Capítulo 2: Esa cosa…lo que escapó…

Las preparaciones estaban listas.

Tras meses de investigación, planeación y organización, por fin la mayor redada en contra de los villanos en Japón se llevaría a cabo. Prácticamente todos los héroes de Japón se movilizaron en este operativo. Fue gracias al esfuerzo de Hawks, héroe número 3 en Japón, quien se infiltró al llamado frente de liberación paranormal, que todo eso era posible.

Los héroes estaban divididos en tres grandes grupos. El grupo A, el más grande en números, estaban encargados de asaltar la base del frente de liberación paranormal y de capturar a todos los miembros presentes. El grupo A contaba con grandes cantidades de héroes profesionales, así como un apoyo en la retaguardia, conformado por estudiantes del curso de héroes de distintas escuelas, los cuales ya habían demostrado su valía. El mayor elemento del grupo A no era otro que All Might, el símbolo de la paz, quien tras descubrir que su némesis seguía vivo meses antes, presionó a seguridad pública para que investigara. El grupo B estaba encargado de asaltar el laboratorio del doctor Daruma Ujiko, capturando a la mano derecha de All For One y terminando con la producción de los humanos modificados, los nomu. Aunque el grupo B estaba conformado por menos héroes, contaba con grandes y poderosos elementos, tales como Endeavor, héroe número dos. El grupo C estaba dividido en varios grupos, los cuales se encargaron de resguardar a los civiles y capturar a héroes corruptos. Este grupo estaba conformado por varios héroes menores, así como más estudiantes de confianza.

El asalto comenzó temprano, tomando desprevenidos a todos los villanos. En la base en las montañas, los héroes comenzaron a derribar a los villanos con velocidad, pero eran muchos, y el combate no era fácil. En el hospital, los héroes se toparon con una copia del doctor, mientras que Mirko se adentraba en el laboratorio subterráneo encontrando una gran resistencia de parte de multitud de nomus.

—¡Esos malditos héroes! —se quejaba el doctor Ujiko mientras se movía rápidamente en su silla eléctrica— ¡No tienen idea del tiempo y esfuerzo que me llevó crear este lugar!

Mientras se movía, el doctor recogió tantas muestras de quirk como pudo cargar, mientras se acercaba a uno de sus nomus menores.

Aunque pequeña, la criatura era extremadamente importante para los planes del frente debido a su quirk.

—¡John-chan! —gritó el doctor a su criatura—¡Teletranspórtanos a Shigaraki y a mi hacia-!

Antes de que pudiera terminar de hablar, un fuerte golpe derribó la puerta principal del laboratorio, reventando varias muestras y tubos de experimentos en el proceso. Para horror del doctor, uno de los trozos de la puerta terminó aplastando a la criatura que necesitaba para huir.

—¡Tú eres el verdadero, ¿no?! —exclamó Mirko, la heroína que había irrumpido al laboratorio.

El doctor no pudo evitar soltar un gran grito. No era por el miedo, si no por la impresión de ver a sus experimentos destrozados. Un instante después, Ujiko comenzó a correr lejos de la heroína, quien ahora había comenzado a perseguirlo.

—¡Veamos si eres el real!

—¡Lo soy! ¡Soy el real!

—¡Lo comprobaré de una patada!

Mientras huía, Ujiko buscó en su bata y sacó un control digital, acción que no pasó desapercibida para Mirko, quien arremetió con una patada contra el doctor para despojarlo del dispositivo.

De la nada, otra de las criaturas pequeñas del doctor apareció, dando un pequeño golpe a Mirko, lo que hizo que su patada solo rasgara la ropa del doctor. Un instante después, este pequeño nomu comenzó a crear un clon del propio doctor frente a Mirko.

¿El quirk de Twice? — pensó Mirko, mientras soltaba una patada que destruía el clon y al nomu a la vez.

—¡Es un milagro! —espetó el doctor, llamando la atención de la heroína— ¡Yo no te di esa orden! ¡Actuaste para salvarme por tu propia voluntad! ¡Moka-chan, tu coraje no será en vano!

Aunque la pequeña criatura solo logró ganar unos segundos, eso era todo lo que el doctor necesitaba. Con un movimiento, Ujiko usó aquel control, activando a varios de sus experimentos más poderosos.

De un momento a otro, los tubos que contenían a los nomus explotaron, de los que salieron 5 de ellos, que atacaron a Mirko instantáneamente, lanzándola del otro lado de la habitación. Estos no eran nomus normales, eran Alta Gama, nomus extremadamente peligrosos. Uno del mismo tipo casi había acabado con Endeavor.

El doctor veía complacido a sus creaciones. Aun si no estaban a su máxima capacidad debido al despertar apresurado, 5 de ellos eran más que suficiente para encargarse de esa molesta heroína. Aun con una sonrisa, el doctor volteó a ver dónde se había estrellado la mujer…y su rostro se llenó del más profundo temor.

¿Cómo pudo ser tan descuidado? En su desesperación, Ujiko se había olvidado de que eso estaba ahí. Si esa cosa se liberaba…el doctor prefería no pensar en eso.

Recuperando la compostura lo mejor que pudo, el doctor habló hacia los nomus, dándoles órdenes precisas.

—¡Nomus, detengan a los héroes, pero más importante que nada, no permitan que el cazador se libere!

