Al día siguiente Tulio y Linda llegan de su luna de miel a la clínica y descubren que Blue y Perla están dormidos de repente los huevos se comienzan a mover y Blue y Perla son despertados por Tulio y Linda.

Linda: (Emocionada) ¡Mira, Tulio, están despiertos!

Tulio: (Sonriente) Sí, parece que los hemos despertado.

Blue y Perla: comienzan a abrir los ojos y volando espantados

En ese momento, los cascarones de los huevos comienzan a romperse, y de ellos emergen tres hermosos polluelos: dos niñas y un niño.

Blue: (Asombrado) ¡Son nuestros hijos, Perla!

Perla: (Llena de emoción) ¡Nuestros bebés!

Rafael, Nico y Pedro saludan a sus sobrinos y los comienzan a cargar

Rafael: (Emocionado) ¡Miren a estos pequeñines! Son tan adorables ¡Hola, sobrinos!

Nico: (Sonriendo) ¡Felicidades, Blue y Perla! Son unos orgullosos padres.

Pedro: (Acariciando a uno de los polluelos) ¡Están tan suaves! ¿Ya les pusieron nombres?

Blue: (Orgulloso) Sí, son Carla, Bia y Tiago.

Perla: (Mirando a sus hijos con amor) Son perfectos, ¿verdad?

Nico: (Asintiendo) Definitivamente. Estoy seguro de que serán unos polluelos increíbles.

Rafael: (Tomando uno de los polluelos con cuidado) Bueno, muchachos, vamos a cuidar de ellos y enseñarles todo lo que sabemos sobre volar y vivir en Río.

Pedro: (Emocionado) ¡Será un honor!

Nico: ¿Y quién es Carla, quién es Bia y quién es Tiago?

Perla: (Señalando a sus hijos con su ala) El pequeñín de azul a la izquierda es Tiago, la pequeña de ojos cafés que se encuentra en medio es Bia y la pequeña robustita de la derecha es Carla.

Rafael: (asintiendo) Ahora entiendo por qué eligieron esos nombres. Son nombres encantadores para estos pequeños.

Pedro: (Acariciando a Carla) Carla, Bia y Tiago, ¡qué nombres tan bonitos!

Tulio: (Sonriendo) ¡Vamos, pequeñitos, sonrían para la foto!

Tulio saca su cámara y trata de capturar una imagen de los adorables polluelos mientras los anima a sonreír. Los polluelos, aunque aún muy jóvenes, hacen algunas expresiones tiernas, pero no sonríen como los humanos.

Linda: (Riendo) Creo que son demasiado jóvenes para entender lo de sonreír para la cámara, cariño.

Tulio: (Riendo) Tienes razón, pero igualmente son preciosos.

Tulio toma la foto pero entonces los polluelos comienzan a llorar.

Tulio: (Sorprendido) ¡Oh, no! ¿Por qué están llorando?

Linda: (Preocupada) ¿Tienen hambre, tal vez?

Perla: (Graznando) No estoy segura, esto es nuevo para nosotros.

Blue: (Tranquilizando a los polluelos) Shh, está bien, pequeños, mami y papi están aquí.

Blue y Perla se sienten emocionados al ver cómo sus polluelos comienzan a desarrollar sus propias personalidades y habilidades especiales. Una semana después, los polluelos empiezan a hablar.

Carla: (balbuceando) Mamá canta.

Perla: (sonriendo) ¡Claro, mi amor! (Comienza a cantar una dulce canción) Luna y estrellas, magia estelar. La lluvia cae y tu nombre te dirá, nubes que brillan y arcoiris hay conmigo estás no te vayas ya

Bia: (balbuceando) Libro papá.

Blue: (riendo) ¡Así es, pequeña! Papá te leerá muchos libros.

Tiago: (balbuceando) Mamá fuego.

Blue: (mirando a Perla con sorpresa) ¿"Mamá fuego"? Eso es interesante, Tiago. No te preocupes, estamos aquí para protegerte.

Un día salieron a explorar Río con sus hijos y Tiago agarro un encendedor y comienza a incendiar la cola de Blue.

Blue: (Comienza a gritar por el intenso ardor) ¡Ahhhhhhhhh! ¡Socorro!

Bia arroja agua sobre Blue para apagar el fuego

Blue: (Agradece a Bia) Gracias por salvarme, Bia.

Bia: (agradecida) De nada papi.

Perla: (enojada) ¡Niño grosero! Eso no se hace, es peligroso. Debes tener mucho cuidado con ese encendedor. ¡No queremos más accidentes!

