Debo admitir que me morí de la risa cuando una amiga me dijo "Shizuru se las viola a todas", y después me llegó esta idea. A eso se debe que este fanfic sea diferente XD Por favor no me linchen por lo que voy a hacer jajaja
Seguimos...
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Capítulo 2
— Estoy aburrida — Le dije a mi mejor amiga, una pelirroja de ojos tan azules como el cielo despejado en plena primavera. Tokiha Mai, negó con la cabeza mientras terminaba de ordenar sus cosas en el locker del instituto.
— Tú siempre Natsuki — Me dijo poniendo los ojos en blanco para después soltar una risa encantadora.
— ¡Vamos a bailar! — Le supliqué, sentía el cuerpo ardiendo y necesitaba un poco de adrenalina y diversión.
— No, lo siento Nat tengo que ir a trabajar — Me dijo en tono cortante, saliendo del edificio. Corrí detrás de ella.
— Pero necesito salir…
— Ayer tuvimos una fiesta y ¿Necesito recordarte cómo terminaste?
— Eh si, lo olvidé todo — Le dije guiñándole un ojo. La pelirroja se detuvo y me miró con el entrecejo fruncido.
— Primero fue una morena de primer año…
— Ahhh si la recuerdo, era linda su cabello hasta la cintura, ojos cafés, besaba muy bien, ella fue la que me hizo señas para sentarme en su mesa
— Luego te seguiste con una rubia de tercero
— ¡Cierto! A ella ya la conocía, me invito un delicioso coctel
— Y remataste la noche con la mejor amiga de la morena de primer año… — Me dijo contando los dedos, en un tono preocupado.
— Pues ¿Qué querías que hiciera? Se la pasó coqueteándome — Lo recuerdo.
Después de estar con la rubia regresé a la mesa con Mai y después la morena me sacó a bailar y hubo más besos. Me senté en su mesa y su amiga comenzó a tocarme la pierna y a hablarme al oído, me pidió que bailara con ella y ¿Cómo resistirme…?
— ¡Tenia novio Natsuki!
— ¡Pero ella me besó primero! ¿Qué debía hacer? ¿Apartarla bruscamente? — Mi estado de ebriedad siempre me pone vulnerable
— Pues… — La pelirroja se enmudeció de pronto — No sé, pero provocaste un escándalo terrible, si no hubiéramos salido de ahí rápido quién sabe que hubiera pasado…
— ¡Por eso tienes que venir con migo hoy!... Ya estaba muy tomada ayer… Además hoy tengo resaca
— ¡Te la mereces!
Por más que quise la pelirroja no cedió y para colmo de males me tuvo encerrada estudiando. ¡Qué aguafiestas! Y peor aún porque ya estamos en vacaciones. Pero no dejaba de chantajearme con que me acompañó a la fiesta y que ahora necesitaba mi ayuda. ¡Qué remedio! Lecciones de ingles gratuitas.
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Al día siguiente me desperecé y después de medio arreglarme pasé por la pelirroja para ir al instituto. Pensar en restaurar la escuela en vacaciones es sumamente aburrido pero no tengo opción, la directora me sobornó con ayudarme a pasar de año si participaba, bueno también me amenazó con llamar a mi madre y la verdad ella está perfecta en donde está. Estoy más que acostumbrada a vivir sola y no sería agradable tenerla tan cerca de mí, con las llamadas telefónicas basta.
El problema no era en sí que no pudiera con la escuela pero por los cursos extracurriculares a los que asisto, me es inevitable acumular faltas y para mí mala suerte en muchas de esas ocasiones aplicaron exámenes y convencer a los profesores para que los vuelvan a aplicar es una tarea muy ardua porque solo la mitad de ellos acceden mientras que la otra mitad hace preguntas orales al azar y si te tardas o te ven dudosa te bajan puntos.
Así continué haciéndole a la pelirroja un par de reclamos. Ella también me hizo unos y al final terminamos riendo como siempre hasta que llegamos al jardín para comenzar con nuestra labor.
— Te vez muy desmejorada hoy Nat — Me dijo la pelirroja entre risas — Si que te devoraron en la fiesta — La zozobra de la resaca más la desvelada y luego yo sin maquillaje
— Calla Tokiha — Bufé y antes de poderle reclamar más una chica llamó mi atención, pero no pude verla bien porque se giró enseguida y yo tuve que empezar a trabajar.
A los quince minutos apareció de pronto Mikoto con esta hermosa chica que nos presento enseguida.
