En el capítulo anterior de Kamen Rider Pegasus…

Soy Kousaka Honoka, la lucha contra los Horóscopos se intensifica ya que mientras venía de comprar el nuevo volumen de Oshi no Ko y de la nada apareció un nuevo enemigo, no sé dónde estará Maki-chan, pero creo que ella está ocupada en algo.

¡ES LA HORA DEL COSMOS!

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Karappo no hoshi Jidai wo zero kara hajimeyou

Densetsu wa nurikaeru mono

Ima, akuseru wo tokihanate!

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Pegasus! Atsuku yomigaere

Pegasus! Hokori no Energy

Pegasus! Tsuyoku aru tame ni

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No Fear No Pain

Ai no mae ni tatsu kagiri

No Fear No Pain

Osoreru mono wa nani mo nai

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Kanzen dokusou! Ore ga koete yaru!

Chou-henshin!

Kamen Rider Pegasus!

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Honoka se encontró de golpe con un Horóscopo el cual resultó ser Nico llevando la medalla de Tauro, nada más ver a la peli jengibre con su traje protector, esta enloqueció.

- ¡Morirás Pegaso! – Tauro se lanzó de golpe hacia Honoka quien se quiso salir de eso, esquivando por poco la embestida de la peli negra.

No obstante, esto no acabó con los ideales de Nico ya que se dio la vuelta como un animal que busca a su víctima y así fue, corrió rápidamente hacia la Rider quien esta vez no esquivó a tiempo y se fue de encuentro.

La de ojos azules tuvo suerte de no quedar con un cuerno atravesando su cuerpo, quedó en medio de la cabeza de Nico evitando algún daño mortal, no obstante, no se salvó de un dolor de estómago por el cabezazo que le fue proporcionado.

El impacto fue duro, pero la peli jengibre se levantó para seguir batallando, esta no se iría con cosas ya que supo que el Horóscopo que tenía en frente era muy peligroso.

- Tendré que ir con todo la verdad… ¡Forma Belerofonte! – el botón de su cinturón lo activó pasando a su segunda forma la cual le dio un plus de energía.

- ¿Cómo es que te has transformado? – Nico exclamó mirando la nueva forma de la Rider.

- Sigamos batallando, tengo que vencerte a como dé lugar – eso fue tomado como una provocación por parte de Nico quien no dudó en atacarla.

Tauro fue como si fuera una bestia incontrolada tratando de empalar con sus cuernos, pero la velocidad de Honoka se vio aumentada por lo que esquivó sus intenciones.

La forma mejorada de la transformación Rider contaba con su lanza, por lo que Honoka parecía una torera tratando de darle muerte al taurino, pero cuando estaba por darle con su arma, lograba hacerse a un lado.

- Aunque he aumentado mi velocidad, siempre se nota esa agilidad que tiene para evitar mis golpes – justo al terminar de pensar en eso, Nico atacó por el blanco derecho de Honoka quien dio un salto hacia arriba evitando el impacto directo, más sin embargo, no se esperó encontrarse con algo, siendo esto las piernas de Nico apuntándole.

- Has caído – como si de un auténtico toro se tratara, la Rider recibió una fuerte patada directa en el estómago que la mandó a varios metros por el cielo antes de caer pesadamente en el suelo.

- A-Aaaaaaah… d-duele mi… estómago… mierda.

- Ja, parece que no pudiste soportar mi patada – Nico bufó arrogante llegando a donde estaba Honoka quien seguía tomándose la zona herida, pero sin más, le dio una patada en la zona de la espalda el cual la dejó aún más dolida.

No fue la única vez que Nico le daba unos cuantos golpes, esta siguió con su tortura hacia la peli jengibre quien solo sufría eso. Esto continuó por un buen rato hasta que sin más, la Rider, en un último movimiento, cargó energía en su puño.

- ¡Enif Punch! – el puño de esta fue directo hacia la cara de Nico en un momento en el que se descuidó.

- ¡Maldita sea! ¡Mi ojo! – la chica se tomaba la zona del ojo derecho, Honoka aprovechó para irse hacia donde estaba su moto, logró hacerlo y encenderla para huir del sitio.

A pesar de que Honoka la tuvo dura, las cosas no iban tan fáciles para Maki tampoco. La peli roja batallaba contra el Horóscopo de Aries quien poseía técnicas de curación, además de que era fuerte.

