¡Hola! Una disculpa por tanto tiempo de ausencia jejeje Nos leemos abajo :D
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SOLEDAD COMPARTIDA
Personajes creados por el sensei Kishimoto. Historia de mi autoría.
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Capitulo 10
Mi elección
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-Naruto, porque demonios no piensas antes de actuar-
El Uzumaki se tiro al suelo y observo el techo de la habitación, mientras la rubia mujer se posicionaba de pie junto a él.
-Vieja, No puedo con todo esto-
Admitió el Uzumaki, a lo que la rubia mujer frunció el ceño y hablo.
-Baka! Has derrotado a cientos de estúpidos, le has dado una lección de vida a toda la aldea, has convertido a rufianes en aliados de la hoja, has salvado tantas vidas y no puedes con un simple problema amoroso, ¡Eres un idiota completo!-
El Uzumaki solo cerró los ojos, sabía que lo que decía la mujer era cierto por completo.
-Naruto, decídete o déjalas, ellas no merecen estar en medio de tu confusión-
-vieja Tsunade... quiero a sakura, luchare por su felicidad pero hare feliz a hinata-
La mujer de ojos café enfureció y levanto a ojiazul del suelo, lo tomo de la parte superior de la chaqueta con ambas manos sacudiéndolo fuertemente
-¡Idiota! Si quieres a sakura deberías estar con ella y no apartarla de tu lado y si quisieras hacer feliz a hinata ¡por lo menos deberías preocuparte por ella! ¡Deberías saber que esta herida por culpa de su padre!-
El Uzumaki se sorprendió ante lo escuchado
-¡¿Hi-hinata esta herida?!-
-¡Claro que si baka! ¡si la quieres deberías por lo menos saber que pasa en su vida!... ¡Es increíble que no tengas ni la mínima idea de lo que pasa!, por estar ocupado en tus asuntos personales abandonas la aldea y tu responsabilidad como líder de la hoja… ¿cuándo fue la última vez que revisaste el papeleo?... si lo revisaras te darías cuenta, pero prefieres beber hasta quedar perdido olvidándote de tu verdadero propósito- gritaba enfadada la mujer, intentando hacer recapacitar a ese inmaduro chico.
El Uzumaki salió corriendo sin escuchar los reclamos de la mujer dejándola atrás realmente furiosa
-¡Imbécil eres un hokage! ¡Compórtate!-
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La noche se apodero de la aldea, una fresca brisa mezclada con la intensidad del viento, removía los arboles al compas del cabello del Uzumaki, quien corría presuroso a casa de los hyuga, quería averiguar qué pasaba con hyuga, como podía ser tan tonto, quizás ella lo necesitaba y el estaba bebiendo y discutiendo con la Haruno... Si hubiese revisado los documentos que yacían sobre su escritorio quizás se hubiera percatado del problema mucho antes que cualquier otro y hubiese estado ahí con ella para apoyarla como tantas otras veces lo hizo la peli azul con el…
Una pequeña flor de cerezo se estrello contra su chaqueta. El rubio detuvo su andar y lo tomo entre sus manos, entonces recordó lo que había pasado entre él y la pelirosa unas horas atrás.
-¿Naruto-kun?-
Hablo la pelirosa adentrándose en la habitación donde se encontraba el rubio. Un par de pasos y pateo una botella de sake, cuatro pasos más y observo mas botellas en el suelo
-¡Naruto baka! Qué te pasa ¿porque estas bebiendo?-
El Uzumaki se encontraba en el rincón de la habitación, oculto gracias a la oscuridad del atardecer que se aproximaba conforme pasaban los minutos.
-Sa-sakura-chan...-
-¡Idiota! levántate- le ordeno la Haruno, pero al ver que el Uzumaki no respondió se acerco a él e intento ayudarlo, olía a sake y su mal estado era notorio.
-¡Vamos Naruto! ¡Levántate!-
Quiso ponerlo de pie pero el rubio no cooperaba así que la chica se enfado y se puso frente a el
-¡Sabes lo que diría hinata si te viera así!-
El Uzumaki sintió como si aquellas palabras golpearan su ser… y con toda la frialdad posible, hablo como nunca antes se le había escuchado
-Que quiere a sasuke...- escupió las palabras como si de veneno puro se tratase
-Entonces levan... ¡¿Qué?!- dijo sorprendida la Haruno, cambiando su semblante a uno de aparente preocupación.
