Gracias por la espera, seguimos...

Capítulo 17

Vaya que lo estuve reflexionando. Ella siempre me había tratado como a una amiga. Aunque juraría que me coqueteaba. Pero tal vez soy yo la que lo ha malinterpretado, puede que Shizuru esté actuando de manera natural. Es encantadora por naturaleza, por algo es la presidenta y tiene un grupo de fans.

Sinceramente tenía miedo de averiguarlo. Tenía miedo de obsesionarme más por ella. Francamente lo último que quería era volver a enamorarme. Mi regla principal en la vida era diversión sin compromiso. Probar de todo y no quedarme con nada, pero Shizuru llegó a descomponer mi esquema y de eso me pude dar cuenta perfectamente en la fiesta de Mai. Pensaba divertirme, ligar mucho, conocer otras chicas. Pero en cuanto la vi todo se vino abajo.

Todo sería más fácil para mí, si Shizuru fuera más accesible. Estoy segura que si hubiera aceptado salir conmigo de vez en cuando, todo seguiría siendo como antes. Pero ella no era como las demás y creo que eso es lo que la hacía tan especial. Que es en verdad una chica difícil de conquistar, es todo un reto. Pero a estas alturas ya estoy segura de que jamás me dejará tenerla.

Quería resignarme, pero una parte de mi estaba decidida a conquistarla. Así sea lo último que haga, por que en verdad me muero por tener una cita con ella y probar sus labios de nuevo.

Estoy atorada y por lo mismo decidí hacerle caso a Mai; tomarme un tiempo y evitarla lo más posible. Tal vez, si dejaba de verla, dejaría de sentir este deseo hacia ella. Me parecía algo imposible pero dado que estaba en el fango, cualquier opción se me hacía factible.

Y así pasaron los días. Evitarla en realidad no fue tan difícil, solo tuve que deshacerme de esas horas de ocio y comenzar a hacer algo más productivo. Además, tenía que ponerle empeño a la vida si quería llegar a ser algo.

Por la ventana veía el sol descender, los días me pasaban con mayor rapidez. El reloj no tenía compasión de mis múltiples actividades.

Había tenido un día largo y este aún no acababa.

Tomé el cepillo y me miré al espejo. Desenredé mi largo cabello aprovechando que aún estaba húmedo por el baño que acababa de tomar y después me lave los dientes.

Pensé en descansar un momento. Tomar una breve siesta. Me aventé al sillón, pero justo en el momento en el que cerré los ojos llamaron a la puerta. Maldije por lo bajo y me levanté después del quinto golpeteo.

¡Ya voy! – Grité.

Como toda una buena y estudiosa chica, después de cumplir con mis clases y con el club de Natación, me iba a la academia de idiomas donde comencé a pasar el resto de la tarde, gracias a que me hice de un par de amigas y armamos un pequeño grupo de estudio.

Así con el día lleno de actividades, y mi mente ocupada pude mantener a mis hormonas al margen.

Pero el precio que estaba pagando por eso comenzaba a ser bastante elevado, estas chicas no tenían descanso y comenzaban a absorber mucho de mi tiempo.

¡Siempre lo mismo! ¡Qué impacientes!

Abrí la puerta con toda la intención de reclamarles. Pero mi reclamo se perdió en el aire.

¡Ahh! ¿Shizuru?

[–]

Esto es extraño, tiene poco más de dos semanas que no veo a Natsuki. Por lo general, suelo encontrármela en los pasillos o después de clases. Natsuki siempre me está buscando pero después de la fiesta de Mai tengo la impresión de que me evita.

No, no es solo la impresión. Más bien tengo la certeza de que lo hace. Ya que con hoy han pasado exactamente cinco sesiones desde que reanude el club de artes marciales y en ninguna se ha presentado.

Me sentía nerviosa pero estaba decidida a buscarla. Aun tenia las prendas que Natsuki había dejado cuando visito mi cuarto, las había lavado y estaban perfectamente dobladas sobre mi escritorio. No eran mi mejor escusa pero al menos era una suficientemente buena para pasarme por su dormitorio.

Las tomé y me arme de valor. Salí de mi dormitorio y recorrí el campus hasta llegar a su habitación.