Los nomus asintieron, entendiendo sus órdenes. Dos de ellos se dirigieron hacia donde había chocado Mirko, mientras que los otros interceptaban a los demás héroes, que apenas estaban entrando por la puerta.

Mirko había sido lanzada con fuerza, y aunque logró amortiguar gran parte del golpe con sus piernas, aun así, estaba sangrando de la cabeza. La heroína se había estrellado contra lo que parecía una pared, pero al chocar atravesó la estructura, revelando una especie de habitación secreta.

Mirko aterrizó accidentadamente, rodando, y cuando recuperó su equilibrio encaró al instante el agujero en la pared que había atravesado, pero antes de que pudiera salir volando de un salto, de regreso a la acción, un pequeño golpeteo sobre algo que parecía un cristal le llamó la atención. Al girar hacia el sonido, Mirko notó que en el centro de esa habitación había otro de esos tubos donde guardaban a los nomus, y dentro del tubo, como era de esperar, había un nomu.

Al inspeccionarlo, Mirko notó al instante que no era un nomu cualquiera. Todos sus instintos gritaron que era peligroso. La apariencia de la criatura hacia evidente que era un Alta Gama…no, Mirko lo supo instintivamente, esa cosa era más que eso, más poderoso.

—¿Qué mierda? —expresó Mirko en voz alta, en un intento de aliviar su incomodidad al estar junto a la criatura—¿Por qué no sacaron a este? —se preguntó.

Lo observó por un largo momento. Ese nomu…estaba despierto, pero a diferencia de los demás, que solo estaban sujetados con un arnés en sus cámaras, aquella criatura tenía respiradores y varias jeringas conectadas a su cuerpo, lo que confundió aún más a la heroína.

Un sonido de pisadas alertó nuevamente a Mirko, quien gira, encontrando a dos de los nomus parados en la salida, observándola.

Mirko se preparó para el ataque de los experimentos…que no llegó. Estaban inmóviles, observándola.

¿Qué está pasando? —se preguntó la heroína—¿Me están analizando? No creo…espera, no me ven solo a mi…también miran… ¿a él?

Los nomus no podían engañar a Mirko. Sus ojos se turnaban entre la heroína y el experimento encerrado. La heroína unió los puntos; un experimento con más medidas de seguridad que los otros, habitación oculta, y los demás nomus eran precavidos a su alrededor.

—¡Hey! —grito Mirko, llamando la atención de los nomus— ¡No les conviene que este salga, ¿verdad?! —dijo, apuntando al nomu aun contenido, con una expresión burlona.

La postura de los otros nomus se tensó. Eso le dijo todo lo que necesitaba saber a la heroína.

Con un rápido giro, Mirko pateó fuertemente el tubo de contención, pero solo lo agrietó un poco.

—¡Mierda, es duro!

Ella ya había destrozado otros tubos sin problemas. Este era mucho más resistente que el resto. Más puntos a su teoría.

Un momento después, el nomu con apariencia de mujer se lanzó hacia Mirko. Ese nomu podía convertir su cuerpo en líquido e impulsarse así. Los ataques de ese nomu hacían todo lo posible por alejar a la heroína del tubo de contención. Aún más puntos a su teoría.

Mirko torció agresivamente su cuerpo, evitando el ataque del otro nomu, que había empezado a atacar usando rayos láser que salían de sus ojos.

Mirko recordó su misión. Tenía que seguir y capturar al doctor antes de que escapara, pero estaba en un espacio cerrado, con la salida bloqueada, y con dos enemigos que eran complicados de enfrentar aun si estuvieran solos, pero la habitación confinada le daba cierta ventaja. Rápidamente, la heroína comenzó a saltar de un lado a otro, evitando los ataques de los nomus con giros y volteretas, mientras buscaba una apertura.

Mirko se puso deliberadamente entre la nomu mujer y el tanque de contención, esperando su ataque y esquivando en el último momento, lo que obligó a la nomu a detenerse en seco para no dañar ella el tanque, dejándola al descubierto. Una buena patada al nomu mujer demostró que también tenía super regeneración.

Genial— pensó Mirko.

La heroína seguía saltando, acostumbrándose al ritmo y velocidad de sus oponentes. Observando al nomu en la puerta, podía ver como intentaba hacer algo con sus manos, pero a su vez parecía no lograrlo, posiblemente por la velocidad de la propia Mirko. Mientras más se acostumbraba la heroína, más aperturas encontraba, y más golpes podía dar al tanque, desesperando más a los nomus.

—¡Detente! —gritó el nomu en la puerta.

—¡Oblígame! —respondió Mirko, con una sonrisa en el rostro.

El tanque ya había recibido más daño que el que podía soportar. Solo hacía falta un golpe más, y Mirko lo sabía. Con otro salto, la heroína estiró la pierna para propinar el golpe final, pero algo la detuvo. Sintió su brazo izquierdo ser atrapado por algo parecido a una prensa, y ser aplastado. Pudo sentir un gran dolor recorriendo su cuerpo. Giró para ver a los nomus, y encontró al de la puerta con su mano extendida. El espacio se distorsionaba con su agarre. No era la única acostumbrándose a los movimientos de su oponente.

Mirko se insultó por su descuido, perdería el brazo por eso, pero no podía quedarse quieta, sin embargo, antes de que pudiera hacer otro movimiento, un sonido inundó sus oídos. Era el de algo rompiéndose, y no eran los huesos de su brazo. Era cristal. Cristal resquebrajándose. Era el vidrio blindado del tanque de contención. Y al instante sintió a su brazo quedar libre.

