—¡Me duele el vientre!— Exclamó Nene totalmente adolorida mientras se retorcijaba del dolor en el sofá de su departamento.
Kiriha hizo una mueca, Nene apenas podía moverse, literalmente él tuvo que traerla casi cargada desde la Universidad hasta acá (Gracias al cielo la distancia no era mucha y la castaña era delgada) Además, estaba más pálida de lo habitual, sus labios estaban casi blancos, evidentemente apenas podía con su existencia.
—¿Por qué tuve que nacer mujer?—Preguntó la castaña.
—No lo sé.—Contestó el rubio.
Pero agradecía él no ser mujer.
Parecía bastante doloroso.
—¡Aaaa!—Exclamó Nene mientras se sentaba cabeza abajo en su sofá mientras tomaba su vientre bajo— Me duele.
Evidentemente le dolía.
—¿No tomas pastillas para el dolor?
—Sí, me acabé de tomar una pastilla, pero demora en hacer efecto.— Musitó la chica Amano.
Que mal.
La castaña parecía estar a un paso de la muerte debido a todo el dolor que sentía.
—¿Quieres que te traiga algo para comer?— Preguntó Kiriha.
—No, gracias, no tengo hambre.— Respondió Nene.
—¿Un café?
—No, gracias.
Rayos ¿cómo podría ayudarla?
¡Un minuto!
—¿Quieres un guatero?— Habló el rubio.
—¿Un guatero?— Preguntó Nene.
—Sí, un guatero con agua caliente para tu dolor.— Comentó el oji-azul— Una vez escuché que el calor hace bien para esto ¿no?
—Sí.— Respondió Nene— Pero n-no es necesario, Kiriha, yo puedo ir a preparar una.
—Déjame, yo voy.— Musitó el rubio antes de levantarse de donde estaba y caminar a la salida.
—Esto es insoportable.— Musitó Damar mientras ingresaba al internado— ¿Cómo rayos Yamato te habla así? No lo entiendo.
Mimi bajó la mirada.
—Ya ha pasado tiempo desde que él supo la verdad, al menos debería pensar un poco, sobre todo él, muy bien conoce la escasa relación que tenemos con nuestro padre e insinúa que nos va a ayudar.— Río la menor con ironía.
—Está enojado, es razonable que actúe así.—Comentó Kouji.
—Sí, pero nadie le da derecho a actuar de esa forma.— Habló Takuya— Mejor dicho, ni a él, ni a sus hermanos que para variar se han encargado todo este tiempo en criticarnos y hablarnos de esta manera en que el idiota de Yamato nos habló.
Mimi bajó la mirada, evidentemente sus hermanos ya no soportaban más esa situación, lo cual era entendible, los Ishida se dieron muchos atrevimientos que ellos no debían soportar. Quizás, ella sí, porque ella debía decirle a Yamato todo, pero sus hermanos igual salieron afectados.
¡Y todo por su culpa!...¿O no?...¿Realmente era todo culpa de ella?...¡Ni idea!...Lo único que podía decir era que estaba cansada de esto.
—Lo importante es que Yamato ya sabe la verdad.—Musitó Kouji—Esperemos que las cosas cambien.
¿Cambiar?
A estas alturas era lo mínimo que podía hacer.
—Con lo orgulloso que es él y su familia, lo dudo mucho.— Comentó la menor.
—Yo también, a estas alturas ya no sé que pensar.
Lamentablemente luego de todo lo que ocurrió, sería dificil confiar en los Ishida, actualmente eran unos desconocidos para ellos y dudaban de la amistad que decían tener.
Mimi suspiró—Necesito estar sola.
—¿Sola?— Preguntaron Takuya y Damar sorprendidos.
La oji-miel asintió— Sí, necesito pensar.
Generalmente no le gustaba estar sola, pero en estos momentos se sentía muy mal.
Las palabras de Yamato en verdad la afectaron, sobre todo el hecho que el rubio se fue directo contra sus hermanos.
¿Cómo rayos era capaz de decirle todo ese tipo de cosas?
Sus palabras eran duras, como si nunca la hubiese amado. Y eso dolía, mucho.
Un día la besaba y al otro día la insultaba, eso ya no era sano. Al menos no para ella.
—Y bien ¿qué te parece este ramo de flores?—Takeru le mostró la pantalla a su hermana.
Izumi observó atentamente el arreglo floral que el oji-azul tenía planeado regalarle a su novia en el día de mañana—Está hermoso. De seguro le gustará.
—Eso espero.—Musitó el menor.
En verdad quería que todo saliera bien en su cita de aniversario, quería dejar atrás los problemas que tuvieron y continuar con su feliz relación.
¡Toc, toc!
La puerta del departamento sonó.
Takeru observó a su hermana—¿Esperas a alguien?
La oji-verde negó— No, pero de seguro es una de mis nuevas compañeras de departamento.— Fue así como se levantó de su lugar y caminó hacia la puerta, la abrió.
Grande fue su sorpresa al encontrarse con su otro hermano, quién no traía buen rostro.
—¿Yamato?
—Ho-hola Zoe.— Respondió el chico.
Izumi observó sorprendida al oji-azul.
—¿Qué haces aquí?
—¿e?...No-no sé...—Balbuceo el chico.
La oji-verde alzó una ceja— ¿No sabes?
—O-o digo, sí, y-yo...
El chico parecía nervioso, pérdido.
—¿Puedo pasar?
Izumi asintió— Sí, entra.
Fue así como el chico ingresó al lugar.
—Matt.— Tk llamó a su hermano cuando lo vio entrar.
—Ta-takeru, también estás aquí.—Musitó Yamato.
El menor asintió.
Tampoco pasó desapercibido para el menor aquel rostro devastado de su hermano.
—¿Qué te ocurrió? — Izumi le preguntó a su hermano.
—¿Por qué tienes ese rostro? — Preguntó Takeru preocupado.
Yamato hizo una mueca sin saber exactamente que decir o hacer, tenía muchos sentimientos encontrados, pensamientos, estaba muy confundido.
—Hermano ¡Hey! — El menor movió su mano frente a él—No nos asustes por favor.
—¿Te ocurrió algo? — Preguntó la oji-verde.
El mayor guardó silencio.
—¡Yamato! — Takeru alzó la voz— ¿Qué ocurre?
—N-no sé…—Musitó Yamato.
—¿No sabes? ¿Qué no sabes?
Matt suspiró— No sé. — Bajó su mirada —Como reaccionar.
¿Reaccionar?
Takeru e Izumi intercambiaron miradas sin entender a que se refería.
—Creo que…—Yamato apretó su puño— Cometimos un error.
