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Estafadores Y Policías. Un juego de traiciones y mentiras.
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Capítulo II: Tres Hombres Y Una Chica.
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Kagura solía quejarse a menudo de que su estilo de vida nómade era agotador, deseaba establecerse en un lugar específico sin la necesidad de deambular por todo el país, tener una pareja e incluso niños, pero era un deseo egoísta. "Las personas son patéticas siempre quieren lo que no tienen" una de las frases icono de Kamui, y al ser su único familiar debía aceptar lo que le toco, además si no fuera por su hermano mayor seguramente no hubiera salido adelante tras el fallecimiento de su padre.
Trascurrieron tres días de su encuentro con Gintoki y Shinpachi, si es que esos eran sus nombres reales. Los chicos se juntaron con ellos en algunas ocasiones, intercambiando información y planeando el siguiente movimiento. Las charlas no incluían tocar la privacidad de su contraparte, y dada la situación actual el trato estaba siendo violado.
A las 7:30 a.m. En el departamento de los Yato, el timbre estaba siendo presionado de forma insistente. Los muchachos se levantaron con rapidez de sus camas, reuniéndose en el salón principal con evidente preocupación. Nadie conocía su escondite y nadie debía enterarse. El joven hizo un gesto para que la chica estuviera a la defensiva por si había que iniciar una lucha, los hermanos habían sido muy bien entrenados para la pelea a manos limpias, su padre antes de darse a la mala vida servía a las fuerzas armadas.
Kamui giró el pomo de la puerta, su mirada se ensombreció al ver quienes estaban tras el umbral.
—¿Qué hacen estos idiotas aquí? —se quejó Kagura, al ver a sus "compañeros".
—Hola, tenemos un par de cosas de las que hablar y no podíamos esperar más —empezó diciendo el de cabellera plateada.
El chico de lentes tenía un muy notorio sonrojo, el que intentó disimular observando el suelo.
—Yo me encargo, tú cámbiate —interrumpió el pelirrojo dirigiéndose a su hermana. Kagura era bastante inocente en ciertos aspectos por lo que no le dio mayor importancia a su vestimenta, normalmente solía dormir con una camiseta de tirantes y pantalones cortos de color rosa, o únicamente con ropa interior.
Tanto Gintoki como Shinpachi, tragaron pesado ante la mirada que les daba el mayor.
—Si vuelven a mirar el escote de mi hermana, los voy a enterrar en el jardín, pero no sin antes castrarlos ¿entendido? —finalizó, con una sonrisa.
—Tranquilo hermano mayor, solo estábamos conociendo a nuestra camarada —se defendió el permanentado moviendo las manos con nerviosismo, sin darse cuenta que sus palabras marcaron un par de venas en la frente de Kamui.
—No me agrada la idea de trabajar con ustedes, pero hay algo que debemos tratar.
—Interesante postura cuatro ojos. ¿Tus lentes te hacen ver más allá o te dan sexto sentido? —la burla del joven tensó el ambiente.
—Lo que Shinpachi quiere decir es que se nos acabó el dinero, no pudimos seguir pagando la renta y nos echaron —dijo, tan despreocupado como siempre mientras observaba cada rincón de la sala.
—¡CÁLLATE, MALDICIÓN! Nos haces ver como unos idiotas —gritó su compañero, con unas insaciables ganas de romperle la nariz.
—Es mejor ser honestos que hostiles Patsuan —arremetió con algo de temor ante el cambio de humor del muchacho.
—No es mala idea vigilarlos de cerca, pero tampoco quiero tenerlos bajo el mismo techo.
—Oye no los juzgaremos, en esta época donde todos son de mentes abiertas siempre hay espacio para ciertas cosas.
—¿De qué demonios estás hablando? —preguntó confundido, el joven Yato.
—Tú sabes eso… —hizo algunos gestos insinuantes que no daban resultado— incesto. No digo que sea del todo malo, pero…
Las palabras de Gintoki no terminaron de salir pues el centro de mesa, un precioso caballo de bronce, chocó en la frente del más alto de los hombres, quienes estaban de pie giraron rápidamente para ver a la agresora echando humo por las orejas.
—Si planean quedarse más le vale ser invisibles o yo misma me encargo de hacerlos pedazos.
—¿No es linda cuando se enoja? —preguntó con ironía, el golpe lo dejo mareado pero eso no fue impedimento para que se levantara como Bambi recién nacido.
No había sido un muy buen inicio para el cuarteto pero de alguna forma se debía empezar.
