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-(Sasuke)-
-(Hinata)-
******[recuerdo]****
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CAPITULO 19
(2da Parte)
¿HUBIESE CONSEGUIDO MÁS?
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-¿Cómo te sientes?- me cuestiono Naruto
No conteste nada, trataba de recordar cómo había terminado aquí. Se acercó a mí, y se sentó en el otro extremo de la cama.
-recuerdas aquel examen donde me regalaste un pequeño ungüento para mis heridas- hablo de pronto
Su vista divago un poco en recuerdos de hace algunos años.
Se levantó y saco de un pequeño cajón el pequeño recipiente.
-aun lo conservo…- y volvió a sentarse junto a mí.
Lo abrió y mirándome fijamente, con sus manos descubrió mi frente y puso un poco en una herida que hasta ese momento no me dolía. Continúo hablando.
-…en ese momento, nunca imagine que serias tan importante para mí-
Dejo a un lado el recipiente y yo lo miraba tratando de descubrir que significaba todo aquello, porque hasta ahora lo decía.
-eres importante para mi….- respiro profundo –soy un idiota por no darme cuenta antes-
¿Es esto una confesión?
-cuando éramos pequeños yo solo tenía ojos para Sakura, incluso hace un tiempo…- se detuvo como analizando que estaba por decir –incluso hace un tiempo yo habría hecho cualquier cosa por ella-
Algo en mi interior se estremeció al escuchar su nombre, y esas palabras no sonaban como si estuviera convencido, faltaba algo en él, no estoy segura si es credibilidad.
- ¿y, ya no?- me aventure a preguntar, incrédula de mi indiscreción
-es diferente ahora…. ella tiene otras metas, que no me incluyen a mí, yo solo puedo apoyarla- desvío la mirada
-¿Por qué… la amas?-
Me observo de nuevo y sonrió
-porque la ame-
¿Qué significaba aquello? ¿De verdad había dejado de amarla? ¿Cuándo? Porque incluso estaba por casarse, tanto tiempo gusto de ella que ahora parecía irreal imaginar que todo se había terminado, cuando su compromiso termino mucha gente imagino seria cosa de un tiempo, incluso yo lo creí, porque ahora decía todo esto, ¿Es por mí?
-¿y Sasuke?- sentí la situación cambiar rápidamente
-él también tiene sus propias decisiones- vocifero
-¿y… le apoyas?- solo estaba siendo sincera – él…. también ha sido parte de tu familia-
-nuestra relación ha cambiado-
-pero... tú... tu siempre… te preocupaste por el… siempre deseabas regresarlo a casa- esperaba ver una chispa en sus ojos, mas nada apareció
-estaba equivocado-
No podía creer lo que oía, simplemente no parecía Naruto el que hablaba, hasta hace poco ellos parecían ser buenos amigos a su extraña manera y de un momento a otro ninguno de los dos parecía importarle al otro.
-Naruto-kun… yo… yo creo que Sasuke es la persona en quien tu creías- le hable con la verdad
-¿de qué hablas?-
-me protegió!... se ha preocupado por mí y… y el… el no es lo que todo el mundo cree… lo conozco-
Se levantó de la cama como si estuviera frustrado
-tú, no puedes creer eso… ¿o si?- sus palabras fueron fuertes -no has pasado tanto tiempo con él, es como si me hablaras de una persona diferente-
-de verdad yo… creo en el- mis mejillas se ruborizaron un poco pensando en lo que acababa de decir
-No estamos para hablar de él… sabes lo que hizo con Sakura… es miserable-
-pero… no puede ser… es solo que, el…. No, no dañaría a alguien que aprecia- sentí la necesidad de hacerle justicia
-¿sabes de quien estas hablado?- me miro inquieto
- es Sasuke, asesino a su hermano, trato de matarme por mucho tiempo, al igual que a Sakura y termino propasándose con ella, ya lo he dicho antes…. porque crees que no dañaría a alguien cercano-
Algo en mi interior comenzaba a doler, no era justo ni creíble todo de lo que hablaba Naruto, jamás imagine que de su boca brotaran tales palabras. Me levante y me acerque a él.
