Conversación en Persona: "Día de la Emergencia"

Conversación en Radio: "Día de la Emergencia"

Recuerdos: "Día de la Emergencia"

Narración: Día de la Emergencia

POV Michael

4 semanas pasaron.

La mayoría de los reclutas pasaron la prueba de iniciación, estuvimos juntos por 3 semanas hasta que nos dividieron dependiendo de nuestras habilidades y no me gusto mi departamento.

Cole fue escogido para el programa de demolición, siendo este los encargados de volar todo en pedazos, mientras que Baird, al ser alguien con carácter y sentido de liderazgo, fue llevado a la academia de oficiales, todo aquí pasa muy rápido.

Yo, por otra parte, fui escogido para pasar las pruebas de Onyx, incluso lo rechacé para ser un Gear común, pero me negaron el rechazo diciendo que 'desperdiciaría mi talento'.

Ahora estoy en un salón muy moderno con una pizarra grande a la espera del profesor que nos dará... sea lo que nos vaya a dar, no nos dijeron nada.

Tengo ahora una nueva armadura, de color negro ónice, pero sin el casco, ya que no era oficialmente un Onyx, la cosa es... que no debería tener la armadura en lo absoluto, no me he graduado o llegado al punto en el que me la deberían de dar, pero Rovik me aseguro que escalaría rangos rápidamente, por lo que me la prepararon de antemano, estando guardada en un casillero especial, pero no la puedo abrir por el momento, porque según las instrucciones, se vería como un acto de favoritismo, cosa que sí es.

La puerta de madera se abrió mostrando a alguien que no quería ver ahora.

"Gears, ustedes están aquí para convertirse en lo mejor de lo mejor" —Loomis se presentaba con su armadura de Onyx de Coronel, dando vueltas por la sala—.

"Son los protectores de la COG, únicos y formidables soldados capaces de hazañas milagrosas que incluso los Gorasnaya quisieran poder poseer" —El tono de Loomis era de disgusto y aborrecimiento, no pudo ni decir su nombre correctamente, realmente odiaba a los Gorasnis y le encanta subirles el ego a los Onyx—.

Ahora, entiendo por qué son tan crecidos, los colocan en un puto pedestal y si alguien los tira, caos gobernará, pero eso sucede cuando califican a los Onyx como los mejores en todo.

"Sus cualidades deben superar las expectativas, no cualquiera puede convertirse en Onyx, así que quiero que den el 110 %. ¡¿Me entienden?!" —El tono serio de Loomis afectaba a la mayoría—.

"¡Señor, sí, señor!" —Respondieron todos con voz monótona, al parecer sentir emociones es un pecado aquí—.

Loomis se retiró de la sala sin decir ni una sola palabra, no tenía ni idea de lo que seguía o quién nos instruiría.

"¿Nervioso?" —Una voz femenina me pregunto, esta se ubicaba a mi lado izquierdo—.

"Estresado sería un mejor término" —Le respondí calmadamente, dando un vistazo a quien me estaba dirigiendo—.

"Soldado Hendrick, un gusto" —Su cabello pelirrojo es uno de sus rasgos físicos más notables, junto con sus ojos verdes, esta se presentó poniéndose de pie y extendiéndome la mano. Repetí sus movimientos, ya que me parecía de mala educación dejar colgado a alguien así—.

"Soldado Coulthard, pero dime Michael, deja los rangos para después Hendrick"

"En ese caso dime Sofía" —Contesto sonriendo, la chica era muy educada y bastante hermosa para compartir asiento con el resto de esta gente, no se ve como soldado—.

"Bueno, Sofía, es un gusto" —Respondí devolviendo la sonrisa y soltando su mano, que debo recalcar, era muy pequeña, pero no debía juzgar, si ella estaba aquí debía ser porque es buena en lo que hace—.

"Al menos aún hay clase por aquí" —Decía sarcásticamente mirando de reojo al resto de sus compañeros—.

