Contenido: Yaoi, oneshot, romance, fluff, etc. Parte de la serie #Flufftober2023 propuesto por la página "Es de fanfics".

Pareja: DenNor (Dinamarca/Mathias x Noruega/Lukas)

Disclaimer:

Hikari: Tengo el vago recuerdo de haber escrito un drabble dedicado a esta shipp hace varios años pero no es algo que pueda asegurar. Aun así, espero que disfruten la lectura. Sin más, solo me queda decir que, como sabe, ni Hetalia ni sus personajes me pertenecen, sino que todo es propiedad de Himaruya Hidekaz, por lo que yo he escrito esto solo por ocio y sin fines lucrativos.

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#Flufftober2023, 30 – Karaoke en un bar

Probablemente a ojos del resto de la población estudiantil, el club de fotografía de la universidad no debería ser la gran cosa. Con apenas cinco miembros, y conformado por quienes en su mayoría eran amigos de la infancia, era fácil de creer que actividades sobre realizar fotográficas con diferentes modelos de cámaras, de paisajes, de personas, de estrellas y demás cosas que captaran su atención, era algo mucho menos atractivo que realizar algún deporte como los extravagantes clubs de futbol o natación.

Así es, probablemente solo algunos cuantos estudiantes podrían imaginar que los chicos jóvenes más aburridos de todo el campus eran capaces de realizar celebraciones llenas de alcohol, sonidos estridentes capaces de reventar tímpanos y con al menos un desnudo al finalizar la noche.

Y exactamente esto era lo que ocurría durante esta noche.

Con la excursión de verano del club de fotografía concluida, los miembros decidieron permitirse una pequeña celebración en algún karaoke del centro de la ciudad donde, además, servían algunos cocteles y demás bebidas preparadas con base de alcohol.

Vodka, vinos, ron, whisky y demás licores adornaban lo que en un principio sería una fiesta tranquila pero que en algún momento se había salido de control.

Por supuesto, ninguno de ellos parecía arrepentido mínimamente al respecto.

O bueno, uno de ellos, con su expresión pálida y avergonzada parecía querer salir corriendo de ahí mientras bebía con insistencia de la pajita de su vaso, el único que no tenía permitido ingerir una gota de alcohol bajo el estúpido pretexto de ser el más joven del grupo.

-Quiero irme a casa…- murmuraba para sí mismo el pequeño Emil mientras trataba de hundirse más y más en su lugar. Tino, el que probablemente terminaría desnudo al final de la noche, pasó su brazo sobre sus hombros en un demasiado incómodo abrazo para el menor, mientras chocaba sus redondas mejillas en un gesto que se supone sería cariñoso.

-Pero que dices, Emi- llamó por el patético e infantil apodo que el chico no parecía aceptar- ¡Si nos estamos divirtiendo mucho! - en su mano libre sostenía todavía el micrófono con el que desde hace un buen rato había estado cantando cada canción de la lista de reproducción- ¡Berwald, pon la siguiente canción! ¡Me toca hacer dueto con Emi!

Un rubio con un gesto que cualquier homicida estuviese celoso, asintió con precisión mientras tomaba la tableta del centro de la mesa, probablemente sintiéndose con la suficiente libertad de escoger.

- ¡No! ¡No planeo cantar contigo así de borracho! - trató de despegarse del caluroso abrazo, pero sorprendentemente, a pesar de ser bastante bajo y delgado, Tino tenía gran fuerza en sus extremidades, lo cual le impedía poder separarse.

- ¡Vamos, vamos! ¡Será divertido! - la única razón por la que bajó su brazo de los hombros fue para tomarlo de una de sus manos y, sin esfuerzo alguno, lo levantó para llevarlo junto al televisor de frente. El estoico Berwald aplaudió con un pandero entre sus manos en signo pésimo de animar aún más la fiesta.

Emil miró con suplica tatuada en sus ojos hacia donde su hermano estaba sentado. Por lo general, no le gustaría pedir ayuda, pero llegados a este punto estaba bastante desesperado.

Sin embargo, lo único que recibió a cambio fue un saludo fraternal mientras ondeaba con dulzura su mano.

-¡JAJAJA ustedes pueden!- gritó eufórico Mathias, quien estaba sentado a un lado de Lukas, el hermano mayor de Emil. Queriendo hacer algo similar a lo de Tino, el más alto quiso posar su brazo sobre los hombros del noruego, pero un fuerte golpe en su mano se lo impidió por completo, obligándolo a apartarse- ¡Lukassss, vamos, no seas tan frío, estamos en una fiesta!

Mucho más insistente, Mathias estiró ambos brazos hacia su víctima, tratando ahora de abrazarlo fuertemente, pero la palma del noruego sobre su rostro y su inexplicable fuerza en ella no le permitía poder rodearlo correctamente, aun si ponía todo su peso sobre él.

-Eres molesto- murmuró, sintiendo una venita saltar sobre su frente- No estás tan ebrio como para hacer aquí esta clase de ridiculeces.