Fujino Shizuru, de tercer grado de instituto. Cabello castaño, y ligeramente ondulado en las puntas, recogido elegantemente, con un par de mechones sueltos en cada lado justo delante de sus orejas, y un fleco que la hacía lucir increíble. Tenía unos enormes, brillantes y preciosos ojos color granate, intensos y astutos. Un cuerpo esbelto y que resaltaba perfectas curvaturas por el ajustado uniforme color naranja. Además tenía una voz delicada y suave, en extremo dulce, un acento muy especial que conforto a mi oído plácidamente, además que era muy divertida y una excelente oradora. Le ayudaba a Reito y su trabajo era básicamente supervisarnos.
— ¿Siempre has estudiado aquí? — Le pregunté intrigada
— Desde el colegio — Me dijo con una encantadora sonrisa.
¿En dónde estaba metida esta chica?, ¿Cómo es posible que no la conociera? Pensé mientras platicábamos
— ¿Y Kuga han?
— Yo me integré el año anterior, antes estudiaba en otro lugar
Continuamos hablando plácidamente mientras trabajábamos. A decir verdad era la primera vez que me pasaba. ¿Cómo decirlo? estaba en una especie de trance y de verdad me lamenté cuando terminó la jornada, se me fue como agua, siendo que siempre se me hace muy tediosa y pesada. Bien dicen que el tiempo vuela cuando uno se la pasa bien.
— ¿Y a dónde vas ahora?
— A mi casa, mi madre me está esperando…
— ¡Te llevo! — Le dije sin dudar y ella parpadeo mucho — Mmm bueno si quieres… podría llevarte, no tengo nada que hacer… justo ahora
— Ara, pero está un poco lejos — Me dijo con una ligera preocupación
— No hay problema — Que sonrisa tan encantadora — Por mí no hay problema…
— Está bien… — Antes de que la castaña caminara hacia la puerta principal tomé su brazo y la guié hacia el estacionamiento. Al llegar ante mi Ducati tomé el casco y saqué mis llaves — ¡No me subiré en eso! — Percibí un ligero temor en su voz y no pude evitar sonreír
¿Por qué las motocicletas asustan tanto? En lo personal pienso que son hermosas, veloces, furiosas, excitantes y además de que el tráfico no es problema para ellas. La encendí sin vacilar.
— Sube — Le tendí una mano y me siguió un tanto insegura, le indiqué dónde debía de poner las manos.
Por mi no había problema si me abrasaba pero como la note nerviosa deje sus manos en el tanque, después de preguntarle hacia dónde debía dirigirme salimos.
Manejé despacio, no había prisa y no quería que se asustara por que definitivamente quería salir con ella más veces.
Pero a mitad del camino comenzó a llover, afortunadamente para mi estaba cerca de un lugar conocido y apropiado para este tipo de situaciones.
— Fujino san… ¿Te molestaría si nos detenemos a comer algo?
— No, para nada
— Perfecto… — Le dije nuevamente bajando el cristal de mi casco. Aceleré enseguida, lo único malo de las motocicletas es el clima pero, en esta ocasión estaba perfecto, quería sin dudas conocer un poco más a esta preciosura.
Aparqué mi motocicleta en la entrada de la cafetería, me quité el casco y tan pronto me bajé, ayudé a mi acompañante a descender de la motocicleta, enseguida la tomé de la mano y corriendo entramos al lugar.
No solté su mano, era muy suave y delicada. Cuando miré a Shizuru me di cuenta de lo mojada que estaba su ropa, le pedí que se quitara al menos el suéter no quería que se resfriara y además le ofrecí mi chamarra. Ella no aceptó enseguida, pero finalmente la convencí para que se la pusiera.
Pasamos a tomar asiento en una de las mesas, habilidosamente dejé que ella se sentara primero para yo poder acorralarla sobre el muro, no quería presionarla pero definitivamente aquí obtendría un beso de esta muñeca.
La miré de reojo, al parecer había notado el ambiente romántico del lugar. No hice ninguna mención al respecto solo me dediqué a ver el menú, que por cierto la jornada me había dejado supremamente hambrienta y además todavía tenía resaca así que pensé que lo mejor sería comer un ramen
Shizuru por su parte pidió una ensalada y un té, se veía a leguas que ella no era la clase de chica que se la pasaba comiendo chatarras. La miré atentamente mientras ordenaba, pidió una ensalada que yo jamás había escuchado en mi vida, pero la mesera pareció entender a la perfección por que se fue enseguida para hacer el pedido.
Y ahora estábamos solas, me giré para mirarla y me encontré con que la castaña me estaba mirando el cuerpo.
