-Es bueno ver que todos están bien…*Sona les sonrió a todos sus amigos.
Todos estaban afuera de la mansión Sitri, poniéndose al tanto de lo que han pasado mientras esperaban a que la última de ellos al fin llegue.
-Igualmente, Sona…*Tsubaki le dio una media sonrisa mientras da un suspiro.
-Gen-chan, dinos ¿Cómo te fue en tu entrenamiento?*Yura hizo la pregunta general.
-Fue tortura... ese Azazel es un sádico…*Las chicas rieron al oír eso de Saji*. Pero gracias a ello me he hecho más fuerte.
-¡Nosotras también!*Dijo Ruruko entusiasta.
-Aunque Chris-san no fue muy amable…*Tomoe se sujetaba un lado del abdomen que en serio le dolía.
-Los que estén aún muy heridos, ya he encargado Phoenix's Tears para todos…*Les dijo Sona.
-Por favor…*Saji alzo el brazo en pedido, haciendo reír a todas.
-En fin… ¿Cuánto creen que tarde Akeno-san?*Pregunto Reya.
-Recuerda que el tiempo de vuelo desde el territorio de Tannin-sama es largo…*Le recordó Momo.
-Pues ojala que este bien…*Dijo Tsubaki.
-Créanme, Onee-sama es muy persistente…*Hikaru seguiría mirando hacia el cielo, hasta que…*¡Miren, ahí vienen!
Todos notaron que en efecto, ahí venían ambos y al parecer la chica iba recostada en la espalda del dragón.
Tras que Tannin aterrizara, Akeno bajaría rápidamente para luego saludar a los demás con una sonrisa.
-¡Hola a todos! ¿¡Cómo están!?
-¡Onee-sama!*Hikaru fue rápidamente hacia Akeno, quien la recibió en sus brazos y la cargo*¡Te extrañe mucho!
-Lo mismo digo…*Tras mirarla fijamente, Akeno vería que Son y Tsubaki fueron las siguientes en acercársele*. Ara, se nota que se han hecho más fuertes en estos 20 días.
-Tu igual Akeno-san, se nota que eres más fuerte… tu aura lo dice todo…*Ella sabía que como Tsubaki también era de una gran familia sintoísta, leer bien las presencias era lo suyo.
-¿Quieres descansar?*Le pregunto Sona.
-Ducharme, comer y dormir hasta mañana en la noche…*Akeno sonreiría con amargura, además que se notaba que tenía algunas ojeras.
-Entiendo…*Sona y las demás podían ver que ella había pasado un infierno que la dejo así, es un milagro que aun tenga fuerzas a pesar de que se notaba que quería echarse a dormir.
-Cielos…*Saji trago un nudo en su garganta mientras se ruborizaba al ver el cuerpo de la Himejima, a pesar de lo sucia que estaba… era sexy…
-¡No mires!*Sus compañeras le taparían los ojos para que deje de mirarla como idiota.
-Je. La juventud…*Tannin soltaría una risa, para luego ver a Sona*. Si no le importa heredera Sitri, vendré mañana junto a unos de mis dragones, nosotros los llevaremos hasta el lugar del evento. Será un buen modo de decir que se esforzaron y que sus entrenamientos han dado sus frutos.
-Lo agradeceríamos, Tannin-sama…*Sona le dio una leve reverencia respetuosa.
-Me pondré en contacto con los Maous más tarde para más información…*Tras decir eso, Tannin daría un aleteo con sus alas mientras da un impulso hacia el aire, empezando a volar e irse del lugar.
Algunos se tuvieron que cubrir por el fuerte viento provocado por aquel aleteo del dragón, al cual veían perderse en la lejanía…
Oh bueno, mejor descansan para mañana.
Al día siguiente
-Ah~… ¡Me siento renovada!*Akeno, aliviada y contenta, tras un baño, comer bien y una larga siesta, estaba como nueva. Vestía su traje de combate y estaba sentada en la sala con Saji a su lado*. Ya recupere mi belleza.
-Te doy la razón…*Saji asintió de acuerdo con ella*. Por cierto ¿Por qué vas así y no con vestido?
-Me pidieron ser guardia y, de todas formas, este es un evento para los Demonios…*Dijo Akeno suspirando mientras peinaba un poco su cabello.
-Entiendo…*Dijo Saji.
-Aun así, no puedo creer que Azazel haya ido a la reunión sin nosotros…*Dijo Akeno recostándose en el sillón.
-Lo hizo porque deseaba acompañar a Sirzechs-sama para recibir a Michael-sama…*Respondió Saji.
-Hola Ddraig…*De la sombra del rubio emergió una forma reptiliana como una serpiente, Vritra.
-[Vritra...]*Ddraig se sorprendió de ver al Prison Dragón, quien también es considerado como un Dragón Maligno*[Cuanto tiempo...]
-Sin duda Ddraig, volver al mundo de los vivos es raro...*La serpiente miró a su alrededor*. Pero no está mal. Aunque ese miserable de Indra un día me las pagará por haber separado mi alma en varios pedazos.
-[Veo que ese lado tuyo no ha cambiado... primero Tannin y ahora tú, que interesante]
Akeno y Saji dejaron que ambos dragones hablen.
-Interesante... No es cosa del día a día ver esto…*Akeno dio su opinión.
-Sin duda…*Asintió Saji, suspirando*. Y eso que el entrenamiento de Azazel fue tortura.