-que quiere a sasuke, eso me diría- reafirmo el ojiazul, poniéndose de pie frente a la Haruno quien al observar los ojos del rubio logro descubrir su enfado
-¡Cállate!- abofeteo al Uzumaki, quien giro su cabeza por el golpe recibido pero no mostro molestia alguna
-¿Qué te pasa sakura-chan? ¿Crees que miento?- Dijo con burla el Uzumaki
-¡Por supuesto que es una mentira!- dijo la Haruno desesperada
-¡Ellos duermen juntos!-
-Cla-claro no- dijo temerosa la Haruno
-¡Yo los eh visto! ellos se quieren y frente a nosotros- el Uzumaki se acerco y tomo a la Haruno de los hombros apretándola y forcejeando como si tratase de despertarla de una ilusión
-Abre los ojos sakura, ellos no nos van a querer ¡nunca!-
-NO- grito la Haruno, soltando el agarre del Uzumaki y lanzando una bofetada a su rostro tan fuerte que el ojiazul cayó al suelo
-¡tan fácil te das por vencido!...- respiro profundamente, tratando de contener las lagrimas y todos los sentimientos que desbordaban su alma en esos momentos, tras unos segundos de completo silencio e incertidumbre la mujer continuo -Yo quiero a sasuke-kun, y no me importa si a dormido con hinata o con cualquier otra, yo lo quiero y me encargare de que no vuelva a dormir con nadie más que no sea yo... si TU te das por vencido tan rápidamente, TUperderás a hinata... ¡Yo no perderé a sasuke jamás!..- Detuvo sus palabras y respiro nuevamente, como tratando de obtener más fuerza –Yo quiero a sasuke, le quiero mucho y estoy dispuesta a perdonarle todo sus errores y su pasado… no puedo cambiar el hecho de que otras mujeres hayan entrado en su corazón o en su cama… no puedo cambiar eso, pero si puedo aceptarlo, puedo vivir con ello, porque lo quiero. No seré la única que estuviese con él, pero si la ultima… yo le quiero de verdad y luchare porque no vuelva a querer a nadie que no sea yo… No me importa si estuvo con hinata, y a ti no debería importarte tampoco, quizás fue un error quizás no… pero no deberías juzgarla, tu también te has acostado conmigo y eso nunca te lo ha recriminado nadie, hinata jamás te ha dejado de querer a pesar de eso, no veo por qué darte por vencido tan rápidamente. Si tu amor por ella no es lo suficientemente fuerte y verdadero como para perdonarle esto, no deberías continuar… amala como yo amo a sasuke-kun-
El silencio, parecía no desaparecer entre ambos, la Haruno había hablado con sinceridad, con lo que creía que le dictaba su corazón…
-Jamás te oí decir algo así por mi…- hablo el rubio, dejando desconcertada la Haruno ante la respuesta escuchada
–Siempre te lo di todo, trate de hacerte feliz, te enseñe lo mejor de mí y a pesar de mis fallas siempre quería compensarte, pero ahora veo que nada fue suficiente… porque yo no estaba en tu corazón…- dio un suspiro de derrota
–Me hubiera encantado escuchar que esas palabras y esa sonrisa que pones fueran por mi… pero no, tu corazón nunca me perteneció… y ahora debo admitir que me duele un poco escuchar lo que sientes por el… quizás porque nunca te ha dado nada o solo es mi orgullo herido, quizás ambos….Duele porque nunca sentiste nada así por mi- La Haruno no daba crédito a lo escuchado, sentía como si su pecho ardiera de dolor
–Jamás podrás verme como lo ves, jamás podre compararme contra él y ganar tu corazón…- la observo a los ojos –cuando hablas de él tus ojos se iluminan, e inconscientemente aparece esa sonrisa en tus labios… me gustaría ser la causa e eso… pero no- detuvo sus palabras unos segundos, tomando aire para continuar sin comenzar a llorar
–veo que te hace feliz…- las lagrimas se acumularon en los ojos jade de la chica –Me alegro sakura-chan… por lo menos alguien puede hacerte feliz como yo no lo he hecho…-
