Crazy Isla del Tesoro
Nota: Si saben cómo soy, ¿para qué me invitan? Perdón por no actualizar algo de lo viejo, sino que traiga uno nuevo.
Nota 2: Esto va para Celeste Kaomy, porque sé que se emocionará con Shizuku.
Capítulo 1: Gente rara
—¡Je-je! Un placer conocerlos a todos, yo soy Nanami Draco. Es la primera vez que saltamos de esta forma por el Multiverso, pero les aseguro que existe una explicación para ellos —saludó el chico que se parecía a Ryusui.
Senku no podía salir de su sorpresa, pero en ese momento la chica de cabello bicolor se atravesó frente a él con los brazos cruzados y una mueca de obstinación.
—Ya cállate, Draco. Miren… tenemos un problema. Esa criatura que ven ahí es una princesa alienígena que acabamos de salvar y necesitamos tratarla urgentemente. ¿Tienen algunas medicinas aquí? —inquirió volteando a ver a la chica que de piel grisácea.
—¿Princesa… alienígena? —interrogó la voz de Chrome, y Senku volteó, notando que la mayoría de la tripulación había subido a cubierta.
Por primera vez, Senku notó que todos los niños frente a él estaban heridos, pero la que se veía en peor estado era la de piel grisácea. El chico que se parecía a Ryusui tenía un ventaje que estaba sangrando en un brazo, la de cabello bicolor parecida a Gen tenía raspones en casi todo el cuerpo, el que se parecía a él mismo tenía un montón de cortadas y el que estaba en el suelo con la pequeña alienígena parecía haber recibido un latigazo en el cuello. Las que se encontraban en mejor estado eran tanto la que se había presentado como Shizuku y la chica de cabello rubio alborotado.
—Kohaku… ve por el botiquín de primeros auxilios. Es una maleta con una cruz de color rojo —pidió rápidamente y sólo notó cómo ella corría hacia adentro, casi tumbando a un somnoliento Gen que venía saliendo a cubierta.
—¿Qué sucede, Senku-chan? ~ —preguntó al ver todo el revuelo, pero luego miró con curiosidad a la pequeña parecida a él quien se sonrojó muchísimo.
—Estamos muy aterrados, por favor, esperen a que nos calmemos para preguntarnos con detalle lo que pasó —mencionó la pequeña Shizuku, que tenía unas lágrimas enormes saliendo de sus ojos en ese momento.
Por algún inexplicable motivo, eso encendió una especie de extraño instinto en él y se acercó a darle una palmadita en la cabeza, ella lo miró fijamente, con una exagerad dulzura y él sonrió ladinamente.
Senku notó que todos sus amigos miraban fijamente la escena, incluso Ryusui se había acercado a ver lo que ocurría, y nadie decía nada. Oyó algunos murmullos, seguramente dubitativos sobre la situación, seguramente querían preguntar por lo que estaba ocurriendo, pero nadie decía nada y menos después de esa respuesta tan asustada de Shizuku. ¿Por qué todos esos niños estaban solos? Empezaba a sospechar un poco sobre quiénes eran, especialmente cuando dijeron lo del Multiverso y el comentario que había dicho previamente el niño que se parecía a Ryusui sobre el barco y su instinto de marinero, al cual había reconocido, pero esperaba equivocarse.
—¿Quién los atacó? —indagó con preocupación, esta vez mirando fijamente a todos.
—Mira, viejo, no tengo ni idea de quién nos atacó, pero eran bastante fuertes, si mi cuerpo no fuese bastante resistente y no estuviera lo suficientemente entrenado por mamá quizás nos habrían matado a todos. Tuve que salvar al inútil este que se atravesó cuando estaban dándole latigazos a esa cosa gris y pude haber perdido a mi conejita por su irresponsabilidad de meterse en un problema que no nos incumbía —se quejó el que se parecía a él, señalando al de cabello rubio verdoso que estaba en el piso sosteniendo a la chica alienígena.