Tiago: (entre sollozos) Mami, ¡pero no soy malo! ¡No soy un bebé malo!

Perla abraza a Tiago para consolarlo.

Perla: (amorosa) Lo sé, Tiago, no eres malo. Solo necesitas entender que el fuego puede ser peligroso. Pero aquí estamos para cuidarte y enseñarte a mantenernos seguros. Recuerda, Tiago, siempre debes ser muy cuidadoso. El fuego puede lastimarnos si no lo tratamos con respeto.

Tiago: (asintiendo) Lo siento, mamá, no volveré a hacerlo.

Blue: (acariciando a Tiago) Así me gusta, Tiago, aprender de nuestros errores es importante, recuerden que somos los últimos Guacamayos azules en la Tierra, aves azules en vuelo.

Los niños miran a Blue, luego a Perla

Carla, Bia y Tiago: (juntos) Juntas en tierra y cielo.

Carla: (entusiasmada) Mamá, ¿me puedes enseñar a cantar?

Perla: (sonriente) ¡Claro que sí, mi princesa!

Bia: (acercándose a Blue) Papá, ¿me enseñarías a leer? Quiero aprender como tú.

Blue: (sonriendo) ¡Por supuesto, Bia! Estoy seguro de que serás una lectora excepcional.

Tiago: (acercándose también) Papá, ¿me enseñarías a volar como tú? Quiero ser un guacamayo azul en vuelo como el mejor.

Blue: (abrazando a Tiago) Claro, Tiago. Cuando llegue el momento adecuado, te enseñaré a volar y serás un guacamayo azul en vuelo increíble, lo prometo.

Un día soleado en Río, Blue y Perla deciden llevar a sus hijos a explorar los hermosos paisajes naturales de la ciudad. Mientras vuelan juntos, Carla, Bia y Tiago se ríen y disfrutan de la vista panorámica de la ciudad y la selva tropical.

Blue les dice a sus hijos

Blue: Recuerden, somos los últimos Guacamayos azules en la Tierra, aves azules en vuelo.

Los niños responden al unísono: Juntas en tierra y cielo.

Blue y Perla sonríen con orgullo al escuchar a sus hijos repetir esas palabras, sabiendo que están transmitiendo la importancia de su legado como guacamayos azules a las futuras generaciones. Blue y Perla ciertamente disfrutaron cada día enseñando a sus hijos cosas nuevas, como ver televisión y escuchar música.

3 años después, Carla, Bia y Tiago crecieron y aprendieron más sobre el mundo que les rodeaba. Cada día era una nueva aventura llena de descubrimientos y risas. Un día fueron a preguntarles a sus padres como se conocieron.

Blue: (sonriendo) ¿Quieren escuchar la historia de cómo mamá y yo nos conocimos?

Carla: (entusiasmada) ¡Sí, sí! ¡Queremos saber!

Bia: (asintiendo) Cuéntennos, por favor.

Tiago: (mirando a sus padres con curiosidad) Yo también quiero saber.

Blue: (Narrando en primera persona) Esta bien niños, yo solía vivir en Moose Lake, Minnesota, Estados Unidos, con su abuela Linda. Era una vida tranquila en la librería de Linda hasta que un día, un ornitólogo llamado Túlio Monteiro llegó. Me dijo que era el último macho de mi especie y que debía ir a Río de Janeiro para aparearme con la última hembra. Al principio, Linda y yo no estábamos convencidos, pero Túlio nos dejó su número. Esa noche, intenté volar, pero el miedo me lo impedía. Finalmente, Linda decidió que sería lo mejor para mí viajar a Río.

Carla: (Sorprendida) ¿Éran los últimos guacamayos azules en la Tierra?

Bia: (Asombrada) ¡Eso es increíble, papá!

Tiago: (Impresionado) ¡Wow, papá, nunca supimos que eras tan especial!

Blue: (Continuando) En Brasil, conocí a Nico y Pedro, su tíos, quienes me dieron consejos amorosos. Luego, me encerraron en un aviario con su madre, la guacamaya azul más hermosa que mis ojos habían visto. Me enamoré de ella al instante, pero Perla no estaba impresionada y solo quería escapar.

Perla: (Sonrojada) Awww cielo jeje. Quería escapar porque no me gustaba estar encerrada

Carla: (Intrigada) ¿Mamá no se dio cuenta de lo genial que eras desde el principio?

