Capítulo 2: Fundidora 66.

¡Germa 66!

Me paralizo por completo, ¿eso significa que reencarne en el mundo de one piece?

No esperaba este desarrollo, yo ya no puedo negar la realidad. Apretando los puños suspiro, si rencarne significa que tengo ventajas de viajero. Viéndolo así no sería una mala vida vivir en este cuerpo.

¡Sistema!

Nada aparece, vuelvo a llamarlo varias veces. ¡Sistema! ¡Sistema! ¡Sistema! ¡Sistema!

No hay resultados, al parecer reencarne sin beneficios. Suspirando encuentro el lado positivo de todo esto. Al menos estoy con vida, ¡sí! ese es el modo de pensar. Lo importante de vivir es vivir, ahora que este cuerpo se recuperó, no se siente mal respirar de nuevo.

Recapitulando: reencarne en one piece con un cuerpo de mujer, actualmente estoy en germa 66 y mis perspectivas de vida con el conocimiento de la historia son muy buenas. Si logro acercarme a alguna persona fuerte mi vida estará asegurada. Solo espero no caer en manos de un esclavista, este mundo es muy tétrico para las personas débiles.

Si recuerdo bien Germa 66 es un país independiente que se mueve, Vinsmoke Judge es el jefe y tiene 4 hijos de colores, entre ellos Sanji. Poseen una alta tecnología de clonación y lideran el bajo mundo. No recuerdo más cosas, no leí a detalle su historia.

Tocando la puerta me doy con el primer obstáculo a mi aventura, la manija de la puerta está rota. Mirándolo en suelo ahí esta la manija, lo tomo y intento colocarlo de nuevo.

Crack, tws tws.

Con un sonido extraño las luces se vuelven verdes, soltando humo blanco la puerta se comienza a abrir. El aire comienza a cambiar, ingresa un frio agresivo junto con el olor a pólvora.

¡Achú! Estornudo por el cambio brusco de temperatura. Asomo la cabeza y veo a personas disparándose con rifles antiguos. Uno de ellos que estaba cerca logra verme y se asusta, toma su arma y me apunta. Un frio intenso pasa por mi espalda como un rayo. 'Él quiere matarme'. Instintivamente me lanzo al suelo.

Pun! Una bala rosando mi cabeza. Sintiendo escalofríos trato de rodar a un costado. El hombre desesperado saca una extraña bola de metal negra y lo lanza a mi costado. Viendo como rueda soltando un ligero color rojo, mi instinto vuelve a reaccionar, pero esta vez más fuerte. Me levanto rápidamente y me lanzo fuera del cuarto. Le tiempo parece ralentizarse, esa esa una granada, si no hago nada moriré. Estando en el aire siento como mi cuerpo se vuelve ligero como una pluma. Entonces explota la granada.

Boom, salgo volando varios metros. Estando en el aire observo al soldado ser alcanzado por la bala de un cañón. Asintiendo en agradecimiento trato de proteger mi cabeza para el impacto cuando caiga. Tomándome la cabeza comienzo a dudar, se siente como si fuera un trapo mojado. Miro mis manos aplanadas dudando que fueran las mías. Acercándome al concreto dejo de pensar y protejo mi cabeza.

Plap, caigo en el suelo con un sonido molesto.

En el suelo trato de avanzar y mi cuerpo deja de estar flácido poco a poco, arrastrándome busco un lugar de cobertura.

Boom boom, las balas de caños siguen cayendo en las cercanías. Debo encontrar un refugio urgentemente.

Observando mi entorno solo veo un agujero circular en la pared, sin pensarlo ingreso dentro. Teniendo un cuerpo pequeño logro pasar por el túnel. Resbalándome por un tiempo caigo en un montón de ropas.

Mi corazón no deja de latir, eso fue horrible. ¿No caerá una bomba por este agujero no?, mejor me escondo en un lugar más cerrado. Mientras me alejo busco heridas en mi cuerpo y solo encuentro un corte pequeño en mi hombro izquierdo. Es extraño, la explosión me envió volando varios metros. Observando mi mano trato de recordar ese sentimiento de ser ligero.

Lentamente mi mano se vuelve flácido junto a todo mi cuerpo. De la nada me encuentro desparramado en el suelo. Entonces yo he consumido una fruta del diablo, entonces la fruta que me dio el gigante era una fruta del diablo. ¿Pero qué tipo de fruta era esa?

Con un ligero esfuerzo mi cuerpo vuelve a la normalidad. Ya entiendo como funciona, solo que no recuerdo a una fruta del diablo que te deshidrate temporalmente. Deteniéndome comienzo a temblar, recuerdo que había una fruta que te volvía un traje de uso. ¿No creo que sea posible verdad? Temblando relajo mi cuerpo, lentamente coloco mi mano aplanada alrededor de mi cuello y siento un cierre.

