Hola a todos. Con vosotros un nuevo capítulo.
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Episodio 9. Sinceridad
Karane miraba muy seriamente a Shizuka.
–¿De qué vas, Yoshimoto? –le preguntó–. ¿Te has estado conteniendo por nosotras, no es así?
–[Eso es…]
–¿¡Crees que no me he dado cuenta!? –bramó– ¡Tú eres la única que no ha intentado nada con Rentaro en todo el día! ¡Sé que te morías de ganas de tocarle más con las cosquillas, pero te has conformado con darle toques con el dedo!
Shizuka cerró los ojos mientras temblaba.
–¿¡Por qué no te estas esforzando, eh!?
–¿A lo mejor es porque tú eres muy agresiva, Karane-san? –intervino Hakari–. Tiendes a elevar tu tono de voz sin razón aparente, como estás haciendo ahora.
–¿¡Qué has dichoooooo!? –rugió la rubia–. ¿¡Cuando se supone que he elevado mi tono de voz, eh?!
–Bendita ignorancia –dijo Hakari echándose una mano a la cabeza.
Sin embargo, Shizuka seguía temblando. Esta señaló algunas frases.
–[Los dos habéis sido durante un largo tiempo…] [amantes de…] [Rentaro-kun.] [No deseo interferir, porque solo soy alguien que se acaba de unir…]
Ambas escucharon con sorpresa.
–Me imaginé que ese sería el caso –dijo Karane con un tono normal de voz–. ¡Pero ahora eres su "novia"! ¡No eres una chica cualquiera con la que Rentaro nos esté engañando! ¡Así que no tienes que contenerte‼ ¡Todo lo que veo es a una persona llena de dudas, que no dice una palabra de lo que realmente quiere! ¡Y eso me saca de quicio‼
–¿De verdad crees estar en posición de decir eso? –intervino Hakari–. Tú eres aquí la menos honesta sobre sus sentimientos…
–¡Cállate! ¿¡Llevas tiempo buscando una pelea conmigo, verdad!? –gritó Karane.
–[Tienes razón…] [Lo siento…] –dijo Shizuka interrumpiendo la discusión.
–¡En serio! –gritó Karane zarandeándola–. ¡Eso es exactamente de lo que estoy hablando! ¿¡Qué persona no se volvería loca cuando alguien le dice estas cosas a la cara!? ¡Descalifícame, vacílame, algo! ¿¡De acuerdo!?
–Tú te volverías loca incluso si ella te respondiera –terció Hakari.
Karane se volvió hacia ella.
–Vale, ya me tienes de los nervios. ¿Tú quieres verme furiosa, verdad?
–¿No lo estás ya?
Shizuka tembló un poco. Entonces habló de nuevo.
–[Si ese es el caso…] [entonces permitidme ser sincera.] [La verdad es…] [Estoy…]
Karane la miró relajando el gesto.
–[Completamente aterrada…]
Estas palabras impactaron a Karane. Se volvió a Hakari, avergonzada y con lágrimas asomando por sus ojos.
–¿De verdad… de verdad doy tanto miedo…?
–Me sorprende que ahora te des cuenta –dijo Hakari de forma sarcástica.
–[No es lo que parece.] –aclaró Shizuka, también preocupada–. [Lo que quería decir es…] [Hanazono-san] … [es encantadora, educada, y alguien de conducta ejemplar.] [Y por encima de todo] … [Alguien con una cautivadora figura femenina.] [Inda-san] … [Es una belleza con rasgos llamativos.] [Y por encima de todo, alguien con semblante imponente.]
Ambas miraron con expresión neutra. Shizuka prosiguió bajando la cara.
–[Porque las dos sois mujeres maravillosas] … [nada me aterra más que la idea de ser comparada con vosotras dos…] [Por Rentaro-kun] … [si nos comportásemos de la misma manera.]
Hakari y Karane se quedaron sin palabras. Sorprendidas por la sinceridad de Shizuka, a ambas se les subieron los colores a la cara.
"¡Ella es la persona más pura y más buena que he conocido nunca!", pensaron ambas a la vez.