Mirko cayó al suelo. Revisó su brazo, que estaba roto de una forma horrible, pero no era algo que un buen doctor y unos meses no pudieran arreglar. Al menos no lo había perdido. La heroína giró a ver a los nomus, notando que ahora le daban más importancia al tanque que a ella, lo que la ofendió un poco.

Un momento después, el cristal terminó de ceder, explotando y liberando una gran cantidad de líquido en la habitación. Mirko vio al nomu confinado caer al suelo, desconectando varias de las jeringas y cables en el proceso, que quedaron colgando sobre él. El nomu se comenzó a arrancar el resto de los cables por sí mismo.

Sin querer dejarlo hacer otra cosa, los otros dos nomus atacaron al tercero. Primero fue el nomu masculino, quien extendió ambas manos hacia adelante, volviendo a alterar el espacio. Mirko vio como el mismo efecto aparecía alrededor de la cabeza del tercer nomu, pero antes de que la heroína pudiera reaccionar, este nomu recién liberado recogió un trozo de aquel vidrio blindado, y lo lanzó a una velocidad vertiginosa hacia su atacante. El tercer nomu ni siquiera giró a ver en la dirección en la que arrojó el cristal, y aun así le dio en el hombro al otro nomu, haciéndolo romper su distorsión espacial.

Un instante después, la nomu mujer apareció sobre el tercer nomu, con los brazos extendidos y la boca abierta, mostrando que estaba llena de colmillos. Nuevamente, Mirko notó este ataque, pero no pudo reaccionar a tiempo, y nuevamente, aquel tercer nomu mostró una velocidad sobrenatural. Un destello rojizo cruzó el aire, pasando por el cuello de la nomu mujer mientras se acercaba a su objetivo, y un instante después el cuerpo inerte de la mujer cayó al suelo, mientras su cabeza ahora estaba separada de su cuerpo.

Mirko parpadeó, sin entender qué acababa de pasar. Ella había pateado varias veces a ese nomu. Sabía lo duro que era el cuerpo de esa cosa, y también que tan rápidos eran sus reflejos, pero todo eso no importó contra este nomu recién despertado. A este nuevo nomu solo le tomó un movimiento decapitar a un oponente que estaba a la par con la heroína. Pero lo siguiente que hizo ese nuevo nomu realmente asustó a Mirko.

El nuevo nomu extendió el brazo, tomo la cabeza de la nomu mujer…y se la comenzó a comer. Mirko no pudo ver directamente la acción, pues aquella cosa le estaba dando la espalda, pero pudo escucharlo morder, masticar y tragar. Era sin lugar a dudas el sonido de algo comiendo.

Un quejido sacó a Mirko de sus pensamientos. La heroína giró para encontrar al otro nomu, quien se había sacado el fragmento de cristal del hombro, y ahora acometería contra su enemigo.

—¡Muere!

Una descarga de láseres más poderosa que las anteriores fue disparada hacia el nuevo nomu, el cual la esquivó dando un fuerte salto, elevándose en un parpadeo hasta alcanzar el techo. El primer nomu giró, disparando sus láseres hacia arriba, hasta que notó, junto con Mirko, que aquel nomu no parecía estar ahí, desconcertando a ambos.

Ninguno de los dos espectadores entendía que pasaba. El nomu seguía protegiendo la única salida, por lo que no había podido escapar. Mirko intentaba encontrar a aquella criatura. Aun si podía hacerse invisible, los oídos de Mirko deberían poder encontrarlo, pero…no había nada, ni un rechinido, ni un pequeño rasguño, ni siquiera el sonido de la respiración del nomu, que era tan evidente mientras devoraba la cabeza de la nomu mujer.

—¡¿Dónde está?! —gritó el nomu. Era notoria la ira en su voz— Bien, me encargaré de ti primero.

El nomu giró a ver a la heroína, quien se puso en guardia, a punto de saltar para evitar cualquier ataque de su enemigo, pero nuevamente, algo la detuvo.

Al ver al nomu, Mirko fue testigo de algo espeluznante. En el momento en que el nomu apartó su mirada del techo y la dirigió a ella, la masiva figura del experimento liberado se dejó caer desde las sombras de arriba, cayendo detrás del otro nomu, sin que este lo notara. Ahora que podía verlo bien, notaba que esa cosa era grande. Todos los nomus son grandes, especialmente los Alta Gama, pero este era enorme. Fácilmente medía tres metros. Al compararlo con el otro nomu, parecían un adulto y un niño. Su cuerpo se veía delgado debido a su estatura, pero al verlo bien eran evidentes los grandes músculos de la criatura. Sus brazos y piernas eran gruesos como troncos, y eran desproporcionadamente alargados, con sus brazos llegando debajo de sus rodillas. Sus manos eran anchas y grandes, y sus pies tenían la apariencia de garras, un talón alargado, similares a las garras de las aves. En su mano derecha sostenía lo que quedaba de la cabeza del nomu mujer, y se lo seguía comiendo a bocados, revelando su boca llena de colmillos. La cabeza de este nuevo nomu también tenía el cerebro expuesto, y alrededor de este crecía una larga cabellera verde oscuro, que le caía hasta la media espalda. Sus ojos también eran de un verde profundo, con la esclerótica negra. Pero lo que más inquietó a Mirko no fue la apariencia del nuevo nomu, ni su tamaño, ni que continuara comiéndose una cabeza, fue el hecho de que no hacia ruido. No hizo ruido al caer del techo, no hizo ruido al aterrizar, y no hacia ruido al morder y masticar su "bocadillo". El problema no era el oído de Mirko, pues aún podía oír al nomu que estaba en frente suyo, al resto de héroes peleando afuera, e incluso podía oír al doctor Ujiko a lo lejos, trabajando en algo.

