Conversación: "Si Fuera Tan Fácil"

Narración: Si Fuera Tan Fácil

Sistema Desconocido

Espacio Desconocido

Afueras de la Instalación 05

3 de noviembre 2552

0143 horas

POV Ethan

El Inquisidor subió al tanque Wraith de R'tas, mientras que él junto a otros 3 elites se montaban en un Specter, el resto del escuadrón iría a pie, ya que no teníamos suficientes vehículos.

"Aquiles, necesito tu apoyo, estaremos vulnerables durante el trayecto, este camino está rodeado de montañas, no quiero sorpresas" —Ordeno viendo cómo se empiezan a ir primero los vehículos para despejar camino—.

El gigante metálico solo hizo una reverencia antes de desaparecer junto con toda la legión. Me giro para ver al resto que no sabía qué hacer ahora.

"Seguiremos avanzando, si encontramos vehículos por el camino, los toman, no perdamos tiempo" —Digo para empezar a trotar siguiendo a paso rápido a mis nuevos aliados—.

La batalla adelante era feroz, pero veloz, la unión Elite / Forerunner era terrorífica, mis hombres, sabiendo nuestro estado, mataban a los pilotos de Ghost dejando intacto el transporte para que los podamos usar.

Los caminantes poco a poco empezaron a conseguir vehículos, juntándose con la primera línea en avanzar a nuestro objetivo, que R'tas no ha dicho que es.

"Suba, Sacerdote, no puede quedarse atrás" Un Specter se detuvo a mi lado, contenía 3 Sangheili, todos de rango menor.

Me subo sin dudar a su costado de pasajero para de inmediato acelerar, alcanzando a nuestro equipo de asalto improvisado.

"Ahí, el cañón principal de ese Scarab derribará las puertas de la Sala de Control"

Lo que R'tas señalo fue un Scarab detenido enfrente de una estructura con un Phantom sobrevolando el vehículo ultra pesado.

"Al otro extremo hay un acceso a los acantilados, deberá tomarlo para llegar hacia el Scarab"

Al instante todos avanzamos para llegar a esa entrada, obviamente encontrando refuerzos enemigos resguardando el lugar.

El valle completo estaba lleno de vehículos enemigos, el vello paisaje verde contrastaba con el equipamiento morado del Covenant.

El plasma volaba de un lado a otro.

Se sentía distinto, ver los mismos proyectiles dirigirse hacia ti, pero que tus aliados sean los que se supone que deberían matarte era algo bizarro que no muchos creerían si se los contara.

Cuando llegamos a donde el Scarab, este no se movía, lo cual era bueno, ya que significa que no tienen pilotos, lo malo eran los 2 Wraith defendiéndolo.

"¡Acaben con esos pesados!" —Ordene mientras sacaba mi Rifle Binario empezando a dañar la coraza del tanque—.

En un instante, Aquiles aparece encima de uno de los tanques, arrancando la tapa de este y atravesando el cráneo del conductor, matándolo y deteniendo el vehículo al instante.

Pasamos por debajo del Scarab viendo una puerta gigante con un escuadrón Brute resguardándola y gracias al fuego pesado de los tanques no fueron ningún problema.

"Vaya Inquisidor, yo me quedaré aquí para asegurarme que no le sorprendan refuerzos por la espalda, entonces, pienso recuperar ese crucero" —R'tas mencionaba mientras nos apuntaba a un Carguero de Asalto Clase-CAS que estaba reposando dentro de la atmósfera. Los demás Elites se quedarían con él para defender el lugar—.

Thel al abrir la puerta se encontró directamente con 2 Hunters en la sala junto a un Sangheili menor, con su característica armadura azul detrás de unas cajas de municiones, sin obviar los cuerpos muertos enfrente de ellos.

"¡¿Inquisidor?! Lo daba por muerto. Alto al fuego. Los Hunters han venido a ayudarnos Inquisidor, lucharán a nuestro lado" —Al terminar eso los Hunters empezaron a cargar sus cañones al verme detrás de su Inquisidor—.