-Pero lo soportaste y este es el resultado, felicidades…*Akeno le guiño el ojo mientras le alzaba el pulgar.
-G-Gracias…*Saji se rascaría la nuca algo ruborizado*. Y… por cierto, Akeno-san… Gracias…*Ella lo miraría con confusión*. Por considerarme un amigo a pesar del poco tiempo de conocernos.
-Descuida…*Akeno sonreiría*. Tu humildad es lo que importa… Además, creo que lo que Sona-san desea hacer es justo y correcto, además te tiene a ti y las demás para apoyarla.
-Lo sé... daré lo mejor de mí... Quiero ayudar a Kaichou a cumplir su sueño…*En eso, Saji miró a la Himejima con determinación*. Y mi meta personal, es un día estar a la altura de ti y Vali Lucifer.
-Je... pues adelante, el intento siempre es bienvenido…*Akeno le dio una palmada al Pawn Sitri, un gesto de que acepta el reto.
-¿Todos listos?*Ambos jóvenes con dragones voltearon al escuchar la voz de Siena Sitri.
Todas las demás chicas estaban bien vestidas, con vestidos dignos de la clase alta...era como ver un desfile de belleza, si Saji no creía que sus amigas eran hermosas, pues ahora si lo creía... Siena también estaba vestida elegantemente, incluso Hikaru llevaba un lindo vestido… era una vista de hermosas chicas…
-Ara… En parte les tengo envidia por vestir así…*Dijo Akeno con amargura y lastima.
-Que hermosas…*A Saji se le salieron aquellas palabras.
-Oh, gracias, Gen-chan…*A las palabras de Reya, las demás chicas excepto su ama y Queen se sonrojaron y sonrieron.
-Bien amigos, es hora de ir a la reunión... qué bueno que Tannin-sama nos está esperando afuera…*Sona notó que todos estaban listos*. Con todo claro, vamos.
Todos asistieron a las palabras de Sona... era el momento.
-Muy bien, hoy es el día…*Rias suspiraría para calmar sus nervios*¿Estas lista?
-No… pero hay que hacerlo-nya…*Kuroka se notaba nerviosa.
-¿¡Y porque tengo que ir yo con ellas!?*Cuestiono Bikou a sus compañeros.
-Así las respalda, Bikou-sama…*Le dijo Le Fay con una sonrisa tranquila.
-Traten de que no los descubran y en cualquier caso, Arthur ira por ustedes…*Las dos chicas asintieron ante lo dicho por Vali.
-Por ahora, esperemos la señal de mi hermano y mis padres…*Eso fue lo último que dijo Rias.
Mientras que en su habitación en el castillo Gremory, Koneko seguía recostada sin querer moverse ni nada, mucho menos salir…
Es hora de que una verdad sea revelada.
-Que vista…*Akeno junto con Hikaru estaban sobre la cabeza de Tannin viendo el paisaje que un dragón real ve.
Todos estaban montados sobre los tres dragones que surcaban los cielos de una manera calmada y majestuosa. Una barrera cubría a los jóvenes para que el viento no desarregle a las chicas y sus peinados, gesto que fue agradecido por las chicas, todo el arreglo fue una odisea y no querían problemas.
Las hermanas Himejima por su lado estaban afuera de la barrera ya que deseaban sentir el viento durante el vuelo, era una sensación extraña, pero agradable.
-¿Disfrutando la vista?*Tannin le hizo la pregunta al par de hermanas que asintieron con una sonrisa*. Je, tal vez la esencia de dragón en ti te hace sentir eso y la niña bueno, es una niña.
-¡Hey!*Hikaru se sintió algo ofendida.
-Quizás, pero...igualmente es una vista genial…*Diría Akeno.
-[Es cierto, hace años que no tengo una vista así...momentos como estos me hacen extrañar mi cuerpo]*Ddraig sentía nostalgia, él sabía lo agradable que es volar por el cielo...sin límites*[Pero... No me quejo. Hice estupideces que me costaron eso y estoy conforme con mi estilo de vida actual]
-Oírte decir eso es una gran sorpresa Ddraig...a parte de mí, solo otros tres grandes dragones siguen activos, dos de ellos no se muestran al mundo y el otro anda de un lado a otro. Los demás han muerto o están como tú, sellados…*Dijo Tannin.
-Qué lástima... sé que los dragones son difíciles de tratar, pero tienen tanto que aportar, han visto y vivido mucho…*Akeno miró la luna artificial del lugar.
-Los dragones inspiran miedo y respeto... somos entes hechos de energía pura, por ello también somos muy... orgullosos…*Ella sabía a lo que se refería Tannin*. Aunque con los años he aprendido a ser más calmado y demás, antes era un busca pleitos.
-[Como esa vez en la que deseaste retar al Great Red]*Tannin rio ligeramente al oír lo dicho por Ddraig.
-¿Great Red?*Hikaru se sorprendió por aquello*. El Sekiryuushintei... El True Dragón.
-Sí... Great Red es lo que llamarías un ente dimensional, ya que nació de los sueños de los seres vivos, es tan poderoso como el número de sueños que hay en este mundo…*La Himejima mayor asintió a lo dicho por Tannin, admitía que la existencia del Great Red era necesaria, él vivía en la Brecha Dimensional...*.Ophis, el God Dragón, tal como Great Red es una existencia dimensional... nació de la nada, del infinito... Ambos dragones son existencias que se rumorea nacieron antes de la creación de este Universo.
