Gotas de sudor caían lentamente al suelo, el inquietante sonido de una respiración irregular llenaba el ambiente al que Naruto Uzumaki fue sometido.
Luego de esa charla con Michael se negaba a aceptar que todo estaba perdido, y a consecuencia de esa terquedad se negó a enfrentar esas emociones que encerró en lo mas profundo de su ser.
Pero horas antes de que pudiera entrar a las naciones elementales, finalmente aquella presa se desbordó, y los mayores temores que nuestro rubio podría imaginar estaban atacando en su momento más vulnerable.
Sangre goteaba debido a la fuerza con la que Naruto presionaba sus uñas contra la piel que conformaba su cuerpo, aquella piel que vivió incontables batallas a lo largo de los años para intentar alcanzar su objetivo de convertirse en Hokage.
Giró su cabeza para enfrentarse a aquel atardecer que indicaba que se avecinaba la noche, aquella noche que sabía que le daría las respuestas que tanto deseaba.
Después de todo, el se encontraba en el mundo humano, ya que en cualquier momento el puente se completará y podrá llegar a encontrarse con los bijuus e incluso con algún rastro de población shinobi.
Pero sus ojos se desviaron del sol para enfocarse en el suelo verde que tocaban sus pies, y dejándose caer en la hierba supo que aquel escenario era imposible y que lo más probable era que las suposiciones de Michael eran ciertas.
El sonido de alguien acercándose hizo que el dejara de pensar en deprimirse, y con un poco de humor pensó que Sasuke era el único que sería bueno para eso.
Con una ligera sonrisa en su rostro se giró para ver a la persona que vino a visitarlo, solo para volver a enfocar su mirada al gran espectáculo que era el atardecer.
Notando, que su acompañante se sentó sutilmente a su lado, Naruto se recostó del arbol que tenía detrás, notando que la otra persona decidió imitar sus movimientos.
"Pensé que no vendrías, después de todo, tienes una guerra que enfrentar y personas a la que inspirar." - El tono calmado con el que el shinobi habló hizo notar lo familiarizado que estaba con la persona que estaba a su lado.
"Eso se puede postergar, al fin y al cabo, solo puedo despedirme de ti una vez." - Las repentinas palabras hizo que Naruto se estremeciera, realmente no le gustaba dejar aquellos vínculos que llegó a formar aquí.
Y al parecer aquella persona notó esto, ya que luego se puso enfrente de Naruto y le sonrió cálidamente, con aquella sonrisa que solo alguien de tu familia te podría dar.
Aquel gesto hizo que Naruto también sonriera, y antes de que su acompañante se diera cuenta, el rubio procedió a darle un abrazo.
"Muchas gracias, Gabriel." - Murmuró Naruto, cosa que hizo que la mencionada devolviera el abrazo, después de todo, iba a extrañar al que llegó a considerar como un hermano menor.
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Naruto estaba de pié delante de varios ángeles, que según las palabras de Michael, estarían ahí con el propósito de comprobar que todo fuera como debería de ir, ya que desafortunadamente el arcángel mayor estaba ocupado, ya que habían informes que relataban sobre como la concentración de demonios y ángeles caídos en el mundo humano aumentaban, y por ende, las batallas entre estos eran cada vez mayores, e incluso se databa sobre como causaban aún mas destrucción que antes.
Y lo más preocupante eran los rumores sobre como parece que los lideres de ambos bandos lucharán en unas cuantas semanas en tierra santa, lo que obligará a los ángeles a atacar, pero lo que hacía estremecer un poco a Naruto era el hecho de que probablemente Dios tendría que llegar al campo de batalla.
Pero se alejó de sus pensamientos cuando un ángel que recuerda vagamente haber conocido le toca su hombro suavemente.
"Naruto-sama, en unos momentos el puente debería estar lo suficientemente estable para pasar" - dijo el ángel con una voz monótona, esto hizo que Naruto frunciera el ceño, pero no por la forma en la que habló el ángel, si no por lo que dijo en si, después de todo a Naruto no le gustan las formalidades.
Desde hace un tiempo lo habían empezado a llamar con tal respeto por el simple hecho de que se le ve siempre acompañado de Michael, y en algunas veces Gabriel, dos personajes altamente respetados en la infraestructura del cielo. Y a consecuencia de ello parece ser que empezaron a respetar al rubio cabeza hueca.
O simplemente pudo haber ocurrido por haber formado su fantástica unidad de comida súper mega deliciosa con un sabor ultra exquisito con un ramen de los Dioses, aunque esto es solo una suposición, claramente.
