Conversación en Persona: "Día de la Emergencia"
Conversación en Radio: "Día de la Emergencia"
Recuerdos: "Día de la Emergencia"
Narración: Día de la Emergencia
POV Michael
Respiro agitado, tratando de controlar mi agitada respiración mientras me oculto en los escombros de un edificio derribado. Acabo de presenciar una escena aterradora. Mi escuadrón, han sido brutalmente masacrados por él, un Locust montado en... no sé ni que mierda era. Disparamos con todas nuestras fuerzas, pero nuestras armas parecían ineficaces contra esa cosa.
Desde mi escondite, puedo escuchar los gritos agonizantes de mis compañeros mientras son despedazados por la abominación que es ese monstruo, el rugido imponente de esa cosa resuena en mis oídos, marcando su victoria. Pero yo no estoy dispuesto a convertirme en otra víctima en su lista.
No esperaba que terminara asi.
30 minutos antes...
Mi despertador me levanto de mala gana, usando mis manos para intentar abrir mis ojos.
Llevábamos dos semanas defendiendo el aeropuerto. Durante este tiempo tuvimos batallas por el control del sitio, lo hemos perdido 2 veces antes, pero lo recuperamos por el valor estratégico que nos da, el último arrebato fue hace 3 días, asesinando a 5 pelotones en el proceso, no obstante el día de ayer fue recuperado después de 4 horas de pelea constante, lo primero que se les ocurrió fue ponerme en primer turno de guardia, aun sin energías.
Al terminar mi turno, me dirigí inmediatamente a dormir, estaba agotado; sin embargo, me dijeron que solo podía pegar ojo durante 2 horas porque transportaríamos suministros al Museo de la Gloria Militar.
Con una actitud digna de un amargado, caí como tronco en mi saco, perdiéndome en mis más profundos pensamientos.
Y en realidad no pude conciliar el sueño por completo, las muertes y memorias lo hacían difícil.
Durante el ataque tuve otro de esos momentos que mi mente y cuerpo se desconectaban, masacrando a muchos Locust, aunque no fuera suficiente, ya que mi energía se agotó rápidamente.
En la recuperación de la base no tuve esa ventaja, no reaccione en ningún momento, tuve otro de esos ataques de recuerdos, pero no activaron nada.
Estaba confundido. ¿Cómo se supone que debería controlar esto? ¿Debería de poder en primer lugar?, las dudas rondaban y eso me logró cansar lo suficiente como para dormir un poco, pero no lo suficiente.
Tome mi Lancer que estaba a mi lado para caminar inconscientemente a la entrada sur del aeropuerto donde partiríamos.
Un pequeño convoy de seis vehículos, ya se encontraba preparado para partir junto a su protección de dos decenas de Guardias Onyx.
Por algún motivo les pareció perfecto llevar al cadete en una labor defensiva, para que ganara 'experiencia en combate'.
No quise discutir las órdenes, pero realmente no estaba acostumbrado a tener mucha acción y dormir poco, lo más probable es que me digan cobarde o inútil si soltaba alguna queja con algo de lógica.
"Bien, tenemos que llegar al Museo de la Gloria Militar, nuestros chicos están recibiendo un buen asalto, necesitan estas municiones y comida" —El sargento líder del convoy nos informaba para luego subirse al auto que liderara la marcha mientras el resto andaría a pie—.
"Manos a la obra, creo" —Susurre mientras revisaba las municiones del rifle y pistola por última vez, verificando que está todo correcto, junto con una máscara antigás anclada en mi costado—.
Si algo aprendí en estos días, era que el casco era bueno recibiendo disparos, aunque no es como que quisiera recibir uno, pero la visión era horrible, la ventaja era que este tenía un filtro de aire, dando utilidad en zonas de mucho humo y gas, asi que tome la decisión de tomar una de las cajas de peligro químico, con algunos filtros, nunca se sabe.
Caminar por las destruidas y oscuras calles de Halvo Bay era una experiencia, eran muy distintas a como las recordaba antes.
