Bueno, el pésimo summary no le da justicia a mi historia como tal, asi que es necesario dejar mi nota para responder tus dudas iniciales.
Antes estaba disponible en Wattpad, pero decidí moverlo aquí ya que me siento más cómodo en fanfiction y prácticamente nadie lo leía -.-
En un principio planeaba que esto fuera un "fix fic" con ocs de por medio, pero mis prioridades cambiaron al construir de poco a poco a mis personajes y ciertos arcos que se desviaban mucho de como eran originalmente en la serie, por lo que decidí hacerlo cómo un fic alternativo de la série. Por lo qué habrán muchas cosas nuevas y ciertos arcos completamente originales.
Esto sería un semi-universo alternativo, porqué tendré que cambiar varias cosas del canon para que tengan sentido con el ambiente de este fic y también agregar varias otras cosas nuevas por gusto personal, como más reinos/naciones que del que se ven en el Remnant original, sin alterar la esencia o el encanto de la serie. Con ello, también podrás ver algunos conceptos de otros fics de RWBY, cómo algunas ideas de "RWBY ALTERNATE", pero más a mi estiló y sin intenciones de plagiar lo realizado por otros autores, más bien adaptarlos a mi historia y darles un nuevo enfoque para explicar algunos conceptos de Remnant.
Y si te lo preguntabas, si, habrá emparejamientos entre los OC's y personajes de la serie.
Pero tranquilo, no son el punto central del fanfic, no son muchos y serán desarrollados con mucha lentitud para que no sean forzados, ni salgan de la nada. Estoy más interesado en desarrollar primero a los personajes y sus dinámicas con otros.
Además de que los OC's si bien tienen cierta relevancia en la historia, no son el único equipo que importa dentro de la historia, trataré de que todos los personajes tengan su momento de brillar al igual que los otros equipos originales de la serie y otros creados por mi.
El punto central de esta historia es más que nada el entretenimiento. No soy dueño de la serie.
Para dejar en claro como funcionaran los dialogos.
—Hola. — Diálogo común.
"Hola" Pensamiento del personaje.
Dicho todo eso, disfrute de este experimento raro.
Prólogo.
El bosque de Forever Fall se volvía demasiado sombrío al caer la noche. Normalmente un lugar tranquilo y sereno que se encontraba estancado en la estación del otoño dejaba ver un lado inusual cuando el sol se apartaba y la oscuridad se adueñaba de todo.
Las hojas perdían su característico color rojo carmesí y adoptaban un grisáceo oscuro en presencia de la luna llena, las bestias Grimm se volvían más agresivas al igual que los otros animales que habitaban aquel bosque. Nadie en su sano juicio se atrevía a pasar una noche ahí por su propia seguridad, pero para algunos significaba un buen lugar para esconderse de otras cosas.
Después de todo "En tiempos desesperados se requieren medidas desesperadas" o al menos ese pensaba aquel hombre que saltaba de árbol en árbol con una velocidad comparable al vuelo de un cóndor.
Estaba huyendo.
Cada movimiento denotaba su desesperación y miedo, su velocidad de reacción mostraba su insana necesidad de alejarse lo más lejos posible de quién fuese detrás de el. Se detuvo en un árbol particularmente grande y con las ramas tan gruesas como para aguantar su peso.
Tenía que controlarse, le costaba respirar y la adrenalina del momento podría perjudicar a su equilibrio y saltos. Por un instante se dió la vuelta para verificar que nadie estuviese apunto de arremeter contra él. Grande fue su alivio al ver la nada misma.
Frost Duty. Un hombre caucásico bañado en sudor y con pequeñas heridas sangrantes en su rostro. Ya estaba acostumbrado a las heridas por su labor como mercenario, pero nunca en sus catorce años de profesión había presenciado algo así.
Su camisa blanca fue rasgada por todas las dagas que recibió en todo su camino hacia Forever Fall. Su chaqueta negra se encontraba en mejores condiciones pero manchada por todas partes con su sangre. Y su pantalón azul se llevó la peor parte. Desgastado y roto, su esposa lo mataría si es que lograba escapar de esta.
Tuvo que sentarse en aquella rama porque el dolor en su brazo derecho se hacía presente. El torniquete que había armado usando partes de su bufanda celeste ahora era completamente rojo. Fue hecho a las apuradas y no logro aplicar la suficiente fuerza, razón por la que decidió arrancar una parte de su camisa y quitar la bufanda.
—Carajo.— Dijo para si mismo al ver cómo la sangre salía como agua de una canilla, si su memoria no le fallaba, aquella daga dió justo en la arteria braquial.
Nuevamente hizo el torniquete casero para retener la hemorragia, esta vez con calma y apretando lo más fuerte que pudo. En ese momento por poco pierde a su arma al mover de forma abrupta su hombro, la agarro justo a tiempo. Su arma solo era un viejo revolver con solo dos balas, las demás fueron usadas contra su perseguidor, todas fallaron.