-Son existencias poderosas, pero necesarias...*Akeno por un instante se sintió pequeña, esos dos eran seres antiguos y poderosos...*¿Cómo será hablar con ellos?
-[Ophis tal vez sea más fácil de hablar, ha vivido años en el mundo humano. Great Red sólo habla con Dragones...]*Las palabras de Ddraig hicieron que la pelinegra asienta.
-¿De que hablaran?*Tsubaki vio como Akeno parecía estar pensativa por algo.
-De seguro algo que le llamo la atención…*Sona se acomodó sus lentes.
Dicho eso, el viaje seguiría con normalidad.
Mientras, en el territorio Gremory…
Uno de los siervos de la familia que rige dicho territorio caminaba por los pasillos de la residencia principal, con una sonrisa en su rostro mientras llevaba un gran recipiente de helado con las dos manos.
Esta persona era Gasper Vladi, el Bishop de Rias Gremory, un mitad vampiro convertido en demonio que le gustaba vestir ropa de mujer. Él caminaba en dirección a la habitación de su compañera de nobleza, Koneko Toujou.
La Rook había mejorado en los últimos días que estuvieron con ella, a pesar de ser fría y verbalmente agresiva con el resto de personas, ella era muy buena con Kiba y Gasper e intentaba esforzarse por ellos. Más de una vez ella les dijo que esa actitud era por si ambos también decidían irse y dejarla atrás, con la creencia que de esa forma le sería más fácil para ellos partir creyendo que ella estaría bien. Pero eso no era algo que tranquilizaba a ambos chicos, ellos no querían abandonar a su amiga y mucho menos podían decir que ella estaba bien, cuando su principal pensamiento era el que pronto sería abandonada de nuevo.
-Espero que esta vez se coma todo el helado…*Dijo Gasper con positivismo mientras pensaba en pasar el tiempo con ella, su entrenamiento dio frutos y la determinación por la partida de su ama contribuyo a mejorar el uso de su poder.
Gasper llegó al cuarto donde Koneko dormía y a diferencia de antes, ya no había guardias protegiendo la puerta. Cuando la chica comenzó a mejorar de actitud, Zeoticus Gremory creyó que sería contraproducente mantenerla bajo el mismo nivel de estricta vigilancia, por lo que disminuyó la seguridad para la Rook, con tal de no hacerla sentir como una prisionera
-Koneko-chan…*Gasper entró, abriendo con dificultad la puerta, por tener las manos ocupadas*. Le pedí al jefe de cocina que preparé tus sabores favoritos de helados. Bueno, le pedí a una sirvienta que lo hiciera por mí, porque sería muy vergonzoso pedírselo por mi cuenta…*Menciono con modestia y diversión mientras dejaba el helado en una pequeña mesa cerca de la puerta*. Hay de vainilla, chocolate, menta, banana split y fresa…*Abriría el recipiente y vería todos los sabores.
-Gracias…*La voz de Koneko apenas fue audible desde la pila de frazadas y almohadas en las que dormía abajo en la cama.
-Koneko-chan…*Gasper pasaría a ver dónde estaba con algo de seriedad*. De verdad, jamás te abandonaremos.
-Lo sé…*Koneko saldría de su refugio, donde se notaba que el color de sus ojos era opaco y solo tenía un leve deje de luz en estos*. Sé que no lo harán.
-Pondré Mario Kart para que juguemos ¿Quieres?*Propuso Gasper.
-Hmmm…*Koneko solo asentiría, aun inexpresiva*. Me parece bien.
-Vale…*Gasper iría hacia la gran Tv de pantalla plana de la habitación y haría los preparativos.
Koneko saldría de la cama y tomaría su pote de helada, para así empezar a comer, mientras ignoraba el hecho de que eran vigilados.
Afuera de la habitación, a un lado de la puerta, Kiba Yuuto suspiro ante aquello estando más tranquilo y feliz por su hermanita de cariño, para después retirarse del lugar.
Una vez salió al patio para seguir entrenando, ya que no tenía nada mejor que hacer al estar retenidos aquí por la ley…
-Yuuto-kun…*El rubio vería como se le acercaba un hombre de largo cabello rojo con barba que vestía formalmente y a su lado estaba una hermosa mujer que parecía una copia un poco mayor de Rias, pero con cabello castaño y ojos purpura.
-Zeoticus-sama… Venelana-sama…*Kiba haría una reverencia ante ellos*. Van a la fiesta ¿Verdad?
-Así es…*Asintió Venelana*. Nuestros siervos estarán a cargo mientras no estamos, por lo que no tendrán problemas con hacer ''aquello''…*Ella resalto la última palabra.
-La seguridad fue reducida, de momento…*Aclaro Zeoticus.
-Entiendo…*Asintió Kiba, algo serio*. Gracias por permitirnos esto.
-Es lo menos que podemos hacer por nuestra hija…*Venelana sonreiría con algo de tristeza*. Quiero verla, pero no es el momento.
-Ya hay que irnos querida…*Ella asintió ante lo dicho por su esposo Zeoticus*. Buena suerte.
-Igualmente…*Les dijo Kiba.
Con eso, ambos patriarcas Gremory se retirarían del lugar.
Los preparativos ya estaban listos.
-Ya estamos aquí…*Tannin y sus acompañantes ya habían aterrizado*. Nosotros estaremos en el área designada para demonios de gran tamaño. Los vemos luego...