Las lagrimas resbalaron por las mejillas de la mujer, la invadieron deseos de gritarle a su ex prometido que no era cierto que el si la había hecho feliz, que había pasado los mejores momentos con él y que nunca antes se había sentido lo suficientemente especial hasta que él se lo decía, quería decirlo, de verdad quería hacerlo… pero no dijo nada, ya era demasiado tarde
-Por esa razón sakura-chan…- se puso de pie, y se posiciono frente a ella, observándola a los ojos y posando una melancólica sonrisa en sus labios –Por esa razón, luchare por tu felicidad…- La Haruno lo observo sorprendida
-Te mereces lo mejor sakura, mereces ser feliz…- El Uzumaki tomo las manos de la chica y las enlazo con las suyas, las posiciono a la altura de su pecho y sonrió
-Te prometo sakura-chan, que hinata va a estar conmigo, la hare feliz, luchare por su amor y ella me querrá tanto que no nos separaremos… Pero sobre todo sakura, te prometo que serás feliz, estarás con sasuke y luchare para que eso se cumpla… tendrás lo que te mereces y siempre has deseado… Lo juro Dattebayo-
Sonrió y la Haruno estallo en llanto, aferrándose al cuerpo del Uzumaki, se sentía feliz de que la comprendiera, y la quisiera tanto como para ayudarla a estar junto a sasuke…
Rompieron el abrazo y se miraron a los ojos. Un poco de preocupación se instalo en su mirar, sin saberlo ambos se cuestionaron en su interior una pregunta que nadie hizo, que nadie menciono, pero que estaba presente ¿es justo?
Es increíble como nosotros mismo ponemos dificultades en nuestra vida.
Este enfermizo amor no les dejaría nada bueno. Sus acciones no iban de acuerdo a sus palabras, y sus palabras no iban de acuerdo a sus sentimientos.
Quizás no comprendían que estaban mal, quizás no le interesaba o eran muy inmaduros. Sin importan nada, después de tantas confesiones, promesas falsas, medidas, extremas, sentimientos encontrados, después de todo eso, al final ganaba el deseo y la carne…
-No lo volveremos a hacer-
Dijeron antes de comenzar a devorarse a besos y a desprenderse de sus prendas. Iniciando nuevamente lo que sus mentes les advertían que no hicieran pero lo que su corazón les reclamaba.
Lo recordó todo… la promesa que debía mantener y cumplir... la haría solo por ella, por su amada mujer de ojos jade.
-Te lo prometo Sakura-chan-
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Estaba satisfecha con mis acciones, aunque no dejaban de atormentarme... Solía diferenciar entre lo correcto y lo adecuado, pero desde que llego a mi vida el simple hecho de pensar las cosas antes de hacerlas, me parece una locura.
Subí las escaleras camino a la nueva habitación, ya había acomodado mis pertenencias, solo deseaba entrar y recostarme, el hecho de pensar en mi vida, mis acciones y mis sentimientos, me debilitaba... Tome un baño y me dirigí a la habitación, me puse mi blusa y unos short para dormir, camine a la cama cuando me recosté sobre ella el cansancio se apodero de mi... Olía a flores, y no cualquier flor, olía a violetas, mis flores favoritas, el delicioso olor comenzaron a inundar mis sentidos, parecía tan real que...
-Es real-
Abrí los ojos y observe en la mesita de noche un ramo de violetas, me acerque a ellas y las tome entre mis manos, respire profundamente ese olor tan cautivador, lograba tranquilizarme y en cierta forma me daba fuerza y felicidad al recordar bellos momentos con mi familia en que este característico olor formaba parte. Tome la tarjeta que se encontraba justo debajo de las flores... unas lagrimas escaparon de mis ojos, al leer la pequeña tarjeta, ¿como sabía que había comprado rosas?... no pensé que fuera capaz de traerme flores.