Respiré profundo y toqué a la puerta. Toqué varias veces hasta que escuché como alguien se aproximaba.

¡Ya voy!... ¡Siempre lo mismo! ¡Qué impacientes! –Abrió la puerta y momentáneamente me quede congelada al verla.

Natsuki si que estaba muy sexy. Acababa de darse un baño, su cabello aun estaba húmedo y tenía ropa cómoda, un pants holgado y una ombliguera color negra.

¡Ah! ¿¡Shizuru!?

¡Natsuki! – Le dije tratando de disimular mi sorpresa.

Se veía guapísima.

¡Shizuru! ¿Qué…? ¿Qué haces a… aquí?

Yo vine a traerte esto… – Respondí tratando se sonar tranquila y no babear.

¡Pero pasa! – Tomó mi mano y me hizo entrar a su habitación rápidamente.

Natsuki me sonrió y se quedó mirándome unos segundos mientras sostenía la mano que tenia libre. Mi corazón bombeaba tan rápido que sentí que me rompería las costillas.

Se estiró para cerrar la puerta de su habitación pero antes de poder hacerlo esta se abrió de golpe y un par de chicas entraron al cuarto como si fuera el suyo propio.

¡Ya llegamos! –Dijo una chica rubia bastante atractiva y enseguida se lanzó a los brazos de Natsuki y esta soltó mi mano.

¡Alyssa! ¡Ahhh! ¡Me estrangulas! –La tal Alyssa la soltó enseguida y comenzó a reír.

Disculpa Nat ¿Te lastime? –Le acomodó el cabello. Natsuki se sonrojó y yo sentí furia.

No te preocupes, estoy bien… –Natsuki respondió con una risita tímida

Bueno, ya estamos listas ¿Verdad Yayoi? –Le dijo Alyssa a la otra chica que afirmó con la cabeza y dijo con un tono de voz meloso

Si y ¡muy ansiosas! –Se encaminaron a sofá de Natsuki, a ambas les brillaban los ojos.

Se sentaron en el y yo me sentí muy incómoda. Dejé la ropa en un buró cercano y dije en el tono más normal que pude

Parece que vine en mal momento – Me giré hacia la puerta rápidamente.

¡NO! – Natsuki sujetó mi mano y se situó enfrente de mí – ¡Espera, Shizuru! ¡No te vayas! – Natsuki tenía una mirada implorante – Ven siéntate, ¡No me tardaré!

No quiero interrumpir esta reunión tan ansiosa – Dije intentando disimular mi amargura. Creía que Natsuki había cambiado. Nuevamente no debí hacerme ilusiones.

Solo les voy a prestar unos libros.

¿Ara? – ¿Unos libros?

Natsuki me llevó de la mano, hasta el sofá y me hizo la seña para que me sentara junto a las otras dos chicas.

De hecho quedamos en que nos ibas a explicar una lección – Le reclamó la rubia.

Alyssa pero… veras ahora estoy ocupada…– Natsuki me señaló con la mirada y una parte muy interna de mi sonrió complacida, aunque mi rostro siguió impávido.

Ese fue el trato Nat, lecciones de Alemán a cambio de lecciones de Ingles – ¿Alemán? ¿Ingles?

¡Pero te ayude a pasar tu examen de ruso! – Le dijo Natsuki frunciendo el entrecejo, la rubia torció la boca – ¡Recuerda que no dormimos dos días seguidos! La rubia se quedo momentáneamente sin palabras – Además esta lección es sencilla, te daré los apuntes…

Pero no le entendimos a la profesora, ¿Crees que nos bastará con tus apuntes Natsuki? – Preguntó Yayoi con escepticismo.

Son muy claros – Afirmó Natsuki – Además tú ya conoces mis apuntes Yayoi

Bueno, si son como los de francés, creo que no habrá problema – ¿Francés?

Son como los de francés – Aclaró la peliazul

¿También tomas francés? – Le preguntó la rubia asombrada. Yo también me sentía asombrada, ¿Acaso Natsuki estudia tantos idiomas?

Ya concluí francés – Le dijo componiendo una sonrisa.

A ver, enséñanos tus libretas – Le pidió Alyssa.

Natsuki sonrió y se encaminó a su librero. Sacó un cuaderno y un libro. Buscó la lección y se los entregó.

