¡Seguimos! ¡YAY!

.

Capítulo 6

Los días pasaban tranquilos, y aprovechando el viernes decidí ir a la plaza comercial de Fuuka, hay una linda chica pelirroja que trabaja medio tiempo en una tienda de animales y quiero conocerla mejor, aunque creo que es mucho mayor que yo, no deja de decir que tiene 17 años, da igual de todas formas es más grande.

Entré a la plaza y pasé a comprar un helado, caminaba tranquilamente mientras observaba los locales, me quedé un momento viendo a una niña que parecía una hormiga hacerle un berrinche a su abuela para entrar al cine y después miré por el aparador de una tienda cerrada de videojuegos el anuncio próximo de un juego que he estado esperando.

La niña comenzó a llorar cada vez más fuerte y una parte de mi se sintió mal al ver que la abuela hacia vanos intentos para calmarla, así que decidí intervenir. Me acerqué a la pequeña y le dije que estaban reparando el cine y le di una paleta de caramelo. Para mi buena suerte se lo creyó, la pequeña me sonrió y acaricie su cabeza al tiempo que esta se metía la paleta a la boca. La abuela me agradeció y después se fueron. La buena acción del día, ¡Me siento muy bien!

Seguí mi camino cuando mis ojos se encontraron con unos destellos rubís, ¿Y por qué no? Me acerqué descaradamente a saludar

Kaichou — Me senté alado de la presidenta, sentía curiosidad por la forma en cómo me evitaría esta vez…

Ara, Kuga han — Aún me llama por mi apellido, un poco irónico — ¿Qué haces por aquí?

Solo un paseo… nada fuera de lo común ¿Y la Kaichou?

Creí que querías llamarme por mi nombre — Ese comentario no me lo esperaba y me sacó un poco de contraste. ¡Rubor vete!

Emm… pues… no… yo… — Me aclaré la garganta — Creo que no es adecuado — Dije finalmente. Ella alzó una ceja incrédula, su mirada me hizo sentir incomoda así que cambié el tema rápidamente — mmm ¿Esperas a alguien?

¿Eso parece? — Me preguntó divertida

Bueno… — La verdad se ve muy guapa pensé inevitablemente.

Vestía una blusa ligeramente holgada color violeta en cuello V la cual mostraba una parcial pero agradable vista. ¡Fuu! Shizuru si tiene lo suyo. También vestía unos leggins negros que se ajustaban a sus perfectas y delineadas piernas y unos botines muy femeninos, llevaba accesorios discretos una cadena de plata en la mano y una igual en el cuello de la que colgaba un pequeño dije de un timón de barco del mismo material

Si la verdad si parece, ¿Estás de ligue? — No pude evitar preguntar. La castaña solo rió

Estoy esperando a Reito

¡Ahh! Ya… — Eso me hizo sentir más incómoda, por alguna razón no podía dejar de sentirme celosa. Como si un huracán se sacudiera en mi estomago.

Pero Natsuki también está en lo suyo ¿no? — Sentí como un calor se extendía por mi rostro — Ara, ara pero no tienes porque sonrojarte — Eso solo lo empeoro estoy segura

Afortunadamente para mí sonó su móvil y tuvo que contestar, el volumen estaba alto y sin querer pude escuchar su conversación

Shizuru, perdóname tengo un pequeño inconveniente y no podré llegar

Ara, ¿Reito me está dejando plantada?

Shizuru por favor discúlpame, no tengo opción

No hay problema Reito…

Te lo compensaré Shizuru, lo prometo… Adiós

Adiós… — La castaña colgó un poco decepcionada

¿Y ahora que harás? — No pude evitar preguntar

Entraré a la película — Dijo como si fuera lo más normal del mundo

¿Sola?

A menos que quieras entrar conmigo — ¿Me… me está invitando?

En esos momentos experimente un mini infarto. Shizuru sacó de su bolsa un par de entradas y tuve que pellizcarme la pierna para comprobar que no era un sueño, sentí dolor al instante y descarté esa idea

¡Ah! pero te están esperando ¿Verdad? — Me dijo de repente.

Dulce tentación.