"Así que... tú eres el tipo que humillo a North en su primer día" —Un hombre llego enfrente mío y se sentó en el escritorio, mientras que unos reclutas llegaron a sentarse cerca de nosotros para escuchar la plática—.

"¿De qué estás hablando?" —Pregunte confundido, ya que hasta ahora no he hecho enojar a nadie, que yo sepa—.

"Se escucha por los pasillos la historia de un novato que destrozo moralmente a uno de los mejores Onyx, académicamente hablando, claro está, puesto que este sigue siendo un novato hablando de combate" —En ese momento, mi mente dio un clic, mostrando el rostro magullado y avergonzado del Guardia Onyx que me escoltaba para mi proceso de inscripción—.

"Si te refieres al idiota que tuvo la mala suerte de verme enojado, consiguió un ojo morado y moretones teniendo casco, entonces yo también estaría destrozado" —Conteste al instante al recordar la mirada de odio que el Onyx hacía mi—.

"Carajo, ¿eras tú el que tenían esposado mientras te llevaban al ala administrativa?" —Otro de los chicos sentados hablo con asombro—.

"No sé si eso es algo de lo que debería estar orgulloso" —Dije recargándome en mi asiento, sin saber qué hacer ahora—.

La puerta se abrió bruscamente, entrando un Guardia Onyx, con casco incluido y un portafolio abierto con varios papeles en ella.

"Muy bien, novatos, de pie y en fila, toca formarlos como un verdadero Onyx" —El soldado tenía una voz conocida, pero no podía apuntar de donde—.

Nadie rechisto las órdenes, levantándose de sus asientos y siguiendo al soldado que dejo de mirar a sus papeles, dio media vuelta y salió de la habitación con todos en fila detrás de él, mientras que yo estaba hasta el fondo del ganado, con cierta emoción de ver que me depara ahora.

"Se nota que estás entusiasmado de comenzar las pruebas físicas" —Me comentaba Sofía que estaba a mi lado—.

"Nunca tuve la oportunidad de participar en este tipo de ejercicios antes, ni siquiera en la escuela" —No fui a la escuela, todo fue adoctrinado—.

Todo lo que tenía que saber, me lo enseñaban, para ser el mejor, pero no lo disfrutaba. Nunca disfrute en general, aun libre, siempre estaba en presión, la diversión jamás fue parte de mí y ahora incluso siendo mayor, estos momentos que son serios, no puedo evitar sentirme emocionado de poder formar parte de algo que me interesa y no siendo obligado... hasta cierto punto, ya que estoy aquí por obligación.

"¿En serio? Entonces como es que tienes... ese físico" —Respondió de manera sincera mirando mi ropa—.

Todos teníamos la misma ropa que nos dieron al inicio, camisa ajustada azul y unos shorts deportivos negros que se me olvido de mencionar, son muy apretados, así que todos mostrábamos nuestra figura de manera excepcional... si es que tienes una.

Y debo decir que el físico de Sofía era excepcional, no quería parecer un pervertido, pero era imposible no verla a ella y sus curvas.

"Que no participara en ejercicios académicos no significa que no haya entrenado por mi cuenta, estoy orgulloso por lo que obtuve" —Dije sinceramente mirándome mi cuerpo, que aunque era verdad, una parte de mí fue más creada que obtenida—.

"Dupliquen la velocidad, se tiene que superar la meta el día de hoy a como dé lugar" —El sudor ardía en mis ojos mientras corría con todas mis fuerzas, mis piernas ardían del agotamiento, había perdido el tiempo que llevaba en la máquina, pero no podía detenerme o sería castigado de nuevo—.

"Más peso, rompan sus fibras, las mejoras tienes que activarse" —Mis brazos se hacían pedazos, los cables que cargaban el peso se hacían más difíciles de sostener, mi pecho no soportaba tantas repeticiones con tal brutal cantidad de peso—.