-Gracias por el viaje Tannin-sama…*Todos le agradecieron con respeto.
-Gracias por todo, Tannin-san…*Le dijo Akeno con una sonrisa.
-No hay de que, Himejima Akeno…*Tannin le devolvió la sonrisa*. Nos vemos.
Con eso, el antiguo Rey Dragón se fue, dejando a los demás en la entrada.
Ya con todo listo, todos entraron al edificio donde se daría la reunión e ingresarían a la recepción. Tsubaki entonces iría a confirmar su llegada a los organizadores y rápidamente los condujeron a un gran ascensor donde cabían todos sin problemas.
Akeno y Hikaru podían sentir grandes presencias en el piso más alto, así que supieron que era allí a donde se dirigían.
-Parece que el partido será en la planta superior…*Comento Saji tras sentir las mismas presencias.
-La verdad…*Sona suspiraría*. La gente no va a estar muy emocionada incluso una vez que entremos a la habitación. Se trata de una costumbre anual. En todo caso, es más como una reunión de los miembros de todas las familias distinguidas. Nosotros, los próximos jefes de las familias, somos figurantes, mientras que en realidad es una fiesta para que nuestros padres se puedan divertir. La verdad es que ellos han hecho reservas en las instalaciones de este Resort hasta el cuarto o quinto día después de los partidos. La prueba de ello es que llegaron al lugar de reunión por separado de nosotros. Es probable que se reunieran antes de que los jóvenes llegaran y pudieran haber terminado ya su consumo de alcohol…*Dijo como quejándose.
Los demás jóvenes sonreirían amargamente tras lo escuchado mientras que Siena no negaba lo dicho.
Una vez que salieron del ascensor, los condujeron a la sala, la cual era enorme. Vieron una gran cantidad de demonios, así como una gran cantidad y variedad de comida.
Sona notaria a su padre quien ya había comenzado a beber junto con Zeoticus y se llevó una mano para cubrir su rostro mientras que su madre reía un poco. Todos se dieron cuenta que la hora de la verdad había llegado, por lo que se pusieron serios.
En eso, la vista de un montón de hombres se posarían sobre las chicas del grupo, lo cual ya era de esperarse.
-Cuanta gente...*Tomoe notaria que incluso los lideres Bíblicos estaban ahí*. Oh, también están Miguel-sama y Gabriel-sama.
Los dos Arcángeles saludaron con la mano a los Demonios que conocieron en la cumbre hace ya un mes. A un lado de ellos, Azazel, Barakiel y Penemue también estaban ahí, además que la caído usaba vestido negro... sí que resaltaba.
-Ella es la Cadre Penemue, la Secretaria de Grigori…*Akeno la presento cuando fijaron su vista en la mencionada.
-Woah... Sí que es bella y lo sabe aprovechar…*Reya notó que la caído sacaba una miradas lujuriosas de los demonios*. Hombres...
-Jajaja. Penemue siempre ha sido bella, muchos dicen que igualaba a Gabriel-sama cuando aún era un ángel…*Akeno sonrió al decir eso*. Bueno, iré a hacer mi trabajo. Vamos Hikaru.
-Qué bueno que vine preparada…*Personalmente, la niña no quería venir, pero fue obligada.
-Nos vemos después…*Les dijo Sona al par de hermanas Himejima.
Con eso, se separarían y tomarían sus propios rumbos por la fiesta.
-Al fin llegan…*Azazel recibiría a sus sobrinas con una media sonrisa*. Lamento que tengas que hacer esto, Akeno.
-Nah…*Akeno se encogería de hombros*. Mejor esto que recibir malas miradas de Demonios egocéntricos.
-Lo mismo digo…*Asintió Hikaru*. Ahora, si me disculpan…*Ella iría a sentarse en la mesa cercana a ellos y sacaría una Tablet con audífonos*. Me entretendré mientras transcurre la aburrida fiesta.
-¡No es justo! ¡Yo también quier-…! ¡Ah…!*Serafall seria jalada del cuello de su traje*¡Ajuka-chan!
-Compórtate como la Maou que eres, Serafall…*Le dijo Ajuka con su típica cara de póquer.
Serafall solo haría un puchero y se cruzaría de brazos indignada, mirando para otro lado.
-Jejejeje… Oh, es cierto… Akeno-san…*Sirzechs se acercaría a la mencionada que pasaría a verlo*. Yo y mis padres también te agradecemos por lo de Rias.
-Descuide, Sirzechs-sama…*Akeno alzaría la mano en modestia*. Era lo menos que podía hacer por ella.
-Aun así, gracias…*Sirzechs bajaría la cabeza en agradecimiento por un momento, mientras sonreía*. Oh, y si es necesario, puedes mandarles un aviso a nuestros infiltrados de que ya pueden empezar con lo que tienen planeado.
-Entiendo. Gracias…*Akeno se alejaría un momento de los lideres mientras invocaba un circulo comunicativo en su oreja.
-¿Les importaría mantenernos al tanto?*Pidió Michael algo intrigado.
-Está bien…*Azazel se encogería de hombros*. Solo digamos que es algo muy importante para los jóvenes.
Con eso, comenzarían a charlar mientras la operación secreta comenzaba.
Devuelta al territorio Gremory…
En el bosque cercano a la residencia principal de la familia de la que proviene el actual Maou Lucifer, una brecha en el espacio se abriría y de allí saldrían los tres miembros de la operación secreta.