Los ojos del primer nomu brillaron, a punto de disparar contra la heroína, pero fue detenido por una gran mano que los sostuvo de la cabeza. El experimento detrás de él lo sujetó con su mano izquierda, prácticamente cubriendo su cabeza por completo, levantándolo del suelo sin esfuerzo, y enterró los dedos en sus ojos, aplastándolos y haciéndolo soltar un grito de dolor.

Mirko escuchó el sonido similar al de huesos rompiéndose, y luego el nuevo nomu soltó a su víctima, la cual cayó al suelo con las placas de su cabeza destrozadas y los ojos ensangrentados. Después, el experimento levantó su pierna izquierda, y pisó la espalda del nomu herido, reteniéndolo contra el suelo. Durante todo este "ataque", el experimento no dejó de comerse la cabeza de su anterior víctima.

Este nuevo nomu mantuvo inmovilizado al otro durante varios segundos, mientras terminaba de comerse la cabeza. El nomu herido hacía su mejor esfuerzo por liberarse, pero era inútil. Mientras tanto, Mirko solo podía ver lo que ocurría con un rostro consternado. Esos dos nomus le habían dado grandes problemas solo para poder mantenerse en la pelea, y esa cosa los había derribado a ambos en unos cuantos segundos.

El nomu más grande ya había terminado de comer cuando el nomu herido levantó su mano derecha, como si intentara alcanzar la pierna de su oponente, pero en vez de eso comenzó a alterar el espacio alrededor de la misma. Una especie de distorsión se hizo visible alrededor de la mano levantada y de la pantorrilla del otro nomu.

—Sí, quiero ese.

Mirko escuchó la voz grave del nomu, y apenas pudo ver el siguiente movimiento. Rápidamente, el nomu más grande levantó su brazo derecho, un destello rojizo siguió el movimiento, y lo siguiente que supo fue que el brazo derecho del nomu en el suelo había sido cortado limpiamente, deteniendo la distorsión.

La heroína buscó el origen de ese corte, encontrándolo rápidamente. Del antebrazo derecho del nomu salía una larga cuchilla de color rojizo. El brillo en la hoja mostraba que estaba hecha de algún material metálico.

Tan pronto como cortó el brazo de su oponente, el gran nomu se encorvó y lo recogió, y ante la atónita mirada de Mirko, también comenzó a comerlo. Tras volverse a levantar, levantó su pierna, liberando al nomu herido, solo para bajarla fuertemente, aplastando la cabeza del derrotado experimento con un gran pisotón. Tras terminar con su oponente, el gran nomu solo se quedó allí, de pie, comiendo el brazo cercenado, observando a Mirko quien lo veía de vuelta.

La mente de la heroína comenzó a cuestionarse. ¿Qué era esa criatura que canibalizaba a los suyos? Tal vez lo tenían encerrado y apartado por una buena razón. Tal vez fue una criatura tan incontrolable, tan violenta, que el propio All For One, conocido por su crueldad, prefirió mantenerla encerrada, y ahora ella la había liberado, pensando que eso le beneficiaría. El enemigo de mi enemigo es mi amigo, ese fue el pensamiento que ocupó su mente, y en su impulsividad había liberado algo aún peor que los nomus.

Mirko observaba al último nomu frente a ella. Estaba lista para saltar y pelear, pero cuando esa cosa terminó de comer hizo algo que la confundió.

—Tú— habló el nomu—Tú me liberaste…gracias.

Esa cosa… ¿le estaba agradeciendo? No era raro que los nomus Alta Gama hablaran, se sabía que el nomu que casi mata a Endeavor podía conversar sin problemas, pero este sonaba…normal. Su forma de hablar no revelaba ninguna agresión, lo cual era raro tomando en cuenta que acababa de matar a dos nomus con sus propias manos.

—Si, eh… ¿de nada?

Mirko no comprendía a este ser. Un momento mata y se come a dos criaturas, y al siguiente le agradece a ella por liberarlo, y ese comportamiento extraño no ayudaba a calmar sus nervios.

—Te prometo…algún día…compensarlo.

Ahora estaba acordando tener una deuda con ella. Mirko no entendía nada, sin embargo, podría usar eso a su favor.

La heroína vio como la criatura se dio la vuelta y comenzó a dirigirse a la salida.

—¡Hey, amigo!

Mirko gritó para llamar la atención del nomu. Cuando vio a la criatura detenerse y girar un poco, supo que la escuchaba.

—¡Si quieres compensarme, ¿por qué no ayudas a mis compañeros de ahí fuera?! ¡Están peleando con otros nomus!

La criatura se quedó en silencio solo un momento, pero a Mirko le parecieron horas.

—Bien. —respondió el nomu.

Una sonrisa se formó en el rostro de Mirko cuando notó que su plan improvisado había funcionado. Vio como la criatura salía de esa habitación y se dirigía hacia la batalla. Rápidamente ella también se movió, ya había perdido mucho tiempo.