¡Maldición!, esto no debía ser así. Se supone que cuando reencarnas tienes ventajas, esto parece una broma mal hecha. Que se suponga que haga con una habilidad de fruta tan débil. Me tumbo en el suelo, ya no quiero moverme. Mientras me retorcía de ira escucho una voz ronca.

"Levántate mocoso, los descansos terminaron. Vístete y ven conmigo"

Levantándome velozmente levanto la mano y hago un saludo militar. "Como ordene capitán". O no, otra ves hago algo inconscientemente. Espero que no tenga un arma.

Él es un señor con un casco circular y mucha barba, lleva un mameluco lleno de hollín. En el pecho izquierdo se encuentra una insignia con el número 66.

Aspirando su cigarro bota humo directo a mi cara.

Cof cof. me atraganto ligeramente.

"Bien muchacho, al parecer te entrenaron bien. Te doy un minuto para vestirte o vuelves al hospital"

¿Hospital? Este tipo sabe que escape. Se le ve muy despreocupado para vivir en una zona de guerra o será que ya se acostumbro a este tipo de vida. No importa, no quiero volver arriba, eso sería una muerte segura.

Regreso corriendo a los montones de ropa. Revolviendo encuentro un polo blanco y una chaqueta negra, poniéndomelos creo que paso medio minuto. Buscando mas encuentro un extraño collar con tres adornos metálicos lo guardo a un lado y finalmente consigo un pantalón recortado, los demás pantalones son demasiado grandes. No encontré ningún zapato es una lástima. Terminando salgo corriendo y me para frente al bigotón.

"Me encuentro listo señor"

Agarrando suavemente su barba se pone a pensar. "Suena mejor capitán…"

"Lo entiendo capitán" Asiento rápidamente. Al parecer es un entusiasta del ejército.

Viéndome con lastima camina por uno de los cajones oscuros. Yo lo sigo y encuentro varias espadas sobresaliendo debajo de su ropa. Las plantas de sus zapatos están llenas de algodón, entonces por eso no escuche sus pisadas.

Caminando por callejones aleatorios comienzo a dudar, ¿Este tipo sabe por dónde ir? Además, el hambre me esta matando. Gwr gwr suena desesperado mi estómago. No debería confiar en este tipo.

Reduciendo lentamente el paso trato de alejarme, primero debo encontrar comida. Viendo los posibles lugares para escapar algo toca mi hombro. Asustado doy la vuelta, no hay nadie. Solo escucho un susurro muy ligero 'me pertenece'. Siento frio en mi cuello. Esa vos lo escuche antes.

El barbudo se detiene e indica. "Muchacho, si quieres escapar te recomiendo ir al sur. Solo ahí hay barcos comerciales" Sin decir mas continua con su camino.

Viéndole alejarse, escucho la voz de nuevo. Ahora mas claramente. "Devuélvemelo… Es mío"

Esto es un fantasma, no creo que haber visto fantasmas naturales en One Piece. Si es una fruta entonces estoy siendo vigilado, sin opciones salgo corriendo detrás del barbudo. Prefiero morir con un cuchillo que ser devorado por un fantasma.

Lo alcanzo justo cuando de la pared se abre un ascensor oculto. El bigotón me mira y sonríe. "No eres estúpido muchacho"

Sonriendo asiento. Miro atrás y no hay nada anormal. Ingreso al ascensor y comenzamos a descender un par de pisos.

Al abrirse las puertas el calor se incrementa drásticamente, por todos lados se ve a personas martillando metal. Algunos martillan barras circulares, supongo que son para hacer rifles. Al final del pasillo un águila metálica escupe lava fundida lentamente, mientras varios jóvenes se empujan para obtener las pocas gotas que salen. Esto es una fundidora a gran escala, es increíble que esto exista en One Piece. Como se esperaba de Germa 66.

"Esta será tu casa de ahora en adelante, esfuérzate y tal ves llegues a ser herrero algún día"

"Primero tienes que ir con el administrador, Sígueme y no te pierdas, si otro te toma no garantizo tu seguridad"

Viendo la seriedad del barbudo Asiento "Como ordene capitán"

Caminando detrás del capitán observo a varios herreros mirarlo con odio, al final me observan y sonríen malvadamente.

"Muchacho debes saber que la fuerza y talento mandan en este lugar, los asesinatos están prohibidos. Si deseas vengarte de alguien encuentra alguna forma de expulsarlos, tu sabes que hay arriba"

Entonces este lugar es una zona fuera de la guerra, había escuchado de eso en mi vida pasada. ¡Una zona especial!