Necesitaba un médico, tanta perdida de sangre lo dejaría mareado y débil. Y empeoraba al ver qué estaba muy lejos de cualquier civilización y en el peor de los lugares posibles.
Por esa razón escogió adentrarse ahí. Pensaba que aquel tipo no sería tan demente como para seguirlo. Y en el momento que decidió arriesgarlo todo por una corazonada, aquel hombre ni siquiera lo pensó y fue contra él como un perro rabioso.
"Maldito sea" Pensó con arrepentimiento, debía haberlo pensado, no estaba lidiando con un hombre normal, claramente se trataba de alguien experimentado y que conocía el lugar con anterioridad para no tener ni una pizca de miedo al adentrarse en el.
Pero fallaba en reconocerlo, debía de ser alguien que alguna vez perjudicó en uno de sus trabajos como para estar tan determinado en acabar con su existencia. Frost nunca fue alguien destacable, ni siquiera dentro de su oficio, pero tenía la suficiente fama como para tener enemigos formidables y extraordinarios.
Aún así, no recordaba a nadie así, tampoco ayudaba que su susodicho cazador tuviera una capucha que dificultaba ver su rostro y la noche también empeoraba eso. Por lo que seguía sin entender porqué estaba en su mira.Y no tendría más tiempo para pensar sobre ello cuando una daga fue directo hacía el.
Afortunadamente, el viento estaba de su lado en esa ocasión y alteró la trayectoria de la daga lo suficiente como para alejarla a escasos centímetros de su cabeza. Frost se tomó solo unos segundos para ver la daga, que en esta ocasión traía consigo un líquido verdoso, inmediatamente lo identificó como ácido y se levantó preparado para escapar.
Y ahí logro divisarlo, debía estar a unos doce metros de él y aún con eso logro lanzar aquella arma con la suficiente fuerza como para alcanzarlo.
Lo podía ver con más claridad con la ayuda del brillo de la luna, su atuendo consistía de una túnica de color negro y lo que parecía una capa tras su espalda que se parecía a las alas de un halcón. Pudo ver qué en sus codos poseía partes metálicas exóticas y lo peor de todo, sus ojos.
Unos ojos completamente rojos y carentes de alma, como ver fuego que ardía cada vez más, una rabia que no se detendría hasta verlo muerto. Y entonces partió, haciendo uso de sus habilidades acrobáticas logro moverse entre las ramas de los árboles.
Si algo había aprendido de todas las historias que se esparcían en los barrios bajos de Mistral es que los animales de Forever Fall eran de los más peligrosos en todo el continente, y por esa razón trataba de mantenerse lo más lejos posible del suelo.
Toda su fuerza ahora estaba destinada a dar saltos tan altos como su cuerpo le permitiese. Incluso el dolor se había desvanecido con la adrenalina bombeando en todo su cuerpo.
No era suficiente.
Su perseguidor, que antes estaba muy alejado de él, se las apañaba para estar cada vez más y más cerca.
Antes estaba a unos trece metros.
Después a unos siete metros.
Y ahora la distancia entré el y Frost era tan solo de un metro. No hace falta mencionar lo aterrado que se encontraba el mercenario en esa situación. Sencillamente no tenía sentido.
¿Cómo era posible que fuese tan rápido? ¿De dónde sacaba tanta energía? Y lo más importante ¿De dónde diablos sacaba tantas dagas? Ya había perdido la cuenta de cuántas había esquivado en los anteriores cinco minutos.
[…]
Una hora.
Una hora de pura persecución, una hora en la que ninguno de los dos descanso ni un segundo. Frost ya empezaba a cansarse, era demasiado para el y sentía que perdía de poco a poco el equilibrio y que en cualquier momento daría un mal paso y caería al vacío.
Incluso eso era mejor que morir a manos de esa bestia. Bestia es el adjetivo adecuado para aquel tipo, sus capacidades superaban con creces a cualquier persona que hubiese conocido en su vida, no había mostrado ningún signo de cansancio en todo momento, o al menos eso dejaba ver.
Y en varias oportunidades logró estar a escasos centímetros de él y darle el golpe final, pero gracias a las maniobras que aprendió en su tiempo en Atlas, Frost logro esquivar a la muerte no una, sino tres veces en una sola noche.
Eso lo dejo profundamente agotado. Necesitaba descansar, así que pensó rápidamente en su siguiente movimiento.
Un plan altamente arriesgado y con más probabilidades de fracasar, pero era lo único que podía hacer para deshacerse de una vez por todas de aquella bestia.
Se tomó un tiempo, bajo la velocidad y se dejó en una posición lo suficientemente desventajosa para que él bajara la guardia. Se paró en seco en una pequeña rama de frente, su mano izquierda agarro su revolver y ni bien vio a aquel tipo, apunto y disparó.
¡Bang!
Pero una vez más, la suerte y la probabilidad jugaron en su contra.
Su nerviosismo creciente hizo que apuntará mal y la bala apenas rozó a su perseguidor, quien aprovecho su oportunidad y dió una patada directo en el pecho de Frost.