Estaban arruinadas, edificios agrietados, así como el suelo, muertos por todas las calles, árboles incendiados como algunas casas, disparos en el cielo del otro lado de la ciudad, dando a entender qué la estaban pasando, muy feo de ese lado.
Quería que fuera sencillo, una simple entrega de suministros para poder volver a dormir, aunque ese sueño se disipó al ver los edificios empezar a agrietarse junto con el suelo de manera brusca.
Todo el suelo empezó a temblar agresivamente y un rugido gigantesco se escuchó por toda al área y junto a eso, un agujero gigante se creó enfrente del convoy, casi tragándose 2 de los autos, pero lo que salió fue peor.
Un monstruo similar a un Corpser salió rugiendo con fuerza, junto con varios Locust que nos abrieron fuego.
Saco mi Lancer disparando a los Locust que salían mientras retrocedía al último auto para tener cobertura, pero también detrás salían Locust de agujeros de la emergencia.
Era una emboscada.
Empezaron a masacrarnos rápidamente, destruyendo los autos de suministros y en un intento desesperado algunos soldados se lanzaban con sus granadas activas con la esperanza de hacerle algún daño.
La explosión no fue grande y de inmediato vi que no le habían hecho nada al Corpser, que no se iba.
De la parte de arriba un Locust única se asomaba.
Este tenía un casco que tapaba la mayoría de su cráneo y tenía 2 crestas como si fueran cuernos hacia atrás, similar a la de los líderes en la antigüedad. Su armadura también era distinta, era de cuerpo completo y se veía más reforzada.
Este hizo un grito extraño que altero a su criatura.
¡Nos empezó a disparar!
Tenía ametralladoras en la parte superior.
Me tiré pecho a tierra para evitar la mayor cantidad de disparos, que partían en pedazos a los Onyx sin problemas, como si fueran gelatina.
Mire mi cinturón para ver mi método de escape, una granada de humo, la misma que saque de la Academia Militar.
Mire a mi alrededor para ver un edificio abierto con mucho humo negro, ese era mi salida
Le lancé la granada enfrente de mí, bloqueando la vista de la imponente bestia que tenía en mí, corriendo hacia el edificio, ignorando las órdenes de mi superior que me exigía regresar al combate, pero poco duro al ser asesinado, su dolor atravesando la radio.
Me coloqué la máscara con un filtro, tenía 3 filtros en total, eso significaba que tenía 9 minutos de oxígeno antes de que me empiece a asfixiar por el humo.
Me coloqué detrás de un muro intacto dentro del edificio, sentándome en el suelo recargado en la pared, con mi Lancer lista para defenderme, aunque esperaba que no lo necesitara.
Eso... me llevo a donde ahora.
Presente...
Pasaron unos minutos interminables mientras el sitio se llenaba de silencio. Me quedaba un filtro y solo tenía 2 minutos más para empezar a llenar mis pulmones de humo negro. Me arriesgo a asomar la cabeza, comprobando con cautela si la pesadilla ha llegado a su fin. Lo que veo es desolador. Los cuerpos destrozados de mis compañeros yacen esparcidos por el suelo, mientras que el convoy de suministros que debíamos escoltar ahora no es más que un montón de chatarra humeante.
Sé que salir solo sería un suicidio, una idea estúpida. Mis opciones son limitadas, pero mi instinto de supervivencia me dice que debo esperar. Ahora, más que nunca, debo confiar en mi instinto y tomar decisiones estratégicas.
Me acomodo en mi escondite, preparándome para esperar el tiempo que me queda de aire limpio, antes de moverme a un sitio mejor. Sé que tarde o temprano alguien vendrá a investigar la masacre. Tengo que confiar en que mis compañeros hayan logrado enviar una señal de socorro antes de su inminente derrota, no quiero ni siquiera susurrar, podría revelar mi ubicación.
El tiempo pasa lentamente, y cada segundo se vuelve más insoportable. Me obligo a mantenerme concentrado, bloqueando los horribles recuerdos de la batalla que se han grabado en mi mente. Mi única esperanza es que la demora en la llegada de refuerzos signifique que la señal de socorro ha sido recibida y que están en camino.