"No disparen, viene conmigo" —Aclaro el Sangheili levantando ambos brazos, haciendo que los Hunter apagaran el fuego inminente—.

"Por los anillos Inquisidor, ¿lo dice en serio?" —Pregunto atónito el menor al verme entrar en la sala—.

"Tan serio como que debemos apresurarnos para tomar ese Scarab" —Dije mientras me colocaba delante de él—.

"Esta batalla será ganada, sin duda" —El menor respondió saliendo de su cobertura y rodeando el pilar que había en medio de la habitación junto a los Hunters—.

La puerta siguiente llevaba a otro pasillo característico de este puto lugar, y al finalizar había OTRA puerta, en esta, los Hunters se pusieron delante de la puerta al siguiente cuarto.

Segundos después, al abrirse las puertas, una torreta empezó a disparar a los Hunters, que amortiguaban sus disparos, dando oportunidad de que nosotros pudiéramos disparar a sus puntos abiertos.

Eran bastantes Brutes defendiendo un punto, pero nosotros también éramos muchos atacando un punto.

La plasma y energía volaban de un lado a otro, siendo nuestro lado el que mantenía el ritmo de los disparos, pasando unos momentos, los disparos acabaron, con nosotros saliendo victoriosos.

Cruzando puerta a puerta, había entre cuevas y salas completas de arquitectura Forerunner, todas llenas de enemigos. Intentando acabar con todos los Brutes y sus refuerzos para llegar al Scarab.

Todas las salas eran similares, con los pasillos estrechos, bien iluminados pero grisáceos.

Entramos en una sala de contención, o eso parecía al ver varios Elites y consejeros, como los llamaba Thel, encerrados en ellas. Este último liberó a todos, después de dar una pequeña explicación sobre la tregua que habíamos hecho para acabar con los Brutes.

Cabe destacar que mi llegada con mis Caballeros fue como una venida divina para ellos, por lo que fui... ¿Bien recibido?

"Esto debe ser el apocalipsis si el propio Sacerdote está apoyándonos" —Un consejero menciono sorprendido de verme—.

"No, solo vino a terminar con nosotros" —Un Elite menor hablo desconfiado—.

"Cierra tus mandíbulas, hereje. Nos ha liberado de nuestro encierro, sé más agradecido" —El mismo consejero refuto gruñéndole en la cara al otro—.

"Dejen de discutir, no podemos perder tiempo. Aquiles, defiende esta sala, no permitas que nadie suba, te mantendré actualizado" —Dije cerrando el caso y avanzando a la última puerta—.

"Como ordene mi señor" —Aquiles dijo mientras se teletransportaran 4 caballeros Prometeos más en la sala—.

"Esto quedará grabado en la historia" —El consejero dijo blandiendo su espada con emoción—.

Varias rampas después logramos ver la luz del exterior junto con una voz conocida.

"Con el mío bastará, maten al resto" —Tartarus ordeno por el comunicador del Inquisidor, al parecer no les importaban seguir usando los mismos canales a pesar de saber que los Elites los escuchaban—.

Había 5 Brutes en el exterior junto a Johnson, Stacker y otro hombre, que no había visto.

Sin perder tiempo, dispare mi Rifle de Luz en la cabeza del Brute más cercano a los marines, dando oportunidad a Johnson de subirse al Scarab, al tener a los monos concentrados en nosotros.

Un Watcher se colocó enfrente mío, utilizando su escudo, amortiguando los disparos enemigos y dando oportunidad al resto de acabar con el resto, que no tuvieron oportunidad de pelear al ser nosotros más en número.

Segundos después, el Scarab se movió enfrente de nosotros, completamente activo.

"Ethan, me alegro de verte muchacho" —La voz de Johnson sonó por mi radio, sonaba contento.

"A mí más, fumador compulsivo, me alegra que no te hicieran nada" —Dije mostrando mi rostro para que él lo viera a través del Scarab—.

