Hola muy buen inicio de semana. Les recuerdo que la siguiente historia es completamente de mi autoría, los personajes sabemos que no son míos y también que lo hago sin fines de lucro, NO es para menores de edad, así que espero que comprendas.

¡COMENZAMOS!

LÍNEAS DEL TIEMPO

36

LÍNEA 2

Era de noche cuando el auto de Anthony entró por el sendero de su mansión, habían salido un poco después que Archie, dejando a Stear y Patty en Lakewood.

-Estoy muy cansado. – Dijo Alexander al sentir que el auto de su padre se había detenido.

-¿Aún estás despierto? – Preguntó Anthony a su pequeño remolino, el cual se había mantenido hablando todo el camino, pero tenía como diez minutos que había permanecido en silencio.

-Venía viendo las luces. – Dijo en respuesta a su padre, le gustaba ver el camino de luces como él le decía que se formaba cuando la ciudad de los vientos se iluminaba de noche.

-Es hora de dormir. – Le dijo Candy tomándolo de la mano para dirigirlo a su habitación.

-Pero quiero que me leas un cuento. – Dijo Alexander de nuevo a su madre. Candy volteó a ver a su esposo, quien le asintió para indicarle que la esperaría en la habitación.

-Ve, también me siento muy cansado. – Dijo el rubio como excusa para no acompañarlos esta vez.

-Pero será uno corto porque mamá también tiene que descansar. – Le dijo Candy a su hijo, quien asintió resignado a que esta vez fuese un relato más corto de lo habitual. – Pero primero hay que tomar un baño. – Agregó la rubia para que su hijo pudiera dormir más a gusto.

-Muy bien… - Dijo resignado a las órdenes que daba su madre, por un momento pensó que se le habría olvidado mandarlo a bañar.

Candy esperó con paciencia que su hijo terminara de darse un baño para después ayudarlo a vestirse y secar sus rubios cabellos, lo colocó en su cama y le permitió eligiera una historia de las que ella había elegido para contar esa noche.

Anthony por su lado había llegado a su habitación con la espalda completamente molida, debía reconocer que el viaje hacia el Chicago antiguo y sus caminos de tierra y la mala suspensión del vehículo de Stear, habían hecho que se moliera más de lo acostumbrado. Se deshizo de sus ropas y se decidió a dar un baño con agua tibia, necesitaba deshacer los nudos que sentía en todo su cuerpo.

Cuando Candy terminó de leer el cuento a Alexander, este había caído más pronto de lo que había pensado. Sonrió al ver a su pequeño ciclón dormir como un lirón, sus piernas se extendían a lo largo y ancho de la cama lo mismo que sus brazos que parecía querían abarcar cada pedazo del colchón, estaba boca abajo y su lindo rostro se veía adorablemente relajado. Candy besó su frente y cubrió su cuerpo con una cobija ligera, el frío de la noche aún no era intenso y sabría que a fin de cuentas se destaparía al moverse para acomodarse una vez más.

-Buenas noches mi amor... descasa… – Le dijo la rubia antes de abandonar la infantil habitación de su hijo, procurando no despertarlo porque sabía que si lo hacía no volvería a su habitación hasta muy entrada la noche. Apagó la luz y cerró la puerta con sumo cuidado.

Cuando llegó a su habitación Anthony estaba recostado en la cama en una posición muy similar a la de su hijo solo que boca arriba, la rubia sonrió divertida al ver que aquella posición no había sido heredada de ella.

-Anthony… - Dijo la rubia para saber si estaba dormido o solo estaba descansando. - ¿Estás dormido? – Preguntó nuevamente.

-No… - Respondió Anthony con pereza, estaba tan cansado que sus ojos apenas podían abrirse. Candy suspiró al darse cuenta que su marido necesitaba descansar, así que ella no tuvo más opción que darse un baño de agua fría para bajar la temperatura de su cuerpo, el cual le reclamaba un poco de acción antes de entregarse a un dulce y placentero sueño.

La rubia caminó hasta su baño y al llegar se dio cuenta que su esposo ya le había preparado la tina para que se bañara. Sonrió al ver el gesto tan dulce que él le regalaba. Se introdujo en la tina y para su suerte el agua comenzaba a enfriarse, se sostuvo con cuidado y poco a poco se fue introduciendo hasta quedar únicamente sus cabellos de fuera. Al terminar aquel relajante baño, el sueño de Candy ya se había ido de paseo y no le quedaba otra más que acostarse enseguida de su esposo hasta que volviera a sentirse con sueño.

Anthony continuaba en la misma posición, mientras a su lado una Candy totalmente despierta se removía de un lado a otro buscando una mejor posición para dormir. No podía conciliar el sueño, el calor que comenzaba nuevamente a sentir comenzó a asfixiarla, la obligaba a hacer a un lado la sábana que había utilizado para taparse. Voltea a ver a su esposo y sentía tanta envidia por la placidez con la que este descansaba.

Con el paso de las horas y ver que era imposible dormirse, comenzó a sentir más calor que al principio, el deseo de su cuerpo despertaba y las ganas por estar con su esposo la asaltaban en punto de la media noche, observó el cuerpo del rubio quien solo llevaba un bóxer puesto y una idea cruzó por su mente.