- ¿Qué es lo que pasó Ofiuco? Se supone que venciste a algunos Horóscopos y no posees un poder tan alto como me lo imaginé.

- Claro que me he vuelto fuerte, así que no me creas que soy alguien débil – Maki exclamó, antes de que fuera a atacar, Otori fue como un carnero a gran velocidad hacia la peli roja.

- ¿Lista para quedar ciega de este ataque?

- ¿Ciega? Ni que me fueras a dar en los ojos – Maki estaba por atacar también, sin saber que pasaría.

- Resplandor Aural – un brillo dorado muy cegador se reflejó del cuerpo de Aries, Maki lo recibió de golpe haciendo que sus ojos quedaran en blanco.

- ¡Mis ojos! M-Mierda, no puedo ver nada… ¿Por qué no puedo ver?

- ¿No te dije que mi golpe iba directo a tus ojos? Como alguien que puede curar, también puedo quitar algunas cosas, así como el sentido de la vista con un brillo grandísimo, la pupila se satura de tanta luz que se bloquea.

- Mierda… no puedo ver nada – esta se limpiaba un poco los ojos, pero no conseguía mirar muy bien – ¿Que fue ese ataque que me lanzaste?

- Mi Resplandor Aural se basa en una leyenda que envuelve mi constelación, el dorado que se le privó al carnero que está entre las estrellas y a lo mejor no has escuchado de él… el Vellocino de Oro.

- ¿Vellocino de Oro?

- Se cuenta que Frixo y Hele eran hijos de Atamante, rey de Tesalia, y de Néfele. Tras quedar viudo, Atamante vuelve a casarse con una mujer de nombre Ino. Años después el reino sufre una etapa de hambruna y la reina decide sacrificar a los hermanos para terminar esta aciaga época. El dios Hermes salvó a los niños entregándoles un carnero alado, además de poseer la lana de color dorado, estaba dotado con el don de poder hablar. Los chicos decidieron ir sobre él rumbo a Asia, salvándoles la vida. Durante el viaje, Hele cayó en el mar donde lastimosamente pereció ahogado, dando su nombre a esa región marina, que pasó a llamarse Helesponto en honor al hermano. Frixo llegó a una zona llamada Cólquida, cuyo rey Eetes lo acogió y le entregó a su hija Calcíope en sagrado matrimonio. En agradecimiento al rey, Frixo sacrificó al carnero y le ofrece su lana dorada al rey, este lo tomó con mucho agradecimiento y lo consagró al dios de la guerra: Ares. Luego lo colgó de una encina en un bosque dedicado al dios, guardado por un descomunal dragón y rodeado por campos donde pastan enormes toros salvajes. En agradecimiento Zeus colocó a Aries en el cielo nocturno. Según algunos, Aries es una constelación de poco brillo porque el vellocino de oro del cordero se quedó en la Cólquida.

- Entonces tu ataque fue por…

- El Vellocino de Oro, el brillo dorado que se le fue quitado a la constelación, lo reflejo en mi ataque que puede dejar a más de uno ciego – Otori fue directo hacia Maki dándole un fuerte puñetazo en el estómago dejándola en el suelo tomándose ahí.

- Demonios, no puedo ver y para colmo no me puedo defender bien, ¿Qué diablos hago? Necesito atacar como sea o al menos defenderme – los pensamientos de Maki eran duros, necesitaba recuperarse del ataque de su rival, pero no encontraba como hacerlo.

Como si se tratara de un milagro, su medalla brilló por un momento con una luz verde la cual fue directo a su rostro y pareció hacer algún cambio en la peli roja.

-Ya es hora de acabar con esto Ofiuco… Cabezazo Hamal – el médico emprendió carrera a gran velocidad hacia la peli roja, esto solo podía acabar de un modo y era con un fuerte golpe a la Rider, incluso en una herida mortal, pero de repente, Maki logró hacerse a un lado.

- No entiendo porque, pero pude ver su cuerpo venir, pero no veo nada – pensó esta sin poder entender que fue eso.

- ¿Qué diablos hiciste? Se supone que tendrás que estar ciega por mi ataque, pero no fallaré esta vez – de nuevo Otori decidió atacar, pero la peli roja logró esquivar de nuevo las intenciones del galeno.

Aries no comprendía como es que Maki lograba eso, incluso la misma peli roja tampoco lo entendía, era como pudiera saber cuándo iba a atacar su rival y solo seguía esas órdenes que por alguna razón obtenía.