Finalmente, después de una espera que parece una eternidad, escucho disparos distantes acercándose al lugar, alguien venía. Aprieto los puños, preparándome para cualquier escenario. Si son enemigos, tendré que luchar para salvar mi vida una vez más. Pero si son aliados, me aseguraré de que nadie más se enfrente a la misma suerte que mis compañeros.
Los disparos estaban a escasos metros, me quedan 30 segundos de aire, me preparo para salir y esperar lo mejor.
El tiroteo terminó con lo que parece ser un sonido de un Locust muerto.
"¿Qué... qué paso?" —Una voz humana muy conocida hablo, imaginando que estaban viendo los restos de lo que era antes el convoy—.
Salgo sosteniendo el rifle con una mano, demostrando que no era un peligro y quitándome la mascara antigás con la otra, que ya no me servía en este punto.
"Identifícate" —Un Gear con armadura verde me ordeno, significa que era Gorasni—.
El humo se apartó lo suficiente para ver a mis salvadores y no podía estar más agradecido.
Ellos también pudieron ver el mío, ya que Sofía de inmediato bajo su Lancer para acercarse a mí y abrazarme.
Le siguieron Baird y Cole, que bajaron sus armas, pero manteniendo su posición, mientras que Paduk, el soldado de armadura verde, vigilaba alrededor, no interrumpiendo nuestra reunión.
"Estás vivo" —Hablo una feliz Sofía al verme intacto—.
"Nos informaron que acompañabas el convoy, esperamos lo peor" —Baird agrego mirando alrededor—.
"Yo también hubiera esperado lo peor, no te culpo, pero me alegro de que fueran ustedes los que llegaran, me estaba quedando sin oxígeno" —Conteste mostrando mi máscara de gas—.
"Inteligente" —Dijo Paduk mirando el dispositivo individual en mi mano—.
"¿Qué paso aquí?" —Pregunto Cole con duda—.
"Una cosa enorme, similar a un Corpser salió enfrente del convoy, junto con un pelotón de Locust, nos habían emboscado, incluso esa cosa tenía armamento, jamás había vista nada igual, decidí esconderme usando una granada de humo al ver que nos estaban atrincherando y matando rápidamente, como vez, aún estoy vivo por eso" —Explique resumidamente lo sucedido—.
"Karn" —Dijo con rabia Paduk al escuchar mi descripción—.
"¿Quién?" —Pregunto Baird mirando al Gorasni—.
"Un Locust, una especie de líder, apareció en Gorasnaya la primera vez, es muy estratégico y un cabrón difícil de matar, ¿tenía un casco estúpido con un cuerno?"
"Sí, y una frente enorme como la de Cole" —Confirmo y comparo con el del jugador de Thrashball, que me miro ofendido—.
"Era él, sin ninguna duda, parece una de sus tácticas, no te culpo por esconderte, es más, te envidio, no todos podían enfrentarse a Karn y huir de él fácilmente" —Paduk agregaba aún con su tono molesto—.
"Fue muy repentino... ¿Y ahora qué? No tenemos suministros para llevar al Museo" —Dije recordando que no estamos en un sitio seguro—.
Nadie pudo responder al escucharse una explosión del otro lado del pozo que dejo Karn, en un edificio específicamente, de donde salieron varios Desgraciados, acompañados de Locust. Esas malditas criaturas eran horribles, pequeñas, rápidas, iban en manada, pero lo peor es que son unas toca pelotas de cuidado.
"Tenemos compañía, luego discutimos" —Dijo Sofía empezando a disparar a los Desgraciados—.
Rodeamos el agujero empezando otro tiroteo entre nosotros y los opositores, mientras nos abríamos paso a través de las calles vacías de Halvo Bay.
Teníamos que salir del cementerio, no podíamos llamar a Karn de vuelta a terminar el trabajo.
Varios Locust se formaron detrás de unos muros pequeños, intentando detenernos, pero el pelotón estaba bien formado, la verdad no pensé que fueran tan buenos juntos, me equivoque.