-Anthony… - Dijo en un murmullo esperando se despertara, sin embargo los intentos por despertarlo eran en vano.

Como si fuera una niña traviesa se colocó encima de él y con el mayor cuidado posible bajó su bóxer y comenzó a estimularlo con verdadero ímpetu, necesitaba despertarlo de algún modo y su instinto le decía que excitarlo entre sueños era la mejor manera de llamar su atención.

El cuerpo de Anthony pronto comenzó a reaccionar a los estímulos proporcionados, mientras las manos de Candy formaban un refugio para la firmeza de Anthony, quien poco a poco comenzó a gemir al sentir entre sueños la cálida boca de su esposa juguetear con su extremidad inferior.

-Candy… - Gimió entre sueños. Una sonrisa apareció en su rostro sin aún abrir los ojos. Podía sentir que su esposa lo estimulaba en medio de la noche.

-Hola… - Lo saludó Candy cuando por fin lo vio abrir los ojos. La mirada de Anthony se encendió en el acto al ver desde su perspectiva a su sensual esposa devorarlo.

-Hola… - Respondió con un gemido mientras cerraba los ojos para disfrutar el momento, le gustaba cuando su esposa se ponía juguetona en medio de la noche, sabía que era incapaz de detener su deseo, le sucedía a menudo y ahora que estaba nuevamente embarazada sabía que tenía las hormonas un poquito alteradas.

Colocó sus manos sobre su nuca para disfrutar y apreciar el espectáculo mientras su esposa lo observaba hacia arriba con miradas llenas de deseo.

-¿Te gusta? – Preguntaba la joven sin soltar aquella barra que comenzaba a hervir entre sus manos.

-Me gustas más tú… - Le respondió con sensualidad. Candy sonrió y continuó con sus estímulos pero esta vez de manera más osada. Anthony cerró los ojos y se abandonó al clímax que anunciaba su llegada.

Candy detuvo sus movimientos, soltando el cuerpo de su esposo para admirar con detenimiento el momento cúspide que emergía de su interior. Anthony no había podido más con la estimulación proporcionada y se había dejado llevar por el placer, mientras Candy observaba de cerca la reacción de su cuerpo.

La rubia se levantó para darle algo a su esposo y pudiera limpiar el desastre que había hecho encima de él. Anthony aún disfrutaba su clímax mientras la rubia lo miraba con esa osadía que lo había estado observando desde un principio.

-Creo que ya estás despierto. – Le dijo con travesura, mientras el rubio tomaba el paño para después levantarse e ir al cuarto de baño.

Candy observó lo perfecto de su figura e instantáneamente se estremeció en su interior, sintiendo cómo sus piernas se juntaban oprimiendo su zona íntima. Se recostó en medio de la cama y cubrió a medias su cuerpo, había dejado su bata a medio abrir para mostrarle sutilmente a su guapo esposo que no había nada debajo de aquella prenda traslúcida que portaba como requisito para dormir.

Anthony salió del cuarto de baño con paso lento, observando maravillado a la hermosa y sensual rubia que lo esperaba recostada en su lecho. Candy lo miró enamorada, sus ojos emitían un fuego intenso, le gustaba que la mirara de esa forma, sabía bien que pronto saciaría el deseo que la consumía por dentro.

-Creo que ahora es mi turno. – Dijo Anthony quitándose el bóxer que aún llevaba para mostrarse orgulloso frente a ella. Candy se quedó sin palabras observando la perfección de su cuerpo, retuvo su respiración y emitió un gritito de sorpresa al sentir cómo su marido la tomaba por los tobillos para acercarla más a él.

Anthony separó las piernas de su esposa para comenzar a estimularla, quería comenzar a prepararla antes de que su propio cuerpo estuviera recuperado de su propio clímax, y a pesar de que sabía que no requeriría mucho tiempo para erguirse una vez más, quería él mismo disfrutar del cuerpo de su bella esposa.

Se colocó entre sus piernas y besó sus labios, acarició con sus manos sus caderas y colocó sus piernas rodeando las de él. Sus besos se fueron deslizando hacia abajo hasta llegar a sus areolas las cuales estaban más sensibles de lo habitual.

-Anthony… - Se escuchó de sus labios, mientras su cuerpo se retorcía de deseo. Anthony sonrió mirándola hacia arriba sin soltar sus senos. Candy cerraba sus ojos para abandonarse a ese placer que la consumía cada vez más.

Candy podía sentir que el calor que se generaba entre sus piernas iba en aumento, necesitaba sentir dentro de ella el cuerpo de su esposo para saciar su deseo. Anthony era el único capaz de apagar aquella hoguera que quemaba sus entrañas y que se extendía por todo su cuerpo. Su cuerpo se arqueó con desesperación al sentir que los labios de su amado solo rodeaban su zona íntima sin tocarla siquiera.

-Anthony… por favor… - Le decía ansiosa, quería que la tomara, quería sentir aquella estimulación que tanto necesitaba, sin embargo sintió que eran sus ingles las que recibían el calor de su lengua.

-Tranquila… - Le decía Anthony para que tuviera paciencia, sin embargo la rubia tenía horas que se había esforzado por permitirle dormir aguantando su excitación. Anthony sonrió al ver la desesperación en el cuerpo de su esposa, su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba acelerado mientras sus verdes ojos se posaban en sus movimientos. Por fin se decidió a liberarla de su tortura y separó lo más que podía sus piernas para abrirse paso y comenzar a estimularla con sus labios.