-Pero ¿qué dices? ¡Aun sobrio, tú nunca me dejas expresar mi amor por ti! - se quejaba, tratando de hablar aun si su mejilla era fuertemente presionada- Y tú muy bien sabes que ni Tino, quien se comporta así, está cerca de estar ebrio. Él es el que más soporta el alcohol de todos nosotros.

-Ebrio o no, no te quiero cerca de mi- estaba a punto de lograr mandarlo a volar, a pesar de que ahora su espalda estaba cerca de caer sobre el asiento del sillón.

-Oh, Emil está cantando- gracias a tan corta frase, es que Lukas desvía su atención solo para descubrir una pequeña mentira ya que, aunque Tino parecía tratar de darle el micrófono, el menor se rehusaba a sostenerlo. Una pequeña abertura provocada por el desliz hizo que al fin Mathias pudiese rodear con sus largos brazos el delgado cuerpo de Lukas.

Indispuesto a que su espacio personal se siguiera viendo invadido, no dudó ni dos segundos en propinar un fuerte codazo sobre la cabeza de Mathias. Una, dos, tres, varias veces, de las cuales no obtuvo éxito alguno.

Para la décima vez, aun escuchando las risitas provenientes del rubio mayor, no le quedó otra más que desistir, dejando caer por completo su cuerpo sobre el sillón donde ahora ambos se encontraban recostados.

-Gané- sonrió con sorna mientras alzaba la vista, observando a detalle la mirada fría e indiferente de Lukas, quien solo desvió la mirada hacia donde ahora Tino hacia girar a un espantado Emil.

-Haz lo que quieras…- sabiendo que ya no escaparía, Mathias levantó su cuerpo, apoyando sus brazos a cada lado de Lukas, disfrutó mirarlo desde arriba, especialmente luego de algunos segundos donde éste terminó viéndolo fijamente, aunque parecía reacio de hacerlo- ¿Y ahora qué?

-Nada. Solo admiro tu belleza- sonrió divertido, aunque su comentario no parecía alegrar al noruego.

-Aléjate de mí. No vaya a ser que tu idiotez sea contagiosa- puso su mano sobre el pecho del danés, pero no lo suficientemente fuerte ni siquiera para tratar de apartarlo.

Mathias desvió ligeramente su mirada hacia los otros tres, ninguno de ellos parecía estarles poniendo atención así que dejando libre una pequeña risita, inclinó su cuerpo hacia el menor mientras cerraba ambos ojos.

Lukas no hizo nada para impedírselo. Es más, alzó su barbilla para que los labios de Mathias cayeran suavemente sobre los propios, y cuando se hizo el contacto él también cerró los ojos.

Mathias movió ligeramente sus labios, al punto que sus dientes chocaron por un pequeño momento con los de Lukas. Supuso que esto no le había gustado por el curioso sonido que dejó salir, pero retomó la confianza mientras su mano acariciaba lentamente la mejilla de su amigo sin que éste la apartara con un agresivo golpe.

Entreabrió los ojos y tuvo que hacer todo el uso de su autocontrol para no devorar ahí mismo al indefenso Lukas, quien fruncía el ceño mientras sus mejillas se coloreaban de un color carmín al igual que sus orejas. El pendiente en forma de cruz de su cabello comenzaba a deslizarse con delicadeza y notó cómo sus manos temblorosas se anclaban a su ropa en un vago intento de abrazarlo.

Hubiese querido quedarse con esa imagen un poco más de no ser porque un destello (acompañado de característico sonido) los hizo separarse.

Volteando hacia el resto, Lukas sintió una caída de nivel de azúcar cuando notó que Berwald mantenía entre sus manos una cámara digital. Tino apuntándolos con un dedo mientras aguantaba las carcajadas y su pequeño hermano Emil empalideciendo cada vez más con el pasar de los segundos (el pobre chico hasta parecía tambalearse en su propio lugar).

- ¡Berwald, bastardo! ¡Dame eso! - Mathias saltó de su sitio hacia donde estaba el de lentes, quien aprovechó su mayor corpulencia para voltearse y tratar de resguardar la cámara.

¿Desde hace cuánto que la música se había silenciado y las luces volvieron a encenderse?

-En verdad, necesito largarme de este lugar- fueron las temblorosas palabras de Emil, que no encontraba el valor para encarar al mayor y el que no parecía encontrar suficientes argumentos para excusarse.

- ¿Por qué dices eso, Emi? - Tino volvía a colgarse del más joven, dando un trago profundo a una botella que mantenía en sus manos- ¡Si apenas estamos empezando la fiesta!

Lukas tuvo que cubrirse el rostro con ambas manos y comenzar a idear la mejor manera de que la tierra se abriese y poder escapar de ahí mismo.

El caos reinó en la estrecha sala de karaoke mientras el reloj avanzaba más allá de las 3 de la mañana.

Definitivamente, las reuniones del club de fotografía de la universidad eran todo, excepto de lo que se podría creer de un soso y poco interesante club. La noche era joven, y como decía Tino, la fiesta solo acababa de empezar.

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Hikari: Ya ni imaginación tengo para las notas finales. Gracias por leer, ¡Bye bye-perowna!