Despachamos a los Locust que llegaban con rapidez hasta que de un agujero salió un Boomer.
Un Locust mucho más grande y gordo, pero lento y torpe, usado como demolición, con armamento pesado, este tenía un Lanzagranadas triple.
Produce un enorme estallido inicial, seguido de varias explosiones menores. Su excelente potencia de fuego se ve contrarrestada por un tiempo de recarga lento. Solo tiene un disparo por recarga; sin embargo, solo uno es suficiente para desaparecer todo lo que toca.
"¡Maten al Boomer!" —Grito Cole, disparando al gigante que aguantaba el embate como un campeón y haciendo que falle el disparo, cayendo detrás de nosotros, no dándonos por poco—.
En conjunto, disparamos 1/4 de nuestro cartucho cada uno de nosotros, agujereando al Locust como queso.
Matando a los restantes, las calles volvieron a quedar en silencio.
"Esto fue más rápido de lo que creí" —Comente realmente sorprendido de la habilidad de los chicos, comúnmente tardábamos un poco más en eliminar a este tipo de escuadrones—.
"Hahaha eso pasa cuando te juntas con nosotros, somos muy carismáticos y eficientes" —Me golpeaba el hombro el jugador de Thrashball dejando claro su emoción por el combate—.
"Más bien ERES carismático, Paduk irradia irritación, Sofía me quiere seguir regañando por no hablarle en estas últimas semanas y Baird... Baird es Baird" —Aclare mirando cómo Paduk solo movía la mano como si casi le atinara a mi predicción, Sofía me jalo del cabello y Baird se ofendió... para luego aceptar que era cierto—.
"Coronel Loomis, aquí el teniente Baird. Problema grande, señor. Destruyeron el convoy" —Informo el teniente del grupo—.
Un momento... ¿¡Teniente!?
"Entonces vayan al Museo de la Gloria Militar. Lo están atacando" —Loomis daba el siguiente objetivo, uno muy complicado—.
"Señor, lo que destruyo el convoy sigue ahí afuera" —Baird comunica recordando el desastre causado por Karn—.
"Entendido, teniente" —Se pasó por los cojones la advertencia, realmente es preocupante, pero no me sorprende—.
"Sí, señor. Vamos, Kilo. Ya lo oyeron" —Baird afirmo resignado para empezar a movernos al Museo—.
"Lo he oído. No significa que me guste" —La actitud de Cole dio un enorme giro al escuchar a Loomis—.
"Al menos no soy el único que aborrece a ese fósil" —Dije burlándome del Coronel—.
"Ten un poco más de respeto Mike" —Sofía interrumpió con un tono de acusación—.
"El respeto se gana Sofía, si él lo quiere, que venga aquí y me demuestre que lo merece" —Conteste cansado de seguir órdenes de ese incompetente—.
"Realmente nos llevaremos bien chico" —Entro Paduk dándome una palmada en el hombro para seguir continuando, Baird se abstuvo de la conversación, pero todavía tenía una pregunta que hacerle—.
"¿Cómo carajos conseguiste ser Teniente? Yo no paso de ser el Cadete"
"Gran sentido de liderazgo, mi hermoso atractivo y buenas calificaciones" —Contesto 'modestamente' a mi pregunta de la forma mamona posible—.
"¿Quién murió para que decidieran que él estaría a cargo?" —Pregunte a Cole que solo sonrió un poco, al sentir el ambiente más calmado—.
"Creo que estamos desesperados"
"Cierren la boca y muévanse, ya me cansé que se burlen de mis logros" —Dijo enojado e irritado Baird, pateando una puerta que atraviesa a la siguiente calle entre edificios—.
"Te acostumbras" —Hablo Sofía al verme intrigado por el arrebato del Teniente—.
Al entrar nos encontramos en una bodega, parecía pertenecer a uno de los tantos restaurantes finos que tenía la ciudad, eran muy grandes y pretenciosos.
"Sí, me gusta. Me recuerda a mi bodega" —Hablo Cole mirando alrededor del lugar—. Paduk lo miro algo asombrado por sus palabras.
"Un momento... ¿Tú tienes una bodega?"