—¿Error?
El mayor asintió— Con respecto a Mimi y embarazo.
Los hermanos de Yamato intercambiaron miradas completamente extrañados sin entender a que se refería.
—Damar debes calmar tus impulsos.—El Minamoto le habló a su casi-novia.
—Me es imposible, Kouji, tú bien sabes que generalmente intento estar calmada, pero esta situación me tiene colapsada a mil.— Habló la castaña.
—Lo sé, pero debes estar tranquila.—El pelinegro la tomó por los hombros.
Damar respiró profundo— Está bien.
—Intenta despejar tu mente.
—¿Cómo?
—Existen muchas formas, puedes ir a tu entrenamiento.
—No tengo ganas.— Musitó la castaña, no estaba de ánimos para ir a ese entrenamiento.
Necesitaba un masaje relajante, un baño de tina, algo más...
Agradable.
Miró al chico y se acercó a él.
—Mejor dame un beso.
Mientras tanto a unos metros de ellos se encontraba Takuya observando literalmente hacia la nada, para sorpresa de Kouji y Damar no se enojó por su beso, al contrario, estaba muy perdido en el horizonte, no se sentía bien.
Necesitaba tomar algo para despertar, porque literalmente no sabía como reaccionar en esta situación. Fue así como se levantó del sofá y caminó en dirección hacia la cocina. Al llegar ahí se sorprendió al ver a su amiga, Hikari, quién se hacía un café.
La chica también se sorprendió al verlo.
—¿Takuya?
—Hola Hika.—Respondió el chico mientras se acercaba al refrigerador y lo abrió.
—Hola.— Contestó la chica— ¿Vienes a comer algo?
—No, vengo a tomar algo rápido.— Respondió Takuya mientras buscaba una bebida energética.
¡Bingo!
Pensó al encontrar lo que buscaba. Fue así como la tomó, al sacó, cerró el refrigador y se dispuso abrir la lata. Apenas la abrió el líquido comenzó a salir y fue directo contra la Yagami que se encontraba a unos escasos metros.
—Rayos.— Exclamó el moreno al ver como el uniforme de la castaña quedó empapado con bebida energética— Te pasé a ensuciar.
—Un poco.—Hikari pasó sus manos sobre su falda— Pero no importa, se puede limpiar.
—Realmente lo lamento, no quería...
—Hey, no te disculpes, fue un accidente.— Habló Hikari.
Takuya suspiró— Al parecer este es no es mi día.
Este comentario sorprendió a la Yagami.
—¿No?— Preguntó la hermana de Taichi— ¿Por qué? ¿No ha sido un buen día?
—Lamentablemente no.— Respondió el hermano de Mimi— Solo he tenido problemas.
—¿Problemas?— Cuestionó Hikari— ¿Con respecto a los Ishida y tu hermana?
—¿Es tan evidente?— Musitó el moreno.
Al parecer ya estaba claro que la amistad entre ellos era un simple pasado y todo era pelea entre ellos ahora.
—Lamentablemente sí...
Mimi caminó en dirección a su departamento verdaderamente aproblemada, afligida, apenada, sin ánimos. Toda esta situación llegó a un límite y sí, prefirió callar, porque si estallaba, probablemente diría miles de cosas que no quería decir o que posiblemente si quería decir, pero que luego se arrepentiría, porque Yamato atacó a sus hermanos, una vez más y esta vez sentía que era demasiado.
Takuya todo este tiempo prefirió mantenerse callado y hoy estalló, eso era una señal. Ni mencionar a Damar que también se guardó bastante cosas, entre ellas ser hiriente, porque ella era así cuando estaba enfadada.
¿En qué minuto dejó que las cosas salieran de control?
¡Odiaba a Yamato! Con su vida, jamás le perdonaría esto.
Iba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta que frente a ella apareció un chico y sin querer tropezó contra él.
—¡Hey! Ten más cuidado por...—La castaña tuvo intenciones de reclamar, pero se arrepintió de esto— Michael.
—Hola.—Respondió el rubio— Disculpa, no quería tropezar contigo.
—¿E?— Balbuceo la chica— Dis-disculpa no te quería hablar así.— Bajó la mirada apenada.
Michael observó a su amiga, generalmente ella no actuaba así— ¿Estás bien?
—¿E? ¿Por-por qué preguntas?
—Porque generalmente tú no andas a la defensiva.— Comentó el rubio y se acercó a ella— No tienes buen rostro ¿algo te ocurre?
—¿E?—La castaña hizo una mueca—N-no.
—¿Segura?
Mimi se mordió el labio inferior, a Michael era difícil mentirle— Disculpa, estoy un poco afligida.
—¿Afligida?—Preguntó el rubio—¿Por qué? ¿Tuviste un problema con Yamato?
La castaña bajó la mirada—¿Es tan obvio que todo mis problemas se relacionan con él?
Michael hizo una mueca—Lamentablemente sí.— Respondió— O al menos, el último tiempo, todo lo negativo se relaciona con él.
Mimi sintió un ardor en sus ojos y a escasos segundos unas lágrimas brotaron de ellos.
¿Por qué era tan débil frente a esta situación?
Apretó su puño.
¿Por qué todo estaba así?
¡Odiaba esta situación!
La impotencia fue algo obvio para Michael, quién no dudó en acercarse a ella y abrazarla.
—Tranquila Mimi.—Musitó el chico— Todo está bien.
—Así que...—Takeru tragó saliva.
—Esa es la verdad.— Finalizó Izumi totalmente incrédula del relato que Yamato les contó hace unos segundos.
Yamato asintió.
—Takuya me lo dijo y Mimi lo confirmó.
Takeru e Izumi intercambiaron miradas. Jamás hubiesen esperado esto, aunque, si analizaban todo tenía sentido. Keisuke nunca fue un hombre bueno, siempre fue frío, egoísta, al igual que Natsuko e Hiroaki, solo le importaba su honor.
—Es-esto...—El menor hizo una mueca— Cambia todo.
—Absolutamente todo.— Musitó Izumi.
Yamato asintió aun intentando procesar todo.
—¿Eso quiere decir que nos equivocamos?— Preguntó Takeru.
—Al parecer sí.— Musitó el mayor.
Odiaba admitirlo, pero se equivocó grandemente al hacer prejuicios sin saber la verdad absoluta de su chica.
—Pe-pero...¿Podemos confiar en que eso es verdad?— Cuestionó la oji-verde.
—No lo sé.— Comentó Yamato— Pero si sé de una persona que puede confirmarlo.
—¿Estás más tranquila?
Mimi asintió.
Michael acarició su rostro—¿Segura?