-pareciera que no lo conoces-
-no me hagas esto Hinata- tomo mi mano –dime que no confías en el-
¿Hablaba en serio? Que tiene de malo, porque parece ser que solo yo le hago justicia, porque todo el mundo parece desaprobarlo
aparte mi mano de su tacto -¿sería un error?-
-confundes las cosas-
Estaba cansada de tanto darle vueltas al asunto, recuerdo cuando Sasuke estuvo a mi lado, todo lo que hizo por mí y las veces que discretamente tuvo detalles conmigo, atenciones que simplemente no podría tener alguien que solo quisiera herir.
-Naruto-kun…. Yo… yo soy libre de tener mi opinión respecto a él. Y yo… yo creo que… estas equivocado-
Sus ojos se abrieron ante mis palabras posiblemente por la sorpresa que le cause al hablar tan impropiamente, me dolía que se refiera a él de manera tan poco considerada.
-te ha cambiado mucho- dijo y sonrió de manera peculiar, como si le pareciera graciosa la situación
-antes jamás le hubieras defendido-
Desvié la mirada, tenía razón, algo en mi había cambiado gracias a Sasuke, desde que entro en mi vida ya nada parecía volver a ser como antes, especialmente mi manera de ser, la ha alterado tanto y tan sutilmente que me desconozco yo misma.
-puede ser… pero, me gusta-
Su mirada se clavó en mí, su sonrisa se transformó en un gesto de enfado y se acercó.
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Esa mañana la había hecho irse, la había dejado marcharse y ahora se encontraba cabreado entrenando por la manera en que la había tratado.
-¿Qué tiene ese bastardo hijo de puta que no tenga yo?-
Sus ojos se abrieron de sorpresa, el morocho se alejó. Mas ninguna respuesta se escuchó de la mujer que continuaba llorando.
-entiendo- se alejó de ella –te puedes largar-
La chica lo observo con semblante triste. No alcanzaba a comprender lo que había costado para el hombre pronunciar aquellas palabras y no sabía mucho menos que contestar, que decir ante algo que ahora no le parecía claro.
-Sa…Sasuke-kun….- sus perlados ojos se clavaron en las orbes oscuras del morocho, porque debía sentir ese nudo en su corazón, porque le costaba tanto dejar el pasado y echar andar su vida…
-Gomenasai…- decía suplicante, más el pelinegro parecía inquebrantable, lleno de rabia e indiferencia
-Tú y el acuerdo se pueden ir a la mierda- vocifero grave
-No puedo perder más tiempo con niñerías-
Empezó a caminar hacia la escalera para dejarla sola, pero antes de hacerlo se giró a observarla tan fríamente que la mujer sintió erizar su piel.
-eres tan insignificante-
No estaba en su corazón herir a la mujer, pero su enfado podía mas con la situación, que inevitablemente deseaba herirla, saber que ella sufría aunque después esto mismo le causara la mayor de las penas.
Las armas eran lanzadas con fuerza ante un rival que lucia exactamente como él, ambos sudando, con el ceño fruncido y con arma en mano luchaban dispuestos a sacar su frustración con cada ataque, el terreno parecía dañado, muchas armas por doquier, se podía escuchar el crujir de la tierra ante el golpe de un cuerpo contra el suelo. Tras cada hombre similar que desaparecía en una nube de humo un nuevo hombre aparecía de la misma forma, siempre luchando contra el original morocho que estaba dispuesto a acabar contra sí mismo.
Mientras luchaba podía escuchar en su mente cada palabra hiriente que dedico horas atrás a la ojiluna. Nuevamente su manera de ser se había apoderado de la situación, lo había llevado a arruinar las cosas, y posiblemente ya no podría reparar nada.
-¿Qué quieres aquí?-
Una mujer de tez blanca y cabello rozado apareció de entre los árboles, posaba un semblante serio.
-debí imaginar que te darías cuenta inmediatamente- sonrió como si el morocho fuera a corresponder
Pero el hombre solo lanzo su arma contra la persona que luchaba haciendo que despareciera y comenzó a caminar ignorando a la recién llegada.
-¿podríamos hablar?- pregunto la mujer al notar el desinterés y la inexistente cordialidad del joven
-de verdad necesito hablar contigo-
Pero en un abrir y cerrar de ojos el morocho desapareció de su vista y puedo sentirlo justo detrás de ella.
-lárgate- las palabras fueron tan serias que por un momento temió su integridad.
