremadamente potentes y temblores que sacudían todo el lugar y las lejanías. Sumado a eso, varios vórtices dimensionales.

Ninguno cedía ante el otro ni un solo centímetro.

[¡Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost, Boost!]

Con los aumentos, Akeno aumentaba el poder de su ataque.

-¡Gaaaaaaaaaaaaaaah!

-¡ROAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Ambos gritaban con tal fuerza, dando tal sonido como dos dragones batallando en ese instante.

De pronto, con una enorme explosión, todo se expandió y todo lo que estaba cerca de esta fue consumido por la explosión, incluidos ambos Dragones, que al poco tiempo saldrían disparados en direcciones opuestas a gran velocidad.

El cuerpo de Akeno rodaría mientras rebotaba contra el suelo, hasta finalmente detenerse al estrellarse contra una edificación rocosa.

-[¡Akeno!]

-[¡Niña, responde!]

-[Joder niña, te excediste]

Los poseedores pasados y Ddraig trataban de hacer que la hija de Barakiel reaccionara para ver si seguía consciente, ya que la armadura seguía presente, maltrecha y destruida, pero seguía en su cuerpo.

Entonces, Akeno apenas se movería y saldría de donde se estrelló, cayendo al suelo de rodillas y manos mientras intentaba respirar.

-¿T-Te…Termino…?*Pregunto ella apenas.

-Así es…*A esa voz, vería como frente a ella se posicionaba un Tannin muy dañado y cansado, pero en un estado un poco mejor que ella*. Lo hiciste bien, Himejima Akeno… casi no la conte.

-Ught…*Akeno bajaría la mirada mientras su armadura desaparecía*. Perdí, eh.

-Por poco…*Tannin se sentaría en su lugar mientras suelta un suspiro*. Ju. Lo que definió esto fue más la resistencia… Tu poder mágico y aura son tú mayor fuerte, pero tu fuerza y resistencia pierden contra mí… Tu cuerpo ya estaba al límite.

-[De haber estado en plena condición y sin luchar a puro poder, posiblemente hubieras ganado, Akeno]*Le dijo Ddraig.

-E-Entiendo…*Akeno se levantaría apenas, solo para ir a recostarse cerca de una roca*. Ahg… estoy muerta…

-No exageres…*Tannin rodo los ojos por aquello.

Si se le miraba bien, Akeno parecía haber vivido en una jungla, su largo cabello suelto estaba desordenado y con puntas, de lo que sobrevivió de su ropa fue solo su sostén deportivo y sus shorts cortos de expandes, los cuales tenían rasguños y quemaduras. Además de sus botas, ya muy desgastadas… Otra cosa que había aprendido en el entrenamiento, es a perder la vergüenza de estar en paños menores en plena pelea; al menos con alguien de confianza.

Bueno, mejor regresamos a la casa Sitri, ya que mañana es la fiesta antes del evento. Nos tomará un tiempo llegar ahí y tendras tiempo para recuperarte y prepararte.

-¿Irás a esa reunión Tannin-sama?*Le pregunto Akeno.

-Ja. De ser por mí, me importaría un cuerno, pero tengo que ir... Además, deseo hablar con Azazel y Barakiel de unas cosas estando allá…*Ella asintió, suena factible*. Yo te llevo, así podrás descansar mientras llegamos.

-Arigatou.

-[Se agradece el gesto Tannin]

Con eso dicho... el fin del entrenamiento había llegado.