"Sigan golpeando, su resistencia contra los traumas entrará en juego en cualquier momento" —Mi mente se desviaba de la realidad, mi abdomen absorbía golpes a puño limpio con gran fuerza y potencia, sentía mis intestinos ser amasados poco a poco, mientras que yo no podía moverme al tener mis brazos y piernas inmovilizados—.

"Bueno, debo admitir que para ser alguien que se autoinstruye, estás en excelente forma" —Decía empujando un poco mi hombro pero sin detenerse—.

"Tú tampoco estás nada mal" —Dije sin pensarlo mucho, pero mi reacción, al volver a decir esas palabras en mi mente, fue algo que le saco una carcajada a la mujer—.

"Hahahaha, no te preocupes mucho, lo tomaré como un cumplido, no te ves como alguien que ve a las mujeres de esa forma" —Me aseguro Sofía con una sonrisa divertida, que me saco un suspiro de alivio, mantenerme como el buen tipo era mi objetivo, ya que eso me abría muchas puertas en cuestión de amistad—.

"Eso me alivia como no tienes idea"

Nos acercamos al patio de entrenamiento, donde tuvimos nuestras primeras pruebas, pero esta vez era distinto, tenía más obstáculos y bastante equipo en una parte del camino.

En el centro del patio se encontraban todos los reclutas, mientras que el Onyx estaba enfrente de todos, a punto de dar una plática.

"En las pruebas de hoy, tendrán que superar los límites de un soldado normal, los veré sufrir y sangrar, hasta que rueguen que me detenga, solo resistiendo lograrán convertirse en Onyx" —El hombre continuaba caminando a los alrededores del campo mostrando las pruebas—.

Entre ellas se encontraba una larga pista donde correríamos con equipo militar encima, para averiguar si soportaríamos la larga pista, después escalaremos con dicho equipo una pared vertical de 3 metros y terminaremos haciendo dos dominadas en una barra de acero con el equipo aún puesto.

"¿Esto es nuestro primer día? Me pregunto que seguirá de esto" —Esta chica hace las cuestiones equivocadas, pero me gusta su entusiasmo—.

El instructor nos ordenó que cargáramos el equipo pesado y corriéramos a través del campo de entrenamiento. Tomé mi equipo, constituía de una armadura básica Gear azul, nos la colocamos en ese instante encima de nuestra ropa, lo que era algo incómodo, pero tenía que acostumbrarme, también que incluía una Lancer y una pistola de cañón corto, me lo ajusté bien, preparándome para lo que venía.

Al comenzar a correr, sentí el peso adicional en mi espalda y piernas, pero no me importó. Utilicé mi fuerza de voluntad para ignorar esa molestia, sintiéndome en control mientras otros luchaban por mantener el ritmo. A medida que avanzábamos, el instructor nos ordenaba que ejecutásemos diferentes tareas, como disparar a objetivos con la Lancer mientras avanzábamos y saltar sobre obstáculos en el camino.

Mi puntería era decente, mientras mantuviera mi mente fija en el objetivo.

Me concentré en completar cada tarea lo más rápido posible, a pesar del peso adicional de mi equipo. Me di cuenta de que los otros reclutas estaban luchando para mantenerse al día, algunos jadeando y resoplando con cada paso. Pero yo seguía adelante, sintiéndome fuerte y en control.

Llegue a la sección de la pared, donde guarde mi Lancer en mi espalda, empezando a escalar, sentía la presión del equipo en mí con cada peldaño que subía.

Los gritos del instructor a nosotros se hacían evidentes, mi concentración no dejaba escuchar los apuros del Gear.

"¡Rápido, rápido! Son muy lentos, jamás lograrán ser Onyx o incluso Gears con ese rendimiento" —Regañaba a todos, pero al parecer no me estaba viendo a mí, solo a los de atrás—.

Al terminar de escalar, simplemente salte al colchón que estaba debajo, rodé por el suelo para amortiguar la caída, que aún se sentía en mi cuerpo.

