Las fechas cercanas al 31 de octubre eran conocidas por ser celebradas como Halloween, pero había una raza la cual estaba con algunas medidas para ese día.

Las gatas mágicas eran esta raza la cual tenía este pequeño problema, pero más cuando el día 31 se ponía con luna llena la cual alteraba un poco la cordura de estas, así como el día de celo más fuerte.

Y eso estaba pasando con varias de las gatas mágicas en el mundo.

- ¿Estás bien mamá? – las mayores de las hijas de Yuzu y Saga preguntaron a la peli lavanda la cual asintió con algo de nerviosismo.

- S-Sí, no se preocupen, solo hace algo de calor, no tienen de que preocuparse.

- De acuerdo, si tú lo dices.

- Si me permiten, iré a buscar a su padre – la colombiana fue a donde estaba el Caballero de Géminis quien se encontraba en la cocina.

- ¿Yuzu?

- Saga-chan… yo…

- Vaya, ¿ya llegó 31 de octubre? – esta asintió – diablos, es el día de la época de celo ¿no?

- Sí, ya cuando empiece el día mis instintos se pondrán fuera de lugar, la Luna nos altera – Yuzu suspiró – con razón mamá siempre me decía que no saliera en estas fechas cuando estaba en mi adolescencia y créeme que pensé que se me quitaría con el tiempo y ahora que tengo hijos, pero tal parece que no fue así.

- Es cuando te dan ganas de hacer el amor de forma ininterrumpida ¿no? – Yuzu asintió – pero afectará a nuestros hijos.

- Como todos poseen más genes humanos que de gato mágico entonces no tendrán problemas, las que sí tienen apariencia de gata mágica están pequeños, pero el problema es que mis hermanas sí.

- ¿Te refieres a Harumi y Mei? – la peli lavanda asintió – creo que debes tener cuidado, lastimosamente tengo que salir a una expedición, pero volveré en la tarde.

- Por favor no te tardes, las demás chicas no están y siento que me va a ganar – susurró esta.

Saga tuvo que salir y así como dijo Yuzu, sus amantes estaban ocupadas con varios asuntos, además de que Ángel se encontraba en el Kólasi, por lo que no tenía opciones.

Para malgastar el tiempo y evitar pensar en sus instintos gatunos que querían salir a relucir, decidió viajar a Edo a ver como estaban varios de su clan.

- ¡Okashira! – varios de los miembros se pusieron firmes al ver a la jefa del clan.

- Buenas a todas, miren, ya saben cómo es que estamos el día de hoy ¿no?

- Jefa, en realidad es así – Osono exclamó, ella junto con Sukehachi era sabido la cercanía que poseían con la Shogun, no obstante, esta vez parecía un poco nerviosa.

- ¿Estás también con los instintos gatunos a punto de despertar?

- Sí, la mayoría de los que somos gatos mágicos estamos del mismo modo, pero por nuestra naturaleza ninja hemos podido suprimir los instintos, aunque sabemos que no durará todo el día ya que… bueno…

- Lo sé, es algo que no podremos controlar, al final de día, tendremos que dejarlo salir – Yuzu miró un poco al cielo – no tengo por el momento con quien hacerlo, solo espero que mi esposo llegue a tiempo porque no quiero ir por ahí acostándome con cuanta persona se me ponga en medio.

- No diga eso jefa, ya verá que su esposo estará con usted a tiempo, pero dígame una cosa, ¿Qué ha sido de su hermana?

- Bueno, con Mei la verdad no sé dónde está – luego de eso, susurró – pero si me la llego a encontrar, posiblemente termine tirándomela.

- ¿Disculpe?

- No es nada, ve con los demás y espero que busquen una solución para esta época de celo.

- Entendido.

Los gatos mágicos del clan Tamakinokami se encontraban en la misma situación, su jefa decidió dar una vuelta por Edo para alejarse de esos pensamientos, específicamente fue a recorrer la zona que ella dirigía en donde todo estaba en paz.

Aunque luego de eso, se encontraría con la persona que desataría el infierno.

- Mei – esta susurró viendo a su hermana que regresaba de algún lugar, no obstante, lucía calmada.

- ¿Alejandra? Bueno, no es como que sea sorpresa verte aquí, es tu zona por lo que me has dicho.

- ¿Qué haces aquí? No es normal que vengas a Edo, es más, se supone que te cagaba un poco venir aquí.

- Es verdad, pero es que la Shogun insistía en hablar conmigo, al final no quedó en nada y me vine, de hecho, pensé en solo darme una vuelta por aquí, no tienes idea como la gente me confunde contigo.