Los héroes habían irrumpido al laboratorio apenas un minuto después de Mirko, pero fue suficiente para que aquellas criaturas ya hubieran sido despertadas, interceptándolos e impidiéndoles avanzar más. Estaban en una batalla encarnizada, donde cualquier error podría constarles la vida

—¡No retrocedan! ¡Debemos apoyar a Mirko! —gritó Crust, en un intento de inspirar a sus compañeros.

Fue en ese momento que una bola de fuego salió disparada desde la entrada del laboratorio, golpeando a un nomu con apariencia de elefante y haciéndolo retroceder. No era otro que Endeavor.

—¡Hay que acabarlos rápidamente! —gritó el héroe número dos.

—¡Solo son tres! ¡Hagámoslo! —gritó X-Less, uno de los héroes que habían llegado con Crust.

—¡¿Tres?! —este grito vino de Present Mic, quien estaba apenas entrando al laboratorio, junto con Eraser Head y otros héroes —¡¿Estás ciego?! ¡¿Y ese?!

Present Mic estaba apuntando a un nomu rezagado, que se encontraba unos metros detrás de los demás. Esté nomu era increíblemente alto, y mostraba dos cuchillas de algún metal rojizo que salían de sus antebrazos.

—¡E-ese no estaba ahí hace un momento! —gritó Crust.

Todos los héroes estaban en guardia, listos para atacar. Endeavor estaba a punto de saltar y hacer el primer movimiento, cuando todos fueron testigos de algo insólito. Los tres nomus que habían estado enfrentando hasta ese momento reaccionaron al recién llegado, pero no fue una reacción cooperativa, fue agresiva. Los nomus les dieron la espalda a los héroes, ignorándolos por completo, encarando al cuarto nomu. Los héroes se quedaron quietos, sin saber cómo reaccionar ante esta acción.

Los nomus sintieron un escalofrío apenas escucharon a los héroes hablar de otro de ellos acercándose. Instintivamente supieron que lo que se aproximaba era más peligroso que los héroes, y debían darle toda su atención. Apenas observaron a esa cosa, los nomus comprendieron que había matado a los otros dos experimentos que habían ido por la heroína.

El nomu de las cuchillas observaba a los demás, analizándolos. Había uno de cuerpo redondo y grande, con múltiples bocas. Otro también era grande, pero este tenía una apariencia similar a un elefante. El último era más pequeño que sus compañeros, y tenía una cabeza muy alargada similar a un tentáculo. El recién llegado había podido ver un poco de sus habilidades desde lejos, y ahora que lo habían visto llegar estaba listo para el combate. Adoptó una postura cuadrúpeda, encorvando su cuerpo. Aun en esa posición, era tan alto como una persona promedio.

El primer movimiento fue del nomu del tentáculo. Atacó con el apéndice de su cabeza, el cual se estiró y deformó, intentando empalar a su oponente. El nomu de las cuchillas saltó hacia sus contrincantes, cortando el masivo ataque del tentáculo con sus navajas, abriéndose paso. El nomu elefante arremetió antes de que el de las cuchillas pudiera acercarse más, azotando el suelo con sus enormes brazos. Su oponente lo esquivó fácilmente, deslizándose bajo el enorme cuerpo del elefante, entre sus piernas. Al deslizarse, el de las cuchillas dejó un rastro, como si su cuerpo estuviera cubierto de algún tipo de líquido.

El de las cuchillas retomó su postura y dio un gran salto hacia el nomu de muchas bocas, cortando más ataques del tentáculo en el proceso. El de muchas bocas creció aún más y arremetió a su atacante con un enorme puño. El de las cuchillas interpuso sus piernas, enterrando sus garras en el puño, evitando salir volando, para luego rodear el enorme brazo y lanzarse hacia el abdomen de su objetivo, cruzó ambos brazos frente a él, y propinó un profundo corte con sus dos cuchillas en el estómago del nomu de muchas bocas. Este ataque provocó un profundo grito del nomu herido, pero comenzó a regenerarse al instante.

—¡Necesitarás más que eso! —gritó el de muchas bocas, atacando nuevamente a su enemigo.

El de las cuchillas estiró un brazo, agarrando una protuberancia del tentáculo que lo había estado atacando, y la usó para impulsarse lejos del peligro. Nuevamente en el aire, el tentáculo siguió atacándolo sin darle descanso. En ese momento el elefante volvió a atacar, esta vez con su trompa, propinando un buen golpe contra el de las cuchillas, lanzándolo a volar varios metros, estrellándose contra equipo del laboratorio.

No pasó ni un segundo de haberse estrellado cuando el de las cuchillas salió corriendo de vuelta a la pelea, pero esta vez sus cuchillas brillaban en un rojo brillante, como si estuvieran al rojo vivo. Mientras seguía avanzando, sus cuchillas terminaron estallando en llamas, dejando una pequeña estela de fuego detrás de él. Su velocidad era impresionante; de los héroes solo Endeavor y Eraser Head pudieron seguirle el paso, mientras que los tres nomus apenas pudieron hacerlo.

El nomu de muchas bocas se adelantó, con el objetivo de aplastar al de las cuchillas, pero fue demasiado veloz. Antes de que pudiera lanzar su ataque, el de las cuchillas ya había pasado junto a él, rebanando una de sus piernas. Otro grito surgió de sus bocas, pero esta vez, su pierna no se recuperó. La herida había sido cauterizada al instante.

