Conversación en Persona: "Día de la Emergencia"
Conversación en Radio: "Día de la Emergencia"
Recuerdos: "Día de la Emergencia"
Narración: Día de la Emergencia
POV Michael
"¡CÁLMENSE! ¡CÁLMENSE TODOS! ¡HAY ESPACIO PARA TODOS EN LOS TRANSPORTES, MANTENGAN EL ORDEN Y TENGAN SU TICKET EN MANO!" —Un Gear con un micrófono nos decía por la cantidad de gente que se agrupó enfrente de la central de transportes—.
Cientos de personas se encuentran en este espacio por las noticias del fin de la guerra. Al enterarse de que ya no sería obligatorio trabajar en las fábricas, como transportistas o como suministradores por la corte marcial que se realizó por la falta de suministros durante la guerra, muchos ciudadanos decidieron AL MISMO TIEMPO, irse de Halvo Bay.
La misma COG sabía que esto iba a suceder, por lo que desplegaron unidades para mantener control en todo lugar que pueda llevar civiles a otras ciudades, ya sea aeropuertos, helipuertos, subterráneo o en mi caso, central de autobuses.
"¡PASAJEROS CON DESTINO A JACINTO, DIRÍJANSE AL ANDEN 2!. ¡PASAJEROS CON DESTINO A EPHYRA, DIRÍJANSE AL ANDEN 4!" —La megafonía ordenaba haciendo que la bola de gente desordenaba empezara a dispersarse en sus respectivas direcciones, dejando solo un puñado en donde yo me incluía—.
"Oye amigo, ¿no han mencionado nada de Mattino Junction?" —Una voz vaquera masculina sonó detrás de mí, al girarme me topé con un señor de aproximadamente 48 años, barba negra pero canosa, ojos desgastados y siendo este ligeramente más pequeño que yo, llevando puesto un sombrero vaquero y cargándose un aura de hombre de campo. Tenía el equipaje de alguien que piensa volver a casa, pero dejando su apariencia de lado, ese es el mismo lugar al que voy—.
"No, al menos que sepa ya. Porque yo también voy a Mattino. Michael Coulthard, un placer" —Dije siendo lo más cortés posible intentando que me estreche la mano—.
"¡AH! Un hombre amistoso, faltan de esos por estos lados, todos son unas mierdas arrogantes por sus estúpidas riquezas" —El hombre decía mientras se desviaba un poco de la conversación, cosa que se dio cuenta al ver la confusión en mis ojos—.
"¡OH CLARO! Disculpa, me dejé llevar. Dizzy Wallin a tu servicio, señor Coulthard" —Se presentó Dizzy estrechando su mano con la mía y haciendo un ademán con su sombrero con la otra—.
"Solo dime Michael, que me digan 'señor' me hace sentir viejo" —Comente sintiéndome extraño al escuchar el honorífico—.
"En ese caso solo dime Dizzy. Si no te molesta que pregunte, ¿Cuál es la razón por la que vas a Mattino?"
"Bueno, quiero buscar un lugar más tranquilo, establecerme y poder relajarme; ya sabes cómo estuvo toda la situación de las Guerras del Péndulo, trabaje de manera obligatoria en el puerto de Halvo, era eso o ir a pelear y no tenía ganas de morir aún" —Le comente por encima las cosas, ya que aún no le tenía la suficiente confianza, por más que parezca un buen hombre—.
"HAHAHA. Eso suena bien, te puedo dar un recorrido por algunos puntos de la ciudad, mi familia vive ahí. Si no tienes problemas para dar unas vueltas por la ciudad, entre tú y yo podemos ver lo nuevo que construyeron" —No suena mala idea, no conozco la ciudad para nada y solo perdería tiempo buscando un sitio para hospedarme hasta que me pueda establecer—.
"Me agrada la idea. Dizzy, me haces un gran favor con esto" —Le digo sinceramente por su ayuda, no cualquiera lo haría por un desconocido—.
"Agradéceme ayudando a cargar mis maletas, tengo regalos para la familia que necesitan llegar" Decía apuntando al monto de cajas que tenía a su costado.
"Hecho" —Contesto asintiendo la cabeza en señal de afirmación—.