— ¿Estás bien? — Le pregunté sobresaltándola
— Si, pero creo que debes ponerte tu chamarra — Me dijo apenada
— Déjatela, no me perdonaría que te enfermaras por mis descuidos
— Pero… — La castaña no dijo más solo se quedó mirándome y yo que no soy nada penosa la deje plenamente
— ¿Te incomoda verme así? — Le dije después de un minuto
— ¿Eh? — La castaña me miro rápidamente a los ojos con las mejillas sonrojadas — ¡No! ¡No!
— ¿Te han dicho que tienes una voz muy hermosa? — Le dije con mi voz de conquista
— Ara, ara… pues sí, de hecho me lo dicen todo el tiempo
— Seguramente tienes muchos pretendientes
— Solo la mitad de la escuela — Me dijo esquivando mi mirada para mirar las otras mesas.
Las miradas se dirigían hacia nosotras, en parte porque creo que tengo cierta reputación aquí. Pero yo no quería quitarle los ojos de encima, realmente esta castaña me gustaba mucho.
Me gustaba su forma de hablar, su anatomía y sus ojos, y estuve a punto de darle un beso pero nuestro pedido había llegado y vaya la mesera se había confundido, no solo había intercambiado nuestros pedidos si no que me había robado la inspiración e interrumpido el momento.
Pero extrañamente no me sentí enojada si no todo lo contrario, me dio mucha risa la cara que puso Fujino al ver su rica ensalada cubierta hasta el tope de mayonesa. Había perdido sin dudas esta oportunidad pero no me preocupaba ya tendría otras para probar esos apetitosos labios.
Comimos entonces y después, acorde al plan, me ofrecí para llevarla a su casa. Afortunadamente la lluvia había cesado.
— Ten, ponte tu chamarra — La acepté de buena gana ahora que ella se había puesto nuevamente su suéter
— Estas en muy buena forma… — Me dijo de repente.
— Gracias
— ¿Practicas algún deporte? — ¿Es mi imaginación o ahora ella está coqueteándome?
— Natación
—Ya veo…
— Si... ¿Estás lista?
— Aja…
Arranqué la moto y tras quince minutos habíamos llegado.
— ¿Es aquí? — Le pregunté a la castaña al admirar su casa, que era enorme de tres pisos y hasta tenia ático y todo, un jardín muy amplio, definitivamente zona de ricos…
— Si aquí es… — Me quité el casco y la ayudé a bajar, se había despeinado ligeramente por el trayecto, así que le alisé un poco el cabello con extremo cuidado, y me percaté de que las cortinas de su casa se cerraron de pronto
— Bueno… Hasta mañana… Amm ¿Quieres qué pase por ti?
— No gracias, me iré con Reito
— Está bien — Me subí de nuevo a mi feroz vehículo y regresé a los dormitorios del instituto.
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Al día siguiente me preparé con mayor esmero.
Ayer no estaba en mi mejor momento pero hoy me siento muy bien, además Fujino Shizuru es un importante motivo para arreglarme como es debido.
Me apresuré a bajar al jardín, tal y como me lo esperaba, ella ya estaba ahí, hablaba con Reito. Decidí no interrumpir así que solo saludé ligeramente pero no pude evitar sonreír maldosamente al sentir adrenalina por todo el cuerpo cuando Shizuru me miró sorprendida. Tuve que ingeniármelas para acercarme a ella.
— ¡Estas muy guapa el día de hoy! — Le dije coquetamente y ella rio complacida
— Ookini — Me contestó muy alegre
— ¡Shizuru! — Reito no se le despegaba ni un milímetro y así no puedo hacer mi labor, resignada seguí con mis trabajos, pero la miraba atenta para mi siguiente oportunidad. Llegó la pelirroja y me soltó un golpe en la cabeza con unos panfletos
— ¡Mooo! Natsuki ¿Por qué no pasaste por mí?
— Perdón Mai, lo olvidé — Dije mirándola con bochorno, Mai me miraba incrédula. Me encogí de hombros, ¡Fujino hizo que me olvidara de mi mejor amiga!
— ¿Cómo que lo olvidaste? ¡Mi habitación esta alado de la tuya!... Ya sé porque lo olvidaste — Me dijo viendo a la castaña y dándome nuevamente en la cabeza con los panfletos — Sin vergüenza, ¿No me digas que…? — Afirmé con la cabeza y le levanté las cejas de modo cómplice — No se te escapa nada verdad… Para ya Natsuki, antes de que haya problemas… — Me advirtió la pelirroja
— Ahora nos vemos — Le dije al ver que mi presa estaba sola.