En realidad no — Le dije sonriente — No tengo planes, solo vine a dar un paseo — Me lanzó una mirada irónica.

No por favor, no me rechaces…

¿Para qué película son? — Le dije señalando las entradas, con la esperanza de que no se arrepintiera de lo que había dicho

Es una de Zombis — Me dijo un tanto abochornada y no pude evitar soltarme a reír — ¡Ara! ¿Qué es tan gracioso? — No gracioso no, descomunal, no parece ese tipo de chica

¿Te gustan los Zombis?

Pues… los boletos me los dio Reito… — Si bueno, parece más bien de esas chicas que escogerían una película romántica. Ese Reito es hábil.

Bueno… — Le ofrecí mi brazo y ella dudo un momento pero lo agarró — Entonces vamos… — Le dije y después de comprar unas botanas caminamos a la sala.

Miramos el número de asiento, la penúltima fila de hasta arriba en la esquina cerca del rincón, en definitiva Reito es más hábil de lo que parece.

La película era sin dudas digna de admirarse, el típico grupo de chicos que quieren sobrevivir ante toda la población de muertos en vida que quieren comérselos. Los ataques sorpresas de los zombis parecían muy reales igual que su caracterización, sangre y pedazos de cuerpos humanos aparecían en toda la película, además de las viseras. La acción nunca faltó, así como las buenas armas y los vehículos.

Pero esta película fue tal cual me la imaginé, Shizuru experimentó varias fases durante el film, pasando del miedo al asco y de nuevo al miedo, permaneció abrasada a mí la mitad de la película, si bien es cierto que pude aprovecharme de la situación no lo hice, a pesar de la tentación salí victoriosa, perfectamente peinada y aun con maquillaje, que desperdicio.

Aunque después del segundo asesinato hubo un avance y es que ambas comenzamos a hablarnos por nuestro nombre.

Shizuru, ¿Segura qué estás bien? — Le pregunté cuando esta salió del servicio, todavía tenía el rostro un poco verde

No… Que pésimos gustos los de Reito, y al parecer los de Natsuki también

No a mi no me digas, yo no escogí la película

Pero si la disfrutaste, ¡No parabas de reír!

No me hubiera reído tanto si no la hubiera visto contigo

Ara, ¿Natsuki se reía de mi entonces?

Es que te veías muy graciosa — Frunció el entrecejo y corregí — ¡No!... No me reía de ti Shizuru. Me reía contigo… Tus comentarios son muy graciosos… Digo… — Suspiré nerviosa, parece que todo lo que digo está mal

Ookini… — Me dijo con una sonrisa

¿Ehh? ¿Qué… qué agradeces?

Tu compañía

Ahh… no… gracias a ti por invitarme — Aunque fui plato de segunda mesa, no me arrepiento para nada

Ya te quité mucho tiempo, de seguro tienes algo que hacer — Dijo la castaña evitando mi mirada. Mi pobre corazón estaba al borde del colapso.

¡No! yo… Nada… Eee… Si quieres te puedo llevar a tu casa

¡Ara! ¿Tan pronto? — Nuevamente un comentario inesperado

Ahh pues… o… ¿Quieres hacer algo más? — Esta chica me pone nerviosa

Ara pues la verdad se me antojó el helado de Natsuki… — Sentí que me sonrojaba, eso fue hace horas…

Va… Vamos por unos — Le dije y traté de poner una sonrisa su mirada era muy intensa.

Caminamos por la plaza. Shizuru se detenía de tanto en tanto para mirar los aparadores y tenía el mal hábito de tomar mi brazo en ratos, lo cual me ponía más nerviosa.

Debo admitir que esto es muy raro en mí, por lo general soy yo la que suele poner nerviosa a las demás y lo peor de todo es que no me coqueteaba, parecía como si fuera una simple salida de amigas a la plaza, sin ningún tipo de malas intenciones, pero a mí me estaba costando trabajo controlar mis hormonas.

¿Shizuru me puedes esperar? voy al cajero — Esperaba que Saeko mi madre ya me hubiera hecho un deposito, aún tengo dinero pero más vale. ¡Si! ¡Ookasan te amo!