Inevitablemente Frost cayó al suelo a una distancia significante. No la suficiente como para matarlo pero la suficiente como para dejarlo inconsciente y a merced de ese individuo.
[…]
Cuando recupero la consciencia se topo con un cielo despejado y que daba una vista hermosa de las estrellas y la luna misma.
Sin nubes, sin hojas obstruyendo su vista, solo el cielo y él. Que fue interrumpida cuando volvió a ver aquellos ojos rojos que lo aterrorizaban más que nada ahora.
Ahí fue donde se sintió raro, apesar de que podía ver claramente como el hombre lo agarraba del cuello no sentía su agarre, ni siquiera su peso y el horror aumento al no poder mover ninguna extremidad de su cuerpo.
—Veneno de Xyantlath.— Hablo por primera vez el encapuchado, con una voz grave y sin emoción. Apunto con su mano derecha a su pierna, con esfuerzo Frost logro divisar una daga clavada en su rodilla, que contenía aquel líquido verdoso. —No te matará, pero estarás paralizado por cuatro horas.
—Quien...— Alcanzó a decir Frost, se sorprendió al ver que podía seguir hablando y artícular palabras a la perfección. —¿Quién mierda eres tú?
—Mi nombre no es importante, lo que tú tienes es lo único que me interesa.— Antes de que Frost pudiese hablar nuevamente vio como el hombre acercó su mano derecha a su cara. Y vio como tres cuchillas sobresalían de la mano, de forma similar a las garras de un águila.
—Raven Branwen ¿Recuerdas ese nombre verdad?— Dijo colocando esas cuchillas a unos escasos centímetros de la yugular de Frost. —Claro que debes recordarla, trabajaste para su tribu durante dos meses hace un año, así que te pediré que solo respondas una pregunta ¿Dónde se encuentra?
—Yo...No...No sé
—Por supuesto que te creo, pero mis garras no. Así que si no quieres dejar viuda a Yellow te sugiero que escupas toda la verdad.— Lo aterrorizó, la sola mención del nombre fue suficiente como para encender todas las alarmas.
—Pero yo...Yo no lo sé.
—Respuesta equivocada.— Y entonces, utilizando su otra mano clavo otras tres cuchillas en el abdomen de Frost, cosa que este último no sintió en absoluto. Pero pudo entender lo que había hecho cuando vio las otras cuchillas bañadas en sangre.
—Escucha bien. Con tu disparo despertaste a todos los animales a un kilómetro de nosotros, y ahora con la sangre atraerás como mínimo a siete animales hambrientos, sin mencionar a los Grimms claro. Así que te daré otra oportunidad para responder y darte una muerte rápida e indolora, ¿Dónde se encuentra Raven Branwen?— Ahora más que nunca Frost se veía obligado a romper una regla sagrada de los mercenarios: Nunca contar nada acerca de tus trabajos.
—Yo te juro, te juro que no lo sé.— Y esa respuesta enfureció notablemente al encapuchado, que ahora al tenerlo más cerca, pudo notar más rasgos de el, su rostro mostraba una tez pálida anormal, como si de un cadáver se tratase. Además de una rara cicatriz en su mejilla en forma de flecha. Pero lo más importante era su expresión de disgusto y enfado. Y lo último que quería ahora era enfurecerlo más.
—Yo solo hacia recados para la tribu Branwen, nunca interactúe con ningún miembro y nunca ví a Branwen.— Se apresuró a contestar, y con eso detuvo a su cazador de volver a clavar una de sus cuchillas.
—Pero sé...Se de alguien que sabe...— Y en esos momentos el suelo empezó a temblar, unos rugidos distantes se acercaban más a su posición y pusieron ligeramente nervioso al cazador.
—Habla ahora.
—Su nombre es Tyra Ross, era una informante de la tribu Branwen, la conocí en Mistral en un bar de mala muerte, decía que necesitaba a gente como yo, la tribu se encontraba en una mala posición al migrar a Anima y necesitaban a gente dispuesta a conseguirles un lugar aquí. Me contrataron solo para eliminar a unas molestias y nada más que eso. Ella lo sabe todo, sus miembros, la ubicación de su campamento, a Raven. Todo.
—¿Dónde la puedo encontrar?
—En la ciudad de Mistral, siempre va al bar "Baby Blue".— Y eso era lo único que quería escuchar aquel encapuchado. Las bestias se encontraban más cerca que nunca y debía de alejarse de ahí ahora.
[…]
Las bestias Grimm habían llegado con ansias de sangre y devoraron sin piedad a Frost Dusty, que fue dejado a la merced de esas criaturas por aquel hombre de negro que ni siquiera se molestó en darle una muerte rápida. Pues ya tenía lo que necesitaba y no planeaba mantener su promesa.
Aquel hombre desapareció entre los árboles, adoptando una forma de un águila, dirigiéndose ahora a buscar a aquella persona que lo guiaría hacia su objetivo.
Reeditado para para arreglar errores ortográficos y gramaticales, además de agregar párrafos extra.