El perder una pierna desestabilizó el enorme cuerpo del nomu de muchas bocas, haciéndolo caer de espaldas, obligando a sus compañeros a retroceder para no ser aplastados. El de las cuchillas aprovechó esto y no se movió, permitiendo que el enorme nomu callera sobre él. Los otros dos nomus no entendieron esto, hasta que escucharon a su compañero gritar.

—¡Entró! ¡E-entró!

El pecho y el estómago del nomu de muchas bocas comenzaron a brillar de un naranja vívido, para luego abrirse de golpe, mostrando que el interior del nomu estaba en llamas. De la herida salió el nomu de las cuchillas, para la sorpresa de los otros dos.

El nomu del tentáculo atacó, pero antes de que pudiera alcanzar a su objetivo, el de las cuchillas saltó hacia el techo, alcanzándolo en menos de un segundo. Los dos nomus voltearon arriba, y vieron al de las cuchillas con sus garras enterradas en el techo, de cabeza, flexionando las piernas con gran fuerza. Un instante después, el de las cuchillas salió disparado hacia el nomu del tentáculo, a una velocidad tal que el nomu no pudo reaccionar, y fue decapitado en el acto. El nomu elefante volteó solo para encontrar a su último compañero muerto.

—¡Maldito! —gritó el nomu elefante.

El elefante intentó arremeter contra su enemigo, pero fue detenido cuando sintió como algo sostenía su cabeza. El nomu no era capaz de mover su cabeza de donde estaba. Viendo hacia enfrente, encontró al de las cuchillas con los brazos extendidos, y una distorsión en el espacio entre sus manos.

—¡No! ¡No!

El elefante hizo todo lo que pudo, pero no era capaz de romper el agarre de su enemigo, mientras sentía como su cabeza era presionada.

—¡Nooooooooo!

El esfuerzo del nomu fue inútil. Su cabeza fue aplastada, retorcida sobre sí misma. Al instante, el cuerpo del elefante se relajó, cayendo sobre sus rodillas, y después sobre su estómago. Tras esto, el único sonido en la habitación eran gemidos, provenientes del primer nomu en caer.

El nomu de muchas bocas aún seguía vivo, pero el daño que recibió fue tal que ya no podía regenerarse ni moverse, por lo que estaba agonizando. Al notar esto, el nomu de las cuchillas se acercó a él, y con un movimiento rápido rebanó su cabeza, terminando definitivamente con su vida.

Al terminar, el nomu restante sacudió sus brazos, apagando el fuego de sus cuchillas, las cuales comenzaron a perder brillo poco a poco, para luego girar a ver a los héroes.

Los héroes no habían podido reaccionar. Eran nomus. Experimentos del doctor Ujiko. No se suponía que pelearan entre sí, sin mencionar que eran alta gama; oponentes difíciles incluso para héroes profesionales, y, aun así, aquel nomu los había eliminado sin problemas. Ninguno de los golpes que recibió parecía haberlo afectado realmente, pues no mostraba ninguna herida en su cuerpo. Cuando el nomu giró a verlos, todos se pusieron en guardia, pero no pudieron sentir agresividad en su mirada.

El nomu, tras observarlos un momento, retrajo sus cuchillas y se alejó a lo profundo del laboratorio, a una velocidad que, si bien no era tanta como durante su pelea, dejaría en ridículo a la mayoría de los héroes. Del grupo que se encontraba ahí, solo Endeavor sería capaz de seguirle el paso.

Saliendo de la confusión que fue aquella pelea, Endeavor gritó a sus compañeros.

—¡Idiotas, muévanse! ¡Hay que ir por el doctor y apoyar a Mirko!

Los héroes salieron corriendo, con el héroe de fuego dejándolos atrás.


Mirko seguía confundida por lo que acababa de pasar, pero ya tendría tiempo de cuestionarse después. Ahora tenía que atapar a Ujiko antes de que intentara algo.

La heroína avanzaba rápidamente por el largo túnel del laboratorio. Podía oír al doctor a lo lejos, balbuceando algo sobre recuperación optima y desperdicio de datos; nada que le interesara a ella.

Sin ninguna dificultad Mirko alcanzó el final del túnel, encontrándose con una escena de una película de ciencia ficción. En un tubo igual al de los nomus se encontraba Shigaraki suspendido; evidentemente estaba pasando por algún proceso similar al de los experimentos. Junto a la cámara de Shigaraki se encontraba el doctor, preparando algo con su control.

Cuando el doctor vio a la heroína, se apresuró en terminar lo que estaba haciendo, pero Mirko fue más rápida. Antes de que el doctor pudiera intentar algo, ella soltó una fuerte patada al tanque, el cual fue destrozado completamente. La patada proyectó el cuerpo de Shigaraki fuera de la cámara, tirándolo al suelo, inerte.

—¡Nooooooooooooo!

Un profundo gritó salió de la garganta del doctor, mientras veía como aquel joven, a quien había llegado a apreciar tanto como a All For One, caía al suelo. Ujiko comenzó a presionar su control desesperadamente, ignorando el mensaje de error que le mostraba. Ahora que Shigaraki estaba desconectado y fuera de la cámara, ese control no serviría para despertarlo.

Mirko observó al doctor, y decidió que antes de que lo que sea que estaba haciendo funcionara, o decidiera hacer algo más, era mejor destruir ese control. Con una patada destrozó el control, lastimando la mano del doctor en el proceso.