¿Siempre atascas los márgenes de información? – Preguntó Yayoi abrumada.

Solo cuando creo necesario – Contestó con media sonrisa.

Osea, siempre ¿verdad? – Natsuki hizo una ligera mueca. Noté que comenzaba a perder la paciencia, se veía ansiosa por dedicarme tiempo.

Bueno, les daremos una oportunidad solo porque tienes una caligrafía preciosa – Dijo Alyssa – te veo mañana Nat.

Hasta mañana Natsuki– Se levantaron del sillón y Natsuki las encaminó hacia la puerta.

Después tomó la ropa que le había traído y regreso al sofá sentándose a mi lado.

Gracias Shizuru, se me había olvidado por completo que tenias esto

No hay de que Natsuki

¡Estoy agotada!– Natsuki se desparramo y soltó un suspiro. De reojo miré sus perfectas abdominales, se me antojaba pasar mis manos sobre ellas pero antes de verme tan obvia cambie el tema.

No sabía que Natsuki estudiara idiomas.

¡Oh si! desde los 5 años.

¿Qué?

Mi madre me dijo que eso me daría un futuro– Se incorporó y me miró a los ojos fijamente –Al principio me obligo pero después le agarre el gusto.

¿De verdad? ¿Y cuántos idiomas estudias? – Le pregunté con escepticismo.

Alemán, francés, Italiano, Ruso, Inglés, Portugués, Español y el Japonés que realmente no cuenta porque es mi lengua materna.

¡Ara, Ara! ¿Y de verdad sabes hablar?

¡Si, claro!

Si, cómo no, fufufu.

¡Enserio! ¿Quieres que te lo demuestre? – Me dijo bajando el tono de voz y acercando su rostro un poco al mío

Si

ich liebe dich… – Me dijo con timidez

Je t´aime, belle princesse… – Trague saliva, eso sonó hermoso

Natsuki se aceró lentamente.

Mi piace, sei la cosa migliore che sia mai accaduta– Natsuki tomo aire, hablaba muy fluido y eso me conquistó demasiado.

Ty mne ochen' nravish'sya– Después de decirme eso se ruborizo mucho, estaba a solo un palmo de mi y comencé a sentirme débil.

–Seu sonrriso me derrite– Me hice un poco hacia atrás, pero Natsuki hábilmente se acercó quedando a la misma distancia de cómo estábamos.

Yo soy tu juguete corazón, solo juega bonito conmigo– Reconocí el idioma como el español y aunque no le e entendí nada, me hizo sonreír.

Natsuki se acercó un poco más, el rubor en sus pómulos se acentuó.

I love you – Eso sí lo entendí, me sentí nerviosa ¿Natsuki me acaba de decir que me ama?

Anata wa watashi no taisetsuna hito… (Tú eres quien más me importa)

– ¡Na…Natsuki! – Me incorpore enseguida, Natsuki estuvo a punto de besarme y yo estuve a punto de sucumbir.

¿Cómo se atreve a decirme eso?

Muy nerviosa camine hacia la puerta.

¡Shizuru! Espera… por favor, no te vayas así… – Natsuki se recargó en la puerta impidiéndome el paso – No era mi intención molestarte, por favor discúlpame.

No es eso, pero ya tengo que irme, ya es noche…

[–]

¡Natsuki!

¡Shizuru! ¿Qué…? ¿Qué haces a… aquí?– Casi me da un infarto al verla, así tan abruptamente, sin ningún tipo de preparación mental.

Yo vine a traerte esto…– Me dijo tendiéndome unas prendas conocidas. Como si fuera lo más normal del mundo.

¡Pero pasa!– Vaya, tenía en verdad muchos días que mi corazón no se emocionaba de esta manera.

Sin detenerme a pensarlo un segundo, tomé su mano y la invité a pasar.

Oh cielos, activación hormonal al doscientos por ciento. ¡Esta hermosísima esta mujer! Me estiré para cerrar la puerta pero, esta se me regresó enseguida.

¡Ya llegamos! – Solo pude ver una sombra y enseguida me sentí sofocada.

¡Alyssa! ¡Ahhh! ¡Me estrangulas!

Disculpa Nat, ¿te lastimé?

