—¿Cómo sigues de tu esguince, Itachi? —preguntó Shisui, rompiendo el hielo después de tanto tiempo que no ve a su amigo.
—Mucho mejor, gracias por preguntar. Recuérdame pasar a tu casa para darle gracias a tu abuelo por el remedio —replicó Itachi, con una sonrisa mientras se encontraba poniéndose sus zapatos para salir.
—Escuché... que Izumi-san se te declaró el otro día —cuestionó Shisui nuevamente, está vez con un ligero cambio de tono en su voz... El ánimo que solía acompañar su característica voz se había esfumado en un parpadeo.
—Sí... —comenzó a hablar, sin tener la más remota idea de cómo evadir el tema—. No pensé que fuera a declararse de esa manera.
—¿Y qué has pensado de su propuesta? —indagó Shisui, extremadamente atento a las próximas palabras de Itachi.
—Sabía cuáles eran los sentimientos de Izumi mucho antes que ella los notara, ella es muy transparente en ese aspecto —mencionó Itachi, pensando que alivió en algo la curiosidad de su amigo.
—Me parece que no me di a entender del todo —soltó Shisui, dejando salir una pequeña risa—. ¿Correspondes a los sentimientos de ella?
—Si me hubieras preguntado hace una semana, puede que sí. Pero ahora no estoy seguro de mis sentimientos —replicó Itachi, con toda honestidad, teniendo en claro a que se refería su amigo.
Un breve silencio se apoderó del momento. Tanto Itachi como Shisui sabían a qué se debía, sólo Shisui no daba cómo abordar el tema sin incomodar a su amigo.
—Y... ¿qué has pensado de mi propuesta? —preguntó Shisui finalmente, con los nervios por los cielos esperando la respuesta.
Itachi pensó que su amigo le daría más tiempo para pensarlo, aunque él mismo concluyó que era de esperarse con toda la situación de Izumi. Sobre todo, porque Shisui sabe que él no le era del todo indiferente a Izumi.
Lo que sí, no vio venir, fue que su amigo, a quién considera su cercano más preciado, le confesaría que todos esos gestos que él pasó por alto por tratarse de un amigo, se convirtieron, gracias a una confesión, en gestos de amor.
Un amor joven, tímido, que pende de un hilo a convertirse en una fantasía para uno sólo de los involucrados. Itachi, quién en ese momento fue cuestionado por la parte interesada, se encuentra en una situación complicada.
Por un lado, una chica con quién se siente cómodo, y quién considera amiga, se le confesó el día de ayer en el festival de primavera. Mientras que, por el otro lado, su mejor amigo, modelo a seguir y a quién considera su hermano mayor, hizo la confesión antes de partir a su misión de quince días.
Sin embargo, Itachi aún no tenía respuesta para ninguno de sus pretendientes. Una vez que este se dispuso a escuchar y procesar todo los que sus pretendientes le confesaron, optó por simplemente aceptarlos.
—Admito que me tomaste por sorpresa en su momento —comenzó Itachi, tomando camino rápidamente hacia el bosque de Konoha, con la intención de dirigirse al lugar secreto de ambos para charlar cómodamente.
Shisui lo siguió sin dudarlo, sabía muy bien a dónde lo dirigía Itachi con sólo leer su rostro. Podría parecer un comportamiento algo enfermizo por parte de Shisui, más aún sabiendo sus sentimientos hacía Itachi.
Es sólo que, si se trataba de dos ninjas de elite que, regularmente, compartían misiones de alto rango, es de esperarse que los gestos estratégicos que empleaban en las misiones fueran usados en su vida diaria.
—Shisui-san, no tienes idea de lo feliz que fui cuando me llevaste en tu espalda, en mi primera misión de exploración. Sentí que por fin había encontrado a alguien que me entendía, y como eras mi superior, te vi como mi hermano mayor.
—Me alegra que te hayas sentido as...
—Pero si esa acción fue un gesto de amor, entonces estoy confundido porque habré creído una mentira. Todo esto ha sido demasiado para procesar —confesó Itachi, sin poder decir nada más al respecto.
—Itachi, admito que me desesperé cuando escuché que Izumi se te declaró, pero déjame decirte algo con toda la libertad —declaró Shisui con esa actitud alegre y relajada que lo caracteriza.
—Creí que ya lo hacías —dijo Itachi, una vez vió la expresión de su amigo y sentirse algo aliviado.
—Sé que te debo muchas explicaciones, pero quiero que sepas que esto fue repentino. Mis acciones para contigo de aquel momento no fueron una mentira —aclaró Shisui, sintiendo todavía el nudo de la garganta por el comentario de Itachi.
—Es un alivio escuchar eso, creí por un momento que te habías acercado sólo por tus sentimientos, no porque realmente quisieras ser mi amigo —comentó Itachi aliviado, disipándose la mayor de sus dudas. Shisui suspiró.
—No tienes que corresponderme si no lo sientes —comenzó Shisui, disfrazando su preocupación con su actitud característica. —, no porque me confesé tienes porque aceptarme, no es algo que se deba forzar —siguió, mostrando sinceridad en sus palabras, más no en sus gestos. —. Además, puedo soportar que me rompas el corazón, así que no me subestimes.
—Te mentiría si te dijera que te acepto como algo más que amigos, Shisui-san —dijo Itachi, con voz y actitud segura
—¿Ves?, no era tan difí...
—Pero también te mentiría, sí te dijera, que no te acepto como algo más que amigos en este momento —agregó Itachi con un cambio de tono en su voz. Shisui detuvo su andar.
—¡¿Qué?! —exclamó Shisui al escuchar este último comentario, mostrando una nueva expresión de extrañeza que Itachi no conocía.
—Jajajaja —rió Itachi, conmovido por la escena y correspondiendo a la vulnerabilidad que Shisui mostró inconscientemente—. Me la debías por esta vez. Por ahora, no estoy interesado en esto del amor.
—¿Ninguno de los dos somos dignos de alguien como Itachi Uchiha? —resopló Shisui, mostrando una indignación fingida.
—No dije eso, sólo que ahora que soy consciente de sus sentimientos me he dado cuenta que me han dejado atrás. Así que debo pensar esto con calma, descubrir cuales son mis sentimientos con respecto al amor y aclarar las cosas con ustedes. Supongo que el futuro nos dirá —dijo Itachi, reposando su mano sobre el hombro de Shisui. Shisui lo miró asombrado.
Ambos amigos se retiraron del lugar, sin saber el destino que los depararía a ambos en el futuro.