—Ahora no es tiempo para pelear entre nosotros, Sen —expresó el niño, que se veía bastante triste en ese momento y preocupado por la pequeña alienígena—. Lamento haber puesto en peligro a Sia y los demás, pero… ella me miró suplicando ayuda y no pude evitarlo.
Francois se acercó en ese momento sacando de nadie sabía dónde unas bebidas, que le había entregado a cada uno de los niños. El de cabello amarillo verdoso la tomó, pero intentó dársela a la niña alienígena, quien aceptó beber un poco, pero se veía demasiado débil para sostenerse.
—¡Nada! ¡No puedo conectarme con la computadora de papá! —exclamó quejándose la rubia de cabello alborotado que parecía haber estado tecleando algo en su brazo izquierdo.
—Tranquila, conejita. Era de esperarse, no trazaste bien el curso cuando saltamos, estábamos a punto de morir y no había de otra que saltar lo más lejos posible. —Ella asintió sonrojada.
—No me llames conejita delante de todos, leoncito —expresó con las mejillas muy enrojecidas.
Senku iba a preguntarles sus nombres a todos, especialmente porque no pensaba llamar "leoncito" y "conejita" a esos dos, que no entendía cómo es que eran tan cursis y hasta le hicieron sentir diabetes con lo meloso del momento, pero justo fue cuando Kohaku llegó corriendo, seguida de Ginro que parecía asustado.
—¿Qué está pasando, Kohaku? ¿Por qué corres sin decirme nada? —preguntó su amigo tras llegar, mientras la leona le entregaba a Senku el botiquín.
—¡Excelente! ¡Ahora es el turno de la increíble Asagiri Kanna de actuar! —exclamó emocionada la niña de cabello bicolor acercándose al botiquín—. Será la primera vez que cure a una alienígena, ¡grandes logros para la ciencia!
—Ay, ya cállate, doña perfecta, y haz tu trabajo —la regañó Draco y ella lo miró enojada para luego abrir el botiquín y olvidarse por completo de los demás mientras se dedicaba, junto con el de cabello rubio-verdoso, a atender a la niña—. Pienso que lo mejor es que, mientras Kanna se ocupa de los demás, nosotros deberíamos presentarnos. Y como su capitán les ordeno que se presenten —pidió dirigiéndose a los demás y chasqueando los dedos exactamente igual como lo hacía Ryusui, pero con mucha más gracia de la que tenía su amigo.
—Yo soy Ishigami Senhaku, no repetiré mi nombre más de una vez, llámenme león, no me gusta mi nombre, ni sé en qué estaban pensando mis padres cuando se les ocurrió combinar sus nombres —se presentó el que se parecía a Senku—. Habíamos ido a un planeta donde recibimos algunas lecturas extrañas y pues terminé peleando con un sujeto enorme de piel roja que me atacó con no sé qué cosa de luz azul y me dejó todas estas heridas, así que la verdad me gustaría descansar.
Después de decir eso, Francois apareció con Magma cargando unas sillas y también con Yo que llevaba algunas mantas. Cubrieron con las mantas a los niños, excepto a Senhaku, que se sentó simplemente en una silla, mirando a todos a la expectativa. Junto a él se sentó la rubia de cabello alborotado, que fue la siguiente en hablar.
—Bueno, mi nombre es Nanami Sia. Y creo que soy la causante de todo este problema, pero cuando león me dijo que estaban en peligro, no pude evitar asustarme y llamar a Draco y Kanna para irlos a buscar.
—No digas eso, conejita. El que intervino en lo que no debía fue Jiyu —rogó el chico poniendo una cara de enojo en dirección al de cabello rubio-verdoso, que seguía ayudando a la chica alienígena.
La habían acostado y Kanna se encontraba en ese momento limpiando las heridas, aplicando un ungüento e intentando suturar con la mayor asepsia posible, parecía ser que tenía mucha experiencia en eso.
