Contenido: Yaoi, oneshot, romance, fluff, etc. Parte de la serie #Flufftober2023 propuesto por la página "Es de fanfics".

Pareja: RIOYUI

Disclaimer:

Hikari: Mientras más pasan los días mas siento que la creatividad para los títulos de mis fics desciende a niveles preocupantes, pero ya pensaré en cómo arreglar eso en el futuro. Ya saben que ni Full Throttle4, ni sus canciones o personajes me pertenecen, todo es propiedad de HoneyWorks y yo solo escribo esto por ocio y sin fines de lucro. Notas al final.

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#Flufftober2023, 29 – El maquillaje en tus ojos

-Al fin terminamos- dejó caer su cuerpo sobre la silla, aun si ese gesto resultaba ser poco educado, sabiendo que no tenía personas extrañas en aquel camerino de paredes blancas, hasta el maduro y correcto RIO se permitió desplomarse luego de la extensa sesión de fotos que acababan de finalizar.

Sin recibir respuesta, se quitó los lentes de sol que aun descansaban sobre el tabique de su nariz para luego sobarse sus párpados cerrados. Soltó otro pequeño suspiro antes de erguirse y sentarse debidamente mientras inspeccionaba con la mirada el resto del lugar.

Ninguna otra silla estaba ocupada, sus maletas con sus ropas normales estaban amontonadas en una esquina, mientras que en el sillón del centro solo podía ver parte de la cabellera medio teñida de YUI.

Ladeando su cabeza se percató que ni DAI ni MEGU se encontraban en el lugar.

-Esos dos, par de busca problemas…- Sacó su celular de entre los bolsillos de su gabardina, buscando el contacto de alguno de ellos, dispuesto a mandarles un mensaje para que regresaran los más pronto posible. El reloj marcaba más allá de las diez de la noche y seguramente no deberían tardar en salir de ahí. Sin embargo, apenas estaba escribiendo los primeros caracteres cuando la puerta del camerino se abrió con fuerza, pero no se trataba de ninguno de los dos integrantes restantes.

-Debemos darnos prisa si no queremos quedarnos atrapados en el tráfico, esta zona…- entró hablando el mayor de ellos, IV, aunque guardó silencio cuando notó la ausencia de cierto par- ¿Dónde están? - preguntó, ni siquiera era necesario nombrarlos para que RIO comprendiera a quienes se refería.

Sin admitir haberse sentido intimidado por el ceño fruncido y la exigente mirada de sus ojos, el peliblanco sencillamente se hundió de hombros, queriendo escoger debidamente sus palabras.

-No regresaron con nosotros aquí. Tal vez se hayan perdido- trató de sonar calmado, pero estaba claro que el severo gesto de IV no transmitía ni siquiera una pizca de paciencia.

-Si claro, perdidos- sacando el celular de sus ropas, sus dedos teclearon lo que supuso serían los números de alguno de ellos, sabiéndoselo de memoria. Al ponerlo en su oído, tardaron algunos segundos hasta que… fue la contestadora quien sonó al otro lado de la línea.

RIO tragó duramente al notar cómo IV endurecía la mandíbula.

-Si los encuentro haciendo otra vez actos indecentes como la última vez, pueden considerarse muertos- fue la clara amenaza que dejó grabada en el celular antes de colgar. Volteó a ver al de ojos azules provocándole un pequeño susto- Vete preparando para irnos. Y también despiértalo, no quiero más problemas- apuntó con el dedo hacia el sillón y salió de la habitación, azotando detrás de sus espaldas la puerta con gran fuerza.

RIO dejó salir el aire que había estado reteniendo en sus pulmones y se levantó de su asiento, alzando levemente el rostro para percatarse que efectivamente su compañero se había quedado dormido sentado sobre el cómodo sillón. Resopló cansado, prefiriendo tratar de seguir con las peticiones del mánager para evitar que la situación empeorara.

-YUI, YUI…- aun así, él sabía perfectamente que despertar al de cabello bicolor no era una tarea sencilla. Lo tomó del hombro y lo movió con insistencia, pero no parecía estar cerca de despertar, es más, un hilito de saliva caía de su boca abierta y algunos ronquidos escapaban de su garganta-Bueno, puedo ir preparándome por lo mientras.

Apresurado, aunque siempre ordenado, RIO se dispuso a ser el primero en alistarse. La ropa diseñada por modelistas profesionales la dejó finamente acomodada en el pequeño ropero del fondo, quitándosela con cuidado e inspeccionando que no hubiese sufrido algún daño o mancha durante la sesión. Se cambió por una camisa sencilla y los vaqueros de mezclilla que escogió esa misma mañana.

De los extremos, tomó algunas toallitas húmedas desmaquilladoras y retiró la base, sombras y demás pinturas que aun decoraban su esbelto rostro.

Todo, y en menos de 10 minutos, RIO ya se encontraba listo. En el proceso no fue específicamente silencioso, creyendo que al menos el ruido podría ayudar a sacar del mundo de los sueños a YUI, pero al concluir, vio que, de hecho, continuaba profundamente dormido.

-YUI, si IV regresa y te ve dormido, no dudará en aventarte lo primero que encuentre con tal de despertarte- habló serio, nuevamente tomándolo del rostro para tratar de despertarlo.

No tuvo éxito alguno.

Al menos queriendo progresar en sus tareas, RIO trajo del tocador otro estuche de las mismas toallas con las que había limpiado su propio rostro y tomó asiento sobre la mesa de madera que quedaba al frente del cuerpo de YUI.