No te preocupes, estoy bien…– Me sentí ligeramente nerviosa.

Crucé los dedos para que Shizuru no se fuera antes de soltarme de esta chica.

Bueno, ya estamos listas ¿Verdad, Yayoi?– Si, pero ¿Cómo decirles que la reunión quedó cancelada desde el momento que llegó Shizuru?

Sí y ¡muy ansiosas!– Explotadoras estas.

¿Qué creen que yo no tengo una vida?, ¿Qué solo existo para resolverles sus dudas?

Parece que vine en mal momento– Dijo Shizuru tomando el picaporte.

¡No!– Corrí y tomé su mano con cuidado y me recargué en la puerta– ¡Espera, Shizuru! – ¡No la dejes ir Kuga! ¡Esta en tu habitación! – ¡No te vayas!– Supliqué –Ven siéntate, ¡No me tardaré!

No quiero interrumpir esta reunión tan ansiosa– Shizuru parecía muy molesta, de hecho recalco las palabras "interrumpir" y "ansiosa".

Solo les voy a prestar unos libros– Le dije un tanto desesperada.

¿Ara? – Aprovechando la confusión de Shizuru la llevé al sofá para que se sentara

De hecho quedamos en que nos ibas a explicar una lección– Me dijo Alyssa en tono severo.

Alyssa pero… – No me voy a perder de estar a solas en mi habitación con Shizuru por enseñarte una lección.

Ese fue el trato Nat…– Ni lo sueñes Aly, no hoy.

Después de unos minutos de ardua negociación, finalmente logré que se fueran. ¿Y ahora? Cada una de mis neuronas intentaba hacer una sinapsis pero sin mucho éxito. ¿Qué hago? ¿Qué le digo? ¡Oh, ella está en mi habitación! ¡Estamos a solas!

Con torpeza tomé la ropa que Shizuru me había traído y avance hacia dónde estaba. Me senté a su lado y la miré de reojo.

Gracias Shizuru, se me había olvidado por completo que tenias esto– Hubiera ido por él desde cuando, esa era la excusa perfecta.

No hay de que Natsuki– Me respondió como si nada, mirándome atentamente.

¡Estoy agotada!– Me recosté un momento. Quería romper un poco la tensión y lograr que Shizuru se relajara y se quedara conmigo un rato.

Ella solo se quedó mirándome.

No sabía que Natsuki estudiara idiomas

¡Oh si!, desde los 5 años.

¿Qué? – Me miró sorprendida.

Mi madre me dijo que eso me daría un futuro, al principio me obligo pero después le agarré el gusto– Volví a sentarme y enfoque su mirada sobre sus hermosos ojos.

¿De verdad? ¿Y cuántos idiomas estudias? – Le pregunté con escepticismo.

Alemán, Francés, Italiano, Ruso, Inglés, Portugués, Español y el japonés que no cuenta porque es mi lengua materna.

¡Ara, Ara! ¿Y de verdad sabes hablar?

¡Si claro!

Si, cómo no fufufu.

¡Enserio! ¿Quieres que te lo demuestre?– Le dije seductora, sentí que este sería el momento para reclamar el beso que me debía.

Si.

Comencé diciéndole "Te amo" en alemán y luego en francés lo mismo "Te amo, princesa bella", me acerqué un poco más a Shizuru. Luego en Italiano confesé "Me gustas, eres lo mejor que me ha pasado". Respire profundo para contener las ganas que me daban de probar sus labios.

"Me gustas mucho" Le susurré en ruso. Shizuru sonrió y de ahí mi siguiente frase "Tu sonrisa me derrite" en portugués.

Me acerqué más a ella y retomé "Yo soy tu juguete corazón, solo juega bonito conmigo" en español. La castaña volvió a sonreír. "I love you" Susurré con toda la intención de que reconociera por lo menos esa frase. Shizuru se puso nerviosa y yo también "Tú eres quien más me importa" Le confesé muy cerca de sus labios.

Moría por un beso. Casi estuve a punto de conseguirlo, Shizuru se veía tan dócil. A pesar de que me estuve acercando, ella no había marcado distancia y eso me hizo emocionarme y dejarme llevar.