Corrí el tramo que quedaba con el Lancer en mano, aun disparando a los objetivos, llegando al final sudando, no solo por el cansancio sino porque el equipo se sentía caliente.

Llegue a la barra, guarde mi Lancer en mi espalda y salte a la barra, para hacer mi primera dominada abierta, me deje caer lentamente y volví a subir la barra, terminando la segunda, mis brazos estaban ardiendo por el esfuerzo.

Observé a los otros reclutas, algunos de los cuales estaban visiblemente agotados, mientras otros intentaban recuperar el aliento. A pesar de nuestras diferencias físicas, todos habían logrado completar la tarea y avanzar en nuestro entrenamiento.

"Eh tú" —Me llamó el instructor, acercándose a mí—.

"¿Sí?" —Me giré para mirarlo y gratuitamente recibí un empujón que me movió hacia atrás, pero sin derribarme, creo que esa era su intención, era que estuviera en el piso, porque su cuerpo se tensó al momento de verme aún de pie—.

"No te vi hacer las pruebas" —La seriedad y nerviosismo se hacía notar, él sabe que lo hice, pero quiere hacer un ejemplo de mí, de lo que pasa cuando no obedeces órdenes... pero será un iluso si piensa que me dejaré tratar—.

"No solo hice las pruebas, las terminé primero. ¿Quieres que las vuelva a hacer? Con gusto lo hago solo para probarte lo contrario" —Contesto acercándome a él; sin embargo, aun manteniendo algo de distancia, para evitar aún más problemas de los que estoy causando al desafiar a un oficial—.

"¿Qué me insinúas?" —Sintió una amenaza en mi tono porque se me paro enfrente mío y no retrocedió en ningún momento, a pesar de yo ser más alto, el Onyx siente que si se ve débil, los reclutas le dejarán de tener respeto—.

"No insinuó nada, solo aclaro las cosas" —Digo respondiendo calmadamente, cosa que lo altero más, ya que ahora él era el único enojado de los dos. Sus inseguridades no son problema mío, yo vine a hacer lo que dijeron que haga y ya, no pelearé con un idiota que no puede controlar su propia ira—.

"Bien, entonces aclárame nuevamente como se realiza las pruebas, pero ¡YA!"

"Señor, el término, el circuito antes que to-"

"No te pregunte, cadete, así que guarda silencio a menos que quieras duplicar tu entrenamiento" —El instructor interrumpió a Sofía, dando un ultimátum si se volvía a interponer—.

"Sí, señor" —Sofía miro al suelo, mordiendo su labio inferior de la impotencia—.

Enojado por la arrogancia, tome mi arma del suelo, estire un poco y empecé a correr de nuevo.

No me iba a dejar intimidar, no de nuevo.

Mi cuerpo corría a máxima velocidad, ahora con la vida de ella en juego, tenía que completarlo, sea como sea.

"Vas muy bien Michael, veo que solo necesitabas motivación, sigue así y terminaras por el día de hoy" —La voz irritante del doctor sonó por los altavoces mientras yo golpeaba unos paneles aún en movimiento, dando un golpe potente a cada uno—.

De un momento a otro ya me encontraba en la barra para las dominadas y este era la hora de que mi mente se pusiera de acuerdo conmigo.

Hasta ahora todo ha sido inconscientemente, me ha obligado a revivir mi pasado para usar mis atributos, pero la situación lo amerita.

Llegará el momento en el que tenga que aceptar... lo que tengo, este vino para quedarse y si quiero sobrevivir, tengo que adaptarme y utilizarlo.

Me concentro, tomo la barra y hago una dominada, el peso se sentía en mi ser, no iba a hacer más de 2 dominadas.

"Vamos mente, ayúdame aquí, si no lo haces por mí... hazlo por ella, siempre ha sido por ella" —Susurre aun colgando, respirando profundo y poco a poco lo sentí.

Se desvanecía el peso, siento que mi cuerpo flotaba, me siento genial.