—Sí.—Contestó la castaña— Estoy bien. Gracias a ti.
El chico sonrió—Y bien ¿me dirás exactamente que sucedió?
Mimi suspiró— Mi padre regresó a Japón.
—¿Qué?— Preguntó Michael sorprendido— ¿Tu padre? ¿Keisuke?
La castaña asintió— Sí, él regresó. Me encontré con él esta mañana.
—¿Y cómo fue ese reencuentro?
—Horrible.— Respondió Mimi— Demasiado mal. No quise escucharlo, no quería verlo, literalmente nuestra conversación fue de diez minutos o menos.
—¿Por qué?— Cuestionó el rubio— ¿Fue muy tajante?
—No, al contrario, él insistió porque habláramos, pero yo no quise.— Contestó la oji-miel— Verás, no importa lo que diga o haga, lo conozco, siempre busca hacerme sentir mal, así que, no tuve interés de escucharlo.
—¿Y cómo se relaciona Yamato con esto?—Preguntó el estadounidense.
—Porque él se encontró con mi padre.—Respondió la castaña— Y tampoco salieron bien las cosas, no sé exactamente que se dijeron, pero Yamato creyó que mi padre venía a ayudarnos a mis hermanos y a mí en esta "lucha" si es que se le puede decir así, contra él y su familia.
—Cosas sin sentido.
—Exacto, cosas sin pies ni cabezas, pero guiadas por una cabeza caliente.
—Que mal, ahora entiendo porque estás así.— Musitó Michael.
—Bueno, eso no es todo, Yamato vino contra mí, se enfrentó a Damar le dijo mil estupideces, Takuya también estuvo ahí, Yamato mencionó un tema de Natsumi, lamentándose que esté emparentada con nosotros y mi hermano no se contuvo...—Mimi suspiró— Lo agarró de la camisa y le dijo todo.
—¿Todo?
Mimi asintió— Toda la verdad con respecto a mi embarazo y todo lo que debió saber desde el principio, pero que no quiso saber.
—¿Qué?— Preguntó Michael— Entonces ¿ya sabe que todo fue la culpa de tu padre que te llevó a un lugar lejos? ¿qué quería dar a tu hija en adopción? ¿Y demás?
—Sí, exactamente todo eso.— Respondió Mimi— Takuya no se contuvo y se lo gritó en la cara.
El rubio alzó las cejas sorprendido— ¿Y cómo reaccionó?
—No tengo idea.— Contestó la castaña— Solo me preguntó si era verdad, le dije que sí y luego nos fuimos, ya que no quería verlo. La situación estaba muy tensa, así que, preferí simplemente retirarme.
—Entiendo.— Musitó Michael.
—Sin embargo, tengo miedo de lo que puede suceder ahora.
—¿Miedo?— Cuestionó el chico— No tengas miedo, ahora que sabe la verdad todo puede mejorar.
—¿Mejorar?— Mimi suspiró— A estas alturas sería lo mínimo, pero ¿sabes? esta pelea la sentí muy diferente a las otras, no me agradó para nada, me siento muy mal, sentí que Yamato llegó a punto donde me desilusionó mucho.
—Es entendible, has soportado mucho hasta ahora.
—Demasiado diría yo, pero...—La castaña apretó su puño— Hoy Yamato pasó muchos límites, puede ser que sea pésima novia, pero él no me conoce como madre, ni a mis hermanos ¿sabes? Me dolió mucho que dijera que se lamentaba que Natsumi estuviera emparentada con ellos, cuando mis hermanos han dado mucho por ella, siendo adolescentes, jóvenes, han hecho mucho por Natsumi. Y aunque no lo sepa, nadie le da el derecho de tratarlos mal. Damar y Takuya han intentado ser respetuosos, evitar los problemas, no insultarlos, ni a él, ni a Takeru, ni a Izumi, pero ellos se han dado con el derecho de decir mil estupideces de ellos.
Michael hizo una mueca—Entiendo.—Acarició su rostro.
—Estoy muy desilucionada, no puedo creer que la persona que decía "amarme" sea capaz de decirme palabras hirientes a mi y a las personas que quiero.— Habló la Tachikawa.
—Lamentablemente hay personas así.
—Sí, pero él era mi novio ¿cómo puede ser tan cruel?
—Existen personas que son así.— Habló Michael— Pero, tú debes ser fuerte y soportar esto.
—Me es difícil soportarlo.— Mimi bajó la mirada— Me hace desilucionarme, pero no solo de Yamato o de la persona que decía ser mi amiga, sino que, de todo, no sé si algún día seré capaz de volver a querer a alguien.
—No digas eso, esta fue tu primera experiencia en el amor. Pero, no todos los chicos son así.
—Ojalá no, pero me es difícil creerlo.
El chico hizo una mueca—¿Sabes? Si yo fuera tu novio jamás te hablaría de esa manera.—Acarició su rostro— Aunque fueras capaz de mentirme, mi cariño por ti superaría cualquier cosa.
Mimi se mordió el labio inferior.
Al parecer Yamato no la amaba tanto como para superar eso.
Bueno, tal vez, esto le serviría para cerrar ese capítulo en su vida.
Suspiró.
Ojalá se hubiera enamorado de alguien como Michael y no como Yamato.
—Perdí el control.—Declaró Takuya— Y le dije todo a Yamato.
—¿Qué?— Preguntó la chica— ¿La verdad sobre el embarazo de Mimi?
El moreno asintió.
—Pe-pero eso es bueno ¿no?
—Sí, lo es, finalmente supo todo.— Comentó Takuya— Pero, las discusiones me tienen harto.
Era entendible, desde que salió todo a la luz, los Ishida solo discutían con ellos.
—Estoy muy decepcionado ¿sabes?
—¿Decepcionado?
El moreno asintió.
—No me siento mal por haber dicho la verdad, pero todo lo que sucedió me hizo analizar ¿sabes? Yamato le dijo cosas muy hirientes a Mimi.— Habló el castaño— No logro entender ¿cómo rayos dejé que mi hermana estuviera con alguien así? Si es capaz de hablarle así es porque nunca la amó.
Hikari hizo una mueca— No pienses eso. Es simplemente que está enojado, es entendible que diga cosas sin pensar, nosotros conoces a Yamato y sabemos cómo es. Siempre que discutía con Taichi decía o hacía cosas sin pensar.
—Sí, pero un amigo es diferente a una novia o a la persona que dices amar.—Musitó Takuya— Por más que yo me enojara con Izumi jamás quise tratarla de una manera tan abrupta o ruda, jamás me involucré con su familia aunque tuviéramos problemas, para una relación hay parámetros que respetar ¿no? Puedes estar muy enojado, pero debes respetar lo que algunas vez vivieron ¿no? Y siento que, la forma en que actúo Yamato no sentí que fuera la correcta.