—Estás siendo muy duro con Jiyu, Sen. Él simplemente quiso ayudar a la princesa. Su pueblo también nos pidió que intentáramos protegerla —le reclamó Shizuku—. Además, los que no debimos haber ido ahí en primer lugar éramos nosotros, nuestras hermanas dijeron que las esperáramos.
Todos se quedaron callados de repente.
—No importa de quién es la culpa —expresó Senku rascándose el oído con el meñique y sabiendo que realmente no había mucho por hacer—. El problema es que, por lo que entiendo, casi los mata una raza extraterrestre y se lanzaron a un punto no planificado del Multiverso después de salvar a una princesa extraterrestre. Ahora, tengo una pregunta más importante, ¿detuvieron una rebelión extraterrestre que quería arremeter contra su propia princesa?
—No, Hiningen no pertenece a la raza de esas cosas —explicó el chico de cabello rubio-verdoso con algo de temor mientras hablaba—. Ella es la princesa de los metha y aparentemente su raza fue atacada por la raza de piel roja —aclaró luego.
—¿Cómo sabes el nombre de ella? —preguntó Kanna mirándolo sorprendida.
—Ha estado hablando conmigo en mi mente, aparentemente se comunican por telepatía —explicó Jiyu.
—¿Y por qué no habla conmigo? ¡Si soy yo quien la está atendiendo! —se quejó Kanna esta vez, mirando a la chica en el piso, que parecía haberse desmayado.
—¿Y quién querría hablar con alguien tan insoportable como tú? —inquirió divertido Draco y ella lo miró indignada.
—Se desmayó del dolor mientras la suturabas —explicó Jiyu con una gota de sudor cayéndole por la frente e intentando que los otros dos niños mantuvieran la calma, mientras Kanna ponía una mirada de comprensión y seguía en lo suyo sin prestarle atención al rubio.
Senku se acercó a ellos dos fascinado, no podía negar su emoción al ver a un ser extraterrestre que había aparecido ante ellos en ese momento y, mientras, veía todo lo que hacía con experticia Kanna.
—¿Qué edad tienes, Kanna? —preguntó—. Sabes mucho de Medicina.
—Tengo 14 años y me enseñó todo esto tía Gaby —explicó emocionada con los ojos brillándole de autosuficiencia.
—¿Tía Gaby, dijiste? ~ —preguntó Gen, acercándose a ellos con curiosidad y mirando a Kanna entrecerrando los ojos.
—Sí, esa Gaby —dijo Kanna como si fuese obvio, a pesar de que Senku no entendía nada. La mirada de Gen se ensombreció en ese momento y parecía estar a punto de decir algo, cuando Kanna habló nuevamente—. ¡Ay, no vayas a empezar! No voy a repetir lo mismo que Elioth cuando estuvo perdido por el Multiverso. Sí, soy tu hija con Elise Coutta (ahora Asagiri). Y no, ella no te odia, ella está enamorada de ti y probablemente está en algún lugar de Álamo. La buscas luego, a mí no me molestes como molestaste a Elitoh en el universo en el que él se perdió.
—Tan dulce como siempre, doña insoportable —ironizó Senhaku cuando ella terminó de hablar.
Gen se había quedado pasmado en ese momento y no dijo nada más. Por primera vez Senku lo veía con esa actitud de no tener absolutamente nada qué decir y el científico sólo volteó a ver a Kanna, que ya estaba suturando la última herida de Hiningen.
—Y supongo que tú. —Senku señaló a Senhaku—. Y tú. —Apuntó hacia Shizuku, que había dejado de llorar y estaba tomando una bebida caliente mientras parecía algo decaída—. Y tú. —Miró esta vez a Jiyu junto a la chica alienígena—. Son mis hijos, ¿cierto?