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Hijikata Toushirou estaba indignado ante la ineficiencia de sus hombres, les daba claras instrucciones pero los idiotas aún así lo dejaban escapar. Sakata era tan escurridizo como un maldito renacuajo. Yamazaki estaba trabajando de encubierto y ni así no lograba dar con su paradero.
El detective de cabello oscuro suspiro, si quería que las cosas se hicieran bien debía hacerlas él mismo.
—Hijikata, se le vio en el almacén central luego de que dejara su guarida —le informó Okita, entrando a su despacho.
—Sougo, no le comentes a nadie lo que averigües.
—Kondo y Matsudaira quieren verte. Parece que metiste la pata en grande, Hijikata —sonrió con satisfacción.
—¡Que no escuchaste lo que dije! —gritó exasperado, últimamente perdía con mucha facilidad el control.
Tragándose todos los insultos para el joven, se dirigió donde le esperaban sus superiores. Kondo estaba revisando algunas fichas desde la comodidad de su escritorio, en cambio el más viejo tenía un cigarrillo entre los labios sin darle mayor importancia.
—¿Qué pasa? ¿Lo encontraron? —preguntó, con notoria ansiedad.
—Toushi estás haciendo un buen trabajo. Por el momento eres el único que le ha seguido de cerca los pasos a Sakata, pero me temo que no es suficiente —dijo Kondo, logrando únicamente que el detective se tensara en su lugar.
—¿A qué se refiere? —preguntó, elevando el tono de voz sin darse cuenta.
—Han pasado dos meses desde que fuiste transferido a esta ciudad. No eres muy conocido y como es tu caso, debes ser el encubierto —finalizó, Matsudaira.
—Es una mala idea, tengo a seis hombres bajo mi cargo y no estamos seguros si hay alguna fuga ¿No han pensado que, tal vez, por eso no lo atrapamos?
—Estos niños de ahora se creen mucho, ¡claro que lo pensamos! por eso la mejor manera de ganarte la confianza de las ratas y de Sakata, es siendo un doble agente. Vas a ser degradado mañana, tus papeles serán manchados a tal manera que no se te permitiría ni si quiera ser un guardia de seguridad.
—¿Están bromeando, verdad? —preguntó, con el mayor autocontrol que pudo.
—Toushi —habló, Kondo intentando dulcificar la noticia— sé que es difícil, pero arrestando a Gintoki todo volverá la normalidad. Se otorgará una estrella de oro, uno de los mayores honores de la institución y no vas a estar solo… Sougo estará contigo.
—Oye Toushi ¿es normal que te sangre la nariz? —intervino, el más viejo.
La presión arterial de Hijikata estaba por las nubes con semejante noticia, quizás, la anormal cantidad de mayonesa que ingería a diario tenía algo que ver, sumándole el estrés continuo del caso. Si, podía considerarse como normal; Toushirou desde que había sido transferido a la ciudad, estaba peleándose con garras y dientes el ascenso con Itou, uno de sus compañeros en la academia de policías y no tenían una relación precisamente de amigos o pacifica, cada uno soñaba con el momento en el que estuvieran obligados a enfrentarse…
—Prefiero trabajar solo que con ese holgazán —no se equivocaba. Okita con suerte realizaba la mitad de su trabajo.
—Toushi, no nos hagas perder más tiempo. Se te encomendó está misión porque eres el más apto. Itou jamás podría, se le escapa por los poros que es un jodido policía.
—Toushi —habló Kondo con una seriedad preocupante— debes tener claro que desde mañana serás el enemigo de la policía, solo nosotros sabemos la verdad, para lo demás vas a ser una vil rata traidora digna de atrapar.
—¿Qué pasa si me niego? —preguntó desafiante, mirando a Matsudaira.
—Degrado por incumplimiento de tus funciones —soltó con sencillez el director de la policía— olvídate del ascenso o inclusive de tener un salario digno, se te encomendaran las peores misiones, ya sabes: dirigir tránsito, ir a ceremonias como guardia, blablablá el típico castigo. No me hagas gastar más palabras.
Hijikata soltó un suspiro, sacando del bolsillo superior de su camisa un cigarrillo de su marca favorita "Mayoboro", el que encendió indiscriminadamente frente a sus superiores.
Sonrió tras exhalar el humo.
—No tengo opción, si tengo que ensuciar mi nombre que sea con estilo. Respecto a Sougo, realmente no es necesario.
—Sougo será el mediador entre nosotros. Se te dará un móvil especial para este trabajo, y otro a Okita. Desde ahora no tienes lazos con la policía Hijikata Toushirou.