Candy sintió por fin que sus súplicas habían sido escuchadas y se aferró con fuerza a la almohada que sostenía su cabeza, mientras sus ojos se ponían en blanco para concentrarse en el vivo placer que le proporcionaba su esposo.

-¡Así! – Gritaba Candy sin pena, sintiendo que su esposo se esforzaba cada vez más por satisfacerla, quería una vez más cumplir con sus requisitos en la cama y más cuando ella pedía a gritos que continuara una y otra vez.

Pronto los labios de Anthony cumplieron con su demanda, observó cómo la zona íntima de su esposa aumentaba su tamaño y le regalaba el primer orgasmo de la noche, sin embargo él no estaba satisfecho aún y continúo los estímulos una y otra vez hasta lograr que la rubia terminara más de una vez. Candy se sentía ansiosa por tanto placer recibido, sin embargo aquella muestra oral de su amor ya no era suficiente, lo quería a él, quería su cuerpo dentro de ella, quería sentirlo una vez más. Quería sentirse llena de él, quería disfrutar su cuerpo en su interior y dejarse llevar por sus instintos.

Anthony tenía rato listo para ella, sin embargo quería cansarla primero antes de abordarla, quería complacer su cuerpo y cuando estuvo seguro que lo había conseguido entró en ella de un solo movimiento, no había necesidad de volver a estimularla, su cuerpo estaba listo y la humedad que generaban juntos era más que suficiente para permitirse ese lujo. Un gemido de placer abandonó los labios de ambos rubios, quienes podían sentir el calor que sus cuerpos emanaban en su interior, ambos se estaban consumiendo por el calor que los abrazaba.

-Te amo Candy… eres maravillosa. – Le decía Anthony mientras descansaba dentro de ella para acostumbrarse ambos a ese nuevo encuentro. Candy sonrió feliz, agradecida por recibir aquel nivel de placer. Anthony jamás la decepcionaba, pero esa noche le había demostrado una vez más que jamás lo haría.

-Te amo Anthony… gracias por amarme tanto… mí príncipe… - Le llamó con ternura mientras acariciaba su rostro. Anthony besó sus labios y comenzó de manera lenta y tortuosa las envestidas. Entraba y salía de ella con cuidado, como si temiera lastimarla por dentro. Candy cerraba los ojos disfrutando la lentitud de sus movimientos, sintiendo centímetro a centímetro como aquella extremidad se perdía en su interior. Lo necesitaba, necesitaba a su esposo muy dentro de ella y él la complacía, se adentraba en su cuerpo profundamente hasta que sintió nuevamente como ella lo aprisionaba con fuerza para detenerlo ahí. Anthony dejó de moverse observando como su pecosa se removía sensualmente disfrutando su clímax, podía sentir como su cuerpo vibraba por dentro y como la temperatura en su interior se elevaba al máximo, un movimiento más por parte de ella y lo obligó a liberase en su interior una vez más, logrando que desfogara toda la excitación contenida dentro de él. Sus ojos se encontraron una vez más y antes de que terminaran de concluir en su clímax se besaron por última vez.

El sonido del teléfono los interrumpió en el disfrute de su culminación, sacándolos repentinamente de su gozo.

-¿Quién es? – Preguntó Candy al reconocer que no era su teléfono el que vibraba. Anthony observó sobre el cuerpo de su esposa que efectivamente era su teléfono el que estaba sonando. Se quejó por la interrupción y por tener que salir del cuerpo de su esposa, algo que prefería hacer naturalmente.

-Es Archie. – Dijo ya de pie desnudo frente a la cama.

-¿Archie? – Preguntó Candy, acomodando la bata que Anthony no le había quitado a fin de cuentas.

-¿Bueno? – Preguntó Anthony angustiado por la hora, sabía que no era normal que lo llamara a esas horas de la noche. - ¿Archie? ¿Qué sucede? – Preguntó casi de inmediato mientras Candy lo observaba esperando le dijera qué sucedía.

-¿¡Anthony, estás en Chicago? – Se escuchó la voz angustiada de Archie.

-Sí, llegamos hace unas horas ¿Qué sucede? – Preguntó de nuevo Anthony con prisa.

-Es Annie, se desmayó repentinamente en mis brazos. – Decía Archie de nuevo. Anthony podía escuchar que su primo estaba realmente asustado por la joven.

-¿Se desmayó? ¿Qué sucedió? – Preguntó Anthony creyendo que tal vez había sido la presión.

-¡No lo sé! Estaba muy bien, estábamos… - Decía Archie apresurado sin pensar de momento lo que diría a su primo.

-Archie ¿Aún no reacciona? – Preguntó Anthony sin darle la oportunidad de decir a Archie lo que estaban haciendo antes de que Annie se desmayara.

-¡No Anthony! La he llamado muchas veces y ¡nada! – Decía desesperado. Candy veía a Anthony con angustia al no saber qué estaba sucediendo.

-Archie, escúchame. – Decía Anthony buscando de inmediato su ropa para salir de inmediato al hospital. - ¡Archie! – Le gritó fuerte porque el diseñador no atendía a lo que decía. – Lleva a Annie al hospital, yo salgo para allá de inmediato. – Dijo Anthony ante la preocupación de Candy que escuchaba que llevarían a su hermana al hospital.