-Vale, ya estamos aquí…*Rias tomaría una profunda bocanada de aire, sintiendo algo de nostalgia de volver a su hogar*. Y veo que no estamos lejos.
-Solo terminemos con esta tontería de una vez… ¡Itte!*Bikou se quejaría tras ver y sentir como la Nekoshou le pisaba el pie con fuerza*¿¡Y eso por qué!?
-Te lo merecías-nya…*Kuroka le dio una cara algo molesta e indiferente.
Rias solo suspiro ante ello, para después palmearse las mejillas…
-Como sea, vamos de una vez.
Ambos Youkais asentirían ante lo dicho por la pelirroja, empezando a caminar tranquilamente hacia la residencia Gremory.
Tras un buen rato de caminata, llegarían al jardín trasero de la mansión y ahí verían que los estaban esperando.
-Es bueno verla de nuevo y sana y salva, Rias-Hime-sama…*Le dijo el maestro de Kiba que estaba junto con su alumno a su lado.
-Lo mismo digo, Okita…*Rias le dio una sonrisa.
-Minuto... ¿Okita...? ¿¡El mismo Okita Souji!?*Bikou hizo la pregunta y vio al Demonio con asombro*¿¡Tú eres él!?
-Jajajaja. Veo que mi fama me precede...*Souji rió divertido.
-No esperaba esto-nya…*Incluso Kuroka sabía quién era aquel hombre.
-Centrándonos de nuevo…*Kiba daría una tos*. Buchou, me alegra verla de nuevo.
-Lo mismo digo, Yuuto…*Rias se acercaría a su Knight y lo envolvería en un abrazo que este correspondió*. Lamento todos los problemas por los que han tenido que pasar.
-Descuide, ya los supimos afrontar…*Kiba y ella se separarían*. Y sus cartas nos inspiraron a Gasper y a mí… pero Koneko-chan…
-Lo sé…*Rias suspiraría, algo triste*. Mejor vamos de una vez.
Todos asintieron de acuerdo y entonces se adentrarían en la residencia Gremory.
Kiba y Souji estarían guiando a los tres fugitivos por la residencia, donde hasta el resto de la servidumbre que también fue informada de todo solo saludaban brevemente a la pelirroja, ya que sabían que no se podía quedar por tanto tiempo.
Una vez llegaron al área de las habitaciones, una de las puertas se abriría y de allí saldría cierto Bishop con un pote vacío.
-Ju. Al menos se lo comió todo esta vez, aunque me sorprende que quiera más…*Gasper suspiro resignado con los ojos cerrados, hasta que sentiría unas presencias frente a él y vería que…
-Es bueno verte de nuevo y afuera de tu habitación, Gasper…*Rias sonrió feliz al verlo.
El Dhampiro dejaría caer el pote de helado vacío debido a la impresión y el shock por el hecho de ver a su ama justo frente a él, empezando así a sentir un gran túmulo de emociones en su ser… sabía que ella venia hoy por lo que le dijeron y estaba ansioso por ello, pero… experimentarlo era otra cosa…
-¡Rias-Onee-sama!*Gasper, con lágrimas saliendo de sus ojos, corrió hacia ella.
Rias se acercó a Gasper y este saltó para abrazarla mientras sollozaba sin poder retener sus lágrimas, con la princesa carmesí abrazando con cariño a su siervo, como si se aferrara con fuerza a su pequeño Bishop.
-Lamento todo por lo que han tenido que pasar, Gasper.
-N-No… lo entiendo…*El Dhampiro negaría con la cabeza mientras seguía con su rostro pegado al abdomen de ella*. No merecías tal injusticia, Rias-Onee-sama… Esos miserables solo te vieron como un objeto que debía seguir lo que predicaban y no lo que creías, por lo que…
-Descuida…*Rias le acariciaría la cabeza*. Los amo mucho Gasper, ustedes son mis lindos hermanitos y no quiero que nada malo les pase. Sé que me habrían seguido hasta el fin del mundo, pero están mejor aquí, a salvo y contribuyendo con los demás.
-¡Yo...Yo...Tengo miedo! ¡No quiero que te vayas!*Dijo Gasper mientras la abrazaba con más fuerza, pero ella sostuvo una de sus manos y la llevó hasta una parte de su torso a un lado de su vientre, las lágrimas de Gasper se detuvieron cuando se dio cuenta de donde estaba colocando su palma.
-Ni en ese entonces, ni ahora, jamás he pensado en ti como un monstruo o alguien peligroso. No existe lugar en mi corazón para odiarte o temerte, pero siempre me esforzare por dejarte con quien pueda protegerte…*Rias le sonreía mientras aún tenía los ojos cristalizados por sus lágrimas*. Estoy orgullosa de ti, Gasper. En más de un sentido, oír como has progresado estas últimas semanas me hizo feliz, al igual que en apoyar a Koneko. Tú no eres débil, creo que eres el más fuerte y el más valiente de todos mis siervos y estoy segura que te convertirás en un gran hombre en el futuro. Por eso no puedo ser quien te arrebate tu oportunidad de vivir en paz luego de que te hayas esforzado tanto.
Rias limpio los rastros de lágrimas que aún estaban en el rostro de Gasper.
-Ahora, tengo que ir por Koneko.
Asintiendo de acuerdo y dejándola pasar, la pelirroja iría primero hacia la habitación de su Rook y tras suspirar profundamente la abriría, logrando visualizar a quien buscaba y está también la miraría.