El doctor cayó al suelo y se arrastró, ignorando el dolor en su mano, intentando alcanzar el cuerpo de Shigaraki, pero fue Mirko quien llegó primero, revisándolo, dándose cuenta de algo muy importante.

—…no está respirando…ni siquiera tiene pulso.

Al escuchar esto, Ujiko se detuvo, y comenzó a llorar amargamente. El doctor se dejó caer sobre su espalda, lamentándose, casi retorciéndose, con la vista puesta en el techo.

—Lo…lo puse en un estado de suspensión para disminuir la carga de la estabilización. Ese contenedor debía acelerar su estabilización…ayudar a su sistema y resucitarle cuando fuera necesario…

Mirko observó al doctor, quien se lamentaba con un rostro lleno de angustia.

—Ah…yo…viví por el bien de Shigaraki…

—Bueno anciano, este es el fin del camino.

Mirko se acercó a Ujiko, sujetándolo del cuello de su bata y obligándolo a levantarse.

—¡No lo entiendes! —gritó el doctor—¡Ninguno de ustedes lo entiende! ¡Esta es la obra de mi vida, y la acaban de destruir!

—¡Oh, cállate! —espetó la heroína—¡Podrías haber usado tu genio para cualquier otra cosa! ¡Que la cosas acaben así es solo cuestión de tiempo para ustedes los villanos!

Mirko se había puesto de frente al doctor, acercándolo a su rostro mientras le gritaba.

—¡Ustedes los héroes y su mundana forma de ver el mundo! ¡Ignorantes! ¡No hay forma de que ustedes lo entien-!

El doctor no terminó su frase. Sus ojos se ensancharon, observaron algo que estaba detrás de la heroína.

El que Ujiko cerrara la boca era bueno, pero Mirko no entendía su reacción. Ella había oído, por el comunicador, que el quirk del viejo lo hacía ver más joven de lo que era, pero ahora parecía que había envejecido varios años de golpe. Al notar que su mirada no estaba posada en ella, si no en algo más allá, un escalofrío recorrió su espalda, girando rápidamente, encontrándose con la entrada del túnel, en la cual se veía una figura oscura con una larga melena. Era ese nomu, el cual observaba intensamente al doctor. Mirko conocía esos ojos, eran unos ojos llenos de odio y sed de sangre. Ese nomu no tenía esa intención ni cuando estaba matando a los otros experimentos.

—Ustedes…lo liberaron…

La voz del doctor temblaba. El hombre estaba asustado, temblando. Mirko podía sentirlo a través de su agarre.

—Doctor…

La voz del nomu era grave, y escondía un profundo resentimiento. Solo esa frase fue suficiente para que el doctor perdiera completamente la compostura, y comenzara a retorcerse, intentando escapar de esa cosa.

Mirko terminó soltando al doctor, el cual no dio más de tres pasos antes de resbalar con el líquido en el suelo, cayendo de cara. En el suelo, Ujiko intentó levantarse, pero su pierna fue agarrada por la criatura. Mirko se sobresaltó, no lo escuchó acercarse. Por su parte, el nomu solo tuvo que dar dos zancadas con su enorme cuerpo para poder alcanzar al doctor.

Con el doctor sujeto de su pierna, el nomu lo lanzó con un poco de fuerza, haciendo a Ujiko resbalar por el suelo hasta que chocó con la pared más cercana. El movimiento fue gentil, como si el doctor no pesara más que una pelota,

Mirko sabía que esa cosa quería matar al doctor, y entendía por qué no lo había hecho. Con su fuerza, ese nomu podía partir al hombre con una sola mano, pero estaba jugando con él. Estaba saboreando el momento.

El nomu se acercó lentamente al doctor, quien ahora estaba sentado, con la espalda contra la pared, temblando y llorando, empujando su cuerpo contra el muro, como si intentara atravesarlo para escapar. El nomu se encorvó, observando al pequeño hombre que temblaba frente a él.

—¿Recuerdas…lo que dije…la última vez…que hablamos?

—¡AAAAA! ¡Ayuda! ¡Ayúdenme!

El doctor comenzó a gritar desesperadamente. En ese momento, una de las cuchillas del nomu salió lentamente de su brazo derecho, y comenzó a acercarse aún más lento al doctor. Antes de que la hoja estuviera a una distancia realmente peligrosa, un borrón blanco pasó frente al nomu, haciendo desaparecer al doctor. El nomu giró la cabeza lentamente hacia su izquierda.

—¿Por qué…lo defiendes?

Mirko había saltado y salvado al doctor, quien ahora estaba detrás de ella, temblando sin poder moverse.

—No me entiendas mal— comenzó la heroína —, estoy segura de que tienes tus razones para querer matarlo, pero no puedo permitirlo.

—¿Por qué?

—Tiene que pagar por sus crímenes, y debe darnos toda la información que tiene sobre sus operaciones.

Mirko estaba intentando tranquilizar al nomu. Esa cosa no era salvaje, y ella lo sabía. Se podía negociar con él, además, si realmente se había encargado de esos nomus tan rápido, no era una buena idea enfrentarlo, especialmente sola. En el fondo, la heroína realmente quería pelear con ese nomu, pero incluso ella podía ver lo mal que eso acabaría.

El nomu los observó un momento, y luego comenzó a pasear su vista hasta que encontró algo que le llamó la atención.