"Luego hablaremos de tus apodos solecito, por ahora quiero hablar con tu amante" —Dijo el sargento, obviamente mencionando al Inquisidor—.

"Escucha, no te gusto, y está muy claro que tú a mí tampoco, pero si no hacemos algo el Pelos de Escobeta va a activar el Anillo... y todos moriremos" —Johnson hablo por la megafonía del Scarab queriendo declarar un pacto, otro pacto—.

"Tartarus se ha encerrado en la Sala de Control" —El Inquisidor decía apuntando en dirección del sitio en concreto—.

"Bueno, resulta que tengo una llave" —Dijo abriendo el cañón de enfoque principal del Vehículo Ultra pesado—.

"Vamos, consigan un Banshee y denme algo de cobertura. Sabrá que vamos".

"Como diga Sargento, camine rápido" —Dije mientras veía a 2 Banshees llegar a la plataforma—.

"Tome mi Banshee Inquisidor" —Un Elite menor salió de uno de los Banshees ofreciéndoselo a Thel—.

"Usted tome el mío Sacerdote" —Un Elite mayor dejo el segundo Banshee a mi disposición—.

Agradecí al Sangheili para subirme al Vehículo aéreo y empezar la travesía de cruzar las montañas defendiendo el Scarab.

"Cañones de luz. A los costados" —Ordene en mi mente, para ver 2 destellos de luz aparecer en los costados del Scarab, haciendo este extremadamente duro vehículo aún más complicado de derribar—.

Montañas verdes y deformaciones rocosas adornaban el valle, era hermoso, ignorando la cantidad de tanques y Banshees enemigas que intentaban detener nuestros avances, sin éxito alguno por la alta artillería del Scarab y los agregados Forerunner en él.

Saliendo de las boscosas montañas llegamos a una playa que conecta con un océano cristalino y en medio del agua estaba una gran estructura metálica. Era la Sala de Control del Halo.

"Apártate de la puerta" —Johnson avisaba mientras el cañón principal se empezaba a cargar—.

"Hey, bastardos, knock knock" —El cañón de inmediato disparo su rayo de enfoque en la puerta principal, que después de unos segundos, la entrada exploto en una bola de fuego, dando vía libre a nosotros—.

"Llego la hora Inquisidor" —Dije por la radio mientras acercaba mi Banshee a la plataforma para aterrizar—.

Al bajarnos, la entrada echaba mucho humo, al entrar tuvimos que agacharnos en ciertos caminos al haber muchos escombros de la puerta y la sala en sí, que fueron destruidos por el cañón del Scarab.

Llegamos a otra puerta intacta, que al entrar estaba una gran sala con la misma estructura grisácea clásica Forerunner con rampas y una enorme puerta al final del cuarto.

También por el medio del cuarto, había como un camino pequeño en forma de túnel, no sé si era para mantenimiento o para que agua pasara, pero estaba vacía y llegaba por debajo al otro lado de la sala también, nada en especial.

De la puerta grande al fondo salieron 5 Brutes. Sin perder tiempo, invoque a todos mis caballeros con Aquiles enfrente.

El fuego combinado de nosotros, junto al hecho de que el escuadrón Brute estaba muy junto, fue demasiado fácil acabar con ellos. Aunque debo decir que se mostraban más... desesperados en mantenernos fuera, al ver a sus compañeros caer, se lanzaron directamente a los golpes como para hacernos retroceder.

Eso demuestra que estamos más cerca de la Sala de Control de lo que pensé.

Al cruzar la puerta gigante, se vio un pasillo demasiado similar a la Sala de Control de la Instalación 04, por no decir idéntico.

Al cruzar el largo pasillo, la puerta final se abría poco a poco y estábamos listos para el confrontamiento que definiría si vivíamos... o desapareceríamos como los Forerunner.

Al abrirse la puerta, en silencio, había 4 Brutes junto a Tartarus y Miranda, en algo parecido a un puente con el tablero de control al final.