-¿Qué sucedió? – Preguntó Candy a su esposo una vez que había colgado el teléfono.

-No lo sé bien amor, Annie se desmayó. – Dijo poniéndose frente a su esposa para intentar calmarla. – Pero no te preocupes, iré a ver qué es lo que le pasa…

-Yo iré contigo. – Dijo Candy también decidida a ir con él.

-Amor, no es conveniente, no has dormido además sabes que necesitas descansar. – Decía Anthony en desacuerdo que su esposa lo acompañara.

-Tengo que ir Anthony. – Le dijo Candy segura que no permitiría que fuera solo. Anthony la observó fijamente, sabía que no la convencería y asintió para esperar a que estuviera lista.

En cuanto Candy terminó de alistarse ambos salieron de la mansión, dejando a Alexander bajo el cuidado de la niñera. Llegaron al hospital en pocos minutos, era la ventaja de que por la noche las calles no estaban tan transitadas.

-¿No ha llegado mi primo? – Preguntó a la recepcionista que estaba en el turno de noche.

-No ha llegado nadie doctor Brower. – Respondió la joven con tranquilidad. Candy observó a Anthony con más preocupación porque Annie vivía más cerca del hospital que ellos. Anthony tomó su celular dispuesto a llamar a Archie cuando en ese momento las puertas automáticas del hospital abrieron mostrando a un Archie con Annie en los brazos.

-¡Anthony! – Dijo Archie asustado.

-¡Por aquí! – Dijo Anthony para indicar al personal que lo apoyaran con la joven. – Candy. – Dijo a su esposa para que se encargara de Archie.

-Archie tú espera aquí. – Dijo Candy tomando a su primo del brazo al ver que intentaba ir con ellos.

-¡Se desmayó Candy! – Decía Archie preocupado.

-Tranquilo Archie, tal vez no es nada. – Decía Candy dándole ánimo para que se tranquilizara.

-¡Es mi culpa! ¡No debí Candy! ¡No debí! – Decía Archie asustado. Candy lo escuchaba creyendo que Archie por fin le había hablado con ella de sus sentimientos.

-¿Por qué es tú culpa Archie? ¿Dónde está Axel? – Preguntaba la rubia preocupada de pronto por el pequeño Axel, sabía que Annie no tenía con quien dejar a su hijo.

-¡Axel! – Dijo Archie de pronto, regresándose a su auto para bajar al niño que yacía dormido sin darse cuenta de nada.

-Ven conmigo. – Le dijo Candy cuando lo vio llegar con su sobrino en brazos. Lo llevó hasta una habitación en donde lo más seguro era que llevaran a Annie después de auscultarla. – Recuéstalo aquí. – Le dijo Candy a su primo para que recostara a Axel en la cama.

Archie recostó al pequeño Axel con cuidado de no despertarlo, para después buscar el consuelo de Candy una vez más.

-Archie ahora sí por favor con calma, dime qué es lo que pasó. – Dijo Candy con un volumen bajo de voz.

-Annie y yo estábamos en su habitación… - Dijo Archie con pena. Candy lo escuchaba tranquilamente hasta que su mente le recalcó la palabra "habitación".

-¿Qué estaban haciendo Archie? – Preguntó Candy de nuevo, ella se imaginaba que estaban discutiendo y que tal vez la excitación y la frustración de su hermana la había llevado a esa reacción. Archie la miró con pena por revelar lo que sucedía entre él y Annie en ese momento. No pudo no recordar la apasionada noche que había vivido con ella antes del desmayo.

-El amor… - Dijo ante el asombro de Candy, quien abrió los ojos sorprendida por la respuesta que le daba su primo. – Annie y yo estábamos haciendo el amor cuando de pronto la sentí… - Decía apenado. – Tú sabes… - Decía con pena una vez más. – La sentí… culminar… - Dijo con las palabras más adecuadas que encontró. – Pero después sus manos cayeron a los costados y ya no pude despertarla. – Decía pasando de la pena a la angustia.

Antes de que Candy pudiera decir algo a lo dicho por su primo, Anthony entraba junto con los camilleros para recostar a Annie en la cama.

-¿Cómo está? – Preguntó Candy al ver que entraban con su hermana aún sin recobrar el sentido.

-Igual, desmayada. – Dijo Anthony quien no había querido forzar el momento en el que volvería en sí. - ¿Qué es lo que sucedió? – Preguntó Anthony a su primo, quien lo miró con pena para después mirar a Candy.

Con la mirada Candy indicó que esperara hasta que los camilleros salieran de la habitación. Una vez que habían quedado solos Anthony observó a ambos, a su esposa y a Archie para saber lo que había sucedido.

-Le hice unos estudios de sangre, pero tardaran un par de horas para saber el resultado. – Dijo Anthony al ver que tanto su esposa como Archie permanecían en silencio.

-¿Tardará mucho en despertar? – Preguntó Archie a su primo.

-No lo sé. – Dijo Anthony observando a su esposa. – Tal vez hasta mañana, al parecer del desmayo pasó al sueño. – Dijo creyendo que la joven ahora estaba dormida. – Ahora sí me pueden decir qué sucedió exactamente. – Dijo una vez más sin dejar de ver a ambos.

