- Inuyasha, mirále el lado positivo, podremos juntarnos los cuatro fuera de clases
- No le veo nada bueno a eso Miroku - dijo, miéntras caminaban al comedor
- Inuyasha no es muy gentil que digamos - le susurró Sango
- Bueno, no creo que sea mala persona - respondió Kagome, caminando detrás de ellos
- Si no se apreuran, llegaremos tarde - dijo, mirándolas. Ambas asintieron
Se formaron en la fila del boufette, tomando sus charolas para seguir por la cómida, cuando, de repente, un moreno se acercó
- Hola - dijo, parándose frente a Kagome - Tú eres la chica nueva ¿no es asi?
- Ho... hola - se quedó mirando sus ojos azules - Si y ¿tu eres...?
- Me llamo Koga - sonrió, estirando tu mano - Voy a tu mismo salón de clases
- Qué curioso, no te había visto - sonrió, incómoda
- ¿Qué haces aquí sarnoso? - giró, mirándolo desafiante
- No sabía que te gustaba juntarte con esta bestia
- ¡¿A quién llamas bestia?! - elevo su puño
- ¡¿Acaso quieres pelear?!
Ambas jóvenes se miraron, sorprendidas y Koga se percató de ello
- Lo siento Kagome - la miró - Sólo que esta bestia me pone de mal humor
- Cierra la boca ¿quieres? - se acercó - Y deja de molestar a Kagome
- Kagome - pronunció sin mirarla - Si esta bestia te causa problemas, sólo buscame ¿si?
- Heee... de... de acuerdo
- Nos vemos - la miró y sonrió cálidamente ante la recelosa mirada de Inuyasha
- Ese sarnoso - gruñó
- Inuyasha - el jóven la miró - ¿Qué es lo que ocurre con Koga?
- Nada, sólo es un idiota
- El jóven Koga suele ser bastante descortés - djio Miroku - Además de arrogante
- Pues, no me parece mala persona - miró en dirección en la que se había ido el moreno
- ¿Qué... que dijiste Kagome? - dijo, sorprendido
- Kagome... acaso... - la miro Sango
- ¿He? - abrió sus ojos - ¡No! Sólo dije que no me parece malo, no es lo ustedes piensan
- Eso no me interesa - desvió la mirada
- Si fuera Kikyou si le interesaría - susurró
- ¡¿Qué dijiste?! - giró, sorprendido
- Nada - sonrió, cerrando sus ojos y levantando su mano
- No hay nada entre Kikyou y yo... sólo para que lo sepas - volvió a mirar al frente
Inuyasha
Pensó, mirándolo
Inuyasha ha estado evitándome
Pensó miéntras observaba al jóven charlar con Kagome y los demás en una de las mesas
- ¿Se encuentra bien señorita Kikyou? - se sentó a su lado
- Jóven Suikotzu - sonrió - Si, sólo estaba distraida
- No entiendo, ¿qué le ve a esa niña? - dijo Yakotzu miéntras comía - Es demasiado frívola
- Ya sabes como es él - respondió Renkotzu - Es diferente a nosotros
- No pueden negar... - intervino Bankotzu - Que esa jóven es muy hermosa
- No hables con la boca llena - se quejó
- Cierra la boca Renkotzu
- Que vulgar - suspiró, miéntras comía
En otra mesa, a unos metros de los 7 hermanos, el grupo de nuevos amigos, seguía comiendo
- ¿Usted cree que es lo más conveniente? - preguntó Miroku
- Bueno - puso un palillo sobre su labio - Mi casa no esta muy cerca, pero es muy acogedora - sonrió Kagome
- ¿Tú que opinas Inuyasha? - lo miró Sango
- Si es lo que quieren... - dijo, casi suspirando al mismo tiempo en que redirigía su mirada a la mesa en la que Kikyou estaba comiendo con el jóven
Está con ese chico
Apretó su puño, intentando ocultar su malhumor
Kagome observó atenta la escena, sin embargo, no tenía interés en ocultar su malestar, por lo que, se puso de pie casi al instante
- ¿Ocurre algo señorita Kagome? - la miró, sorprendido
- No - respondió seria - Me voy
- ¿Qué? - se sorprendió su amiga - ¿Y tu comida?