Perla: (Riendo) Bueno, chicos, en realidad, al principio, no estaba muy impresionada con papá.

Tiago: (Asombrado) ¡Mamá, no sabía eso!

Blue: (Recordando con pesar) Fue entonces cuando nos secuestraron y esa misma noche cuándo su madre y yo conocimos a Pepillo, quien nos explicó su historia. Su madre y yo logramos escapar, pero nos perdimos en la selva.

Carla: (Curiosa) Papá, ¿qué pasó al día siguiente?

Bia: (Interesada) Sí, cuéntanos, papá.

Tiago: (Entusiasmado) ¡Queremos saber más!

Blue: (Narrando en primera persona) Al día siguiente, mientras intentábamos romper la cadena que llevábamos en las patas, apareció alguien que nos cambió la suerte. Era el tío Rafael, un tucán amable y valiente que se ofreció a ayudarnos a ir con el tío Luis, su amigo, quien podría liberarnos de esas cadenas.

Perla: (Añadiendo) Aunque su esposa Eva no estaba muy contenta con la idea, Rafael logró convencerla.

Carla: (Asombrada) ¿Y entonces qué pasó?

Bia: (Expectante) ¿Cómo llegaron con Luis?

Tiago: (Impaciente) ¿Y por qué no pudieron volar, papá?

Blue: (Continuando la historia) Bien, mientras intentábamos encontrar a Luis, llegamos a un mercado, donde nos encontramos con otras aves. Bailé y compartí un momento especial con Perla.

Perla: (Suspirando) Fue ahí donde me di cuenta de lo que sentía por su padre.

Carla: (Emocionada) ¡Qué historia tan emocionante!

Bia: (Intrigada) ¡Estamos ansiosos por saber qué pasó después!

Tiago: (Impaciente) ¿Ya pudieron volar, papá?

Blue: (Narrando con entusiasmo) Ah, chicos, eso es parte de la aventura. Pero les prometo que la historia continúa y hay mucho más por descubrir, después de aquel baile, me di cuenta de lo que sentía por su madre. Estábamos a punto de besarnos cuando los monos tití interrumpieron nuestra fiesta y todo se convirtió en una pelea de aves contra monos.

Perla: (Suspirando) Fue un momento mágico, pero se volvió caótico.

Carla: (Curiosa) ¿Y qué pasó después, papá?

Bia: (Expectante) ¿Lograron escapar?

Tiago: (Impaciente) ¡Cuenten más!

Blue: (Continuando la historia) Sí, logramos derrotar a los monos y escapar con la ayuda de una espátula rosada. Luego, en el tranvía, Rafael me aconsejó que me acercara a su madre y expresara mis sentimientos por ella.

Perla: (Sonriendo) Blu estaba tratando de decirme algo importante, aunque era un poco torpe.

Carla: (Emocionada) ¡Qué romántico!

Bia: (Asombrada) ¿Y luego qué pasó?

Tiago: (Entusiasmado) ¡Sí, cuéntenos más!

Blue: (Narrando con cariño) Luego llegamos al taller de su tío Luiz, y ahí ocurrió algo inesperado.

Perla: (Añadiendo) Descubrimos que Luis era un bulldog con problemas de saliva.

Carla: (Intrigada) ¿Problemas de saliva?

Bia: (Pensativa) ¿Y cómo los ayudó?

Tiago: (Curioso) ¿Se quedaron con él?

Blue: (Continuando la historia) Su tío Luiz intentó romper la cadena con una sierra, pero casi termina matándome. La cadena quedó atrapada en su boca, y su saliva la lubricó, liberándonos.

Perla: (Sonriente) Yo estaba feliz de ser libre y poder volar nuevamente.

Carla: (Interesada) ¿Y qué pasó con ustedes dos?

Bia: (Expectante) ¿Se quedaron juntos?

Tiago: (Impaciente) ¡Queremos saber más!

Blue: (Narrando con pesar) Lamentablemente, después de una discusión, su madre y yo decidimos separarnos.

Perla: (Añadiendo) Fue una decisión difícil, pero yo estaba enoja con su padre y lo llame mascota y me fui volando.

Carla: (Enternecida) Papá, mamá, su historia es tan interesante.

Bia: (Reflexiva) Pero al final, volvieron a estar juntos, ¿verdad?

Tiago: (Esperanzado) ¡Queremos saber más sobre su amor!

Blue: (Narrando con emoción)Sus tíos Nico y Pedro nos informaron a mí y a su tío Rafael que habían capturado a Perla. No podía permitir que le hicieran daño, así que decidí ir a rescatarla junto con ellos y su tío Rafael. Yo me monte en su tío Luiz y nos dirigimos al carnaval.