"Oye, un hombre tiene que gastarse su dinero" —Respondió el jugador de Thrashball con seguridad—.
"Nunca te vi como alguien que tomara mucho" —Mencione, mientras saltaba por encima de un barril que estorbaba el camino—.
"Uuuhhh era muy fiestero, soy el alma de la fiesta" —Contesto dando unos saltitos—."Eso si te lo creo" —Agrego Baird que iba hasta adelante—.
Al saltar el último obstáculo en forma de barril, había un cadáver de una mujer con un rifle a su lado.
"Es el rifle de francotirador de la UIR" —Baird aclaro al ver mi rostro—.
"No es un arma; es un camarada" —Dijo con honor Paduk, observando el arma—.
"Entonces, ¿te molestaría prestarme a tu camarada? Me gasté gran parte de mi munición en la emboscada y en la pelea anterior, junto con el hecho que odio este fusil, prefiero algo más preciso" —Dije con tono agotado, señalando mi Lancer mientras que Sofía me miraba algo angustiada, ella no era la única—.
"¿Que tienes amigo, todo bien?" —Me pregunto Baird al ver mi agotamiento—.
"Realmente no estoy bien, las constantes luchas me han agotado, llevo semanas sin el sueño requerido, no estoy acostumbrado a tanta acción" —Tomo el arma del suelo, dejando mi Lancer atrás, recogiendo munición de la misma, tenía suficiente—.
"Con el tiempo te acostumbrarás" —Paduk dijo como si nada—.
"No debería, esto es una locura, nadie debería de 'aceptar' la guerra como algo normal" —Agregue con molestia, salimos de una guerra para entrar en otra—.
"Si... en eso tienes razón" —Acepto mi aclaración, asintiendo un poco—.
"Sé que no es fácil. Tomate esto, te mantendrá despierto" —Me decía Sofía, dándome una pastilla algo verde pequeña—.
"¿Qué es esto?" —La inseguridad se notó en mi voz—.
"Modafinilo, es una droga que te mantendrá despierto lo suficiente, no hay que abusar de él o te puede afectar de mala forma" —Me dio la pastilla en la mano y espero a que me lo tomará—.
"Mierda... Okay" —Acepte a regañadientes, tomándome la medicina de manera directa—.
"Bien, no te quiero cargar de vuelta a la base" —Cole me empujo el hombro de manera sarcástica para luego patear la puerta que lleva al exterior—.
Al salir todos vimos el canal que conecta con la calle principal del Museo de Historia Militar, pero de inmediato múltiples rayos rojos en el cielo, comenzaron a caer contra el suelo, con un sonido enfermizo. Era el Martillo del Alba.
"¡¿Quién mierda autorizo los disparos?!" —La rabia se notó en mi voz para luego empezar a recibir disparos normales por encima del canal—.
Los Locust nos disparaban escaleras arriba, cerca de un puente que cruzaba el pequeño canal. "¡Francotiradores!" —Cole avisaba cuando casi le vuelan la cabeza—.
Decidimos correr con la cabeza agachada al otro lado.
Encontramos un Mortero que usamos rápidamente para abrirnos paso por la oleada de francotiradores que solo esperaron a ser hechos pedazos.
Junto a un Locust que estaba en una torreta fija, que no le dio tiempo a bajarse antes de morir.
Antes de poder salir del área del Martillo, un Boomer junto a unos Tickers salieron de la puerta de un edificio, por lo que sin perder tiempo, abrimos fuego todos, con una bala de mi Rifle de Francotirador, explotando su cabeza.
"Esto es una locura, estas larvas están posicionados para emboscar soldados, no podemos seguir por estos caminos" —Opine mirando los Martillos acercándose—.
"Entremos a los edificios" —Ordeno Baird apuntando al sitio de donde salió el Boomer—.
"Atravesar los edificios es más rápido y evitamos a las patrullas" —Paduk acepto el plan, asi que rápidamente entramos todos—.
El edificio está muy silencioso, ignorando lo que sucedía en el exterior, estaban tan solos... abandonados. No toda la ciudad había sido evacuada, ¿dónde estarán todos los civiles?