La habitación era absolutamente inmensa, este era la boca de cañón del Halo.

"Ven, humano, es sencillo, recoge el icono con tus manos" —Tartarus estaba del otro lado del puente sosteniendo a Miranda del cuello, gruñendo de frustración.-

"Y has lo que se te ha dicho" —Termino de hablar, golpeando el tablero con fuerza—.

"Por favor, con cuidado, este Reivindicador es delicado" —No es posible... ¡¿Qué hace el aquí?!—.

Yo destruí a esa cosa en la Instalación 04, no puede estar aquí.

"¡Una palabra más Oráculo y te arrancaré el ojo!" —Amenazo el cacique al monitor que estaba en la mano de otro Brute guardia—.

Miranda gritó de dolor al sentir su cuello ser aplastado por la mano de Tartarus y me hervía en la sangre.

"Que no es nada si lo comparamos con lo que te haré a ti"

"Tartarus, alto" —Thel interrumpió mostrando su presencia... nuestra presencia—.

"Es imposible" —La voz de Tartarus sonaba anonada, girándose hacia nosotros—.

"Deje el Icono" —Dijo fríamente al cacique—.

"¿Dejarlo? ¿Y desobedecer a los Jerarcas?" —Contesto el Brute estupefacto, como si sus palabras fueran idioteces—.

"Hay cosas acerca de Halo que ni siquiera los Jerarcas comprenden" —Dijo calmadamente el Sangheili devuelta, encendiendo al cacique—.

"Cuidado Inquisidor, lo que dices es Herejía" —La furia en su voz era evidente—.

"Alguien está delirando" —Dije burlándome de su desesperación—.

"¿Ah sí? Oráculo, ¿cuál es el propósito de Halo?" —Pregunto Thel ignorando la rabieta del mono—.

"En conjunto los siete..."

"Ni una palabra más" —Lanzo Tartarus a Miranda detrás de él, tomando al Oráculo de la mano de su guardia, intentándolo hacer callar—.

"Por favor. Mejor no toques nada" —Llego Johnson con un Rifle de Haz en mano amenazando al grupo. Esto altero a los guardias que gruñían a nuestro Sargento—.

"Si quieres que tu cerebro siga en tu cabeza, diles a esos chicos que se queden quietos" —Amenazo este a Tartarus moviendo un poco el rifle, haciéndole recordar quién está con el arma desenfundada—.

"Adelante, haz lo que te toca"

"Los anillos sagrados, ¿qué son?" —Pregunto Thel al ojo volador—.

"Son armas de último recurso, construidas por los Forerunner para destruir posibles huéspedes Flood, haciendo a los parásitos inofensivos" —Explicaba Spark—.

"¿Y esos que hicieron los anillos? ¿Qué les pasó a los Forerunner?"

"Después de agotar todas las actividades estratégicas, mis creadores activaron los anillos, ellos, junto con toda la vida existente a tres radios del Centro Galáctico, murieron, tal y como estaba previsto. ¿Quieres ver los datos relacionados?" —Thel bajaba su rostro, decepcionado y sinceramente parece darse cuenta de que fue usado—.

"Tartarus, los Profetas nos han traicionado"

Tartarus, en un momento de desesperación y demencia, lanza a Spark a la cabeza de Johnson, derribándolo y utiliza la mano de Miranda para activar el anillo.

"No, Inquisidor, el Gran Viaje ha comenzado, y los Brutes, no los Elites, serán la escolta de los Profetas".

En todo el área empezaron a moverse torres y un rayo salió hacia arriba, siendo el cañón principal preparando el disparo definitivo.

"Los escoltarás al infierno maldito animal" —Dije corriendo a máxima velocidad, tomando por sorpresa a los Guardias, para luego dar una patada tan fuerte que lanzo a Tartarus a la plataforma del medio donde se encontraba el rayo, consistía en 3 plataformas, de primera era pequeña, la segunda más grande y la última de igual tamaño que la primera—.