-"Las rosas no van contigo"-
Sasuke
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-Naruto-sama- hablo sorprendida la mujer de ojos blancos
-Lamento la hora de mi visita, pero me gustaría hablar con hinata- dijo firmemente el Uzumaki, pero recibió una mirada de preocupación de la mujer, quien tras revisar el interior de la casa como asegurándose de que nadie la observara, le indico al rubio que la siguiera.
-Lo siento, pero de verdad necesito…-
-Ella no está aquí- dijo la mujer y comenzó a caminar, el ojiazul la siguió desconcertado ¿Cómo que no está?
Después de caminar algunos metros la mujer se detuvo y observo al Uzumaki
-Lo siento Hokage-sama demo hinata-sama, ha sido excluida del clan temporalmente-
El Uzumaki mostro su sorpresa y la mujer continuo hablando
-Creo que usted ya debería saberlo…-
-Bueno no estoy totalmente enterado- dijo el Uzumaki sintiéndose un idiota por no darse cuenta.
-Ella ha sido revocada de su papel como primogénita debido a los inconvenientes, por esa razón se le ha permitido su salida temporal del clan- confeso la mujer
-Bueno y donde se encuentra-
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-Okaasan… gomene- lloraba la ojiluna, en brazos de su madre, quien al parecer moriría en cualquier momento -Otousan, es malo, no me dejes, okaasan…-
-Gomenasai Hinata-chan- hablo dulcemente la mujer que se encontraba recostada en la cama
-Okaasan, quiero que estés conmigo, me veas crecer y casarme…- lloraba desconsoladamente la hyuga pequeña
-Mi adorada hinata, estaré ahí para ti, siempre… aunque no me veas, estaré contigo- hablo con dificultad la mujer tratando de consolar a su afligida hija
-No okaasan… como sabré qué camino tomar sin ti, no puedo- se aferraba su regazo, e intentaba no soltar a su mama
-Hinata… eres muy fuerte mi amor… se que tomaras el camino correcto, se que harás lo mejor, porque tú eres como yo… lucha por tu felicidad y no dejes que nadie se interponga en ella- la mujer tocio un par de veces y los claros ojos de la menor se llenaban de lagrimas, su llanto era desgarrador, perdía a su mama, la única que la amaba y la comprendía…
-Mi linda niña, te amo, te amo tanto y deseo que seas feliz…- una sonrisa se poso en los blancos labios de la mujer de larga cabellera
-decide por ti, vive plenamente, que nadie te haga daño…- tomo la mano de su amada hija y la acaricio
-yo te cuidare… estaré el día de tu boda, cuando te gradúes de la academia, cuando llegues a casa, cuando te vayas… siempre estaré contigo… cuando te sientas triste ve al jardín, huele las violetas, su perfume te acompañara siempre igual que yo-
La mujer sonrió y dejo de respirar
-Te amo Hinata-
La ojiluna se despertó llorando, sus ojos ardían, y su pulso era acelerado, no podía dormir, tras recordar a su madre, tras sentirla tan cerca…
Se levanto y bajo las escaleras hasta llegar a la cocina, tomo un vaso de agua y lo bebió con calma
-Que haces-
La mujer dio un pequeño salto, tras el susto recibido.
-Sa-sasuke-kun, gomenasai… bebía un poco de agua-
El Uchiha tomo un vaso y se sirvió agua, lo bebió, mientras observaba como la hyuga evitaba su mirada
-No te gusta estar aquí-hablo el uchiha, llamando la atención de la hyuga
-De que habla sasuke-kun… a mi… a mí me gusta estar aquí- dijo temerosa la mujer, dándole la espalda al azabache
-Entonces por qué lloras- Dijo el azabache en tono neutro
-Yo... yo no estaba…- Pero el uchiha tomo el brazo de la hyuga y la giro para verla a los ojos, la ojiluna se ruborizo y observo los enigmáticos ojos del morocho, noto que el azabache no tenia puesta una camisa y su bien formado pecho estaba al descubierto, ante la mirada del hombre la mujer se intimido, sintió su corazón acelerarse mientras que inconscientemente apretaba el vaso que tenía en sus manos, hasta que por la fuerza aplicada el vaso se rompió, cortando las manos de la hyuga.