-Sasuke… yo…- el aliento fresco del morocho rozaba contra su cuello y la envolvía en una serie de sensaciones que aunque deseaba negar la extasiaban, el pelinegro seguía a su lado sin apartarse, ella imagino que era su cercanía lo que lo hacía permanecer ahí, sin embargo el morocho luchaba contra el deseo de atravesarla con su katana.
-¿no fue suficiente?- la mujer imagino a lo que se refería pero ninguna palabra broto de su boca
-basta…-
La tomo del brazo y la giro para que lo observara de frente –¡eso no paso así!- apretó con desprecio el brazo de la mujer
-pero tu…- se quejó ante el dolor –lo lamento yo… Naruto confundió las cosas-
-crees que no sé qué clase de persona eres- frunció el ceño -no te importa nada más que tu infantil y patético juego-
La mujer forcejeo, hasta zafar su brazo del hombre, se apartó un poco evitando esos sentimientos de debilidad y atracción hacia él.
-no entiendes, no es por mí…- camino dispuesta seguirle y detenerlo
-no fastidies más- se dio media vuelta dispuesto a alejarse -lograste lo que querías-
La mujer se detuvo y analizando las palabras de hombre comprendió a lo que se refería.
-Hinata…- quiso ocultar su felicidad o la sorpresa ante tales palabras pero no pudo más que sonreír débilmente, algo que no pasó desapercibido por el morocho -debí imaginarlo… aunque al igual tu… ella solo piensa en Naruto…-
El hombre apretó sus puños en manera de controlarse
-puedo asegurarte que ahora está en la cama con Naruto- cruzo los brazos
No dijo nada sin embargo las palabras de la mujer lo cabreaban demasiado, y estar con ella en ese lugar tan grande se estaba volviendo realmente frustrante
-sé que no lo harás por mí, pero tienes tus propios motivos-
Desesperada la chica, al notar el enfado creciente del pelinegro le grito
-¡que le ves, que te hace odiarme!-
-¡¿eres una jodida estúpida?! El pelinegro la observo -Es que aún no entiendes que nunca he sentido nada por ti-
-eso me ha quedado muy claro- su enfado le estaba ganando - lo que quiero decir es que porque de todas las mujeres de esta villa, solo tenías que fijarte en la única que no puede ser tuya-
La impotencia de la mujer era casi palpable, más el morocho no se dejaría llevar nuevamente por su ira.
-porque estas tan segura de tus palabras- sonrió de medio lado burlándose de la enojada pelirosa que se encontraba frente a el
-porque siempre ha sido así- creyó ganar con ese acertado comentario
-nadie deja de amar otra persona en solo unos meses- aseguro
-qué hay de ti- le miro con desdén
-sabes que lo mío con Naruto no fue nada real-
-estoy harto de tus idioteces- el hombre enfundo su katana y camino para salir del terreno de entrenamiento
-solo quiero que veas quien es ella, lo que hace contigo…- cada palabra parecía mas fastidiosa que la anterior -necesito que lo veas, por tu bien, que tú para ella no eres nada-
-hablas muy segura para ser alguien tan odiosa- no detuvo su andar
-se lo que estoy diciendo, no creerás que toda su tetra de niña buena ha sido natural-
El hombre camino hasta salir del lugar pero la mujer no se dio por vencida y corriendo tras el comenzó a llamarle por su nombre hasta que lo perdió de vista y de un momento a otro se vio paralizada, Sasuke la apreso con uno de sus brazos su arma atacaba directamente el cuello de la mujer.
-basta- dijo sin más, tan neutral que nadie imaginaria que estaba a punto de atravesar el cuello de la mujer.
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-Entiendo…- el ojiazul desvió la mirada
Pasaron varios minutos sin saber realmente que decir, Hinata se levantó dispuesta a marcharse.
Cuando toco el umbral de la puerta sintió como su cuerpo era atrapado por los brazos de Naruto, envolviéndola en un abrazo que no parecía tan placentero como lo imagino.
-desearía volver el tiempo- hablo el hombre, con tanto pesar que la mujer se estremeció –haberte dicho que eras tú la persona con quien quisiera pasar el resto de mi vida, quisiera no haberme equivocado tanto….-
-Na…Naruto-kun…-
-Quisiera haberte amado más- la giro con delicadeza haciéndola quedar frente a frente, cerró los ojos y con total calma pudo respirar el hermoso perfume lavanda que emanaba la chica. La mujer sintió erizar su piel, noto como su corazón se aceleraba y sentía sus mejillas arder.