En cierto punto Takuya tenía mucha razón, mejor dicho, en todo.
Puedes tener mil problemas con tu actual o ex pareja, pero es necesario respetar a esa persona o su entorno. Sobre todo, cuando trata de alguien que estará ligada a ti para toda tu vida, ejemplo Mimi que era la madre de la hija de Yamato y esto sería para toda la vida.
—Y para variar, las cosas están muy tensas y van a empeorar.— Musitó Takuya.
—¿Por qué?
—Porque mi padre regresó a Japón.
—¿Qué?— Preguntó la Yagami— ¿Tu padre, Keisuke?
Takuya asintió— Ese fue el detonante de toda esta discusión, ya que Yamato no estaba muy agradado por esto, porque creía que sacaríamos provecho, cosa que es erróneo, porque Keisuke fue quién nos obligó a hacer todo esto.
Sí, lo sabía.
—Todo está feo, pero debes estar tranquilo Takuya—Hikari tomó su mano— Todo estará bien.
—Eso espero, aunque lo dudo, todo solo ha ido mal.
—Sí, pero no es tu culpa Takuya, lamentablemente son cosas que suceden, sin embargo, si eres optimista todo irá mejor.
—¿Tú crees?
—No creo, estoy segura.— Musitó la Yagami.
¡Toc, toc!
Kiriha golpeo la puerta del departamento de Nene mientras en su mano izquierda sostenía el guatero mediano con agua extremadamente caliente.
Rogaba al cielo para que no se rompiera y quemara sus manos.
A los pocos segundos la puerta se abrió y apareció la chica castaña, quién había cambiado totalmente su outfit, en vez de llevar los pantalones que el compró y su top, ahora llevaba un pantalón de pijama a cuadros color lila y un polerón gigantesco color negro, parecía ser mil tallas más grandes que ella. Además, su cabello estaba un tanto alborotado.
—Kiriha, que bueno que llegas.
—Traje el guatero.— El chico elevó aquella cosa en sus manos—¿Cómo te sientes?
—Horrible.— Musitó Nene mientras se recostaba en su sofá totalmente adolorida.
—Tranquila, aquí traje esto.— El rubio se acercó a ella, tomó asiento a su lado y lo depositó en su abdomen bajo.
Nene respiró profundo al sentir el calor sobre la zona adolorida.
—¿Te alivio el dolor?
—Un poco.—Contestó la chica Amano.
—¿En verdad duele mucho?
—¿Acaso no es obvio?— Preguntó Nene.
Buen punto. Casi se revolcaba del dolor. Evidentemente era doloroso.
—Tengo sueño.—Musitó la castaña mientras se recostaba en el hombro del chico— Mucho sueño.
Kiriha observó esto sorprendido—¿E? Nene...—Tuvo intenciones de decirle que él no era su almohada y que no se acomodará ahí. Sin embargo, la chica al fin parecía estar en una posición cómoda.
Suspiró.
Lo mejor sería dejar que durmiese.
Luego la llevaría a su habitación.
—Todo lo que dijo Mimi es verdad.—Declaró cierta chica pelirroja de apellido Takenouchi, super amiga de Mimi.
Esto fue como un balde de agua fría que cayó sobre Izumi, literalmente se sentía de muerte y culpable ¡Muy culpable! Mal amiga, mal cuñada, mala novia…Bueno, exnovia…Por culpa de su reacción tan insensata perdió a Takuya cuando finalmente pudieron estar juntos…Ella lo arruinó. Así como también arruinó su amistad de años con Mimi, su mejor amiga, quién siempre estuvo para ella, quién nunca le dio la espalda a pesar de sus errores, quién nunca la juzgo por sus malas decisiones, quién siempre le prometió fidelidad de amigas hasta la muerte. Y no quería nombrar a Damar, a quién lamentablemente decepcionó, cuando sabía que tanto ella como sus hermanos los consideraban a ellos, los Ishida, como parte de su familia…Familia que ellos, los Ishida, decidieron romper por prejuicios.
Llevó sus manos a su rostro.
¡Era de lo peor!
Sin duda.
Con los años se volvió una copia de su madre, Natsuko, cometió los mismos errores, dañó a sus seres queridos, se volvió prejuiciosa, una víbora mejor dicho serpiente sin sentimientos y veneno.
¡No valía la pena!
Esta vida no lo valía.
—¿Por qué no nos dijeron esto antes?
—Estabas demasiado enojado, no querías escuchar.— Musitó Sora— Bueno, en realidad ustedes tres estaban muy enojados y no querían escuchar. Pero es verdad, Taichi y yo supimos todo un poco antes que ustedes y...—Bajó la mirada— Mimi sufrió mucho, es lo único que puedo decir.
Yamato apretó su puño ante esto, Izumi llevó sus manos a su cabeza totalmente arrepentida de todo lo que dijo e hizo.
Fue capaz de criticar y juzgar a su mejor amiga de toda la vida por algo que no era verdad.
Fue capaz de perder a Takuya por algo que no hizo, lo juzgo, lo crítico y todo por...nada.
—¿Y por qué no nos dijo?— Preguntó Takeru— Pudimos haberla ayudado cuando regresó al internado.
—Era una herida muy profunda, sangraba con cualquier roce.— Habló Sora— Además ¿cómo la iban a ayudar? ¡Tan solo miren! La relación con Keisuke era horrible, Natsumi corría peligro con él, ahora con los padres de ustedes. Y para variar, La situación ahora con Alice es horrible ¿cómo la hubiesen podido ayudar?
Los tres intercambiaron miradas.
—Además, Mimi no quería que ustedes sufrieran, mucho menos tú, Yamato.— Musitó la pelirroja— Ya mucho le bastó con "arruinar" la vida Takuya y Damar que han hecho hasta lo imposible por ayudarla, pero que a su vez han sufrido con ella.
Eso era también doloroso saberlo, porque ellos también se fueron en contra de los hermanos de la Tachikawa por todo este tema, olvidando todos sus años de amistad.
Rumiko se dejó caer sobre la silla de su escritorio completamente agotada.
Odiaba todo lo que le estaba ocurriendo.
Kousei no dejaría caer tan fácil su nombre y por eso le estaba haciendo la vida imposible. Por otro lado, debía lidiar con las exigencias de Natsuko. Y como si fuera poco debía lidiar con la investigación que paso a paso la ponía en peligro de estar expuesta.
¡Toc, toc!