-Archie y Annie estaban juntos cuando pasó… - Dijo Candy con pena de revelar que su hermana y su primo estaban teniendo relaciones cuando ella se desmayó. Anthony la miró sin comprender qué significaba que estaban juntos, porque eso era obvio para él, estaban juntos cuando ella se desmayó.

-Lo que Candy quiere decir es que Annie y yo hacíamos el amor cuando se desmayó… – Dijo Archie ya sin la pena que había sentido al principio. Anthony abrió los ojos sorprendido por lo que su primo le revelaba.

-¿Estaban juntos? – Preguntó Anthony ya con el significado correcto de esas palabras. Archie asintió.

-No es la primera vez que estamos juntos… - Dijo Archie sentándose en el sillón frente a la cama. Anthony y Candy se miraban seguros que no era la primera vez, no en vano estaba Axel con ellos. – El día que Stear y Patty se casaron… nosotros también estuvimos juntos… - Dijo Archie ante el asombro de la pareja de rubios.

-Pero… yo llevé a Annie a una habitación… - Dijo Candy intentando recordar en qué momento podría haber sucedido.

-Busqué por todo el piso hasta que la encontré. – Dijo Archie avergonzado por descubrirse de esa forma.

-¿Pero qué estabas pensando? – Preguntó Anthony con reclamo a su primo.

-Ese es el punto Anthony, en ese momento no estaba pensando con la cabeza, estaba borracho y…

-¡Ya basta de utilizar esa excusa Archie! – Dijo Anthony levantando un poco la voz para llamar la atención de su primo. Archie lo miró con sorpresa. – Cuando estuviste con Terry fue la misma excusa que diste. – Dijo de nuevo molesto con el diseñador. Candy guardaba silencio porque sabía bien que su esposo tenía razón para estar molesto. – Te has escudado cada vez en tus borracheras para disculpar tus errores, ¡Esto tiene que parar! Has lastimado a Annie muchas veces con tú comportamiento, pero ahora tienes un hijo, un hijo que no se merece que su padre siga actuando de manera estúpida. – Decía el rubio de manera seguida, no podía dejar de reclamar todo lo que su primo había hecho con su vida los últimos años. – Te quisiste convencer que Terry era la persona adecuada para ti, nosotros respetamos tu confusión a pesar que sabíamos que no era así, sin embargo cambiaste tu apariencia, tu manera de vestir, tu caminar, incluso te atreviste a negar que Axel era tú hijo…

-¡Anthony! – Dijo Candy para señalar que Axel estaba dormido muy cerca y que podría escucharlo.

-Perdón… - Dijo el rubio guardando silencio, caminando de un lado a otro molesto con todo lo que su primo hacía. – No me extraña que Annie se haya desmayado. – Dijo mirando a Candy fijamente, la rubia comprendió y salió de la habitación asintiendo a su pedido en silencio.

-Anthony, sé que mi vida ha sido un desastre tras otro. – Dijo Archie apenado con su primo. Anthony lo escuchaba sin creer ya en sus palabras. – Pero te aseguro que amo a Annie, estoy completamente seguro de ello. – Decía el diseñador sincero en sus palabras, pero Anthony ya no podía creer en lo que decía. – Desde que Axel llegó a mi vida y descubrir que Annie se ha encargado de alimentar ese amor que yo no le había brindado me fue ayudando a descubrir poco a poco que ella ha sido la única persona que he amado en mi vida. – Decía con las lágrimas a flor de piel, buscando que su primo confiara en él una vez más. – Cuando estuve con ella en Lakewood me di cuenta que era con la única que quería estar, pero su rechazo me hizo volver a negar que la amaba… y cuando viajamos a la otra línea del tiempo y vi el amor que Archie tiene por Annie, me di cuenta que todos estos años solo estuve negándome a mis verdaderos sentimientos, a mi verdadera naturaleza Anthony… - Le decía ansioso. Anthony lo miró no muy convencido de que era verdad. – La amo Anthony, amo a Annie como jamás pensé amaría a alguien, amo a mi hijo con todas mis fuerzas y no soporto la idea de verla en esa cama sin sentido después de que le hice nuevamente el amor, siento que fue mi culpa, temo haberla lastimado tanto que ya no quiera despertar y la idea de no volver a ver sus ojos, de no volver a sentirla, de no volver a amarla ¡Me está volviendo loco de la desesperación! – Dijo una vez más el diseñador, terminando por fin en llanto hincado frente a Anthony mientras apretaba sus ojos y su boca para evitar gritar del miedo que sentía.

-Tranquilo Archie. – Le dijo Anthony acercándose a él, podía ver su miedo y su sufrimiento. – Annie va a despertar por eso no te preocupes, con lo que has dicho creo tener una idea qué es lo que le sucede. – Dijo de nuevo a su primo, quien se sintió un poco más renovado al ver que su primo le daba una respuesta más esperanzadora.

-¿Qué es lo que tiene Anthony? – Preguntó Archie levantándose del lugar donde había caído.

-En unas horas tendré los resultados Archie, por favor ten paciencia. – Le dijo Anthony apoyando su mano sobre su hombro. Archie asintió intentando tranquilizarse.

-Archie… - La voz de Annie invadió la habitación. Salía como un suave murmullo de sus labios y Archie de inmediato se acercó a ella.

