- Ya no tengo energías - volvió a sentarse en su asiento
- Tranquila - dijo el pelinegro - Totosai es agradable
- Lo sé, pero... me siento muy cansada
- Ánimo señorita Kagome - se sentó detrás de Inuyasha
- Cuando terminemos podemos ir a casa - sonrió Sango - Podemos tomar el té
- ¿De verdad? - giró asombrada - Eso sería maravilloso
- Sería todo un honor Sango - sonrió
- Yo los alcanzaré luego - dijo Inuyasha - Le prometí a Kikyou verla al salir
La cara de la jóven se transformó, sin embargo, trató de ocultarlo
El timbre sonó y el anciano ingresó, con un objeto en sus manos
- ¿Qué es eso? - dijo la morena
- Parece una espada - se quedó observándola, cuando una imágen vino a su mente
Estaba en el suelo, tenía aquella apariencia extraña y, en frente de él
- Sesshomaru - murmuró
Su hermano estaba vestido con un traje extraño y una gran estola. En sus manos tenía garras, idénticas a las de él y, parecía estar en posición de ataque
- ¡INUYASHA!
Giró al escuchar la voz de Kagome y vio a la jóven sacar aquella espada que se encontraba clavada en una especie de pieda, en un extraño lugar
- ¿Qué... que fue eso? - susurró
- Inuyasha - la miró - ¿Te encuentras bien?
- S... si - volvió a mirar aquella arma
- Bueno jóvenes - dejó la espada sobre su escritorio - Hoy les traje una arma del período Sengoku...
- ¿No se supone que él es profesor de química? - le susurro Sango a Miroku
- Y analizaremos su composición
- Ya veo - dijo cansada, mientrás el castaño suspiraba
Totosai desenvainó la espada, provocando que los ojos del muchacho comenzaran a brillar
- Ésta espada lleva por nombre Tessaiga o, como yo prefiero llamarla "Colmillo de acero"
Colmillo de acero
Pensó el pelinegro
- ¡Viento cortante! - gritó, al mismo tiempo en que agitaba la espada y una poderosa energía se desprendía de ella, aniquilando a varios monstruos
- Yo... siento una gran conexión con esa espada - susurró - ¿Por qué?
- Inuyasha - murmuró, observándolo
Esa espada... ¿dónde la ve histo?
Pensaba ella
¡Es verdad! Esa espada... esa espada es la misma que tenía Inuyasha en su cintura cuando lo vi en el árbol, en mi sueño
Miró su pupitre, procesando toda aquella información
Quizás... quizás él siente lo mismo, por eso tiene esa expresión
Volvió a mirar esos ojos castaños, los cuáles emanaban un brillo especial
- ¿Estas bien Inuyasha? - preguntó la morena, quién iba caminando a su lado
- ¿He? - la miró - Si... sólo que... cuando Totosai llevó esa espada
- Fue... ¿cómo si la conocieras?
Él la miró, sorprendido
- Kagome... ¿Cómo lo sabes?
- Pues... - miró el suelo - Porque a mi me sucedio lo mismo
- ¿De verdad? - ella asintió - Kagome...
- Inuyasha - volteó - La señorita Kikyou está esperándote allí - señaló uno de los asientos que se encontraban afuera de la escuela
- Kikyou - murmuró
Miró a Kagome, quién desvió la mirada, visiblemente triste
- Espérame aquí
- ¿Qué? - lo miró sorprendida
- No me tardaré - caminó en dirección a la otra jóven
- ¿Inuyasha? - murmuró Miroku
- Kikyou - dijo, parándose a su lado
- Inuyasha - Sonrió, poniéndose de pie, sin embargo, notó que sus amigos no se marchaban - ¿Qué ocurre?
- Eso es lo que quiero saber - dijo seriamente - Tú me dijiste que querías hablar
- Si... es sobre Suikotzu
- ¿Qué pasa con él?
- Sólo quería decirte... que no hay nada entre el jóven Suikotzu y yo
- ¿De... de verdad Kikyou? - ella asintió - Heeee - miró hacía dónde estaban sus amigos - ¿Eso es todo?
- Si... supongo... ¿No tienes nada que decir?
- Tengo... tengo que irme... lo siento Kikyou
- Está bien Inuyasha - sonrió - Nos vemos
El jóven se volvió sobre sus pasos, bajo la mirada de la morena, quién se percató que comenzaba a caminar al lado de la chica nueva
Inuyasha... acaso ¿te estas enamorando de esa jóven?
- Sango, esto está exquisito - dijo con sus ojos cerrados, miéntras probaba uno de sus panes
- Me algera que le guste jóven Miroku - sonrió
- Eres buena cocinera - dijo el pelinegro con la boca llena
- Inuyasha - lo miró molesta
- ¿Qué?
- No hables con la boca llena
- No molestes - miró a un costado, cruzando sus brazos
- Hermana - ingresó a la habitación
- ¿Qué sucede Kohaku?
- Nuestro padre quiere verte
- De acuerdo - se puso de pie
- ¿Podrias decirme dónde esta el baño? - preguntó Miroku
- Claro, sígame
Ambos jóvenes salieron de la habitación
Inuyasha y Kagome evitaban mirarse, la tensión era visible en el ambiente, sin embargo, fue la morena quién decidió terminar con ese torturante silencio
- Asique... ¿Te guste Kikyou?
¡¿Por qué le pregunté eso?!
- ¿Qué? - la miró, sorprendido y sonrojado - ¿Por qué me preguntas eso?