–[Soy muy plana] … [Desagradable,] [y mi cuerpo parece el de una niña.] [Mi personalidad es simplemente] … [tímida y triste.] [Comparada con vosotras dos] … [La diferencia no podría ser más clara.]
Karane se sintió mal por estas palabras. Pero decidió ser sincera también.
–¡N-no vayas pensando que no eres bonita! –le dijo–. Eres pequeña, de buenos modales… y tienes esa apariencia tan femenina… E-eso es lo que pienso.
Agachó la cabeza algo sonrojada.
–L-lo siento sobre… todas esas cosas feas que te dije…
–Ella tiene razón –intervino Hakari–. Por favor, no dejes que esto te moleste. Karane-san siempre se cabrea, después de todo.
–¿¡Qué!?
–Y… Rentaro-kun es alguien que nos quiere a todos más de lo que podríamos imaginar –la tranquilizó con una sonrisa sincera–. De verdad que no tienes nada de que preocuparte. Estoy segura que él podría darte una lista de diez o veinte cosas maravillosas sobre ti.
–[Inda-san] … [Hanazono-san.] –dijo Shizuka.
–¡D… de cualquier manera! ¡Lo que quiero decir es que no te contengas por nosotras! ¡Eso es todo! –gritó Karane–. ¡Si tienes algo que quieras decirle o hacerle, entonces hazle saber lo que quieres de verdad!
–Y… adelante y llámanos por nuestros nombres… Shizuka-san –dijo Hakari–. Todas somos sus novias aquí, ¿verdad, Karane-san?
–¡Hmph! Sí, bueno… A ti también te parece bien, ¿verdad, Shizuka?
Shizuka se sonrojó mientras mostraba una gran sonrisa.
–[¡Sí…!] [Hakari-san,] [Karane-san.]
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Rentaro lo estaba viendo todo desde la cristalera de la puerta que daba a la azotea. No podía creerse que todo hubiera terminado de la mejor forma posible.
Un rato antes, cuando Shizuka estaba dándole toques con el dedo en vez de hacerle cosquillas, él se fijó en la expresión sombría de Karane. Vio como ella miraba a Shizuka muy enfadada. No sabía el motivo, pero intuía que no era algo bueno. Sería mejor que suavizara la tensión para que ella no se pusiera furiosa con Shizuka-chan.
Pero algo le detuvo entonces. Eso no era lo que debería hacer. Pensó un momento. ¿Por qué motivo hizo que jugaran al baba nuki? La duda… la ansiedad… incluso el miedo… ¡Si seguía permitiendo que ellas ocultasen sus "verdaderos sentimientos", entonces jamás se llevarían bien!
Estaba claro. ¡Si quería que ellas fuesen valientes aquí, él tenía que ser el valiente primero!
Tenía que creer en ellas. Pero se preguntaba, ¿Karane era la clase de persona que ayudaría a otros?
Entonces la vio en acción una vez se hubo escondido. Ella no estaba siendo egoísta. Solo se comportó así por el bien de Shizuka-chan. Además, Hakari se había asegurado de no perder de vista la situación para que Karane no se pasara con su furia.
Shizuka-chan, tras escuchar a Karane, logró revelar sus verdaderos sentimientos.
Una gran oleada de afecto le vino a Rentaro. Su cara enrojeció y torrentes de lágrimas salieron de sus ojos. Estaba asombrado por cómo había salido todo. Se sentía indigno de tener estas novias tan maravillosas.
Pero ahora no era el momento de sentirse abrumado. Tenía que estar ahí para ellas. Se recompuso. Abrió la puerta con gesto decidido.
–Ya estoy de vuelta. Gracias por esperarme. ¡Continuemos!
–¡De eso nada! –intervino de pronto Karane–. ¡Tenemos que repetir la penalización del útlimo juego!
–¿¡Huh!? –preguntó Rentaro confuso–. ¿¡Por qué!?
–¿¡Por qué, dices!? ¡Porque esos toques con el dedo no cuentan como cosquillas, por eso! –vociferó Karane–. ¡Shizuka, tienes que hacer cosquillas a Rentaro de nuevo!