-Annie, mi amor ¿Cómo estás? – Preguntó Archie al ver que la joven abría los ojos confundida por el lugar en el que estaban.

-¿Qué sucedió? ¿Dónde estamos? ¿Y Axel? – Preguntó de pronto por su hijo intentando levantarse de la cama.

-No es recomendable que te levantes Annie. – Dijo Anthony acercándose a ella para revisarle la vista. Archie se hizo a un lado para permitirle a su primo la checara mejor.

-Axel está dormido aquí enseguida de ti. – Le dijo Archie a la joven para tranquilizarla. – Y tú… tú me has dado el mayor susto que he recibido en toda mi vida… - Le dijo tomando su mano para después besarla en repetidas ocasiones. Anthony continuaba con su revisión mientras las mejillas de la pelinegra se encendían espontáneamente ante la actitud del diseñador.

-¿Qué me sucedió Anthony? – Preguntó Annie intentando evitar las atenciones de Archie.

-Te desmayaste. – Dijo Anthony en respuesta, Annie lo observó esperando que le diera más detalles. - ¿Te has sentido cansada últimamente? – Preguntó ya cómo médico a su paciente. Annie asintió. - ¿Falta de apetito? ¿Sueño? ¿Falta de aire? ¿Sofocos, mareos? – Preguntaba una y otra vez y a cada pregunta Annie asentía confirmado cada uno de los síntomas que tenía.

-¿Qué tiene Anthony? – Preguntó Archie preocupado por ella. Anthony lo miró con ganas de darle un coscorrón.

Annie miró a Archie con temor, después de las preguntas hechas ella también había caído en cuenta para dónde se dirigían sus sospechas. Anthony la miró asintiendo para corroborar que su sospecha era la que ella estaba pensando.

-Pero no puede ser. – Dijo Annie con preocupación, no por el resultado, sino porque su relación amorosa nuevamente estaba comprometida, no tenía la certeza que Archie fuera diferente esta vez. No tenía una pareja estable y temía haber vuelto a cometer el mismo error de su pasado.

-¿Qué sucede? – Preguntaba Archie cada vez más desesperado por saber lo que estaba aconteciendo.

-Anthony piensa que estoy… - Dijo Annie mirando a Archie con temor, no podía evitar recordar su reacción en el pasado y temía que volviera a dudar de ella y de su paternidad, después de todo hacía muy poco tiempo que había roto su relación con Jhon.

-¿Qué estás qué Annie? – Preguntaba Archie sin soltar su mano. La mirada de Annie se humedeció al ver que el diseñador realmente estaba preocupado por ella, sus ojos le advertían que tenía miedo de lo que pudiera sucederle.

-Anthony piensa que estoy embarazada, pero eso es imposible porque yo me estaba cuidando hasta hace muy poco y no es posible que haya quedado embarazada de repente. – Decía Annie sin parar, observando a Archie, quien la miraba con los ojos bien abiertos sin poder creer lo que decía la joven que ahora sabía amaba de verdad. – Archie… - Le dijo Annie al ver que no hablaba, al ver que no reaccionaba ni para bien ni para mal con aquella posible noticia. – No es todavía algo confirmado… además no tienes que temer tal vez ni siquiera es tuyo… - Dijo con el dolor atragantado en su garganta, recordando una vez más el momento que le había informado de Axel.

-¿Estás seguro? – Preguntó Archie a Anthony. Su mirada se había desviado de Annie, sin embargo su mano seguía aferrada a la mano de ella.

-Aún no estoy seguro, como te digo acabo de ordenar la prueba de embarazo, Candy se acaba de encargar de ello. – Dijo Anthony en respuesta a la pregunta de su primo. Anthony observaba a Archie esperando que volviera a ser el mismo joven inmaduro de antes. – Annie… - Dijo Anthony a la joven que había comenzado a sollozar. – Tranquila, necesito que me respondas unas preguntas antes de hacer conclusiones que no son. – Dijo de nuevo mirando a la joven, ella lo miró con temor en sus ojos, sin embargo ella había madurado mucho antes que Archie, asintió intentando hacer frente una vez más a ser madre soltera. – ¿Quieres hablarlo a solas? – Preguntó mirando a Archie para que abandonara la habitación.

-De ninguna manera. – Dijo Archie de inmediato, poniéndose de pie para asegurar que no saldría de la habitación. – Quiero saber todo esta vez… no quiero perderme nada… no de nuevo… - Decía decidido a formar parte del embarazo de Annie a pesar de que esta vez ella misma le aseguraba que podría no ser de él.

-¿Estás seguro? – Preguntó Annie con el dolor latente en su corazón. Archie asintió y volvió a sentarse a su lado.

-Jamás había estado tan seguro en mi vida Annie. – Dijo Archie tomando una vez más su mano para besarla con delicadeza. Annie comenzó a llorar por la acción del diseñador quien se esmeraba por calmar cada una de las lágrimas que bajaban por su hermoso rostro.