Llegando a una oficina el barbudo coloca la medalla de su pecho en la mesa. Una mujer con mascarilla metálica mira la medalla y asiente.

"Bien, a quien trajiste esta vez"

Agarrándome de la chaqueta me levanta sobre la mesa.

Con unos ojos penetrantes la mujer me observa de pies a cabeza. "No creo que sobreviva Nork, ¿estás seguro de esto?"

Así que se llama Nork, es un buen nombre para alguien de ese aspecto.

Nork viendo a la mujer expulsa el humo en mi cara otra vez. Pero esta ves estoy preparado, dejo de respira y entrecierro mis ojos.

"Vez, ella es inteligente" afirma descaradamente.

La mujer negando la cabeza toma mi mano y estampa un sello en mi antebrazo. Al tocar mi piel comienza a salir vapor. Sorprendido miro la cara de la mujer, ¿qué debería hacer en este momento? Una quemadura así era normal en mi antiguo trabajo.

"Ja ja" la mujer sonríe tapando su mascarilla.

"Ya veo por que la elegiste, ella entiende su lugar"

¿Lugar? Mi ira comienza a incrementar. Entonces me quemaste el brazo solo para reírte, apretando ligeramente los dientes soy una sonrisa.

"Estoy a sus órdenes maestra" lo digo con una vos entrecortada.

Asintiendo saca una insignia con la bandera de Germa 66 y me lo coloca en la ropa.

"A partir de ahora perteneces a la fábrica de armamento de germa 66. Espero buenos resultados"

Asiento exageradamente como cortesía, en todos los mundos uno debe ganarse al jefe si no quiere ser despedido. Aun si los odias con tu alma.

La mujer aplaude, después de medio minuto un gigante enmascarado de tres metros viene corriendo y se detiene detrás de ella.

"Cuales son tus ordenes alcaldesa" Afirma arrodillándose.

"Tienes un nuevo recluta, debes entrenarla bien. Nork es su padrino"

Asintiendo el gigante me toma con su mano y me arrastra con él.

Mientras nos alejamos observo a la alcaldesa darle una bolsa de dinero al barbudo.

….

Entonces, ¡fui vendido! Poniendo los ojos en blanco reflexiono si estoy pagando por mis pecados de mi vida anterior.

Mientras soy sacudido mi estomago ruge mas que antes, el gigante sin hacerme caso se detiene frente a una chimenea. Mirando todo el humo que sale y las manos llenas de hollín del gigante me preparo para lo peor. El gigante de da salto e ingresamos a la chimenea, cierro mis ojos y dejo de respirar, pero aun así la fuerza de la caída los abre y soy cubierto de hollín.

Soltándome en el suelo mis ojos y nariz arden. Maldito gigante, tu llevas mascara. Ya sabias que esto pasaría.

Mientras me revuelco en el suelo, el gigante me recoge y me lanza dentro de un poso. Sintiendo el agua comienzo a lavarme el rostro desesperadamente. Lentamente el ardor comienza a desaparecer.

¡Sígueme! Ordena tajantemente.

Abriendo los ojos veo varias camillas con personas durmiendo, en algunas hay personas tosiendo esporádicamente como por turnos. Evitando mirar a los enfermos sigo al gigante. Este lugar está lleno de tuberías. Me hace recordar al sótano de mi anterior trabajo.

Rápidamente llegamos a la sala de chimeneas o como se llame. Aquí hay personas trabajando desesperadamente, algunos llenan las gigantescas chimeneas con carbón. Otros suben sobre las chimeneas y sueltan metales de todo tamaño.

"Estarás a cargo de la chimenea número tres del turno noche, tu turno comienza dentro de 4 horas. Antes de eso aprende y pregunta" Diciendo eso el gigante se de la vuelta.

Mirando el trabajo extenuante se me detiene el corazón. Corriendo detrás del gigante grito a todo pulmón. ¡Maestro gigante espere!

Dándose la vuelta me mira molesto.

"Que quieres"

Tomando aire vuelvo a gritar ¡Comida!

Chasqueando la lengua el gigante saca varias barras extrañas y deja caer la más pequeña. Viéndolo caer me lanzo antes que toque el suelo llena de polvo blanco.

Viendo la barra limpia suspiro. Sin aguantar mas le doy un mordisco. ¡Agg! es asqueroso, sabe a aceite podrido. No tengo más opciones que esta cosa, cerrando los ojos logro masticarlo y me lo trago rápidamente.

El dolor de estomago comienza a desaparecer, pero lentamente es remplazado por un ardor. Sintiendo como se me van las fuerzas. Alzo la mirada y veo que el gigante esta sonriendo. Este tipo tiene ganas de morir, si despierto juro que me las pagaras. Cierro los ojos y me quedo dormido.