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-*Es tan torpe*- Pensó el uchiha, mientras buscaba algunas vendas. Camino hacia el sofá donde se encontraba la hyuga, la mujer sostenía una toalla entre sus manos, estaba sonrojada y un poco avergonzada por ser tan torpe.
El uchiha retiro, la toalla de las manos de la mujer y observo la sangre que había dejado en ella.
-Necesito lavar tus manos- dijo el uchiha y la ojiperla asintió, el azabache coloco las manos de la chica en un cuenco con agua y algunas hojas medicinales, la ojiluna reprimió un pequeño gemido ante la sensación del agua en sus heridas.
El azabache estaba por retirar un cristal que continuaba clavado en la piel de la ojiluna, pero noto la preocupación en el rostro de la peli azul
-Si te preocupa observa hacia otro lado- la mujer asintió y observo por encima del hombro del uchiha, una punzada proveniente de sus manos le indicaba que el uchiha había retirado el cristal
-Necesito retirar algunos otros- advirtió l azabache y la ojiluna asintió como respuesta
El dolor era suficiente como para llorar, pero era fuerte. Seguía observando por encima del hombro del azabache, hasta que desvió su vista al desnudo torso del azabache.
Se encontraba frente a el y podía respirar su varonil aroma, podía apreciar las líneas de sus músculos, sus hombros, sus brazos, y sintió un cosquilleo en su interior, recordó la noche en que lo beso.. y se sonroja ante tal recuerdo, quien diría que hyuga hinata besaría a un dormido sasuke uchiha.
Recorría con la mirada el cuerpo del azabache, después su cabello negro y su rostro, pudo notar sus bellas facciones, sus profundos ojos y sus labios. *Oh kamy sus labios* pensó e intento sacar eso de su sistema, ¿desde cuando los labios del uchiha resultaban tan interesantes?
Pero el dolor la trajo de vuelta a la realidad, el uchiha ponía algunos parches adhesivos.
Cuando el uchiha se giro para verla se encontró con un rostro totalmente rojo.
-No seas tan torpe hyuga-
La mencionada, asintió
-Gracias sasuke-kun- hablo la ojiluna sonrojada
-hmp- dijo indiferente el azabache, mientras terminaba de vendar la mano izquierda de la mujer
-Gra-gracias por las flores también-
El uchiha no desvió la vista de las vendas y la ojiluna continuo hablando
-So-son mis, flores favoritas-
El uchiha se giro al lado contrario para tomar un poco de cinta adhesiva y terminar el vendaje, pero al mismo tiempo una sonrisa de victoria se poso en sus labios
-Odio las rosas- hablo el azabache volviendo su vista al frente y recuperando su semblante serio
-Yo no tenía idea- dijo la ojiluna, el azabache coloco los utensilios en el cuenco
-Puedo ayudarte…- dijo la chica, pero accidentalmente tiro al suelo el pequeño frasco con los cristales que había retirado el uchiha de sus manos, rompiéndolo en partes
-gomenasai sasuke-kun- se sobresalto la peli azul y el azabache frunció el ceño, la chica se arrodillo y comenzó a recoger los cristales que re regaron
-Siempre eres tan torpe hyuga- dijo el morocho y comenzó a ayudarle a la hyuga a recoger los cristales.
-Yo… Gracias a usted pude recordar a okaasan- hablo la hyuga. El uchiha se pregunto el porqué le decía eso
-Las violetas, me recuerdan okaasan y esta noche eh soñado con ella… Gracias- dijo la ojiluna, evitando la mirada del morocho quien la observaba atónito. La peli azul termino de recoger los cristales y ambos se pusieron de pie y se sentaron en el sofá. No sabían cómo continuar o si huir o hablar. Solo era apoyo disfrazado de silencio.
-¿La extrañas?- Hablo el uchiha
-Cada día- Confeso la ojiluna, y una sonrisa se poso en sus labios –pero sé que ella está conmigo- el azabache noto el amor de la hyuga hacia su madre
-¿Sasuke-kun, extraña a su okaasan?- pregunto de una manera dulce y se giro para observarlo.