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Esperaron hasta el fin de semana para poder hacer el primer movimiento, eso más o menos fue lo que tardaron las piernas de Kamui y Shinpachi en recuperarse del todo.
Las cosas para los estafadores no habían sido muy simples al principio, pero a tropezones aprendieron a tolerarse. Gintoki y Kamui eran los cabecillas en su grupo, por lo que les costó un poco más aceptar a otro líder. El pelirrojo habló sobre su plan inicial con la enfermera, el mismo que los guiaría hacia el reconocido empresario Shingeshi. No fue necesario darle demasiadas vueltas para tener toda la atención de los llamados Yorozuya. El de cabello rizado debía acercarse a la joven, tanto como para que lo dejara entrar a su casa y poder robar la entrada. Fue pan comido para alguien tan experimentado como él.
El paso uno estaba listo, lo complejo venía ahora. ¿Realmente podían confiar en ellos? A los lideres les gustaba ser extremistas e ir a lo grande, por eso decidieron arriesgarse, yendo de forma mixta porque si caía uno caerían todos.
El excéntrico empresario celebraría una fiesta privada en honor a sus treinta y seis años, exhibiendo arte traído de un museo Europeo, aunque ese no era blanco del cuarteto sino que el "Santo Grial", como lo bautizó Gintoki. Una copa de oro blanco, con valiosas incrustaciones de diversas piedras preciosas, un tesoro realmente invaluable.
Faltaban dos horas para iniciar la fase dos.
En el departamento de los Yato, los cuatro estaban cenando pizza para calmar la ansiedad, era la primera vez de los cuatro ir por un premio tan grande y peligroso.
—Repasemos el plan —dijo Shinpachi— Kagura y Gintoki entraran a la fiesta fingiendo ser una pareja. Deben ir al segundo piso. En ese punto, es donde se aloja a las visitas, asegúrense de tomar una habitación desocupada. Cuando logre hackear el sistema de seguridad, tienen que ir al tercer piso sin ser vistos por los guardias.
—Cuando el cuatro ojos me dé la señal, cortare la luz desde fuera, van a tener un minuto para salir—agregó, el muchacho de ojos azules.
Kagura mordió su pizza, no se sentía del todo convencida a pesar de que no habían errores en el plan, estuvieron investigando mucho sobre la mansión, cámaras y la cantidad de guardias que estarían presentes esa noche.
—Que empiece el juego —dijo, Sakata con una sonrisa.
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Estaban todos vestidos para la ocasión, Gintoki usaba un traje negro al igual que su corbata de moño, y camisa blanca (quería parecerse James Bond). Kagura por su parte vestía un elegante vestido negro ceñido al cuerpo dejando ver su delicada figura, y llevaba un peinado semirecogido.
Kamui se haría pasar como un guardia de seguridad, vistiendo un traje y camisa negra como el personal de la fiesta, además de un gafete que fotografió durante su visita como fontanero. Shinpachi con base a la foto, se encargó de rehacer la identificación. Shimura era un nerd y un genio con todo lo que tuviera que ver con computadoras o tecnología.
"La pareja" tomó un taxi que los dejó a seis cuadras de la casa, dos minutos más tarde llego la limusina que rentaron, y la que iría a dejarlos hasta la gran entrada.
La chica sentía su pulso acelerar a cada momento, más aún cuando el encargado de la puerta principal escaneo el papel. Kagura humedeció sus labios con nerviosismo, para suerte de ellos no estaba dirigida a una persona específica, logrando así su objetivo principal.
La casa estaba repleta de invitados. Gintoki dirigió su mirada a la escalera que estaba siendo celosamente protegida por un robusto guardia de seguridad.
—¿Cómo vamos a subir? —preguntó, la chica.
—¿Te gusta el Martini?
—¡Estamos en medio de algo! —le regaño en susurro.
—Elige ¿Papel de borracha que se desmaya? ¿comer algo a lo que eres alérgica y te desmayas? De todas formas tendrás que desmayarte.
Ambos dirigieron su mirada al camarero que ofrecía deliciosos bocadillos gourmet de camarón. La sonrisa cómplice entre ellos respondió la pregunta del mayor.
Gente muchas gracias por sus reviews en el primer capítulo y me alegra que les gustara está loca idea xD Actualización para celebrar (?)
No se olviden de comentar!
PD: La próxima actualización sin dudas va ser Dulce tentación tuve que dejarlo a medias porque esto cuarteto no me dejo avanzar y después de eso, sí o sí Agridulce XDD
Saluditos! (*3*)/