Annie estaba segura una vez más que el bebé que posiblemente estaba esperado era de Archie, pero temía hacerse ilusiones porque su médico le había dicho que después de dejar las pastillas podría tardar por lo menos seis meses o más en quedar embarazada, si eso era lo que andaba buscando, sin embargo ella no buscaba un nuevo embarazo, había dejado de cuidarse porque ya no tenía nada que ver con Jhon y no tenía caso seguirlas tomando si no tenía planeado tener una relación con nadie, incluso con Archie. Anthony la miró una vez más y Annie asintió accediendo a que le preguntara lo necesario.

-¿Hace cuánto tiempo dejaste de tomar las pastillas anticonceptivas? – Preguntó Anthony con su tabla en mano para anotar todo lo que ella pudiera proporcionarle.

-Hace tres meses. – Respondió Annie segura del tiempo que las había dejado.

-¿Tú último período cuándo fue? – Preguntó el rubio de nuevo. Annie guardó silencio por un momento para pensar la última vez que lo había tenido, cayendo en cuenta que no estaba muy segura cuándo había sido.

-Lo tuve después de dejar las pastillas… - Dijo Annie recordando que ese día había subido su último video. – Y quince días antes de la boda de Patty y Stear… - Decía pensativa, no recordaba muy bien si eran doce o quince días antes de haber estado con Archie.

-No te preocupes Annie de todas formas hay otras maneras de saber el tiempo aproximado que tienes de embarazo. – Dijo Anthony para no generarle más estrés a la joven.

-Eso es si realmente estoy embarazada. – Dijo Annie con la esperanza de que tuviera un descontrol hormonal por las preocupaciones que tenía últimamente y por haber dejado de tomar anticonceptivas. Archie la miró con ternura, él deseaba tanto que estuviera embarazada, algo le decía que así era y que aquel pequeño que ella llevaba en su vientre era de él y solo de él.

-Tengo los resultados. – Dijo Candy entrando de pronto a la habitación.

-¿Tan pronto? – Preguntó Anthony sorprendido porque su esposa había sabido presionar al laboratorista una vez más.

-Sabes que puedo ser muy insistente. – Dijo Candy con una sonrisa al ver que su esposo la miraba con travesura.

-Eso lo sabemos todos. – Dijo Archie con una sonrisa nerviosa a la rubia.

-Creo que eres tú la que debe ver el resultado Annie. – Dijo Candy extendiendo el sobre a su hermana, quien lo tomó con temor ante la mirada de todos puestos en ella.

-Archie, quiero decirte que si sale positivo de ninguna manera quiero que te sientas obligado…

-¡Pero por supuesto que sí! – Dijo Candy para sorpresa de su hermana, interrumpiendo lo que quería decir la pelinegra. – Archie tiene la obligación de hacerse cargo de ese bebé desde un principio. – Dijo la rubia segura que su hermana estaba embarazada y que Archie era el padre del producto.

-Candy, no creo que Archie tenga que hacer algo por obligación…

-Candy tiene razón Annie. – Dijo Archie apretando con cuidado la mano de Annie, ahora estaba dispuesto a estar con ella en todo momento. – Si realmente estás embarazada te prometo que estaré ahí para los dos… para los tres… - Dijo mirando a Axel quien seguía dormido en la cama contigua.

-Pero aún no estoy segura que… - Dijo Annie comenzando a llorar nuevamente.

-Ábrelo. – Dijo Candy insistente para que su hermana por fin abriera el resultado, aunque ella ya sabía lo que se especificaba en esa hoja de papel.

-Es… - Dijo Annie comenzando a llorar con mayor intensidad, sus lágrimas abundaban en sus ojos impidiéndole leer con claridad aquella palabra que decía positivo con letras mayúsculas y en negrilla. – Positivo… - Dijo con la voz ahogada. Archie sonrió entre feliz y nervioso, no sabía cómo actuar, sentía una alegría enorme pero también un miedo terrible por volverlo a echar todo a perder.

-Annie… - Dijo besando su mano una vez más de manera repetitiva. – Te prometo que estaré a tu lado siempre, ni tú, ni Axel, ni este bebé estará nuevamente solo…

-Aún no sabes si es tuyo… - Dijo Annie de pronto. Archie dejó de hablar sorprendido por las palabras de la joven. – No sé cuánto tiempo tengo de embarazo y…

-Annie… - Dijo Candy interrumpiendo ahora ella a su hermana. – Tú sabes quién es el padre de ese bebé… - Dijo la rubia segura de que así era.

-Pero tal vez Archie requiere una prueba de ADN para estar seguro, no quiero que tenga ninguna duda como con Axel. – Decía la joven impaciente por demostrar a Archie que realmente él era el padre de su hijo.

-Annie tranquila… - Le decía Archie intentando tranquilizarla.

-Candy, ¿Se puede hacer una prueba de ADN antes de que nazca el bebé? - Preguntó Annie con curiosidad a ambos médicos.

-Puede hacerse. – Dijo Anthony un tanto contrariado por la situación. – Pero es muy peligroso para el producto, incluso puede generarse un aborto espontáneo si se realiza. – Dijo el rubio con su expresión un tanto inconforme y molesta por la situación.

-No permitiré que te arriesgues o arriesgues a nuestro hijo. – Dijo Archie seguro que él era el padre de la criatura, no quería dudar de Annie nuevamente, ella había dicho que había tenido su período antes de la boda de Stear y ahora no tenía motivos para dudar de ella y no quería hacerlo. Annie lo miró comenzando a llorar de nuevo.