Queriendo parecer un poco brusco, pero aun dentro de los términos de cuidadoso, comenzó a quitar los accesorios que quedaban en su amigo. Anillos, collares, pulseras, un arete colgante de su oreja. Quitaba de uno en uno y los colocaba sobre la superficie de la mesa.

Tomándolo del mentón levantó el rostro de YUI, quien solo hizo un gracioso gesto con sus labios antes de nuevamente, soltar otro ronquido. Acercó sus dedos con las toallitas y comenzó limpiar a su compañero. Mejillas, frente, labios, y finalmente párpados.

Las sombras negras que solían usar los principales cuatro miembros de FT4 eran las más insistentes para retirar, debido a su color oscuro y a la cantidad de maquillaje que los de staff solían aplicarles. Al hacerlo, las pestañas largas de YUI caían horizontalmente, brillando en su color oscuro y dejándolas relucientes.

Sintió una respiración cálida sobre su mano cuando trató de desmaquillar el párpado faltante.

Los vellos de su piel se erizaron ante el pequeño acto, sin saber exactamente el por qué. Tragó con dificultad luego de que notara que, además de eso, también se formó un extraño nudo en su garganta.

Por el reflejo de uno de los espejos que quedaban frente a él, vio nuevamente la puerta y, luego de esperar algunos segundos donde creía que ésta podría abrirse estrepitosamente, RIO comenzó a acercar su rostro al de su amigo durmiente.

Colocando toda su palma sobre su mejilla fue que mantenía fija la cabeza ajena. Su nariz chocó de manera leve, casi imperceptible con la de YUI, y los dos pares de labios ya solo estaban separados por escasos centímetros.

¿Por qué estaba haciendo aquello? ¿Por qué de repente estaba sintiendo la necesidad de querer acercársele? ¿De verlo tan cerca? ¿De querer tocarle?

¿De dónde nacieron las inmensas ganas de besarlo?

Solo bastaban algunos centímetros, tal vez menos de uno, de hecho. Sería rápido. Conciso. Directo. Nadie tendría por qué saberlo. Ni siquiera el Propio YUI

Sería algo que solo él sabría.

Algo que solamente él…

- ¡JODER! ¡No tenías por qué interrumpirnos de esa manera! - las ruidosas quejas de DAI mientras abría con furia la puerta hicieron eco por el silencioso camerino.

- ¡No estábamos haciendo nada malo! Todavía…- a pesar de también haber entrado gritando, esa última palabra de MEGU sonó bastante baja a comparación al resto de la frase. Por supuesto, que toda ella había llegado a oídos de IV, quien también ingresaba a espaldas de los otros dos y que parecía estar conteniendo su mal humor mientras un tic nervioso atacaba uno de sus párpados.

-Digan algo más y realmente pueden irse despidiendo de sus carreras profesionales- cruzó sus brazos sobre su pecho, viéndose aún más intimidante (si es que eso era posible) delante de los menores, quienes, aunque no parecían estar satisfechos, se miraron entre ellos y terminaron por solo dirigirse hacia donde estaban sus maletas para comenzar a arreglarse.

IV soltó lo que se supone que era un suspiro, pero sonó más parecido a un gruñido.

-Deberían aprender de RIO, él sabe separar por completo su vida personal de la laboral. No les haría mal saberse controlar y mostrarse más maduros al respecto- DAI y MEGU voltearon a verlo en silencio, rodaron los ojos y aunque pretendían comenzar a hablar entre ellos, prefirieron desistir y continuar con su labor de cambiarse. Excelente decisión para evitar enojar de nuevo al mánager.

Por otro lado, RIO aun sentía su corazón latir a un ritmo demasiado acelerado dentro de su pecho. La mano que hasta hace unos segundos se encontraba suavemente posada en la mejilla de YUI ahora apretaba con fuerza el borde de su propia camisa tratando de detener el insistente temblor.

-Supongo que si…- ni siquiera pudo pensar en una mejor respuesta para el elogio, volteándose mientras sentía como el sudor resbalaba desde su frente.

IV notó de inmediato su curiosa actitud, dispuesto a preguntar, abrió la boca, pero cambió de idea inmediatamente al notar cómo YUI aun babeaba en las profundidades de sus sueños a pesar del enorme escándalo.

Una venita de molestia volvió a saltar desde la cabeza de IV.

- ¿¡HASTA CUANDO VAS A ESTAR DURMIENDO?!- gritó con dureza. Acercándose al joven y tomándolo bruscamente del cuello de su ropa.

RIO se apartó de inmediato para no verse tacleado por el mayor. Cuando bajó la mirada, notó que aun en sus dedos mantenía una de las pequeñas toallitas, manchada de negro, por el maquillaje retirado.

Tapó la mitad de su rostro al recordar lo que estuvo a punto de hacer.

"Soy un tonto. ¿Por qué lo traté de besar?".

Lo único que logró sacar de la inconciencia al pobre YUI fue el fuerte puño de IV cuando éste se estrelló con la parte trasera de su cabeza.

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Hikari: Les he dedicado varios fics a varias parejas de HoneyWorks, hasta el DAIMEGU tiene varios escritos, sin embargo, es la primera vez que me atrevo a escribir algo de ellos dos y solo me queda decir que me ha encantado. Quisiera poder repetirlo en algún futuro cercano. Gracias por leer y espero encontrarnos nuevamente muy pronto, ¡bye bye-perowna!