Un grupo de Elites junto al Inquisidor, acabaron de manera rápida con los 4 guardias que acompañaban al mono albino.

Salte a donde la plataforma, para ser casi recibido con un golpe crítico del martillo de Tartarus, que pude esquivar con suerte.

Me lanzo a un costado para sacar mi Supresor, intentando acabar con sus escudos.

"Has tenido suerte, pero no lo repetirás" —Tanteaba el albino intentando acercarse—.

"Y tú no tienes a dónde huir estúpido" —Dije sacando mi sable de luz, lanzando un tajo directo a su rostro, que fue detenido por la energía gravitatoria de su martillo—.

"¿Quieres venganza? ¡Pues ven, aquí esto!" —Contesto intentando asestar un golpe en mi torso, me lo repelí con mi telequinesis, desviando ligeramente la trayectoria de este, haciendo que rozara con mi traje, dándome tiempo de retroceder—.

En mi enfrentamiento directo se unió 'Vadam a la pelea con su propia espada, dándole un tajo en su espalda, quitando sus escudos por un momento.

Aprovecho esto y aparezco mi Dispersador para desintegrarlo, pero esos segundos los aprovecho para empujar con su martillo lejos al Inquisidor y restaurar su escudo, tragándose mi disparo e intentar volver a golpearme, esta vez si dándome.

"Iniciando secuencia de carga, activando generadores principales" —La voz de Spark sonaba de fondo mientras esquivaba en el suelo los pisotones del gorila, evitando morir—.

"Bueno, apágalos" —Miranda decía angustiada—.

"Mis disculpas, el protocolo no me permite interferir en ningún aspecto de la secuencia" —Un disparo de un rifle de Haz, desactivo el escudo de mi oponente, dándome oportunidad de patear su rostro para que este retrocediera contra el Inquisidor, logrando este darle un tajo a su espalda y escuchando su gruñido de dolor, fue efectivo, pero no se rendía, volviendo a activar su escudo e intentando alejar la Elite de él con su martillo—.

"¿Entonces cómo lo paro?" —Seguía insistiendo Miranda al puto Monitor que no hacía más que ver—.

Disparo mi Escopeta con la intención de destrozar su escudo, funcionando, pero quedándome sin munición, sin perder tiempo, saco atraigo mi sable del suelo para encenderlo y atacar ferozmente a mono sin darle oportunidad de regenerar su única protección.

"Bueno, llevará cierto tiempo seguir los procedimientos adecuados, pero-"

"No des largas" —Interrumpió Miranda para que se apresurara—.

"En circunstancias más controladas sugeriría que el Reclamador simplemente retirara el Índice" —Por fin dio la solución el ojo volador, antes de yo ser lanzado varios metros por un golpe gravitatorio contra el suelo del martillo y un puñetazo del mismo Tartarus en mi cara, quitando un poco de mi coraza facial—.

"¿Nada más? Johnson, estoy en ello"

"Aguante, señora, no hasta que ese Brute esté muerto" —Contesto el Sargento disparando su rifle de Haz volviendo a destruir su escudo—.

Ya harto de verlo recuperarse a cada rato y adolorido de ser lanzado como trapo sucio. Desactivo mi casco y pego un grito furioso, lanzando mi sable contra el inactivo martillo en su mano usando mi telequinesis para que vaya más rápido, enterrándose en su piedra magnética que estallo por la energía expuesta, desactivando su escudo y desintegrando mi sable.

Viendo desarmado al gorila, corro contra él con toda mis fuerzas y me lanzo de rodillas contra su rostro, derribándolo y yo encima de él.

Golpeó con todas mis fuerzas repetidamente en su rostro, mis puños siendo sombras por la velocidad y sangre roja salpicaba en mi rostro por el desastre que le hacía a su cara, para luego invocar una espada Prometea y con un último grito de esfuerzo se la clavo en su pecho, viendo sus ojos tornarse rojos y empezar a salir de sus órbitas, dejando este de respirar.

El cacique había muerto en combate.