¡Natsuki! – Shizuru se alejó hábilmente de mí y caminó hacia la puerta. Maldije por lo bajo al ser rechazada nuevamente. Pero, aún así, corrí para detenerla.

Sentí que perdí el control, ¿Por qué siempre que estoy tan cerca ella se aleja así? Rápidamente me interpuse en su camino y me recargué en la puerta.

¡Shizuru! Espera…por favor, no te vayas así…– Supliqué –No era mi intención molestarte, por favor discúlpame.

No es eso, pero ya tengo que irme, ya es noche…

Shizuru no te vayas– suplique. La castaña miró su reloj de pulsera e hizo una mueca.

Natsuki, no estoy para juegos, ¡tengo que irme!

Aún me debes un beso…

Natsuki– Me dijo en tono severo.

¡Pero gane! Gane el torneo. Mira, ahí está mi medalla– Le señalé. Estaba sobre la mesa. Shizuru miró –Hasta bati un record– Trabajé muy duro ¡Lo merezco!

¡Ara! ¿Tanto quieres un beso mío?– La forma en la que me preguntó eso hizo que se me subiera el color.

Aja…– Contesté y me incorporé un poco para acercarme hacia ella. Shizuru miró su reloj nuevamente y soltó un suspiro de resignación.

Cierra los ojos– La obedecí al instante. Me recargué sobre la puerta y me preparé para obtener mi premio.

Se acercó suavemente un par de pasos hacia mí. Sentí su cálida mano sobre mi mejilla.

¡Hazlo, hazlo!

Listo.

¿¡Qué!? – Shizuru había besado mi mejilla.

Dame permiso– Me aferré a la puerta.

¡Shizuru! Sabes que no me refería a ese tipo de beso…

Natsuki ¡Se me hace tarde! ¡Muévete!

¡No!– Estuve muy tentada a tomarla por la cintura y acercarla hacia mí, pero me me miró severamente.

Por favor, de verdad no quiero usar la fuerza contigo…– Shizuru era fuerte, ya me lo había demostrado en las prácticas de artes marciales.

Sabía que si la desesperaba podía noquearme en un santiamén. Aunque eso era lo que menos me preocupaba. Yo realmente deseaba un beso suyo, con desesperación. Pero quería recibirlo de ella.

Yo solo quiero que seas justa…– Le reclamé –hicimos un trato.

No. Tú asumiste que yo te daría un beso, en realidad yo no…

Bueno, si no me vas a dar uno… déjame a mí… deja que yo te lo dé.

Olvídalo… Natsuki yo no soy…

– "Ninguna de tus noviecitas" Lo sé. Lo dices siempre… Pero si no me das un beso, te voy a perseguir por todos lados…

¡Ara!

Te lo advierto Shizuru… y entre más me hagas esperar, más voy a querer…– Sabía que me estaba arriesgando demasiado.

Parece que no tengo opción…– Me dijo entre fatigada y resignada.

Internamente estaba cantando victoria y gritando de emoción.

No la tienes…– Le aclaré.

Bien, solo un beso… – Me precisó, no muy segura.

Sentí un microinfarto. Una punzada de alegría en mi corazón que se aceleró todavía más.

Me recargué en la puerta. Shizuru se acerco a mí y sin pensarlo la tomé por la cintura. Pero ella retrocedió

Ara, ara… No es un agasajo Natsuki…

Perdón– Recargué mis manos en la pared en señal de disculpa.

Shizuru sujeto suavemente mi rostro con sus manos. La miraba atentamente, mientras se acercaba, muy despacio, casi torturante, a solo un milímetro se detuvo.

Sentí su cálido aliento sobre mis labios. Yo miraba los suyos implorante.

Finalmente cerré los ojos y…

¿Ya me das permiso…?

Con un esfuerzo descomunal me hice a un lado.

Shizuru tomó el picaporte y abrió la puerta.

Busqué su mirada débilmente, pero no pude ver sus ojos por que estos habían quedado ocultos debajo de su flequillo.

Sin más demora, la presidenta abandonó la habitación.

Me derrapé unos centímetros sobre la pared. Hasta quedar sentada en el piso y entonces respiré profundo.

Shizuru eres increíble…


N/A: ¿Quieren saber cómo fue ese beso?... ¡No se pierdan el próximo capítulo!