"PASAJEROS CON DESTINO A JANNERMONT, DIRÍJANSE AL ANDEN 1. PASAJEROS CON DESTINO A MATTINO JUNCTION, DIRÍJANSE AL ANDEN 6" —La megafonía se volvía a hacer presente, pero esta vez con algo que me importa—.
"Es hora" —Digo tomando mis 2 mochilas con mis pertenencias y ropa, que no son muchas para empezar y procedo a colgarlas en mis hombros para poder ayudar a Dizzy a mover sus cajas al transporte, un camión enorme para viajes largos como esta, donde se puede guardar mucho equipaje como el que tenemos ahora—.
"Maldita sea Dizzy, ¿tienes piedras en esta cosa?" —Me quejo al sentir lo pesado que era—.
"Es más o menos eso, para ser más específico es una estatua, por lo que ten cuidado"
"Joder" —Me queje, tomando de mejor manera la caja y poniendo mejor postura para no lastimarme mientras caminaba a donde dejábamos el equipaje.
Cuando llegamos al transporte, deje mi equipaje junto con la caja de Dizzy para regresar por el resto de cajas, ya que aparte del conductor, no había nadie que nos ayudara a mover todo y guardarlo en el compartimiento del camión.
Todo el sitio estaba sobrecargado de gente, por lo que no me sorprende que no tengan suficiente personal para atender a todo el mundo y después de 7 minutos moviendo todo, logramos subir a tiempo antes de que se fuera y nos dejara tirados, empezando una travesía de 17 horas platicando sobre nosotros, aunque lo que más me afecto fue una pregunta que me hizo en específico.
"Ya que iras a conocer a mi familia, me salió una duda. ¿No tienes familia en otro lado?" —La pregunta inocente de Dizzy causo que un recuerdo golpe mi consciencia—.
Podía verlo, mi padre se encontraba en su trabajo como minero de Imulsion, me había llevado con él porque no había nadie quien me cuidara por la pérdida de mi madre. Me encontraba jugando cerca de las minas de Imulsion con una chica, mi única amiga, nuestros padres nos llevaron junto a ellos, pero debido al caluroso día y un fallo eléctrico de un generador cerca de un pozo de Imulsion, este mismo estallo, dispersando el vapor tóxico que enfermo a muchos trabajadores, entre los cercanos, estábamos nosotros.
"¡Michael!... ¡Michael, me oyes!" —Entre el vapor tóxico salió mi padre sin una máscara de gas, inhalando todo el vapor, viéndome intentando cargar a una niña inconsciente con todas mis fuerzas—.
"¡Papá, ayúdame, tenemos que sacarla!" —Mi voz chillona soltaba desesperación, misma que tenía en el siguiente recuerdo—.
"Métanlo con ʸ̴̴̴̵̵̸͔͔͔͙̠͙̾̽̕ʳ̸̴̵̵̵̸̢̢̟̞̪͛̈́̚ᵃ̵̸̸̴̸̸̼̠̪͓̫̾͒ᵃ̸̵̴̴̴̵̢̠͚͔̼̺̓̓͝ʰ̸̸̴̸̴̵̝̼̟͎̦͇́͑͊ᵐ̴̸̴̸̵̸̡͕͓̝̻́͆͝ᵐ̵̸̴̴̸̸̞̘̦̦̟͐̐͜, los demás llévenlos a la sala de operaciones, para empezar con las pruebas" —Una voz ordeno a los guardias que empezaron a separarme de un grupo de niños que estaban conmigo bruscamente—.
"¡ALTO, PAREN, NO LES HAGAN NADA!" —Una voz infantil gritaba histéricamente para luego escucharse un sollozo de fondo—.
"Chico... Michael, ¿estás conmigo?" —Un preocupado Dizzy me llamaba con sus manos en mis hombros al quedarme perdido en mi pasado—.
"S-sí... si estoy bien. Mi familia no es un tema que me guste hablar, si no te molesta me gustaría dejar eso por ahora" —Dije intentando poner un rostro calmado para no alterar más a Dizzy—.
"Comprendo chico, no te preocupes" —Me contesto comprensiblemente para dejar la charla ahí—.