—Sí, pero de diversos universos —aclaró Jiyu—. Sen tiene una hermana mayor llamada Shinku, Shizuku una hermana mayor llamada Tsukiku y yo tengo una hermana mayor llamada Kanade. A veces las cosas ocurren diferentes en los universos, pero algunos se parecen —contó.
—Señor Senku, sé que este no es el momento para aclarar o hablar de nosotros, no tenemos cómo comunicarnos con nuestro universo y tampoco estamos seguros de cómo planear las coordenadas, la verdad —intervino Sia levantándose de la silla en la que estaban—. No he podido captar ninguna señal de las computadoras de mi padre y no sé tampoco si él sabe ya que nos perdimos. Le dejé un correo avisándole que hackeé la máquina del multiverso, pero no sé si lo haya visto aún.
—¿Tú eres hija de Ryusui?
—¡Ja-ja, mi estimado Senku! Por primera vez se equivoca tu intuición. Esta pequeña es hija de mi hermano, ¿no es así, pequeña Sia? —preguntó Ryusui con una sonrisa confiada y alegre.
Sia sonrió con dulzura.
—Sí, soy hija de Nanami Sai.
—Me complace saber que podré ver a mi hermano pronto —mencionó Ryusui con alegría.
—Bueno, creo que no tan pronto, pero ya eso creo que lo descubrirán luego. ¿Creen que sea posible que descansemos hasta mañana y luego pensemos bien qué hacer? —preguntó Sia, dirigiéndose directamente a Ryusui, quien chasqueó los dedos motivado.
—¡Pueden dormir en los camarotes, es mi deseo! —exclamó alegremente.
—¡Excelente! ¡Porque yo ya terminé y Hiningen seguramente necesitará dormir! —chilló emocionada Kanna, levantándose.
Después de ese momento, Francois ayudó a los niños a dirigirse a los camarotes y también indicó a todos en el barco que se retiraran, pidió a Kinro ayudar a cargar a la chica alienígena, ya que debían descansar antes de llegar a la isla. En cubierta sólo permanecieron Gen, Ryusui, Senku, Kohaku, Chrome y Ukyo, pero Senku les pidió dirigirse a la sala de reuniones para hablar de lo que estaba sucediendo.
Sería una noche difícil para el grupo del Reino Científico.
…
¡Y así termina el primer capítulo de esto! Haré lo posible para actualizarlo más o menos seguido porque ando con el hype de la temporada jeje. Importante: esto lo escribí el fin de semana, pero lo estoy publicando ahora porque, bueno, ya saben el nombre de Sen, y pues necesitaba que saliera a la luz su nombre en "Embarazada… ¿yo?", porque me prometí narrar lo más posible cómo crecen esos bebés en la panza de sus mamis, así que primero actualicé por allá y luego me vine por acá a traerles esta locura.
Espero que les gusten mis niños. Y pues me van a disculpar porque probablemente demorarán un poco en conocerlos detalladamente a todos, me centraré en tres de ellos para el próximo capítulo, aunque confieso que estoy preparada para shippear fuertemente a Jiyu con la princesa alienígena (y espero que Krash Daimont acepte el amor que le tenemos a la ship).
Les voy a dejar a los que me leen en W4ttpad también una imagen de Jiyu con Hiningen hecha por Krash Daimont, porque es mi ship preciosa y toda hermosa y toda que la amo con todo mi ser.
Y bueno, como saben, Dr. Stone no me pertenece, sino a Inagaki y Boichi, pero yo escribiré todo lo que sea necesario de Dr. Stone porque amo este maravilloso mundo. Los únicos personajes de mi prioridad son mis OC (Sen, Sia, Draco y Kanna, más o menos Hiningen, pero la que le puso el nombre fue Krash Daimont). Shizuku es de Celeste Kaomy y Jiyu es de Krash Daimont.
Espero que puedan dejarme comentarios, que me motivan a seguir escribiendo.