–¡Es verdad…! –asintió Hakari–. Bueno, ¿quieres… hacerle cosquillas una vez más, Shizuka-san?
La chica peliazul guardó silencio por unos segundos. ¿Ellas dos habían hecho todo esto por su bien? Le habían dicho que no se contuviera, que si había algo que quería hacer, se lo hiciera saber a Rentaro. Sí. Tenía que asegurarse que esa amabilidad que le habían mostrado no se desperdiciara. Lo que quería. Lo que realmente quería…
–[Me…] [¡Me encantaría hacerlo…] –dijo mientras su cara se sonrojaba y sus manos temblaban–. [Me encantaría…] [¡Que nos besáramos‼!]
Los otros tres pusieron expresiones de asombro.
–¿Huh? –dijeron los tres al unísono.
–[Debo mantener mi castidad hasta el matrimonio] … [Ese es el destino que los dioses nos han impuesto] … [Eso fue lo que dije…] –dijo avergonzada–. [Pero la verdad es] … [¡Te mentí…!]
–V-vale. No pasa nada. Lo entiendo –respondió Rentaro.
–[Mi verdadero deseo] … [Es que nos besemos].
Rentaro se sonrojó, esbozando una sonrisa.
–Gracias… –dijo–. ¡Me siento tan feliz de escuchar eso…!
Ella miró su sonrisa. Estaba asombrada. Lo había logrado. Había expresado lo que verdaderamente sentía. Y él la había entendido. Ahora era el momento. Estaba muy nerviosa, y su cara se había sonrojado bastante. Se escondió ligeramente tras su teléfono. No, no podía volver a esconder sus sentimientos. Quería hacer esto. Apartó su teléfono y apuntó su cabeza hacia arriba. Cerró los ojos y puso sus labios dispuestos para besar.
Rentaro estaba también nervioso. Veía a Shizuka, que le parecía adorable. Por acto reflejo, le puso una mano sobre su cabeza y empezó a acariciarla.
La chica abrió los ojos con gesto de sorpresa. Al ver la acción de Rentaro, se sonrojó.
–¡Ah…! L-lo siento –se excusó–. ¡No he podido evitarlo! ¡Te veías tan adorable!
Ella le miró enternecida. Cerró los ojos y sonrió ante esa caricia.
Pero Rentaro sabía que no era eso lo que quería Shizuka. Tenía que tener la iniciativa. Movió su mano hacia la mejilla de la chica.
–Shizuka-chan… –dijo.
Y acto seguido, la besó, un acto que tomó por sorpresa a la chica. Se sonrojó mucho con los ojos muy abiertos.
Rentaro se separó. Ella estaba como paralizada.
–¿H-huh? ¿Shizuka-chan…? –preguntó alarmado mientras agitaba suavemente a la chica–. ¿¡Sigues ahí!? ¿¡Puedes oírme!?
Hakari y Karane estaban sonrojadas y con el corazón latiendo a toda velocidad ante lo que acababan de contemplar. Se sentían como espectadoras de primera fila de una película romántica.
Hakari entonces reaccionó. Miró a Karane con una sonrisa traviesa.
–¿Karane-saaaan? –preguntó–. Ahora que Shizuka-san ha mostrado abiertamente sus verdaderos sentimientos, ¿No piensas que sería buena idea mostrarle a Rentaro los tuuuuuuyos también?
Hakari acompañó esas palabras del tomar a la rubia por el brazo. Esta se sorprendió, al tiempo que su cara se sonrojaba bastante.
–¿¡Huh!? ¿¡Q-q-qué quieres decir!? –bramó–. ¡Yo no estoy escondiendo mis verdaderos sentimientos ni nada por el estilo!
–¿Oh? ¿Es eso? Bueno, yo sí le voy a decir los míos.
La pelirrosa se adelantó.
–¡Rentaro-kun…! –dijo con un tono dulce de voz–. Me gustaría… besarte yo también…
Karane puso gesto de sorpresa ante la iniativa de Hakari.
Rentaro se volvió con una sonrisa.
–¡Claro…!
La pelirrosa dio otro paso hasta quedar junto a él.
–Hakari… –dijo Rentaro tomándola suavemente por los hombros.