-R-Rias-…O-Onee-sama…*Los ojos de Koneko parecieron iluminarse y llenarse de lágrimas al verla.
-Hola, Koneko…*Rias, con una sonrisa lamentada, se le acercaría*. Me alegra ver que lo has estado sobrellevando, aunque no leíste mi carta.
Ahí Koneko sintió una gran culpa por lo último escuchado, pero cuando apenas se dio cuenta, su ama la había envuelto en un fraternal abrazo que por un momento quiso rechazar, pero… Al final, se quebró y lo acepto, empezando a llorar con toda su alma.
-¡Rias-Onee-sama! ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!? ¡No me dejes!
-Te amo Koneko, eres mi linda hermanita y no quiero que nada malo te pasé. No quiero que pienses que te abandonó a ti o a Yuuto y Gasper, pero decidí que no los arrastraría a ustedes luego de haber sufrido por tanto gracias a sus poderes…*Rias sostuvo la cabeza de la pequeña Rook y la apoyó sobre su pecho, al mismo tiempo comenzaba a llorar por lo duro que le resultaba separarse de ellos.
Una parte de Koneko no quería creerle, quería odiarla y tacharla de mentirosa, incluso por un momento considero que esto era una ilusión, pero… Era real. Su aroma, su aura y esencia… es ella realmente.
-Además…*Rias haría que la viera a los ojos*. Mereces saber la verdad más importante, solo si estas dispuesta a escuchar… Por favor.
Tras decir aquello, volteo a ver hacia atrás y la loli siguió mirada, quedándose esta casi en shock por lo que vio mientras un ambiente sumamente tenso se hacía presente.
Koneko se hallaba casi paralizada, con sus piernas rígidas y su vista llena de estupor debido a la persona que se encontraba allí parada en la puerta de su habitación. Y Kuroka, sencillamente su mente estaba en blanco, no era capaz de pensar ni de decir nada, su corazón acelerado y nerviosismo del momento ocasionaban que sus manos sudaran y sus labios temblaran, creyó que estaba lista para esto, pero no era así… Aun así, debía hacerlo, tiene que hacerlo…
-Shirone / Kuroka…
El intenso silencio del ambiente se rompió en cuanto ambas se hablaron al mismo tiempo.
Una charla importante estaba por darse.
Devuelta a la fiesta del evento de los jóvenes Demonios en la Capital del Inframundo…
La reunión era lo que Akeno esperó... Aburrida. Todos hablaban de cosas de la clase alta, Sona por un lado, con sus amigos dispersos tratando de no dejar a nadie en ridículo...
-[Je. Esto me recuerda a los días que tuve que ir a estas fiestas de gala... aburridas como siempre, y eso que era de la alta clase]*Comento Elsha.
-¿En serio?*Akeno le pregunto mientras notaba que los lideres estaban metidos en lo suyo*¿Cómo eran?
-[Igual que lo que ves ahora, gente hablando de política, haciendo alianzas, buscando favores... aburrido. A mi esas cosas nunca me llamaron la atención]*Dijo Elsha.
-¿Qué llamaba tu atención entonces?*Pregunto Akeno.
-[Proteger... mi única meta era proteger a la gente que era importante para mí y ayudar al prójimo, suena muy egoísta o altruista, pero eso era lo que creía...]
-Entiendo…*Susurro Akeno, sintiéndose aún más identificada con Elsha que rara vez le hablaba de su vida personal.
Mientras tanto…
Sona estaba terminando de saludar y charlar con Diodora, ya que era parte de la ética hacer aquello, más porque iban a enfrentarse pronto. Ella suspiro mientras Tsubaki le daba un vaso con jugo natural.
-Sona, al fin te encuentro…*La voz de Seekvaira les llamo la atención y la verían acercarse*. Es bueno verte de nuevo.
-Igualmente, Seek-chan…*La mencionada sonrió ante aquello mientras Sona le daba un abrazo que ella correspondió*. Hay mucho que hablar, tengo tanto que contarte.
-Sona… ahora…
-Tiene que ver con Rias…*Sona susurró esas palabras al oído de la demonio que miró a la heredera Sitri con sorpresa.
-Cuéntame...*Ambas se alejaron para hablar mientras sus Queen's las seguían.
Entonces, al poco rato, una orquesta comenzó a tocar música de Salón elegante y varios se animaron a bailar una pieza.
En su lugar, Akeno notaría como también los patriarcas demoniacos se habían levantado de sus asientos y también fueron a bailar.
En eso…
-Disculpe, Lady Himejima…*Ella vería como Sairaorg se le acercaba y le tendió la mano*¿Me concederías una pieza?*Le pregunto.
Akeno lo vio sorprendida al igual que los demás. Lo cierto es que Sairaorg vestido de noble, tendiéndole la mano a Akeno, lo hacían ver como un príncipe de verdad. Saliendo de su sorpresa y no viéndole el problema, Akeno asintió y le dio la mano a Sairaorg.
Ambos fueron a bailar al centro de la pista llamando la atención de todos los que les rodeaban. Los dos se hicieron una reverencia y comenzaron a bailar con pasos elegantes bien enmarcados. La estampa de los dos bailando era hermosa, tanto que incluso las parejas que les rodeaban les hicieron un circulo. La música elegante, y los pasos gráciles y fluidos de los dos hacían parecer que solo ellos estaban en ese lugar, en lo que bien podría ser una escena de cuento de hadas.