Tratando de recuperar el aire, me tiro de espaldas para descansar un poco.

Giro mi rostro hacia el rayo para ver a Miranda correr hacia él y tomar el Índice, cortando el rayo de forma repentina.

Pero un sonido extraño se escuchó, mande un Watcher al exterior para ver y lo que vi fue hermoso. La gran cantidad de energía recolectada del rayo, que se encontraba en la punta de la torre, se disparó hacia órbita y estallando en un festival de luces.

"¿Qué es eso?" —Pregunto Miranda al Monitor que venía con Johnson colgado de él, fue hilarante—.

"Una Baliza" —Contestó de manera simple Spark. Yo me estaba levantando del suelo para luego ver una enorme mano Sangheili en mi cara, era Thel—.

La acepto con gusto para este terminar levantándome de un tirón, no me sorprende.

"¿Qué está haciendo?" —Pregunta curiosa Miranda al ver el mapa del anillo con muchas cosas que no entendía—.

"Se comunica a velocidades superiores a la de la luz con una frecuencia de-"

"¿Comunicándose con qué?"

"Con el resto de las Instalaciones" —Esto... es nuevo—.

"Enséñamelo" —Ordeno la única mujer del lugar, para luego Spark cambiar del mapa del anillo, a un mapa estelar con más anillos repartidos—.

"Protocolo de emergencia, en caso de desactivación inesperada, todo el sistema pasará a modo espera, las plataformas restantes están preparadas para su activación remota"

"Esto no es nada parecido al otro anillo" —Dije a mí mismo sin interrumpir la conversación de enfrente—.

"Eso fue porque lo destruiste" —Contesto Thel que escucho mi comentario—.

"Touche"

"¿Activación remota? ¿Desde aquí?" —La irritación en su voz se empezaba a ser evidente—.

"No digamos tonterías"

"Mira campanita, no me obligues a-" —Johnson fue el primero en hartarse, pero fue detenido por la Comandante—.

"¿Entonces a dónde? ¿A dónde hay que ir para activar los demás anillos?"

"Pues al Arca, por supuesto" —Spark respondió como si fuera de conocimiento común—.

"¿Y dónde, Oráculo, está eso?" —Agrego 'Vadam ingresando a su conversación—.

Yo por mi parte me retiraba de la sala, había escuchado lo suficiente.

En la plataforma exterior me sentaba en la orilla, descansando después de las horas y horas de estrés continuo con sorpresas a cada esquina.

Los Sangheili ahora eran aliados momentáneos por la traición que le hicieron sus profetas y logramos, mejor dicho logre, matar al jefe de los Brutes. Esto debería de dejarlos perdidos estratégicamente, o eso espero.

Veo en la distancia nuestra fragata acercarse.

Parece ser que Keyes no dejo la nave descuidada, ahora sabiendo cómo funcionaba el Flood, no les dio oportunidad de hacerle nada.

En eso una memoria destello en mi mente, logrando levantarme de golpe.

"Vanja y Adam. Aquiles, ¿dónde están mis hombres?" —Pregunta alarmado, la situación con el Gravemind y la alianza Humana-Sangheili junto con la misión crítica de detener a Tartarus me hizo olvidar a mis chicos, no supe de ellos desde la emboscada de Thel en la Biblioteca—.

"Mis caballeros los pusieron a salvo cuando el Sangheili plateado los dejo inconscientes en mitad del pasillo" —Contesto Aquiles apareciendo a mi lado, señalando con su enorme espada a la Fragata—.

Suspire de alivio, volviendo a sentarme en el suelo. Aunque no tuve tanto contacto con el Flood como en la Instalación 04, la plática directa con el Gravemind me hizo pensar que sabremos de ellos tarde o temprano. Están evolucionando.

Dos Pelicans aterrizaron en la plataforma donde me encontraba, de ellas saliendo mi escuadrón junto a otro también de SCDO del segundo Pelican, de donde también salió el Capitán Keyes.