Regresé con la castaña que me esperaba muy sonriente.

¡Listo! Ah los helados están por allá — Pagué un par y nos sentamos en una banca de la plaza.

¡Ara!... Están deliciosos

Si, ¿De qué lo pediste?

De melón ¿Quieres?

Ehh, no, no, es tuyo…

No importa — Me dijo extendiendo su cuchara hacia mi boca — Pruébalo — Abrí la boca a regañadientes y sentí que me sonrojaba de nuevo — Esta rico ¿Verdad? — Me sentí en las nubes.

Si, aunque el de vainilla es mejor, prueba… — Le di una probada con mi cuchara

Ara, es verdad… — Me dijo saboreando, se veía verdaderamente hermosa

¿Quieres más? — Le pregunté, tenía una cara de felicidad que era irresistible

Solo un poco… — El simple hecho tenerla comiendo de mi helado me hacía sentir muy emocionada, jamás había hecho esto.

¿Tú quieres más del mío? — Me preguntó

Ehh… bueno… — Que me diera de comer en la boca era muy agradable.

Así continuamos hasta que se terminaron los helados. Por alguna razón mi corazón estaba latiendo muy rápido.

¿Y ahora? — Preguntó Shizuru cuando tiré los vasitos en un bote

Ee… — ideas, ideas, ideas… No contrólate Kuga… ¡No es momento para eso!

¿Ya te quieres ir? — Me preguntó inspeccionándome

Tú mandas… — Le contesté

Ara, ¿Natsuki siempre es tan complaciente? — Comencé a toser nerviosa — entonces vallamos a ver la ropa. — Afirmé con la cabeza y la seguí

Shizuru era muy femenina, veía hermosos vestidos y accesorios, en cuanto pude me le escapé un segundo para ir a mirar la lencería. Esta sección es mi perdición…

Ara, ara — A nada estuve de aventar el conjunto muy lejos

¡Shi… Shizuru!— Mejor lo escondí detrás de mi espalda y la miré nerviosa

¿No es algo pequeño? — Dijo señalando mi espalda — A ver… — Intentó quitármelo pero me moví y la esquivé — Natsuki no seas infantil… ¡También soy mujer! — Ese punto ni que discutirlo…

Comenzamos a forcejear

Me… mejor vámonos — Le dije muy nerviosa pero Shizuru insistió y al final caímos al piso.

Shizuru estaba aplastándome, se levantó despacio y se quedó mirándome, mi corazón dio un salto y por mi mente pasaron varias ideas…

Shizuru robándome un beso, ó yo robándole un beso… ó las dos al mismo tiempo… ó…

Natsuki, ¡Kanin na! — Nada…

La castaña se incorporó enseguida y me tendió una mano que acepté decepcionada

No pasa nada… — Exactamente nada…

Me sacudí el pantalón y regresé el conjunto a su lugar

¿Te lastimaste? — Me miró preocupada y me dio risa. Después de un momento las dos reíamos

¿Puedo ayudarlas? — Nos preguntó una vendedora y negamos con la cabeza

Creo que ya es hora de irnos… — Afirmé con la cabeza y salimos del lugar. Llevé a Shizuru hasta mi Ducati y saqué mis guantes.

Hasta luego Natsuki…

¿Qué? ¿Cómo que hasta luego?

Pediré un taxi

¿Por qué? — La miré intrigada — No me digas que todavía te da miedo…

No es eso…

¿Entonces?

La última vez me dolieron las manos — Le sonreí y le tendí una mano, Shizuru soltó un suspiro y tomó mi mano con resignación. La ayudé a subir y después subí yo, ella puso sus manos sobre el tanque, entonces las tomé y las puse en mi abdomen

¿Natsuki?

Así no te van a doler… — Giré la cabeza ligeramente y le sonreí

Pe… pero…

No te preocupes, es muy seguro… No me sueltes — Me puse el casco y encendí la moto.

Así entre los brazos de Shizuru me sentía increíblemente feliz, el frio de la noche que se azotaba sobre mi cuerpo era imperceptible porque sentía la calidez que Shizuru desprendía. Había subido a muchas chicas a mi moto pero a decir verdad ninguna me hacía sentir lo que Shizuru.