- Bueno... es lo que parece - intentaba no mirarlo
- Kikyou y yo nos conocemos hace mucho tiempo, sin embargo... nunca hubo nada claro entre nosotros
No lo niega... de verdad le gusta
- Esta bien - sonrió - Después de todo, no es asunto mio
Extendió la mano para tomar un panesillo, al mismo tiempo en que él hacía lo mismo. Ambos se miraron, al mismo tiempo en que sus manos quedaron unidas sobre el alimento
- Kagome... estoy seguro de que tú naciste para conocerme y yo... yo solamente nací para estar contigo - apretó sus manos - Kagome... ¿Quieres casarte conmigo?
- Inuyasha - sus lágrimas escapaban a sus ojos - Si... quiero ser tu esposa Inuyasha
- Kagome - murmuró ante aquella imágen que habia aparecido por su mente
- Entonces ¿es verdad? - sus ojos tenian un brillo especial
- Si - tomo su mano y la llevo a su vientre - Vamos a ser padres Inuyasha
- Kagome - su voz se quebro
- Estoy embarazada
La abrazo fuertemente, estrechando sus brazos en su cintura, mientras unas lagrimas comenzaban a abandonar su rostro
- Inuyasha - susurró, intentando procesar aquella secuencia que había pasado por su cabeza
En ese momento, sus rostros comenzarón a atraerse lentamente
¿Qué... que esta ocurriendo?
Pensó al mismo tiempo en que la distancia entre ellos se volvía cada vez menor
- ¡Gracias Sango! - dijo, ingresando a la habitación, al mismo tiempo en que ambos se alejaban rápidamente, visiblemente sonrojados - ¿Esta todo bien? - preguntó
- Miroku... - dijo molesto
- ¿Dónde... dónde esta Sango? - trató de cambiar de tema
- Fue a hablar con su padre - regresó a su lugar
- Inuyasha - lo miró - Tú dijiste que conocías a colmillo de acero
- ¿Qué? - lo miró su amigo - ¿De verdad?
- Bueno... - miró la mesa - Si... sentí una conexíon cuando Totosai desenvainó esa espada
- Qué extraño - puso la mano en su barbilla - Dime Inuyasha, ¿Qué fue exactamente lo que sentiste?
- Una imágen apareció en mi mente - hizo una pausa - En ella... estaba peleando con Sesshomaru...
- ¿Sesshomaru? - dijo Kagome
- Sesshomaru es el medio hermano de Inuyasha - explicó Miroku
- Y... colmillo de acero estaba ahí
Inuyasha está teniendo visiones al igual que yo... esto se pone cada vez más extraño
- Miren - dijo, miéntras ingresaba - Mi padre lo hizo
- ¡Se ve delicioso! - dijo encantada
- ¡Yo quiero la sopa instantanea! - pidió el pelinegro al mismo tiempo en que la jóven apoyaba la comida en la mesa
Ingresó a su casa cuando la luna ya estaba asomándose en el cielo
- Llegas tarde - escucho la voz de su padre desde la cocina - Ya estamos cenando
- No tengo hambre - intentó ir a su cuarto, sin embargo, cruzando el living, se encontró con Izayoi - Madre
- Inuyasha - sonrió - Por favor, ven con nosotros
Su madre siempre había sido su debilidad, la ternura con la que siempre se dirigió a él, el amor que destellaban sus ojos marrones siempre habían sido el refugio del moreno, aún en sus días más díficiles
- Esta bien - dijo frustrado - Pero solo porque tu me lo pides
- Gracias hijo - lo abrazó y ambos se dirigieron a la cocina
Ingresó al lugar y se cruzó con la fría mirada de su hermano, el cuál estaba sentado a la derecha de su padre. Su largo pelo plateado estaba perfecto, como siempre, al igual que su camisa y pantalones del mismo color
- Sesshomaru - murmuró
- Siéntate Inuyasha - dijo su padre
El pelinegro obedeció, sentándose al frente de su hermano
- ¿Quieres cenar, hijo? - preguntó su madre
- Ya comí - respondió, sin apartar de mirada de su medio hermano
- ¿Dónde estabas? - preguntó Inu no Taisho
- Estaba con mis amigos
- Ja - pronunció Sesshomaru
- ¡¿Tienes algún problema con eso?! - gritó, molesto
- Inuyasha, siempre tan inmaduro
- Sesshomaru - dijo su padre, mirándolo - No provoques a tu hermano
- Ya oíste Sesshomaru, no me molestes
- Inuyasha - pronunció su madre
- Muchachos, comportense... Sesshomaru, conseguí la rélplica de Tensseiga... tú colección estará completa
¿Tensseiga?
Abrió grande sus ojos, al mismo tiempo en que visualizaba aquella imágen
- Colmillo sagrado es una espada capaz de revivir a cien personas con sólo agitarla una vez - dijo un desalineado Totosai, sentado al lado de una fógata
- Apartate - pronunció su hermano al mismo tiempo en que agitaba a Tensseiga sobre aquel animal decapitado
- Colmillo sagrado - murmuró Inuyasha
- ¿Qué dijiste? - ambos hombres lo miraron
- ¿He? - pasó la mirada por ambos
- Inuyasha - pronunció seriamente su padre- ¿Qué es lo que sabes sobre colmillo sagrado?
- Nada - apartó la mirada - ¿Ya puedo retirarme? - miró a Izayoi, quién asintió
El jóven se levantó y se dirigió a su habitación