-quiero protegerte entrelazo sus manos -yo…. Quisiera amarte, pero sobretodo…. Yo quisiera que tu…. Que tú me amaras-
Sus blancas orbes se abrieron de sorpresa al escuchar aquellas palabras del hombre que había amado por mucho tiempo, de la persona por quien estuvo dispuesta a entregar la vida, quien la ayudo a sobrevivir en quizá los peores días de su vida, y no fue audible más que el resonar hueco de su corazón por todo su cuerpo, aquello que tanto imagino, que soñó incontables veces y que día a día parecía ser una ilusión se volvía realidad, el hombre de sus sueños, las palabras que no esperaba y… nada, no había nada más.
Sus labios se unieron en un completo y sincero beso, tierno y cálido como el alma reclamo en algún momento, como si el pesar del pasado fuera sanado en un instante.
-te amo Hinata-
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La lluvia comenzó a caer, quizá este día no pintaba para bien.
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La lluvia resbalaba por los tejados, mojaba su rostro y las hebras negras se su cabello, el reflejo de la chica junto a él, era reflejado en el suelo por los constantes relámpagos que brotaban de las nubes oscuras que embargaban la villa.
-Anda…- le hablo la mujer de ojos verdes –entérate por ti mismo–
No estaba seguro de porque estaba ahí, pero ella aseguro no aparecer nunca más, ese era un motivo suficiente para llegar a casa de él, el rubio que en algún tiempo fue su familia.
La chica al observar que el morocho lo haría, se alejó del lugar, no había nada más que hacer, ya todo estaba listo.
Sintió a la mujer alejarse y dando por hecho que era una tontería se dio la vuelta dispuesto a partir de aquel lugar. Pero un susurro apenas audible lo hizo detenerse.
-Naruto-kun…-
Esa era la voz de ella.
Su rostro precia inalterable pero su interior estaba hecho un vuelco. Presa de su inquietud se aventuró a observar por la ventana que se encontraba a un costado, su vista se nublaba ante la fuerte lluvia que caía sobre él, sin saber ni imaginar lo que estaba por ver se acercó a la ventana ignorando toda otra cuestión que en algún momento le hubiese hecho detenerse.
Un gran trueno estremeció la ciudad y su expresión palideció al observar aquella imagen.
Se dio la media vuelta y sin más se alejó.
Aunque la lluvia hiciera nublar su vista y el camino difícil de ver, ahora estaba todo claro.
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Naruto comenzaba a besarme y se posaba sobre mí, y sentí deseos de romper a llorar. No estaba segura de querer que hiciera esto, sujeto mi mano y la entrelazo con la suya, justo en ese momento, algo se rompió en mí.
Un relámpago ilumino la oscuridad y mientras mis ojos se clavaban en el suelo, pude observar que la luz del estruendo reflejaba una figura muy conocida.
-Sasuke-kun...- susurre y pude sentir que los besos de Naruto en mi cuello se detenían mas no dijo nada y prosiguió, como si dejara pasar lo que acababa de ocurrir.
Un escalofrió recorrió mi cuerpo y de un solo movimiento aleje a Naruto, me observo desconcertado cando corrí hacia la ventana pero no observe nada. Sería posible que mi imaginación me jugara así.
-Hinata...-
Me abrazo por la espalda. Me quede observando tras esa ventana, un relámpago más y pude observar con los ojos de Sasuke se dibujaban frente a los míos sobre el cristal. Un pequeño grito escapo de mis labios y mi corazón se aceleró de sobremanera, Naruto trato de tranquilizarme pero no podía respirar adecuadamente, la habitación se hacía más pequeña.
Nuevamente un relámpago ilumino la habitación, corrí a la cama, estaba actuando como una pequeña niña, de repente me embargo una amargura inmensa en mi corazón, note los ojos preocupados de Naruto sobre mí y en un intento de ayudarme se acercó nuevamente.
-No...No.. Te acerques- vocifere un tanto asustada
-Hinata… que ocurre...-
-Yo, yo no puedo…- abrace mis rodillas y poso sus manos sobre mis piernas, sonrió cálidamente.