Traté de retrasar la llegada a su casa pero temía que se molestara con migo y mejor decidí no hacerme con mucho rodeos

Ya llegamos… — La castaña se desprendió de mi cuerpo lentamente

Ookini — Me bajé de la moto y la tomé de la cintura para ayudarla a bajar

¿Estás bien? — Le pregunté — Estas helada… Te hubiera prestado mis guantes

Estoy bien… — Miró hacia su casa, una luz se había encendido

Me la pase muy bien… Me divertí mucho… — Le dije honestamente mientras miraba sus ojos

Si, yo también… — Me dijo sonriendo.

Un beso en este momento sería ideal… pero podría quedarme esperando, ella no me lo dará… tiene más efecto en mi que yo sobre ella pensé lastimosamente

Pero durante unos segundos nuestras miradas conectaron, sus manos apretaron ligeramente las mías como si fuera un tic involuntario y por reflejo mire sus labios, mi cuerpo actuó en automático, deseaba besarla.

Probar esos labios de nuevo…

Y cuando estaba a punto de hacerlo me giró el rostro y aterrice rozando su mejilla. Shizuru se alejó enseguida y yo me quede perpleja.

Buenas noches — Me dijo antes de entrar a su casa, suspiré. ¡Casi!

Descansa… — Alcance a decirle, pero al ver como se alejaba me quedé con una sensación de malestar, pero no tuve más remedio que dejarla ir.

Como todo buen príncipe, esperé hasta que entró para subir a la Ducati.

[ — ]

Ara…

No importa cuánto se esfuerce una por hacer planes, a veces, simplemente las cosas no salen como una desea. Este es un típico ejemplo. Pensaba permanecer en casa disfrutando de un rico té y un buen libro pero Reito me convenció para venir con él, cosa que al final tampoco sucedió y es por eso que ahora estoy viendo una asquerosa película gore de cadáveres mutantes en masa con mi mejor candidato en la lista Kuga Natsuki, la princesa del hielo… ¡Oh si! Ahora estoy enterada de muchas cosas. Ese apodo de princesa del hielo, se lo ganó por su increíble frialdad al terminar sus relaciones "Amorosas".

A pesar de todo sigue siendo muy popular y a la vez el blanco de muchos chicos y chicas de la escuela, en particular de las chicas del colegio y las de primero de instituto, las cuales son fáciles de seducir y engañar. Natsuki es verdaderamente un monumento a la belleza. "El amor es solo una ilusión"… Eso ya lo veremos. Aunque me duele admitirlo también soy una víctima suya, aunque totalmente diferente a las demás, yo no le ruego a nadie.

Volviendo al tema, esta película esta horrible, me saco unos buenos sustos donde busque refugio con ella. Al principio Natsuki no me abraso, solo me dejo su cuerpo a voluntad. Yo si la abrasé pero no con malas intenciones, simplemente y aunque me abochornaba admitirlo estaba asustada.

Natsuki al parecer se dio cuenta y terminó cediendo, levantó el descansabrazos que nos separaba y me sonrió de tal manera que me dio confianza. Así que me permití ser abrasada por ella, únicamente alzó su brazo para rodear mis hombros y me refugié en su regazo.

Conforme avanzaba la película pude percatarme de varias cosas. Natsuki tenía un cuerpo muy cálido, mucha paciencia y olía delicioso, simplemente me sentía segura a su lado y ese es un sentimiento que no había tenido con nadie antes, bueno tal vez con Reito.

Una parte de mi esperaba que actuara como la chica salvaje que me robo el beso el otro día pero en lugar de eso sentí como si me quisiera cuidar, cosa que en parte me decepciono.

Ten, come algo dulce…

No me hables de comida — Justo acababa de pasar un zombi mordiendo un muslo humano junto con litros de sangre. Natsuki rio

¡Pero te estás poniendo verde! — Natsuki partió un pedacito de chocolate y lo llevo a mi boca con cuidado, afortunadamente la sala estaba lo suficientemente oscura para que no notara el tremendo sonrojo que me provoco.