La puerta sonó.
—Adelante.—Exclamó la rubia.
Y fue ahí...Sí, en ese preciso minuto donde...Rumiko sintió el verdadero terror al ver quién ingresó al lugar.
—Rumiko.— Saludó cierto hombre de cabello oscuro y anteojos oscuros.
—¿Keisuke?— Pronunció su nombre.
—Él mismo.— Respondió el hombre antes de entrar y cerrar la puerta tras él.
—¿Qué haces aquí?
—¿Acaso no aprendiste a saludar?— Preguntó el Tachikawa un tanto molesto— Buenas tardes.
Rumiko hizo una mueca— Buenas tardes.
—Ahí sí.
—Ahora dime ¿qué haces aquí?
—Vine a ver a mis hijos.— Contestó Keisuke.
Ese comentario alegró a Rumiko.
—Genial, finalmente vienes a poner orden.—Musitó la rubia.
—Sí, vengo a colocar orden.—Contestó Keisuke.
—Menos mal, ya no soportaba la rebeldía de Damar, los problemas amorosos y parentales de Mimi por su bastarda, o a Takuya con...
—¡Silencio!— El hombre interrumpió a la Nonaka, quién se sintió desconcertada ante esto— Vine a colocar orden...—Keisuke se cruzó de brazos— Pero no de la forma en que tú piensas.
Ya no sería ese hombre egoísta, ahora se dedicaría a ser padre.
—Dime ¿cómo rayos Damar se enteró que tú y yo tuvimos algo?— Preguntó Keisuke de repente sorprendiendo a la mujer.
¿Qué?
Esto desconcertó a Rumiko.
—No sabía que tu hija ya conocía esa verdad.
—No es necesario que me mientas.
—No estoy mintiendo.— Contestó la rubia— No sabía que Damar sabía sobre nosotros.
El hombre observó a la mujer de manera desafiante sin saber si creerle o no. Rumiko tenía fama de mentirosa.
—¡Como sea!— Exclamó Keisuke— Ella se enteró, cuando yo te advertí varias veces que eso nadie debía saberlo.
—No sé como rayos se enteró.— Habló la rubia— Ahora entiendo porque no me soporta, en todo caso.— Musitó—Bueno ¡que importa!—Gritó— No te debería lo que debe pensar esa bastarda, finalmente no es tu hi...
—¡Cállate!— Keisuke la interrumpió con frialdad— No vuelvas a repetir eso.
—¿Por qué?— Preguntó la rubia— ¿Te duele en el orgullo saber que Satoe te fue infiel?
El Tachikawa frunció el ceño— ¿Infiel?— Sí ¿cómo no?—Siempre has afirmado eso, pero ¿quién me asegura que eso sea real?
—No es necesario que lo verifiques, es obvio.— Musitó Rumiko.
—Satoe siempre fue una persona sincera, trasparente, ella siempre me amó.
—Eso decía o aparentaba.—Habló la rubia— Pero está claro que no. Y tú bien lo sabes, por algo nunca quisiste hacerle una prueba de ADN a tu hija, porque siempre tuviste miedo que la imagen que creaste de Satoe se derrumbara frente a sus ojos.
Antes sí, tuvo miedo.
No obstante, ahora estaba convencido que Satoe no lo engañó.
Damar era prácticamente la imagen viva de su madre, Demiyah Tachikawa.
—No necesito verificarlo, Satoe siempre fue sincera, nunca fue capaz de mentir y no dudo de ella, jamás lo haría.— Habló Keisuke— ¿Y sabes por qué?
—¿Por qué?
—Porque no es una cualquiera como tú.— Musitó el Tachikawa.
Rumiko apretó su puño ante esto.
—Dime ¿qué se siente que tu hija ahora verdaderamente sea reconocida como una bastarda ante la sociedad?—Preguntó Keisuke.
¿Qué?
Esto sorprendió a la rubia.
—¿Cómo lo supiste?
—¿En verdad creíste que no iba a enterarme?— Cuestionó el Tachikawa— Todo el mundo lo sabe, las noticias corren rápido.
Rumiko se mordió el labio inferior, esto no era bueno.
—Ahora entiendo por qué Kousei privilegio tantas veces a tu hija, porque también era de él.— Habló Keisuke—¡Y claro! Tú así aprovechaste para ascender en la sociedad.—Musitó— Aunque, no te tomará mucho tiempo ahora para comenzar a bajar.
—Eso nunca ocurrirá.
—Eso tú dices, pero está claro que así será.— Comentó Keisuke— Dudo que los padres de familia quieran que una persona como tú continue en este lugar.
—Eso no ocurrirá.
—Tú sabes que sí.— Contestó Keisuke— Porque ante todos quedó demostrado lo barriobajera que eres.
Rumiko apretó su puño totalmente enfadada.
Primero Kousei la ofendía, luego Keisuke ¿Quién rayos se creían que eran?
—¡Cállate! Y ya, dime ¿por qué estás aquí?
—Ya te dije.— Contestó el hombre— Vine a ordenar las cosas con mis hijos, así que, traelos hasta aquí, necesito hablar con ellos.
Mimi se dejó caer sobre el sofá totalmente perdida frente a todo, no sabía como poner sus pensamientos en orden, era difícil, porque a estas alturas no esperaba mucho de Yamato. Sí, sabía la verdad, pero ¿eso sería suficiente para arreglar todo?
No estaba segura, al menos por su lado, tenía muchos problemas y afrontar todo era complicado, sobre todo ahora que conoció este nuevo lado de Yamato, él cual simplemente quería ofenderla, en el cual la atacaba y atacaba, olvidando todo lo que algún día decía sentir. Sí, decía, porque no estaba segura que alguna vez lo haya sentido.
Lo más triste era ver como Izumi también la trató como una desconocida, su amiga, a quién le juró lealtad, quién también decía querer a Takuya.
De un momento a otros se convirtieron en extraños.
Ellos se dieron el atrevimiento de insultarlos, enfrentarse a ellos, queriendo humillarlos.
Damar y Takuya eran fuertes y siempre intentaban no demostrar que les afectaba, pero ella los conocía, sabía que todo esto los había afectado. Y eso le dolía, Yamato siempre supo que sus hermanos eran muy importantes para ella y se dio el atrevimiento de ir directo contra ellos.
Yamato era despreciable, sin duda. Y si él lamentaba que ella fuera madre de su hija. Ella también lamentaba que el Ishida fuera padre de Natsumi.
¡Toc, toc!
La puerta de su departamento sonó.
La castaña observó la puerta sin ánimos, no quería abrir.