- Maldición, ¿Cómo es que no puedo darte un mísero golpe? No entiendo – justo cuando Otori accedió de nuevo a darle un cabezazo, Maki logró esquivarlo un poco y aprovechó esa pequeña brecha para atacar.

- ¡Ofiuco Punch! – el puñetazo dio directo en el abdomen del Horóscopo quien resultó herido, pero este se levantó curándose un poco, o al menos eso creyó.

- Mierda, no me puedo curar del todo, es lo único malo de que mi poderes curativos no funcionen conmigo – el Horóscopo se reincorporó, pero seguía herido por el golpe de la peli roja – esto no termina aquí Ofiuco, no dudaré en acabar contigo.

Aries huyó del sitio dejando sola a Maki quien volvió a la normalidad, sin embargo, esta notó que su visión no mejoraba nada, esta intentó verse las manos, sin éxito.

- Maldición, mis ojos siguen cegados, no puedo ver casi nada, apenas si puedo distinguir mis manos delante de mí – en eso, escuchó un sonido de moto, no era nadie más que Honoka.

- Maki-chan… ¡Maki-chan! – esta llegó a donde estaba, se notaba su dolor aún en el estómago por el ataque de Nico.

- Honoka… ¿Dónde estás?

- ¿Cómo que donde estoy? Me encuentro frente a ti Maki-chan, aunque un poco herida, pero aquí.

- Es que no veo nada Honoka… no puedo ver nada.

- ¿Cómo que no ves nada? – la peli jengibre revisó los ojos de la peli roja, no era una experta, pero al menos ella se dio cuenta de que algo andaba mal – Maki-chan… ¿Qué fue lo que pasó?

- Te explicaré luego, necesitamos irnos, puede que los Horóscopos estén por regresar, no sé cómo ir en moto así, necesito que me lleves – la peli jengibre asintió y fue hacia su moto llevando a Maki con ella.

Ambas Riders no tardaron mucho en llegar hacia el hospital Nishikino en donde nada más entrar, fueron recibidas por algunas enfermeras las cuales conocían a la peli roja y notaron como venía.

- ¡Señorita Maki!

- ¿Qué le pasó?

- Un accidente que tuve con una luz fuerte, pero no solo atiéndanme por favor, mi amiga está igual de lastimada que yo – las enfermeras ayudaron a Honoka con el dolor de estómago que tenía.

La madre de Maki estaba ahí por lo que atendió a su hija, ambas chicas mintieron sobre sus problemas al personal; la peli roja dijo que fue porque un auto pasó a gran velocidad con unas luces bastante fuertes y se les quedó mirando sin querer y con Honoka, esta le dijo que caminó mal y terminó dándose con una roca en el estómago.

No obstante, la señora Nishikino supo de la verdadera razón de las lesiones, no obstante, lo mantuvo en secreto.

- Bueno, al final no llegó a ser nada grave. Maki, tu visión se recuperará en unos días, la pupila debe relajarse y por eso te hemos puesto ese vendaje – esta señaló las vendas sobre los ojos de la peli roja.

- Entiendo mamá.

- Honoka-san, ese golpe fue duro, de suerte no dio en ningún órgano, pero tendrás relajantes para aliviar el dolor.

- Gracias por eso.

- No se preocupen, descansen por mientras. Hija, te llevaré luego a casa, Honoka-san, tú podrás irte en unos momentos, dedícate a descansar – ambas asintieron.

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Residencia Yazawa.

- ¡Hermana! – los hermanos de la peli negra exclamaron con algo de horror, así como de miedo al ver como Nico venía con una parte de su área del ojo enrojecida, producto de la sangre que botó.

- ¿Estás bien?

- N-No se preocupen, solo me caí, no es nada.

- ¿Segura hermana?

- S-Sí, iré a limpiarme, ya vuelvo – Nico corrió al baño en donde se limpió la zona y no solo eso, bufó del coraje – maldita Pegaso… ¡no te lo perdonaré!

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Omoi nimotsu wo

Makura ni shitara

Shinkokyuu...

aozora ni naru

Me wo akete 'te mo tsubutte mo

Onaji keshiki wa sugite yuku kedo

Ima, mite 'nakucha... kizukenai

Kimi wo tsurete yukou

Kanashimi no nai mirai made

Kimi ga kureta egao dake

Poketto ni shimatte

Boku wa... aozora ni naru

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Continuará…