El camino siguió hasta llegar a una ciudad moderna bastante grande, pero con zonas hogareñas por las afueras, cuando el transporte llego al destino muchas personas se encontraban en la entrada esperando a sus familiares y amigos que regresaban, Dizzy no siendo excepción, viendo cómo una mujer con edad similar a él con apariencia encantadora de cabello castaño lo abrazaba con fuerza mientras otro hombre de aproximadamente 25 años, los miraba con una sonrisa enorme, pero lo que lo hacía diferente era su traje de Gear sin su casco mítico.
Los Gears son la fuerza militar que usa la COG para las batallas, siendo estos los protagonistas principales en la guerra contra la UIR, entre sus filas tienen desgraciados duros de matar que han visto todo y siguen con vida. Su equipo constaba de una armadura azul cromado en la mayoría de su traje, con detalles grises en algunas secciones como la axila, rodillas o pectorales y una insignia de los Gears en el centro de su pecho, siendo este un engranaje con una calavera tétrica.
"Me alegra volver a verte Lena" —Dizzy le decía cariñosamente a lo que pienso es su esposa, ya que el otro hombre posee un rostro similar al de Dizzy, imaginándome que es su hijo—.
"Lo mismo digo amor, todo acabo" —Contesto la mujer, ahora conocida como Lena, a su esposo—.
"Papá" —El otro hombre se acercaba a la pareja para ser atraído por el mayor a un abrazo grupal bastante conmovedor y lo único que pude hacer era sonreír a sus gestos, extraño esa sensación—.
Sin avisarles, empecé a mover las cajas de nuestro camión a la entrada donde Dizzy aún estaba con su familia comentando lo que han hecho durante todo este tiempo o al menos eso entendía cada vez que me acercaba.
El mayor de los Wallin recobro conciencia de su alrededor al verme bajar la última caja en la entrada, tomando de la mano a su esposa para acercarse a mí.
"Cariño, este es Michael Coulthard, le prometí darle un tour por la ciudad al ayudarme moviendo mis cosas. Es nuevo por aquí y busca un sitio para establecerse" —Le comento Dizzy haciendo que su esposa me extienda la mano que cordialmente acepte—.
"Un gusto, señor Coulthard. Soy Lena Wallin, esposa de este flojo de aquí. Le agradezco de antemano que lo haya ayudado" —Se presentó Lena con aura que jamás había sentido antes, pero se sentía muy agradable—.
"No hay de qué señora Wallin, su esposo es una excelente persona en el poco tiempo que lo conozco. Y solo dígame Michael, el 'señor' me hace sentir viejo" —Dije sinceramente al hecho de que me digan señor, sin que ellos aún sepan mi edad—.
"Oh, no hay problema, en ese caso dime Lena." —Me respondió la mujer de nuevo con esa aura que me tranquilizaba, pero no podía poner el dedo de que era—.
"¿No te presentarás? Pensé que la armada te enseñaría a ser más respetuoso" —Decía Dizzy sarcásticamente empujando ligeramente a su hijo dentro de nuestra conversación—.
"La armada me enseño a no hablar si no te lo ordenan Papa, solo lo estaba aplicando" —Le respondió su hijo para luego mirarme a mí—.
"Richard Wallin, solo dime Richie, gracias por ayudar a mi viejo" —Se presentó Richie con el mismo tono vaquero que su padre—.
"Un placer Richie, no hay porque agradecer, tu viejo es muy amistoso y una biblia de experiencias que me duro 10 horas" —Dije mirando con ojos cansados fingidos al mayor de los Wallin que me observo indignado—.
"Creí que te gustaban mis historias, ya que no me decías un carajo"
"LENGUAJE CARIÑO" —Le regaño su mujer golpeando juguetonamente a su esposo por la mala palabra, cosa que lo indigno aún más—.
"Bueno, te veías muy ilusionado contándolas que me abstuve de decirte algo" —Le conteste al señor con una sonrisa inocente, quitando la indignación y colocando un rostro avergonzado que les causo gracia a su familia que se reían de él—.
"Ya dejen al pobre, ya sufrió demasiado, mejor subamos las cosas y vayamos a comer" —Interrumpió Richie nuestra diversión empezando a cargar las cajas a una camioneta bastante grande, cosa que Dizzy y yo lo apoyábamos mientras su mujer se colocaba al volante—.