Mi cuerpo subía la barra rápidamente, con un ángulo que me permitía subir toda mi cabeza por encima, aun con el trozo de armadura y el rifle en mí.

Subía y bajaba a una velocidad moderada para hacer el ejercicio correctamente.

...4...5...6...7...8...9...10.

No me detenía, no quería detenerme, pero sabía que tarde o temprano el esfuerzo me pasaría factura, así que me detuve.

Baje de la barra con el sudor en todo mi rostro y regrese a donde el instructor que seguía de pie donde la primera vez.

Me pegué a su casco en forma de reto, solo para sonreír al recordar algo.

"¿Cómo me habías dicho? Que te di una paliza por suerte, ¿verdad?" —Digo mientras alejaba mi rostro de su casco y daba unos pasos atrás—.

"Aquí estoy y estaba vez, no tienes unas esposas que me detengan" —Continúe, extendiendo mi sonrisa y brazos en forma de burla—.

"Novato irrespetuoso"-La ira se hizo notar, pero no se movió, se mantenía firme, creo que su entrenamiento de Onyx le está funcionando—.

"En ese caso, no me des amenazas vacías, si vas a amenazarme, ten algo para apoyar tus palabras" —Y mi oportunidad de irme se hizo presente al escuchar una alarma y el portavoz de la Academia—.

"Atención a todos los cadetes, regresen a los barracones hasta nuevo aviso, repito, a todos los cadetes, regresen a los barracones hasta nuevo aviso. Todos los Gears disponibles reportarse en el puente principal, repito, todos los Gears disponibles reportarse en el puente principal" —¿Qué está ocurriendo?—.

"Ya escucharon novatos, a las barracas. ¡Ahora!" —North ordenaba señalando la puerta mientras corría al puente principal—.

"Bien chicos, ya escucharon, somos reserva por ahora, toca volver" —Digo en voz alta, empezando a trotar en dirección de nuestras barracas—.

Todos, sin decir nada, me empezaron a seguir, los pasillos estaban ajetreados, varios Gears corrían para la entrada principal, mientras que otros grupos de cadetes volvían a sus dormitorios.

"Debe ser importante" —Comentaba Sofía una vez todos entramos a nuestra barraca y cerramos la puerta—.

"¿Relevante? Sí, ¿De vida o muerte? No. Si realmente fuera crucial no estaríamos aquí encerrados, debe ser que los vigilantes informaron de que algo se está acercando, si fueran las larvas ya todos estaríamos afuera listos para pelear" —Respondo sentándome en mi cama y sacando debajo de ella una barra de proteína para comérmela—.

"Si fueran las larvas, ¿estarías alarmado?"

"Sí, lo estaría, no hay razón por el cual no estarlo y más cuando estuve en una de las primeras ciudades donde atacaron, presenciando la masacre de primera mano"

"El Día de la Emergencia" —Sofía lo dijo bruscamente, teniendo curiosidad—.

"¿Así lo llamaron?" —Pregunte, ese nombre le queda muy bien a ese puto día—.

"Sí, el día que salieron del suelo los Locust, ese día fue nombrado el Día de la Emergencia" —Decía la pelirroja dirigiéndose a su cama y sentándose, tomando un teléfono de una mochila—.

"Locust... ¿Ese es su nombre?" —Dije poniéndome de pie y caminando a donde ella—.

No dijo nada, solo me entrego el teléfono que tenía un video reproduciendo, había un productor y un científico en algún tipo de programa televisivo.

"Entonces, Doctor, ¿qué se sabe de estos... seres que nos están atacando?"

"Francamente, aparte del hecho de que quieren matar a todo hombre, mujer y niño, no sabemos nada acerca de ellos. Los hemos etiquetado como Locust, ya que este grado de muerte solo se ha visto en tiempos de plagas. Son subterráneos en la naturaleza. Eso es obvio. Aparte de eso, me temo-" —Pause el video, para quedarme mirando el vacío—.

Locust... irónicamente, es un buen nombre para estas cosas.