Al llegar a la puerta del otro lado del edificio, los disparos en el exterior se hacían más intensos, Baird pateo la puerta con fuerza, haciendo que el sonido de afuera sonara en todo su esplendor, era el Museo.
"Los están atacando muy fuerte, no resistirán mucho con otra oleada similar" —Paduk decía mirando los One Shots y Granaderos—.
"Acabemos con ellos antes de que perdamos el Museo" —Cole agrego, saltando unos sacos de arena para ingresar al tiroteo—.
Una larva más alta salta de un agujero de suelo, este tenía un sombrero en punta extraño, tenía una vestimenta no apta para la batalla, al tener bastantes partes expuestas, una lengua larga y pequeña que causo un grito potente que parecía revitalizar a los Locust cercanos.
"¡Hay un Kantus curando, denle!"
El tiroteo se hizo más grande, al matar al Kantus, este soltó una bolsa de tinta con un olor repugnante, sabiendo que es tóxica, evito acercarme a él para no morir.
Nosotros vamos subiendo las escaleras del museo poco a poco, a medida que matábamos para llegar a la puerta, más cabrones salían detrás de nosotros.
"¡Llegan refuerzos!" —Grite girando para intentar detener el avance de estos y no quedar atrapados en el medio—.
"Paduk, Cole, tenemos que llegar arriba, no saldremos vivos si nos quedamos aquí" —Baird ordeno saliendo de cobertura para correr por las escaleras laterales junto con los mencionados—.
"Yo te ayudo" —Sofía decía poniéndose a mi lado, disparando su Lancer a los Locust de abajo que intentaban subir—.
Veo un One Shot en el suelo cerca de mí, a gatas voy a tomarlo, esquivando los el One Shot, mato a los Boomers que estaban bombardeando el sitio y a un Kantus."¡Suban!" —Baird nos decía usando el mismo un One Shot—.
Corremos a su posición esquivando lo más posible los disparos, aunque de entrar a cubierto, un disparo me da en la espalda, derribándome.
"¡Me dieron!" —Grite al sentir el dolor de haber recibido un disparo directo—.
Paduk, se acerca a mí viendo mi espalda.
"Estás bien, no penetro la armadura, pero dolerá como una perra" —Dijo mientras jala del cuello de mi armadura para ponerme cerca de ellos—.
"Ya casi acabamos Kilo" —Baird avisaba al mirar que no llegaban más Locust—.
Aun con algo de dolor, me levanto y me apoyo en la barandilla de concreto grueso para acabar más rápido con esto.
Unos momentos después, solo hubo silencio parcial, donde los disparos lejanos eran lo único que se escuchaba, en nuestra zona ya no había enemigos.
Respire profundo mirando el cielo oscuro con hileras de balas apareciendo.
"Nunca había visto tantas larvas juntas" —Cole comento por el ataque pesado de las Locust—.
"Lo sé, vamos a entrar" —Dijo Baird tomando aire—.
"Tenemos que entrar, no podemos quedarnos aquí afuera" —Dijo Sofía, tomando mi hombro al verme con la mirada perdida—.
"Sí, solo quiero que esta noche acabe, esto es agotador" —Respondí girándome para entrar al museo—.
Entramos rápidamente, abriendo la gran puerta y cerrándola de vuelta, para luego entrar por otra puerta al vestíbulo principal.
"Eliminaron a todos los del balcón, señor" —Un Onyx dijo a su superior—.
"¿A todos?" —Se notaba la incredulidad en su voz, no era bueno—.
"Loomis nos envió, ¿a dónde vamos?" —Baird entro en la conversación para poder ayudar—.
"Tú no eres Onyx" —El Capitan Onyx dijo con disgusto—.
"Yo soy Onyx" —Contesto rápidamente Sofía—.
"No, tú no, Cadete"
"Porque no mejor nos dices que hacer en lugar de criticar, Ca-pi-tan" —Dijo de forma contundente poniendo enfrente de él, recordándole que se supone, él es el superior—.