—¿Y…ese? —preguntó, apuntando con su cuchilla al cuerpo de Shigaraki.

—¿Ese? Estaban creando algo así como un superhombre, pero interrumpí su desarrollo, y murió antes de que pudiera hacer otra cosa.

El nomu se acercó lentamente al cuerpo de Shigaraki. El doctor, al notar esto, pareció olvidar el miedo que sentía por la criatura. Rápidamente, Ujiko se puso de pie y le gritó.

—¡Cazador! ¡Detente! ¡¿Qué haces?!

¿Cazador? —pensó Mirko—¿Así es como se llama?

Pero los gritos del doctor no detuvieron al nomu. Al estar junto a Shigaraki, el nomu extendió la mano hacia el cuerpo.

—No sería…la primera vez…que reanimas…un cadáver… ¿verdad, doctor?

Alrededor de la mano del nomu comenzó a aparecer una distorsión espacial, misma que apareció en el medio del pecho de Shigaraki.

Ese quirk es del otro nomu.

Mirko no entendía que pasaba. Ese nomu… ¿podía robar quirks?

—Ese quirk…es de robot…—balbuceó el doctor—Tu…te lo comiste.

Al entender lo que estaba pasando, el doctor volvió a gritar.

—¡Cazador! ¡Alto!

La mano del nomu comenzó a girar lentamente, mientras que la piel del pecho de Shigaraki mostraba un retortijón, y comenzaba a rasgarse.

—¡Yo te creé! ¡Obedéceme!

El doctor incluso intentó acercarse al nomu, pero fue detenido por Mirko.

Al notar la reacción del doctor, el nomu giro su rostro para verlo. Ambos, Ujiko y Mirko, desearían no haber visto ese rostro. El nomu tenía una enorme sonrisa (o lo más parecido a una sonrisa que podía hacer) pintada en su rostro. Era una mueca malévola, divertida y sarcástica. Esa criatura estaba disfrutando lo que hacía.

—Él es…preciado para ti… ¿verdad?

Su voz ahora tenía un tono burlón. Se estaba mofando de la desesperación del doctor.

En ese momento, Endeavor entró a la habitación, justo a tiempo para ver el pecho de Shigaraki explotar, dejando un enorme agujero desigual en medio de su cuerpo.

—¡Nomu!

—¡Endeavor!

Endeavor estaba a punto de atacar al nomu, pero Mirko lo detuvo, llamando su nombre y levantando su mano derecha, haciendo un gesto para que se detuviera. Esto confundió al héroe número 2. Aunque él no lo atacó antes, esto fue más que nada por que aquel nomu estaba peleando contra los otros experimentos.

—…Monstruo…

Una voz destrozada, se escuchó en la habitación. Era la voz de Ujiko, quien no podía apartar la vista del cadáver destrozado de Shigaraki. Su voz sonaba derrotada y apagada.

—…Tu solo eres un monstruo…

El nomu reaccionó a estas palabras, y comenzó a acercarse al doctor.

—Monstruo…—repitió el nomu.

Mirko se interpuso entre el nomu y Ujiko, pero fue apartada por un rápido manotazo. Mirko fue lanzada hacia Endeavor, quien la atrapó con ambos brazos. Antes de que ninguno de los dos pudiera reaccionar, sus cuerpos se sintieron pesados y no pudieron moverse. Al ver hacia el nomu, una de sus manos estaba levantada. El nomu había creado una distorsión espacial alrededor de ellos, paralizándolos.

Ujiko había regresado su mirada hacia el nomu, y su terror había vuelto.

—Es obvio…que soy un…monstruo.

El nomu alcanzó al doctor, levantándolo del suelo fácilmente con una sola mano. El nomu lo acercó a su rostro. El doctor podía sentir su respiración, y todo lo que podía ver eran esos enormes ojos verdes que lo veían con odio. Ni si quiera un grito podía salir de Ujiko, solo podía temblar.

—Es obvio…porque tú…me hiciste…así.

En este punto el miedo fue demasiado para el doctor, y terminó orinándose encima, para luego desmayarse.

Al ver que Ujiko ahora estaba inconsciente, el nomu arrojó al doctor a los pies de los héroes, y después los liberó. En ese momento los demás héroes entraron por la puerta, encontrando una escena desconcertante.

Mirko y Endeavor observaban al nomu. Conocían lo que su quirk podía hacer, y sabían que, si hubiera querido, podría haberlos acabado en ese momento. Cada vez estaba más claro que esa cosa no representaba una amenaza, al menos para ellos.

—Interróguenlo…—comenzó el nomu—obtengan la…información…cuando terminen…él será mío.

Los héroes recibieron el mensaje. Todos lo entendieron, incluso los que no pudieron ver las acciones anteriores del nomu.

En ese momento, el cuerpo del nomu comenzó a deformarse, volviéndose líquido y entrando a un ducto de ventilación cercano, desapareciendo de la escena.

Los héroes no sabían cómo reaccionar. Gracias a la intervención de ese nomu, el asalto al laboratorio había salido excelente, pero no podían quitarse de la cabeza que aquella criatura causaría problemas más adelante.

—Daruma Ujiko—comenzó Endeavor, observando al hombre inconsciente—¿qué clase de monstruo creaste?


Espero que se haya entendido bien la pelea de los nomus. La explicación de la historia del nomu llegará en capítulos siguiente, así como la explicación de sus habilidades.

Ion fuera.