El gigante viendo como el nuevo recluta convulsiones en el suelo sonríe ampliamente. Mirando en una dirección ordena.

"Despiértenlo en la noche"

Mientras dormía plácidamente algo impacta en mi espalda. Poniéndome de pie busco al culpable. Solo un joven se encuentra parado a la lejanía, no creo que sea él. Solo queda la voz extraña. Temblando me acerco al joven.

"Saludo a mi superior, cuales son las órdenes"

El joven me ve y retira la vista como si no le importara. "Sígueme".

Ingresando veo a varias personas lanzando trozos de arcilla a la caldera, de lejos parecían carbón. Es extraño, las calderas tienen un foco frente a ellas.

"Tu estarás a cargo de la chimenea número tres, no te acerques a las calderas cuando la luz este azul" "Las chimeneas siempre deben estar de color verde, solo cuando soliciten el color azul deveras introducir más carbón" "¿Entendido?"

"Entendido" No es tan difícil como parece, solo debo echar leña.

Llegando a nuestro destino veo la chimenea numero tres, con una envergadura de cinco metros no es tan grande en comparación con las calderas.

"Tendrás a mando a un trasportador, tu respondes por su salud durante la noche" "Estas chimeneas no se romperán por mucho carbón que introduzcas, no tienes que preocuparte. Solo evita las descargas esporádicas"

Sin decir más regresa a su caldera.

La entrada de la chimenea es algo grande, tiene 2 metros circulares. Con esta abertura debe escapar mucho calor. Viendo a las demás chimeneas me percato que comienzan a tapar la entrada con las varias palas.

También tendré que comenzar a hacerlo, pero donde estas los míos. Solo hay una montaña de carbón apilados ordenadamente, acercándome al transportador noto un collar muy grande en su cuello. Es algo parecido a un collar de esclavos con la diferencia de parecer más estéticos. Su ropa esta roída por todas partes, también está descalzo. Al parecer aquí no se usa zapatos, solo he visto que lo usan los del piso superior. Mis pies están acostumbrados a caminar sin usarlos, no siento molestias al pisar.

¿Dónde están mis palas? Pregunto directamente. Él no es mi jefe así que no tengo que ser amable.

Con unos ojos apagados solo observa a una de las chimeneas. En especifico la chimenea número uno.

En él se encuentra un joven musculoso lleno de cicatrices, a su costado hay muchas palas con diferentes números. Viendo ese cuerpo suspiro en mi interior, siempre soñé con tener un cuerpo así de tonificado. Ahora con este cuerpo no creo conseguirlo.

No quiero pelear una batalla perdida. De lejos se siente un aura que dice 'Aléjate insecto', mas tarde buscare al supervisor para quejarme. Por ahora tengo que buscar el modo de escapar vivo de este lugar, si me quedo mucho tiempo terminare como las personas enfermas de la entrada. Una enfermedad pulmonar es cosa seria.

Observando el fuego consumirse comienzo a trazar un plan de escape. Con mi habilidad de fruta del diablo necesitare encontrar alguien con que esté dispuesto a dejarse controlar, aquí no conozca a nadie y por las miradas enojadas que me dan solo siento peligro.

Este lugar no apareció en el anime, Germa 66 es un país en movimiento sin embargo este lugar parece tierra firme. No se en que año me encuentro, necesito encontrar un periódico y un libro. Debo anotar a todos los que me ofendieron, yo nunca tuve buena memoria, es posible que se me escapé alguno.

Ahora debo hacer el trabajo, la galleta de aceite del gigante era asquerosa, pero da mucha energía. Debería ser una ración militar, siento a mi cuerpo muy hiperactivo.

Tomo varias barras de carbón y me dispongo a colocarlos dentro de la chimenea. Antes de soltarlos dentro escucho una voz familiar.

"Muévete… corre"

Soltando el carbón doy la vuelta en modo de pelea, esa cosa me siguió hasta aquí. Mirando alrededor siento que algo me observa, agudizando el odio escucho más susurros.

"Morirás.. ja ja" "comida.." "Hambre… duele" "Devuélvemelo"

¡Esto no es posible! Temblando recojo el carbón y me recuerdo lo que dijo mi abuelita antes de morir.

"Nieto querido, si alguna ves te encuentras con un fantasma. Esa seré yo… No pienses que me olvidare de todas tus travesuras"

Después de eso decidí pensar mas en mis acciones, no creo que mi abuela me sigua hasta este mundo. Ella no tenia mucha paciencia, pero por las dudas imitare a aun pescado y no escucharé nada de nada.