- No tego hambre
- Oye ¿qué te ocurre? - preguntó, confundido
- Uyyyy ¡Eres tan irritante! - gritó, alejándose de la mesa en dirección al salón
- ¡¿Por qué me gritas?! - gritó sin obtener respuesta
- ¿Qué... que le ocurrió? - preguntó su amiga, con sus ojos bien abiertos
- Parece que algo le molestó - respondió el castaño, pasando la mirada por Inuyasha y la mesa en la que se encontraba Kikyou
- Soy una tonta - murmuró miéntras lloraba, encerrada en el baño - Estoy llorando por Inuyasha...- suspiró - Pero, no puedo evitar esta tristeza... ¿por que?
Enterró su cara en sus rodillas, al mismo tiempo en que cerraba sus ojos
- Pero, si vuelven a informarte sobre Kikyou, iras a buscarla ¿o no?
- ¡No iré! - gritó - ¡Voy a permanecer siempre a tu lado!
- ¿Qué? - levantó su mirada - ¿Qué fue eso?
Se puso de pie, saliendo del cubículo y frenándose delante del espejo
Desde que llegué aqui, estas imágenes no han dejado de aparecer en mi mente...
- Inuyasha - susurró - ¿Qué es lo que siento por ti?
Pero... ¡¿Qué estoy diciendo?! ¡Si ni siquiera lo conozco!
Se enjuagó la cara, sin percatarse de que no estaba sola
- ¡Kikyou! - gritó al verla a su lado
- Lo lamento... no quería asustarte - comenzó a lavarse las manos
- No... no, no es nada
- Kagome - pronunció sin verla - ¿Puedo hacerte una pregunta?
- ¿A mi? - se sorprendió - S...si
- Tú... ¿sabes por qué Inuyasha está evitandome?
¡No puede ser! ¿Por qué me pregunta esto a mi?
- Bueno...
Un mar de emociones se desencadenaban en el pecho de la morena. No quería revelar lo que ocurría, sin embargo, sabía que, al no hacerlo, con toda probabilidad, no podría dormir esa noche
- Inuyasha está celoso - dijo, casi en un suspiro
- ¿Qué? - la miró
- Eso dijo Miroku - desvió su mirada - Él... está molesto porque estabas hablando con ese muchacho
- ¿De verdad? - estaba sorprendida - ¿Está celoso del jóven Suikotzu?
- Así parece...
- Kagome - la jóven la miró - Gracias - sonrió
- De nada - respondió tristemente, miéntras la veía salir
¿Por qué aún no regresa?
Pensaba, miéntras estaba parado en la puerta, esperando ver a la morena
- Inuyasha - se acercó su amigo - ¿No vas a entrar?
- ¿Qué crees que le ocurrió a Kagome?
- Ya entiendo - sonrió - Estas preocupado - el jóven no respondió, sorprendiendo a su amigo - Bueno... tengo una teoría, pero no estoy seguro
El pelinegro lo miró con interés, esperando que prosiguiera
- Creo que la señorita Kagome está celosa de la señorita Kikyou
- ¡¿QUÉ?! - abrió grande sus ojos
- Inuyasha... usa la cabeza, ¿quieres? - puso la mano sobre su hombro - Tú estabas observándo a la señorita Kikyou antes de que la señorita Kagome se molestara
- ¡Tonterias!
- Inuyasha - lo miró con sus ojos a medio abrir - Eres un tonto
- Cierra la boca
Kikyou
Pensó al ver a la jóven acercarse
- Inuyasha - se paró delante de él
- Kikyou - dijo serio - ¿Qué ocurre?
- Quiero hablar contigo al salir de la escuela
- ¿He? - se sonrojó - Esta bien
En ese momento, Kagome pasó por su lado, sin verlo, ingresando al salón
- Kagome - murmuró, tratando de detenerla, pero ella lo ignoró
Kikyou pasó la mirada entre los dos, percibiendo lo que ocurria
- Te veo luego - dijo seriamente, retirandose a su salón
Inuyasha ni siquiera miró a la señorita Kikyou retirarse... ¿Qué está ocurriendo?
- Kagome - se sentó en su lugar - ¿Estas bien?
- ¿Te importa? - preguntó sin mirarlo
- ¿Hice algo que te molestó?
¿De verdad le importa?
Lo miró sorprendida, sin embargo, una cálida sonrisa emergió de su rostro
- No inuyasha... sólo no me sentía bien
- De acuerdo - volvio a mirar al frente, visiblemente aliviado
- ¿Se percato de eso jóven Miroku? - le susurro Sango
- ¿Qué cosa Sango?
- Parece que Inuyasha y Kagome se llevan mejor - sonrió
- Comprendo... pienso lo mismo - también sonrió, mirándo a sus amigos