Y en un instante se puso en alerta máxima, después de todo era difícil pasar por alto que se acababa de formar una luna roja, y un segundo después un grupo de ángeles creó un circulo mágico con el fin de señalar una dirección, cosa que Naruto entendió perfectamente, al fin y al cabo, el ensayó este escenario con anterioridad.
Entrando en su modo sabio de los 6 caminos, Naruto realizó exactamente lo mismo que hizo en aquel entonces.
Formando una rasgadura en el espacio a la dirección especifica que le habían señalado con anterioridad pudo notar un rastro de la tan familiar energía natural de su respectivo hogar.
Y haciendo un gesto de cabeza a los ángeles que estuvieron ahí presentes, se adentró en lo más profundo en aquel portal espacio-temporal.
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Naruto estaba gritando, pero no de miedo, si no de la emocionante e irreal experiencia que está viviendo ahora mismo.
Transportándose a algo que podría considerarse una velocidad vertiginosa, claramente podría decir que esto era algo de lo que no se arrepentía.
Y llegando a lo que podría considerarse como una distorsión en el espacio se adentró, confirmando que había llegado a su destino.
Pero lo que el rubio Uzumaki no sabía es que en todo el trayecto tenía encendido su poder, cosa que hizo que los ojos de una pequeña niña se abrieran con una pizca de interés.
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Cuando Naruto cayó al suelo de una forma similar a lo que podría recordar de sus días de genin, se reincorporó de una manera rápida, ya que la experiencia de haber vivido el frente de una guerra te hacía reaccionar deprisa.
Viendo atentamente a su alrededor se quedó realmente congelado, y haciendo un doble chequeo de su entorno no pudo evitar la tristeza que lo invadió en ese momento, después de todo, delante de el había una basta extensión de un terreno totalmente desprovisto de algún signo de naturaleza.
Pero viendo más de cerca su entorno, no pudo evitar enfurecerse ante la gran cantidad de raíces grandes y anchas que se extendían por el terreno de lo que alguna vez fue su hogar.
Desesperado, Naruto Uzumaki decidió explorar el terreno, pero fue interrumpido por una serie de pasos que hacían que la tierra temblara.
Girándose, sus ojos se tornaron oscuros ante la vista que tenía ante el.
Miles de zetsus amontonados en una sola masa horrenda de color blanco caminaban ante el, pero lo que realmente lo impactó fue lo que había en ellos, o mejor dicho, en su interior.
Naruto, que después de la fusión con el chakra de Kurama obtuvo una habilidad pasiva en forma de una gran capacidad sensorial, aunque no comparada con la de su forma más fuerte, pudo sentir el chakra de su enemigo, y lo que había en el lo impactó de una forma sin precedentes.
Al fin y al cabo, no se puede decir que sentir pequeños rastros del chakra de tus antiguos compañeros era una experiencia hermosa.
Congelado por tal comprensión que lo golpeó de una forma tan repentina, no notó el inminente ataque que se acercaba.
Y en el último momento, gracias a sus instintos, pudo formar en cuestión de un instante un rasengan del tamaño de una pelota de playa, y por ende, impactarlo contra su enemigo.
Y en esto el rubio abre los ojos como platos al darse cuenta de lo que acaba de hacer.
Y antes de que el gran zetsu se convierta en un árbol gracias a la naturaleza latente del chakra de Kurama en su sistema, el rubio pudo sentir el familiar chakra de Konohamaru Sarutobi, su primer y único alumno en esta vida.
Dando un salto hacia atrás para evitar ser empalado por el gran árbol que se formaba a sus pies, Naruto vió la luna fijamente con un desprecio puro.
Te odio, Kaguya Ōtsutsuki.
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Ya pasaron aproximadamente 60 segundos desde lo ocurrido, pero Naruto sintió una pequeña liberación de su ser.
Dandose cuenta de que no quedaba mucho tiempo en el puente si es que quería volver, activó su modo sabio de los 6 caminos con la intención de regresar a la otra dimensión de una vez por todas, pero antes de abrir la rasgadura espacial, sintió algo.
"Chakra bijuu" - Se dijo a si mismo el rubio Uzumaki. Al parecer, el olvidó el verdadero motivo por el que decidió aventurarse a las naciones elementales.
Y sin ninguna advertencia, Naruto salió disparado por los aires a una velocidad que ni el mismísimo Raikage podría soñar.
Recorriendo absolutamente todo el continente shinobi en menos de 2 segundos, Naruto encontró lo que buscaba, y sus ojos no daban crédito a lo que veía.