-sé que es difícil pero…- sus mejillas se coloraron un poco –yo te quiero, seré muy cuidadoso-
Sus manos viajaron con mis piernas hasta posarse en mi cintura y sin importar como se esforzó por besarme nuevamente.
Sus labios demandaban los míos, y estos solo permanecían inmóviles como si no pasara nada.
Se fue metiendo entre mis piernas, cuando con un sutil movimiento rompió el abrazo que mantenía unidas mis rodillas. Su cuerpo se pegó al mío, un cosquilleo embargo mi ser y solo gire mi rostro a un costado.
Sus manos desabrocharon mi chaqueta, y toco de una forma perversa mi pecho,
-Te necesito, Hinata- vocifero lentamente
Mas ya nada en mí se removió, nada como cuando Sasuke me lo había dicho aquella noche
***[La chica reunió valor para salir y decir un último adiós… pero se detuvo al notar como el Uchiha suspiraba y lanzaba su taza de té a lo lejos lleno de frustración. Entonces su corazón se congelo al sentir como el azabache comenzaba a sollozar.
Sus ojos se abrieron grandes al escuchar como Uchiha Sasuke comenzaba a llorar, su palpitar se volvió lento, eso era imposible, su asombro la inmovilizo.
-Te necesito Hinata-
Las lágrimas inundaron sus ojos, una sonrisa llego a su rostro y corrió a abrazar al Uchiha que ante la llegada de la chica se sorprendió, ella lo abrazo fuerte y dulcemente, llorando desconsoladamente en sus brazos, captando su esencia y tratando de calmar su dolor.]****
Es complicado el corazón.
Abrió lentamente mi abrigo y me sentí expuesta en todos los sentidos, sus manos tocaron mi cuerpo y sigilosamente mis lágrimas resbalaban por mis mejillas pero él no se percató de nada, estaba ocupado con su goce y su sentir. Era tan difícil pronunciar las palabras que me salvarían de este momento. Tú puedes, me gritaba internamente.
Beso mi cuello, provocando náuseas por mí misma y por lo que hacía. Sus manos subieron a mis pechos y comenzó a masajearlos algo repugnante que no pude soportar por más tiempo. No deseaba que me tocará, besara o me amara, lo quería lejos de mí, de mi cuerpo y tuve que llegar a este punto para entenderlo. No te quiero Naruto. Ya no te quiero y no te necesito.
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Salí de casa. Era una tortura constante. Podía verla en todas partes, la cocina, el cuarto, la sala, en el pasillo, donde fuera su presencia estaba ahí, su esencia impregnada y yo solo era un jodido idiota frustrado.
Camine por la acera, no parecía tan patético pero emocionalmente estaba hecho mierda.
¿Hubiese conseguido más?
Después de todo ella siempre estuvo enamorada de él.
Por un momento la frustración del azabache parecía convertirse en tristeza absoluta. No era como en otras ocasiones cuando alguna reacción parecía siempre tornarse enfado e ira, ahora más bien parecía derrotado como si sus ojos reflejaran la misma apatía por la vida de hace algunos años.
-Sasuke- grito la mujer de ojos jade mientras corría entre la lluvia presurosa a él. Mas el morocho no se detuvo, continúo su andar ignorando los constantes llamados de la mujer que se mezclaban con el ruido de la lluvia.
-Sasuke- corrió en un intento de tomar su hombro para hacerlo girar, pero dicho acto fue interrumpido por el ojinegro quien antes de que lograra tocarle detuvo en seco la mano de la mujer sosteniéndola por el puño y observándola con desdén.
La mujer se quejó ante el contacto brusco.
-¡¿que?!- su voz fue demandante y fuerte como fastidiado de hablar
-yo…- la mujer observo su rostro, ya no era como el de hacía unos minutos atrás –¿e-estas bien?- se preocupó ante la expresión inapetente del morocho.
A diferencia de como imaginaba esto no le ocasiono placer alguno, más bien la desconcertó por completo el ver a Sasuke de esta manera. Y se preguntó si lo que había hecho era correcto.
-lo siento…- fue lo único que pudo decir
El hombre enfado ante estas palabras y con fuerza soltó la muñeca de la mujer
-ahora lo sientes…- reprimió un poco su ira –debiste pensarlo antes-
Siguió caminando y la mujer desesperada camino detrás de él.