Me trepé a un árbol y esperé el momento adecuado para saltar de este, caí justo enfrente de la castaña y como es lógico soltó un grito y yo no pude controlar la risa al ver su expresión
— ¡Un día te vas a lastimar al caer así! — Me regañó, me acomodé el cabello y traté de controlar mi risa
— Necesito tu ayuda… — Y me busqué un trabajo sencillo para estar cerca de ella, las hojas secas eran una excelente opción, así que corrí a Mai con la mirada, esta me miró con severidad pero se fue a hacer otra cosa.
Fujino es una increíble chica, se reía con mis anécdotas de manera encantadora, me sentía en confianza platicando con ella y también su conversación era atrapante, ni siquiera con Mai puedo hablar así, bueno tal vez tenga que ver que Shizuru me gusta y la veo de manera diferente.
Teníamos que llevar ahora las bolsas con basura a la entrada de la escuela, Shizuru me ayudó y después cuando regresamos nos detuvimos en la bodega para tomar más bolsas.
La bodega era un cubículo muy pequeño con un único foco naranja y todo siempre estaba apretujado. La castaña al verme forcejeando con las bolsas se apresuró a ayudarme antes de que tirara todas las cosas. Cosa que agradecí bastante.
Tan pronto saque las bolsas, alguien empujo la puerta provocando que Shizuru aterrizara en mi regazo.
La tome entre mis brazos y mi mente se nubló al tenerla tan cerca. Ella desprendía un rico aroma frutal que emboto mis sentidos. Por instinto actué y roce sus labios con los míos, desde hace un buen rato que los miro y estos ya se me habían hecho irresistibles.
Me separé para mirarla, ella había quedado atónita y yo embrujada con su sonrojo, me sentía débil, aún la sujetaba por la cintura y no iba a permitir que se me escapara.
— ¿Ku…Kuga han? — Susurró un tanto confundida, miró mis ojos y no pude contenerme más.
Junté mis labios con los suyos, al principio se resistió pero después de un momento de insistir cedió terreno, cedió todo terreno.
El beso comenzó suave pero después fue ardiente, pasional, veloz, cuando nuestras lenguas se juntaron ocurrió un ¡BOM! Incontrolable, sentí sus manos en mi espalda, mi corazón bombeando fuerte, la sostuve por la nuca para tener más control y la abrase por la cintura, me hizo gemir y perder el ritmo respiratorio, hubo ligeras mordidas intercaladas en el beso, cuando sentí que no podía más me separé para reunir aire
— ¿Qué…? — Me preguntó con dificultad.
Si que nos agitamos con ese beso… No sabía que decir, pero me quedaba claro que no debía permanecer más cerca de ella o algo malo podría ocurrir. Nunca antes había perdido el control de semejante manera.
No quería dar explicaciones, ni arruinar el momento, así que al instante puse mi dedo sobre sus labios y le pedí silencio, me moría por besarla de nuevo pero me solté de su abraso muy despacio, aún con la respiración agitada, acaricie su espalda y su brazo suavemente antes de soltarme por completo y darle la espalda.
— ¡Oye! — La escuche gritar cuando salí de ahí para tomar aire. Ella se veía desconcertada.
Y yo no sabía que decirle, así que dejé que mi lenguaje corporal hablara y le lancé una de mis mejores miradas antes de girarme despacio. Saboreé mis labios, sentía la huella de los suyos todavía sobre los míos.
Me apresuré para regresar al trabajo
— ¡Natsuki! — Mai me soltó un golpe con un rollo de papel, ni siquiera eso me quitó la sonrisa — ¿Estás bien? Tienes el rostro colorado, ¡Estas temblando!...
— ¡Shhh! — Mai no es nada discreta
— ¡No me digas que tú! — Sonreí satisfecha — ¡Moo! ¿¡Tan pronto!?... — Miré a mi alrededor alarmada, Shizuru ya no estaba.
Mai me miraba con ojos asesinos, la tomé de la mano y corrí con ella lejos de todos, me recargué en un árbol y me deslicé hasta caer en el pasto, traté de recuperar el aliento
— No me pude contener más Mai…
— No puedo creer que lo hallas hecho — Me miró con severidad — Hasta sudaste Natsuki
— Es increíble… casi, casi se come la boca… — La pelirroja comenzó a echarme aire con un abanico de papel
— ¡Ya cálmate! — Cerré los ojos e intenté respirar profundo para recuperarme
— Yo… ella… ¡BOM! Fue… ¡Ahhh! ¡Mmm!
— ¡Natsuki! — Me regañó por mis comentarios
— ¡Ohh! Sensacional — Dije al fin… Mai me miraba con terror
— Jamás te había visto así…
— Nadie jamás me había besado así… — Cuando me recuperé por completo regresé junto con la pelirroja, pero en cuanto la vi no pude disimular la emoción.