- ¿Para qué te hablaba su Majestad?

- No importa, bueno, es el día del celo o como se llame ¿no?

- Sí Mei, menos mal que estamos lejos de las demás – susurró esta quien abrazó a su hermana quien no entendió eso.

- ¿Qué te pasa Alejandra?

- Es que tengo que aguantarme el querer tener sexo, esperaba a que Saga-chan viniera, incluso pensé en Ángel-san si me la encontraba, pero ninguno está, ahora que te veo a ti – la peli blanca notó como la mayor se pegaba más – por favor Mei… ayúdame.

- ¿A qué quieres que te ayude?

- A quitarme un poco las ganas que tengo de acostarme con alguien, por favor, ayúdame Mei – la menor de las hermanas notaba un poco la desesperación en la voz de Yuzu.

La peli lavanda era alguien con carácter de acero, pero era la primera vez que la veía de ese modo, definitivamente la época de celo era dura, incluso con las gatas mágicas fuertes.

- ¿Quieres coger?

- No tienes idea como me estoy aguantando, pero con verte a ti, no me puedo aguantar.

- Jaja, me gusta esa faceta tuya Alejandra, pero bueno, supongo que te puedo ayudar con ese asunto.

- Vamos – la mayor de las gemelas abrió un agujero dimensional en el cual ingresaron para segundos después llegar a su destino.

- ¿Qué es esta habitación? – Mei miraba la recamara la cual era de estilo japonés, aunque era grande y con un futón bastante acomodable, así con varias cosas más en esta.

- Es mi habitación en la mansión de mi clan, es espaciosa por ser la líder, así mismo, tengo ganancias por ser Bugyō, pero eso no viene al caso, estamos solas Mei.

- Sí… estamos solitas y nadie nos interrumpirá.

Una vez que acabaron de hablar, la acción comenzaría ya que lo primero que volaría sería la ropa, ya con eso, ambas se acostaron en el futón, con Mei encima de su hermana.

Una vez que ya estaban listas, la peli blanca comenzó a besar el cuello de su hermana mayor quien sentía unas sensaciones eléctricas atravesar su cuerpo de arriba abajo, hacía tiempo que no sentía eso.

Poco a poco fue bajando hasta que llegó a la zona de su estómago y le daba algunos besos ahí, marcando círculos y usaba su lengua para complacer a su hermana.

Mei no paraba ahí y siguió bajando un poco hasta llegar a la zona íntima de Yuzu en donde jugó un buen rato, dándole besitos alrededor de su vulva antes de que introducir su lengua.

Yuzu no se contuvo en los gemidos, estaban solas en ese cuarto, además, nadie podía entrar sin que esta lo autorizara, solo si era una emergencia. Aun así, esta sentía un placer bastante bueno al ser justamente su hermana, la peli lavanda solo veía a la menor lamer su intimidad, su cabeza en su zona.

- Supongo que quieres hacer algo más ¿no? – la peli blanca volvió a los labios de su gemela besándola, cosa que esta aceptó.

- Claro que sí… sabes que contigo las cosas son mejores, no puedo aguantar más – la petición de Yuzu fue lo que le dio la indicación a Mei sobre lo que debía hacer, por lo que la peli blanca fue hacia la parte intima de su hermana.

Tomando su pierna, esta la puso sobre su hombro uniendo sus vaginas, ambas gatas mágicas soltaron un gemido suave al sentir sus zona rozarse, aunque esto no se comparaba cuando Mei comenzó a moverse de forma rápida.

La menor de las Araki no se andaba con rodeos, los frotes eran bastante rápidos, mientras que la peli blanca abrazaba la pierna de su hermana quien gemía igual que esta. Las mejillas de ambas estaban rojas por el placer, sus vaginas se humedecían con cada frote.

El futón se arrugaba más y más, aun así, no les importaba. Unos momentos después, Mei sentía como el placer se estaba acumulando en su zona íntima al igual que su hermana y eso se notó en la aceleración de los frotes, Yuzu le ayudó moviendo sus caderas lo que hizo que el clímax llegara a ambas gatas mágicas.

Ambas dieron un grito pequeño de placer mientras que sus zonas se llenaron de líquidos mientras de a poco Mei iba parando sus movimientos antes de caer sobre los pechos de Yuzu usándolas como almohadas.

- Por Athena… me libré de eso.

- ¿De qué Alejandra?

- Bueno, de la presión que tenía por la época de celo, pero ya me siento mejor – susurró esta mirando el techo, así como acariciaba la cabeza de la albina.

- Bueno, no es como tengamos opción, además, hacer el amor con mi hermana.

