Continuación de Origami
Te Regalaré Unas Flores
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Lottie empezaba a creer que el emblema de su amor por Albus eran las flores aquellas que le regaló desde niño, a veces se preguntaba que hubiera pasado si ella hubiese seguido su plan original.
Bueno su novio habría terminado con el corazón roto.
Y ella quizás se había ido a América, incluso se habría distanciado de su hermano Matt.
Pero ahora era ella quien quería regalarle unas flores, él le dio varias en su juventud aunque ella lo olvido con el paso del tiempo.
Se acercó a la florería, pensaba en cuál de todas sería el regalo perfecto para su novio. Habían demasiadas, tenía que reconocer que estaba nerviosa hasta ahora no le había dicho a Albus en voz alta que lo quería.
Más bien que lo amaba, le daba pena decírselo, pero hoy eso iba a cambiar, ella sería quién diría "Te amo" esta vez. Sintió sus mejillas arder, posiblemente estaba sonrojada.
Sus ojos brillaron con ilusión cuando escogió las flores, esperaba que a Albus le gustaran tanto como a ella.
Algunas veces solo pensaba en que le quedaban muchas aventuras por vivir junto a su amado, que solo era el comienzo, aunque algunos comparaban sus edades o sus estatutos de sangre, a ellos les había dejado de importar.
Se preguntaba si todas sus versiones amaban a Albus.
Quería creer que si era así.
Compró unos chocolates, ella a diferencia de Albus no era hábil con las manualidades, pero haría su mejor esfuerzo en ese pequeño cartel que estaba por hacer sola, recordó sus tiempos escolares, donde papá le ayudaba con sus trabajos, echándole porras desde la cocina.
Empezó a colorear los bordes, debía escribir lo que su corazón sentía.
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A Matt le daba cierta curiosidad la forma en la cual su hermana se había encerrado en la habitación que aún compartía en casa de sus padres, aunque era cuestión de tiempo para que se fuera a vivir con Albus, según le explicó James, el mediano de los Potter había comprado un apartamento, aún estaba pensando cómo amueblarlo ya que ambos vivirían en aquel lugar.
La había visto llevar una cartulina, colores, y otros materiales que sabía que su hermana jamás usaría a menos que hubiera planeado algo.
Quizás era para Albus.
Debía esperar para saber que estaría haciendo su hermana, porque lo que estaba haciendo era importante, tanto como para que Lottie usara sus manos, jamás fue fan de hacer las tareas de la clase de artes plásticas ni mucho menos las manualidades.
Albus sonrió cuando Lottie le llamó para citarlo en su casa, le dijo que quería mostrarle algo muy importante. Se alistó para ver a su novia, ya tenía planeado decirle que había comprado un lugar para que ambos se fueran a vivir juntos.
El la había esperado por muchos años, no quería esperar más tiempo, quería estar con ella.
Grande fue su sorpresa cuando vio a su prometida llegar con una cartulina, un ramo de tulipanes azules, chocolates.
–¡Al! Hay algo que quiero decirte, no te lo había dicho antes porque me daba pena. Quiero regalarte estas flores, para decirte que yo te amo… –Albus ya no le permitió seguir hablando la tomó de la cintura y la besó con suavidad atrajo su cuerpo al de ella besándola en la frente y en los labios.
–¡Lottie me has hecho tan feliz! Yo sabía que amabas, tanto como yo te amo a ti. Muchas gracias por este maravilloso regalo.
Lottie sonrió con plenitud, le gustaba estar en los brazos de Albus, con el sentía tanta paz.