El hombre gira su casco en mi dirección tratando de intimidarme, palabra clave, intentar, pero al ver que no hacía nada, desistió.
"Quédense aquí y defiendan esta zona. Están destrozando el Ala Este" —Ordeno mientras paso junto a mí, chocando con mi hombro, pero no moviéndolo mucho como a él le hubiera gustado—.
Sofía suspiró fastidiada por la situación.
"Solo es otro imbécil" —Dije mientras caminaba donde estaban todas las provisiones y unas torretas defensivas—.
Tome munición del Rifle de Francotirador de la UIR, había munición de todo.
"¡Vestíbulo principal, atentos! ¡Hay larvas excavando túneles al museo! ¡Los van a atacar primero!" —El altavoz del vestíbulo cobro vida dando el aviso del inminente peligro—.
"Bien Kilo, tomen municiones y preparen las defensas" —Baird ordeno, tomando una de las torretas móviles para preparar las defensas—.
Suspire cansado, pero me golpeo ligeramente la cabeza para mantenerme despierto. Acabemos con esto.
15 minutos después...
El vestíbulo era un caos, humo negro flotaba alrededor, con cuerpos de los Locust ocupando la mayoría del suelo y muchas balas alrededor.
Las torretas defensivas estaban destrozadas, soltando chispas por el daño recibido. Los chicos estaban apoyados en paredes y respirando erráticamente.
Yo estaba en el suelo, bocarriba, tratando no desmayarme del cansancio, llevo días sin un sueño decente y esta defensa imposible no ayuda en nada.
"¡A todos los refuerzos! ¡Avancen al ala este! ¡Por esta zona están masacrando a Negro-4!" —El altavoz volvió a la vida devuelta, dando la siguiente orden—.
"Si no nos damos prisa, no van a salir de esta" —Paduk decía queriendo apurar el paso—.
Grito con frustración mientras me levanto del suelo.
"¿Todo bien hermano?" —Pregunta Cole algo preocupado—.
Levanto mi dedo para que no continúe, negando mi cabeza.
"Solo sigamos" —Digo mientras abro de una patada la puerta por la que tenemos que pasar—.
Corrimos por los pasillos desiertos hasta llegar al ala este. Donde la mayoría de los cristales estaban rotos y mucho humo y fuego que corría gracias a las corrientes de aire.
Tenía una apariencia similar al vestíbulo, con vitrinas llenas de recuerdos militares que no me podían dar más igual.
Vimos del otro lado de la habitación a Negro-4, los mismos cabrones de antes.
"¡Tú, defiende esta sala! Hay algo grande ahí afuera"
Solo al irse, la puerta del otro lado de donde estábamos, empezó a ser golpeada, dando a entender que no nos darían tregua.
"El que llega por esa puerta no viene a vender seguros. Prepárense Kilo" —Baird dijo sarcásticamente serio, lo cual es extraño de describir—.
Todos tomaban munición o torretas defensivas para VOLVER a prepararnos a la llegada de los enemigos.
Quería llorar.
20 minutos después...
El interior del ala este estaba hecha ruinas, exceptuando la armadura de Embry, que según Baird, era importante mantener intacta. Y así fue.
Defendimos con uñas y dientes la sala junto a la armadura.
Mi irritación llegó a niveles insospechados al volarle los sesos al último Locust en la sala, el sitio empezó a temblar.
"¡Agh! Odio este temblor" —Paduk se quejó para inmediatamente ver todos los cristales romperse y ver a una bestia inmensa afuera del Museo—.
"¿Qué carajos es eso?" —Baird dijo atónito—.
"Eso es el fin de Halvo Bay" —Paduk dijo secamente—.
Sus pisadas y rugidos eran muy poderosos que rompían las ventanas con facilidad. Karn estaba aquí.
NOTA DE AUTOR: Este sería el Capítulo 9, comento que la subida de capítulos serán de manera irregular, tomando en cuenta el tiempo de realización del mismo o del tiempo disponible que tengo para hacerlos. Solo ténganme un poco de paciencia.
Gracias por leer, ZenthicAlpha fuera.