-no entiendo Sasuke, te he ayudado, ella… ella ya no te estorbara-
Apresuraba el paso
-Sasuke, lo hice por ti, para que no sufrieras… ella no te merece… no debió haber entrado en tu vida desde un principio…- parecía una súplica mientras seguía de cerca al morocho que comenzaba a internarse en lo profundo el bosque a paso apresurado.
-por favor Sasuke… tu no entiendes yo… yo te amo…-
-¡NO!- se detuvo de pronto y se giró a verla –tu no entiendes-
La mujer se acercó a él y lo envolvió en un abrazo no correspondido.
-Yo la amo-
Los ojos de la mujer se abrieron de golpe, incapaz de razonar lo oído.
Sin brusquedad alguna el morocho la alejo de su cuerpo y observando a una atónita pelirosa le hablo a su altura.
-son cosas que no conozco y ella me hace sentirlas, por eso lo se-
Una lagrima rodo por la mejilla de la chica.
-pero ya no importa- dijo con desinterés y se alejó, dejando pasmada en el mismo sitio, aun interna en el pensar que alguien le había ganado una batalla que ella sola estaba luchando, alguien quien jamás compitió y a quien acababa de sabotear.
Más que odia hacer e azabache ahora, si en su mente solo rondaba una pregunta
¿Hubiese conseguido más?
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Mordió mi cuello y sin desear realmente hacerlo, algo en mí me hizo actuar por instinto.
Cuando me percate del daño causado lo observe en el suelo retorciéndose de dolor y sujetando con fuerza su estómago.
Golpe su principal punto de chakra, lo suficiente para dejarlo retorciéndose de dolor. Me observó confundido con dolor en sus ojos, como pidiendo una explicación.
-No te amo-
Lo dije sin balbuceos como se deben decir las cosas del corazón. Me levanté de la cama, tome mis sandalias y eche a correr con firmeza y desesperación, no importo la lluvia, el frió, el suelo lastimando mis pies, solo estaba huyendo… huía de este pasado doloroso, de los lazos irreales que tenía, de todas esas ilusiones a las que me estaba aferrando y que no me atreva a solucionar y seguía adelante con la seguridad de no volverme a equivocar, de saber lo que quería, de saber dónde encontrarlo. Lloraba a mí andar, con amargura, con tanta amargura que guarde por tanto tiempo perdido, la amargura de tantas equivocaciones y solo deseaba llegar con mi única salvación, mi única solución, la persona que me dio libertad, que me hizo llegar hasta aquí… quería llegar a donde se encontraba la persona que amo.
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El morocho llego a aquel lugar del bosque donde alguna vez pensó sentirse identificado con ella. Donde secretamente la animo más de una vez, donde pudo ser una persona no tan cruel ni déspota como con el resto, donde le permitió ir entrando de poco en su vida.
***[-¿Siempre eres así de extraña?... un gran espectáculo-
La peli azul observo a su alrededor, y sobre la rama de un árbol observo sentado al Uchiha, quien sonreía de medio lado... La chica se sonrojo... pero se levantó y comenzó a caminar, aunque por dentro esa duda la asaltaba ¿qué tanto vio el Uchiha?...
El azabache observo en mutismo el actuar de la ojiluna... ¿porque es tan difícil esta chica?
-¿Siempre te irás antes de que termine de hablar?- cuestiono el Uchiha que ahora estaba detrás de la chica...
-No me quedare a que se burle de mi- escupió la chica sin voltear a ver al azabache y continuando su camino
-Tks- chasqueo el azabache la lengua, la ojiluna observo de reojo hacia atrás pero ya no estaba el morocho, se detuvo y volteo completamente... ya no estaba por ninguna parte... regreso y vista al frente y los colores asaltaron su rostro... tenía al Uchiha frente a ella...
-¿burlarme de ti?... eres tu quien no escucha- dijo el morocho en un tono escalofriante
-La hyuga trago saliva... ¿en qué momento Sasuke se puso frente a ella?...
…..
El Uchiha tomo la muñeca de la hyuga, jalo suavemente de ella, colocando a la chica contra un árbol... la peli azul abrió los ojos sorprendida... el morocho ha sido tan rápido...
El rostro del Uchiha estaba a centímetros del de la mujer... el azabache recargo sus manos en el tronco arrinconando e impidiéndole escapar a la ojiluna que se encontraba entre las extendidas manos del azabache, quien se agacho un poco para quedar a su altura... la observo a los ojos, el pelinegro tenía la frente fruncida estaba enojado...