-Cada día- ambos suspiraron y sus miradas se perdieron en algún punto de la habitación
-Fue la única que me amo-
-Fue la única que me amo-
Ambos se observaron sorprendidos, compartieron el mismo dialogo y no era más que la verdad. La hyuga sonrió con melancolía y el uchiha desvió la mirada.
-No somos tan diferentes hyuga-
La ojiluna sonrió y asintió
-Así es Sasuke-kun-
La chica se levanto del sofá, y cuando estaba por dar un paso el morocho se percato de un cristal que se encontraba en el piso y estaba a punto de ser pisado por el desnudo pie de la ojiluna.
-Hinata…-
El uchiha, se levanto de golpe y tomo el brazo de la peli azul, atrayéndola hacia si evitando que diera un paso más y se lastimara nuevamente.
Ambos morochos quedaron extremadamente cerca, la hyuga entre los brazos del azabache, y sus perlados ojos clavados en los del uchiha, la adrenalina del momento acelero sus corazones y su respiración se volvió lenta ante la cercanía, el rubor se incremento a notar sus labios extremadamente cerca, las miradas se perdieron, las respiraciones se volvieron pausadas, la curiosidad y las ganas por besar al otro se incrementaron, el palpitar se acelero la separación se hacía menos conforme los segundos, menos de unos centímetros para culminar en un beso, que podría significar el fin o el comienzo de algo…
-¡Sasuke idiota!-
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-Naruto ya basta- hablo la antigua hokage mientras se acercaba a la escena
-Te lo advertí theme, te dije que no…-
-No permitiré que vengas a mi casa a gritarme- hablo el uchiha y lanzo un golpe a la cara del Uzumaki
-Naruto-kun, tranquilo no es… no- hablo asustada la peli azul
-No te metas hinata este theme cree que puede jugar contigo y no lo permitiré- gritaba el Uzumaki y lanzo un golpe a la cara del uchiha, seguido de otro mas
-No hables sobre lo que no conoces imbécil- dijo el uchiha tomándolo por el cuello y propinando un golpe en el estomago al ojiazul, ambos comenzaron a golpearse
-Yo sé de lo que hablo… no eres más que un estúpido, sucio, TRAIDOR- el uchiha enfureció y ambos estaban por soltar un golpe al otro
-¡NARUTO!- Interrumpió la peli azul, atrayendo la atención de todos. –sasuke-kun no es nada de lo que dices, el no me ha hecho nada malo- hablo sonrojada
-Lo ves Naruto, hinata ya lo dijo- dijo la voluptuosa mujer de cabellos rubios
El azabache soltó al Uzumaki y el rubio lo miro con odio profundo
-Porque nadie me comunico nada. Soy el hokage, tengo que saberlo todo y proteger mis amigos de personas como sasuke- dijo enojado el Uzumaki
-Naruto-kun…-
-No seas estúpido Naruto, si trabajaras como tal, te enterarías de todo, pero te la pasas lloriqueando todo el día, como quieres enterarte de todo- dijo la rubia mujer
-No dejare que hinata se quede aquí, no junto a él-
-No dejare que hables de mi como si fuera basura- advirtió el azabache y se acerco para golpear al rubio
-¡NO! Sasuke-kun, detente- la hyuga se posiciono frente al uchiha y este se detuvo realmente enfadado
-Déjalo hinata, no podrá hacer nada- hablo con sarna el Uzumaki –yo soy el hokage y yo mando-
-Demo Naruto-kun, yo no me quiero ir de aquí-
La habitación se quedo en completo silencio, el Uzumaki observo a la ojiluna
-¿Qué?-
La hyuga giro su rostro hacia el Uzumaki quien la observo con asombro
-Sasuke-kun, no es malo, me cuida y me protege, me ayuda y es bueno conmigo… yo estoy mejor aquí-
El azabache sonrió de medio lado, esto fue captado por el rubio quien se mostro enfadado con él, pero comprensivo con la hyuga
-Yo no creo, que pueda estar mejor en otro lugar- El uchiha
-Pero…- hablo el Uzumaki, pero fue interrumpido por la rubia mujer
-Y a lo has oído Naruto, y aunque fuese de otra manera, tú no puedes hacer nada, hay un pergamino en base a esta situación-
El Uzumaki, suspiro resignado
-Si es lo que quieres- dijo resignado el Uzumaki
-No permitiré que te acerques más de lo debido- advirtió el rubio
-Quien me lo va a impedir- respondió el morocho, la respuesta del ojiazul fue una fugaz mirada de odio.