"Nos alegramos de que esté con vida, Capitán, ¿dónde se encuentra mi hija?" —Pregunto con algo de preocupación en su voz el Patriarca de los Keyes, donde yo solo apunte a la puerta destruida, detrás de mí, donde salió Miranda junto a Johnson—.

Esta misma se acercó a su padre para luego ser abrazado por él, sorprendiendo a la mujer pero no negando la muestra de cariño del hombre.

Justamente llego Sven guardando su rifle y lanzándose contra mi pecho, yo gustosamente la rodeé con mis brazos amorosamente, respirando su cabello que olía curiosamente a pólvora.

"No sabes el infarto que casi me das al ver a Aquiles traer a Adam y Vanja sin ti, pero si se comunicó conmigo hace varias horas que estabas bien y peleando para detener que el anillo fuese activado" —Sven decía preocupada tomando mi rostro en sus manos—.

"Yo también estaba preocupado por ustedes, no sabía qué les había pasado después de la emboscada en la Biblioteca... espera, dijiste que Aquiles te hablo" —Pregunte a mi chica que solo asintió su cabeza—.

Miro al gigante metálico a mi costado, con una ceja levantada, no me había dado cuenta en qué momento se había comunicado con ella.

"Estaba muy enfocado en detener la activación de la instalación que pase desapercibido, después de todo, usted fue el que me dio las órdenes de informar todo suceso a su mujer en caso de que usted no pudiera" —Aquiles respondió con su voz robótica, haciéndome reír a carcajadas—.

"Eres el mejor Aquiles, no sabes cómo te aprecio" —Dije sonriéndole extendiendo mi puño hacia él con la esperanza que lo respondiera con el suyo—.

Este miro su mano metálica para cerrarla en un puño y chocarla cuidadosamente con la mía.

"Aún te debo ese regalo de antes, pero... digamos que exploto en la pelea con Tartarus" Mencione a mi General haciendo que este ladeara su cabeza.

"Se refiere a-"

"A mi sable, sí. Mi intención era dártelo como muestra de gratitud... y amistad" —Interrumpí su oración con una propia—.

"Señor, no era necesario-"

"Oh, claro que lo era. Sin ti, ya hubiéramos muerto múltiples veces en nuestros combates, eres uno de los protagonistas de nuestra supervivencia y es algo que no podré pagar en su totalidad. Pero quiero que tengas en cuenta, si necesitas algo, no dudes jamás en pedírmelo"

"Lo agradezco mi señor. Lo tomaré en cuenta" —Contesto el Prometeo poniendo su brazo en su coraza, en señal de respeto—.

Y justamente, al terminar de hablar, detrás de Johnson salió la gran figura del Inquisidor Sangheili que alertaron a todos, incluidos mi equipo y mujer, que se pusieron enfrente mío, bloqueando mi visión, ya que aún me encontraba en el suelo.

"¡AQUILES!" —Grite alarmado mientras me ponía de pie—.

Este último se teletransporto delante del Inquisidor, haciendo que los chicos me miraran al ver a mi General enfrente de lo que era uno de sus más grandes enemigos mortales.

"Está con nosotros, chicos" —Dije poniéndome enfrente de todos, con Keyes sumamente confundido—.

"Él fue quien los ataco en la Biblioteca, quien hizo que Miranda y el Sargento Johnson fueran capturados"

"Suena muy loco y estúpido, lo sé... pero pasaron demasiadas cosas en las últimas horas" —No sabía por qué parte empezar en esta dudable historia—.

"Pues más vale que empieces a hablar soldado"

Giro con 'Vadam que me miraba de la misma manera que yo a él, con confianza.

"Bueno... que tal si empezamos con mi visita al Gravemind"

Nota de autor: Aquí está el capítulo 34, aquí está el capítulo que prometí y como dije anteriormente, subiré esto de manera irregular, ya que tengo que pensar en el resto de esta historia, y ojalá lo disfruten.

A medida que vaya publicando iré corrigiendo errores ortográficos, así que lo siento si se me paso algo.