.

¡Tanto para este final!... ¡No sobrevivió nadie! — Natsuki solo reía — ¡Se los comieron a todos!

¿Qué esperabas?... ¿Que sobreviviera la parejita? ¿El amor siempre triunfa?— Dijo en tono irónico. Pues aunque lo dudes… Algún día hare que te arrepientas de esas palabras…

El día siguió tranquilo, pero hasta ahora disimular nunca se me había hecho tan difícil. Afortunadamente Natsuki no me conoce bien y no se dio cuenta del efecto que provocaba en mí pero, mis piernas temblaban en todo momento… Esos helados fueron demasiado para mí, pero lo que terminó de descomponerme fue la lencería que estaba mirando la peliazul.

La verdad no quería volver a subirme a su moto, pero solo una sonrisa fue suficiente para convencerme y actué a conciencia, sabía que no volvería a salir con ella pronto, aunque me encantaría, el parecer accesible no favorecería mi situación.

Pase lo que pase, no seré como las otras…

Desde el momento que me subí me sentí incomoda, pero me llevé una gran sorpresa cuando Natsuki tomó mis manos y me hizo rodear su cintura

¿Natsuki?

Así no te van a doler…

Pe… pero…

No te preocupes, es muy seguro… No me sueltes

Hasta ahora, había visto a Natsuki como una chica fuerte y segura pero al abrasar su cuerpo de esta manera, me di cuenta de lo frágil que es y surgió en mí una necesidad de protegerla. La abrasé con cariño, como si de esa forma pudiera evitar que algo malo le ocurriera, como si de esta forma pudiera mantener a mi lado un imposible.

Ya llegamos… — Qué rápido… fue muy rápido…

Me preocupé, será que ya me está afectando la distorsión del tiempo, ese fenómeno que ocurre normalmente cuando te la pasas muy bien, donde sientes que apenas han pasado unos minutos cuando en realidad pasan horas…

Ookini — Traté de actuar natural pero de pronto me sentía muy triste

¿Estás bien? — Por un momento pensé que Natsuki se había dado cuenta de mis sentimientos, pero no fue así — Estas helada… te hubiera prestado mis guantes

Estoy bien…

Me la pase muy bien… me divertí mucho…

Yo también…

No supe como paso, pero me perdí en sus ojos. En ese verde océano. Natsuki estaba muy sonrojada y yo me sentí débil como nunca antes. Ella miraba mis labios y se había acercado un poco. Me tenía de las manos y sentí un tremendo escalofrío.

Tan solo de recordar ese beso que nos dimos, quise desesperadamente ceder, ella iba con todo. ¡No! ¡Shizuru! ¡Párala! Me dije a mi misma, pero ya era tarde. Giré el rostro justo a tiempo para evitar que me besara los labios, solo alcanzó a rosar mi mejilla, pero sus labios aún así me provocaron mil sensaciones

Buenas noches — Le dije soltándome de ella, me alejé a paso veloz antes de perder lo poco que me quedaba de cordura, entre a la casa sin mirar atrás

Descansa — Cuando cerré la puerta escuché como el rugido de su vehículo se perdía en la distancia

Ya llegué

¿Shizuru?

Ookasan

Reito kun vino a buscarte, creí que habías salido con él

Me canceló, pero me encontré una amiga y me quedé con ella

¿La chica de la moto que te frotaba las manos? — Me preguntó alzando una ceja y no pude disimular el rubor que me había brotado

¡Ara! — ¡Lo sabia me estaba espiando! — ¡Ookasan!

Cena algo antes de dormir… — Me dijo encaminándose a su dormitorio y yo fui al mío.

Fue una tarde increíble… ella es un sueño…


N/A: Bueno, espero les haya gustado el cap ^^ y muchas gracias por los reviews yo encantada de leerlos :D Por favor disculpen las demoras pero ya me aplico con las historias, :3 Que pasen linda velada y hasta la próxima ;)

PD: ¡Recuerda que un review es gratis! Y en consecuencia la autora se motiva y escribe mejor, más bonito y más rápido :D ¿Quién quiere más ShizNat? ¡YAY! ¡Saludos!