-Vámonos Naruto, tenemos que discutir esto- hablo la mujer de ojos cafés- el rubio salió de la casa del uchiha junto a la vieja Tsunade.
El uchiha, camino hacia la cocina, la hyuga lo vio alejarse en completo mutismo, le siguió y observo como el uchiha tomaba una toalla y se limpiaba la sangre de resbalaba por la comisura de su boca.
La hyuga se acerco en mutismo a él, le retiro la toalla de las manos y con lagrimas en los ojos comenzó a limpiar los labios del uchiha
-Gomenasai Sasuke-kun-
El uchiha la observo en mutismo, ella se encontraba concentrada en retirar todo rastro de sangre. El morocho detuvo sus manos y le quito nuevamente la toalla
-Déjalo- dijo en tono neutro, lo hacía porque las manos de la mujer seguían heridas y apuesto a que ella también le dolía.
La hyuga salió de la cocina y se dirigió al sofá donde minutos antes había estado, el azabache la observo pero no supo qué hacer, se quedo ahí inmóvil, pensando en cómo reaccionar, pero el llanto de la mujer lo distrajo. Se acerco lentamente a ella, y la observo llorando, cuando estaba por tocar su hombro la ojiluna, se levanto y corrió hasta subir las escaleras. El azabache la observo alejarse y decidió irse a su habitación, después de todo parecía que ella no deseaba hablar.
Se encamino y su habitación y cerró la puerta.
….
….
Subió las escaleras, no podía quedarse sin hacer nada después de todo ella había aceptado que le gustaba vivir con él.
La escucho llorar.
En completo silencio abrió la puerta, y la observo sentada sobre la cama con una violeta en sus manos
-Okaasan, no sé qué camino tomar, parece que le hago daño a todos…-
El uchiha se sorprendió y continuo escuchando
-Quiero estar aquí con sasuke-kun, pero siempre sale lastimado por mi culpa-
El uchiha sonrió melancólicamente.
-Okaasan… dijiste que sabría que hacer…-
El uchiha, bajo las escaleras, no era propio seguir escuchando tras la puerta.
Pero una mano detuvo su andar
-Sasuke-kun…-
-No eres una molestia hyuga, no estamos aquí para complacer a los demás… ve a donde tú quieras, ahí estaré yo-
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Okaasan… no se a donde ir ni como llegar… pero sabes, tengo a sasuke-kun…
Quizás no se a donde voy, pero sé que voy con él y eso me basta ahora.
Okaasan… si ves a Mikoto-san, dile que yo cuidare de sasuke-kun…
y no te preocupes, yo se que el cuidara de mi también…
Si le sumo mi soledad a la suya qué es lo que obtengo a cambio
¿Dos soledades o ninguna?
Okaasan, ya no estoy completamente sola…
Al fin, alguien comparte mi soledad.
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Bueno, antes que nada mil disculpas por mi ausencia la verdad tuve sin fin de problemas pues el destino aparenta está contra mí, escribí el capitulo tres veces y de una extraña manera que aun no me explico se borraba todo, volvía a comenzar pero tardaba demasiado en terminarlo y continuaba perdiéndose, hoy no salí de casa para terminarlo, de verdad disculpen la demora y espero les haya gustado :D
Con suerte no tarda mucho en continuar el próximo capítulo. Comenten que les pareció y cuáles fueron sus reacciones c:
No he recibido muchos comentarios y eso me entristece, ¿aun continúan leyendo mi fic? :O no lo se u.u
pero gracias a los fieles seguidores :D ¡LOS AMO!
En fin, espero lo hayan disfrutado mucho y nos leemos la próxima
¡SAYONARA! :D