-Deja de llorar-
El azabache tomo con una de sus manos la barbilla de la hyuga, levanto suavemente su rostro hasta que la hyuga lo observo a los ojos... la lluvia confundía sus lágrimas...
-Eres débil... si dejas que te afecte-]*****
Lo comprendía ahora, no es que él le hubiera permitido entrar, cuando menos lo espero ella ya era parte de él, ya no podía sacarla de sí, porque nunca se dio cuenta en que momento entro a su vida.
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Comprendía el sueño de aquella noche, de las primeras en que despertó en la cama de Sasuke, con otra ropa, con poca de ella y realmente confundida.
¨***[Una espada atravesó el estómago de Naruto provocando que el chakra del rubio se desapareciera y comenzara a sangrar...
-Maldito seas... ella no vale la pena... no merece el amor de nadie-
Nuevamente la espada atravesó el pecho del rubio provocando la salida de más sangre
-tú no mereces su amor...- y corto el cuello del rubio
-...Sasuke-san...-
Era Sasuke... la había rescatado de las garras del amor de su vida... camino hacia ella,tomo su frágil cuerpo y comenzó a llorar desconsoladamente...
….
¿Qué clase de sueño era ese?... Porque Naruto la atacaba?... y porque Sasuke era su salvador?... que le estaba pasando? porque esa sensación de alivio cuando veía a Sasuke...]*****
Lo aceptaba, porque tenía tiempo que lo conocía sabía que la única persona que necesitaba era ese hombre frio y de mal carácter, de ojos negros que algunas vez la había visto desuda, la había ofendido, le había gritado, la había tratado como una tonta pero esa misma persona era quien la protegía, la defendió incluso de su padre, quien le mando flores por tiempo indefinido aun estando lejos y la única que había llorado por ella cuando estaba por alejarse, la única que sin aviso se había ganado su corazón.
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Regrese a casa
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Deseaba encontrarlo.
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Quería desaparecer.
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Un poco más
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Debe ser feliz
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Lo soy... Soy feliz
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Abrí la puerta y entre sin ganas de hacerlo. Camine por el pasillo, oscuro y frío como estaría a partir de hoy. Un par de pasos y escuche la puerta abrirse de golpe. Me gire y la observe frente a mí, con la cara llena de lágrimas, el cabello revuelto, descalza y completamente desaliñada.
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Estaba frente a mi completamente estático por primera vez parecía asustado. Me observó fijamente y hecho andar hacia mí, pero paso de largo a un costado mío, lo detuve con mi mano sobre su muñeca y confundida le pregunté
-¿a dónde vas?-
Se detuvo y con la mirada clavada en mis pupilas me contesto.
-A matar al idiota de Naruto-
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Sonreí alegremente provocando en él una expresión de desconcierto.
Y con mi aspecto y mi corazón hecho un vuelco, me arme de valor para girarme y plantar un suave beso en sus labios.
-no tengo duda alguna…-
Su rostro se tornó pálido, y me miraba sin expresión, nada de enfado o ira, nada de desagrado o amargura solo el rostro de una persona confundida, y me gusto.
-yo también te amo, hyuga-
Esta vez fui yo quien se quedó sin palabras y al instante esa sonrisa de satisfacción se posó en sus labios, al momento que mi color de piel era sustituido por un carmesí claro.
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Esta persona en la que ella me convertía, me hace bien, expresar esto creí que ya no sería posible para mí, pero verla aquí, así, tan desaliñada y hermosa me hace querer decirle lo mucho que la necesito, lo que con ella he aprendido a sentir y que no puedo esperar más para besarla.
Y lo hice.
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BUENO AMIGOS MUCHAS GRACIAS POR CONTINUAR LA HISTORIA EL PRÓXIMO CAPÍTULO TENDRÁ LO QUE MUCHOS ESPERAN, ESTO ES ROMANCE PURO :*
Espero les haya encantado como a mi :3 jajaja , a mis antiguos y nuevos seguidores de esta historia les mando un gran beso y abrazo y a todos :*, comenten cual fue su reacción, su opinión respecto a este capítulo n.n los estaré leyendo c:
Con cariño
ANYMEX1