Ya cargado todo el equipaje incluido el mío, subí en la caja de la camioneta con Richie, ya que los asientos delanteros fueron ocupados por los mayores.
La ciudad ahora la podía ver de mejor manera. Edificios con temática renacentista junto con más modernas torres corporativas, haciendo este lugar bastante completo y cómodo para vivir, también portando zonas agricultoras y ganaderas, logrando que esta ciudad sea autosuficiente. La única 'desventaja' es la poca presencia militar, obviamente tienen sus cuarteles militares y comisarias de policías, pero no la misma cantidad como en Halvo Bay, siendo este hermoso lugar un objetivo fácil para invadir por su lejanía de otros lados, me sorprende que nunca fuera tomada por la UIR.
"Bonito, ¿no es así?" —Richie me decía mientras admiraba todo a mi alrededor—.
"Sí... se ve que es un agradable lugar para vivir" —Le respondí mientras le regresaba la mirada a él—.
"Así que... un Gear" —Dije para intentar sacar conversación en lo que íbamos a su hogar—.
"Por 5 años, luche en varias batallas, pero hace 7 meses me trasladaron al campo de entrenamiento de la ciudad; ya sabes, entrenar novatos y esas cosas, no es lo mejor, pero no me quejo, al contrario, agradezco bastante el gesto, ya que pude ver a mi madre y cuidarla el tiempo que Papá no estaba, pero aún tengo en mi mente plasmada los rostros de la gente con la que luche y los que mate, no es un sentimiento que desearía a nadie" —Me decía mientras sacaba 4 chapas de identificación, con forma de engranaje dando nombre a los GEARS. Claramente, eran de sus compañeros, por lo que no tocaré ese tema, no es el único que ha perdido gente—.
"Entiendo, lamento tu perdida, talvez no sea lo mismo, pero yo también he perdido a gente querida" —Empatice mientras sacaba una foto, la misma foto que tenía en mi casillero de Halvo Bay—.
"Ella es tú-"
"Amiga, prácticamente la única familia que me queda, está desaparecida. Yo sé que está bien, en algún lugar y la encontraré" —Lo interrumpo mirando la foto más profundamente—.
"¿Lo prometes?"
"Se lo prometí" —Dije mientras guardaba la foto de vuelta en mi chaqueta—.
"Eres un hombre decidido y comprometido, con esa actitud serías un excelente soldado Michael" —Me alagaba el soldado apuntándome con su dedo—.
"Talvez, pero nunca tuve el alma de matar, soy de esos que piensa que las armas son instrumentos fatales que solamente deben ser utilizadas cuando no hay otra alternativa" —Mencione mirando cómo salíamos del centro de la ciudad y veía el puesto militar de Mattino, detrás de sus muros junto con la gran puerta que los cerraba, pero en este caso está abierta mostrando un poco el interior con sus cadetes siendo entrenados. Justamente nos detuvimos, ya que Richie necesitaba dejar unas cajas de provisiones que tenía en la camioneta antes de poder irse a descansar—.
"Bien, dejaré esto con el Teniente Michaelson. Coulthard, ¿me ayudas a bajarlo?" —Me pregunto al saber que así sería más rápido—.
"Claro" —Acepto bajando de la camioneta para mover el pequeño cargamento a la entrada de la base—.
"¡AH! RICHIE AMIGO, ¿TRAES LA COMIDA?" —Un Gear en una torre de observación enfrente de la entrada reconoció rápidamente al menor de los Wallin que inmediatamente contesto—.
"Sí, TAMBIÉN VINE A PEDIR EL DÍA CON MICHAELSON. ¡OH! Y NO TE PREOCUPES POR Él, ES UN AMIGO" —Richie le respondió para al final apuntarme donde estaba de pie con la caja de comida en mis brazos—.
"BIEN, YA CONOCES EL PROCEDIMIENTO. VE A REGISTRARLO" —El Gear dijo antes de abrir dejarnos pasar—.
"Okay Michael, ve con esa mujer con corte emo y regístrate. Una vez termines espérame a que regrese para dejar las provisiones. Tengo que hablar con mi superior, si preguntan con quién vienes, di que estás con el Cabo Wallin" —Richie me daba las instrucciones, colocando su caja encima de la mía antes de empezar a trotar en una dirección donde me imagino es el cuartel—.