—Mimi.—La voz de su hermano se escuchó desde afuera— Sé que quieres estar sola, pero, abreme por favor.
La oji-miel hizo una mueca.
—Takuya, necesito tiempo.
—Lo sé. Sé que quieres pensar, pero de verdad no quiero que tengas que romper tu mente por pensar en esto que no es tu culpa.
—Me es inevitable, en gran parte si es mi culpa.
—Claro que no, no pienses que sí.— Habló Takuya.
Mimi caminó hacia la puerta y la abrió— Me es inevitable ¿sabes?— Volteo hacia el sofá y caminó hacia él para tomar asiento.
El moreno ingresó al lugar y cerró la puerta.
—Toda esta situación me tiene colapsada ¿sabes?— Musitó la chica— Y ya no es solo porque me duela que Yamato desconfié de mí, sino porque siento que nunca lo conocí de verdad, ni a él, ni a su familia.— Suspiró— Es como si todo lo que sintió por mí fuera una mentira.
Takuya hizo una mueca, lamentablemente hace unos minutos pensó algo similar.
—Y sí, le mentí, pero ¿cómo es capaz de hablarme de esa forma? ¿cómo es capaz de hablarles a ustedes de esa forma? Sabiendo que lo que ocurrió con nuestra hija es tema de nosotros y no ustedes, Damar y tú simplemente me están apoyando, pero él cree que es legal y justo descargar su enojo con ustedes.
—Está enojado.
—Sí, pero eso no le da derecho.— Habló Mimi.
La chica llevó sus manos a su rostro.
—Me da lo mismo que ahora sepa la verdad, aunque, Yamato intente cambiar esta situación ya pasó todos los límites.
Sí, los paso.
—Puede que sí, pero hermana, no debes estar triste por eso, él no lo merece.— Habló Takuya.
—No, pero esta discusión verdaderamente me hizo sentir culpable.
—No tienes culpa de lo que ocurrió con Natsumi.
—Puede que no, pero si soy culpable de que Damar y tú debieron dejar todo por mi, que tengan que pasar estos momentos insoportables con los Ishida, que tengan que soportar sus confrontaciones y...
—No es tu culpa.— Declaró Takuya— Nosotros simplemente queremos estar contigo y ellos quieren descargar su enojo, pero no es tu culpa. Además, nosotros no dejamos todo, fue nuestro padre quién nos obligó a dejar todo.
—Ustedes han recibido todo lo malo de Yamato y su familia, algo que no merecían.
—Mimi, no importa de verdad, tú eres nuestra hermana y queremos estar contigo, no nos importa lo que ellos nos digan nosotros siempre, siempre...—Tomó su rostro entre sus manos— Siempre estaremos para ti.
Fue inevitable que de los ojos de Mimi brotaran lágrimas, en verdad, amaba tener hermanos.
¡Toc, toc!
La puerta sonó interrumpiendo aquel momento entre los hermanos.
Era la inspectora Onodera.
—Jóvenes Tachikawa, que bueno encontrarlas juntas.— Habló la mujer— La directora Rumiko los llama a su oficina.
¿Qué?
—Junto a su hermana Damar.
Kouji ingresó a su departamento luego de haber dejado a Damar en el suyo.
Debía admitir que estaba cansado ¿De qué? De todo, de sus problemas, de los problemas de su chica, los problemas de Rika y demás.
Verdaderamente el dinero no hacia la felicidad.
¿Por qué decía esto?
Porque, a pesar de tenerlo todo, no podían disfrutar de nada. Eran apena adolescentes y a estas alturas estaban viviendo todo tipo de cosas, tanto los Tachikawa, como los Ishida, Rika, Koichi, él, entre otros.
Verdaderamente era agotador.
—¿Kouji?— Una voz llamó su atención y de una habitación apareció su gemelo.
—Koichi.—Pronunció su nombre—¿Qué haces aquí?— Preguntó Kouji.
—Eso mismo te iba a preguntar.
—¿No tenías clases?
—Sí, pero tuvimos un percance en laboratorio y nos dejaron salir antes.— Respondió el Kimura—¿Y tú?
—En mi clase tenía una presentación.—Contestó el Minamoto— Mi grupo presentó la clase anterior, así que, no tenía ganas de escuchar al resto, así que, me vine.— Medio mintió y dijo la verdad, no quería escuchar a los demás grupos que debían exponer, sin embargo, la razón más fuerte para no asistir a esa clase fue estar preocupado de Damar.
—¿A sí?—Preguntó Koichi— Te corriste de clases.
—Algo así.
—¿Sólo?— Cuestionó el Kimura— ¿O acompañado?
—¿Qué?—Kouji se sintió confundido por esta pregunta.
—Acompañado, ya sabes...—Musitó el Kimura—¿Por una chica?
El Minamoto alzó una ceja sorprendido— ¿Y esa pregunta?
—No sé, dime tú...—Musitó Koichi.
Esto llamó la atención de Kouji y a su vez causó cierta preocupación ¿acaso Koichi sabía algo?
—No sé a que te refieres.— Murmuró Kouji.
—Nada, es que últimamente en el internado salió un rumor de que estabas saliendo con una chica.
¿Qué?
¿Cómo?
¿Cuándo?
¿Dónde?
—¿De dónde sacaste eso?— Preguntó el Minamoto.
—Lo escuché por ahí.—Comentó Koichi.
¡Oh no!
—Pero no te preocupes, fue un comentario que escuché a la ligera cuando estaba en la lavandería.— Musitó el Kimura.
Estaba lavando ropa cuando dos chicas comenzaron a hablar, no obstante, cuando iba a escuchar quién era la chica la lavadora comenzó a sonar, las dos personas que estaban ahí al notar su presencia por alguna razón se quedaron en silencio y no pudo escuchar saber quién era esa chica con la cual estaba saliendo su hermano.
—Supuse que era un rumor.— Comentó Koichi— Hace poco tiempo terminaste una relación ¿no? Dudo que quieras comenzar algo nuevo con otra persona tan pronto.— Y lo decía por experiencia propia, luego que Damar terminó con él no volvió intentar algo con una chica hasta mucho tiempo después.
Kouji se mordió el labio inferior nervioso sin saber exactamente que hacer o decir.
Damar y él estaban comenzando algo, sí, pero todavía no querían decirle al Kimura ¿por qué? porque habían ocurrido muchas cosas el último tiempo.
No obstante, era difícil negar algo que ya comenzó a ser rumor en el internado.
Al menos, en ese sentido debía ser sincero. Y de alguna forma ir abriendo puertas para decirle la verdad a su hermano.