Carla: (Interesada) ¿Fueron a rescatar a mamá?

Bia: (Preocupada) ¿Qué pasó después, papá?

Tiago: (Ansioso) ¡Queremos saberlo!

Blue: (Continuando la narración) Llegamos al desfile y buscamos el carro de los contrabandistas. Su tío Luiz se distrajo, y me vi obligado a seguir solo en patineta hasta llegar al carro.

Perla: (Agregando) Su padre liberarme, pero Pepillo nos atrapó y nos enjauló, junto con Rafael, Nico y Pedro.

Carla: (Intrigada) ¿Qué hicieron entonces?

Bia: (Expectante) ¿Cómo lograron escapar?

Tiago: (Impaciente) ¡Cuenten más!

Blue: (Narrando con entusiasmo) En el avión, logré escapar de mi jaula y liberar a su madre y a las demás aves. Abrí la compuerta del avión, pero los contrabandistas intentaron abrir la puerta, que estaba bloqueada con las jaulas.

Perla: (Añadiendo) En ese momento, todas las aves escaparon, excepto yo. Sabía que Blu todavía tenía miedo a volar, y me quedé para calmarlo.

Carla: (Sorprendida) ¿Pero qué pasó después?

Bia: (Conmovida) ¿Por qué mamá se quedó sola?

Tiago: (Intrigado) ¡Sigan contando!

Blue: (Narrando con emoción) De repente, Pepillo apareció y me atacó tratando de asfixiarme. Su madre se lanzó para ayudarme, pero Pepillo la empujó y una jaula cayó sobre su ala izquierda, lastimándola.

Perla: (Añadiendo) Su padre tuvo una idea brillante. Enganchó un extintor a la pata de Pepillo y lo expulsó del avión.

Carla: (Asombrada) ¡Qué valiente!

Bia: (Emocionada) ¿Y luego qué pasó?

Tiago: (Entusiasmado) ¡Queremos saber más!

Blue: (Narrando con determinación) Cuando el avión estuvo a punto de estrellarse debido al fallo del motor, Perla cayó del avión. No podía permitir que le pasara nada, así que me dejé caer para rescatarla.

Perla: (Narrando con nostalgia) Ese día, mientras caíamos del avión, le pregunté a su padre: "Blue, ¿acaso estás loco? ¿Qué estás haciendo?"

Carla: (Atenta) ¿Qué le respondió, mamá?

Bia: (Curiosa) Queremos saberlo.

Tiago: (Ansioso) ¡Sí, cuéntanos!

Perla: (Continuando la narración) Y su padre me respondió con determinación: "No podía dejarte ir, somos aves encadenadas, ¿recuerdas?"

Carla: (Emocionada) ¡Eso es tan romántico!

Bia: (Añadiendo) Papá y mamá, son increíbles.

Tiago: (Entusiasmado) ¡Nos encanta su historia de amor!

Perla: (Continuando la narración) Fue entonces, mientras caíamos en picada, que me dejé llevar por mis sentimientos y lo besé. Ese beso, cargado de amor y valentía, le dio a su padre la motivación que necesitaba. Sentí cómo su corazón latía con fuerza, y en ese instante, abrió sus alas y comenzó a volar.

Su padre salvó nuestra vida a ambos, demostrándome que el amor puede superar cualquier miedo. Fue un momento que nunca olvidaré, el día en que Blu aprendió a volar por amor.

Carla: ¡Wow, papá y mamá son realmente valientes!

Bia: ¡Eso es tan romántico! Mamá besó a papá y él aprendió a volar por amor.

Tiago: ¡Papá es un héroe! Y mamá también.

Carla: (entusiasmada) ¡Wow, eso suena como una película de aventuras!

Tiago: (asombrado) ¡Papá, no sabía que eras un héroe!

Bia: (emocionada) Mamá y papá, ustedes son tan valientes y se aman mucho.

Perla: (sonriente) Sí, mis pequeños. Su padre y yo hemos pasado por muchas cosas juntos, pero siempre nos tenemos el uno al otro.

Blue: (orgulloso) Recuerden, somos los últimos Guacamayos Azules en la Tierra, aves azules en vuelo.

Carla, Tiago y Bia: (juntos) ¡Juntas en tierra y cielo!

La familia se abraza, sintiéndose más unida que nunca mientras comparten este emotivo momento.