"Quiero un poco más de eso Shizuru" le decía con mi mirada y para mi deleite ella se sonrojaba ¡Uf! ¡No, no! ¡Auxilio!
A decir verdad no me atrevía a acercarme a más de cinco metros de ella, porque podía perder el control. Momentos antes de que termináramos de recoger las cosas Reito se acercó a mí más serio de lo normal
— Natsuki, ven conmigo por favor
— Claro — Lo seguí hasta el consejo estudiantil en silencio
— ¿Para qué me llamas Reito? — Le pregunté a la expectativa. No es como que seamos los grandes amigos pero es el hermano mayor de Mikoto y siempre me he llevado bien con él, así que me intrigaba su actitud.
— Natsuki, ¿Podrías parar por favor? — Me miró con el entrecejo fruncido
— ¿A qué te refieres? — ¿Será que hice algo mal?
— Tú sabes de lo que estoy hablando, más bien de quién te estoy hablando — Comprendí al instante
— Ah ¿Fujino? — Sentí un hormigueo en los labios y calor en el rostro
— Es obvio que la estas seduciendo… — Me conoces bien…
— ¿Acaso te gusta? — Me animé a preguntar, no es mi culpa si no la reclamaste antes…
— No quiero que la lastimes — Tsk! Eso no me gustaría… ella es muy linda — Hasta ahora no te he dicho nada, pero esto que haces no está bien… — No eres la primer persona que me lo dice, créeme que ya tengo suficiente con Mai
— ¿No deberías meterte en tus asuntos? — Le contesté secamente, ya que no me gusta que me digan lo que tengo que hacer
— Si hablamos de Shizuru es mi asunto…— Me dijo con autoridad — Además recuerda lo que paso con Nina, ella todavía no te supera verdad — No era mi intención enamorarla…
— Ya lo hará, el amor es solo una ilusión — Delicado y frágil, por eso ya no soy seria.
— Te gusta enamorar a las personas y después las dejas… — Te equivocas, en realidad no me conoces… — Por favor no juegues con Shizuru, ella es importante para mí… — Me sentía un tanto culpable, era verdad que yo no le convenía…
— Ya, ya, ya, está bien relájate… — Le dije a regañadientes — Estaba jugando, solo fue un beso. No volverá a pasar — Aunque en realidad deseo que siga pasando, que pase mucho…
— No eres sincera… Natsuki — Me dijo Reito mirándome fijamente a los ojos, fruncía el entrecejo
— Ella me gusta… No puedo prometerte nada, lo lamento Reito…
— Natsuki — Dijo mi nombre en tono de advertencia
— Intentaré mantenerme al margen, pero si ella me busca, le daré todo lo que me pida… — Le dije antes de abandonar aquel salón
Regresé al jardín y busqué a Shizuru con la mirada, pero no estaba por ningún lado
— ¿Y Shizuru? — Le pregunté a la pelirroja
— ¿Cómo la llamaste?
— ¡Tsk! Bueno y ¿Fujino san? — Me corregí a regañadientes
— No sé, no la he visto desde hace un rato ¿Qué paso Nat? — Le conté brevemente mi conversación con Reito
— En parte tiene razón, eres cruel Natsuki…
— ¡Baka! Sabes que no lo hago con esa intención… Yo solo quiero pasármela bien… No es mi culpa que se enamoren de mí
— ¿Cómo esperas que no se enamoren cuando eres tan especial? Obvio se decepcionan cuando te ven con otras…
— Ya Mai basta… — De haber sabido, no le cuento nada…
Me apresuré para ir a mi dormitorio, tenía una serie de emociones encontradas, pero principalmente culpa por mi comportamiento, esperaba que todo se aclarara al día siguiente.
Pero aún después de lo que paso entre nosotras, ella apareció al día siguiente como si nada. Me trató exactamente igual que a los demás, no ni siquiera como a los demás. No fue grosera pero noté enseguida que marcó unos límites conmigo, cosa que me decepcionó enormemente porque estoy acostumbrada a conseguir lo que quiero y aunque suena feo a que me busquen, pero ella era diferente...
Después del primer beso quedan atrapadas en mi hechizo, pero esta es la primera vez que me pasa a mí… y no tiene que ver la "promesa" que le hice a Reito, ella simplemente me evita.
Pero estoy segura de que ese beso le gustó tanto como a mi… ese beso… fue… fue… increíble… pero aún así me siento intrigada. ¿Será que estoy perdiendo el toque?
N/A: ¡Saludos! Y de corazón muchas gracias a todos por sus reviews, les juro que me sacan una gran sonrisa.
¡Nos vemos muy pronto! ;)