La chica estaba emocionada. Su corazón latía con fuerza.
–¿…Estás de acuerdo con esto? –preguntó ella.
–¿Huh…?
Ella le miró con ojos enternecidos.
–No soy tan adorable… como Shizuka-san… ¿no crees?
Rentaro guardó silencio por un segundo.
–¡Como si eso fuera verdad! –replicó.
Tomó de nuevo a Hakari por los hombros.
–¡Tú… Shizuka-chan… y Karane también! –exclamó–. ¡Todas sois las chicas más adorables del mundo!
Él bajó la mirada ligeramente mientras soltaba los hombros de la chica.
–Pffft… –Hakari soltó una risotada.
Él la miró confuso.
–Tenía un presentimiento de que dirías eso… –dijo sacando la lengua–. Y lo hiciste.
–¡H-Hakariii…! –exclamó Rentaro, aliviado del susto.
Hakari rio.
Ambos se miraron en silencio, sonrojados.
Hakari cerró los ojos. Rentaro se acercó lentamente y la besó.
Al igual que Shizuka, ella también se quedó paralizada.
–Entonces… –dijo Rentaro volviéndose–, la siguiente sería…
Karane se cruzó de brazos cerrando los ojos.
–¡H… Hmph! ¡Si de verdaaaaaad insistes, no es como si no quisiera hacer esto contigo! –rezongó–. ¡A… Aunque no estoy interesada!
–Pero si ya estás en posición para un beso –replicó Rentaro.
Ella estaba muy sonrojada. Se veía inquieta, y como fingiendo indiferencia.
Rentaro sonrió. Acto seguido, la abrazó, para sorpresa de la rubia.
–Eres tan adorable, Karaneeee… –dijo, provocando un enorme sonrojo en la chica.
–¿¡H… H… H… Huuuuuuh?! ¿¡Qué demonios estás haciendo!? –exclamó desconcertada.
Por toda respuesta, Rentaro rio.
–¡Esa mirada tan avergonzada es lo más adorable que he visto! –dijo.
Ella enfureció.
–¡Idiota! –gritó golpeando a Rentaro –¡Idiota, idiota, idiota, idiota!
–¡Jajaja, lo siento, no pude evitarlo! ¡Ay, eso duelo, eso duele! –se quejó–. ¡Me estás pegando demasiado fuerte!
Una vez se hubo calmado, Rentaro siguió.
–Quiero… –dijo–. Compartir un beso contigo… pase lo que pase, Karane.
Ella bajó la cabeza, avergonzada. Se sentía en conflicto consigo misma.
–¿Qué hay de ti, Karane? –le preguntó.
La chica primero se sorprendió. Después gruñó. Empezó a temblar, al tiempo que se sonrojaba.
–Siento lo mismo –dijo al fin.
Rentaro posó las manos en sus hombros. Se acercó lentamente, y al final la besó.
Durante unos instantes, las tres chicas permanecieron ensimismadas, como si sus cerebros hubieran quedado desconectados. Poco a poco, fueron volviendo en sí.
Karane se fijó entonces en Rentaro. Estaba mirando hacia arriba, muy sonrojado.
–¿Ocurre algo, Rentaro-kun? –preguntó.
–¿Hmm…? Oh… –reaccionó–. Chicas… desde el fondo de mi corazón, ¡Muchas gracias…!
–Esa… debería ser nuestra línea –dijo Hakari.
–¿¡Lo pillas!? –dijo Karane.
–¿No crees? –preguntó Hakari.
–[Así es.] –dijo Shizuka.
Las tres chicas le miraron contentas y ligeramente sonrojadas. Él se sentía muy feliz.
–¡Eh, espera, hay algo que nos falta por hacer! –dijo la pelirrosa.
–¿Algo? ¿Qué es? –preguntó Rentaro.
Las chicas se miraron con una mirada cómplice.
–¡Cosquillas‼ [¡Cosquillas!] –gritaron todas, abalanzándose sobre él.
Las chicas le hicieron cosquillas hasta que Rentaro no pudo más. No quisieron desaprovechar la oportunidad.
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Después que las cosas se calmaron, Hakari se puso pensativa.