- Da igual, tendrás a tu pareja y tus hijos, pero también eres mía Mei – Yuzu le dio vuelta a la situación, poniéndose ahora ella encima de su hermana, sentándose sobre su estómago.

- Alejandra… que pervertida eres.

- No es que sea pervertida, solo me gusta experimentar, por lo que estar contigo es algo que me gustó, simplemente lo hago porque me gusta – esta dio unos breves saltitos sobre esta lo que solo hizo que ambas se calentaran nuevamente.

No obstante, no eran las únicas que estaban teniendo diversión entre ellas ya que en la mansión del clan de los gatos mágicos, muchos de sus miembros estaban del mismo modo, una de estas era la sobrina de Yuzu, Matsuri.

La peli negra, que tenía parecido físico sorprendente con Tamaki Kotatsu, estaba con una amiga suya la cual era la peli roja de nombre Kaen, con esta poseía un crush bastante grande, pero no era muy correspondida, pero eso parecía cambiar cuando esta llegó a la mansión.

- ¿M-Matsuri? ¿Por qué actúas así?

- Lo siento Kaen… pero es que me vengo aguantando esto, es época de celo.

- P-Pero es que yo no… - en eso, un pequeño relámpago se escuchó en las afueras de la habitación de Matsuri y justo entró la raijin de Edo – ¿Candy?

- Uy, qué rico tengo aquí, dos chicas que están buenísimas.

- ¿Qué demonios Candy? – la demonio rubia solo río un poco antes de que como la velocidad de un rayo, esta despojó de sus ropas a la peli negra y la pelirroja dejándolas como Athena les trajo al mundo.

- C-Candy.

- Matsuri, Kaen, las haré mías – la raijin se abalanzó contra sus amigas y de ahí, la habitación se llenaría de gemidos de todo tipo, subiendo y bajando de tonalidad a medida que pasaba el tiempo.

El clan Tamakinokami no era el único que estaba en ese estado de celo en donde parecía más una mansión de orgias que otra cosa, ya que en el palacio real pasaba algo, más específicamente en la habitación de la Shogun, pasaba lo mismo.

- Mis gatitos, espero lo hayan disfrutado – la mandamás de Edo se encontraba desnuda junto con sus gatos guardianes, Sukehachi y Osono.

- Lo hemos disfrutado Su Majestad.

- Así es, realmente amamos esto – ambos ninjas les gustaba hacer esto con su reina, eran tríos que hacían, a la peli rosa no parecía importarle que fueran: una chica y un chico, le gustaba eso y más siendo que era época de celo.

- Pero mis gatitos, sé que no quieren parar aquí – Yoshimune los abrazó más – hagámoslo hasta que el Sol se oculte.

- Miau.

- ¡Miau!

- Vengan a mí – la cama rechinó por horas por la actividad amorosa de la Shogun y sus gatos mascotas.

Ese día fue duradero para los gatos mágicos en donde desataron sus más bajas pasiones y dejándose llevar por sus instintos.

.

Reino Kólasi.

- Hija – Cime llegaba a donde estaba Ángel y le entregó unos papeles – te ha llegado este informe y creo que debes leerlo.

- ¿Qué es? – la reina de los demonios miró el documento y comenzó a leerlo, de poco en poco su corazón fue aumentando de latidos, así como la felicidad, pero a la vez algo de preocupación – ya veo.

- ¿Qué ocurre?

- Mamá Cime, es del reino de los espíritus.

- ¿Del Biotáille? – Ángel asintió, este era el nombre del reino de los espíritus – ¿y qué es?

- Leno-chan quiere que le ayude a reconstruir el reino – esta sonrió – y lo haré, le debo mucho por lo que le ayudaré.

- Pero entonces, ¿Cuál es el problema?

- Sencillo… me iría un año sin chances de regresar ya que quiere que le ayude en muchas cosas – Ángel sonrió – y lo haré, me iré al Biotáille por un año.

.

.

Continuará…

.

.

Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Bueno, tengo que decir algo y es que a lo mejor ya están enterados del asunto sobre el fic, pero lo diré ya públicamente.

El jueves será el último capítulo por el momento ya que por diversas razones he decidido darle una pausa al fic, esto más para evitar ciertos problemas que quiero evitar si sigo publicando como he estado haciendo, puede que no comprendan del todo por el momento, pero ya luego lo explicaré a detalle.

El siguiente capítulo será algo emotivo, la ida de Ángel al reino de los espíritus es algo que marcará un antes y un después del fic, ojo, no quiere decir que a lo mejor el fic lo tenga en pausa un año, no será así, pero eso como dije, lo explicaré luego.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.