Camino donde estaba la chica que se encontraba rellenando unos papeles, no entiendo por qué lo hacía en el exterior o bajo techo, simplemente lo hacía al aire libre, con todos los reclutas entrenando en el gran patio con el hangar de vehículos en un costado, obviamente cerrado, ya que no quieren que sucedan tragedias.
"Nombre y motivo" —La chica me hablo secamente cuando me vio pararme enfrente de ella todavía con las cajas encima, así que en caso de tener que firmar algo, las deje en el suelo—.
"Michael Coulthard, estoy aquí junto con el Cabo Wallin para dejar estos suministros" —Explique señalando las cajas de comida—.
"¿Vienes con Richie? Okay, en ese caso te diré donde ponerlas. Sígueme" —Me ordeno poniéndose de pie para caminar detrás de ella, yo haciendo caso, agachándome con la postura correcta de no lastimarme, teniendo la espalda recta y las piernas separadas para realizar una sentadilla, tomando con fuerza las cajas apiladas, levantándome encaminándome a donde la mujer—.
El trayecto fue en silencio hacia un almacén donde la mujer, que todavía no sé su nombre, me abre la puerta viendo algunas cajas dentro, con secciones separadas por letreros.
"Tercer pasillo a la derecha, déjalo enfrente del pasillo, ya vendrá el encargado de ordenarlo todo" —Me menciono la chica recargándose en la puerta—.
Hice caso y sin desviarme o mirar a otro lado, deje donde me indico las 2 cajas y regresarme donde ella, salimos del lugar, ella cerrando la entrada para dirigirnos devuelta.
"Al menos es callado" —Susurro la chica que me imagino no debería saber—.
"Sé cuándo la gente no quiere conversar" —Conteste mirando alrededor, admirando un poco el campo de entrenamiento—.
Mi respuesta tomó ligeramente de sorpresa a la mujer que me miro de reojo evitando hacer contacto directo, yo me percate de su acción con mi vista periférica, pero no quiero incomodarla aún más.
"¿Eres un novato?" —Pregunto la chica sin quitar su vista de enfrente—.
"Ni siquiera soy soldado, solo acompaño a Richie y a su familia después de un largo viaje" —Le explico lo más mínimo sobre mí, no quiero atraer problemas o malentendidos—.
"Pfff, yo quisiera también salir a luchar. Vine de muy lejos como para quedarme aquí estancada siendo la puta secretaria" —Explicaba mientras llegábamos a la mesa donde estaba sentada, recayendo en esta misma bufando del fastidio—.
"Bueno, ya sabes el dicho. 'Los grandes resultados pueden ser conseguidos por pequeños esfuerzos'. Deberías dejar de pensar cuando entraras en combate y pensar que puedes hacer para tener la oportunidad de entrar en combate, ya que las oportunidades se van multiplicando a medida que se toman" —Explique con calma viendo cómo me observaba detalladamente y escuchando con atención lo que decía—.
"Tienes toda la razón, hijo" —Una voz masculina ligeramente desgastada me hablo por mi costado, al girar mi cabeza vi aún hombre con armadura gris de cuerpo completo, cubriendo hasta las muñecas, una gorra militar y su aspecto solo me hacía cuestionar que tan ALTO era su rango. Su rostro mostraba signos de desgaste con algunas arrugas junto con ojeras en sus ojos, pero mantenía su expresión rígida y sería demostrando autoridad, da igual quien sea este hombre era alguien importante—.
La chica se levantó tirando la silla, colocándose en posición de saludo.
"MAYOR HOFFMAN, SEÑOR" —Dijo la chica sudando muy ligeramente—.
"Descanse cabo" —Le ordeno el ahora conocido Mayor Hoffman para luego este mirarme a mí, analizando mi postura, forma, actitud, este tipo es muy bueno poniendo nervioso a los que observa, pero no es la primera vez que me hacen esto—.
"Entonces... ¿me dirá quien es o tengo que sacárselo?" —Me decía con su voz ronca, amenazante, pero de algo aprendí en todos mis viajes es que las intensiones se pueden ver mejor en sus ojos y él no tiene interés en matarme a golpes aún, lo mantendré así—.