—¿E?— Balbuceo— La verdad es que...—Kouji hizo una mueca— Hace un tiempo estoy intentando algo con una chica.
—¿Enserio?— Preguntó el Kimura.
El Minamoto asintió.
—¡Wow! ¿Desde cuándo? ¿Por qué no me habías dicho?— Cuestionó Koichi intrigado.
—¿E?— Balbuceo el oji-azul— Hace un tiempo, no puedo decir exactamente hace cuánto.
En realidad, sí, pero era un tanto confuso, con Damar estaban enamorados desde hace años, sin embargo, recién ahora estaban intentando "formalizar" algo, no obstante, hablar con el Kimura de eso era difícil e incómodo.
—Pe-pero mejor dejemos de hablar de mi y mejor hablemos de ti.— Musitó Kouji— Últimamente te he visto muy cerca de esa chica castaña...¿cómo se llama?...¿Juri?
Koichi asintió.
—¿Qué sucede entre ustedes?
—¿Entre nosotros?— Preguntó el mayor— Nada, simplemente somos solo amigos.
—¿Seguro?
El Kimura asintió—¿Pensabas que sí?
—Sí ¿no me comentaste que la besaste?
—Sí.— Contestó Koichi— Pero, ya te dije que eso fue un error, algo sin sentido.
—¿Sin sentido?— Preguntó Kouji—Fue un beso, dudo que sea sin sentido.
—Bu-bueno, somos amigos y simplemente nos dejamos llevar por un momento, pero nada más.— Respondió el Kimura— Con Juri aclaramos todo y continuamos como si nunca hubiese paso.
¡Rayos!
Pensó el Minamoto.
—Además, yo estoy enamorado de otra persona...
—¿A sí?— Preguntó Kouji.
Koichi asintió.
—¿De quién?—Cuestionó el Minamoto— ¿Puedo saber?
—Tú bien sabes de quién siempre he estado enamorado y jamás dejaré de estarlo.
¿Qué?
¡Oh no! Por favor que no dijera aquel nombre que empezaba con D.
—Sigo muy interesado en Damar.— Declaró Koichi.
¡Oh no!
—¿En la hermana de Takuya? ¿Otra vez?
El mayor asintió.
—Pe-pero ¿por qué?— Preguntó Kouji.
—¿Por qué? ¿Qué?
—¿Por qué te sigue interesando?
—¿Acaso no debería?— Cuestionó el Kimura— Tú sabes que siempre me ha gustado, fue mi primera novia.
—Sí, lo sé, pero eso fue hace mucho. Ahora todo es diferente.
—Claro que no.
—Claro que sí. Koichi, tú y ella hace años ya no hablan como antes, Damar está super cambiada y ya no son tan unidos, desde que ella regresó no se ha acercado a ti con otra intención ¿no?
—Puede ser, pero eso no quita mis sentimientos.
—¿Sentimientos?
Lo de su hermano parecía más obsesión.
—Él último tiempo ha actuado de manera muy tierna conmigo ¿sabes?— Habló el Kimura.
~Días atrás~
—Toma, te traje esto.— Musitó la chica antes de entregarle una bolsita.
Koichi lo recibió, alzó una ceja— ¿Qué es esto?— Preguntó antes de ingresar su mano a la bolsa y sacar lo que llevaba dentro.
Era un libro.
—¿Un libro?
—No es cualquier libro, Kimura.— Respondió Damar— Es la versión 2 del libro three lives three worlds the pillow book. Como sabes, costó un mundo que el primer libro lo tradujeran a la versión Japonesa, luego que saliera en China y pues, nosotros estábamos esperando el libro 2 ¿lo recuerdas?
Koichi asintió.
—¡Y pues! Este es...
—Pe-pero ¿de donde la sacaste?
—Es mía.— Contestó la Tachikawa— ¿Recuerdas que la buscamos como locos hace unos años el primer libro? Cuando fui de vacaciones a Estados Unidos, mi abuelo me lo regaló. Y pues, hace un tiempo me regaló este libro que como sabes es la segunda parte de la saga. Ya que fue de vacaciones a Shangai y ahí estaba en una exhibición.
—¿Exhibición?— Cuestionó Koichi— Debió valer una fortuna.
—El dinero no es tema para mí.— Comentó Damar, a esas vacaciones fue con su abuelo, padre de Keisuke, quién siempre la consentía en todo por ser su nieta menor—Ahora es tuya.
—¿Mía?— Preguntó Koichi— Pero tú amas este libro ¿no?
Si, antes los amaba, ahora ya no ¿Razón? Ni ella lo sabía.
—Ya lo he leído.— Respondió Damar— No es interesante, en cambio para ti lo es porque todavía no lo lees. O eso creo.
—Pues no, no lo he leído...—Musitó el chico— Ahora lo leeré.
Y más que eso, conservaría para siempre ese libro, incluso dormiría con él.
~Actualidad~
Kouji llevó una mano a su frente.
Por intentar consolar a Koichi luego de la muerte de su madre, Damar terminó confundiendo al Kimura.
Tendría que hablar con ella sobre esto.
Keisuke observó atentamente a sus hijos mayores, Mimi y Takuya, quienes en su rostro demostraban disgusto.
La chica no quería mirar a su padre, lo contrario a su mellizo, quién observaba a su padre de frente, sin miedo a enfrentarlo.
A un costado se encontraba Rumiko, quién sentía la horrible tensión, ya que estaba en el aire.
El Tachikawa mayor hizo una mueca al ver que su hija menor no estaba—¿Dónde está Damar?
—No quiso venir.— Respondió Takuya.
—Dije que quería hablar con mis tres hijos, Rumiko.— Keisuke le habló a la directora.
—Tu hija esa muy rebelde, ella no le hizo caso a Onodera.
—¿No le hizo caso?— Preguntó Keisuke— ¿Esa es la enseñanza que les das en este lugar? De rebelde sin causa.
—No me reclames a mi.— Contestó Rumiko— Ella es así debido a ti.— Caminó hacia la puerta— Permiso, los dejaré solos.
No, por favor no, pensó Mimi. No quería tener que frente a él.
Fue así como la rubia salió del lugar y los tres se quedaron solos.
Keisuke nuevamente volvió su mirada a los mellizos.
—Hijos...
—¿Qué rayos haces aquí?— Takuya lo interrumpió de golpe.
El hombre hizo una mueca, no esperaba que su hijo predilecto, su heredero, lo recibiera así.
—¿Tu hermana no te lo dijo?— Preguntó Keisuke— Vine a verlos.
—¿Por qué?— Cuestionó el moreno— ¿Qué hicimos? ¿En qué problema quieres involucrarnos?