–Estaba pensando, Rentaro-kun… dijiste que nosotras éramos tus primeras novias… y que habías experimentado cien rechazos hasta ahora… ¿Cuándo fue exactamente la primera vez que te enamoraste? –preguntó.
–Aaaah, estamos hablando de Rentaro. Seguro que dirá "en el jardín de infancia" o algo por el estilo –dijo Karane, impasible.
–[Él es un verdadero guerrero] … [Lleno de amor.] –dijo Shizuka.
Rentaro sonrió.
–Ese momento sería cuando tenía ocho meses –respondió.
–[Eso te vuelve un berseker.] –dijo Shizuka.
–¿¡Pero qué demonios!? –exclamó Karane– ¡Eso te convierte en un monstruo…!
–Ya me dijeron eso en el episodio 1 –dijo Rentaro.
–¿¡Y puedes afirmar que con esa edad ya tenías sentimientos románticos!?
–Claro que los tenía –dijo Rentaro entrecerrando los ojos–. Y eran sinceros.
Rentaro narró.
–Estaba en la guardería. Yo era un niño muy inquieto, que no paraba de gatear de un sitio a otro. En una de esas carreras, derrumbé sin querer el castillo que hice con las piezas de un juego de construcciones, lo que me puso muy triste y empecé a llorar.
»Entonces apareció ella. Una niña que me dio unos toquecitos en la cabeza para consolarme. Fue verla y que me gustara. Desde aquel momento pasamos mucho tiempo juntos. Jugábamos con construcciones y con muñecos de peluche. Y dormíamos la siesta cerca el uno del otro.
»Fue en ese momento que me decidí. Me acerqué a ella, muy nervioso. Entonces le mostré una flor y le dije que me gustaba.
»Ella se asustó. Movió la cabeza en gesto negativo y se alejó de mí. Fue la última vez que hablamos.
»Desde ese día, no hice más que acumular rechazos. Mi corazón se rompió una y otra vez. Hice esfuerzos para mejorar. Entrené mi físico, y leí incontables libros sobre el amor… Pero a pesar de todo mi duro trabajo, mi amor nunca floreció.
»Nadie me quería ni me necesitaba. "No te necesito", "No eres lo que busco", "Lo siento". Eso fue todo lo que me respondían. Me sentí como si toda mi existencia hubiera sido negada.
»Si era así como iba a ser mi vida… entonces habría sido mejor que nunca hubiera tenido estos sentimientos que me hacían enamorarme… o un corazón que estuviese rogando por ser amado… Eso era lo que pensaba.
Las chicas le miraron conmovidas.
–¿Rentaro-kun…? –preguntó Hakari.
–[Rentaro-kun.] –dijo Shizuka.
–¿¡Pero qué…!? ¿¡Estás llorando, Rentaro!? –preguntó Karane.
De la cara de Rentaro caían gruesas lágrimas. Las chicas se sintieron mal.
–¡L-Lo siento, esto debe haberte traído recuerdos dolorosos! –se disculpó Hakari–. Por favor, siéntete libre de llorar en mi pecho.
–[Déjame acariciarte] –dijo Shizuka–. [Baja la cabeza.]
–Sostendré tu mano… ¡Pero solo porque quiero ensuciarte las manos con mis huellas! –exclamó Karane.
Entonces el chico abrazó a las tres, para sorpresa de ellas.
–Gracias, chicas. ¡Os quiero muchísimo!
Rentaro estaba feliz. Había pasado momentos dolorosos. Pero todo aquello había quedado en el pasado. Su presente eran estas chicas que le querían con todo su corazón. Y él correspondía sus sentimientos. No podía pedir unas mejores novias. Esperaba que todo siguiera igual en el futuro.
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Y listo. Con esto se termina la "primera temporada" de este fic. Lo que sigue ahora será un tiempo de pausa, ya que quiero empezar otra historia y es muy trabajoso llevar tantas a la vez.
Así que por ahora me tomaré un descanso de esta historia. Espero que nos veamos en una próxima actualización. Mientras tanto, podéis seguir mis otras historias.
Y no olvidéis seguir esta historia y comentar si os ha gustado.