Dentro de una cueva que parecía que se iba a derrumbar en cualquier momento, estaba la propia Matatabi, el gato bijuu de 2 colas, en un pésimo estado.
Su largo pelaje espectral hecho de las propias llamas azules que caracterizaban al gato ahora eran pequeñas flamas de un tono azul grisáceo que daba a entender la poca energía vital que le quedaba al bijuu.
Pero lo que más destacaba era que el gato bijuu ahora sí tenía el tamaño de un gato, lo que realmente era preocupante si considerabas que anteriormente tenía el tamaño de una montaña.
Preocupado por tal vez su ultimo amigo vivo de este mundo, el Uzumaki se apresuró al ayudar al bijuu mayor.
Cargándolo en sus brazos, se dió cuenta que el cuerpo del bijuu estaba extrañamente frío, y temiendo lo peor, se apresuró a verificar el chakra y la vitalidad que pueda llegar a tener.
Y por suerte, se dió cuenta que estaba vivo, lo que realmente lo puso feliz.
Pero luego recordó el mal estado en el que estaba el gato bijuu de 2 colas, así que sin ver muchas opciones, le dió poco a poco de su chakra, para que con suerte, esto ayude a la producción de chakra del bijuu, sin darse cuenta que con esto, también estaba creando un vínculo con el ahora pequeño bijuu.
Ignorante a esto, Naruto notaba como el color de las llamas del gato perdía un poco de aquella palidez. Pero antes de entusiasmarse demasiado, se dio cuenta gracias a su modo sabio de los 6 caminos como el puente que unía ambas dimensiones se cerró lo suficiente como para ya no poder volver de la manera sencilla que lo había hecho.
De forma desesperada, el iba a intentar pasar por una rasgadura espacial, para que con suerte, caiga en aquella dimensión.
"Hola" - La pronunciación de aquellas palabras le pusieron los pelos de punta al rubio Uzumaki, ya que este no había sentido la presencia de nadie a su alrededor.
Al darse la vuelta, pudo distinguir la forma de una niña pequeña, lo que hizo poner en alerta máxima a Naruto, pero no por su apariencia, si no por su energía.
Gracias a estar en contacto con personas de distintos tipos de energía, Naruto empezó a fijarse en su vitalidad, ya que era un aspecto que era difícil por no decir imposible de ocultar.
Y fijándose en el aspecto vital del sospechoso ser que estaba ahora mismo frente a el, se dió cuenta de que este no pertenecía a esta dimensión, ya que no poseía la energía de las naciones elementales.
Notando que no parecía tener intenciones hostiles, decidió responder.
"Hola" - Fue la cautelosa declaración que soltó el rubio.
Al no ver ninguna respuesta por parte de la niña, decidió continuar con lo que estaba haciendo, al fin y al cabo, el puente se seguía cerrando y posiblemente podrían ocurrir muchísimas cosas si ahora mismo no se iba.
Formando la grieta en el espacio, con el gato bijuu en su hombro, se dispuso a salir.
"Espera" - La repentina llamada hizo que el Uzumaki frunciera el ceño en contra a la niña pequeña.
Viendo como tenía su atención, esta decidió continuar.
"Vas al mundo humano" - No sonó como una pregunta, si no más como una declaración. Y el rubio se sorprendió un poco por esto, pero decidió ignorarlo y solo asentir con la cabeza.
"Bien" - Lo que hizo la niña pequeña a continuación hizo que el rubio abriera los ojos como platos.
Simplemente con un movimiento de muñeca, la niña con un aspecto un poco frágil, abrió un portal totalmente estable.
"Ve por aquí" - Esas palabras hicieron que Naruto se despertara de su shock y solo viera a la niña con una cara atontada.
Caminando cuidadosamente, estando atento de si esto era alguna clase de trampa, se colocó delante del portal.
Viendo fijamente a la niña pequeña se presentó cautelosamente.
"Soy, Naruto... Naruto Uzumaki".
Pasó un momento donde ambos se veían fijamente a los ojos, y cuando Naruto estuvo dispuesto a irse, pensando que su acompañante no se iba a presentar, escuchó.
"Ophis".
Sonriendo un poco, Naruto se despidió.
"Adiós, Ophis" - Siguiendo a su declaración simplemente se adentró en aquel portal, totalmente inconsciente de los ojos entrecerrados que la mencionada le lanzó al portal por donde Naruto se acaba de ir.
"Hasta pronto, Naruto Uzumaki".