-Annie por lo que has dicho cuando estuviste con Archie podrían considerarse tus días más fértiles, además no es del todo cierto que tengas que esperar de seis meses a un año para quedar embarazada después de haber dejado las anticonceptivas. - Dijo Anthony mirando a Annie y a su esposa para que apoyara lo que decía.

-Anthony tiene razón Annie. – Dijo Candy acercándose a ella. – Además, recuerdo que hace como un poco más del mes te di todas mis toallas porque yo ya no las necesitaría. – Dijo Candy recordando que le había dado sus toallas sanitarias. - Ese día te quejaste de tú síndrome premenstrual. – Dijo de nuevo la rubia. Annie se sorprendió de que la doctora se acordara mejor que ella de cuando había sido su último periodo.

-Annie, ese bebé que esperas es mío… es nuestro… y te prometo que yo los cuidaré a los tres. – Dijo Archie besando ambas manos de la joven, quien lo veía con los ojos incrédulos por las palabras que él le recitaba.

-¿Voy a tener un hermanito? – Preguntó Axel de pronto, quien se había despertado por fin después de tanto escándalo que había en la habitación. Annie lo miró sin saber qué contestar y Archie lo miró para después acercarse a él y tomarlo entre sus brazos para llevarlo hasta su madre.

-Así es hijo, tú mamá y yo pronto te daremos un hermanito. – Dijo Archie besando la frente de Annie y después la de Axel. – Y les prometo que yo los cuidaré a los tres y jamás, jamás me separaré de ustedes nuevamente. – Dijo haciendo la promesa de que esta vez todo sería distinto, él se encargaría de su familia ahora y para siempre y dejaría atrás al Archie egoísta e inmaduro que había sido por tanto tiempo.

Anthony y Candy miraban felices a la familia de su primo, quienes sonreían ilusionados por las noticias recibidas, Anthony sobre todo era el que más ganas tenía de creer que por fin su primo había sentado cabeza y que ahora sí vería por Annie y su hijo. Candy le sonrió con una lágrima en sus ojos, profundamente conmovida por la escena que protagonizaban los jóvenes.

Continuará…

Llegamos al final del capítulo, espero que les haya gustado. Muchas gracias por estar al pendiente de la actualización.

TeamColombia:

Hola hermosas ¿Cómo están? ¿Cómo les fue el fin de semana? Espero que les haya ido muy bien. Muchas gracias por sus lindos comentarios, esperemos que Albert realmente haya encontrado su media naranja y no continúe con sus pleitos jijijiji. Muchas gracias por comentar amigas, en serio que me alimentan la imaginación con sus comentarios. Les mando un fuerte abrazo y mi más profundo agradecimiento.

Rose1404:

Hola hermosa! como siempre un placer y una alegría saber que están muy bien. Sí! el baile de Albert debió haber sido muy divertido para los que veían la situación, pero no para los pies de Alber jijijiji. Stear es un personaje adorado, me encanta su sentido del humor y me esfuerzo cada vez más por no decepcionarlos. Muchas gracias por tus lindos comentarios mira que se agradece que te des el tiempo por leer y comentar. Te mando un fuerte abrazo amiga.

Mayely León:

Hola hermosa, me alegra que tengas tiempo libre para ti, así puedes relajarte un poco y si es leyendo mis historias mejor para mí jijiji. Creo que Albert a pesar de que no supera a Candy del todo por lo menos sabe que ella es feliz y al parecer al momento eso le alcanza para mantenerse al margen de su relación y dejarla ser feliz. Muchas gracias por comentar hermosa, te mando un fuerte abrazo y saludos para ti y toda tú familia.

María José M.:

Hola hermosa! ¿Cómo estás? Espero que tengas una excelente semana. Me alegra como siempre leer el fin de semana tus comentarios, te juro que a veces me hacer reír con lo que comentas y eso me alegra bastante. Muchas gracias por tus lindos comentarios ¿Qué te puedo decir? Amo a Stear, es un personaje que siempre adoré creo que me identifiqué con él porque en mi casa somos tres mujeres y yo era la de lentes, así que me gustaba el de lentes, pero insisto me gustaba para mí jajajaja no para Candy, Stear es el chico guapo, inteligente, simpático, bromista y caballeroso que me derrite, lástima que no existe en la vida real jajaja. Hermosa te mando un fuerte abrazo, espero que estés muy bien y muchas gracias por comentar cada uno de los capítulos, te juro que me encanta que lo hagas.

lemh2001:

Hola hermosa, siento mucho leer que tuviste enferma a tu mamá, ¿Cómo está? Espero que esté mucho mejor, cuídala y consiéntela mucho, te aseguro que hasta esos momentos tan preocupantes y difíciles después son valorados, te deseo de todo corazón que se recupere pronto. Muchas gracias por leer y comentar, te mando un fuerte abrazo y mis mejores deseos para tu mami.

Julie-Andley-00:

Hola hermosa, espero que estés muy bien y pronto puedas retomar la lectura.

Silandrew:

Hola hermosa, espero que estés mucho mejor y que ya puedas hacer tu vida más tranquila y normal. Te mando un fuerte abrazo.

Muchas gracias a todas y cada una de las personas que leen y están pendientes de la actualización de cada capítulo, gracias por leer y gracias por comentar.

GeoMtzR

30/10/2023.