A la distancia, Barakiel veía algo complicado aquello…
-Oh, vamos hermano…*Azazel pondría su mano en el hombro de este*. Sabes que Akeno de seguro solo acepto para matar el tiempo. Ella solo tiene ojos para Vali a pesar de su relación tan complicada.
-Lo sé…*Dijo Barakiel, suspirando.
Volviendo con la pareja de baile…
-Bailas muy bien…*Dijo Sairaorg sin perder el paso.
-Aunque no lo creas, a mi mamá también le gusta mucho la danza, así que ella me enseño. Estrictamente hablando…*Akeno sonreiría con amargura*. Creo que ahora se lo puedo agradecer.
-Entiendo…*Sairaorg entonces vería por un momento a la distancia a Sona y Seekvaira charlando amenamente*. Hmmm. Me pregunto de que hablan y me intriga un poco la nueva actitud de Sona.
-Creo que sé de qué hablan.
-¿Ah sí? ¿De qué?
Akeno miraría seria al heredero de la casa de Bael.
-Rias-san…
Su respuesta sorprendió a Sairaorg que se notaba algo ansioso…
-¿Puedes contarme?*Le pidió saber lo que pasaba.
-Sin problemas…*Akeno acepto.
Con eso, charlarían mientras el baile continuaba hasta que termino.
Volviendo al territorio Gremory…
Frente a frente, las hermanas Nekomatas se habían reunido luego de muchos años. Aunque la reunión era de todo menos feliz. Shirone, también conocida como Koneko, veía a su hermana mayor aún sorprendida. Kuroka era una de las criminales más buscadas de todo el inframundo y la responsable de arruinarle la vida a su hermana menor
-Ahm… Veo que no has crecido mucho-nya… reprimir tu naturaleza ha afectado a tu desarrollo más de lo que me imaginaba-nya…*Dijo Kuroka queriendo romper la tensión con una falsa sonrisa tranquila mientras resaltaba la anomalía del pequeño cuerpo de su hermanita.
Koneko veía en silencio a su hermana mayor, tenía dificultades para respirar, lo que le impedía hablar…
-¿Qué haces aquí...Nee-sama?*Logró decir haciendo mucho esfuerzo.
-Hablar…*Rias le respondió y la hizo pasar a verla*. Por favor Koneko, solo escucha lo que tiene que decir… Después, no te molestara más si así lo quieres…
Una vez más, las emociones de Koneko parecían descontrolarse al ver a su ama junto con su hermana biológica… una parte suya no quería escucharla, pero… su lado razonable lo vio como una oportunidad para quitarse una duda que siempre tuvo…
Entonces, el silencio presente volvía todo más incómodo.
Kuroka no encontraba la fuerza suficiente como para tomar la palabra, Koneko en cambio solo esperaba que su hermana se dignara a hablar. Pero su hermana mayor no sabía ni por dónde empezar, su mente estaba en blanco, sabía que tenía que hacer y tras suspirar, decidió hablar, pero…
-Shirone… yo…
-Soy Koneko…*Las palabras de Kuroka fueron interrumpidas rápidamente por la pequeña albina, a pesar de su mirada serena, el tono de voz de Koneko reflejaba otra cosa*. Entonces, dime, Nee-sama ¿Qué es lo que quieres decirme?
-Y-Yo… bueno…*Kuroka tragaría un nudo en su garganta*. A-Antes que nada… si tienes una pregunta personal, solo hazla.
-Entonces ¿Qué paso hace cinco años?*Koneko decidió ir al grano*. Por qué por lo que estoy viendo ahora mismo, no luces para nada loca como me habían contado.
Kuroka no se animaba a mirarla a los ojos, así que comenzó a hablar fijando su vista en el piso…
-Sé que estás enojado conmigo y que sin duda me odias…
-¡Mírame a la cara!*Koneko le grito a su hermana, se acercó a ella, la sujetó de sus hombros y ambas quedaron frente a frente, con la mayor quedando muda al notar la mirada de su pequeña hermana, reflejaba todas las emociones que había estado guardando*. Me juzgaron como amenaza, me encerraron mucho tiempo e intentaron ejecutarme varias veces ¡Solo tenía diez años! De no ser por Sirzechs-sama, yo estaría muerta ahora mismo… Así que cuéntame ¿¡Porque lo hiciste!? ¿¡Por qué mataste a tu amo!?
Las palabras cargadas de dolor e ira eran como filosas espadas que atravesaban el corazón de Kuroka, el esfuerzo que tuvo que hacer para no quebrarse era gigantesco, ella desconocía todo por lo que su hermanita había tenido que pasar a tan corta edad luego de que ella huyera y fue la propia Rias quien le hizo saber todo hace poco.
Koneko la soltó, ambas retomaron distancia, y Kuroka nuevamente habló…
-Nuestros padres habían muerto, tu tenías cinco años, yo nueve, y no teníamos a nadie... Estaba asustada, apenas era capaz de hacer cosas básicas por mí misma, pero me juré que lo daría todo por ti, para que siempre estuvieras bien, y por un tiempo fue así, hasta que enfermaste… Estaba verdaderamente desesperada, la sola idea de pensar que iba a perder a la única familia que me quedaba me destruía por dentro, y entonces… él apareció, ese tipo ofreció cuidar de las dos si yo me volvía parte de su nobleza, y así fue, me convertí en su Bishop y por un tiempo las cosas estuvieron bien… Hasta que cuando comencé a mostrar señales de ser una maestra natural del Senjutsu, entonces las cosas empeoraron.