—No es por eso.— Contestó el hombre— Vine a verlos porque estoy preocupado por ustedes.
—No queremos hablar contigo.— Musitó Mimi.
—Hija, yo sé están enojados, pero de verdad necesito que me escuchen.
—Enojados es decir poco.— Habló Takuya.
Keisuke se mordió el labio inferior, el moreno estaba enojado, era obvio, mientras que sus hijas ni siquiera le dirigían la mirada.
Mimi llevó una mano a su pecho.
Sentía que en cualquier minuto le daría una crisis de pánico, su corazón estaba muy acelerado, sentía que su respiración se agitaba a mil, sus mejillas se calentaban horriblemente.
Cerró sus ojos intentando calmarse, pero era difícil, esta sensación de invasión por parte de su padre ¡Era horrible! ¿Acaso no entendió cuando dijo que no quería volverlo a ver? Él hizo su vida miserable cuando supo que estaba embarazada, antes era su hija favorita y perfecta, sin embargo, esto cambio cuando quedó preñada.
¿Cómo podía ser tan cruel y haberla querido separar de su hija? Eso era lo más bajo que podía caer una persona. Separar a una pequeña indefensa de su madre.
¿En qué estaba pensando en esos momentos?
—Sé que he cometido errores y que no merezco perdón, pero...
—¡Vaya! Hasta que al fin reconoces que has cometido errores y nos has hecho mal.
—Hijo, yo jamás he querido hacerles mal, yo todo lo hice fue porque quería hacerles un bien.
—¿Un bien?— Preguntó Takuya con ironía—¿Acaso no eres consciente de todo lo que hiciste? Sí Mimi sufre de crisis de pánico es porque tú le provocaste un gran dolor al quitarle a su hija.—Declaró el moreno— Porque no te pusiste en su lugar, sabías que tuvo bastantes complicaciones, sin embargo, tú insiste por ocultar su embarazo en un lugar donde nadie la viera
—Hijo, yo fui un inconsciente, en ese tiempo yo solo pensaba en mí.
—En ese tiempo...—Repitió el moreno— No ha pasado mucho desde entonces ¿sabes? ¿O no pensabas solo en tí cuando querías enviar a Damar a una clínica psiquiatrica? Hace menos de un mes.
—E-eso fue porque no sabía que hacer yo...—Estaba enojado y quería deshacerse de ese "problema"
—Simplemente querías una salida fácil, pero no querías asumir.
—¿Asumir qué?
—Que Damar cayera en las drogas también era culpa tuya.— Respondió Takuya— Jamás nos has puesto la atención que deberíamos, cuando murió nuestra madre buscaste salidas fáciles en especialistas que le recetaron ansiolíticos para que controlara su ansiedad, lo cual fue la primera puerta para que luego cayera en lo que cayó y estar centrado en ti nunca te permitió ver que ella estaba en malos pasos.
Literalmente, cada palabra, cada dolorosa palabra era como una puñalada en su corazón. Porque aunque no quisiera admitirlo, todo era verdad, todo lo que decía el moreno era cierto.
—Ahora solo vienes a darnos más problemas que no necesitamos tener.— Declaró el chico—¿Sabes? Alice nos tiene demandados y para variar, el padre de Natsumi, Yamato junto a toda su familia nos han hecho la vida imposible.—Habló el moreno.
—No sabía eso.
—Claro que no ¿cómo lo vas a saber? Nosotros no confiamos en ti, en lo posible intentamos que esto no llegara a tus oídos, porque sabíamos que nos ibas a traer problemas ¡Y heme aquí!— Habló Takuya— No te importa lo que nos ocurre, simplemente vienes a ver que no ensuciemos tu honra.
—Hijo, no es eso.— Declaró Keisuke triste.
—No es necesario que mientas.—Respondió el chico—Nosotros te conocemos, sabemos cómo eres, así que no hagas el intento de venir diciendo que no es verdad. No dejaré que vuelvas a herir a mis hermanas.— Sentenció Takuya— Si llegas a tocarles un pelo me encargaré yo mismo en hacer que te arrepientas.
+No sé ustedes, pero estoy muy emocionada por la nueva película de Digimon Adventure. Literal, espero con ansias que llegue el 30 de Noviembre para verla en cines aquí en Chile.
+Recién me di cuenta de los temas complejos que he abordado, Mimi fue madre adolescente y muchos en esta historia han caído en las drogas.
Adrit126: Hola, sí, pobre, pero a la vez no tanto, él sembró lo que cosechó. La charla está demás lamentablemente, debe reaccionar. Entiendo que esperaran mucho más, pero él no esperó que sus hijos y Yamato se le fueran encima con ataques. No sabía lo mal que estaban las cosas. Pero tranqui...Keisuke deberá reaccionar en algún minuto y todos temblaran...Jajaja Yo también amo la pareja de Rika y Ryo, literalmente es muy difícil escoger Ryuki o Rukato porque este fandom está dividido y también quise escuchar lo que todos me decían. Ya veremos que pasa con Ryo. Bueno, existen razones: 1) Mimi es una dama, no lo golpeará 2) Damar también es una dama y además, no es pro-violencia, si quiere dañar a alguien lo hará con sus palabras 3) Takuya no quiere tener problemas. Sin embargo, ya veremos que sucederá con Matt ahora que sabe la verdad. Ojalá te haya gustado este capítulo, ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia.
marii02: Sí, da pena su situación, pero como tú dices, está cultivando todo lo que cosechó. El camino sin duda alguna no será fácil, les causó mucho sufrimiento, pero ya veremos que ocurre. Sí, bastante agridulce fue la conversación de Ryo y Rika, ya veremos como será la evolución del Akiyama, ya sea buena o mala y como será su relación con la Nonaka, de amistad o si llega a ganarse una parte de su corazón Jajajaja sí, a mi me dio mucha risa escribir como Kiriha iba a comprar aquello jajaja Y se vienen más momentos de esos dos, ellos son la pareja secundaria más importante de esta temporada. Sí, finalmente Yamato supo la verdad, no obstante, todo ahora será difícil y no solo para él. Ya veremos qué ocurre. Ojalá te haya gustado este capítulo, ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia.
mimato bombon kou: Sí, finalmente alguien le dijo la verdad a Yamato jij ahora quedó como payaso. Ya veremos si asimila algo y arregla las cosas. Sí, da pena, pero Keisuke debe sufrir la consecuencia de sus actos jsjsjs me inspiré de tres doramas que vi jsjsjs Debía colocar una escena así. Ojalá te haya gustado este capítulo, ojalá sigas leyendo y comentando, te mando un abrazo a la distancia.