"No lo sé, señor, ¿es esa una orden?" —Digo inocente sabiendo que hacerse estúpido puede sacar de sus casillas a un oficial—.
"Usted que cree..." —Contesto acercándose a mí cada vez más, pero sentía más los nervios de la joven detrás de mí—.
"Yo creo que un líder lidera con el ejemplo, no por la fuerza. Nuestro ejemplo será la mayor bandera que podamos portar" —Dije sacando una sonrisa sin malicia—. "Michael Coulthard, un placer Mayor..." —Deje ese espacio en mi oración esperando una respuesta de parte del otro hombre—.
"Hoffman, Víctor Hoffman. No eres tan iluso como lo pensé en un principio, sabes leer bien a tu contrario" —Alago calmando la tensión que se sentía, relajando a la mujer que se encontraba a mi costado—.
"Para conocer a tu enemigo debes convertirte en tu enemigo. Conocer cómo piensa y actúa tu enemigo me da la posibilidad de anticipar sus movimientos"
"El Arte de la Guerra. ¡HA! Si mis reclutas les gustara leer tanto como disparar, no tendría por qué cagarlos tanto. Me caes bien chico, si decides convertirte en un Gear cuentas con mi apoyo, así no tendría solamente a Santiago como mano derecha, pero eso es aparte" —Comentaba Hoffman mientras detrás de él, estaba un rígido Richie al ver al Mayor hablando conmigo—.
"Mayor Hoffman, señor" —Hablo Richie para llamar la atención del rango más alto, cosa que logro al girarse en su dirección—.
"Lamento interrumpirlo, señor. Pero me tengo que llevar a Michael, ya es hora de marcharnos" —Comentaba algo apenado Richie por entrometerse en la conversación. Cosa que solo causo que Hoffman usara la misma técnica que hizo conmigo, pero con el pobre Gear y lamentablemente esta vez si funciono, poniéndolo nervioso, acabando con él cometiendo errores al responder las preguntas del Mayor—.
"Está disfrutando esto demasiado, Mayor" —Comente al presenciar la conversación—.
"Puede que un poco. Bien, Wallin ya te puedes ir" —Relego a Richie causando alivio en el hombre—.
"Recuerde Coulthard, mis puertas están abiertas" —Me recordaba el hombre para luego tener una idea—.
"De hecho, si busca a alguien con astucia y ganas, esta chica de aquí con gusto aceptaría" —Dije apuntando a la mujer a mi lado que solo me miro con asombro—.
"Ah dándole oportunidad a los demás, eh... bien puedo hacerle unas pruebas, iras con el resto de reclutas a Ephyra para realizarlas, no me decepcione" —Amenazaba Hoffman antes de retirarse—.
"Yo... No sé cómo agradecerte" —Me decía, con una sonrisa, la chica—.
"Consigue tu objetivo, con eso me basta. Te acabo de mostrar que los Grandes resultados-"
"Pueden ser conseguidos por pequeños esfuerzos, sí, ahora lo sé" —Dijo antes de empezar a retirarse—.
"Nos veremos algún día Michael, te lo pagaré" —Decía la chica mientras se alejaba—.
"Me lo puedes pagar diciéndome tu nombre" —En ese instante se detuvo para girarse y verme con una sonrisa amistosa—.
"Samantha Byrne, recuérdalo" —No dijo más y se marchó. Pero si recibí un silbido pícaro una vez Samantha está fuera de rango—.
"Eres un casanova. Dale Romeo, Papá nos espera para dejar las cosas a casa y darte un tour por la ciudad" —Me decía Richie palmeando mi espalda y encaminarse a la entrada donde aún nos esperaban Dizzy y Lena—.
Sinceramente, este lugar no se ve como un mal sitio para vivir, me encantaría establecerme aquí. Pero todavía tengo que cumplir mi promesa.
NOTA DE AUTOR: Este sería el Capítulo 1, comento que la subida de capítulos serán de manera irregular, tomando en cuenta el tiempo de realización del mismo o del tiempo disponible que tengo para hacerlos. Solo ténganme un poco de paciencia.
Gracias por leer, ZenthicAlpha fuera.