Kuroka se dio vuelta dándole la espalda a su hermana, Koneko solo se mantenía el silencio y cuando estaba a punto de confrontar a su hermana mayor, esta comenzó a quitarse su blusa negra, dejando a la vista su espalda desnuda, la pequeña no entendía este gesto, o que estaba por hacer su hermana, al igual que Rias, y en ese instante un círculo mágico violeta apareció a lo largo de toda la espalda de Kuroka, y cuando se desvaneció reveló algo que hizo que Rias y Koneko quedaran horrorizadas por lo que veían.
La espalda de Koneko ahora estaba llena de diferentes cicatrices ya suturadas, de diferentes formas y tamaños, cubrían desde los omóplatos hasta la cadera de la mujer.
-Oh por el Maou…*Rias se llevó las manos a la boca.
-Nee-sama... ¿Cómo?*A Koneko no le salían las palabras suficientes para expresarse.
Mientras se cubre de nuevo la espalda, Kuroka comenzó a hablar…
-Mi amo comenzó a hacer experimentos horribles conmigo, en un intento de mejorar mi potencial, y este es el resultado de años de experimentación...
-No... No lo entiendo... ¿¡Por qué permitiste que te hicieran algo así!?
Por ti…*Kuroka lo dijo ante el desconcierto de su hermanita*. Ese fue el acuerdo que hice, yo le serviría por siempre a cambio de que tu pudieses vivir normalmente, mientras estuvieras a salvo no me importaba que tan doloroso fuera, soportaría cuánto fuera, todo por ti, pero...*Ella apretaría sus puños*. Ese infeliz, ese bastardo... Quería hacer lo mismo contigo, ya que según él tú también deberías tener un enorme potencial… a mí que me hiciera lo que quisiera, pero no podría tolerar que vivieras lo mismo que yo, no lo soporte más, y en ese instante lo asesiné sin pensarlo, cuando me di cuenta de lo que había hecho ya era tarde, y huí, en ese momento creí que solo me culparían a mí, pero me equivoqué, Shirone, no pensé que también arremeterían contra ti.
Koneko no sabía qué hacer, ni cómo responder ante todo esto, su hermana no podía estar mintiéndole, su cabeza apenas podía procesar tanta verdad junta, solo podía estar callada, y únicamente reaccionó cuando las manos de su hermana se encontraron con las suyas.
-Por mí culpa sufriste a tan corta edad, quizás... si te hubiera contado la verdad algo habría cambiado, quizá hubiéramos escapado juntas, en cambio te hice un daño irreparable… No tienes que perdonarme, incluso eres libre de no llamarme Nee-sama nunca más, pero… Independientemente de lo que decidas, quiero que sepas una cosa, yo siempre te querré.
Kuroka finalizó sus palabras envolviendo a su hermanita en un gran abrazo, el cual desde el fondo de su corazón quería darle desde hace muchos años, no sintió que los brazos de Koneko le correspondieran. Sin embargo, para ella eso estaba bien, había dicho lo que tenía que decir.
No quería hacerlo, pero luego de unos segundos soltó a su pequeña hermana, y mirándola a los ojos le sonrió antes de hablar…
-Te he contado todo, adiós Shirone… No, Koneko, cuídate mucho.
Kuroka se levantó de su lugar con el fin de retirarse, aguantando toda emoción caminó hacia la puerta, ella no quería dejar a su hermana, pero tal vez era lo mejor, al menos hasta que su nombre pueda ser limpiado.
Entonces, seria detenida cuando un par de brazos la abrazaron desde atrás…
-Jamás te he olvidado Nee-sama, ya sea de mala o buena manera siempre he pensado en ti. Nunca imaginé el horror que sufriste, ni todo lo que hiciste por mí… Por eso…*Koneko afianzaría su agarre sobre ella*. Te lo pido, no te vayas, tonta hermana mayor… ¡No te atrevas a dejarme!
Koneko abrazaba tan fuerte a su hermana como le era posible, era tal su agarre que se le olvidó su súper fuerza de Rook… Kuroka sentía como cada vertebra tronaba, sin embargo, no le importó en lo más mínimo, su felicidad era mayor que su dolor, no sabía si su hermanita la había perdonado completamente, pero si la quería cerca, entonces no se iría, nunca jamás.
-Koneko…*Rias, sonriendo algo lamentada, pero feliz, le llamaría la atención*. Incluso si el mundo es cruel e injusto con cualquiera, no debemos dejarnos amedrentar por eso… Si hacemos el esfuerzo, podremos lograr un mundo donde cualquier como tú ya no tenga que sufrir más ni temer de ellos mismos. Cuando ese mundo se vuelva una realidad, te prometo que volveremos por ustedes y viviremos juntos como siempre lo hemos soñado.
Koneko solo soltaría un sollozo mientras sonreía y asentía, para que después la pelirroja se uniera al abrazo y así la pequeña Rook tenía a su lado a sus dos hermanas que nunca la iban a abandonar ni dejar de querer.
Los demás solamente veían conmovidos aquello mientras cierto Bishop trataba de evitar llorar, pero le era imposible evitarlo.
-Espero estés feliz, Kuroka…*Bikou sonrió en sus pensamientos*. Hasta un hombre podría llorar con eso.
Aun después de que ellas se vayan, por qué era necesario, sentía que ya podía avanzar por su cuenta hasta que ellas regresen.