"Bueno, al menos ya tengo un nombre a que insultar" —Comente devolviendo el teléfono a su dueña y regresar a mi cama para recostarme—.

"No te ves muy contento, en las pruebas te mostrabas más dinámico y retador" —Decía ella de pie a mi costado, el resto de reclutas se encontraban hablando entre ellos, dejándonos prácticamente solos en la charla—.

Reí secamente a su comentario, cerré los ojos para descansar, mi cuerpo tomo algo de desgaste por la prueba, no lo suficiente como para caer inconsciente, pero sí para sentir algo de fatiga, más que nada en mis brazos.

"Bueno, estoy algo cansado, eso es todo" —Digo para abrir los ojos y sin moverme, giro mis retinas bicolor a los verdes de la mujer—.

"Dime, ¿qué hace alguien como tú aquí?" —Pregunto con voz relajada, sabiendo su respuesta—.

"¿Alguien como yo? Específica" —Contesto molesta, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño—.

"Sí, alguien más experimentada y menos perdida" —Me senté y miré fijamente a sus ojos, que la pusieron algo incómoda—.

"No entiendo" —Dijo apartando su vista—.

"Nunca nos mencionaron que nuestra primera prueba sería física, pero tú sabías" —El cuerpo de Sofía se tensó un poco para luego relajarse—.

"Tengo amigos aquí, me comentaron el proceso de las pruebas" —Mentía muy bien, pero a mí no me ocultas nada—.

"¿Fue Loomis? Él te dijo que me vigilaras" —Solté el martillo para luego verla suspirar y sentarse a mi lado—.

"Pareces un buen hombre Michael, realmente te veo como alguien con mucho potencial, pero Loomis ve las 2 caras de la moneda, no tienen mucha información sobre ti, piensa que eres un espía Gorasni que viene a robar datos de la COG" —Me explicaba la mujer como podía—.

"Claro que sí, tenía que ser Loomis" —Murmure, poniendo mis manos en la cara para luego suspirar y mirarla a ella—.

"¿Cuál es tu verdadero rango?"

"Soy Cadete, llevo casi el año en la academia, mi graduación fue cancelada por el Día E, asi que mantengo mi rango por el momento" —Me dijo sinceramente, aun de pie—.

"Ya que fuiste amable de contarme, te doy algo para tu informe. Nací y crecí a las afueras de Timgad, mi padre fue minero de Imulsion y falleció haciendo su trabajo, eso fue cuando tenía 10 años, como sabrás los hijos de los mineros no tenían muchos privilegios por la poca paga que recibían, así que ni siquiera tuve la oportunidad de tener un puto acta de nacimiento, mi madre murió cuando nací, por lo que quede huérfano desde entonces, viajando por el mundo para sobrevivir, no quería estar en un orfanato, así que hui del lugar" —Digo mientras tomaba otra barra de proteína de debajo de mi cama—.

"Desarrolle una especie de paranoia, que me alertaba de gente mala y mentirosa, evitaba meterme en problemas o entrar en negocios negros, hasta ahora mi pequeño 'defecto' me ha mantenido vivo y seguro" —Tiro la envoltura a un bote al costado de la mujer y me recuesto devuelta, dando la espalda a Sofía—.

"Para la próxima, si quieren saber de mí, que vengan de frente y me pregunten, no envíen a alguien más a hacer su trabajo. Descanse Cadete" —Cerré mis ojos para poder coger algo de sueño. Tardo un poco, pero momentos después escuché los pasos de Sofía, alejarse de mi lado, dejándome en los brazos del mundo nocturno—.

"Eres el inicio de una nueva era"

NOTA DE AUTOR: Este sería el Capítulo 6, comento que la subida de capítulos serán de manera irregular, tomando en cuenta el tiempo de realización del mismo o del tiempo disponible que tengo para hacerlos. Solo ténganme un poco de paciencia.

Gracias por leer, ZenthicAlpha fuera.